PROBANDO ALGO NUEVO

Pareja: Lucius Malfoy / Narcisa Malfoy


Lucius Malfoy no podía creer lo que estaba viendo.

El estaba desnudo, recostado en su cama, más que listo para disfrutar de su noche de aniversario, y frente a la cama estaba su mujer.

Su mujer, hermosa, poderosa, y muy, muy sexy tenía puesto un corsé negro con detalles en plateado. Si eso no era suficiente también tenía un Strap On con un miembro bastante prominente.

—Cissy, querida, no estoy seguro de que esto sea una buena idea —. Su voz sonaba un poco cortada y sus ojos no se desprendían del miembro viril que ahora su esposa portaba.

—Me prometiste que haríamos lo que yo quisiera y esto es lo que quiero hacer —replicó Narcisa incandose en la cama frente a su esposo —. Además no es como si no lo hubieras hecho antes.

—Lo sé amor, pero fue hace bastante tiempo, y solo con uno real.

Apenas las palabras salieron de su boca supo que había metido la pata.

—¿Preferirías que fuera un hombre? —dijo desafiante la rubia.

—No, por supuesto que no —respondió rápidamente —. Lo que quiero decir es que… no sé cómo se sentirá con algo que no es una polla real, y tampoco sé cómo te sentirás tú… las veces que hice esto antes, sí fue con un hombre pero para nada prefiero eso a tenerte a tí.

—Por lo que he investigado esto —dijo señalando el pene falso, ya más tranquila sabiendo a wuet se refería su marido —no se siente diferencia con uno real. Y con respecto a como me sentiré yo… también investigue y… además de que presiona contra mi clítoris, tiene varios hechizos para que lo que sienta sea muy aproximado a lo que sentiría si fuera mía.

Llevó una mano de su esposo a la polla falsa para acariciarla y con ese gesto ambos comprobaron que lo recién dicho era real.

—Solamente tendrás que guiarme para que sepa que hacer, ya que yo nunca me he inmiscuido en esta área —. Dijo Narcissa un poco tímida.

Dicho esto Lucius besó dulcemente a su esposa y ambos comenzaron a acariciarse.

Si bien lo que Lucius había comentado anteriormente era cierto, no podía dejar de sentirse un poco emocionado. Habían pasado muchos años desde la última vez que algo estuvo dentro de él, antes incluso de que se casará con Narcisa.

Convocó un hechizo lubricante sobre los dedos de Narcisa y los dirigió a su trasero, le fue indicando como masagearlo, cuando meter un dedo, cuando y cómo moverlo, etcétera.

Su esposa era una atenta estudiante, casa indicación la hacía a la perfección.

Ambos estaban muy excitados, la polla de Lucius derramaba líquido preseminal a borbotones a pesar de estar prácticamente desatendida.

Narcisa por su parte estaba completamente empapada, ver a su esposo retorciéndose entre sus manos de esa manera que nunca antes había hecho, y saberse la responsable de aquello era lo mejor del mundo. Lo que le habían dicho sobre los hechizos era cierto, incluso podía sentir como su polla se movía como si fuera real a cada ramalazo de placer que sentía. No podía esperar a estar dentro de Lucius.

—Justo ahí Cissy, no muy fuerte pero ahí.

Había encontrado su próstata.

Ya con dos dedos dentro de su marido prácticamente lo follaba con ellos presionando ese punto tantas veces como podía pero sin ser brusca. Sin esperar instrucciones pero creyendo que sería lo correcto insertó un tercer dedo y un siseo de Lucius se hizo presente, junto con un arqueo de espalda casi imposible.

Fue poco tiempo después de eso, cuando por fin Narcisa utilizó un poco de sus propios fluidos para lubricar la polla que tenía y por fin entrar en Lucius.

Era apretado.

A pesar de haberlo estirado a conciencia, se sentía muy apretado. Lo que sentía al entrar no lo podía describir. Era único, inigualable.

Quería enterrarse de golpe en ese esfínter pero no lo hizo, fue con calma apreciando todos los gestos de su marido, pues no quería lastimarlo y que todo el placer que estaban sintiendo de fuera a la mierda.

Cuando por fin estuvo completamente dentro de Lucius este cruzó sus piernas alrededor de su cintura, para indicarle que iniciara con las embestidas.

Comenzaron lento, pero poco a poco fueron aumentando la velocidad, Lucius le indicó que cambiará un poco el ángulo para presionar su próstata.

Cuando lo logró lo único que se escuchó en la habitación eran los gemidos y jadeos de lapareja. Lucius pronto empezó a pedir por más moviendo sus caderas para acompañar las embestidas, estaba ya muy cerca del borde.

Narcisa estaba en la misma situación, y al no tener tanta experiencia en esas nuevas menesteres fue la primera en correrse.

Su orgasmo se sintió como el más fuerte que había tenido hasta ahora. Pero aún en esa sensación de éxtasis no dejó de embestir en su pareja para hacerlo correrse. Unas cuantas estocadas más y lo logró.

Narcisa se dejó caer sobre Lucius aún con la polla dentro de él y pasados unos minutos salió con delicadeza para no lastimarlo.

Presionó un botón casi imperceptible en el Strap On y este se desprendió y cayó sobre la cama. Seguramente se acurrucó junto a su pareja.

—Necesitas mejorar tu resistencia —Dijo Lucius en un tono cariñoso, pasando un mechón de cabello por la oreja de su esposa.

—¿Eso significa que lo podemos hacer de nuevo?

—Hoy no, mi trasero está muy sensible. Pero sí lo podemos repetir cuando quieras.