Llorar por ti
6
El olor de las flores llegó a sus fosas nasales en el momento que las sostuvo, sus palmas alrededor del ramo empezaron a sudar tan pronto tocaron el timbre para anunciarse. Hacia años que no la veía en persona; intercambiaban mensajes esporádicamente pero no era lo mismo. Tratando de no verse nervioso volvió a acomodarse el cuello de la camisa.
El timbre del pent-house sonó a las nueve en punto.
—Parece que ya están aquí —habló Karuta con tono acre. Su aversión contra los Saotome no era algo fácil de ocultar. —Niña, avísale al señor que los invitados llegaron, luego ve a atender la puerta —ordenó categóricamente a una mucama. Luego se giró hacia su nieta instando —Deberías ir por la chaqueta, yo los recibiré —dándole una palmadita en el hombro, la envió a su habitación.
Akane hizo caso regresando hasta la alcoba, en su perchero colgaba una chaqueta color amarillo crema a juego con su vestido de tubo. Se colocó delante del espejo a cuerpo completo para ajustar los hombros de la prenda, reajustó su largo cabello tras la oreja mientras suspiraba.
Hasta hace algún tiempo, no tuvo que preocuparse por el matrimonio, porque su vida de casada ya estaba decidida. Contraería nupcias con el hijo del mejor amigo de papá y vivirían felices para siempre. Eso fue lo que pensó. Pero por mucho cariño que le tuviera a Ranma, no podía percibirlo con amor, la clase de amor necesario para quererlo toda la vida. Para permanecer en las buenas o malas. La clase de amor que te hacia soñar con plantar un jardín, con tener hijos. —Por favor Ranma. Por favor detén esta locura —imploró a su reflejo como si del mismísimo muchacho se tratare.
Debido a su educación, ella no pudo alzar la voz en contra de la voluntad de su padre. Todo lo que ella tenía que ser no le dio derecho a protestar en contra de este compromiso. Su único escape eran las Artes marciales, no quería perderlas tampoco. Una vez que se casara con Ranma, ella tendría que asumir el papel de una ama de casa mientras él administraba las academias.
Tal vez sus pensamientos eran mezquinos, sin embargo el sentimiento de frustración era irremediable. Se había esforzado por engrandecer el apellido Tendo en el ámbito y no quiso dejar que alguien más se llevara el crédito solo por ser su marido. Sumado el hecho de su secreto amor unilateral por otro hombre, la idea de casarse la emocionó aún menos.
¿Cómo vives un matrimonio sin amor? ¿Cómo vives una vida llena de nada? El amor no era suficiente en una relación de pareja, pero si su base.
En la puerta, la familia Saotome aguardaba con paciencia fingida. Habían pasado años desde que el tema del compromiso se tocó tan seriamente. Con un Ranma resuelto a difundir la noticia, Genma sintió que no podía desperdiciar la presión sobre su hijo y obligarlo a casarse lo antes posible. Mientras se casara, él podría olvidarse de cualquier problema de por vida.
—Buenas noches, el señor Tendo los está esperando, por favor pasen —una mucama los recibió permitiéndoles el ingreso. Los invitados se quitaron los zapatos cambiándolos por pantuflas cómodas, siguiendo a la joven de servicio.
El pent-house Tendo era la residencia más grande de todo el complejo, ubicada en el piso más alto del edificio, ofrecía una majestuosa vista de los alrededores que resultaba incluso intimidante; Los tres fueron guiados hasta el living encontrándose con la primera persona a saludar —Buenas noches señora Tendo —entonó Nodoka respetuosamente. A su lado, los dos hombres imitaron su gesto inclinándose un poco. La mujer mayor también se inclinó para saludarlos.
—Bienvenidos —sonrió ella de forma grácil. Giró un poco el cuerpo alzando su voz algunos decibeles —Akane, ven a saludar —. Igual a una rutina pre ensayada, la joven de cabello azul emergió por el pasillo con postura dócil y pasos pequeños. No levantó la cabeza hasta después de saludarlos.
—Buenas noches, tío, tía, Ranma. Gracias por aceptar nuestra humilde invitación.
Su futura suegra no demoró en responder —Al contrario, agradecemos su hospitalidad, disculpen las molestias ocasionadas.
Antes de que pudieran continuar, la puerta corrediza del estudio se abrió revelando a Soun Tendo. Era un hombre rebasando la mediana edad: con rostro solemne adornado por un bigote tupido y ojos hundidos, enmarcado por su larga cabellera negra suelta, su figura enfundada en un traje bespoke de color ocre oscuro destacó la anchura de sus hombros bien conservados, sin una pizca de joroba a pesar de la edad —Saotome —sonrió al ver a su amigo de entrenamientos. Después de convertirse en un empresario ambos se habían distancia el bastante; al grado de verse una o dos veces al año si bien les iba.
El casero dio pasos largos hasta los invitados; proporcionando un fuerte abrazo acompañado por palmadas sonoras en la espalda de Genma —Hombre, que gusto verte —Dijo el padre de Ranma. Devolviéndole el gesto —Gracias por la invitación Tendo, nos honra ser tus invitados.
—Bah, deja las formalidades de lado. Esta es como su casa, por favor pasen —enfatizó cuando se separaron —Buenas noches Nodoka, buenas noches Ranma.
El dúo mencionado saludó educadamente como respuesta. Tras algunas dudas, la madre de Ranma le dio un codazo para recordarle sobre los obsequios.
—Oh, tío, disculpe la intromisión. Estos son unos pequeños presentes para conmemorar esta velada, por favor, acéptelos —continuó ofreciendo una pequeño paquete envuelto. Luego se dirigió a la madre del hombre, brindándole una canasta de frutas frescas mientras ella agradecía el gesto tomándola con ambas manos.
Dejando para el final los obsequios de su prometida. Se acercó firme a pesar de los nervios, aclaró su garganta para suavizar su tono, diciendo —Hola Akane, esto es para ti —extendió el ramo en su dirección intentando no dejarse llevar por los temblores crecientes en sus manos —También espero que esto pueda adornar el memorial de tu madre —indicó entregando la bolsa de papel que contenía el jarrón de jade.
Al oír sus palabras, ella sonrió brillantemente —Gracias por recordar a mi madre Ranma —habló con sinceridad aceptando los obsequios —No debiste molestarte.
Una sonrisa de ella bastó para iniciar un caos en la mente del muchacho, la pena le invadió haciéndolo rascarse la nuca con torpeza —No ha sido mucho, pero espero que te gusten.
El aura alrededor de ellos se volvió ligeramente privada, los mayores contemplaron la escena a un lado, guardándose sus propias opiniones al respecto. Soun, había visto la clase de miradas de Ranma hacia su hija sintiéndose menos inquieto, al menos no parecía que el joven despreciara a su hija.
—La cena está lista, por favor continúen a la mesa —Ofreció la de ojos almendra entregándole los obsequios a la mucama. El grupo de personas se dirigió a un amplio comedor: de mesa rectangular larga, cubierta por un mantel impoluto de encaje, la fina vajilla pulida y brillante lista para ser usada deleitó los ojos de los invitados. Cada cual tomó una silla alrededor mientras Ranma hacia su parte de caballero, empujando el asiento para su prometida.
—Gracias —volvió a sonreírle ya desde su puesto.
Él también regresó la misma expresión tomando posición justo a lado. De esa manera Karuta y Soun quedaron a las puntas, el matrimonio Saotome en el lateral izquierdo, dejando a los jóvenes en la zona derecha —Bien, ya que estamos aquí y ha pasado un tiempo desde nuestro último encuentro, quisiera proponer un brindis por esta reunión ¿Qué opina Saotome? —Soun elevó su copa alta previamente llenada con vino.
—Será un placer brindar con mi gran amigo y su familia. Que esta noche podamos estrechar aún más nuestros lazos— sus palabras fueron una mención intrínseca del compromiso —Salud Tendo.
—Salud Saotome.
Ambos hombres chocaron copas; con una mirada le pidieron al resto de comensales unirse, provocando varios tintineos por el cristal en continuo choque. Pasado un rato de charla ociosa sobre el clima y la salud, el preludio de la cena llegó.
La servidumbre empezó entonces a desfilar con platos de sashimi hacia la mesa. Tan pronto como el anfitrión obtuvo su porción incitó al resto para iniciar —Adelante, no sean tan educados. Akane se esforzó muchísimo preparando esta cena, disfruten —reveló Soun orgulloso de su retoño.
—¿En serio? Qué gran oportunidad para probar la comida de la pequeña Akane —se entusiasmó Genma, como un amante de la comida, claro que quiso comprobar la sazón de su futura nuera. El hombre no era lo que llamarían refinado exactamente. En realidad no tenía mucho sentido de la etiqueta en absoluto; su mente era simple. Cualquiera que pudiera satisfacer su estómago y su bolsillo entraba en la categoría de buena persona para él.
Los invitados procedieron a agradecer los alimentos aceptando implícitamente la invitación, tan pronto como Nodoka levantó la primera tajada de salmón con los palillos, quedó maravillada por el trabajo del corte —Las lonchas te han quedado perfectas —elogió a la hija de Soun de forma honesta. Akane sonrió agachándose ligeramente. Con modestia declinó el cumplido, encantando a la otra dada su actitud.
De esa forma inició la cena. Pronto las palabras fueron sustituidas por el ruido característico del masticar. Después del sashimi desfilaron en orden los demás platos hasta lograr una cena estilo kaiseki. Concentrados en degustar cada platillo, el tiempo se discurrió igual a un suspiro. El ambiente había sido lo suficiente ameno como para dejarlos disfrutar los platillos sin distracciones, más allá del sonido de los cubiertos chocando contra la cerámica.
—Qué delicia. Akane, todo estuvo excelente ¿Verdad Ranma? —Nodoka no fue tacaña con las felicitaciones. Además empujó a su hijo a la acción en el mismo aliento.
El joven se limpió con la servilleta observando a su derecha el rostro tranquilo de Akane —Todo fue maravilloso, gracias por tu esfuerzo —Habló cohibido. Ella devolvió un gesto tierno, agradeciendo sus lindas palabras.
Entretanto la servidumbre recogía la vajilla vacía, se sirvió una ronda nueva de vino. El momento de la verdad se acercaba, pero primero alguien debió hacer mención de ello, ante la atmósfera de halagos, Genma sonrió ampliamente, cantando a viva voz —Akane, el sabor de tu comida fue estupendo, serás una magnífica esposa —. Y después de todo, el tema principal se instauró en la mesa.
—Por supuesto que Akane será una magnífica esposa. Solo tenemos que asegurarnos de que su esposo la merezca —Bromeó Karuta. Ella nunca tuvo una buena impresión de Genma, mucho menos de su hijo rebelde. Lo último que quería era ver a su amada nieta casándose con un exhibicionista. Las intenciones de Saotome no escaparon de sus ojos por lo que tampoco pudo permanecer tan callada como al principio.
La tensión comenzó a elevarse entre los presentes debido a la última indirecta. El padre de Ranma no se molestó en rebatir las palabras de Karuta, pues concordaba con ella. Ranma no podía seguir la vida como hasta ahora, debía renunciar a la música y continuar el legado de Artes marciales. Sin embargo, Nodoka no pensaba igual. Podría ser que como un idol, su hijo fuera similar a una fuente de chismes, pero eso no significó que hubiera pruebas fehacientes de ellos. Molesta por la actitud agria de la mujer mayor, lanzó también su contraataque —Sin duda su prometido va a cuidarla bien.
¿Karuta odiaba el hecho de casar a Akane con Ranma? Bueno, le gustaría ver qué hacia en contra del compromiso preestablecido. Ella no tuvo derecho para elegir, en todo caso, los únicos responsables de su matrimonio eran los involucrados. Estaba claramente feliz por ver a su hijo casarse, sin embargo no significó luz verde para ser intimidado tampoco.
—Verdad, verdad. También hemos educado a nuestro hijo para ser un buen marido —Genma era como un lacayo lanzando lisonjas de aquí-allá.
—De eso no me cabe la menor duda —el tono sarcástico de la abuela hizo que Soun interviniera antes de convertir esto en una discusión.
El dijo —Ranma siempre ha sido un muchacho apasionado. Estoy seguro de que cuidará a su futura esposa con mucho empeño.
—Exactamente. Después de todo, estará bajo la protección de un guerrero Saotome. No hay de qué preocuparse ¿Cierto Ranma? Aunque ha estado un poco alejado de los Dojos, todavía se desenvuelve perfectamente en la batalla. Créeme Tendo, cuando se fusionen las dos academias, mi hijo te demostrará cuan ciertas son mis palabras — Obviamente esas eran cosas que sonaban bien, puesto que la Academia Saotome era nada más que polvo actualmente.
Tras su discurso, le lanzó miradas significativas al muchacho. Todos esperaban su respuesta a la primera pregunta de Genma. Con su profesión ¿Podía realmente comprometerse a cuidar de Akane para toda la vida?
Aunque la respuesta fue clara en el corazón del chico, todavía tuvo que asegurarse de algo primero —Bueno, sin duda cuidaría a mi esposa.
La silenciosa abuela encontró un espacio para hablar nuevamente —¿Cómo la cuidarías? Hasta donde tengo entendido casi nunca estas en tu casa ¿No se sentiría sola tu esposa?
Ranma por supuesto sintió el acre en sus palabras, con cautela se giró hacia la anciana forzando un poco la sonrisa —Mi esposa podría acompañarme a cualquier parte del mundo. Incluso la cuidaría en los confines de la tierra.
—¿Y si tu esposa quiere hacer otra cosa que acompañarte? ¿No te importarían sus sueños? ¿No te harías cargo de hacerlos realidad?
—Claro que me importarían. Si mi esposa tiene una meta para cumplir no sería un obstáculo. Al final no podría cumplir sus sueños por ella, debería ser quien los alcance si es lo que desea. Tengo mi propio trabajo por el que me esfuerzo en destacar, jamás le faltaría nada. No aspiro a casarme con alguien para comer bien —sentenció con seguridad.
Akane estaba ligeramente sorprendida ¿Sus palabras significaban que la dejaría seguir al frente de las academias si se casaban? En medio de sus pensamientos, él añadió —Pero para tener una esposa, creo que es esencial tener una prometida primero. Y antes de tener una prometida, debería existir el noviazgo ¿Verdad? —
Ante sus dichos, la jovencita lo miró de reojo ¿Era esta una señal de esperanza para la ruptura de su compromiso? Si Ranma tenía alguien en mente para ser su novia, por supuesto tuvieron que anular esta promesa de antemano, ignorando la decepción fugaz de la que ni siquiera fue consciente, siguió prestando atención.
Por desgracia, sus ilusiones se vieron apagadas con su subsiguiente oración —Claro, aunque algunos pasos cambien de lugar, no podemos omitir ninguno.
Soun comprendió; más, a propósito se hizo el desentendido, indagando —¿Cómo podría ser eso?
—Pues, dado que Akane y yo hemos estado comprometidos antes de ser novios, tal vez sea momento para abordar ese primer paso saltado —sin poder echarse atrás a estas alturas. Ranma se puso de pie ajustando su postura —Señor Tendo, estoy diciendo que me gustaría salir formalmente con su hija, para después hacer público nuestro compromiso.
Las palabras cayeron como un rayo sobre todos. Nadie pudo rechazar sus ideas precisamente porque estaba intentando seguir el camino correcto. Un poco más aliviado por la actitud madura del joven, Soun sonrió ampliamente —Pero vaya, mira nada más cuánto ha crecido este chico. Podría decir que Ranma es todo un hombre —habló feliz, una buena corazonada se instaló en su pecho luego de ver esos ojos soñadores y su columna vertebral para pedírselo —Si no escuché mal ¿Estás diciendo que Akane podría seguir al frente de la Academia cuando se fusionen?
La joven se sintió nerviosa escuchando a su padre preguntar precisamente su mayor incógnita.
Ranma contestó sin vacilar —Por supuesto.
La afirmación provocó reacciones diferentes. Mientras Genma se sentía agraviado intentó protestar, más su esposa no le permitió emitir ninguna palabra.
Por su lado, Akane se sintió conmovida. Contempló el semblante serio de su prometido, viéndolo bajo una nueva luz ¿De verdad le importaba tanto? ¿No estaba dispuesto a revelar todo para obtener el poder de su padre? Sin poder frenarlo, el latido de su corazón se aceleró
Tu-túm, tu-túm, tu-túm.
En medio de la tensión, el padre de Akane liberó una gran carcajada —¡Ja, ja, ja! Me gusta esa seguridad. Me sentiría muy tranquilo dejando la felicidad de Akane en tus manos. Pero te estás equivocando de objetivo. Deberías preguntarle a ella.
Ambos dieron un respingo involuntario. El resquicio finalmente los colocó de frente. Ranma apretó y aflojó los puños entre temblores. Tragó duro lamiéndose los labios inhalando fuerte hasta conseguir valor. Consecuente a ello, se inclinó sobre una rodilla delante de ella.
La vista hizo que Akane se cubriera la boca con ambas manos, conmocionada ¿Por qué de pronto parecía mostrar tanto interés en este asunto? Podría ser que, Ranma, en realidad…
Su pecho saltó emocionado incluso asombrándola. Entonces fue cuando el pronunció —Akane ¿Te gustaría salir conmigo?
Los nervios la invadieron, su mutismo se prolongó varios segundos casi interminables para el joven ¿No quería? Al final, no pudo resistirse a una mirada fugaz. Cuando ella captó un brillo en sus ojos, le pareció imposible discernir si ya existía desde antes. En su mente, la idea del matrimonio pareció dar un giro de ciento ochenta grados.
Ranma, si me tratas con sinceridad. Yo también intentaré enamorarme de ti sinceramente.
Sus mejillas se sonrojaron cuando respondió de forma tímida —Si. Si quiero.
Continuará…
Glosario:
Comida Kaseki: También conocida en la actualidad como la alta gastronomía japonesa. A grandes rasgos, podemos definir la comida kaiseki como una comida tradicional que mezcla sensaciones visuales y gustativas para narrar una ubicación y una temporalidad a través de los alimentos servidos. Los ingredientes y la forma de presentarlos están perfectamente ideados con una intención concreta: transmitir emociones, estaciones del año y/o ideas del lugar donde te ubicas. Se compone de varios platillos llevados a la mesa en diferentes momentos. Por lo regular antecediendo la ceremonia del té.
