Y de nuevo, tú

La cena con Philip se llevó a cabo el miércoles en un restaurante cerca del rio Támesis. Había descubierto que de las cosas que más le gustaba hacer con Philip era salir a conocer lugares tanto mágicos como muggles, era uno de este tipo en el que se encontraban ese día. No querían hacer su relación publica, ambos eran jugadores de quidditch y ella era una Potter, por eso estar en el mundo no mágico les traía mucha tranquilidad.

—Tú puedes con esa misión, estoy seguro—la reconfortó Philip después de que ella lo puso al día—y no te preocupes si no puedes a Francia, cualquier día después de un partido tomamos un traslador.

Personas alrededor giraron su mirada hacia ellos al escuchar la última palabra.

—O un tren—corrigió Lily y ambos soltaron una risita ante su chiste privado—Haré lo posible por ir.

—Te extrañaré.

—Y yo a ti.

Philip partió esa noche a Francia y Lily se quedó pensando por dónde empezar con esta nueva tarea encomendada.

Tenía muchas dudas acerca de la misión, pero la idea que más le inquietaba era la de acercarse a Scorpius con esa finalidad. Primero, a pesar de haber acordado ser amigos no había cruzado palabra con él después de la fiesta, no podía llegar de buenas a primeras a pedirle información sobre su abuela. En segundo lugar, y más importante, Teddy tenía razón cuando dijo que Draco no quería que su hijo se involucrara en temas de magia oscura.

Conocía a Scorpius mejor que nadie y efectivamente sus padres nunca le hablaron más de lo necesario acerca de la Era de Voldemort ni de los mortifagos y él tampoco tuvo interés en ello; el simple hecho de saber que su familia había quedado a la deriva y que su padre era el que más había perdido con eso, le quitaba cualquier deseo de averiguar más cosas. Claramente entendía por qué no era bien visto cuando entraba a algún lugar, pero ya no le interesaba otra cosa que hacer su vida y marcar su propio camino, justo como ella lo intentaba día con día. Por otro lado, sabía que su abuela era la persona más importante para él y que no se quedaría quieto si había un tema en el que Narcissa Malfoy tuviera algo que ver.

Pasó un día completo intentando encontrar la manera de sacar a Scorpius de la ecuación. Se encerró en una sala del ministerio y mapeo a todas las personas que podrían ayudarle con su investigación, pero al final siempre llegaba a Malfoy. Incluso pensó en investigar con Aleix, finalmente su abuelo era muy allegado a Bellatrix, pero era un camino más largo que al final también la llevaba con Scorpius.

Quiso seguir buscando información, pero Harry le recordó que había prometido cenar con ellos en Grimmauld Place y prácticamente la sacó a la fuerza del cuartel para llevarla a casa con él.

—Dijiste que era importante—se quejó Lily camino a la Red Flu.

—Y lo es, pero por experiencia te digo que no resolverás nada en una noche, puedes cenar con tu madre y conmigo. Desde que sales con ese chico, casi no te apareces por la casa.

Lily quedó petrificada ante la mención de Philip y se sintió traicionada por su mamá

—Ginny no me dijo nada—aclaró Harry como si leyese sus pensamientos—Te conozco, Lily y los he visto en varios periódicos, por más que intenten pasar desapercibidos.

Las mejillas de Lily se igualaron con el tono de su cabello. Su padre nunca había sido celoso con ella y sabía que se lo debía todo a su madre, que siempre le mencionaba lo normal que era el amor juvenil y le recordaba lo que ellos habían vivido en Hogwarts. Aun así, no podía dejar de sentirse apenada por hablar de esos temas con su papá o con James; a Albus le tenía toda la confianza pues él también le contaba todo cuando se veían.

La cena fue agradable y no se arrepintió de haber pausado su trabajo para convivir con sus padres. Antes de decidir mudarse las cosas con Harry cada vez eran más tensas por el problema de las misiones y les había impedido a ambos disfrutar de su familia como lo hacían en ese momento. Se preguntó qué había cambiado para que la dejaran tomar en liderazgo en una de las búsquedas que ella consideraría peligrosa, no sabía si había sido solo por la persuasión de Teddy o si, nuevamente, le estaban ocultando otra cosa. Finalmente decidió dejar ese pensamiento de lado, le habían dado la responsabilidad que pedía y ahora disfrutaba de la pasta que habían comprado de camino.

—¿Nos vas a contar entonces de Philip o tenemos que seguir viendo tu vida en periódicos? —preguntó Ginny.

No estaba segura si quería hablar del tema, se mordió el labio antes de responder, pero también era cierto que prefería ser ella la que hablara del tema con su familia antes de que leyeran las notas en Corazón de Bruja, que ya le había traído problemas en algún momento.

—Es el guardián del equipo—dijo finalmente—tiene 23 años, estudió en Beauxbatons y fue a Francia a pasar una temporada con su familia.

—Cuando regrese lo invitas a casa—pidió Ginny—le avisamos a Albus para que venga.

Lily hizo un gesto de desagrado.

—Albus y James ya lo conocieron en la fiesta de mi casa.

—Pero nosotros no y tiene que saber quiénes son tus padres—opinó Harry.

Lily los miró incrédula.

—Créeme que sabe quiénes son mis padres, todo mundo sabe quiénes son mis padres, ser hija de una de las jugadoras más importantes de las Arpías y de Harry Potter no es algo que se pueda obviar.

—Está bien—concluyó Ginny—pero mantennos informados de cualquier cosa.

La pequeña de los Potter rodó los ojos, pero no hizo ningún comentario adicional, por más que intentaba entenderlos le desesperaba tanta sobreprotección aun cuando ya se había ido de casa.

Al día siguiente tuvo que tomar una decisión respecto a su estrategia y con mucho pesar decidió buscar a Malfoy. Este accedió a verla en su casa por la tarde así que tomó una gran bocanada de aire y se apareció en el mismo callejón en el que había vomitado unos meses atrás.

Por primera vez pudo admirar el edificio tan bonito en el que Scorpius vivía, era enorme y con acabados muy finos. Estaba segura de que no era un lugar de magos exclusivo. Al quererse alejar de todo lo que su apellido conllevaba, los Malfoy dejaron sus pensamientos puristas por un lado y Scorpius no había tenido que crecer con ello, por eso podía comprar el departamento donde quisiera y vaya que tenía buen gusto.

Se mordió el labio antes de tocar su puerta, si no fuera porque necesitaba desesperadamente tener buenos resultados como auror, evitaría hacer esto. Pero ya estaba ahí y tenía que vencer todos sus miedos, incluido el de tener una amistad con Scorpius.

—Pasa—la recibió el rubio con una sonrisa—¿quieres algo de tomar?

—Agua está bien.

Caminó hasta el sillón, donde recordó quedarse dormida, y se puso a hojear los papeles que tenía en la mesita de centro.

—¡Me sorprendió mucho tu carta! —gritó Scorpius desde la cocina

—¿Por qué? —disimuló Lily—acordamos ser amigos, los amigos se visitan.

—Pues no es que lo hayas hecho mucho en estas semanas—apareció con dos vasos con agua.

—Estaba en final de temporada—se encogió de hombros—¿Fuiste a algún partido?

—No, lo siento. He tenido mucho trabajo.

Entre los papales de la mesa, Lily se encontró con una revista que le sorprendió mucho ver y además le causo gracia.

—¿Corazón de Bruja? —preguntó—¿Es en serio?

—Hay una nota sobre mí—respondió orgulloso—estoy en la sección de los solteros más codiciados en el mundo mágico.

La pelirroja soltó una carcajada.

—¿Y te han llegado muchas admiradoras después de eso? —preguntó con tono de alegría

—No más de las que suelo tener—le guiñó el ojo—es normal Potter, no todos son afortunados en el amor como tú.

Su sonrisa se difuminó de repente.

—¿A qué te refieres?

Sospechaba que Albus le había contado o que incluso él lo había deducido si es que la vio besándose con Philip en la fiesta, pero no pensaba que tuvieran que hablar del tema en ese momento.

—Pagina 7—respondió Scorpius y con un movimiento de varita hizo volar las hojas para llegar a lo requerido—se ven bien juntos, aunque creí que solo eran amigos.

En la colorida página se mostraba a Lily caminando de la mano con Philip por varias calles de Londres y tomando una cerveza en Hogsmade. Sus esfuerzos por pasar desapercibida habían sido en vano.

—Llevamos poco saliendo—confesó Lily, esperando concluir el tema.

—Me alegro mucho por ti—sonrió—ahora, dime ¿qué necesitas de mí? —Lily lo miró confundida—sé que no estás aquí solo para platicar, buscas algo así que dime.

Odiaba que Scorpius la conociera tan bien, se mordió el labio y antes de detallarle por qué lo había buscado, se sinceró con él acerca de lo importante que era que la reconocieran como auror y de la nueva oportunidad que le estaban dando. Al tratar de entender por dónde iba, el rubio alzó una ceja.

—En fin, mi nueva tarea involucra a tu familia—concluyó.

Al ver que no respondió nada, sacó de su bolsa su varita e hizo un momento para que el brazalete flotara frente a ello. Scorpius pareció reconocerlo en seguida y le lanzó una mirada confundida.

—¿Lo habías visto antes? —preguntó Lily.

Scorpius asintió.

—Mi abuela tenía uno igual, era la insignia de las hermanas Black. ¿Qué pasa con él?

Lily trató de resumir lo que Teddy le había comentado recibiendo monosílabos como respuesta.

—Necesito investigar si hay más de estos objetos y saber qué significan, si son horrocruxes o simplemente están malditos por algún otro hechizo. Este se encontró por casualidad en casa de Andrómeda, pero puede haber algo más. Bellatrix era una bruja demasiado peligrosa y..

—Lo sé, torturó a mi familia por años—la interrumpió fríamente.

La pelirroja se quedó callada.

—Lo, lo siento, Lily—tartamudeó Scorpius—por más que han intentado mantenerme al margen, sé cosas.

—Entiendo, tal vez fue un error venir aquí, tu papá no quería que te involucráramos—desvió la mirada—perdóname, creo que iré mejor con Draco.

—Él no puede ayudarte—la detuvo—la única persona que conoce los secretos de mi abuela soy yo y sé de los vínculos con sus hermanas.

—¿Me ayudaras entonces?

Scorpius asintió.

—No sé porqué mi padre les dijo que no me involucraran, pero estoy harto de quedarme fuera de los problemas familiares.

—Solo quieren protegerte.

—Igual que a ti—la miró a los ojos—y mira dónde estas, buscando información de Bellatrix Lestrange.

Lily se mordió el labio.

—Yo quise ser auror—respondió casi en susurro-tú….

—Yo quise dedicarme a las empresas, lo sé—completó—pero no pensé que mi familia se volvería a ver involucrada en estos temas.

Tomando un trago de agua, Lily esperó unos segundos para volver a hablar. Ahora se sentía culpable de meter a Scorpius en sus asuntos laborales.

—Debemos ir a Albania—agregó el rubio.

Lily parpadeo varias veces.

—¿Albania? ¿Debemos?

—Quiero ir contigo.

—No puedes, es mi misión como Auror, tú eres solo un testigo—alegó Lily moviendo las manos—solo indícame en qué parte de Albania

—No sé exactamente, mi abuela lo describía como un lugar al que fue con sus hermanas y que algo cambió en Bellatrix ese día.

—Intenta explicarlo y lo visualizo para aparecerme.

—Déjame ir—insistió.

—¡No puedo Scorpius! —gritó Lily—esta misión es muy importante para mí y no puedo distraerme en ti.

—No lo harás, te lo prometo, eso solo que creo que te puedo apoyar más si voy contigo.

Lily se mordió el labio y negó con la cabeza.

—Lo siento, fue un error venir aquí.

La pelirroja estiró su mano para tomar su varita y volver a guardar el brazalete en su bolsa. Sin embargo, antes de poder hacerlo la mano de Scorpius se posó por encima de la suya y de repente se sintió girando sobre sí.

En cuestión de segundos, la imagen del departamento de Scorpius se vio sustituida por un castillo de piedra.

Estaban en Albania.


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