ficción

Historias de Albert y Candy

presenta

Quédate Conmigo

Por Mayra Exitosa

El médico especialista salía molesto de la habitación luego de amonestar a su paciente, dejando a Candy sorprendida, con una furia contenida por lo que se ponía roja de ira, su coraje fue tal que quería lanzarle el celular, pero tomaba su respiración y se tranquilizaba con clama, había tenido de esos muchos hombres que la consideraban una edecán en su evento, más ella nunca fungió como tal, era una coordinadora eficiente, ahora sería la madre perfecta de su bebe, así su padre desapareciera los siguientes quince años de su vida.

- Si, Rubí, informe a recursos humanos que estoy hospitalizada, que estaré dirigiendo todo a distancia, que no se preocupen, me han dado una incapacidad por siete días solamente y de eso serán tres eventos. - Por supuesto licenciada, llego su hoja esta mañana del hospital, su seguro es todo incluido, con personal para sus traslados, ¿la han tratado bien? ¿Es un resfriado? ¿Una faringitis? ¿Alguna gastritis? ¿O tal vez estrés? - Nada de eso, no se preocupe, se bajó mi presión por los excesos de vuelos y hábitos alimenticios me están informando que requiero de vitamínicos solamente. - ¡perfecto! daré aviso y usted descanse, nos haremos cargo. - No, usted no entendió bien, me hare cargo a la distancia esta semana, no quiero que nadie interfiera en la operación que ya tengo programada, el éxito de estos eventos los quiero visualizar perfectamente. Cortaba la llamada para seguir en la silla de ruedas en la que era llevada por la enfermera quien le aseguraba que el médico era el mejor, que solo tenía mala suerte, porque habían estado llegando varias mujeres a pedir abortos y él se había negado rotundamente. Ella no respondía nada, pero sí que lo entendía, tenía mucha suerte de que su bebe llegara cuando iba a comprar una casa, tenía dinero y aunque no era realmente su nombre el que estaba usando, debía ver eso cuanto antes.

Rubí de recursos humanos daba informe general a los hoteles en un memorándum sobre la hospitalización inmediata de la señorita McBride, debido a una mala alimentación y falta de vitamínicos, por los excesivos viajes y traslados, estaría apoyándose con el personal que ella ya tenía estimado para los eventos, por lo que manejaría todo a distancia ya que el hospital se tomó la libertad de mandar su hoja de incapacidad por así requerirlo, sin darle aviso previo a la coordinadora de eventos.

El primero que veía el memorándum era Johnson, después el asistente de William, Duncan y las asistentes de Stear, además de la jefa de recursos humanos de New York, quien les informaba que ella era la titular y debía ser ella quien informase a todos, pero eso ya estaba más que anunciado desde los Ángeles, California, donde le informaron a Archie y en New York, que estaban por recibir los documentos de los contratos de la coordinadora de eventos, se le informaba a Anthony, todos ponían el grito en el cielo por ser delicado el evento que tenían ese fin de semana, serian uno en California, otra en New York y uno más en Miami, así que Archivald, buscaba saber sobre el nosocomio donde se encontraba hospitalizada; mientras Duncan avisaba a su jefe sin tomar en cuenta quien era la organizadora de eventos pues desconocía la relación de la tan buscada coordinadora de fiestas, era la esposa de William Andrew, su jefe. Johnson no alcanzaba a detenerlo para que tuviera el tacto adecuado de informárselo. Por lo que escuchar el grito, no le sorprendió, - ¡Que has dicho! ¡Johnson! ¡Johnson!

Los gritos fueron el suficiente aviso para que Johnson sacara al personal de su oficina, se hiciera cargo de saber en qué hospital se encontraba, ya que vieron de donde fue enviado el mensajero y dejado la hoja en California en el Hotel Máster de los Ángeles. William alterado asegurando que ya no volaría, sin embargo volvía y se trasladaba en helicóptero para luego en un avión privado con una velocidad ultrasónica, evidenciando una alteración de su carácter, al ignorar de que se trataba su hospitalización, pensando que era una emergencia y siendo ingreso hospitalario, pensaba lo peor.

- Es mi mujer, debieron avisarme en cuanto la ingresaron, esto ya rebasó los límites, Johnson no puedo estar separado más tiempo de ella. ¡Juro que la encontraré!

William recibía llamadas en el jet, pero nada lo tranquilizaba, estaba eufórico con todo lo que había planeado para conquistar a su mujer, ahora resultaba que iba a perderla, fueron momentos de agonía, llegaba un instante en el que decidió no responder ninguna llamada, el no volvería a ningún hotel donde no estuviera su mujer, la encontraría por sí mismo, no era posible que sus propios sobrinos estuvieran peleando por sus atenciones, a tal grado que ocultaban de él sus tácticas para atrapar a su mujer y eso se los reclamaría en cuanto la tuviera en sus brazos, ya ajustaría cuentas con cada uno de ellos, estaba seguro que los vería asustados cuando supieran de quien le estaban hablando cada que le presumían de la futura esposa de los Cornwell o de la divina gracia de Brown, ya vería como les movería el suelo donde pisan y casi podía visualizarlos con el trasero expuesto y dándoles a cada uno con una tabla por andar tras su tía. Johnson le hacía una seña a William, este ponía atención, para escuchar su parlante donde el rubio respondía directamente y George escuchaba al ser su celular,

- Si, ¿quién movió sus contratos?... ¡Anthony! ¿Para qué lo hizo? ¡No! ¡No! así déjalo, si quiere jugar con fuego, lo haré arder, si me ocultan información de la coordinadora de eventos de nuevo, juro que comenzare a cortar cabezas, sea quien sea. Cortaba el celular y miraba por enésima ocasión el reloj, estaba internada en el hospital, la sacaría de ahí y se la volvería a llevar esta vez más lejos.

Candy luego de salir de la ecografía con sus lágrimas emocionada por su embarazo, era dada de alta, con una larga lista de indicaciones de los expertos que la habían atendido, pasaba por farmacia donde incluía su seguro todo pagado de medicamentos, salía en un taxi, para posteriormente rentar un auto con chofer e irse a conocer la casa que tanto le había gustado y había visto en la pantalla, pues contaba con las llaves de ese lugar.

- Si señorita, me encuentro perfectamente, es solo un descanso obligatorio, pero me llevaran a conocer la propiedad de la que me facilitó las llaves. - Me da mucho gusto señorita McBride, estoy segura de que todo está bien, la casa será muy reconfortante, se encuentra perfectamente amueblada, hemos pagado el mantenimiento y limpieza de la propiedad semanalmente, yo misma la revise, está en óptimas condiciones, sé que haya algo alejada, pero el aire puro y el lugar le harán mucho bien para su salud. - Lo mismo pensé Brithany iré y regreso para informarle de mi decisión. - Muchas gracias, tengo un tiempo tratando de venderla, la compro la inmobiliaria y no había estado en el interés de alguien más, le aseguro que es mucho mejor propiedad que otras que he visto. - Me hare cargo de verla personalmente. - Mandare a mi personal para que le deje una canasta de víveres y todo para darle la atención que se merece. - Llevo a una persona conmigo e ira otra más que me dio el hospital de compañía. - Muy bien. Avisare a los guardias del lugar.

Continuara...


Gracias por sus amables comentarios en cada capítulo.

Agradecida también por no tomar mis escritos, ni adaptar ni utilizar

por ningún medio auditivo o plataforma alternativa, en parte o completa ninguno de estos.

Con sincero aprecio,

Un abrazo a la Distancia

Mayra Exitosa