Harry Potter le pertenece a JK Rowling

Pareja: Rodolphus Lestrange, Bellatrix Lestrange y Lord Voldemort.

Bonus: Rabastan Lestrange.

Capítulo 19: Poliamor.

Rodolphus sabía que el no era el único amor de Bellatrix. Siempre supo que su interés en las artes oscuras era mayor al afecto que a él le tenía. Por eso no le sorprendió el día que ella se declaró eternamente enamorada de Lord Voldemort.

Incluso el mago tenebroso sabía de los sentimientos de su seguidora más leal.

Pero sabían que a lo mucho sería una relación entre tres aunque más allá del amor los unía, el poder, la ambición, la riqueza y el deseo de destruir a todos los que no pertenecieran a los mortífagos.

Se habían casado entre así porque eso era lo que esperaban por ellos, Rodolphus la veía más como amiga antes que como una esposa, o una amante, aunque no podía negar que su compañía era agradable en otro sentido de la palabra.

Aunque el siempre reconocería que el verdadero amor de su esposa era su Señor Tenebroso. Aunque sabía que Lord Voldemort tenía aprecio por ella, le tenía respeto, si un día llegaba a fijarse en ella, sería solo como una diversión.

Para desgracia de Bellatrix, el verdadero amor de su señor, de Lord Voldemort, el que era eterno y no lo cambiaría por nadie era la inmortalidad. Lord Voldemort deseaba, anhelaba serlo, vivir para siempre siendo la máxima autoridad del mundo mágico, torturando a los traidores a la sangre, destrozando a los sangre sucia y matando a los muggles.

El próximo orden mundial sería el mejor de todos, eliminando a todos aquellos que no pertenecían a su estatus.

Bellatrix podía estar loca para los demás, incluso a él podían llamarlo así, ya que su corazón no le pertenecía a nadie más que a la pureza de la sangre, aún así le guardaba un cariño profundo a quien era su amiga de la infancia, incluso estaba feliz si un día el Señor Tenebroso ponía su atención en ella, en ellos. Porque Rodolphus y Rabastan eran sus más fieles seguidores.

Incluso lo seguirían siendo si el caía, aunque todos confiaban en que no sería así.

Bellatrix no podía aceptarlo, el tampoco podía hacerlo ni mucho menos Rabastan.

¡Su señor había caído ante un estúpido bebé de un año! La impura de la madre del engendró había usado una magia ancestral para derrotarlo al sacrificarse por el niño.

Muchos huyeron al ver que su reinado había desaparecido. Pero ellos no, su amor por Lord Voldemort era demasiado fuerte, leal, desmedido. Tomarían venganza porque no se iban a quedarse cruzados de brazos.

Y vengaron a su Señor. A su manera, en sus términos, hubieran querido seguirlo haciendo pero los detuvieron, ojalá hubieran podido seguir. Y ahí en Azkaban esperarían pacientemente, porque sabían que serían liberados.

Su señor llegaría a ellos, y los liberaría para ser más leales lacayos. Y sonrieron aunque muchos más gritaban en aquel lugar al que los magos no podían escapar por más que lo intentaran. No importaba cuanto debían esperar, lo harían acurrucados en la esquina.

Rodolphus Lestrange sonrió ante Bellatrix, ella le imitó en su acción, aunque tenían esposas en sus manos sellando la magia de sus cuerpos, los dos juraban bajo la marca Tenebrosa en sus brazos que esperarían el retorno de su Lord. Porque así como Bellatrix lo amaba con locura, el lo adoraba por ser la representación de la visión de lo que él quería del mundo.

Esperando en medio de la oscuridad a que su Señor volviera a aparecer.

Así pasaron 15 años.

Lord Voldemort regresó, liberándolos de su prisión eterna. Solo los más leales que siempre le esperaron para ser exactos 9 mortífagos y un traidor de la sangre fueron los que alcanzaron la libertad.

Rodolphus, Bellatrix rieron a carcajadas sabían que su Señor había vuelto por ellos, los más leales de sus seguidores. Incluso Rabastan estaba en esa lista.

Tenían mucho trabajo por realizar, muchos sangres sucias que eliminar, y traidores a la sangre que torturar, destrozar a Harry Potter el niño que había derrotado a su Lord.

Corrieron como dementes mientras la luz, el viento despeinaba sus cabellos sucios por los años encerrados en las celdas. Los dementores recién unidos al Señor Tenebroso le permitieron escapar.

Nadie los detuvo y nadie los detendría de estar al servicio de su amo.

Y así fue como poco recuperaron la fama tan siniestra que tenían, por ser los más leales, sádicos y violentos seguidores de Lord Voldemort.

Bellatrix quería destacar ante su señor. Pero a Voldemort solo le interesaba triunfar podía tenerle respeto y quizás un día tomarla como una diversión pasajera. Pero solo a eso podía aspirar.

Voldemort no necesitaba de nadie, él solo era un hombre en busca de la inmortalidad, alguien que no tenía amigos, que no quería tenerlos tampoco y que ni uno solo de los que lo seguían podía serlo.

Solo estaba enfocado en destruir a Harry Potter.

A veces Bellatrix sentía celos de eso, también odiaba al mocoso, pero era la única criatura viva que llamaba la atención de su señor. Quisiera que Voldemort la buscara más allá de solo ser su servidora más leal.

Rodolphus solo ansiaba destruirlos a todos, Bellatrix esperaba ser reconocida por Voldemort y Voldemort quería matar a Potter, para finalmente ser el único líder, la máxima autoridad del mundo mágico para finalmente poder destrozar a todos los impuros y a los asquerosos muggles.

Algunos pueden decir que Bellatrix estaba obsesionada con Voldemort y que eso no era amor como ella tantas veces pregonó. Rodolphus podría ser visto como una víctima de infidelidad, pero él estaba al tanto de los sentimientos si así se podía llamar a lo que sentía Bellatrix por Lord Voldemort. Y al Señor Tenebroso solo le importaba la inmortalidad su verdadero amor.

Tenían algo, no era el amor bonito que podían otros sentir, era una relación de tres personas, cuatro si contaban a la inmortalidad que no era una persona como tal, y con Rabastan ya eran cinco y si contaban al niño eran seis, pero estaban unidos entre sí: Rodolphus apreciaba a Bellatrix, Bellatrix amaba a Voldemort, Voldemort ansiaba ser inmortal y destruir a Harry Potter y Rabastan, él solo era Rabastan.