– hoy vienes conmigo – Alyss tomó a Yume de la mano y la sacó del dormitorio aunque la pelirroja se negaba – no puedes seguir así, vamos a arreglar las cosas –
Yume sentía que en todos lados la juzgaban por pretender a tres chicos al mismo tiempo, estaba segura que a esa altura, Yuriy debía odiarla por todo lo que había pasado
– hola pequeña, hoy el taller estará cerrado, pero necesito que esperes adentro – notó la cara de preocupación de la pelirroja – todo estará bien, pasa –
Yume entró a la que usaban como oficina, no entendía qué podría cambiar por esperar ahí
– espera aquí, ahora volvemos – la pelirroja distinguió la voz de Sergei
La puerta se abrió y la pelirroja escuchó un suspiro, sonaba un tanto harto, pero al distinguir la figura que entró, deseaba desaparecer de ahí.
– ¿Yume? – la pelirroja volteó a todos lados buscando una salida – ¿podemos hablar? –
Yuriy entendió al instante por qué estaban ahí, era evidente que los tres chicos habían organizado juntarlos, no le agradaba forzar las cosas, pero era la oportunidad que buscaba para poder hablar con Yume y arreglar las cosas.
Yume por otro lado vio que su única salida estaba detrás del pelirrojo, se armó de valor y trató de huir, pero Yuriy la detuvo.
– no te vayas, quiero hablar de lo que pasó – Yume no podía mirarlo a los ojos – te dije que te cuidaría – la pelirroja miraba al suelo a punto de llorar – no creo nada de lo que se dice – la chica no podía creer lo que escuchaba – ese maldito está detrás de todo – la agarró de ambos brazos – ¿verdad? – sin poder mirarlo, asintió en silencio, el pelirrojo la abrazó
Después de un largo rato en silencio donde el pelirrojo no soltó a Yume, finalmente la chica empezó a contar todo mientras apretaba la ropa de Yuriy, temía hacerlo enojar, en efecto estaba enojado, pero con Garland.
– ese maldito bastardo – apretó a Yume entre sus brazos – juro que lo haré pagar – Yume volteó a verlo para pedirle que no lo hiciera
Apenas notó la mirada del pelirrojo, Yume se quedó perdida en lo ojos que de por sí le encantaban; la mirada furiosa del chico causó algo nuevo en ella, fue como si el tiempo se detuviera y sólo existiera la intensidad de aquellos ojos, estaba completamente embelesada por ellos y su rostro estaba ruborizado. Sin darse cuenta, fijó demasiado su mirada en los ojos del pelirrojo, los admiraba totalmente perdida de la realidad.
– ¿pasa algo? – finalmente preguntó al notar que lo observaba demasiado
– ah… – titubeó mirando nerviosa a los lados – n… no – movió su falda nerviosa creyendo haberlo incomodado – pero… por favor, no hagas nada – finalmente logró decir
– ¡¿lo defiendes?! – su pregunta sonó más a reclamo y alzó la voz, mostrándose enojado de nuevo, Yume no pudo controlar una casi imperceptible sonrisa al ver aquella expresión, hasta que notó que la miraba molesto esperando respuesta
– no lo defiendo… – casi de inmediato, la pose, gestos y voz de la pelirroja cambiaron – pero me da miedo…– finalmente el pelirrojo entendió que a Yume le aterraba Garland
– no tienes de qué temer, no dejaré que se salga con la suya – Yume empezó a sollozar
– por favor, no, te pueden quitar tu beca y nadie le hará nada a él – falló terriblemente en contenerse y terminó llorando – no quiero que te haga nada… – apenas pudo decir lo último
La frustración del pelirrojo creció, sabía que la pelirroja tenía razón, lo peor era que Garland sabía que nadie en la escuela le haría algo, no sólo eso, el moreno había hecho llorar a Yume, y eso jamás se lo perdonaría. La abrazó con fuerza tratando de consolarla, a decir verdad no sabía cómo ayudarla sin causarle más problemas, pero no esperó que su novia lo abrazara permitiéndose llorar, era la primera vez que la pelirroja podía desahogarse.
Después de permitirle llorar, cuando empezó a calmarse y sólo sollozaba, Yuriy se separó lo suficiente para mirarla a los ojos sin realmente dejar de abrazarla, los ojos brillosos y rojos de la pelirroja lo miraron; finalmente ambos se dieron cuenta que estaban solos, Yuriy la abrazó despacio por la cintura y la apretó contra su cuerpo, ahí estaba el momento que tanto anhelaba el pelirrojo, poder besar bien a su novia.
El rostro del pelirrojo se acercó despacio, Yume temblaba nerviosa, pero también deseaba probar los labios del chico, estaba ruborizada. Finalmente los labios del par de pelirrojos se unieron, primero fue un pequeño beso suave, al separarse Yuriy se acomodó y de nuevo unió sus labios moviéndolos un poco más, se separó de nuevo y dejó su frente pagada a la de Yume, no necesitaban palabras, ambos deseaban lo mismo, finalmente el tercer beso llegó, Yuriy apretó el pequeño cuerpo contra su cuerpo conforme su lengua entro en la boca de Yume, el jugueteo entre ambas lenguas era agradable.
Ambos se perdieron en aquel beso que lentamente fue volviéndose más intenso, hasta que las manos del pelirrojo subieron despacio por las caderas de la pelirroja, llegó a su cintura y empezó a su ir más, llegó a la altura de su busto, hasta que finalmente pudo tocar los pechos de Yume.
La pelirroja se avergonzó, pero Yuriy no dejó de besarla, tocó con ambas manos, en efecto, eran grandes. Apretó con cuidado, eran suaves y la sensación de apretarlos entre sus dedos, lo hizo buscar instintivamente llevar su mano bajo la blusa de Yume, a quien no dejaba de besar.
– no… espera, por favor… – la pelirroja apenas podía articular sílaba alguna – me siento rara… – en efecto, Yume estaba agitada
Yuriy se separó, también estaba agitado, pero había algo más por lo que se detuvo
– perdón, me dejé llevar – se volteó al instante que se separaron, sonaba muy agitado
El pelirrojo trataba de calmarse cuando inesperadamente la pelirroja lo abrazó por atrás con tal fuerza de sintió los pechos de la chica contra su cuerpo, se agitó más, tenía que calmarse, no quería que Yume viera que tenía una erección.
El pelirrojo encontraba muy difícil calmarse, tocó las manos de Yume y se soltó alejándose de prisa, no quería hacer algo que hiciera sentirse mal, pero Yume no entendió por qué se separó con tal brusquedad
– ¿Yuriy? – preguntó con duda, se contrajo de nuevo – perdón, creo que hice algo mal… –
– no tienes porque disculparte, fui yo el que hizo algo… que no – no encontró palabras para explicar que necesitaba separarse antes de que la pelirroja notara lo que había en su entrepierna – no hiciste nada malo – trataba de concentrarse para que la erección bajara
– ¿estás bien? – Yume notó extraño al pelirrojo y se acercó preocupada, cuando se espantó – ¿te lastime? –
– no – volteó instintivamente – no fue eso – la pelirroja lo miraba con duda, pero no pudo evitar notar el pantalón del pelirrojo
– ¡ah! – se tapó la cara, sabía lo que existía bajo la tela – perdón, perdón, perdón… – se sentía avergonzada pero sobretodo, culpable
– no tienes que disculparte – trató de hablar tranquilo – no fue tu culpa –
Hubo un silencio incómodo donde ninguno se miraba, lo más frustrante para Yuriy era que su erección no desaparecía y no podía acercarse a su novia. Yume por otro lado, se sentía avergonzada y culpable, pero sentía algo extraño, quería voltear pero no se atrevía, abrió un poco sus dedos para ver un poco al pelirrojo, se notaba frustrado.
– ¿puedo hacer algo para ayudar? – finalmente logró decir en voz baja y logró voltear aún tapándose
– quería hacerte sentir mejor, pero empeoré las cosas – Yuriy estaba de espaldas tratando de calmarse
– eso no es cierto – al tratar de responder olvidó un momento por qué se tapaba e incluso se acercó a él – me ayudaste a sentirme mejor… – la voz baja hizo voltear a Yuriy, odiaba no poder calmarse, pero algo en la pelirroja no le permitía hacerlo – gracias… –
Yume se acercó para intentar darle un beso en la mejilla a su novio, pero con su estatura terminó parada de puntitas sin lograr alcanzar al pelirrojo. La imagen de la pelirroja tratando de estirarse le hizo gracia a Yuriy, sonrío levemente para sí y al fin logró calmarse, acercándose a besarla en la frente.
– eres muy pequeña – levantó gentilmente el rostro avergonzado de Yume – pero eso me gusta – la abrazó – prometo cuidarte mejor –
Yume se sintió segura en los brazos de su novio, entendió que Yuriy deseaba hacer algo más con ella, pero a diferencia de Garland, no la forzaría.
El par de pelirrojos salieron del taller, Yuriy le pidió pasar el día juntos, después de todo no habían podido tener una cita desde que se volvieron novios.
Mientras los pelirrojos pudieron arreglar sus cosas, Alyss, Boris y Sergei habían salido a comer a la ciudad, los tres platicaban, gracias a Alyss (y a lo sucedido con Yume) ambos chicos parecían llevarse mejor, pero seguían sin ser muy amigos; mientras comían, el platinado, quien tenía vista a la calle al sentarse de frente a la ventana, alcanzó a ver al moreno con un grupo de amigos, probablemente del internado.
– bueno, cumplimos el cometido, así que me voy, tengo cosas que hacer –
Alyss aún no entendía el por qué ambos chicos a veces parecían tener problemas con el otro, pues siempre evadían sus preguntas al respecto, así que salió a caminar con el rubio, hablando sobre si Yume e Ivanov habrían logrado hablar de los malentendidos en la escuela
– ¿no te molesta que tu ex e Ivanov sean novios? – el grupo del moreno hablaba sobre los rumores
– por favor, dicen ser novios pero anda tras otros – los miró mostrándose con cierto orgullo – además, me sigue buscando – los chicos empezaron a reír
– no creo que podría llevarme así con la que fue mi novia – uno de los chicos en el grupo no entendía cómo el moreno estaba tan tranquilo
– en principio yo tampoco – se mostró serio – hasta que me di cuenta de quién es realmente – sonrió ante la oportunidad de seguir dándole mala fama a la pelirroja – pero si lo único que quiere Yume es sexo, ¿quién soy yo para negárselo? – el grupo de varones empezó a murmurar ante el comentario
– ¿Yume pidiéndote algo a ti? – el moreno y su grupo voltearon – ¿por qué mejor no cuentas la verdad? – el platinado encaró al grupo
Los chicos del grupo, preguntaron cosas como "¿quién es ese?", "¿quién se cree ese tipo?" y cosas similares, a excepción de Garland, quien aprovechó la oportunidad para empeorar la reputación de la chica
– ¿la verdad? – mostró una sonrisa – por supuesto, ¡les presento al famoso chico en motocicleta con el que Yume pasó una semana! – todos lo miraron con sorpresa y Boris se enfadó aún más
– así que él es con el Arakawa se escapó para tener su aventura – alcanzó a distinguir entre los cuchicheos
– ¡silencio! ¡La pequeña no hizo nada de eso! – estaba realmente enfadado
– ¿en serio? – Garland lo miró retándolo – dime, ¿no fuiste tú el que le regaló aquel collar por el que hubo tanto alboroto? Dijo que le robaron el regalo de su novio –
El platinado entendió cómo era que todo lo que hacían para ayudarla acababa distorsionado
– ya tuve suficiente, ¿crees que no supe lo que trataste de hacer en el viaje? – Boris lo señaló mirándolo enojado
– ¿desde cuándo es un delito tener relaciones con mi novia? El verdadero culpable fue ese pelirrojo, que se acostó con ella – Garland siempre tenía una mentira para responder y eso frustró al platinado
– ¡basta! Esos dos ni siquiera se han dado un beso todavía, así que deja de mentir – Garland empezó a acercarse despacio
– ¿en serio? Entonces, cómo explicas que lo vieron entrar al cuarto de Arakawa mientras la cargaba – en efecto, aunque el pelirrojo tuvo cuidado, cuando empezaron los rumores alguien mencionó haberlos visto – además, tú estabas en ese viaje, ¿acaso pretendías volver a acostarte con ella? – lo miró con burla – sí sabes que aunque ella sea una cualquiera, jamás le haría caso a un muerto de hambre como tú, ¿verdad? – el grupo de amigos del moreno empezó a reír – hasta ella tiene más renombre que tú , aunque ni su propia familia la quiera –
– ¡cállate! – Boris finalmente soltó el primer golpe y la pelea entre ambos empezó
Los amigos de Garland ayudaron al moreno, quien de por sí, acertó varios golpes en Boris, pero gracias a su pasado en las calles, el platinado no seguía las reglas de una pelea como las de Garland.
Atacó a los que estaban en el grupo con lo que encontró en el piso para defenderse, pero cuando encontró un palo, fue que se dispuso a atacar a Garland. La pelea siguió, hasta que sonó un claxon, interviniendo
– ¿qué estás haciendo, Boris? – era Cloud quien alcanzó a verlo al volver después de llevar a su novia al internado
– ¡este es el maldito que se la pasa molestando a la pequeña! – exclamó después de escupir sangre
– esto no se quedará así, volverán a escuchar el apellido Siebald – amenazó Garland, también golpeado
– oh claro, como cuando fue noticia como barrieron el suelo con tu cara, ¿no? – el comentario de Boris causó cólera en Garland
El moreno lo atacó de nuevo, esta vez lo golpeó tan fuerte que el ojo de Boris sangraba, los amigos del moreno trataron de sujetarlo mientras Cloud sujetó a Boris, terminando así la pelea.
Cloud lo llevó a casa sin decir nada, Boris se acostó cansado en el sillón y el rubio sacó una bolsa de verdura congelada y se la puso sin cuidado en el ojo
– ¿qué demonios fue eso? Se supone habías dejado de comportarte así – finalmente reclamó Cloud
– ese maldito riquillo es quien golpeó a Yume cuando la encontré – Cloud lo miró serio y el platinado siguió – en el viaje intentó abusar de ella y estoy segura que fue por él que estuvo en el hospital –
– ¿quiere decir que lo atacaste por algo que no sabes si es culpable? – preguntó evidentemente molesto con él
– la pequeña no ha dicho nada, pero sé que fue él, si dejaras de jugar a los novios te darías cuenta de lo que pasa – reprochó
– Mitzy me contó que Yume confesó haberse accidentado con un caballo –
– ¿acaso olvidas que nos insinuó que la molestaban ese maldito internado elitista? Además, ella me confesó lo que pasó en el viaje… – agregó bajando la voz serio y frustrado, Cloud recordó cuando conocieron a Yume
– pelear así no resolverá las cosas, si lo que dices es cierto, podrías empeorarlo – Boris supo que en efecto, el moreno tendría una excusa más para molestarla en la escuela
– ¡carajo! – sonaba frustrado
– será mejor que un doctor revise esos golpes – lo llevó a la pequeña clínica para que lo atendieran
Mientras Boris había tratado de hacer justicia por su propia mano, , Alyss había decidido que era momento de hacerle saber a Sergei lo que sentía. Caminaban hacia la escuela.
– Sergei – ambos se detuvieron – necesito contarte algo importante – lo desvió del camino y terminaron en las afueras de la escuela
– ¿es sobre Yume? – Alyss negó
– es un secreto – hizo el gesto de que se acercara
Cuando el rubio se agachó Alyss no perdió la oportunidad y lo besó, Sergei se puso nervioso, pero la lengua que entró a su boca lo hizo sentirse bien y terminó respondiendo al mismo. Alyss no perdió el tiempo y aprovechó para hacer algo que deseaba desde hace tiempo, tocó los glúteos de Sergei, desde que lo vio había deseado tocarlos. Se separaron de aquel intenso beso, el rubio no sabía qué hacer
– me gustas desde hace mucho, Sergei – Alyss acarició los brazos del chico – ¿por qué no lo intentamos? O acaso, ¿no te gusto? –
– no es eso – la sujetó de los hombros – pero necesito pensar algunas cosas – pudo ver que a Alyss no le agradó la respuesta – déjame aclarar algo primero y te prometo hablar de esto – Alyss se notaba molesta
– bien, pero recuerda, hablo muy en serio, así que espero tu respuesta – soltó al rubio y entró a la escuela
El rubio se quedó un rato más, tratando de poner orden en sus pensamientos, por un lado sabía que había amado a Takao aunque aparentemente para el chico él no fue tan importante, pero lo que más ocupaba su mente era que en efecto, algo en Alyss llamaba su atención, pero no podía ser, se supone que si había estado con Takao es que preferiría a los hombres, ¿no? Aquella duda lo perturbaba, realmente no sabía lo que sentía y si en verdad quería intentar algo con Alyss, primero tenía que aclarar sus preferencias.
Sergei volvió a los dormitorios casi a la hora límite, entró para escuchar una conmoción que sucedía en la sala de la planta baja
– es cierto, esa tal Arakawa tiene un novio en la ciudad, insultó a Garland y nos atacó – todos los varones del instituto estaban ahí, incluidos Kai y Takao
– deberías ignorar ya a esa tipa, es una cualquiera que por lo visto se acuesta con lo que sea – el comentario refería a la posición social de Boris
Sergei buscaba a Yuriy, no podía imaginar al pelirrojo dejando que hablaran así de su novia, pero no estaba ahí
– Yume no es así y lo sabes – trató de hacerlos callar
– Ryvakov, ¿también crees las mentiras de Arakawa? – preguntó uno de sus compañeros y Takao miró al rubio
– no creo que la defiendas por que también te dio la atención que le da a todos, después de todo, no es tu tipo – comentó el moreno haciendo referencia a su relación con Takao
– Yume es mi amiga y sé que ella no es así – los susurros sonaron por el lugar
– ¿qué pasa aquí? – Yuriy volvía de su cita y se acercó a Sergei al notar la discusión
– ah, Ivanov – el pelirrojo no pudo ignorar los golpes del moreno y de su grupo usual de amigos – ¿no fue tras de ti el amante motociclista de Yume? – Yuriy no entendía de qué hablaban
– tal parece que Boris tuvo una pelea con ellos… – comentó en voz baja el rubio
– deberían expulsarla – sonó el comentario entre los varones – le diré que me de un turno – otro comentario entre los estudiantes
Yuriy miraba bastante molesto a Garland, ¿quién más podría dedicarse a profanar el nombre de Yume? El moreno disfrutó la mirada de odio del pelirrojo, mostraba su influencia mostrando que se sentía superior a todos
– ¡tú! – bufó Yuriy señalando a Garland – todo esto es tu culpa, Yume no es nada de lo que dicen – afiló la mirada – deja de inventar cosas sólo por que la obligaste a ser tu novia – los cuchicheos se intensificaron de nuevo
– ¿qué está pasando aquí? – dos profesores terminaron el asunto, mandando a los estudiantes a dormir, pero el daño a la reputación de Yume ya había sido hecho
En la habitación, Yuriy estaba evidentemente furioso y Sergei trató de calmarlo al recordarle que el día que los castigaron, a Garland no le hicieron absolutamente nada
– ¿por qué tiene que pasar esto hoy? – el pelirrojo deseaba golpear a Garland
– ¿arreglaste las cosas con Yume? –
– sí – se tiró en la cama – pero con esto… – golpeó el colchón. Aún con todo lo sucedido en la sala, podía notar que algo no estaba bien con el rubio – y a ti, ¿qué te pasa? – preguntó sin nada de tacto
– ¿puedes guardar un secreto? – el pelirrojo arqueó una ceja con duda y se sentó para escuchar al rubio – estoy confundido, creo que siento algo por Alyss –
– bueno, se porta y parece hombre – comentó serio mostrando su desagrado por la chica
– hablo en serio, Yuriy – se molestó sin saber si fue una broma o no aquel comentario – me besó y… –
– no necesitas contarme los detalles – hizo un gesto con la mano – pero si esos son tus gustos, al menos deberías pensar bien las cosas, iré a bañarme –
Yuriy entró a las regaderas, un buen baño podría ayudarlo a relajarse del coraje que nuevamente Garland le había hecho pasar. Abrió la llave y se perdió en la sensación del agua cayendo en su rostro y comenzó a relajarse, tanto que su mente empezó a recordar a Yume, aquella pequeña pelirroja simplemente le gustaba demasiado, desde su voz hasta su forma de ser. Recordó la primera vez que la besó sin ser novios y luego, el beso que le dio esa tarde, sus manos revivieron la sensación suave de sus pechos
– rayos… – dijo en voz baja al notar su erección
Se aseguró que no hubiera nadie en las regaderas y cerró el agua para proceder a tocarse, recordó cada pequeño momento en que había estado con Yume, como aquel momento bajo la lluvia donde, sin saberlo, la pelirroja tocó su miembro, pero en especial recordó todo lo que sintió esa tarde cuando Yume notó su erección, había tantas cosas que deseaba poder hacer con ella, trataba de no hacer mucho ruido mientras decía el nombre de su novia, siguió hasta que eyaculó, quedando agitado. El pelirrojo resumió su baño y salió para ir a dormir, este año, la habitación de su ventana dejaba ver el dormitorio de las chicas, quería ayudar a que la dejaran en paz, pero realmente no sabía cómo hacerlo sin que terminaran empeorando las cosas, se acostó y se quedó dormido pensando en formas de arreglar la situación.
En el dormitorio de mujeres, las miradas de desprecio a la pelirroja cuando la vieron volver, la hicieron apurar el paso, cuando entro a la habitación, encontró a Alyss, quien se había quedado dormida sin ponerse su ropa para dormir sobre su cama aún hecha; la pelirroja se preocupó por Alyss, pues podría enfermar si no se cubría, trató de acomodarla sobre la cama, pero no se atrevió a intentar girarla por miedo a despertarla, así que sólo le retiró los zapatos. Usando las cobijas de su cama, Lilith tomó la más gruesa para cubrir a la chica, esperando que fuera suficiente para que no enfermara, apagó la luz después de cambiarse y se fue a dormir.
Las chicas del colegio no se enteraron de lo sucedido entre Boris y el grupo de amigos de Garland hasta la mañana siguiente, cuando el rumor se expandió más rápido de lo que esperaba el moreno, lo cual sólo hacía las cosas más fáciles para él, en especial al hacerse el mártir al no poder negar que aún quería a la pelirroja aunque ella sólo lo buscara (según él) para tener sexo casual.
La actuación del moreno acompañada de los rumores, causaron que toda la escuela mirara en silencio al par de pelirrojos cuando entraron al edificio principal, Yume se congeló, era evidente que todos la juzgaban, pero tratando de tranquilizarla, Yuriy le tomó la mano para seguir su camino; inmediatamente los cuchicheos se escucharon, el pelirrojo sintió a su novia temblando.
– no hagas caso a sus mentiras, nos tienes a nosotros – haciendo referencia a su pequeño grupo de amigos, la pelirroja asintió avanzando lento
– pero… – apenas y se escuchaba su voz – es que me da vergüenza… que nos vean tomados de la mano – el pelirrojo se detuvo al ver qué era lo que preocupaba a su novia
– vaya, ¿tú eres Yume Arakawa? – un chico rubio se paró frente a ellos – pensé que serías… diferente –
– ¿qué quieres? – fue el pelirrojo quien preguntó, mientras Yume se escondía detrás de él
– ¿qué quiero? – empezó a reír – más bien qué quiere ella – el pelirrojo se enojó con el comentario – soy Giancarlo y según sé – se inclinó hacia adelante buscando a la pelirroja – querías que pasáramos un buen rato, ¿no es así? – Yuriy sintió como su novia, quien se aferraba al saco de su uniforme, empezó a temblar – aunque sinceramente esperaba algo mejor que esto – miró con cierta desaprobación la apariencia de la pelirroja – con esa reputación, pensaba que era alguien que valía la pena – sonaba decepcionado, causando burlas entre los alumnos presentes
– ¡cállate! – sujetó a Giancarlo del uniforme
– deténte, Yuriy – la pelirroja trataba de evitarle problemas a su novio
– ¿por qué te gusta hacer esto, Yume? – la voz del moreno interrumpió – de verdad no quiero creer lo que dicen de ti, pero ¿ahora haces pelear a estos dos por ti? –
– ¿qué? No, jamás pelearía por una chica – se defendió Giancarlo – menos por una niña tan fea –
El golpe que soltó el pelirrojo a Giancarlo fue visto por todos, incluyendo a uno de los prefectos
– ¿qué está pasando aquí? – interrumpió el prefecto – ustedes dos, ¡a dirección en este instante! –se llevó al pelirrojo y a Giancarlo
Los alumnos empezaron a quejarse, diciendo que fue Yuriy quien lo atacó, pero se llevaron a ambos. Con los ojos de los alumnos en lo sucedido, Garland no desaprovechó la oportunidad, fue quien sujetó el brazo de la pelirroja y la jaló hacia él cuando Yume intentó decir que todo era un malentendido.
– más te vale no intervenir – le susurró dejándola nerviosa – ¿no sería bueno que perdiera su beca? Así podríamos estar solos… – el comentario hizo que como acto reflejo, Yume volteara de frente al moreno, zafándose y tratando de empujarlo lejos de ella
Sin quererlo, Yume participó en el juego de Garland, mostrando su rechazo ante todos, pero ella sabía que el moreno le cobraría caro por ese mismo rechazo.
Otro de los maestros llegó a dispersar a los alumnos para que fueran a clase, Yume y Garland se quedaron mirando, ella con miedo y él enojado por que lo "desobedeció"
– a sus salones – la voz del profesor hizo reaccionar a la pelirroja, quien se dirigió a su salón sólo para descubrir todas las miradas sobre ella
Nadie le dijo nada gracias a la presencia de la maestra, aunque cuando el pelirrojo volvió (evidentemente molesto) hubo silencio en el salón, pero si bien la pelirroja se preocupó, Yuriy los ignoró tomando la clase casi como si nada, pues mantuvo aquel gesto serio y malhumorado, después Yume se enteraría que nuevamente lo habían castigado durante las tardes
No pasó mucho, cuando la pelirroja se despidió de Alyss para ir a la biblioteca, el pelirrojo seguía castigado y Sergei mantenía cierta distancia aún aclarando sus sentimientos por Alyss
– te gusta hacerte la difícil, ¿no? – la pelirroja se sobresaltó al escuchar a Garland detrás de ella, tanto que casi tropezó
– Ga…Ga… – no podía hablar del susto
– parece que a tu preciado pelirrojo no le ha ido bien últimamente – le sonrió, parecía planear algo – si tan sólo alguien lo pudiera ayudar mostrando que sólo fue un feo mal entendido – miró sus uñas fingiendo cierto desinterés
– ¿en serio puedes ayudarlo? – la mirada de Garland la hizo taparse la boca deseando jamás haberlo mencionado
– ¿olvidas con quién estas tratando?, puedo hacer que nunca más tenga problemas – se acercó a ella – aunque también puedo hacer que lo manden de vuelta a Rusia completamente desprestigiado – la cara de Yume le causó satisfacción
Yume titubeó dando un paso atrás, entendió que algo no estaba bien, reconocía la mirada del moreno.
– aquí está lo que va a pasar, más vale que lo hagas bien o me encargaré que tu novio no te pueda ver el resto del año – la agarró del cabello haciéndola voltear hacia arriba para asegurarse que lo miraba mientras le explicaba "las reglas" – iré a entrenar, habrá algunas personas conmigo y tú, llegarás al gimnasio a buscarme, me llevarás al baño de hombres, si me tratas bien, el pelirrojo dejará de estar castigado hoy mismo – se acercó a su oído – pero sino, me encargaré de que expulsen Ivanov, eso se verá bien en su expediente… – la soltó y le dio la espalda – te veo en media hora –
Garland se fue, dejando a Yume debatiendo sobre hacer o no caso, sabía que dicho expediente, era lo que marcaría su reputación al terminar el instituto y era la llave para ingresar a cualquier universidad, además ser expulsado de un colegio como Bradford definitivamente lo desprestigiaría, empezó a llorar, no quería ser responsable de afectar el futuro del pelirrojo.
Yume fue al gimnasio para buscar al moreno tal como le dijo, en efecto, estaba entrenando acompañado de varios alumnos, quienes empezaron a hablar cuando notaron su presencia; Garland detuvo su entrenamiento y fingió sorpresa de verla ahí, Yume apretó la falda de su uniforme
– po… ¿podemos hablar? – no se atrevió a mirarlo
El moreno la siguió sin secarse el sudor, fingiendo creer que sería algo "rápido", sorprendiendo así a todos cuando la chica abrió la puerta del baño de hombres para entrar juntos
– nada mal, Arakawa – el moreno abrió uno de los cubículos y le hizo la seña de que pasara – ahora vamos a hablar –
La besó sin previo aviso, cosa que la chica trataba de negarse, además de sentirse mal por su novio, el moreno estaba sudando y era aún más desagradable, lo peor fue cuando intentó tocarla y Yume sujetó su mano tratando de detenerlo, pero su mano temblaba asustada.
– tienes dos opciones – le susurró – que colabores o – le lamió la oreja – terminaré lo que tenemos pendiente desde el viaje – el susto llevó a Yume a dejar de oponer resistencia
Garland la besó sin importar nada, escucharon voces afuera del baño, los curiosos querían corroborar que pasaba lo que creían que "la pareja" hacía
– por favor, basta – la voz de la pelirroja apenas se escuchaba, estaba temblando asustada y la sonrisa del moreno la aterró aún más
– Yume… – la voz del moreno sonaba diferente a como le hablaba a la pelirroja usualmente
Yume tardó en entender lo que significaba, Garland le pegaba en lugares no visibles para que la chica gritara y él hablaba como si estuvieran teniendo relaciones, muy tarde supo que había caído en una horrible trampa que sólo empeoraría su reputación. Para terminar su plan, una idea perversa llegó al moreno, sonrió sólo de pensar en ello, la agarró del cuello y apretó hasta que le empezó a faltar el aire, la soltó sólo para dejarla agitada tratando de recobrar el aliento, Yume empezó a toser y Garland puso su playera sobre su hombro y salió como si nada hubiera pasado, satisfecho de que su plan había funcionado.
– no olvides que no puedes estar en el baño de hombres – insinuando que debía salir de los baños
En efecto, al salir campante semi desnudo le preguntaron qué era lo que había sucedido.
– quisiera que fuera sólo mi novia, pero tampoco le voy a negar la atención que me pide –
Para mala suerte de Yume, aún tratando de recobrar el aire y caminando con dolor por los golpes, salió del baño y todos la miraron, Garland sonrió victorioso y la pelirroja no tuvo más opción que tratar de huir corriendo del lugar, iba llorando. Ese día Garland descubrió que era más divertido torturar a la pelirroja usando la fuerza bruta que obligarla a darle otro tipo de atención, aunque deseaba ser él quien fuera la primera vez de la pelirroja, sólo para ver la cara de Ivanov…
La pelirroja con trabajo salió del lugar, aunque deseaba desaparecer de la escuela para siempre, seguro las habladurías serían peores ahora que había "testigos", decidió volver al dormitorio, donde encontró a Alyss, quien no se veía de buen humor.
– ¿estás bien? – Alyss se veía preocupada por el estado de la pelirroja, tenía los ojos rojos y algo parecía no estar bien
– s… sí, pero, tú no te ves bien – Yume hizo alusión a la falta de su característico humor
– todo es culpa de Sergio – se dejó caer hacia atrás en su cama extendiendo sus brazos
– ¿Sergio? – ladeó la cabeza con duda sin recordar a ningún Sergio
– sí, Sergei – la pelirroja trataba de entender por qué le decía Sergio – me pidió espacio para pensar las cosas, pero no entiendo, se supone está soltero… creo que no le gusto… – sonó algo decepcionada
– pero… – Yume se esforzaba en entender la situación – ¿cómo vas a gustare… – Alyss se molestó con el comentario –… si a Sergei le gustan los niños? – Yume trataba de buscar una explicación para entender lo que pasaba
– ¿¡qué!? – Alyss se levantó de prisa y sujetó a la pelirroja de los hombros – ¿cómo que le gustan los niños? – necesitaba una explicación
– sí – la pelirroja explicó tranquila con naturalidad – por eso… – miró la puerta cerrada – por eso no se lleva bien con Takao, por que le fue infiel cuando lo suspendieron… – la pelirroja contó lo sucedido entre Takao, Boris y Sergei
– ¡ese Sergio me engañó! – Alyss salió enojada a buscar al rubio y la pelirroja temió haberle causado problemas a sus amigos
Una vez que se quedó sola en la habitación, Yume empezó a llorar tratando de contenerse, le dolía el cuerpo, pero no quería ni podía decir nada, trataba de mentalizarse
– Garland prometió ayudar a Yuriy – siguió sollozando – ya no estará castigado… –
Mientras Yume trataba de no pensar en el dolor que sentía (y sin darse cuenta qué tanto podría afectarle lo sucedido en aquel baño), Alyss salió furiosa a buscar a Sergei, el rubio llevaba días que pasaba las tardes solo en los campos del instituto, nadie sabía por qué, el chico sólo decía que necesitaba pensar
– ¡Sergio! – la voz familiar hizo voltear a Sergei, pero no creía que lo llamaran a él – ¿cuándo pensabas decirme que no soy tu tipo? – Sergei tardó en reaccionar al reclamo – todo eso de Boris y Takao, no puedo creer que no me dijeras nada cuando te besé… –
Sergei dejó de escuchar lo que decía sobre Takao, llevaba días confundido por una chica, es verdad que Takao fue muy importante para él, pero aquel beso por parte de la chica, lo había hecho sentir bien.
Sergei se quedó viendo a Alyss, quien seguía reclamando enojada, aquella chica tenía algo especial, se dejó llevar y la jaló para besarla. Alyss intentó zafarse, pero aquel beso era genuino, no había duda en el rubio.
– eres un tonto – apenas pudo reclamar Alyss cuando se separaron para tomar aire, ambos estaban agitados
El rubio la siguió besando, estaban cerca de una pequeña bodega que usaban los encargados de mantenimiento de los diversos clubs que habían en el internado, el rubio la llevó adentro, no había mucho espacio ni luz, pero era suficiente para ellos.
Alyss estaba enojada con Sergei, primero por que no le dijo nada sobre Takao, pero ahora estaba enojada por que ña estaba besando de tal forma que no podía terminar su reclamo, no podía negarse a la lengua del rubio. Sergei empezó a desvestir a Alyss, miró su cuerpo, la chica aún con un gesto molesto y ahí su cuerpo le dio su respuesta, tenía una erección.
Sergei se desnudó, Alyss a pesar de seguir con aquel gesto, no paro de admirar el cuerpo musculoso del rubio, no sólo eso, cuando el rubio se quitó el pantalón, el miembro Sergei era grande, no podía creer el tamaño que encima estaba completamente erecto.
– te daré mi respuesta – fue todo lo que dijo el rubio antes de acercarse a Alyss
El rubio no dudó en tocar la entrepierna de Alyss, era muy diferente a lo que conocía, pero sus dedos lograron hacer que la zona lubricara, no había necesidad de decirse más, sabían lo que estaba por suceder y Sergei no perdió el tiempo.
Sergei cargó a Alyss poniendo sus piernas alrededor de su cadera, bajó las caderas de la chica, la sensación era muy diferente, pero era agradable, gimió al sentir lo estrecho que era aquel lugar, en especial al escuchar los ruidos de Alyss. Una vez dentro de ella, ninguno se movió, trataban de recuperar un poco del aliento, hasta que la vagina de Alyss tuvo un espasmo que apretó la enorme virilidad del chico y Sergei comenzó su movimiento.
Quería iniciar lento, pero estaba demasiado excitado era difícil, casi imposible controlar sus impulsos, no tardó en moverse con toda su fuerza, haciendo gritar a Alyss.
Debido al tamaño del lugar, no había forma de hacer tantas poses, pero igual Sergei la puso contra la pared, sus caderas chocaban con fuerza, Sergei no podría detenerse aún si lo intentara, levantó la pierna de Alyss y encontró mayor alcance, no había forma de ocultar aquellos ruidos, ninguno se contuvo en absoluto, Sergei siguió con sus fuertes estocadas, Alyss juraba que su cuerpo se volvería parte de la pared gracias a la fuerza que usaba el rubio, pero se sentía tan bien lo que hacía, que tenía la mirada perdida en el placer y no podía pensar en nada más; el cuerpo del rubio estaba listo para eyacular, podía sentir la carga acumulada lista.
– espera, Sergio, adentro no – apenas podía hablar entre cada movimiento
El rubio sintió llegar el orgasmo, mismo que la chica alcanzó, salió en un movimiento de Alyss para eyacular afuera de ella, apenas había logrado hacerlo. Ambos estaban exhaustos, aunque Sergei deseaba más, la besó de nuevo
– ahora que eres mi novia, la próxima vez lo haremos en un mejor lugar – besó la espalda de Alyss
– ¿quién dijo que soy tu novia, Sergio? – aún sonaba molesta, la cara de sorpresa del rubio la hizo soltar la carcajada y lo besó – está bien, está bien, pero nada de ver a los hombres en los dormitorios – le sonrió y Sergei la besó de nuevo
Regresaron juntos a los dormitorios, separándose en la fuente, en especial cuando vieron volver al pelirrojo de su castigo, pero parecía bastante molesto por algo; Alyss encogió los hombros, seguro era por estar castigado, entró a los dormitorios y alcanzó a escuchar
– ¡de verdad, Arakawa y Garland tuvieron relaciones en el baño de hombres del gimnasio! Lo fue a buscar y entraron frente a todos –
Al escuchar aquella información Alyss se apresuró al cuarto, tenía que buscar haber un error.
– eres una zorra, Arakawa – varias chicas la empujaban en el baño – Garland no se merece lo que le haces – una de ellas la agarró del cabello – lo que necesitas es un baño con agua fría –
La metieron a la regadera aún vestida y abrieron la llave, el agua estaba helada, trataba de salir, pero no la empujaban de vuelta
– por favor, hace mucho frío – lloraba para que la dejaran salir
– ¡oigan déjenla en paz! – fue Mitzy quien intervino, la puso una toalla y sacó a las chicas del baño, abrió la llave con agua tibia para que se metiera a bañar pero se negaba a desnudarse por que la estaba viendo
– ¡Yume! – Alyss entró corriendo para encontrar a la pelirroja empapada y Mitzy contó lo sucedido – anda, tienes que quitarte la ropa mojada, vas a enfermar con este frío –
La pelirroja temblaba demasiado, era verdad, hacía mucho frío, las dos chicas no pudieron ocultar su sorpresa al ver los moretones en su cuerpo, asumieron que de la "caída del caballo"
– por favor, no digan nada – empezó a llorar, Alyss la rodeo por los hombros para decirle que no pasaba nada y la ayudó a entrar a la regadera
Cuando salió, la taparon y la llevaron al cuarto para que pudiera vestirse, con los golpes tan evidentes, la ayudaron a vestirse, seguramente sentía dolor, pero conociéndola no decía nada.
– imagino que te asustaste mucho cuando ese caballo te pisó – Mitzy trataba de ayudarla a calmarse
– pero… esos parecen golpes… – ambas chicas se le quedaron viendo cuando empezó a llorar tratando de aguantarse – lo sabía – Alyss se levantó – ese tal Garland tiene que ver con esto, ¿verdad? –
– Obviamente no, él siempre la defendió – miró a Yume – ¡fue el pelirrojo! – Yume negó sollozando a la acusación de Mitzy – entonces… – miró a Alyss
– no digan nada, por favor – apenas podía hablar – no quiero que las castiguen como a Yuriy – ambas chicas estaban enojadas, si bien no dijo lo que pasaba, entendieron perfectamente quién era el culpable
Cuando la pelirroja se calmó, trató de evitar y cambiar el tema y preguntó a Alyss que si había hablado las cosas con Sergei
– sí, ahora es mi novio – se acostó al lado de la pelirroja – fue increíble –
Yume tardó en entender lo que hizo Alyss con el rubio, poniéndose roja ante la idea, pero se quedó pensando en cómo podía ser si fue novio de Takao. Las chicas bromearon un poco ayudando a que la pelirroja se olvidara un poco de todo, pero ambas estaban molestas con la información que corría por la escuela, en especial con lo que acababan de saber sobre el moreno.
Al día siguiente en antes de clases, Yume vio a Garland en el pasillo, había salido antes que las chicas.
– ah, Arakawa – la miraba con burla – no me dirás que quieres llevarme de nuevo al baño – la hizo ponerse más nerviosa
– me prometiste que le quitarían el castigo a Yuriy – Garland se enojó y aprovechando que no entraban aun los estudiantes al edificio, la azotó contra los casilleros
– ¿acaso me estás ordenando algo? – la azotó de nuevo – no te debo ningún favor maldita – la agarró con fuerza de los cachetes – y si no haces lo que te diga, te daré otro boleto al hospital – Yume lloraba en silencio sin poderse mover cuando el moreno se acercó demasiado y acarició su cabello de forma gentil – después de todo, en el hospital podemos terminar lo del viaje sin interrupciones – acarició el cabello y siguiendo el gentil movimiento la agarró del cuello contra el casillero – Ivanov ya no está castigado desde ayer, pero hoy vas a dejar que te vea pedirme atención, ¿entendiste? –
– ¡déjala en paz! – Alyss y Mitzy habían buscado a la pelirroja y habían escuchado la amenaza, causando el enojo del moreno
Los alumnos empezaron a llegar y Garland soltó a Yume para alejarse enojado, le cobraría después a la pelirroja.
– ¿estás bien? – Mitzy fue la que preguntó
– sabía que algo no estaba bien con ese tipo – Alyss abrazó a Yume
Yuriy y Sergei llegaron con las chicas y Alyss saludó al rubio con un pequeño beso
– Ivanov, vimos a Garland… tenían razón – fue todo lo que pudo decir Mitzy
Antes de poder hablar de todo, tuvieron que ir a clases, donde regañaron a Yume por quedarse dormida, hasta que el profesor se acercó cuando apenas pudo despertar y notó su fiebre, Yuriy se ofreció a llevarla pero con los rumores no lo dejaron hacer y fue el mismo profesor quien la llevó, la pelirroja fue mandada a su habitación, el penúltimo mes del año empezaba, pero ahora que sus amigos sabían lo que pasaba, quizá sería más fácil evadir al morenos.
