Verano rumbo al sexto año V: Alianzas y complejidades

-No fuiste al evento de los graduados- Cross empieza casual al derrumbarse delante de ese escritorio, la silla no era tan cómoda, sospecha que con la intención de correr a la gente rápido... lástima que no le interesa al levantar la vista a su insípida víctima.

Escucha el resoplido desaprobador del otro habitante de esa asfixiante oficina porque obviamente no fue invitado, tampoco le dirá nada, Percy era ese tipo de personas.

-Estoy seguro, no somos amigos, Marian- Dafira Black dice sin perder el ritmo de lo que sea escribe de la pila interminable que parece rodearle.

Era bastante extraño que abandone el decirle profesor rápidamente, aun los gemelos Weasley siguen llamándolo con ese título... pero no hará tal comparativa... siempre ha sabido que ese niño apenas respetaba su autoridad durante sus años en Hogwarts, se encoge de hombros indiferente a su comentario -No, pero, eres una conexión de Remus... por lo tanto... ahí esta tu carga-

El chico se detiene, levanta su vista... algo imposible de ver considerando su preferencia a mantener sus ojos entrecerrados... antes de resoplar divertido por la manera de decirle que ahora es su problema -Entonces por esa miserable conexión, ¿Eres ahora mi responsabilidad para entretener? – explica lentamente.

Ríe un poco satírico ante la manera en que desprecia lo que sea tenga con el antiguo docente de defensa, realmente, nunca le cuestiono que era para esos niños... si... amistad es un título muy grande para personas que convivieron en Hogwarts sin intercambiar historias, pero niega, le da una sonrisa de muchos dientes al infame Black -No quería ser tan brusco, pero... si-

-Como sea, Marian, en este momento no tengo mucho tiempo que perder contigo- desestima como si fuera un perro perdido, agitando su varita para disolver parte de las pilas que parece ya ha revisado y limpiando la mitad del trabajo.

-Manera de correrme- el antiguo profesor resopla, pero no se molesta en levantarse, contrariamente, mira los alrededores con aburrimiento -Vengo como antiguo docente a cuestionar si fuiste a tu propia graduación de una manera amistosa-

Un suspiro frustrado nada conmovido por su aparente interés, sin levantar la vista de su nuevo trabajo, el peliblanco gruñe - ¿A que iría? No hay nada interesante en mi generación- desestima con desapego.

-Tenías algo con los gemelos-

Un zumbido frustrado -Marian, aunque hubiera gente divertida... no es de mi importancia fingir que realmente son algo- espanta con un ademan grosero de su mano -y por lo que sé, aun estoy de luto para ir a esas tonterías- añade como si fuera una excusa real.

Como alguien que tiene una imagen bastante complicada de ese chico... aunque si fue un golpe emocional que lo desestabilizo unos tantos días... duda que sea tanto para arrastrar más tiempo de lo que ya ha hecho... tararea -al menos, cenar o algo... no cualquier día se gradúa uno con honores de Hogwarts y sin necesidad de concluir el semestre, pasaste con creces tus exámenes ¿Al menos algo de interés? - añade conversacional.

-Marian, dudo que tengas el tiempo para perder con tontas conversaciones...- Dafira levanta su vista entrecerrada con el peso del fastidio sin creerle una pizca de su supuesto interés -Ve a apuntar a otro estúpido para entretenerte, realmente necesito sacar este trabajo-

-Eres bastante aburrido- Marian gruñe porque si, puede estar algo ocupado, escaparse de otra redada en el callejón diagon... investigar una desaparición... pero realmente deseaba una distracción y con tan pocos conocidos de su agrado en el ministerio, estaba muy desesperado para venir con ese crio.

-Es lo que obtienes cuando vienes en el momento en que me castigan injustificadamente-

-Todos sabemos que tienes la culpa, si no desaparecieras ni tomaras tantos días- Percy inserta venenoso.

Tanto Marian como Dafira se detienen para girarse mirando al Weasley completamente desinteresados de su comentario... solo resoplan al volver a enfocarse uno al otro.

-Ah, solo antes de marcharte... Marian...- Dafira detiene su partida como si recordara algo importante, con la pluma delante de sus labios le da una sonrisa bastante depredadora -Debe comenzar a ordenar sus bóvedas, señor, cuando mi Ototo-san sea mayor... necesitara de sus viejos aliados sin complicaciones- le comenta casualmente.

Arquea la ceja - ¿Disculpe? - dice un tanto confundido, era un nacido muggle, su única bóveda está completamente desligada de cualquiera de los negocios Black, era demasiado nueva y solo es un depósito de ahorro glorificado... entonces... recuerda que de hecho tiene otra, una que no accede a menos que necesite cierto hogar que ahora usa.

Se tensa.

Siempre lo ha sabido con los años que los Black no eran naturales... que tienes ese aire de extensa experiencia impropia... pero ahora puede verlo mejor, lo que hace peligroso a Dafira Black y tiene al borde al director -No parezcas confundido, querido Marian- tiene el descaro de burlarse.

- ¿Qué sabes? – exige con su único ojo entrecerrado completamente alerta.

-Solo lo que me compete... tus complejos no me interesan Marian ni tus recientes... negocios...- aquí suena tan divertido e informado de su nuevo estado civil -sin embargo, es en serio... necesito que reclames tu herencia en su totalidad... si gustas mantener el anonimato de tu casa, no es mi problema, pero en el momento en que mi querido Ototo-san cumpla la mayoría de edad... exigiremos viejas alianzas que te incluyen- apunta.

Cross aun delante de ese escritorio con un único ojo sombrío, resopla -No pensé que fueran de viejas magias- no evita burlarse aun cuando es tonto, todo de ellos son de costumbres antiguas y ese anillo Black en el dedo pálido es evidencia.

-Entonces estas muy limitado en tu pensar, Marian, sé que eres más confiable que eso- el insolente mocoso espeta negando y haciéndole sentir estúpido -Tómalo como una advertencia amistosa... por esa débil conexión por Remus- su sonrisa es extensa, burlona y totalmente maliciosa.

El antes profesor aprieta sus puños irritados por lo que se escucha como orden, antes de soltarlo, obliga a relajar sus músculos y se gira airado sin ganas de notar cuan confundido han dejado a Percy Weasley... marcha con un único pensamiento... y es, que tal vez necesite revisar esa estúpida herencia si de alguna manera está comprometido con los Black.

En el corredor se da cuenta que esta equivocado, repasando sus palabras, es con el menor de ese dúo... tiene un dolor de cabeza... eso le pasa por idiota, decide, por buscar entretenimiento y ahora termino con más trabajo de lo que ya tiene aguardando en su área.

-Al menos no sonaba que fuera a divulgarlo- murmura forzándose a verle el lado positivo.

Mira sus dedos enguantados ¿Se verán bien con el anillo del león?

XXXXX

Alphard sabe lo básico de joyería, fue un noble tantos años, con tantas hermanas y como Black, aunque su abuela lo aparto... fue enseñado con lo básico que era conocimiento educado para tener como miembro de la vieja casa en cuanto a accesorios para no "dejar" en ridículo su herencia.

Igual fue atento en cuanto a otras líneas sangre pura vigentes como extintas (No era diferente a antes, solo que menos información, porque era un heredero como Shinigami, como Ukitake, la conexión noble se consideraba estrategia).

Suspira en un tarareo reflexivo, apreciando el accesorio que admira contra luz entre sus dedos protegidos con kido... es un anillo de oro con una piedra negra algo grande donde se puede ver el escudo de armas de los Peverell tallado... no era un anillo cualquiera, era el símbolo de ese hogar, el derecho de su heredero con magia ancestral y suspira un tanto triste de verlo contaminado con un fragmento de alma, convertido en un contenedor para algo tan sucio como es un horrocrux.

(Si sus habilidades como Shinigami no estuvieran diluidas por la vida, si el horrocruxes no amortiguara la esencia de la muerte misma de la piedra de la resurrección... tal vez, se daría cuenta lo que realmente tiene en su poder... pero no lo hace).

-Al menos no activo la magia ancestral- dice optimista al extender su otra palma cubierta con un pañuelo con magia que atenúa la esencia maldita... enreda la cosa con cuidado... con respeto... empieza a ver un patrón entre las cosas electas con excepción del diario, guardando la cosa entre sus mangas... mira por la sucia ventana el bosque sombrío negando la obsesión del hombre por las casas de Hogwarts.

Es algo tonto, notable, no pasa desapercibido para el antiguo Ukitake.

La copa... el medallón... el anillo... ¿Gryffindor? ¿Revenclaw? Es lo que sigue si adivina bien.

Estornuda espantando sus divagaciones.

Tratando de normalizar su respiración... el polvo vuelve a hacer de las suyas provocando otro nuevo estornudo que agita todo de sí mismo... niega al limpiar un poco su nariz con un pañuelo bordado... mira alrededor un tanto desdeñoso, realmente es una ruina en lo que esta y duda que sea la Mansión principal... tal vez el ultimo Peverell se mudó con el fin de sellar a la espera del siguiente heredero que brote seguramente de las líneas impuras.

Claro, no es como si los magos sangre pura adivinen que su siguiente brote será de un nacido muggle como los llaman... seriamente... necesitan un estudio de líneas de sangre, seguimiento, tal vez se den cuenta que muchos pertenecen a casas puras extintas... pero de nuevo, no le compete, pero como director... algún día... hará que los magos desarrollen áreas de estudio, no tan infame como la doceava división, pero algo que saque los prejuicios con estudios.

Otro estornudo lo vuelve a desenfocar.

-Por el rey alma, si las maldiciones no me mataron el polvo si- murmura como una broma oscura negando, para comenzar a apartarse de donde observaba el exterior en esa ventana opaca.

Salir a enfrentar la noche lo hace cubrirse con su pequeño haori encantado cálidamente.

Matorrales y maleza es todo lo que le rodea, puede ver indicios de un jardín, de fuentes o estatuas... vislumbres de que, aunque es una cabaña... fue hermoso... glorioso... fue digno de la casa pura que representaba... ahora abandonado a su suerte con magia que se atenúa con la falta de un reclamo mágico y que solo ha resistido como guardián del pequeño fragmento miserable de alma.

El viaje lo llevo al Pequeño Hangleton.

Es consciente de que alguien se acerca por su periférica, inclina su cabeza un tanto divertido sabiendo que es el director ¿Sabe tambien de los fragmentos de su enemigo? Probablemente y confía en que no haya informado al ministerio con esa arrogancia suya de querer resolver todo con sus propios méritos...ambiciones.

¿No son ellos igual de orgullosos?

Puede, decide Alphard que tal vez si estén dentro de esa misma categoría considerando que igualmente están haciendo esto solos, pero ellos tienen el pretexto de la venganza... confían en su juicio desarrollado por una larga vida... ¿Dumbledore que lo impulsa? Se encoge de hombros, entender niños no es lo suyo actualmente... como Ukitake seria, pero como Black, no.

Agitando su cabello fuera del camino comienza su andar en la dirección contraria donde brotará el anciano director... entre la maleza... tan tranquilo y disfrutando el andar... el antes Jushiro se pregunta si habrá un futuro enfrentamiento con ese señor de nuevo, si, adivina sin temor a equivocarse ya que leerá el pequeño mensaje que ha dejado en esa caja donde estuvo el anillo ahora en su posesión.

XXXXX

Ariana tararea puliendo la espada que no es su herencia... pero la eligió... la costumbre del mantenimiento del arma es fluida... la sangre es fácil de quitar y los pedazos de piel o pelo igual... es tan relajante simplemente hacer que brille como si fuera nueva en esa solitaria sala común de un ambiente modesto.

Una pequeña cabaña con solo otras dos habitaciones de una planta rodeada de un modesto jardín cargada de una magia pacífica y reactivada con un Dumbledore viniendo a reclamarla, ventajas de que su tío haya comenzado a educarla con la herencia que tomara... seguramente ni sospecha que está en ese lugar ya que nunca usa el anillo que lo conectaría en instantes con la red compleja de magia ancestral.

La antes Shinigami sonríe para sí misma.

Mintió, solo su padre sabe la verdad de que no fue con los Krum y aunque sí esta en Bulgaria... no para visitar...sino para conocerse a sí misma de nuevo... porque se ha dado cuenta, de que ese temperamento es una llama que, si se descuida, no podrá controlar y con la discusión de su tío... sus ganas de amenazar a su protegido con el pretexto del bien mayor... la latente guerra... no ayuda en nada en controlarlo.

Necesita de nuevo redescubrirse a estas alturas de su adolescencia, era tonto, cansado, era demasiado vieja para eso... pero la nueva sangre... la nueva herencia Dumbledore parece que realmente esta afectando a Unohana y aunque divertido, refrescante, es totalmente peligroso.

No necesita el resurgimiento de la Kenpachi.

Duda que los magos la puedan contener.

Ríe para si misma, al menos, su moral no se ha deteriorado tanto para soltarse sin remordimiento.

No quiere asustar a los niños que son sus protegidos.

Vestida con un yukata simple comprada a las prisas en el camino... con su cabello extenso negro en cortinas que la enmarcan... si no fuera por los rasgos de la nueva genética, seria una perfecta imagen de su antiguo yo... sus manos pasan una ultima vez un trapo y levanta como si nada la espada de Gryffindor para verla contra luz... si, un buen trabajo.

Siente que más que ver que su otro invitado finalmente se ha levantado.

El miedo, resentimiento, incertidumbre e inquietud viene en oleadas desde esa habitación de huéspedes... emociones comunes para personas perseguidas... Ariana lo sabe, lo vio como medico de la cuarta... era casi divertido, solo que ahora no eran hollows voraces, sino, licántropos jugando con la joven presa.

Guardando el arma entre los pliegos mágicos de su yukata, se pone de pie fluidamente, era mejor ser un buen anfitrión... poner la tetera en la pequeña estufa en la esquina... buscar en los armarios algunos bocadillos... Ariana se da cuenta que debe surtir un poco, tal vez, pedirle al pequeño elfo que la atiende hacerlo durante la tarde.

La puerta apenas suena abierta.

El peso de su mirada es pesado en su espalda.

-No es educado solo mirar, Nott- castiga casualmente Ariana aun preparando la bandeja con un aire ajeno -Tampoco intentar marcharse sin agradecer- añade al girarse para ofrecer una sonrisa suave que usa normalmente para aterrorizar el entorno, que sepa lo infeliz que esta por su aparente grosería que intento hacer.

Como todo niño, palidece y como cualquiera que fue víctima de una persecución, se encoge casi pegado a la puerta de donde salió.

-Lo siento, olvido en qué situación estabas- lamenta sinceramente, Ariana aligera su presencia al caminar donde esta la pequeña mesa ubicando lo preparado con suavidad -Es mejor que comas algo, necesitaras las fuerzas para recuperar lo que la magia no pudo hacer- sugiere.

El silencio viene como un manto pesado predecible de alguien que no entiende mucho de lo que ve, para la antes Shinigami no le importa mucho... si... como médico debería monitorearlo mejor, pero es un grillete que cada vez más va dejando en el pasado... en el futuro tal vez ejercerá, pero quizás, después de una interesante carrera como domadora de dragones o auror... aun esta insegura.

Ha considerado la opción de no regresar a Hogwarts, con la guerra le han invitado a ser parte del ministerio... ser estudiante del profesor Marian... pero, realmente le gusta el colegio y no puede dejar solo a Harry... no con ese pedazo de alma tratando de dominarlo a cada momento.

Nott finalmente da unos pasos tentativos -Dumbledore...- suena rasposo.

-No hables mucho, no pude hacer nada con la irritación provocado de tanto gritar- informa clínicamente, no puede forzar mucho kido sin lastimar el alma... solo lo básico para sanarlo... pero no recuperado totalmente, era menor de edad, aun con la guerra, sus limitantes están asignados por el ministerio en cuanto a magia.

El joven slytherin frunce el ceño, quizás, molesto por la manera pacífica en que se está comportando su anfitrión que ahora bebe té pacíficamente - ¿Cómo? – pregunta limitando adecuadamente el usar su voz, pero reuniendo todo lo que quiere decir en algo tan simple.

-Fuiste afortunado, la cacería de los licántropos sucedía justo en mi patio trasero- miente descaradamente sin mirarle, si, la hectárea Dumbledore es amplia, pero donde encontró tan divertido juego estaba bastante lejos... no pudo evitar curiosear ante el aire lleno de salvajismo... fue tan refrescante encontrarse con algo que cortar para relajarse.

Casi esperaba Troll, recuerda con cariño su primer año, eran criaturas divertidas de partir.

Theodore Nott es una estatua confundida a unos pasos de la mesa.

-Siéntate, es mejor platicar con una merienda- alienta de nuevo al mirarle con una sonrisa más amable.

No acepta su generosidad, al contrario, sigue de pie - ¿Quién me ayudo? ¿Por qué? ¿Fue el director? – pide con voz rota por las molestias, pero quiere saber, ese niño ignorara su recomendación porque no entiende... lo ultimo que vio era su muerte segura... eran demasiados... despertar en un lecho cálido con molestias, pero vivo no era lo que esperaba... el significado de esto es estudiado en su mente analítica, slytherin... no concede que sea gratis, desconfía, nunca le agrado el director y sabiendo los rumores que corren entre los mortifagos... la casa Dumbledore no es el adecuado con el que deba uno quedar en deuda.

Ariana resopla sobre su taza por las preguntas certeras dichas, niega cansada de que su bondad sea analizada, pero era esperado, el resto no es como Harry quien confía ciegamente en ella... menos si son de la casa esmeralda -Fui yo quien intervino para sacarte del lio...- admite sin desear guardar las apariencias, pero es mejor que este enterado, tararea al pensar en lo otro -Porque como dije, es mi patio trasero...- mantiene ese pretexto -Mi tío no sabe que estoy aquí- finaliza tranquilamente.

Nott la mira de nuevo como si estuviera loca.

-No tienes porque verme de esa manera, Nott-

-Eran demasiados... ¡Son Mortifagos! Y me dices que simplemente me sacaste de ahí porque ¿Es tu casa? Sin el respaldo del director- escupe rasposo, doloroso, pero obviamente no esta nada tranquilo con saber que no esta el anciano respaldando lo que puede ser tomado con un desaire más grande al señor oscuro que su deserción -Tenemos que irnos- asegura.

-Nadie puede atravesar las salas-

-Mira Dumbledore...-

-Es una casa ligada a la ancestral Dumbledore... y soy la heredera- le informa seriamente ofendida que piense menos de lo que es, donde esta y su consideración -Entiendo su incredulidad, ante todo, pero es lo que tienes y no necesitas entender...- asegura con firmeza -vivirás tranquilo mientras dure mi protección... sin embargo... necesito que piensen a donde iras después de esto- le informa con seguridad sin mostrar ningún miedo a represalias.

Al contrario, Ariana espera que las haya, casi sonríe ansiosa de que ese señor oscuro definitivamente decida atacar a la descendencia de Albus Dumbledore como todos esperan... Espera que sean trolls o gigantes... cualquier cosa la espada de Gryffindor parece capaz de soportarlo.

Si tan solo Dafira no le hubiera ganado el basilisco.

El silencio cae espeso, la antes Shinigami es consciente que el chico... uno que sinceramente le sorprendió que estuviera escapando de las garras del señor oscuro sin algún respaldo se ha quedado congelado con su ultimo comentario... era triste... la guerra simplemente es de esa manera y como kenpachi, ha vivido las carencias de una para adivinar lo que le aqueja.

Pero no tiene muchas ganas de consolar ni dar la calidez maternal que debería.

Nott simplemente se gira para encerrarse de nuevo rechazando su cortesía de alimentos.

No le extraña que los siguientes días apenas vea la sombra de su invitado... su elfo atiende a ambos... al menos esta comiendo para recuperarse... tomando las pociones que consiguió para que superara los efectos secundarios de las maldiciones que recibió... Nott estará bien.

Ariana continuo con su rutina ajena a perseguir al slytherin.

Era otra mañana de verano en medio de ese bosque de Bulgaria unas dos semanas después del despertar de su invitado, que Nott parece finalmente ha llegado a una conclusión a todo lo que sea pensara durante su auto exilio... sale a enfrentarla más sano, seguro como digno heredero noble.

Se para delante de donde esta comiendo un aperitivo, Ariana vestida como alguna vez Shinigami, espera paciente al tomar la taza de té con delicadeza.

-Dumbledore...- llama con un mejor tono, su garganta ha superado los daños -He reflexionado mis opciones... – empieza tentativamente -Como Nott no tengo recursos ni aliados fuera de la isla...- suena más confiado de lo que realmente expresa en sus emociones angustiadas -Lo único con lo que cuento es mi legado que, aunque quiera, mi padre no me puede rechazar como ultimo Nott vivo y cuerdo...- murmura con menos seguridad -Por lo tanto... -

Ariana levanta su mano interrumpiendo lo que seguramente quiere hacer -Es sorprendente que estes dispuesto a tanto, pero ¿Realmente sabes? -

-Me criaron con las mejores enseñanzas tradicionales- el niño le explica con seriedad, con el brillo arcaico en sus ojos y seguro.

-No te salve para que pagaras esta deuda... menos... con ligar las casas-

-No hay manera de sobrevivir sin alianzas, menos, en mi posición- Theo pasa su mano por el cuello, tenso, perseguido y, sobre todo, cansado de haber pensado mucho pero no llegar a una conclusión que lo deje libre como protegido.

-Esto durara por generaciones, Nott- le recuerda.

-Eres el menor de los males-

Ríe un poco -Oh, niño... ni siquiera sabes- dice con esa sombra en sus rasgos, esa diversión satírica de que crea que es la menos peligrosa... pero prefiere beber su té que explicarle las complejidades de su pasado y su temperamento actual -Pero supongo que lo permito, ya estas decidido y tienes razón... los Nott no tienen esperanza fuera de Londres-

El chico afirma al hincarse delante de ella sin importar la mesa, mirarle con ese gesto de un caballero de antaño bajando la mirada al piso –Nosotros los Nott presentes y futuros, juramos servidumbre a los Dumbledore... pagamos vida por vida... daremos lealtad por lealtad...hasta que el ultimo Nott reconocido perezca-

Las palabras no son vacías, la magia es latente en el entorno ancestral, el acuerdo se graba profundamente y aunque no se pueda ver... el enlace se teje entre ambas casas... seguro los duendes lo verán, los anillos de cada casa se grabaran en recuerdo, los aliados de Dumbledore aunque inactivos se darán cuenta... una tradición que tenia generaciones sin suceder se crea.

Thedore Nott demuestra cuan educado esta al mantenerse gacho hasta que todo termina con sus palabras de aceptación como heredera y futura señora.

-Ah, solo antes que se me olvide...- Ariana interrumpe su partida, mira al chico cuyo brillo de estar dudando de su decisión es clara para su experiencia... le da una sonrisa -En el momento en que tome mi lugar, que cumpla mi mayoría de edad y que mi tío se retire... mi alianza contara con su totalidad de los Black-

- ¿Perdone?-

-Dafira aun no lo hace oficial, pero ha estado moviendo sus enlaces... ese chico... seguro es paranoico y muy ambicioso- ríe para si misma ante el recuerdo, Ichimaru realmente se eta tomando en serio lo de levantar su antigua gloria o quizás, es para resolver pecados, no lo sabe, no le interesa preguntar -La propuesta para Dumbledore esta hecha, pienso aceptarlo- indica.

Uno de los principales disgustos de su tío, por un momento pensó que le retiraría el legado... que la destituiría como heredero dejando a los Dumbledore cerrarse con su predecible muerte en el futuro... pero, a pesar de todo, la mantuvo y si, no se han hablado en un buen rato... adivina, será una discusión constante que vendrán.

Como vasallo, aunque limitados sus beneficios, considerando que pertenece a Dumbledore como servidor y no igual... Nott debe ser consciente que existen otros... por lo tanto... palidece de sorpresa al estar enterado que esa casa, los Black, que tanto despreciaron de una u otra forma en Hogwarts será parte de los aliados futuros.

-No tienes que preocuparte, cualquier tipo de represalia... no pasara por mi- alienta con una pequeña sonrisa educada, cuidara a los suyos y duda que Dafira no respete sus cosas.

Nott no oculta cuanto alivio tiene.

-Es grosero que pienses lo peor de los Black, menos de Alphard-

Como un niño educado no le confirma nada al afirmar obediente.

-Las cenas son servidas a cierta hora, no necesitas mantenerte guardado... – Ariana recomienda con una sonrisa sin entrar a ser orden -Igual eres bienvenido a mis rutinas de caminar en los alrededores... no es saludable estar encerrado-

El chico por supuesto la mira largamente al volver a afirmar en consideración, girarse y encerrarse.

Ariana ve al niño partir con un aire tranquilo... acepta que no ha tenido tantas ambiciones de hacer crecer su influencia con Nott siendo la obvia excepción, aun su tío se mantuvo lejos de la política de las viejas costumbres... se pregunta, si era educado informarle que los Black igualmente crecerá en el transcurso de los años.

Potter, Longbottom, cree que anda en algo con los Scrimgeour... Bones... igualmente no debe olvidar la nueva sangre, como los nacidos muggles que seguro apuntaran a tener sus propias bóvedas y magia... tararea... Dafira realmente ha trabajado duro... sin considerar la desactivada herencia que Jushiro despertara en su mayoría de edad.

-Es mejor guardar sorpresas- dice para si misma al tomar su té.

XXXXX

Harry mira a su tía con ojos sospechosos en ese recibidor con su baúl ya lleno como preparado para el siguiente misterioso año escolar... se remueve incomodo... no está seguro de haber escuchado bien, por lo tanto, no se mueve aun cuando la puerta abierta tiene personas esperándole pacientemente.

Ella por supuesto no mueve ningún musculo de su rostro.

Ajustando sus lentes, suspira -Tía Petunia...-

-Ya tienes mi respuesta, Harry- corta groseramente la mayor con los brazos cruzados.

-Pero Tía Petunia...-

-Mira Harry, este verano tu amiga me dio un respiro de sus inquisitivas visitas... merezco un descanso de todas tus rarezas, por lo tanto... el resto del verano lo pasaras con los Kurosaki-

Suspira aboliendo las ganas de enojarse, entristecerse, solo pasa su mano por el cabello evitando mirarle para afirmar lo que quiere -Esta bien, tía- cede obediente.

Un suspiro frustrado, Petunia niega al dejar caer ambas manos en sus hombros en un toque que no soñaría años atrás -Harry... sé que no me escuche bien -aquí hace que lo mire, su gesto, aunque parece igual... hay una diferencia suave en el brillo de sus ojos -Pero sabes que no puedo protegerte... si... esta esa magia de mi hermana, pero, no soy suficiente... no puedo con esto y arreglar mi vida al mismo tiempo- admite sin omitir la amargura.

-Lo entiendo, Tía- lo hace, porque es sorpresivo el divorcio... las exigencias de su antes tío... los cambios, aunque la magia de su madre exista... el rompimiento del matrimonio por alguna extraña razón lo debilita hasta el punto de no ser seguro para nadie.

-Esos Black tuyos enviaron una carta... me explicaron los pormenores... como tutores legales mágicos, cae en ellos la responsabilidad de elegir con quien te quedaras... y confían en estos Kurosaki para llevarte en nuestra ausencia- explica como un desenlace inesperado, una tranquilidad para la familia fragmentada que necesitaban en ese momento.

Para Harry es un alivio saber que, a pesar de la distancia, con todo lo que sucede en el mundo mágico, con la muerte de Sirius... los Black no se han distanciado del todo de él... por seguridad no va con ellos, no era extraño que los enviara a los Kurosaki ante las carentes opciones.

Si, puede pedir los Weasley, pasarla con Ron.

Pero seriamente, su amigo sigue enojado con que haga tramites en vez de visitarlo.

Suspira, necesita arreglar eso... hacer entender a su más viejo amigo que no lo está reemplazando... pero en ese momento no tiene paciencia... le tranquiliza saber que lo cuidan a su manera los Black.

Se asegurará de agradecerle a Alphard, porque duda que sea iniciativa de Dafira.

Un golpe a su espalda, Harry casi se cae, pero soporta al observar quien lo abraza tan bruscamente... suspira impaciente... divertido, los ojos de Kazui le regresan la mirada como un consuelo que no sabia necesitaba... antes de afirmar con mayor calidez, mirar de nuevo a su pariente con una sonrisa más amable -Nos vemos el siguiente verano, Tía-

Kazui le da una sonrisa igual de gentil a su exasperada tía.

-Esto hay que llevarlo ¿no? – Ichika ya está a su lado, como siempre la sombra de su vecino.

Estaba por decirle que se hacía cargo, no era fácil cargar el equipaje sin magia... menos bajar las pocas escaleras al jardín delantero... pero su comentario muere al ver como la delgada chica simplemente toma uno de los magos del baúl para alzarlo como si no pesara nada haciendo que su tía Petunia como él se atraganten.

-Ichika-san, es un deportista entusiasta, chico, no te veas así de espantado- Karin ríe un poco siendo el adulto que esperaba fuera.

Frunce el ceño inseguro, pero niega comprender... aun cuando paso parte del verano pasado con ellos... seguían siendo personas peculiares que no deja de conocer, al menos la comida de Yuzu es bastante buena y Kazui era un niño divertido con quien pasar el tiempo... suspira al comenzar a salir siguiendo al grupo, cuando repentinamente, mira que alguien los espera en la cera.

- ¿director? - pregunta un tanto a la defensiva

El anciano, uno cuyas ofensas nunca olvidara mira por encima de sus lentes... luego al grupo en su totalidad... para caer en el baúl que la pelirroja trae casualmente - ¿A dónde vas Harry? -

Arruga su nariz -Pensé decirle que soy Potter- le corrige ajustando sus lentes.

El anciano niega al soltar un largo aliento, se ve agotado, perseguido, pero simplemente niega -De verdad lamento lo que hice, Harry, pero era por tu bien-

-Chico ¿Este anciano te molesta? –

Estaba por decirle que sí, le molesta, pero la mano de Kazui le indica que sea paciente con ese aire de saber mejor que a veces le inquieta.

-Ichika, creo que es mejor dejarlos platicar solos- Karin interrumpe al levantar la mano -Y señor, es educado presentarse primero... pero no importa... realmente no me interesa- dice al lanzarle un gesto poco impresionado al tenso mago, luego a los chicos con una sonrisa -Nos adelantamos, Harry, si nos necesitas sabes que hacer-

Lo sabe, ha estado preparado para lo peor porque, aunque parezca desinteresado... la guerra en el otro lado existe, es un objetivo por ahora olvidado del señor oscuro... tiene un respaldo mágico en su bolsillo... afirma mirando a la mujer con seriedad sin importarle si se ofende el anciano por la abierta desconfianza en sus intenciones.

Cuando se marchan se quedan unos segundos en silencio.

Le pica la cicatriz.

Dumbledore ajusta sus anteojos, negando decepcionado de su comportamiento.

Harry mira al señor con serenidad, aún seguía siendo pariente de su amiga... hermano de su tutor en tantas lecciones de su herencia... es su director... pero nada más que el mínimo respeto al esperar pacientemente su motivo para estar ahí.

- ¿Te quedaras con ellos? - pregunta lo obvio.

-Si- es lo único que dice porque no le debe razones del porque su tía lo corre de su casa.

-No puedes mudarte con ellos, Harry- insiste en llamarlo con poca formalidad con ese tono paternal de castigo.

-director, dudo que tenga poder sobre cualquier decisión que se tome con respeto al resto de mi verano- dice diplomático sin pestañear, aun cuando la cicatriz sigue picando con fuerza.

El docente entrecierra sus ojos.

-Dudo que el ministerio tenga el tiempo para interceder en esta ocasión- añade con insolencia, Harry es consciente que no sucederá lo del verano pasado... no lo arrebataran de la casa como lo hicieron... se siente satisfactorio no ser la prioridad en medio de una guerra.

Cansado, mirándolo desde su altura como su mayor arrepentimiento... el director de Hogwarts niega -No comprendes, los Black no son confiables...- le dice como algo que ya es un hecho -todo lo relacionado con ellos es peligroso e impredecible... y temo que te guíen a un final terrible-

No resopla, es grosero, pero le dedica su mejor gesto impaciente ante algo que suena a un hecho... si... sabe que son poderosos... siente que tienen tantos secretos que apenas rasguña en saber... Harry a veces simplemente se asfixia de saberlos parientes, una sombra poderosa que aprendió a estas alturas a no envidiar de mala manera... niega -Es la ultima voluntad de mis padres a Sirius- le recuerda con firmeza sin ganas de seguir esa línea de conversación llena de sospecha a los Black.

-Harry...-

-director, dígame a que vino-

Suspira lleno de contrariedad antes de marchitarse -Veo... supongo... que no puedo reparar lo hecho- dice con certeza al ocultar sus manos entre sus mangas -Pero temo, que debo informarte de algo que se ha perdido de foco... quizás... necesitemos platicar esto en un lugar más privado-

Considerando que no piensa ir a ningún lugar con ese señor y regresar a la casa de su tía no es opción, el chico de lentes afirma al indicarle que lo siga al final de la calle... es consciente que varios vecinos observan curiosos... aun esa anciana que descubrió squid saluda sospechosamente... suspira al llegar a la casa marcada con el 20 tan similar a la que creció.

Harry toca suavemente, la puerta normalmente esta cerrada, cuando abren... no es ninguno de los Kurosaki... sino el elegante médico que conoció con los Black -Buenas tardes, Harry... director- su tono siempre es firme, con un acento apenas notable y ajusta sus propios lentes al apartarse del camino para indicarles que entren.

No le extraña que conozca a Dumbledore.

En una costumbre ajena, que aun tropieza por cumplir, se quita los zapatos en la entrada... sus sandalias ya esperan en el compartimiento con su nombre... puede escuchar a kazui e Ichika en la cocina donde seguramente están preparando la cena... parpadea al girarse para ver al anciano tenso aun bajo el marco de la puerta bajo la atenta mirada del doctor.

-No pensé que estuviera aquí, Doctor Ishida- Albus mira al médico con fingida educación.

-Decidí venir para ponerme al corriente con mis primas- asegura formalmente el alto hombre.

-Lamento que no haya encontrado alguna vacante en el ministerio- el viejo indica con un largo suspiro triste, casi real.

Era sorprendente enterarse de que el squid intento algo en el ministerio... mira entre ambos con curiosidad... tambien se da cuenta, fácilmente, que el director no es sincero... se arriesgaría a pensar que quizás, el viejo tiene mucho que ver con que no haya logrado lo que quería el doctor... si, con el poco tiempo de convivio tiene que admitir la influencia de Dafira en hacerlo pensar mal.

El medico resopla –Por supuesto- indica vagamente nada conmovido -Serviré el té, Harry, sabes a donde guiarlo-

-Es mejor quitarse los zapatos, las sandalias de invitados está ahí- Harry informa.

-Oh, escuche de esta costumbre- con falsa jovialidad Albus obedece al ingresar mirando abiertamente el entorno.

No hay mucho que mirar, solo algunas fotos, muebles sobrios, un segundo piso lleno igualmente con lo mínimo... Harry pasa con la fuerza de la costumbre a través... era igual que la casa de su tía, por lo tanto, la sala no estaba tan lejos al indicar que se sentara... casi parece que toda esa discusión hecha en la calle su aire tenso no existía alrededor del curioso director.

-Entonces...- sin embargo, Potter no tiene paciencia para esperarlo, quería acomodarse en su cuarto antes de que Kazui decida curiosear... aún tiene ese libro de tercero... teme que lo muerda.

El anciano lo mira antes de encorvarse un poco en seriedad -Harry...- insiste en llamarlo sin formalidad -Esto que te voy a decir, te compete ya que fue hecho a tu nombre...- empieza.

Escuchar de una profecía no era lo que esperaba.

Menos saber que fue robada en el transcurso del año pasado por lo tanto no puede escucharla.

Y que todo indica, que el director piensa encarecidamente, que es el elegido para vencer a Voldemort por algún tipo de magia arcaica de ¿igualdad? ¿similitudes? Se queda sin habla mirando largamente al visitante sin comprender este tipo de cosas.

-Entonces viene a decirle que una profecía dicta su destino- la voz casual de Kazui interrumpe feamente el silencio... trae la bandeja de un té que se había olvidado... su sonrisa es alegre, sus ojos inocentes nada perturbado con ser mirado de una mala manera por el director -Es tonto- añade al acercarse a la mesa para acomodarlo con un tarareo feliz.

Riendo un poco perdiendo seriedad, Harry afirma -Suena tonto ¿no? -

-Harry, la magia es fuerte... las profecías son una cosa seria... más cuando el señor oscuro de verdad cree en ella- Dumbledore castiga con severidad dándole un vistazo a ambos niños con el peso de sus palabras.

Kazui da una de esas sonrisas brillantes nada tocado por la reprimenda, sigue canturreando, sirviendo el té con una agilidad impropia para alguien tan joven -Suena tonto ese señor oscuro- niega como un hecho, casi divertido de una manera conversacional.

-Ustedes no entenderían- Albus comenta desestimando el pensamiento de un joven protegido en el lado muggle.

-Supongo, lo lamento tanto por asumir- afirma Kazui viendo su error, viendo que tal vez no sabe el verdadero terror que provoca una mala persona con mucha influencia en ese mundo mágico que ha visto pocas veces... afirma al mirar al anciano consecuente, alegre.

-Entonces ¿Qué finalidad tiene en informar a Harry de una profecía perdida? - la voz del doctor Ishida interrumpe el incomodo silencio que ha caído en la sala - ¿De verdad existió algo de ese estilo? - añade.

El director no salta, pero se tensa al mirar donde casualmente el squid esta recargado en el marco que va a la cocina – Existió, la profecía paso años guardada en el ministerio, pero fue robada...- recalca indignado -Y sobre el asunto al que vine, es algo que solo hablare con Harry-

-Lo lamento, pero Harry-kun sigue siendo menor de edad... en ausencia de los Black... la responsabilidad fue asignada a los Kurosaki, por lo tanto, yo siendo el mayor representante de esa familia en el mundo mágico... me veo en la necesidad de ser su custodio ante temas delicados y manipulaciones externas- el doctor comenta fluidamente ajustando sus anteojos ahora oscurecidos por la luz de la habitación.

Harry levanta ambas cejas completamente sorprendido por la postura de alguien que apenas trata, igualmente saber que tiene una relación bastante cercana con los Kurosaki... se encorva delante de la mesa ignorando los bocadillos, así como la postura de Kazui a su lado... porque simplemente no entiende nada, aunque esta bastante ofendido de ser tratado como un niño... lo permite solo porque si no lo hace, Dafira lo sermoneara cuando se entere que rechazo su protección de esa manera ante el director.

Aberfoth lo educo bastante consciente de las reglas no escritas de la cortesía sangre pura.

El director aprieta los labios infelices de que ahora no estén solos en ese salón, mira a Harry como si esperara que rechazara tal poder sobre el asunto... quizás, asumiendo que lo conoce... cuando no vino nada de su lado... niega exasperado -Solo quería que fuera consciente de su posición ante el señor oscuro- no era mentira, pero tampoco era toda la verdad.

Un resoplido digno, el medico se aparta del marco para acercarse... sentarse justo al lado de Harry quien no evita parpadear -Supongo, que fingiré que le creo- admite arrogante al suspirar -director, nosotros tomamos en serio la responsabilidad que nos han encomendado-

-Son Squid, Doctor Ishida, vera que es muy limitado la protección que le puede brindar a Harry-

-director...- advierte Harry un poco receloso por el comentario en nombre de sus anfitriones.

El medico niega nada ofendido, solo pone una mano consoladora en el hombro del adolescente mago al que le da una sonrisa llena de misterio.

Suspirando ruidosamente, el anciano llama la atencion de la sala -Harry, no entiendo porque los Black asignaron a los Kurosaki... cuando has pasado temporadas con los Weasley donde te aseguro, estarás mejor protegido- comenta ajustando sus lentes -Además, ¿No crees que el joven Weasley no te extraña? –

Frunce el ceño un tanto contrariado por la manera en que sale el tema, porque es cierto, la madriguera fue el lugar donde paso tiempo en años anteriores... luego vinieron los Black... todo cambio y no ha pisado el lugar durante al menos dos veranos con este.

-Entonces, no estaría mal que volvieras con ellos ¿no? - insiste convincente, mirándole por encima de sus anteojos como la voz de la razón de toda esa casa -Estoy dispuesto a escoltarte-

-Es tu decisión, Harry-kun- neutral, Ishida alienta con una sonrisa aun cuando le lanza un gesto poco impresionado al astuto viejo.

Entrecierra sus ojos con sospecha, si, puede que tenga que resolver una situación con Ron... tal vez saludar a los señores Weasley... ver cómo les va a los gemelos con el cambio drástico de carrera... saber de Percy, Charlie y Bill que están en el ministerio... saludar a Ginny... sin embargo, siente que es una trampa espontanea -Creo que me quedare donde los Black me dijeron-

Ishida se cruza de brazos tan profesional -Como escucho, director, dudo que quiera forzar aun más su visita ¿no? -

XXXXX

El llanto de sus primos se ha silenciado, cansados y dormidos... Susan los cobija con cuidado de no despertarlos, arrullándolos e ignorando la angustia que embarga su corazón... mira la pequeña trampilla que hay encima de su cabeza, no hay sonido que se filtre del exterior... le pone nerviosa cada vez que bajan cuando las alarmas suenan de las salas mágicas violadas en los limites de su pequeño hogar.

Un cuarto de seguridad surtido con lo básico.

Suspira al sentarse en guardia.

La casa Bones es reciente, tan joven para tener una magia ancestral fuerte en su recinto familiar... por lo tanto... aun con todas las protecciones, es fácilmente ubicada, atacada y rodeada... esta era la segunda intrusión... como la última vez, su tío Shukuro se ha mantenido al frente sin titubear.

Susan le aterra que lo asesinen como a sus padres.

Es un squid, se recuerda, sin magia ante sus atacantes, sin embargo, sobrevivió en el pasado... de alguna manera sometió a todos esos magos oscuros... unos que enviaron a prisión sin resistencia... aun no entiende que sucedió, su tía no se molestó en explicarle, solo le dijo vagamente que era una cualidad de su tío Shukuro, que no debería preocuparse y confiar en que pueda protegerlos.

Sonaba tan distante, nada preocupada y muy segura de sus palabras... aun con el tiempo que ha pasado, con sus sobrinos fruto de esa relación... lo que Susan ha visto de ese matrimonio es algo que tampoco logra comprender, es casi como un acuerdo, no hay amor y aunque hay respeto, preocupación y compromiso, no existen emociones profundas que alguna vez imagino podían existir.

Duerme pensando en ese misterio... en ¿Cuál es el secreto de su tío?... sus sueños se vuelven tormentosos, pesadillas... Susan mientras más cae profundamente en esa siesta... más agobiada se siente con todo lo que la persigue siendo la sobrina de la ministra de magia... por lo tanto no evita saltar con un grito de terror cuando siente despertarse con un ligero movimiento... desorientada, mira directamente los ojos marrones claro.

-Lo siento, Tío Shukuro- dice sinceramente apenada de reaccionar con brusquedad.

Negando al apartarse no sin antes pasar su mano por su cabello en un sorpresivo gesto de consuelo... su tío tararea al mirar la cuna con ese aire neutral tan propio - ¿Solo han dormido? - pide.

Interrumpiendo su bostezo como estiramiento afirma al mirar la cuna, eran adorables en esa edad, muy bien portados y ha convivido con ellos aun en Hogwarts... se han convertido en una existencia que Susan no sabría vivir -Lloraron un poco, pero comieron y durmieron-

Un sonido bajo, el joven pariente afirma con una sombra de apreciación -Hiciste un buen trabajo, Susan- felicita tranquilamente con las manos en su bolsillo y una ligera arruga en sus ojos.

Su corazón se calienta ante la mera felicitación, el hombre era de pocas palabras, tan ajeno y distante... que cualquier pequeño gesto es realmente apreciado por su sobrina -Gracias, Tío Shukuro- afirma ya sin tropezar con el extraño nombre.

-Por el momento no saldremos hasta que Amelia venga a limpiar- escuetamente le confirma al acercarse finalmente a la cuna donde aprecia a los infantes como si fuera una novedad aun insuperable... su mano acaricia ambas cabezas y hay un brillo sincero calentando esa frialdad natural que lo rodea.

Susan lamenta escucharlo, pero obedece al hacer un sonido afirmativo en respuesta... se distrae en seguir viendo las sombras de la trampilla... se pregunta que tipo de escenario hay afuera... y en verdad desea que limpien rápido, porque necesita empezar la tarea de verano... ante el recuerdo de que Hogwarts sigue trabajando con normalidad, no evita resoplar, la guerra avanza, pero siguen con tarea.

-Dime Susan, estas preparada para el nuevo periodo-

Parpadea un tanto extrañada que sea el que empiece una conversación, pero no se molesta en cuestionar, solo repasa lo que solicita antes de negar -No, todavía no- admite, ya faltan tan pocos días.

-Hogwarts es más seguro- expresa escuetamente, era el principal motivo, por el que los niños lo seguían aun en ese lugar.

Frunce el ceño ante tal cosa, sobre todo porque duda de tal seguridad actualmente, han pasado grandes cosas en ese castillo... otras que sabe nadie le dice... pero Susan no es tonta, el ministerio y el director les esconden cosas... el colegio no es tan seguro menos en medio de la guerra y con la ausencia del anciano Dumbledore -Yo, me gustaría quedarme en casa con mis primos y que todo esto termine- expresa al acurrucarse.

Una pequeña risa, esos ojos profundos como distantes la miran desde su posición al costado de la cuna... Shukuro niega con casualidad... al sonreír no de buena manera, sino, lleno de misterio e ironía -Esconderse no es la opción, Susan, la cobardía no te sienta bien-

Se ofende ante tal cosa la adolescente porque no se siente cobarde, pero tampoco, es tan valiente al punto de ser imprudente... siempre ha sabido... que eso es para quienes les gusta luchar, como los Gryffindor que escucho ansiosos por ayudar en el ministerio el año pasado.

-La guerra te encontrara, Susan...- continua su pariente ajeno a su irritación, pasando a ver a sus adorables hijos a los que acaricia en un tarareo de consuelo -Uno no tiene elección a veces en ese frente- lo dice con toda experiencia.

- Usted tiene opción, si quiere, puede darle la espalda al mundo mágico- pide impulsada por el atisbo de ofensa que si le calo bastante.

Zumbado aun más divertido, sin mirarle, Tsukishima ahora se recarga en la cuna siempre atento a su descendencia -Dudo que vaya a dejar a mis hijos, Susan-

-Puede llevárselos ¿no? Mi tía...- duda, pero Susan ya está en el camino de este supuesto plan impulsado por su propia furia -Seguramente comprenderá si es por su seguridad-

Negando, nada ofendido por su arranque pasivo, el docente se encoge de hombros -Tampoco te dejare, Susan, Amelia no puede protegerte- dice como un hecho que ya ha considerado.

Ahora esta ofendida en nombre de su tía, era una asombrosa bruja ¡La ministra! Y aunque ahora hay tantos enemigos a su familia, duda que Susan no pueda sobrevivir ¿verdad?

-Además... Como dije, siempre la guerra nos alcanzara- continua ajeno, de nuevo extendiendo una conversación que normalmente no son tan largas... mira a la nada... casi viendo algo más allá de las paredes de ese sótano... niega un tanto cansado -Si no es esta guerra... será otra... de las dos, prefiero esta-

Estaba por preguntar a lo que se refería, cuando empieza a escuchar el chasquido de apariciones... Susan se congela en anticipación... cuando observa el rostro de su tía asomándose por la trampilla, los Bones volvieron a sobrevivir a un atentado esa noche.

Voldemort perdió de nuevo un grupo de mortifagos viciosos.

XXXXX

Dafira suspira fastidiado al ponerse de pie para estirarse con pereza.

Mira satisfecho su escritorio limpio... afirma al tararear para apartarse... era mejor irse antes de que más trabajo le caiga, no es como si lo fuera a hacer... se atiene a una hora límite para estar en el ministerio... pero era mejor que no lo atrapen, su actual jefa es bastante mala y últimamente usa encantamientos para que los papeles lo persigan a donde quiera que este en esas salas.

El ministerio a excepción del departamento de aurores... ya ha comenzado a vaciarse de sus trabajadores... caminando entre el corredor, con algunas miradas a su paso... el joven maldito silba alegremente como si nada lo aquejara, aun cuando se desvía de la ruta más directa a las chimeneas con el fin de no pasar delante de la que fue oficina de su Oji-san.

No era sentimental, debe estar acostumbrado a las perdidas... él fue el motivo de muchas bajas durante sus largos años de Shinigami... pero... ese cumulo de emociones que aprietan feamente su pecho en el mero recuerdo de no verlo merodear donde siempre lo hacía, de no escuchar su voz molesta canturreando de cualquier tontería del día... de no saber a donde fue su irritante alma a su muerte... de haberle perdonado... se detiene de golpe en medio del corredor, mira por encima de su hombro ese lugar distante... resopla desdeñoso como en reprimenda de sus propias contradicciones.

No, Ichimaru no debe pensar de más, pero tal vez es su castigo por no protegerlo como era su responsabilidad.

La vida es tan tonta, decide, dándole ese cumulo de emociones que como Shinigami hubieran sido fácil asilenciar.

Es entonces que ve a ciertos personajes dando un giro para que sus ojos vean al final del corredor, su sonrisa se extiende, sus emociones se adormecen y está feliz internamente de tener una digna distracción de cosas innecesarias -Oh, pero mira quien trajo el ratón~-

Ambos pelirrojos saltan al haber estado en su propio mundo lleno de fatiga, se ven más altos, han embarnecido a causa del trabajo tan exigente en esta temporada para los aurores... sus ojos antes llenos de jovialidad como inocencia se han opacado constantemente... sus cabellos están disparejos, donde antes eran iguales, ahora uno lo tiene más largo que el otro... sus túnicas están sucias y han sacado sus varitas alertas de ser abordados repentinamente.

Era interesante ver crecer a los niños, más en una guerra.

Pero tambien no va a sentir lastima, esos tontos se metieron a eso de buena gana, envalentonados y queriendo ser héroes... se merecen ver la realidad... sentir la miseria... experimentar el mundo al que saltaron con esperanzas de gloria... madurar.

Dafira finge que no ve la diferencia al deslizarse sin temor a unos pasos -Entonces ¿Qué tiene tan ocupado al par de repetidos? - pide interesado.

Levantando la barbilla, el gemelo uno del cabello largo resopla -Eso no te importa...-

-Black- finaliza el otro deslizando sus varitas en sus bolsillos, pero sin dejar de mirarle como el enemigo que siempre ha sido.

Sus tonos siguen siendo retadores, nunca han dejado de tratarlo diferente, era refrescante... igualmente muy divertido como se esfuerzan por aparentar lo mismo cuando las fracturas se han empezado a extender -Oh, bastante groseros, a pesar de haber pasado una linda temporada como aliados en Hogwarts- les recuerda con falsa tristeza.

-Fue necesidad...-

-Algo que no hubiéramos aceptado...-

-De no ser porque nos obligaste- ambos dicen al mismo tiempo con bastante rencor de recordar aquella vez amarrados y orillados a cooperar en una temporada de bromas contra cierta fallecida bruja.

- ¿Obligue? Es tonto cuando les pague aun la tarifa innecesariamente cara-

Los gemelos lo fulminan.

Riendo por lo bajo, acechando alrededor del convenientemente vacío corredor... olfatea un poco adivinando lo que han estado haciendo, es siempre lo mismo últimamente, ese idiota empieza a moverse y espera pacientemente que venga a provocarlo... regresarle el gesto de su ofensa... pero lo omite al detenerse para sonreírle al dúo -Una redada ¿Ahora quien murió? - pide desinteresado, como si ese comentario no doliera más al recordar, que una vez fue Sirius.

-Mira Black...-

-No tenemos tiempo de tus juegos...-

-Porque no vas a perderte en ese agujero que llamas hogar-

Arquea la ceja asombrada de su falta de ingenio, aunque siguen complementándose bastante bien, hay una falta de algo que lo hace mantenerse más en ese juego aburrido -Mah, ¿Estamos de malas? ¿Nos fue tan mal? –

El dúo realmente no tiene paciencia para soportarlo, pero tienen una admirable fuerza de voluntad para no apuntarlo con su varita... amenazarlo de muerte... insultarlo... antes de que se desinflen como si recordaran algo... ese fuego furioso se apaga con una fría tristeza... Ichimaru adivina, que a donde sea que fueron, seguramente perdieron a un conocido... quizás... un amigo.

Suspirando cansado de todo, Dafira no es la persona para esto... tampoco esta tentado a consolar... por lo tanto niega un tanto hastiado al rodear a las estatuas en las que se convirtieron esos pelirrojos -Mah, par de repetidos... ¿Pensaron que esto sería fácil? - no evita preguntar.

-Tu no entiendes, estas aquí... protegido...- Fred siempre ha sido el más volátil, por lo tanto, no es extraño que salte a la defensiva con la varita desenfundada apuntándole... olvidado con quien trata... olvidando que puede someter a alguien sin magia -No eres valiente fuera de estas paredes-

Mirando la punta de la varita con el gesto en blanco, Ichimaru suelta una carcajada que resuena por todo el corredor... negando más que extasiado con las tonterías que escucha -Oh, por el rey alma...- suelta sin poder detener tal frase que los vivos desconocen – Los enemigos están aquí, entre nosotros... no se ha demostrado que el ministerio no es seguro para nadie...- pide al levantar su rostro, abrir sus ojos para expresar desdén como dureza -No necesito ser valiente, Fred... ni esperar ser protegido... George...- canturrea arrastrando las palabras -No me conocen en nada-

El par de repetidos se tensan en anticipación demostrando que no solo han recordado quien es, el infame Black, sino que tienen desarrollados a la fuerza... quizás por Marian... los instintos que los impulsa a ponerse alerta.

Pero Ichimaru se detiene de golpe de seguir intimidando a sus juguetes.

El anillo Black le quema en el dedo advirtiendo de una amenaza a los suyos.

Chasquea los dientes al girarse para activar el shunpo, sin importar que el dúo sea testigo de su aparente "magia" de desaparecer en un lugar donde no se puede legalmente... evita ir a las chimeneas, sería más lento... pero por la caseta telefónica es una tontería exasperante... sale como puede maldiciendo a los magos y sus estupideces subterráneas.

Montar el cielo no es difícil, a la velocidad a la que va sería raro el que se percatara de su existencia desde el suelo... sabe debe tener cuidado, hay otra guerra gestándose que pueden detectarlo, aunque fuerte, no es tanto para enfrentar ni siquiera a un shinigami sentado...abandona tales pensamientos, el anillo sigue ardiendo.

- ¡Ya se, maldita cosa! - escupe furioso al viajar más lejos de lo que esperaba.

Primeramente, huele a sangre traída por el viento en su rostro, escucha risas maliciosas que se van haciendo fuerte y el llanto de alguien que no debería llorar.

-Vas a morir lento, sangre sucia de los Black-

Apenas escucha esto e Ichimaru ya tiene su espada desenfundada mucho antes de pensar siquiera en que tiene magia, cortar carne viene tan fácil como la mantequilla... siente el salpicar en su rostro cálido como familiar en carmesí... el jadeo de dolor y el ultimo respiro de quien cae a sus pies sin otra oportunidad de ser arrogante... aterriza limpiamente agitando su arma para limpiar el exceso y sabe lo que expresa al mantener su mascara sonriente para quienes rodean sorprendidos de su repentina aparición.

Puede verla, es lo único que ve... odia que sus lindos ojos brillen de tanto miedo, que su cabello siempre revuelto ahora este cortado de manera irregular... una de sus mejillas sangra mientras la otra comienza a pintarse con un feo moretón... y su ropa, odia como han arrancado parte de esas enormes tallas que le gusta usar exhibiéndola ante tantos.

Hermione Granger no debería verse como un venado acorralado cuando han discutido largamente sobre leyes... cuando apenas la vio hace unos días tan terca como odiosa... no... ella no debe verse así (Ran no debe llorar).

Gruñe antes de darse cuenta, en voz alta apenas sosteniendo de aplastar todo a su paso.

Gruñe, pero mantiene el gesto de eterna malicia por el que se caracteriza la serpiente blanca.

En otro momento cuestionara que hace tan lejos su leona... castigara el andar libremente lejos de sus brazaletes de protección o salas hechas especialmente para evitar esto... si no hubiera ligado un poco de su sangre al anillo ¿Hubiera perdido a otro de sus protegidos ante la estúpida mierda de Voldemort?

-Entonces ¿Quién es el primero en ser castigado por tocar algo de los Black? - sí, suena posesivo, pero está totalmente cabreado para detener sus palabras... extiende su espada... alimenta esa sed de sangre que siempre amortigua... mira a todos ese montón de hombres ¿Licántropos? Que hasta hace poco babeaban por un poco de su león herido -Oh, no adivinan lo que han provocado, montón de idiotas-

Las varitas lo apuntan, pero no tienen oportunidad ante años de reflejos afilados.

El comandante de Aizen brota como una naturaleza nunca abandonada.

Girando con su espada siempre alerta, sonríe para todo el tonto que empieza a querer hechizarlo... el arco es perfecto, enseñanza de una larga vida al frente como Shinigami... el asesino a sangre fría no escucha clamores ni insultos que empiezan a llover envalentonados... cuando es obvio que no detiene su velocidad, que no hay piedad ni ganas de dejar al menos uno vivo... que no titubea ante el cortar de su arma a cualquiera... es cuando los tontos comienzan a pensar mejor la supuesta ventaja.

Voldemort debe tener en claro lo que ha provocado, lo que espera morderle en el momento en que se le presente delante... ahora solo es un mensaje de lo que encontrara al final del juego que está sembrando.

El tablero se ha puesto.

Pero Ichimaru siempre ha sido la pieza flexible que no dudara en abrirse paso grotescamente a sus ambiciones... venganza... su Ototo-san le pidió paciencia, bueno, se la dará, pero a cambio, asesinara a todos estos que atacaron lo suyo.

No escucha mendicidad de nadie.

Sonriendo enorme, con sus músculos calientes de tanta actividad... con su ropa negra no se nota, pero es pesado, mojado de tanta sangre absorbida a lo largo de toda esta carrera... ese claro, que apenas nota con delgados arboles frondosos dan la ligera sombra a toda la carnicería... el aire levanta el aroma fuerte de la masacre... en medio, Ichimaru canturrea al limpiar ligeramente su espada con un pequeño trapo, necesita pulirla, la piel y pelo es una cosa fea de sacar.

Escucha a alguien vomitar.

Su pequeño sentimiento de satisfacción se congela feamente al girar ligeramente para ver a su pequeño león tembloroso... tan asqueado... tan temeroso... uno que olvido un poco ante la friega del recuerdo como asesino.

Suspirando Dafira guarda su espada entre sus pliegos con el mayor de los cuidados para intentar arrullar al herido aun cuando nunca fue de esas personas amables.

- ¡No te acerques! - Hermione grita encogiéndose en su lugar de puro miedo, mirándole como si fuera un monstruo y el dolor en su corazón estalla crudamente haciéndole recordar el tipo de emociones tontas que guarda en si mismo.

Pero fue Ichimaru más tiempo que Dafira, a fuerza de eso, zumba fingiendo que esta todo bien en sus emociones... niega decepcionado al acercarse sin escuchar su solicitud, sin escucharla rogar para que la deje en paz como si fuera a hacerle daño... mira desde la cima al león que se congela de miedo como tenia mucho sin hacer, suspira al extender el kido en su dedo... tocar su febril frente... dormirla con serenidad.

Se agacha para admirarle, la niña creció, es algo asombroso... como una mocosa cambio a tanto... ríe para sí mismo sin humor -Si pudiera borrar todo lo haría- dice al aire al mirarle, tomar su barbilla para ver el daño en su lindo rostro... si, hay un hechizo para quitarle este mal recuerdo...-Pero ¿No es mejor que estes enterada de una vez el tipo de monstruo que soy? -

Se agacha para levantarla suavemente siendo consciente de quien aterriza a sus espaldas.

-Ella estará bien, Dafira, solo déjala superar todo esto... entonces... entenderá que lo hiciste por su bien- la voz de su Ototo-san viene a sus espaldas con promesas de que esto es solo por ese momento... que la niña lo superará... que volverá a cómo eran antes.

Pero lo duda, nada será igual... el monstruo quedo en evidencia ante una impresionable niña... esos ojos ya no serán llenos de asombro ni impaciencia, decide, que era un buen tiempo para marcar distancia... que era un buen momento para apartarse de esto que crece haciéndole débil... solo avanza con simpleza con la nada en su gesto y un peso entre sus brazos -Esta bien Ototo-san, estaré bien- miente como siempre.

Alphard le da esa mirada de pena absoluta al comprender todo lo que no dice, se aparta de su camino dejándole ir... dejando pendiente el tema de los horrocruxes -Limpiare esto- ordena sin opción a darle la oportunidad de escapar de entregar la niña a su hogar -Enviare a Ishida-kun con los Granger-

-Bien-

Los Granger por supuesto que lo recibieron, aun cuando notaron el desastre que era... su prioridad es su hija a quien abrazan llorando... no hay rechazo como esperaba, el tonto padre de familia es terco en no culparlo cuando es por ellos que los persiguen... se queda como una sombra en esa casa hasta que llega el médico, un niño que le mira largamente, pero con rencores en el pasado, entra para hacer su trabajo.

Gin se marcha sin mirar atrás, sin embargo, algo familiar se instala de nuevo en si mismo.

Igualmente olvida el regañar a la niña.

XXXXX

Fin del capítulo.

Otro XD aprovechemos la inspiración pues.

Neah20 fuera.