Capítulo 4 | Caer
Necesito conseguir tu amor
Sakura
Retrocedo dos pasos con violencia, mientras proceso lo que él ha dicho ¿Oí bien? ¿Su casa? Ante mi reacción él se escusa rápidamente diciendo que solo es porque su madre quiere conocer a la persona con la que él ha pasado su tiempo libre durante la última semana, ¿Es que acaso él es un antisocial? Es decir, no soy precisamente quien para juzgar, pero, seamos realistas, sí ese no fuera el caso ¿Por qué su madre estaría tan ansiosa de conocer a un potencial amigo suyo? ¿O es que acaso ha llevado nuestra pequeña mentira hasta ese punto en que su madre quiere saber de mí? Ante esto último, soy consciente de que tendremos que mentirles también a nuestros padres, porque no podemos decir una cosa aquí, y otra a allá, sería terrible, terminaría en caos. Pero saber eso, solo me pone mucho más de nervios, para ser sinceros, en una semana le he tomado aprecio a Sasuke, porque sí bien, en algunas ocasiones suele ser un poco desesperante, hemos terminado por ser buenos amigos, nos soportamos mutuamente, aun cuando chocamos muchas veces, pero ya, es todo, no hay más, solo un aprecio que sospecho solo es un tanto superficial, no intereses románticos ¿Por qué debo ir a donde su madre? Nunca lo he hecho en mis veinte años, y solo de pensarlo mis piernas se vuelven gelatinas.
—Mi cuñada siempre molesta con que estaré soltero toda la vida, por eso abrí la boca de más con ella para que me dejara en paz diciéndole de nuestra supuesta relación y entonces ella le dijo a mi madre —
¡Felicidades! ¡Hemos desbloqueado un nuevo nivel en Sasuke Uchiha! En una semana, esta es la mayor cantidad de palabras que dice todas juntas, además, es muy fácil sentir el nerviosismo que hay en él por la forma rápida y atropellada de soltar todo, y lo admito, quiero reírme, pero me contengo porque puedo entender, de estar en una situación parecida habría hecho lo mismo, no, me corrijo, yo hice lo mismo, porque he sido yo quien nos metió en esta terrible bola de mentiras que se acumulan una tras otra como chicles debajo de las mesas. Además, puedo estar casi segura de que mi padre tendría el mismo tipo de reacciones ridículas si se llegara a enterar de mi "Relación", pues ha vivido los últimos cuatro años diciendo que debería conseguir una persona que esté conmigo, que no quiere que me quede sola, como si con un chico se fuera a solucionar mi vida. En realidad siempre he pensado que hay cosas que son mucho más importantes, al menos para mí, como ejemplo mi formación como médico, tengo que ser de principio a fin la mejor, o nunca conseguiré ser nadie, y si bien es cierto que tengo sentimientos del tipo romántico hacía Naruto, siempre tuve bien claro que no llegarían a nada, así que, en consecuencia pasé todo mi tiempo metida en los libros, los únicos que no me abandonarían.
Hasta que me rompieron el corazón y termine embarrada hasta no más en una relación ridículamente falsa.
—Está bien, es algo que tendremos que hacer en algún momento, porque ¿No se supone que nos queremos demasiado? Aunque sea patético tendremos que seguir nuestra mentira hasta con nuestros padres, al menos durante un tiempo prudente para que nadie se dé cuenta que solo es una tonta pantalla —Me quejo, él asiente, segundos después le hago una señal con la mano para que comencemos a caminar, siendo completamente honesta, siento que en cada paso que doy mis piernas tiemblan, y me las imagino como mantequilla derritiéndose bajo el fuerte sol
Las enormes puertas de llamativo color azul se imponen ante mí, y con fiereza me amenazan diciendo que caerán sobre mí en cualquier momento y agotaran cada una de mis respiraciones, pero claro que, esto solo es parte de mi imaginación, porque por el contrario, las puertas se abren permitiéndome ver el bonito jardín que se encuentra justo frente a mí y a la linda casa. A este punto creo firmemente que debería dejar de juzgar a las personas a la ligera, pues cuando supe que Sasuke era el hijo de uno de los hombres más ricos de este país, creí que viviría en una casa que sería tan enorme como un castillo, empero, es una casa promedio, linda, y con un aire sencillo, en la que con facilidad puedes sentir la calidez de un verdadero hogar. —Madre estoy ya en casa— Dice apenas ponemos un pie dentro de la residencia, una mujer aparece segundos más tarde, ella tiene el cabello de color oscuro, parecido al de Sasuke, de hecho, ellos dos tienen mucho parecido físico, así que indudablemente se trata de su madre. La mujer me observa a detalle, y mis piernas comienzan una vez más a temblar, seguro que esas malditas traicioneras me dejaran en ridículo como ya es costumbre.
—¿Quién es ella cariño? —
Él me mira con una sonrisa a todas luces nerviosa coronando su rostro, en el acto comprendo que quizá debería hacer algo, como por ejemplo, decir mi nombre, y no simplemente parecer una maleducada que se esconde detrás del cuerpo de alguien como una cría de menos de cinco años, sin embargo, mi cuerpo se niega con fervor a responder, y mi garganta parece haber sido sellada por la sensación de nerviosismo que nace desde mi estómago —Es Haruno Sakura —Toma mi mano, y aprieta ligeramente, gesto que hace que los nervios se dispersen y la movilidad de mi cuerpo regrese, así que apresurada hago una reverencia, intentando recuperar mi dignidad que se escapa por el bonito piso de madera. La mirada de su madre deja de estar completamente sobre mí, y en su lugar se pierden observando cómo es que la mano de Sasuke sostiene la mía con suavidad, la expresión de su mirada cambia de confusión a algo que nunca antes había observado, y luego, nos da la sonrisa más grande que su lindo rostro le permite, y yo que me había imaginado siendo corrida de esta casa en una tormenta horrible. ¡Pero que debería dejar de imaginarme escenas que solo pasan en los dramas y en las novelas!
—Sasuke, ¿Cómo conseguiste a una niña tan linda? —Ella se lanza a por mí y estruja su mejilla contra la mía, haciendo que esta comience a arder, puedo ver la sonrisa con un deje burlón dibujada en el rostro de Sasuke, seguro que le debe parecer la mar de gracioso y la debe estar pasando muy bien viendo como su madre tortura mi delicado rostro. Segundos más tarde, su madre ya ha empezado a indagar sobre mi vida, sobre aquello que hago, y aquello que no, sobre todo en "nosotros" nosotros, inteligentemente le decimos lo mismo que le hemos dicho a todos los demás, aunque para ser honesta, me parece bastante cruel mentirle con tal descaro cuando a todas luces parece muy emocionada porque su pequeño niño tenga "alguien especial" —Conozco un médico que tiene el mismo apellido que tú, trabaja en la clínica Nara —Me parece inevitable soltar una sonrisa, dado a que, mi apellido no es muy común, y conozco a todo el personal de la clínica Nara, definitivamente se trata de mi padre.
—Es mi padre —Ella sonríe, y luego mira a Sasuke.
—¿Por qué no me dijiste antes? —Él se encoje de hombros, mientras escucha como su madre sigue por delante con el reclamo. Cuando este ha terminado, ella de forma muy amable, me ofrece del pastel que acaba de hacer, presumiendo que es su mejor receta, la mujer parece feliz con eso, así que acepto, aunque mi consciencia no me quiere dejar en paz, supongo que si se llega a enterar en algún momento que solo mentimos, querrá arrancar cada uno de mis cabellos. Cuando ella regresa a donde nosotros, puedo claramente ver como sus pies se enredan y cae al suelo, sujetando con fuerza su preciado pastel, y quejándose, mientras hace el intento vano de ponerse en pie. Sasuke con rapidez le quita el pastel de las manos y lo coloca en la mesa que hay a un lado, me acerco a ella para preguntar si se encuentra bien -lo cual evidentemente la respuesta será no-
—Sasuke, ¿Podrías traerme por favor un poco de hielo? —Pido, él obedece y se marcha en dirección a lo que creo es la cocina de su casa, por suerte, no parece ser más que una torcedura leve, pero aplicar el hielo en la parte afectada será de mucha ayuda, si bien, apenas estoy en mi segundo año, me he visto involucrada en el trabajo de mis padres desde temprana edad, se bien que hacer al menos de momento, pero no puedo evitar sentirme un tanto inútil por no poder hacer nada más por ellos —Llamaré a papá, lo mejor es que la revise un profesional —Sasuke asiente a mis palabras, sin embargo, no me mira, pues no despega la vista ni un solo segundo de su madre, hay una sensación rara en mi corazón, que repentinamente se siente conmovido por la evidente preocupación de Sasuke, y como todo a desaparecido para solo prestar atención a su madre.
Estoy en serios problemas, eso lo sé bien en cuanto pongo el primer pie en la clínica y mi madre se lanza sobre mí para jalarme por el brazo y llevarme a un sitio retirado, donde nadie pueda oír, sé bien que ella detesta que les pida a mi padre espacios para consultas, porque por lo general terminan siendo para mis amigos, ella dice que solo hago que mi padre trabaje de más. Aunque por su lado, mi padre dice que no hay problema alguno en que haga eso, ya que es parte de su deber servir y ayudar a aquel que lo necesite, y mi padre se enfadaría mucho si dejo pasar las cosas cuando alguien necesita de su ayuda, y la verdad es que mi padre enfadado asusta más que mamá. —Mamá hablamos después sí —Sé que cuando "hablemos" lo más probable es que ella me grite hasta que se quede sin voz, puesto que me escabullo de su agarre y camino a pasos rápidos para poder así esconderme detrás de Sasuke y su madre como si eso fuera a evitar la furia que hay en mi madre.
Mi padre revisa el tobillo lastimado de la madre de Sasuke, y le dice que, con un poco de descanso estará bien, sin embargo, la mujer no desaprovecha la oportunidad para hablar —Tu hija es maravillosa —Le dice la mujer a mi padre, y él sonríe a todas luces maravillado por el halago indirecto —Es una suerte que ahora vaya a ser parte de mi familia— La sonrisa de mi padre pasa a ser burlona, mientras pone sus ojos sobre mí, por amor a todos los Dioses, esa no es una reacción normal de un padre, porque recuerdo bien que el padre de Ino casi asesina a Sai con la mirada, ¿Por qué me parece que mi padre se está burlando de mí?
—¿En serio? Sakura no me dijo nada —Responde
—Fue hace poquito, por eso no te dije nada —Respondo rápido, antes que las cosas se salgan de control.
—Me da gusto cerezo, ¿Sabías que yo vi nacer a este joven? —El rostro de Sasuke pasa a ser todo un poema después del comentario nada apropiado de mi padre, y a mí me es imposible no reír viendo como su rostro se vuelve rojo al tiempo que mi padre suelta su historial médico como si fuera lo más normal del mundo, evito hablar, pues sé que en este punto, cualquier cosa que diga solo pondrá un ambiente todavía más raro del que han creado las palabras de mi padre.
Cuando Sasuke y su madre salen del consultorio de mi padre, mi madre aún sigue mirándome un tanto extraño, seguro debe estar lo que le sigue a enfada, pero no me dice nada, en su lugar solo me da una pequeña bolsa —Lo trajo hace poco Temari, come en cuando llegues a casa— Luego de eso ella se marcha, dejándome sola con los Uchiha.
—Llama cuando llegues a casa — Sasuke revuelve mi cabello, y después sale del lugar junto con su madre, él por una extraña razón ha tomado la costumbre de revolver mi cabello cada que nos despedimos, en realidad, él ha tomado varias actitudes un tanto raras hacia mi persona, que me ponen de nervios, pero vamos, es Sasuke, el sujeto que se inventó toda una telenovela la semana pasada solo para que no fuéramos descubiertos. Él es raro. En cuanto llego a casa, lo primero que hago es disfrutar de la deliciosa pasta que Temari ha hecho, para luego subir a mi habitación porque tengo demasiados deberes por terminar ¡Estúpidos problemas de matemáticas! No entiendo cómo es que simples números puedes volverse tan complicados cuando se mezclan con las letras, para empezar ¿A quién se le ocurrió que era buena idea hacer eso? Esto debería considerarse como una especie de tortura, solo espero, que el buen samaritano de Sasuke no se haya arrepentido de ayudarme con mis deberes de matemáticas, o mi cerebro está en riesgo de explota cual globo.
[...]
Definitivamente sería la más brillante de mis ideas convertir a Sasuke en mi esclavo de tareas, específicamente hablando de las tareas de matemáticas, porque yo me habría tardado cerca de dos horas en hacer lo que él hizo en menos de quince minutos ¿Cómo es que puede ser simplemente tan inteligente y sin sudarlo? —Ahora tienes que pagarme, entendido —Pero, lo terrible es que lo que tiene de inteligente lo tiene de desgraciado, descarado y sin vergüenza ¿Cómo puede pedirme un pago por unos simples problemas de matemáticas? —Hamburguesas— Dice, con voz escueta, así que doy por entendido que sí o sí le tendré que comprar la hamburguesa que ha pedido. Fue hace dos días que él me ha ayudado con mis problemas de matemáticas, y desde ese momento no ha dejado de molestar diciendo que debo comprarle una hamburguesa a forma de pago por su arduo trabajo, pero por Dios, que solo han sido unos simples problemas —Qué tú no podías resolver— Me responde cada que intento defenderme diciendo que no eran realmente la gran cosa, es un jodido pretencioso.
—Eres lo peor Sasuke Uchiha— Suspiro, mientras miro lo vacía que se ve mi billetera, él revuelve mi cabello, mientras sonríe de lado por haber resultado triunfante, todo mientras esperamos en el pequeño lugar, una vez más, le he juzgado de una forma incorrecta, porque, cuando dijo que quería un pago pude imaginar que pediría una barbaridad, no una simple hamburguesa mal preparada en un puesto de la esquina, donde todo es de dudosa procedencia, creí que era el típico niño rico que está acostumbrado a tener todo, y que solo come en lugares por demás exclusivo, pero me he equivocado, y terriblemente. Porque estamos sentados, en una banca, en medio de un parque, a la vista de todos, simplemente comiendo hamburguesas, mientras él se burla de mi porque las hamburguesas son demasiado grandes como para que pueda morderlas de forma correcta, lo admito, me he equivocado en cada cosa que he asumido de él, la primera vez, pensé que era un tipo presumido y arrogante y aunque tiene sus momentos, no lo es, me ha mostrado en muy poco tiempo que tiene un alma tan pura como la de un niño pequeño, solo que no sabe cómo expresarse y lo que mejor le sale es ser grosero. Y en consecuencia -y de forma bastante irónica- estar con él es mucho más agradable de lo que creí que sería, no hay ni una sola limitación respecto a lo que debo ser, desde que lo conocí me deja ser yo misma de forma libre, sin que tenga que cubrir ni uno solo de los aspectos de mi despulida personalidad, no le importa quedar en ridículo por estar alrededor mío, definitivamente estamos creando una sólida y sincera amistad. La cual deseo que sea para siempre.
—Eres una torpe— Se burla, mientras termina por embarrar mí nariz con los sobrantes de helado que han caído en su mano, a causa mía, joder, por fin consigo algo de él, y mi delicioso helado de menta tiene que caerse de manera trágica, por mi forma torpe de ser.
—Oye —Me quejo —No me digas así, él jodido perro salió de la nada, era lógico que me iba a asustar— me defiendo, él sonríe, mi helado se ha desperdiciado en su totalidad, sin embargo, no me siento triste, creo que hay muchas cosas que importan más que el helado que ahora está embarrado en mi nariz y en su mano, creo que hay cosas que es más importante atesorar en este momento de repentina paz que él me da.
[...]
Nota: Me parece que alguien preguntó cada cuanto estaría actualizando (quizá me lo imagine, porqué no encontré eso en ningún otro lado además de mi correo, pero igual es que no sé mucho sobre como funciona la plataforma, perdonen a este ser ignorante de tanta tecnología?) y bueno, no tengo fechas establecidas, vendré y pondré algo cuando mi tiempo de adulto me lo permita, que posiblemente sea una o dos veces a la semana, pero no os preocupéis porque yo abandone esto, en realidad ya está terminada desde hace mucho y es relativamente corta no son más de veinte capítulos, y los capítulos son cortos para no agobiar a nadie. Lyly se va
