Fic de
Historias de Albert y Candy
Eres mi Universo
Por Mayra Exitosa
Inspirado en la imagen de Alexanegin para OctoBERT 2022
Mientras el capitán Andrew se hallaba muy lejos dándose habilidades para continuar su búsqueda personalizada, pues había perdido a su sobrino y en su familia, las cosas no marchaban como quisiera, se sentía culpable, a la vez indignado de que su gente no se preocupara por Candy como él insistía en que se le buscará.
Albert sabía que estaba prohibido para todo norteamericano, más siendo marina militar por lo que se tuvo que cambiar de estatus y buscar conocidos en Irak para poder localizarla de algún modo por su propia iniciativa, era como si a Candy, la tierra se la hubiera tragado y no iba a quedarse de brazos cruzados; así se encontraba con un amigo que se dedicaba a salvar perros y no había aceptado su salida de Irak, por lo que lo auxilió mientras adoptaban a los animales que protegía, Albert se hizo pasar por un indigente que ayudaba a su mejor amigo dándoles comida y educando a todos los perros que se encontraban esperando por una mejor vida, así estuvo más de cuatro meses llegando el mes de mayo cuando por fin se enteraba que Candy había salido en uno de los aviones herida y que allá no se había quedado ninguna americana rubia con las descripciones de su mujer, por lo que los vuelos después de la explosión solo fueron a Dinamarca, Londres y Alemania, así que tenía que buscar datos de esos últimos vuelos.
Para entonces salir de Irak ya estaba más complicado, el compañero había sido promovido a otro país con todos los perros que le quedaban, había una raza que nadie quería por ser supuestamente muy agresiva, los Akitas americanos, mismos que estaban prohibidos en New York después de varios incidentes agresivos por descuido de sus dueños al no poder educarlos con respeto y cordialidad; la madre de los cachorros Akita se había trasladado a Dinamarca junto con dos de sus cinco cachorros que continuaban en adopción, para poder salir tuvo que adoptar y traer junto a él a los últimos dos perros con ese pretexto por fin pudo viajar a Londres, donde para su bendita sorpresa en el consulado americano habían reportado a una enfermera militar la cual ya se había marchado a Washington y tenía una cita dentro de un mes aproximadamente para ser identificada por sus familiares.
- Disculpe señor, ella ¡Es mi prometida! Soy el Capitán Andrew, William Albert Andrew, estoy en viaje personal actualmente he estado buscándola desde aquel trágico accidente, perdí a un familiar en esa explosión, por lo que no pude encontrarla. El hombre lo veía con un rostro compungido por todo lo que contaba que había pasado mientras estuvieron en Irak, amablemente le respondía, - Tiene tres semanas que se fue de Londres, la acompañan su rescatista, el Capitán de vuelo Alistar Cornwell y el hermano de este, además debe usted saber que hay un problema con ella. - ¿de qué se trata? ¿Está muy mal? - Tuvo un golpe en la cabeza, bastante grave, por lo que no recuerda nada ni a nadie. - Eso no importa, lo realmente bueno es que se encuentra con vida, soy su novio y es mi prometida, no tiene otra familia, hágame el favor de notificar que marcho ahora mismo en el siguiente vuelo a Washington para identificarla. - Daremos aviso, Capitán Andrew.
Lejos de ahí sentada en una banca de un hermoso parque, continuaba sin poder recordar nada, sabía que Stear estaba muy ilusionado con ella y su hijo, su hermano la cuidaba mostrando interés también en ella, lo cual le avergonzaba y el médico le había aclarado que ambos no eran nada suyos ni de su bebe, luego de haber sufrido múltiples golpes, Stear la había sacado de aquel lugar escondiéndola y sin notificar a nadie, por lo que cabía la posibilidad de que su familia la diera por muerta, la familia de sus amigos le hicieron ver que la habían ocultado de muy mala manera, alejándola de todos sus conocidos hasta que por fin fue llevada a los estados unidos, pero no portaba ningún documento, todas sus cosas se habían perdido, sus huellas con las lesiones no estaban bien definidas, se mantuvo demasiado tiempo convaleciente, luego el descubrimiento de un embarazo y al final, aun no podía recordar quien era, solo que su pequeño bebe era su mundo y no había nada más importante para ella, que él.
- Candy ¿quieres caminar un poco? Insistía Archie con una sonrisa, luego de tomar su mano y darle un beso galantemente, avergonzándola. - Solo me gustaría poder sentarme bajo el árbol, y gozar de su sombra un rato más. - Bien, te ayudaré, pondré una cobija y te sentaré en el pasto, anda vamos, Stear no vendrá hasta la próxima semana. - Ha estado volando mucho, - Si quiere estar aquí cuando nazca tu hijo. - No es su padre, no debe sentirse así, deberían pasear con chicas solteras y sin compromiso. - Eres mi chica, aun con tu hijo, no me importa, gatita. - ¡Archie! Sabes bien que no es correcto. - Si no vas a aceptar a mi hermano, estaré más que feliz de cuidar de ti y de tu hijo, por favor, Candy.
Ella notaba que ambos hermanos la apreciaban y sospechaban que el padre de su bebe, habría muerto en Irak, más ella sin recuerdos no quería involucrarse en tener una pareja, sabía que cuando llegara la cita, pertenecía a la milicia y ahí la podían resguardar hasta que se recuperara, le habían leído sus derechos y sus acciones militares abarcaban el resguardo completo de ella y su bebe, todo lo que había declarado de ella, Stear. Fue suficiente para que en vez de recibirla en Washington, la trasladaran a Chicago, por lo que había tomado una decisión, y era irse sin avisarles, para esconderse en las atenciones militarizadas, como lo que ella era, una enfermera que podía volver a recordar sus tiempos de servicio y si fuera necesario, capacitarse de nuevo para intentar volver a empezar. Ambos hermanos eran muy atractivos, más ella significaría una posible discusión en el cariño de los dos.
Archie había salido a traer helados, ella se quedaba bajo el árbol, por entre las ramas el sol le molestaba en su mirada y su mente divago a su niñez en un orfanato, donde era feliz y corría libre con muchos niños a su alrededor. Inesperadamente el rostro de un hombre apareció en su mente diciéndole, - Te amo tanto, no importa lo que pase, mi amor por ti es inmenso. Luego con su rostro empapado en llanto abrió los ojos y vio a Archie caminando con helados en sus manos y un hombre tocaba una gaita vestido con kilt, en un costado del parque donde ella se emocionaba porque era la primera vez que recordaba algo de su vida.
Continuará...
Gracias por sus amables comentario en fanfiction y en OctoBert 2022, esperando completarla lo antes posible.
Agradecida por no tomar mis escritos, ni adaptar ni utilizar por ningún medio auditivo o plataforma alternativa, en parte o completa ninguno de estos.
Con sincero aprecio,
Un abrazo a la Distancia
Mayra Exitosa
