Agosto MPreg

Día 31: Cumpleaños

Yuuri como el rey de Shin Makoku que era, trajo consigo muchas tradiciones, entre ellas, los cumpleaños, y por supuesto no iba a dejar pasar la oportunidad de festejar el primer cumpleaños de su hijo.

Pero, una fiesta de cumpleaños o mejor dicho cualquier tipo de fiesta, era motivo por el cual Cherry-sama tiraba la casa por la ventana.

Así que, lo que había empezado como un almuerzo familiar, había acabado en un festejo con los diez grandes y varios nobles que eran sus aliados.

Habían vestido a su pequeño con un traje azul y negro, sin muchos adornos de por medio, porque siempre terminaba arrancándolos.

Su cabello rubio no era como el de su padre Wolfram, era como el de Yuuri, por lo que no había dificultades al peinarlo.

—¡Estás precioso! —le decía Greta a su hermanito—papá Wolf eligió la mejor ropa como siempre.

Yuuri rio, esa parte nunca cambiaba.

Como todo un niño de un año, no prestó atención a nada de la fiesta, solo estuvo jugando con todos sus amiguitos, hijos y nietos de sus aliados.

Yuuri le había enseñado a Effe a hornear pasteles, así que ese día, preparó un enorme pastel de cumpleaños, y eso sí que había llamado la atención del pequeño.

Las meseras le ayudaron a poner al centro de la pista, a la vista de todos, el enorme pastel. Wolfram sostuvo a su hijo justo al lado de Yuuri, mientras éste daba unas palabras de agradecimiento.

—Buenas noches a todos, gracias por venir al primer cumpleaños de nuestro pequeño, espero que todos la estén pasando muy bien. Ahora—anunció—vamos a cantarle un feliz cumpleaños.

Yuuri ya había instruido a todos en la letra de la típica canción, así que, junto a su familia, le cantaron al pequeño, quien estaba deslumbrado por la vela del pastel.

Al concluir la canción, Wolfram y Yuuri apagaron la vela en su lugar.

—¡Feliz cumpleaños Friedrich!

Mientras todos aplaudían, Yuuri miró a sus hijos y a su esposo, en verdad no podía pedir nada más que esto. Ellos eran su nueva familia y nunca los cambiaría por nada.

Wolfram notó su mirada y le sonrió mientras se perdía en esos ojos negros que tanto le gustaban y que su hijo había heredado.

Ahí frente la multitud, la pareja real compartió un beso, el cual avivó los aplausos.

Yuuri no demostraba tanto su amor en público, pero a veces lo ameritaba, además, le gustaba demostrar su felicidad ante toda su gente.

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Creo que utilizaré el nombre de FRIEDRICH para todas mis historias, ya que viven en Shin Makoku le puse un nombre alemán y significa Príncipe de la Paz.

¡Al fin terminé! Y aunque tarde, comenzaré el flufftober.