Disclaimer: Los personajes son de propiedad de Stephenie Meyer solo la historia es de mi autoría.

Capítulo 14. Averiguación

Tome sus manos cuando termino su relato la mire con compasión, no podía imaginar el dolor y la angustia de todos estos años encerrada sin tener cerca a su hijo sintiendo perdida su vida.

-Bella créeme que hice todo por salir de ese lugar en una ocasión incluso organice un motín en ese momento aún nos permitían hablar llegado el día de nuestro escape todo fue en vano ya que una de nosotros había vendido su lealtad Heidi nos delato con el director, el castigo fue cruel y muchas no sobrevivieron, es algo que nunca me voy a perdonar.

-No tienes que convencerme de nada, no sufras por sobrevivir, tú eras una víctima de ese infierno. La animé ella era una persona valiente, de uno de los del escritorio saco un cuaderno con tapa negra.

-Sé que fui la víctima, pero mi conciencia me pedía hacer algo en este cuaderno registré todas las atrocidades que presencié, el nombre de las madres a las cuales les arrebataron a sus hijos, este cuaderno ayudará a que cierren ese lugar y que paguen cada uno de esos miserables.

Dijo cada una de esas palabras muy decidida, la mire con admiración por arriesgarse a reunir esa información.

-Tienes razón ese lugar no puede seguir existiendo tenemos que hacer algo al respecto y castigar a esos miserables, no permitir que escapen.

-Ya Garrett se está encargando de investigar junto con las autoridades, pero se van a tardar un poco tuvimos que acudir a mandos más altos ya que la mayoría de la policía local fue corrompida, son gente muy peligrosa, Bella no sabes a que nivel.

Tenemos que estar preparadas porque tendremos que enfrentarnos con esos demonios.

-Estoy lista. Dije con voz firme sin dudar. – Luego le tocara el turno a Victoria. Agregue jamás me olvidaría de lo que me había hecho, solo me quedaría tranquila cuando la viera encerrada.

Elizabeth asintió –Un paso a la vez. Me dijo y se levantó de su lugar y abrió una ventana respiro profundo y algo le llamo la atención me acerqué a ella pude ver en el jardín a Sophia que caminaba por el jardín junto con Emily.

-Sophia aún no está bien para declarar su propia experiencia, pero mientras tanto a través de nosotros tendrá justicia. Dijo su mirada era de tristeza.

- ¿Sabes porque la encerraron? Le pregunté intrigada quería entender que valía tanto para que ella tuviera que terminar en este estado.

-Ese lugar no solamente se encargaba de las mujeres embarazadas también recibían mujeres que eran consideradas un obstáculo para su familia o que estorbaran ese fue mi caso y el de Sophia.

Cuando quedo huérfana siendo una niña fue criada por sus abuelos su familia es dueña de Bancos y otros negocios, para su abuelo el resto de sus familiares no eran más que parásitos que esperaban que muriera para heredar todo por igual, pero este hombre decidió dejar todo a Sophia, ella junto con su fiel abogado se encargarían de darles lo suficiente para vivir, a pesar de su edad estaba bien instruida en los negocios y descubrió que el abogado la había traicionado, pero ya era tarde ella fue traída al psiquiátrico para enloquecerla así cuando fuera presentada en un juicio ella fuera declarada impedida lo perdería todo incluso su vida.

Todo esto me lo contó cuando acababa de llegar me mandaron a calmarla ojalá hubiese podido ayudarla más.

-Es terrible por los motivos que sean que nos hagan esto somos indefensas en sus manos. Le dije dándome cuenta que había vivido en una burbuja protegida sin saber del mal que existía y sin nada para defenderme.

-Lo importante es que ahora estamos a salvo, ahora me arrepiento de haberme enojado con Jacob por rescatarla y arriesgarnos a todos debió ser su remordimiento lo que lo impulso, él es un buen chico.

- ¿Por qué dices que fue el remordimiento? Le pregunte tenía un nudo en la garganta.

-Jacob tuvo que ser parte de los que le aplicaban el tratamiento a esa pobre muchacha, actuó para demostrar que no tenía emociones para que confiaran en él, pero yo lo descubrí sufriendo por lo que había hecho. Me senté sentía una gran opresión en mi pecho por la situación que había tenido que pasar Jacob.

-No estés triste mi querida niña porque todo el sufrimiento que vivimos fue para un bien mayor. Asentí tenía razón y su voz me calmo, escuchamos que Jacob llamaba a la puerta.

-Entra. Le dijo Elizabeth, tomando el cuaderno lo guardó de nuevo en el cajón.

-Bella. Grito Jacob y me dio un largo abrazo, Garrett lo acompañaba.

-Como estas.

-Muy bien, no podría estar mejor ahora que estoy a salvo. Tome sus manos y lo mire a los ojos.

-Gracias por ayudarme. Dije y regresé a ver a ambos, Garrett asintió.

-Ya sabes que te quiero como a una hermana, jamás me habría perdonado dejándote a tu suerte.

-Perdónenme, pero tenemos que hablar de algo muy importante. Nos interrumpió Garrett con un tono serio.

-Desde muy temprano Jacob y yo hemos estado trabajando en conjunto con las autoridades, como Elizabeth sugirió los implicados de los crímenes en el Hospital podrían intentar escapar, deben estar asustados de que todo se descubra con ustedes libres.

-Sí, lo más seguro es que ya alertaron a sus cómplices en la policía para que nos busquen. Dijo Elizabeth alterada.

-Ya los están vigilando y la mansión está rodeada con vigilantes armados, aquí están a salvo. Jacob se acercó a mi lado yo solo miraba hacia la pared tratando de no pensar en el peligro que había corrido.

-Para acelerar todo el proceso es necesario que declaren todo lo que saben.

-Declarare cuando lo requieran. Aseguro Elizabeth.

-Yo también estoy dispuesta. Dije aun sabiendo que mi experiencia ayudaría a incriminar a esos malvados, pero sería Elizabeth quien despejaría todas las dudas.

-Yo estaré contigo en todo momento para apoyarte. Me dijo Jacob como siempre protegiéndome tome su mano y asentí me sentía segura siendo resguardada por todos ellos, aunque tan solo quería ser capaz de alguna manera de protegerme por mi misma, sentirse tan débil, frágil no era una sensación que me agradara.

La policía llegó al día siguiente en la tarde, fui la primera en declarar no demore mucho en detallar el encierro, fue Elizabeth y Jacob quienes se demoraron, los espere en una de las salitas tomando té y galletas.

Pensaba en todas las implicaciones y me di cuenta que, si la noticia trascendía y Victoria se enterara no dudaría en escapar, vi que Garrett se acercaba.

- ¿Garrett podría hablar contigo?

-Claro precisamente venía a hacerle compañía. Me respondió muy amable.

-No sé si sepas que fue mi tía Victoria la que me encerró en ese lugar.

-Jacob nos contó a la tía abuela y a mí todo lo relacionado.

-Quería hablar con la policía para que la noticia no se divulgara no quisiera que Victoria escapara.

-Bella, puedes estar tranquila porque todo ha sido contemplado ninguno de los que les hicieron daño se libraran de su castigo de eso me encargo yo, con la información que nos dio Emily Victoria muy pronto tendrá su castigo ya no le queda mucho tiempo en libertad.

-Eso es perfecto, me tranquiliza mucho. Le dije podía confiar en que Victoria no se saldría con la suya, mis pensamientos se calmaron, pero mi cabeza me dolía. –Creo que me voy a descansar un poco todo esto me ha fatigado. Me masajeaba las sienes tratando de aliviar el dolor.

-Permítame acompañarla. Se ofreció Garrett le iba a decir que no era necesario, pero al levantarme el malestar me convenció asentí y me ayudo a subir las gradas me acompaño hasta la puerta de mi habitación ni bien entre al cuarto tome la manta que estaba a los pies de la cama.

Me recosté de acuerdo al doctor que habían traído a quedarse y que revisaran a Sophia y a mí, a Sophia le pronosticaba una pronta recuperación había tenido mucha suerte no había sido expuesta por tanto tiempo a los medicamentos.

A mí ya no me faltaba mucho para que mi bebe naciera, cerré mis ojos y trataba de imaginar cómo sería tendría los hermosos ojos de Edward, pare el recuerdo ahí y trate de pensar en otras cosas como varias veces antes lo había hecho para no sentir el dolor de su perdida, el cansancio me venció y me dormí.

A mitad de la noche unos ruidos de unos pasos me despertaron había dormido por muchas horas. –Tengo que escapar. Repetía la voz aterrorizada ¿quién podía ser? Me dije mentalmente me levanté de la cama y abrí la puerta lentamente tratando de no hacer ruido, ¿el resto de los que estaban en la casa no había oído? Bajé las escaleras y con la tenue luz del candelabro de la entrada reconocí a Sophia que salía por la puerta como pude corrí tras ella.

-Espera Sophia, ¿A dónde vas? Le grite para que se detuviera lo más alto que pude, esperaba que mis gritos despertaran a alguien dudaba que pudiera alcanzarla, en un momento resbalo y se enredó en su camisón se quedó hecha una bolita como protegiéndose me arrodille a su lado toque su brazo y temblaba. –No me haga nada déjeme ir, por favor. Suplicaba. –Sophia nada malo te va a pasar, yo soy la amiga de Jacob.

-No, que Jacob no se me acerque, que los enfermeros no se me acerquen los medicamentos me hacen daño. Dijo alejándose un poco.

–Para salvar a Bella tienen que lastimarme. Grito desesperada me quede paralizada ante lo que acaba de oír.

-Bella estas bien. Gritaba Elizabeth acercándose a nuestro lado y Jacob hacia lo mismo con Sophia, ella intentaba volver a escapar el doctor se acercó con su maletín vi que algo le inyectaba.

-Vamos esta helada. Me dijo Elizabeth llevándome adentro en la entrada nos esperaba Emily tenía un paño que sostenía en su frente llegamos a la habitación me ayudaron a entra en la cama y me dieron un poco de agua, deberíamos llamar al doctor tiene la mirada perdida.

-Estoy bien, pero sus palabras me han lastimado. Le dije casi como un susurro. -Ella piensa que es mi culpa el daño que sufrió en el hospital.

-Ya hablamos de eso Bella las cosas tenían que pasar así todos tuvimos que pagar nuestro precio para salir de ese lugar. Me dijo recostando mi cabeza en su regazo, poco a poco mi mente lo analizaba y me tranquilizaba.

-Ve con el doctor Emily para que te de algo para ese golpe que te dio Sophia. Le recomendó Elizabeth ella se fue e intenté dormir como me pedía Elizabeth, pero por más que cerraba los ojos me mantuve despierta hasta el amanecer y así el sueño iba y venía durante dos noches.

Había preferido ir a dormir temprano aquella noche me desperté sintiendo terribles dolores, tenía mi regazo mojado, grite llamando a Elizabeth y a Emily nadie respondió los dolores, los dolores se calmaron lo suficiente para levantarme de la cama busque a Elizabeth en su habitación, pero no estaba escuche un ruido y decidí bajar por la escalera me senté en los escalones al final.

El ruido y la luz venían del despacho como pude me acerqué –¡Mi hijo está vivo! Sollozaba Elizabeth.

-Sí durante un tiempo estuvieron con el preparándolo para traerlo. Escuche, reconocí la voz como la de Jasper. –Edward está vivo. Dije bajito respiré hondo los dolores estaban volviendo hasta que emití un enérgico quejido que hizo que todos salieran de la oficina.

Entre Jasper y Jacob siguiendo las indicaciones de Elizabeth me llevaron a un cuarto en el primer piso. –Vayan a buscar al médico. Gritaba Elizabeth, todo era tan confuso.

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Me desperté desorientada había soñado que Edward estaba vivo, recordé el dolor y me llevé las manos a mi vientre.

-Mi bebe donde, ¿Dónde está mi bebe? Dije desesperada.

-Despertaste por fin, Bella ¿quieres conocer a tu hija? Escuche decir a Elizabeth estaba sentada en una mecedora.

-Claro que sí. Le dije emocionada con cuidado me senté apoyada en el espaldar de la cama, la tomé en mis brazos y le di un beso en la mejilla ya no sentía más que alegría en ese momento el amor por mi hija era capaz de sanar las heridas más profundas en mi corazón.

-Debes alimentarla. Me indicó Elizabeth sentí un ligero dolor en mi pecho la regresé a ver asustada.

-Es normal. Me explico. –¿Has pensado en un nombre para tu bebe?

-En el psiquiátrico tuve mucho tiempo para pensar en uno. Le respondí sonriendo. –Quiero que se llame Renesmee en honor a mi madre a tu hermana que siempre me cuidaron, su segundo nombre será Elizabeth. Le anuncie ella sonrió agradecida a mi mente llegaron imágenes del parto.

-Casi no puedo recordad el parto ¿Qué sucedió?

-El parto fue muy difícil, en cuanto llego el medico hizo todo por ayudarte al final te desmayaste… creímos lo peor, pero el médico garantizo que sólo estabas exhausta. Sonreí pensando en lo que iba a decir.

-Entonces no lo soñé ¿Edward está vivo? Le pregunté y me recordé no generar esperanza ella sonrió.

-Sí, es verdad Jasper nos trajo la noticia. Me dijo y me pidió a mi hija que se había quedado dormida le di un beso en la mejilla, la coloco en una hermosa cuna que estaba junto a mi cama era como ver a un ángel.

- ¿Él ya sabe dónde estoy? ¿sabe de ti? Le dije agitada.

-No es tan sencillo. Me dijo apenada mirando hacia otro lado.

-Cuéntame lo que sea. Le exigí no quería quedarme con esa duda.

-Tiempo después de que Victoria te encerrara a mi hermana y a su esposo le informo la policía que Edward estaba vivo en Detroit ellos, todos se fueron para cerciorarse de que fuera él y traerlo de vuelta.

-Por eso cuando Emily fue a pedirles su ayuda para rescatarme no los encontró. Dije casi en un susurro.

-Sí fue por eso y en cuanto mi hijo regreso fue a exigirle a Victoria que le dijera en donde te encontrabas, pero ella le dijo que tu habías muerto. La mire desconcertada ante aquella revelación. –Ella le conto que el lugar en el que te encontrabas se había incendiado le mostro los papeles de defunción y que durante su ausencia te había enterrado. Ellos no le creyeron ¿cómo reconocer un cadáver carbonizado? Les entregó un relicario que estaba en tu supuesto cuerpo, creemos que de alguna manera ella se enteró del regreso de mi hijo y para no ser descubierta planifico todo.

-Esa mujer no tiene límites es un monstruo. Le dije a Elizabeth llena de rabia con mis manos hice un puño de la rabia. – A caso pensaba tenerme encerrada como hicieron contigo. Elizabeth me abrazo y continuo.

-Bella ella ya había ordenado acabar con tu vida y que les entregaran el cuerpo simulando que moriste en un incendio, por lo que revisé en las declaraciones de los detenidos ellos le entregaron a Victoria otro cuerpo querían vender a tu bebe primero y luego te matarían.

-Si Victoria es un monstruo esa gente no se queda atrás. Le dije respirando muy rápido estaba llena de rabia ya no podía contener mis lágrimas.

-Por eso no quería contarte tienes que calmarte. Me dijo angustiada.

-No, hiciste bien. Dije limpiando mis lágrimas. –Tengo el derecho de saber a o que enfrento y estar preparada. Seria fuerte ahora que la vida me había devuelto a Edward y tenía a mi hija haría todo por detener a Vitoria.

- ¿Cuánto tiempo tenemos que esperar para que Victoria sea apresada?

-Con las pruebas que tiene Jasper en su poder ya no le queda mucho tiempo libre, pero Jasper cree que lo mejor es que o se entere nadie más que estamos vivos aún no sabemos cómo se enteró la otra vez.

-Estoy de acuerdo, pero quisiera estar presente cuando la arresten. Dije era mi manera de calmar mi ansia de venganza.

-Eso lo decidiremos luego, primero está tu recuperación. Me dijo con tranquilidad, yo asentí confirmado lo que me pedía solo sería por ahora en realidad mi cuerpo me pedía descanso.

Emily junto con Sophia llegaron con una bandeja de comida. –El doctor me dijo que debías comer a esta hora, que te despierte si es necesario. Me sentencio Emily muy alegre, Sophia se acercó a la cuna y su rostro se ilumino con una sonrisa.

-Tu niña es un ángel. Me dijo alabándola son voz musical sonreí orgullosa, terminé de comer y me sentí con más fuerza me levanté y me senté en una silla que daba a la ventana logré reconocer a Jacob, Garrett y otros dos hombres que se acercaban a la casa con armas, volví a la cama mi vientre aun hinchado me dolía.

- ¿Dónde está la niña más hermosa de esta casa? Escuche decir a la tía abuela Charlotte, la ayudaba una doncella.

-No debió hacer semejante esfuerzo por venir, nosotros ya íbamos a llevar a la niña para que la conozca. La regaño Elizabeth acercándose a ella.

-Elizabeth cariño parece que no me conoces. Le dijo a Elizabeth caminando hasta la cuna la doncella trajo una silla se sentó frente a mí.

-Mi querida niña la maternidad te ha sentado de maravilla. Me dijo pellizcando amablemente mi mejilla. –Quiero obsequiarle esto a tu princesa. Me dijo y la doncella me entrego una cajita rosa con moño adentro encontré un collar con un dije de un ángel debían ser de oro además de tres monedas doradas.

-Tía abuela es un regalo muy generoso se lo agradezco, gracias por todo. Ella me vio con una media sonrisa. –Lo que hicieron con ustedes fue una vileza, tengo el dinero y los contactos me voy a encargar de que todos los involucrados paguen. Sus palabras parecían una promesa.

–Muy bien ahora si me voy a descansar, ya no me veas así Elizabeth. Salió riéndose, siempre admiraba su jovialidad ¿sería el poder que poseía el que le permitía ser así?

-Lamento molestarte, pero el doctor recomendó que caminaras, por lo menos unos 20 minutos ¡vamos! Te ayudo. Me ayudo a levantarme no quería mover ni un musculo, pero si esto me ayudaba a estar bien más rápido lo haría.

- ¿Puedo ser yo quien te ayude?

-Claro que sí. Y me ayudo a salir de la habitación su semblante era amistoso caminamos despacito de un lado al otro por el pasillo.

- ¿Cómo te has sentido? Le pregunte para entablar conversación.

-Eres muy amable debería ser yo quien te hiciera esa pregunta. Ya se escuchaba más animada y despierta a diferencia de aquella noche.

-Eso no es del todo cierto, porque en nuestro caso tenemos heridas que no son visibles.

-Lo que dices tiene mucho sentido, pero me he sentido muy bien con ustedes fui muy afortunada de tener su ayuda, aquí me siento segura hasta la tía abuela Charlotte me ha ofrecido su ayuda, después de que murieron mis abuelos jamás me sentí así con mi familia.

-Me alegro por ti, sentirse tan vulnerable no es nada agradable. Ella me miro muy seria y luego me bajo la mirada.

-No quiero que lo tomes a mal, pero cada vez que lo pienso agradezco que tu estuvieras encerrada en ese lugar porque así puede ser libre, me salvaste la vida, gracias por eso.

-No es necesario queme agradezcas después de todo también sufriste. Le dije con voz suave recordado lo que me había gritado esa noche.

-Por favor olvida lo que te dije esa noche estaba aún perdida, lo que me paso pudo haber sido realizado por cualquiera de los otros enfermeros, pero tuve la piedad de Jacob que me salvo de mi terrible destino. Dijo esto conmovida.

-Gracias por quitarme este peso de encima. Le dije respirando profundo no me había dado cuenta de tanta culpa que llevaba.

-Como no ser generosa después de haber vuelto a la vida.

-Creo que ya es suficiente de caminar. Le indique que me ayudara a ir a la habitación me acosté en la cama y me relaje.

-Duerme un poco si quieres. Me recomendó Elizabeth. –Nosotros nos encargaremos de Renesmee. Asentí y me dormí segura de que mi hija y yo estaríamos a salvo.

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-Ya debes estar cansada de estar encerrada. Me dijo Elizabeth me había pedido que la dejara cuidar de Renesmee.

-No tanto, cuidar de mi hija hace que el tiempo pase sin sentir. Le dije peinando el cabello de mi bebe con mí mano.

-Podrías salir a comer en el jardín con Emily y Sophia yo voy a cuidar de la tía abuela.

-¿Es grave lo que tiene? Le pregunte alarmada.

-No, sólo esta fatigada todo este ajetreo la ha fatigado es la edad.

-Si es solo eso, me alegro.

-Voy a buscar a Emily, Sophia y voy a disponer que todo se arregle en el jardín.

-Gracias. La vi salir de la habitación, no me había dado cuenta de lo aislada del exterior que me había mantenido ayudaba mucho que todos vinieran a hacerme compañía en mi convalecencia, tomé a mi hija y me senté en la mecedora.

-No sabes cuánto te quiero mi Renesmee, muy pronto los que nos hicieron daño serán castigados papá, tu y yo estaremos juntos otra vez. Me sentía feliz tan solo de imaginarlo, bajamos al jardín los terrenos eran inmensos muy arreglados llenos de flores en una de las pérgolas dispusieron la mesa con comida, conversamos de diferentes temas por algún tiempo despejamos la mente de nuestras penas.

Jacob se apareció de pronto. –¿No interrumpo su almuerzo? Nos preguntó con su jovial sonrisa.

-Para nada ya hemos terminado de comer, ahora disfrutamos del postre ¿nos quieres acompañar? Le indique como en los viejos tiempos.

-Ya he comido. Se excusó. –En realidad vine porque necesito que Sophia me acompañe al despacho un abogado nos espera para resolver tus asuntos.

-Por supuesto. Le dijo Sophia sonriendo, Jacob le ofrecio el brazo y caminaron hasta la mansión ella sonreía la sonrisa de Jacob era incomoda.

-Es mi imaginación o aquí pasa algo. Mire a Emily intrigada.

-Tienes razón yo también he notado un acercamiento entre ellos, pero he preferido o involucrarme.

-Tienes razón si algo ha de surgir lo mejor es dejar que todo fluya solo. Me alegre mucho por Jacob y mentalmente les desee a ambos lo mejor, que esto no fuera solo por agradecimiento.

Tomé a Renesmee del moisés con cuidado de no despertarla la envolví en su cobija el viento empezaba a soplar con más fuerza, Emily tomo el moisés mientras las doncellas recogían todo lo del almuerzo.

Garrett se acercó a nosotros con una sonrisa, parecía muy amigable en ese momento se me ocurrió algo.

-Oh, creo que llegue tarde para acompañarlas. Nos dijo torciendo el gesto.

-Si ya nos estábamos retirando hacia la casa, pero me gustaría pasear un poco por el jardín ¿me acompañarías?

El asintió con la cabeza y sonreí. –¿Podrías cuidar de Renesmee? Le pregunte inmediatamente a Emily ella me miro y levanto una ceja.

-Confío en ti para cuidarla. Le asegure.

-Está bien. Me dijo le di un beso a mi hija y se la entregué y vi cómo se alejaban hasta la mansión, Garrett me ofreció su brazo y caminamos hasta acercarnos a las fuentes.

-Gracias por acompañarme, después de todo ese encierro que viví es un privilegio estar al aire libre. En ese momento un viento fuerte hizo que cayeran las hojas de los arboles como una lluvia, sonreí agradecida por ese mágico momento que me regalaba la naturaleza.

-Ya no debes pensar en eso ahora es momento de tiempos mejores. Me animo sujetando mi mano. – Lo sé. Le dije casi en un susurro estaba organizando mis ideas. –Ha sabido algo de Victoria ¿sabe cuándo la van a encerrar?

-Creí que Elizabeth te había contado, es cuestión de días para que la encierren tanto las autoridades de Inglaterra como las de acá están trabajando en conjunto ya la están vigilando.

-Ella no me dijo nada, debe ser porque le pedí estar presente durante el arresto. Como siempre quería protegerme.

-Están esperando a que llegue los familiares de la victima de Victoria en Londres eso lo ha retrasado. Mire hacia otro lado e intente calmarme de lo que acababa de oír.

-Victoria cometió un crimen en Londres ¿Cómo fue que lo descubrieron?

-Gracias a Emily, mientras la vigilaba escucho una conversación de Victoria con James en la que él la amenazaba con denunciarla por sus crímenes en Londres.

-Mi mamá tenía toda la razón en desconfiar de ella. Dije sintiendo un nudo en la garganta, me recompuse para decir por fin a lo que había venido.

-Por favor prométeme que me va a llevar el día que la detengan, no importa lo que digan los demás es mi derecho. Le suplique mirándole a los ojos.

-Te lo prometo si a cambio me prometes que te vas a mantener a una distancia prudente que no te vas a poner en peligro.

-Prometido. Le dije muy segura de lo que hablaba. –Quería pedirte algo mas ¿podrías enseñarme a usar las armas? Le dije casi en un susurro su rostro demostró incredulidad por lo que le acaba de decir ¿acaso había ido muy lejos?

-Bella me acabas de prometer que te vas a mantener a salvo y me pides esto.

-Sé que es difícil de entender, pero es mi mejor manera de lidiar con esto, quiero por lo menos tener la sensación de que puedo protegerme a mi misma. Le dije y lo volví a mirar a los ojos para que notara mi sinceridad.

-Te voy a enseñar, pero no te voy a dar un arma para que la lleves contigo ¿estás de acuerdo? Me pregunto más serio.

-De acuerdo.

- ¿Te parece bien por las tardes?

-Es perfecto. Le confirme.

Caminamos de regreso a la mansión, me despedí de Garrett y me apresuré a subir a la habitación me detuve por un momento en uno de los pasillos tratando de sacar de mi mente el peligro que había corrido cerca de Victoria, entre en la habitación Emily caminaba de un lado al otro con Renesmee.

-Qué bueno que llegaste Renesmee esta hambrienta ya iba a ir a la cocina por algo para ella. Me dijo angustiada entregándome a mi hija me senté para alimentarla.

-Lo siento no creí que me demoré tanto. Me disculpe su expresión de preocupación no cambiaba, me dio la espalda mirando la ventana de un momento a otro me volvió a mirar.

-Bella, creo que no deberías ser tan amigable con Garrett, él podría malinterpretarlo. Mire a Emily desconcertada.

-No entiendo a qué te refieres, me conoces lo suficiente para saber que yo no accedería una situación así.

-No es por ti, es que hace un tiempo escuche sin querer una conversación de Jacob y Garrett, él le confeso que sentía lago muy fuerte por ti y que estaba dispuesto a cuidar de ti y de tu hija. Aquella información me dejo un poco impresionada.

-Eso debió decirlo antes de enterarse de que Edward está vivo, Garrett es un hombre muy inteligente y deducirá que estas circunstancias nunca le correspondería. Emily me miró fijamente durante unos segundos.

-Tienes razón no lo pensé de ese modo, aun así, no está demás que lo sepas.

-Gracias Em. Le dije sintiendo mucha alegría por tener tantas personas dispuestas a cuidar de mí y de mi hermosa hija.

Como Garrett había prometido cada tarde me enseñaba a disparar la primera cosa que me hizo aprender fue a poner las balas en el cargador y especialmente la seguridad del arma para que no se dispare por error.

Jacob y Emily se disgustaron de esto, pero Elizabeth se pudo de mi lado.

-Una mujer debe aprender a defenderse. Les dijo y me acompañaba para que aprendiéramos juntas, ceder en esto seguramente era para mantenerme contenta ya que no planeaba llevarme al arresto de Victoria, cada día mejoraba mi puntería la adrenalina de usar un arma hacia que mis venas picaran.

Ya casi se ocultaba el sol en el horizonte así caminamos de regreso Garrett se acercó sigilosamente y tomando mi mano me dejo una nota en cuanto llegué al cuarto no tuve más remedio de encerrarme en el baño.

-Bella mañana es el día Victoria va a ser apresada, yo te avisare en la mañana alista todo.

Respire profundo y llore pensando en las implicaciones ahora sí sería una realidad me recontaría con todos, con Edward y por fin se haría justicia contra esa malvada.

Me recosté en la cama esperando a que no escuchara ni un solo ruido del exterior me deslicé por la habitación armando una maleta con ropa mía y de mi bebe, había convencido a Emily de que no se quedara para ayudarme a cuidar de Renesmee, tenía que aprender a cuidar por mí misma de ella.

Intente dormir, pero tan solo daba vueltas en la cama mi niña apenas se despertó dos veces, por fin el algún momento de la madrugada me quede dormida.

Unos golpes en la puerta me despertaron –Bella despierta ya es hora. Me levanté y corrí hasta la puerta.

-Dame unos minutos para arreglarme.

-Sería conveniente que bajara las maletas. Le abrí la puerta y acompañado por uno de los mayordomos sacaron las maletas, me encerré en el cuarto cambien rápidamente a Renesmee, me puse un vestido y zapatos cómodos, me demoré un poco más alimentándola.

Salí del cuarto con mi hija en brazos y me topé con Emily y Sophia al final de pasillo sus rostros de desaprobación me alerto de que sabían a donde iba ¡maldita sea! Pensé.

-Bella, no vayas deja que ellos se encarguen. Me suplico Emily

-Piénsalo bien el viaje va a ser agotador para ti y Renesmee.

-Voy a ir es mi derecho y no me importan lo que me digan. E intenté seguir por el pasillo esquivándolas, me sentí mal por hablarles de ese modo, pedo pudo más mi obstinación.

-Déjame acompañarte. Me ofreció Sophia y acepte debía ser razonable.

-Está bien. Les dije con voz más suave.

-Emily tú también puedes venir. Le indique ella negó con la cabeza.

-Prometí atender a la tía abuela, cuídate mucho. Me abrazo y me acompaño hasta la entrada donde Garrett me esperaba en el auto junto con el chofer.

Mientras esperábamos Garrett cargo a Renesmee y la entretuvo después de unos minutos que me parecieron eternos Sophia bajo con una maleta.

-Despídeme de la tía abuela. Le grite a Emily en cuanto encendió el auto, no me pareció adecuado despedirme de ella y preocuparla.

-Cuídate mucho, se prudente. Me dijo, salimos hacia la carretera abrace a mi hija con júbilo por ir a recuperar mi vida.