Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.

Palabras: 1000.

20.- Piel

Jagged firmó algunos autógrafos al acabar la charla, aceptó hacerse fotos y después les enseñó su vieja clase, las fotos suyas que había en una vitrina y un par de premios de recitales de música. Era una parte de su pasado de la que no habla, no porque se avergonzara, sino porque la consideraba poco interesante. A Juleka le sorprendió que en las fotos de niño Luka y él se parecieran tanto, exceptuando la nariz.

—¿Qué queréis hacer el resto del día? —preguntó Jagged tras despedirse del director.

—Me gustaría enseñarte mi canción —musitó Luka, la noche anterior al final no pudo hacerlo y habían acordado aplazarlo—. Si no hay otro plan.

Juleka disintió con suavidad. Era importante para su hermano, ella no iba a saltar con ningún otro plan para robarle su momento.

—Volvamos al hotel entonces, podemos tocar los tres juntos un rato e intercambiar ideas.

Sin discusiones ni oposición se metieron en el coche que les llevó de vuelta a su alojamiento. Penny y Pierre se quedaron abajo, mientras ellos tres se encerraban en la suite doble de los chicos.

Luka sacó sus partituras y las desperdigó en el suelo frente a él. Jagged las miró con interés, se parecían a las suyas, un caos creativo estallando en ráfagas. Se sintió orgulloso a la vez que se parecía a él más de lo que esperaba, al menos en lo que a la música se refería. Luka tocó mientras le miraban en silencio y con atención.

—¿Es la nueva canción para Kitty Section que le dijiste a Rose?

—No, esta es para mí —contestó y miró a su padre expectante—. ¿Cómo suena?

—¡Alucinante! Y me da rabia que no se me haya ocurrido a mí. —Rió Jagged tomando su guitarra para tocarla de oído—. ¿Buscas un sonido más adulto?

Luka se encogió de hombros, pero sonrió oyendo su creación a través de los dedos de su padre.

—No lo sé. Me gusta lo que hago en Kitty Section, pero a veces siento que necesito escribir algo así.

—No tiene nada de malo, buscar tu propio sonido es lo que tienes que hacer.

—Pero mi grupo es Kitty Section y estamos intentando debutar.

—¿Nos apadrinarías?

—No, a vosotros no.

—¿Por qué no? —preguntó Juleka dolida—. ¿A una desconocida sí, pero a nosotros no?

—Es muy simple, Juleka. Sois mis hijos, si lo hiciera no os tomarían en serio —explicó con paciencia—. Cada vez que alcanzaseis un hito se preguntarían si ha sido cosa mía, nunca os valorarían como merecéis y ningún músico quiere eso.

—Pero no sería cierto.

—Eso a la gente le da igual. Cuando llegas a la fama te juzgan constantemente, bien o mal. Siempre hay alguien dispuesto a hablar mal de ti y a inventar lo que sea necesario.

»Si necesitáis alguien que os apadrine lo hará alguien en quien confíe, pero no yo.

—No lo necesitamos —intervino Luka—. Si lo logramos será por nosotros mismos.

—Ese es el espíritu, hijo.

Juleka se dio cuenta de que, más allá de lo físico, se parecían mucho, aunque Luka tenía un carácter más reflexivo y pacífico.

—Juleka también compone, ¿por qué no le tocas algo?

Aceptó sintiéndose parte de la dinámica de nuevo.

Penny aprovechó para darle un buen paseo a Fang, empezaba a preguntarse si no habría sido mejor dejarlo en París con su cuidadora, apenas tenían tiempo para dedicarle y lo acusaba mostrando un nerviosismo inusual.

—Lo siento mucho, Fang —susurró quitándole la correa—. Jagged está aprendiendo a tener a sus hijos, pero no se ha olvidado de ti.

El animal ladeó la cabeza con suavidad haciéndola sonreír. Sabía que no le entendía y que disculparse con él era una estupidez, pero una parte de ella sentía que debía hacerlo.

—Cuando estemos en París todo volverá a ser como antes.

No era que le pareciera mal aquella ruptura con la rutina, pero acababa de sentirse cómoda con el juego de Juleka y, aún menos, ocultando que ahora estaban juntos. Aunque nunca expondría su relación ante ellos, admitía que se le hacía difícil mantener la acostumbrada distancia con él.

No sabía cuánto tardaría Jagged en regresar, aún y así, decidió aprovechar el tiempo de intimidad del que disponía. Hizo un par de llamadas personales y leyó alguno de sus mensajes. Dejó la puerta de su habitación abierta para que Jagged supiera que estaba allí si regresaba y se metió en la ducha.

Toda aquella situación era extraña, pero no se sentía especialmente incómoda. Eso sí, deseaba regresaba a su vida de siempre, porque tanto tiempo libre le dejaba demasiado tiempo para pensar en cosas estúpidas.

—¿Penny?

—En la ducha.

Jagged se asomó por la puerta del baño, se quitó toda la ropa y se coló en la ducha, ella le sonrió con el agua resbalando por su piel, la besó. Adoraba cada centímetro de ella. La sensación de abrazarla y quedar piel contra piel, sin ropa de por medio, era sublime.

—He estado pensando en algo —musitó dándole besos cortos en los labios.

—¿En qué?

Esa pregunta siempre era una ruleta rusa, podía ser de trabajo, de su vida personal o en la búsqueda de un unicornio rosa.

—En nosotros. En qué tipo de familia somos.

—¿Familia? Hace, literalmente, tres días que estamos juntos…

—Tú y yo somos familia desde que empezamos a trabajar juntos, la diferencia es que ahora estamos compartiendo nuestros sentimientos.

Tenía razón, ella lo consideraba igual, pero nunca lo admitiría en voz alta.

—Una familia errante, supongo.

Jagged rió divertido.

—No sé si esa sería una buena familia para niños.

—¿Niños? ¿No estás yendo muy deprisa?

—Sí, lo sé, sólo estoy planteando un escenario porque supongo que lo de estos días me está haciendo pensar como un padre. Somos adultos, si ocurriera, ¿sería una buena familia?

—No lo sé —respondió, no se lo había planteado y dudaba que la ducha fuera el mejor sitio para debatirlo—. Si ocurre en algún momento, ya hablaremos de ello.

Continuará

Notas de la autora:
¡Hola! Hoy ha ido de música y de conversaciones de adultos, porque Jagged también sabe ser adulto.
Nos leemos mañana.