Harry Potter le pertenece a JK Rowling.

Pareja: Albus Dumbledore y Gellert Grindelwald.

Capítulo 15: Primera Pelea.

Gellert cruzó los brazos sobre su pecho y sonrió con burla frente a Albus. Esto tenía que ser una broma, de mal gusto pero broma al fin y al cabo.

-¿Es una broma? Preguntó mientras le observaba sin dejar de imitar sus gestos.

-¿Acaso te lo parece? Colocó una mano sobre su sien masajeándola estaba empezando a estresarse demasiado pronto.

-No puede ser posible. Albus, esto es una conspiración. ¿Acaso no hay nadie más que se haga cargo de Ariana?

Ya no pudo contener su rabia, de todas las cosas que podían pasarles a los dos, tenía que ocurrir esto. ¿En que momento dejaron sola a la niña? Ese descuido le había costado la vida a Kendra Dumbledore matriarca de la familia. Y Albus al ser el hermano mayor debía hacerse cargo de su inestable hermana menor.

-Abeforth, quiere quedarse con su custodia, pero aún no ha terminado de estudiar.

-Esto atrasa nuestros planes y sueños.

-Lo sé, no quiero volver y quedarme ahí, pero mientras mi hermano no termine los estudios no podemos irnos.

-¡Estoy harto! ¿Tu familia es más importante que yo? ¡Podemos llevarnos a Ariana! ¡Incluso cuando dominemos a los muggles ella será libre! ¡Nadie le podrá hacer daño de nuevo! En menos de seis meses el poder será nuestro.

El corazón de Albus se rompió al escuchar a Gellert decir que él no le importaba. Claro que le importaba, lo amaba más que a si mismo, pero aunque la amargura llenó su corazón no podía darle la espalda a sus hermanos aunque quisiera, si esos muggles no hubiesen atacado a su hermana, toda su familia estaría completa, y el pudiera irse sin ataduras.

-Gellert, tu sabes que eres importante, pero yo no puedo controlar a Ariana, el único que puede es Abeforth. Incluso el tendría que ir con nosotros, pero yo le mandé a estudiar, es fundamental que se siga instruyendo.

-¡Ves como ellos son más importantes que yo! ¡Me decepcionadas Dumbledore!

A Albus le dolía cuando lo nombraba por su apellido, sabía que estaba furioso con él, pero él no quería pelear con su amado, necesitaba que lo entendiera. Acababa de perder a su madre.

Ella era lo único que le quedaba de sus padres. Tenía que hacerlo entender que era necesario quedarse un tiempo más, cuando su hermano cumpliera la mayoría de edad podrían irse estando seguro que Ariana estaría segura de su cuidado.

-¡Todos son importantes! ¡Ellos son mi familia y tú eres lo que más quiero! No seas injusto conmigo. Fue lo único que pudo decir sintiendo su voz quebrándose ante él.

Gellert se dio cuenta que estaba siendo demasiado grosero con Albus, hacía a penas unas horas habían enterrado el cuerpo de la señora Kendra en el cementerio, a penas habían dado de cenar a Abeforth y a Ariana.

Se dejó llevar por la ira que sentía por el enojo de que no podrían hacer todo lo que querían, la dominación mundial podía esperar un poco. Se relajó un poco, si iba a ser el mago tenebroso más famoso de todos los tiempos tenía que estar totalmente seguro al lado de amante.

Se acercó a él, lo tomó de las manos, y le dio un suave beso en el cuello. Albus se estremeció ante el contacto, aún le tomaba por sorpresa cuando Gellert se comportaba de esa manera con él.

-Lo siento Al, me deje llevar. Sé que esperas mucho de mí y yo lo único que estoy haciendo es herirte, ni siquiera te he dado mis condolencias por la muerte de tu señora madre. Será mejor que me relaje. Tienes razón a Abeforth no le quedan más que algunos meses para alcanzar la mayoría de edad.

Albus solo pudo observarlo en silencio, agradeciendo que por fin estaba siendo sensato. Los muggles no se irían a ningún lado, para cuando su hermano fuese mayor se irían ellos dos.

Juntos como habían estado desde que se conocieron, desde que los dos aceptaron que no eran simples amigos, desde que iniciaron su relación secreta. Todos creían que ellos eran grandes amigos cuando en realidad eran mucho más que ello.

Algunos los llamarían amantes, pero en realidad eran novios. Sospechaba que la única que lo sabía era Ariana, puesto que un día se besaron en la sala de estar. Su hermana jamás le dijo una palabra si es que había sido testigo de aquello.

-Discúlpame a mi, se que nuestros planes están casi por cumplirse pero ya queda poco tiempo para ello. Lo abrazó sintiendo el fuerte aroma de su perfume que embriagó sus fosas nasales.

-Bien. Tomemos una tasa de Té. Tendré que aplazar algunas cosas pero estoy seguro que las resolveré a la brevedad posible.

Albus sonrió ante su novio, solo esperaba que esto fuera el principio de la gloriosa vida que les esperaba. Sabía que si Gellert estaría a su lado todo iba a estar bien. Los dos eran sumamente poderosos estando juntos nadie iba a poder derrotarlos, una nueva era les esperaba a los magos y brujas con ellos al mando.

Sirvió el té para ambos, llevó un paquete de galletas para que lo pudieran degustar juntos, mientras hacían planes para el futuro. De ser posible habría opción de llevarse a Ariana con ellos, Abeforth podía quedarse en el pueblo si ese era su deseo.

Solo esperaba que de ahora en adelante todo saliera bien para ambos. Sonrió creyendo que en su futuro solo les esperaba poder riqueza y una nueva era dorada para los magos.

Los muggles nunca volverían a lastimar a nadie más allegado a él. Era una promesa que se hizo después de aquella humillación que les hicieron y que rompió a su familia. Sabía que su amado Gellert pensaba como él, ellos con su nuevo orden mundial los someterían a todos, sin tenerles piedad.

Se sonrojó mientras tomaba de la mano a su novio mientras ambos observaban el atardecer a través de la ventaja.