Lala Lulu: Hola! Pues sí, que el Mamo-team se ponga sus lentes y saque las palomitas, éste será el cap donde lo verán gozar. Oh sí, gozará ¡Duro contra el muro! Y no será el único, sigue la Luna de Miel caliente. Una sorpresa para Vegeta y las bodas que se organizan. Y como dicen Año nuevo, vida nueva para muchos ¡A gozar mis cielas! Una rolita en honor al encuentro sensual entre Darien y Bulma...
¡Advertencia! Si ya has leído mi historia anterior sabrás que yo no escribo Lemon, sino Smut, mucho Smut. Smut es sabrosura primero, explicaciones después. Así que esto es para adultos ¡Porque soy una maldita pervertida!
No me pertenecen los personajes, son Creaciones de Akira Toriyama y Naoko Takeuchi. Hecho por un fan, para algún otro fan que ande dando vueltas por la Vía Láctea…
"¿Qué esconde la noche?
Va aguardar entre nosotros dos
O sentir o pensar
Se me lleno de luz la noche
Es porque yo vi nadar
Delfines en tu voz
Y sentir sin pensar
Solo que aún hoy
Sigo aún, aún hoy
Sigo amán-
Amándote a ti
Aún hoy (aún hoy), mi amor (mi amor), aún hay (aún hay)
Dos cuerpos con alma
Se esconden del sol (sol)
De noche se escapan
Aún hoy (aún hoy), aún hay (aún hay)". Una noche, Canción de Alejandro Sanz feat. The Corrs.
Capítulo 40
Ponía los ojos en blanco sintiéndose un poquito harto. Miraba su teléfono y respondía casi monosilábico a la insistencia de ésa mujer. Ve que le envía fotos de ella en su closet, probándose vestidos ¡¿Qué carajos le sucede?! Sigue limpiando, y pensando en reacomodar su vida. Los primeros enemigos en irse, son las botellas. Aunque casi no quedaba ninguna vacía.
—Hola… Hooolaaaa… Darien…
Una voz en el aire lo hace dar un saltito, mientras limpiaba debajo de un mueble. — ¡Auch! —Se golpea la cabeza. Toma el teléfono muy enojado. — ¡Sí! —Sisea mientras se frota la cabeza.
— ¡Ja! ¡Y te haces llamar Príncipe de la Tierra! ¡Ésa no es la manera de hablarle a una mujer como yo! —Bulma se cruza de brazos.
—Hola, "Señorita Briefs" ¿Qué se le ofrece a la mujer más rica del planeta? —Muy sarcástico, se sienta, deja el paño y la escoba con la que limpiaba. Sin querer empuja la bolsa de las botellas haciéndolas resonar.
Bulma frunce el ceño preocupada al escuchar botellas, en verdad que no quiere que él caiga en la bebida. Se aclara la garganta. —Sólo quería saber si tu planes autodestructivos seguían en pausa, y que no tendría que buscar pareja a último momento. — Hace una pausa al escucharlo gruñirle. — Además… No me dijiste nada de los vestidos que te mostré…
Resopla duro por la nariz y revisa los mensajes con las fotos que le envió. —Pues es de Gala, son todos negros… Cualquiera te sirve. — La escucha pensativa y respirando. —Bueno, sigo vivo, me da igual cualquier vestido ¿Algo más que quieras saber? La gente común no tiene sirvientes y estoy intentando sacar toda la basura.
— ¡Oye! Yo también hago tareas domésticas ¡No te creas! —Muy ofendida se aleja del escritorio donde estaba repasando algunos planos mecánicos. — ¿Tienes traje? No vayas a ir disfrazado… Habrá mucha gente influyente, empresarios, científicos, Doctores… Algunos de la prensa.
Darien se toca la barba y un poco el cabello, revisa en su mente si tiene unos zapatos brillantes para ir. —Sí, tengo algo que podría usar. Pensaba guardarlo para mi entierro. —Darien larga una risita.
— ¡Ja-Ja! Comediante. —Bulma pone los ojos en blanco y se cruza de brazos.
—Sí… No vuelvas a hacer que la llamada se conteste sola o te mando a la mierda.
—Pues tú deberías responder, Princi—La deja con la palabra en la boca, cortándole en seco la llamada. —¡Hmp! ¡La realeza es grosera sin importar el Planeta! —Bulma vuelve a abrir su laptop ¡¿De qué le sirve tener un amigo homosexual si ni siquiera la ayuda a elegir un vestidito negro?! Resopla a un lado. Bueno, quizás es porque hace poco salió del closet. Pero ¡Ja! Se va a conseguir un vestido despampanante ya verá. Ése grosero y engreído de mierda.
…
Vegeta y Serena hacían algunos movimientos de artes marciales. Estaban lado a lado, con unos pantaloncillos cortos y una camiseta de algodón. Tiraban un gancho, un paso de lado, una media patada, un giro. Dos golpes de puño y avanzaban con una patada alta luego de un giro. Vegeta veía impresionado como su esposa aun recordaba lo que le enseñó en la habitación del tiempo. — ¡Excelente! —Vuelve a la posición inicial. —Recuerda… —La toma del abdomen. —Si haces la patada correctamente, la fuerza saldrá del vientre, por lo tanto habrá un siseo característico en la respiración. —Se pone de lado y tira una patada alta.
—Fuuu… Quisiera llegar tan alto como tú ¡Ja! —Tira la patada lo más alto que puede.
—Haces bien la técnica, debes recordar preocuparte por la flexibilidad siempre. —Se tira en la arena y le muestra un Split completo. —Los tendones son los cables principales de nuestro cuerpo… —Levanta la vista a verla, está conteniendo la risa. — ¿Qué? —Frunce el ceño.
—Jajaja, nada. Te pareces a un actor que hace artes marciales. —Serena se tira en la arena e intenta lo mismo.
Vegeta se acerca por detrás para acomodarla. —Así, recuestas la pelvis, y en principio te sostienes con las rodillas. Tiras los codos adelante ¿Sientes ése pequeño tirón? —Ella asiente. —Bueno, son tus "cables". De a poco ves tus límites para extender más la abertura de las rodillas. —Se pone frente a ella y le muestra. —Así, hasta que… Split. —Le enseña el proceso completo de la posición.
—Tus cables son de acero ¡Qué tramposo! —Infla sus mejillas e intenta abrir más las rodillas. Vegeta se acerca a sostenerla del trasero.
—Es importante que tu pelvis se mantenga contra el suelo. Puedes tener un esguince por una tontería. —Con la palma completa la toma del trasero y la presiona. —Ahí, de a poco irás avanzando. —Le habla en su oído y se recuesta un poco contra su espalda, para asistirla en la posición. Sus ojos azules chocan con él, tan brillantes y relajados. Le deja un beso en su oreja. — ¡Hm! Creí que querrías descansar de verdad… —Se pone a pensar que hace casi una semana que no salen de la cama.
—Pues a mí se me hizo raro que tú aceptaras entrenar. — Serena toma aire y cuenta hasta 30 mientras estira sus piernas. —Te veías débil. Quería darte un respiro ¡Ju! —Se gira y lo esquiva mientras intenta atraparla del brazo.
—Repítelo. —Vegeta la desafía. —Dime débil de nuevo. —Se acomoda de manera depredadora.
Ella dibuja una sonrisa ladina brillante. —Débil. — Lo esquiva con mortales hacia atrás, pero después del tercero pierde estabilidad, de un salto toma vuelo y se arroja al agua.
Vegeta se sumerge con ella, la atrapa en sus brazos y la lleva a la superficie. Se ríen juntos. — ¿Ves? Si fuera un puma, ya te habría devorado completa.
Serena mete sus dedos en su melena negra y mojada. Lo acerca a un beso, enreda sus piernas a su cintura y menea su pelvis despertándole una erección. Hasta los besos salados de Vegeta son deliciosos. —Mmm… ¿Qué tan privada es la playa?
Levanta una ceja ¿Acaso sugiere…? —Jajaja, muy, muy privada. Pero no creo que se pueda hacer algo respecto al PH o la sal del agua. —La ve fruncir el ceño. —No todo lo que lees en ésas revistas obscenas se puede hacer realidad.
—Ya te dije, se llaman mangas smut, no "revistas obscenas". Creí que si me pedías que te enseñe ¡Uh! —Se exalta al sentirlo estrujar bien duro su trasero y besarla con algunas succiones su cuello. Suspira pesado, tira la cabeza hacia atrás para darle mejor acceso, ella se aferra posesiva a su espalda.
—Hmmm… Lo siento, no valoro toda tu riqueza cultural. —Da unas risitas al verla rendida en sus manos. — Volvamos nadando. Me muestras a ése actor que hace artes marciales, así sigo apreciando todo lo que tú puedes enseñarme. —La suelta y se acomodan para nadar. La ve nadando de espaldas, la imita. —A cambio puedo seguir enseñándote qué se puede hacer y qué no en el sexo de la vida real.
—¡Puf! Te conviene hacer valer tus palabras ¡Príncipe de los Saiyajin! —Serena se gira y arranca a nadar estilo libre. Escucha las risas de Vegeta en plena carrera, eso la llena de alegría, es un sonido cálido que la relaja. Así como está segura que a él le pasa lo mismo.
Entra trotando muy coqueta a la cabaña, deja cada pieza de ropa mojada en su camino al baño. Prende la ducha, apenas se mete debajo del agua las manos de Vegeta se entrelazan con las suyas contra los azulejos. Lavan la sal del mar de sus cuerpos, entrelazan sus piernas.
La recorre posesivamente con sus manos, por la espalda, su nuca y vuelve a bajar con besos, bebiendo el agua de su cuerpo. Apenas están listos para salir, pone su miembro endurecido entre sus piernas, no para estimularse, sino para sentir su trasero contra su pelvis. Ella larga un suspiro ahogado. Atrapa su boca en un beso y uno de sus pechos en una mano y la lleva a la cama. Se tira con ella amortiguando el rebote del colchón, se ríe un poco. —Ah, así mojada, tu piel es mucho más sensible. —Le habla entre jadeos, intentando recuperar el aire que les quitó el beso.
Serena se retuerce sintiendo las gotas del cuerpo mojado de Vegeta caer en su espalda. Sus masculinas manos cubren por completo su espalda, en un masaje firme hasta su trasero, la abre de piernas.
—Así, afirma tus rodillas en el colchón. —Vegeta la acomoda, deja que ella tire su peso hacia adelante, mientras ella se aferra a las almohadas. Es muy parecido a la posición de práctica del Split.
Escucha el rasguido del paquete plateado y luego siente el peso de Vegeta sobre ella. Se retuerce cuando siente su virilidad acomodarse contra los labios de su vagina, frotándola para lubricarse. —Ah, sí. Vegeta… Me encanta ¡Nnh! Todo lo que me haces me encanta…—Luego, la invasión de su punta inflamada la hacen presionar las fundas, gira su cuello para verlo. Muerde su labio inferior completo, poseída por las sensaciones.
Él la toma del mentón y lame su labio cuando lo suelta de sus dientes. Se apoya con la mano libre sobre el colchón, y siente la base de su saco golpetear el trasero de Serena. El centro de su esposa se retuerce, dándole un espasmo exquisito. Es la manera perfecta de empezar con las embestidas. —Oh, tu cuerpo sí que me conoce… También me encanta todo, todo lo que me haces…— Suelta su mentón. Mete la mano entre el colchón y su cuerpo para atrapar uno de sus senos. Empiezan a moverse.
Serena grita de placer al ser sacudida de ésa forma, no es un ritmo salvaje, pero es firme y duro hasta el fondo. Le encanta la humedad de sus cuerpos erizándolos en cada parte que sus pieles hacen contacto. El peso sobre su cuerpo, los besos de su esposo en su hombro. Luego el filo de sus dientes recorriendo su cuello la hacen poner los ojos en blanco. En un momento Vegeta queda abrazado a su cuerpo. Serena se siente rodeada por sus músculos, por su respiración, sus latidos estridentes. Ya no sabe si son sus palpitaciones o las de él las que estallan en sus oídos. Los gritos y los gemidos de ambos resuenan al mismo ritmo acercándose a la cumbre del placer. Vuelven a desplomarse agitados y se esconden una vez más entre las sábanas. Ésta Luna de Miel sí que es soñada.
Tan soñada que un poco de melancolía los recorre mientras llegan en el Jet a su casa. Quedaron en silencio al subir las maletas, y miraban por la ventana mientras estaban en velocidad crucero. Cuando aterrizan, Serena se estira completa, como tomando valor. Vegeta se quita el cinturón y afloja los hombros, también como si intentara tomar valor. Se abrigan, en pleno Noviembre el frío se hace notar. Cuando Serena está caminando al portal de la casa, Vegeta la toma en brazos. — ¡Oh! Jajaja. —Ella se ríe de su gesto tan caballeroso.
—Te lo dije, iba a cruzar el portal de nuestra casa contigo en mis brazos. —Le da un beso en la mejilla. —Sé lo que estás sintiendo. Pero ahora empieza lo mejor, ya verás. —Se inclina para que Serena ponga el código a la puerta. Da un gran paso adentro, se escuchan dos explosiones.
—¡SORPRESA! ¡FELIZ CUMPLEAÑOS VEGETA!—Gritan las Sailor y los Saiyajines, también están Bulma, Gure y Trunks.
Vegeta suelta bruscamente al suelo a Serena, haciéndola pegar un gritito agudo— ¡MALDITA SEA MI GUARDIA BAJA! —Explota su Ki al techo, una vena salta en su frente. — ¡Mujer! ¡¿Esto era lo que secreteabas por teléfono todo el viaje?!
— ¡¿Cómo se te ocurre tirarme así?! —Serena presiona sus puños frente a él, se frota el trasero. — ¡Me duele el trasero! ¡Maldito gruñón! —Unos flashes los encandilan, se giran a Bulma.
—Oh, tal cual lo esperado ¡Excelente! —Bulma se ríe. —Anda Vegeta, hicimos pizzas en montañas, como a ti te gusta. —Se gira a servirse una cerveza.
— ¡Ja! ¿Qué tal estuvo? —Raditz pasa su brazo por encima de Vegeta, le guiña un ojo. Justo que Vegeta truena su puño para mandarlo a volar…
— ¡Ya Raditz déjalo! —Bardock lo quita y se lo lleva a Vegeta. —Debes estar cansado por el viaje ¿Verdad? —Bardock le da unos codazos cómplices. Y baja el tono de voz. — Tengo algunas técnicas para concebir, pero no creo que te haga falta las terrícolas son- ¡Ouh!—Una porción de pizza le tapa la boca.
—Basta o la próxima comerás mi puño. —Vegeta sacude sus manos de los restos de pizza —Decidimos que íbamos a esperar, disfrutar un año en paz. —Le explica en tono normal. Los ve sorprendidos. — ¿Qué? —Vegeta está cabreado por la actitud de éstos metiches.
— ¿No tienen problemas verdad? —Nappa se acerca y empieza a pasar cervezas en la barra. —Hasta donde yo supe, por Ami, el Doctor les dio buenas noticias…
Vegeta les ondea ambas manos para detenerlos. —No es nada de eso. —Toma la cerveza, y suspira fuerte con la garganta fresca. Mira donde todas se reunieron a ver el bronceado de Serena, las fotos y los regalos que les trajo. Dibuja una sonrisa de lado y se apoya en la barra con los codos. —Miren qué bien se ven todas… —Larga una risita, y queda prendido de la sonrisa y los cuchicheos incesantes de todas. Los demás Saiyajines lo imitan, se apoyan con los codos en la barra y es cierto. Se ven tan felices y llenas de vida como siempre quieren verlas.
De pronto un comentario llama la atención de Nappa. — ¿Baby qué? —Tuerce la cabeza con los demás.
Vegeta se gira en seco a Tarble. Lo sacude de un hombro. — ¡Tarble!… ¿De verdad?
Su hermano menor se rasca la nuca lleno de pena, en verdad no sabía bien cómo decirles. —Pues… Parece que…Le dimos. Jaja.
— ¡Ven aquí enano! —Nappa lo aprieta en un brazo, tronándole un poco los huesos. — ¡Jajaja! ¡Sí te colgaban los cojones después de todo!
—Agh… Pelón de mierda… —Tarble intenta recuperarse de la muestra de afecto tan ruda de Nappa.
Vegeta le da una palmada firme en el centro de la espalda, acomodándolo un poco. — ¡Hmp! —Resopla un poco, se cruza de brazos y le asiente con la cabeza. Ambos dibujan una sonrisa ladina enorme.
— ¡Ah! Y también debiéramos ver una fiesta de compromiso. —Mina se levanta y muestra su anillo. — ¡Porque Broly me propuso matrimonio!
Bardock toma del hombro a Broly. —Felicidades, grandote. — Brinda con la cerveza. —Lita y yo vamos a vivir juntos.
Broly pega un salto ahogándose un poco con la cerveza. — ¡¿Qué?! ¡Sin casarse! ¡Oye! —Se queja al cielo y se gira a Mina. — ¡Mina!
—Ya, ya. Esto no es una competencia… —Raditz calma un poco el bullicio.
— ¡Jajaja! —Nappa estalla de la risa y se cuelga del hombro de Raditz tambaleándolo. — ¡No, porque si lo fuera tú ya habrías perdido! —Lo pica con un dedo.
Raditz se cabrea un poco, se baja toda la cerveza y le quita la que Nappa tiene en la mano. — ¡¿Tú qué sabes?! Quizás Rei y yo también… "Le dimos"… —Ve a Nappa levantar las cejas sorprendido. Siente el Ki de Rei apuntarlo, al mirarla, tiene las manos en la cintura a punto de contradecirlo. Pero pone un dedo en su boca muy disimulado, para que sea su cómplice en el pequeño engaño.
Bardock atrapa a su hijo mayor del cuello. — ¡Te conviene estar planeando la boda lo más pronto posible! ¡Ningún hijo mío va a tener descendencia fuera del matrimonio!
— ¡Yo Pa-Papá! ¡Nngh! –Lucha contra el agarre de acero de su padre. Quiere contestarle que era broma, pero no puede articular nada.
—Ya Bardock ¡Suéltalo! —Vegeta asiste a Raditz que ya se está poniendo azul. —Suenas como una vieja anticuada.
—¡Tú no eres hijo mío así que no te metas!— Suelta una mano para sacudir a Vegeta. — ¡Si fue Nappa el que les enseñó ésto! —Lo apunta con mirada asesina.
Nappa da un salto deteniendo el bocado. Mira hacia dónde huir. —Aaah… —Antes de que conteste Bardock lo estaba persiguiendo por la cocina y el comedor para matarlo.
—Ay, no tienen remedio. —Rei vuelve a sentarse rebotando en el sillón. Se queda con las demás, viendo cómo ésos grandulones discuten por tonterías. Les causa gracia que compitan por cosas tan banales.
— ¡Hm! Lo que sé es que estas fiestas navideñas, tienen que ser por todo lo alto. —Serena ya se imagina el evento. —Podemos hacer Baby Shower, y fiesta de compromiso y muchos, muchos regalos. Jaja ¡Ju! —
Vegeta la tironea del hombro. —Sereee-naaa… —Sisea enojado en su oído. — Yo también tengo voto en ésta casa. Quería pasarla solos y tranquilos. —La suelta y refunfuña cruzado de brazos.
—Ya… —Se acerca a él, apoya sus manos en sus brazos cruzados. —Éste año, el año que viene eliges tú… Lo que quieras. —Se acerca a dejarle un pequeño beso.
Vegeta se aleja con velocidad Saiyajin hasta la barra. —Te conviene. —La señala en voz alta.
Bulma observaba todo y le hacía mil preguntas a Gure sobre todo lo que su padre le dijo de su embarazo. Mira a Trunks muy contento por su futuro primo, a todos con grandes proyectos adelante en lo personal. Sacude rápido su cabeza ¿Es envidia? Ella no debe sentirse así, tiene proyectos tan grandes que pueden cambiar el futuro de la humanidad. Aunque al ver a Trunks sonriente, puede sentir que ése niño es su más grande orgullo. Siente el teléfono.
De: Darien
¿Ves? No es ropa de vago ¡Maldita malcriada!
Bulma larga una risa y la reprime de inmediato, le gustó sacarlo de las casillas. Se aleja un poco en el sillón y contesta.
De: Bulma
¡Ja! Si la gente te hubiera escuchado hablarle así a una mujer como yo, tu reputación no hubiera durado ni diez segundos. La idea era verte con el traje puesto, no la ropa en el sillón… Aunque le queda bien a ése mueble… A ver si tú estás a la altura en la fiesta.
Darien lee el mensaje, resopla al cielo… ¿Qué pretende ésta mujer? ¿Acaso? ¡No, no! No puede ser… Debe ser lástima, sí sólo eso.
De: Darien
No necesito que sientan lástima por mí. Bastante me la tengo yo mismo.
Bulma frunce el ceño. Vaya que tiene el ego destruido, se decide a enviar un mensaje de voz. Toma su chaqueta por el frío y sale un rato a la terraza. —Mira, no es lástima… Perdóname por la insistencia. Sólo quiero que dejes de tomarte tan en serio. Vamos, bebemos… Moderadamente, Jajaja. Bailamos hasta que nos duelan los pies. Y quien sabe, quizás alguno de nosotros logre pescar algo… Te presentaré gente muy interesante. Ya verás, necesitas salir de tu encierro de verdad. —Envía, habrá muchos especímenes masculinos que elegir y de la variedad más prestigiosa. No todos los Doctores e Investigadores son viejos raros. Se gira adentro. —¡Ay! ¡Vegeta!
Vegeta le levanta una ceja, no salió a fumar. Sospecha algo —Todo… ¿Bien?—La ve parpadear grande.
—Sí, asuntos míos nada más. —Camina pasándolo de largo y escucha una risita sarcástica. — ¿Qué? —Frunce el ceño ofendida. Vegeta le afila la mirada. —Ah, no… No, no, no. —Bulma se ataja con las manos. — Te lo juro, no es lo que piensas. Es más si supieras, sabrías que es imposible.
Vegeta se acerca a ella para hablarle de frente. —Para que sepas. Confío en tu criterio, Pero—Hace una pausa y mira al teléfono que acaba de vibrar. —Estaría bien que lo usaras en ti misma… De vez en cuando. —Levanta las manos y hace señas de que su boca será una tumba.
Bulma resopla indignada. Lo que le faltaba ¡Enamorarse de un tipo que le gustan otros tipos! Sería el cartón lleno de la lotería de sus desamores.
Y si no es así ¡¿Por qué carajos se siente tan nerviosa ahora?! Camina mirándose el maquillaje. Mira su reloj, Darien le avisó hace diez minutos que él iría a buscarla, que llegaría en casi quince minutos. Se revisa el vestido y retoca su labial rojo, sus manos ¿Tiemblan?
— ¡Oh vaya! Jajaja—La madre de Bulma recibe a Darien. —Siento como la vez que vino su primera cita en su primera graduación.
—Jaja, gracias Señora. —Darien saluda un poco nervioso a la mujer que no deja de tocarlo. No va a decirle nada ya que es madre de Bulma.
— ¡Oh ahí viene! — Bunny se voltea a ver a su hija aparecer por el pasillo.
—Hol—Unos flashes no la dejan hablar. — ¡Papá! —Bulma le quita el teléfono.
—Jajaja, tranquila hija. Sólo bromeamos con tu madre. —El Señor Briefs se ríe.
Darien da unas risas intentando relajarse, mientras la ve con ése vestido negro, escotado con lentejuelas, la abertura de un lado de la pierna y con tacos altos, dejando el vestido al borde del piso. —Te ves… —La mira a la cara, su boca roja y sus ojos azules despampanantes no lo dejan articular una mierda. Su cabello azul y corto con ésa hebilla de diamantes hacen ver a su cuello tan fino y femenino.
Bulma por fin enfoca bien la mirada a Darien ¡Su jodida mierda! Está —Hermoso… ¡Digo! ¡Hermosa! Estoy hermosa. Jajaja. —Intenta arreglar el comentario, acelera hasta la salida ¡Carajo! Ese traje negro, la camisa con las mangas pulidas, deja a sus manos varoniles y al mismo tiempo, delicadas. Se nota que se afeitó y se recortó el cabello. La toma de la mano para ayudarla a subir al auto, la suelta rápido. — ¡Eh! Alquilaste un auto. —Bulma se sienta como un robot y mira hacia adelante.
Darien da la vuelta para sentarse en el lado del conductor, intentando dar una pausa disimulada. Quizás la hizo sentir incómoda por cómo la miró. —Ah, sí. Qué mejor forma de asegurarme de volver sobrio que ésta. Jaja. —Se ríe y se acomoda detrás del volante.
—Podíamos ir en unos de mis Jet. —Bulma menciona, al verlo de perfil lo ve aún más guapo "¡Bastaaaaa!" Se grita internamente.
—Déjame sentirme como un caballero. Como antes de que mandara mi vida y mi futuro por el caño. —Se gira a verla y sus miradas quedan prendidas ¡Mierda! Quizás si fue mala idea llevarla. Sacude la cabeza y mira hacia adelante. —Ahora vas a decirme que a la súper millonaria Bulma Briefs, le queda pequeño un Audi.
Bulma lo azota con su pequeña cartera. —Deja de hablarme como si fuera una niña rica malcriada ¡Hmp! Más bien parece que tú tienes prejuicios contra la gente rica. —Mira hacia adelante con los ojos cerrados. —Para que sepas, mis padres me enseñaron sobre el trabajo duro y el esfuerzo.
—Lo siento. —Lo dice sincero y arranca el auto. —Prometo que no te molestaré en la fiesta. —Maneja y quedan casi en silencio, haciendo cometarios sin importancia sobre el camino o el auto. Al llegar ve que varios del personal de seguridad cubren su salida del auto. Empieza a sentirse nervioso e intimidado, quizás se precipitó al exponerse a tanta interacción social.
—Párate derecho. —Bulma le habla discreta, acomoda la solapa de su saco. Están frente a frente. Muy cerca sus miradas otra vez quedan prendidas. Se gira adelante. —Relájate.
Darien traga saliva, y la toma del brazo para acompañarla adentro ¿Cómo puede ser que algo así lo intimide? No es ni un quinto de las cosas terribles que se sometió hace un par de meses. Pero empieza a notar algo, nadie le presta atención y están todos enfocados en Bulma, saludándola muy amenos y respetuosos. Ella se gira a sonreírle un poco y eso le quita muchísima tensión. Se decide entonces a ser su apoyo, relajarse y actuar sólo si la situación lo amerita. Se siente como un guardaespaldas encubierto. —Mucho gusto… —Saluda a alguien que le ofrece la mano.
— ¡Oh! Él es el Doctor Tadachi… —Bulma le explica. —Doctor Tadachi, él es el Doctor Darien Mamoru Chiba.
Darien parpadea sorprendido. —Un gusto de verdad Dr. Tadachi. He leído mucho de sus trabajos y proyectos.
—Chiba… —El Dr. Piensa unos momentos. — ¡Sí, lo recuerdo! Usted sacó uno de los puntajes más altos en uno de mis cursos ¡Impresionante!
— ¡Ah! ¡No, no! ¿Qué debo decir de usted entonces? —Darien se cubre con las manos, apenado del halago.
—No sólo en su curso. Él fue graduado de honor en la Universidad. Galardonado con las notas más altas en recursos coronarios y con una de las mejores referencias en cirugías del corazón. Sin hablar de que nadie era rival, cuando se presentaba como candidato a las residencias más prestigiosas en medicina. —Bulma dice las referencias de Darien, que las conoce como la palma de su mano. Darien la mira algo sorprendido. Luego otro par de doctores escuchan la charla y se acercan a hacer conversación. Bulma lo ve más relajado. Además debe admitirlo, hay varios reconocidos profesionales en el área de la medicina que también se ven guapos. Bulma lo presenta y lo halaga por todo lo alto, se siente casi como su "hombre ala" en el círculo masculino que se ha formado a su alrededor.
—… Una mente joven como la suya, debería estar sacándole el mejor partido a su conocimiento. Es extraño verlo desaparecer del mapa así nada más. —Uno de los profesionales comenta, justo que Darien iba a responder. —Jajaja pero al verlo con tan distinguida Señorita, queda perdonado.
—Pues a la Corporación le vendría bien un profesional como él. —Bulma comenta bajándose la copa de Champaña. Y toma el brazo de Darien.
—Bueno, mi campo no es la investigación en sí. —La queda mirando algo extrañado, no sabe si está borracha o qué.
— ¡Oh! Así que esto es una cena de negocios. —Uno de los Profesionales menciona. — La señorita Briefs quiere reclutarlo para trabajar con nosotros.
—Pues, una mente así de brillante no se puede desperdiciar. — Bulma se ríe y se sirve otro coctel, le da un empujón con su hombro a Darien. Le gusta ver como él llama la atención a otros hombres. Y cómo no hacerlo, en verdad se vino muy guapo.
—Entre todos nos quedaríamos cortos. —Darien toma una copa con ponche sin alcohol, se refresca. No puede evitar el ángulo visual que Bulma le acaba de dar de sus senos. — ¿Quién de nosotros puede decir que es uno de los Científicos más exitosos? Ni hablar de su belleza. Señorita Briefs, ninguno de nosotros somos dignos de una mujer como usted… Una Diosa que pisa el suelo de los mortales. —Levanta su copa y todos asienten sorprendidos, pero en total acuerdo.
Bulma tarda en reaccionar, levanta la copa y espera que nadie haya notado como sus piernas flaquearon ante sus palabras y reza al cielo que el maquillaje haya disimulado sus mejillas ardiendo. Las primeras piezas de baile se daban en la pista, y él la invitaba tomándola de la mano. Muy firme baila lento con ella. —Jaja, gracias por ésos halagos. — Bulma intenta relajarse con una pequeña conversación, siente que si no habla su silencio incómodo podría delatarla.
—Es lo mínimo que pude decir para corresponderte. —Darien lo dice sincero, lo estuvo alardeando con todos de arriba, abajo.
—No te iba a hacer quedar mal. Muchos de ésos hombres son muy importantes, millonarios…—Bulma se encoge de hombros. —No son mal partido ¿Quién dijo que los científicos eran todos unos viejos feos?
Darien se da cuenta de la situación, lo usaba como red de pesca para ésa gente. En parte respira aliviado. Todo en su mente gritaba en alerta de que la mujer lo estaba seduciendo. —No creo que el aspecto lo sea todo…—Escanea a varios que los están mirando. —Sí hay varios que son guapos y harían excelente pareja.
Bulma se frena un poco, levanta una ceja —Sí, para ti. —Se aleja un poco y lo ve confundido.
— ¿Para mí? —Parpadea grande.
—Sí ¿No viste a ninguno que te gustara?— ¡Mierda! Las alarmas de Bulma se empiezan a encender.
— ¿Por qué habría de hacer eso? —Frunce el ceño y levanta un poco la voz.
—Porque eres homosexual. —Sisea reprimiendo su grito.
Darien frunce los labios y piensa unos segundos. —Pues, creo que la definición correcta es Bi-Sexual. —La siente enfriarse de inmediato del pánico.
— ¡Ay no! —Se golpea la frente. —Pero tú, tú te acostaste con Zamas ¿Verdad?
—Sí y fue el único hombre que me ha atraído como para eso. Siendo sinceros es el único hombre con el que he estado. Me gustan generalmente las mujeres. —La ve suspirar nerviosa y mirar a todos lados, sintiéndose totalmente fuera de lugar, avergonzada. —Ja… Jajaja—Darien empieza a reírse y a no poder contener las carcajadas.
Bulma lo golpea con su puño en el hombro. — ¡¿Te burlas de mí?!
Darien niega con la cabeza, e intenta enderezarse de nuevo. — ¡No, no! ¡Perdón! ¡Jajaja! ¡En verdad! Es que no entiendo porqué estás nerviosa de pronto, y verte insegura…
— ¡Por supuesto que estoy insegura! ¡¿Qué va a pensar la gente ahora que me vieron de arriba abajo contigo?! —Se mira como está vestida ¡carajo! Se puso el vestido sin pensar en un escote más discreto. —Además bailando así, en éste vestido. Ay te tomé de la mano, te presumí con todos, técnicamente te abracé un par de veces…
Él piensa unos momentos e inclina la cabeza de lado. —A ver si entendí… —Intenta exponer la situación. —Tú pensabas que yo era homosexual y sólo por eso me trajiste a ésta fiesta, y para ti estaba bien hacer todo lo que hicimos… ¿Porque creías que me gustaban los hombres?
—Bu-Bueno, si lo pones así. —Resopla hacia arriba, escucharlo decirlo en voz alta hace que se sienta aún más tonta y torpe.
— ¿O sea que si te hubiera tocado un pecho y dicho que soy homosexual no habría problemas? —Mira a su escote de manera más explícita.
Bulma toma aire ofendida de que la mire así. — ¡Ni se te ocurra!
—Jajaja. No, lo siento. Es que tus estándares son algo raros. Si alguien me toca el trasero, y me dice que no le gusto, no quita que me haya tocado el trasero sin permiso. Jaja—Siguen moviéndose. —Cuando dije que estás hermosa, lo dije de la manera más heterosexual posible. —La ve saltar y supone que se ha ruborizado un poco.
—Bueno, ya ¿Podemos dejar el tema finalizado? —Bulma mira a los lados, el chisme va a estar por lo alto en la mañana. Ahora hay un clima de silencio entre ellos y ya no pueden verse a los ojos. La música cambia a una más alegre y moderna. — ¿Bailas éste tipo de música?
Darien levanta una ceja y se ofende. — Tengo dos años de diferencia contigo. Eres tú la mayor aquí. —Ella va a girarse ofendida para salir de la pista, pero la atrapa de la muñeca, dejándola frente a él. —Anda ¿Qué pasó con eso de dejar de tomarse en serio y divertirse? —Ella vuelve a dar un saltito y ahora puede verla claramente ruborizada. —Jajaja. Démosle de qué hablar. —La escucha por fin reírse de una manera catártica.
Pronto se olvidan de su alrededor y bailan sin parar. Se ríen un poco de algunos científicos borrachos. Aunque Darien ve que Bulma no se queda atrás en la bebida. Luego el único con problemas con la bebida es él. Aunque ahora que ha dejado de beber, se da cuenta que lo hacía para poder dormir. Baila con ella doblándose de la risa, y bromeando con los profesionales que se acercan a decirles la bonita pareja que arman. Un par de hombres bien vestidos se acercan a Darien, doctores que no puede negar lo atractivos que se ven, pero prefiere estar enfocado en ésa peli-azul con la mirada brillante y sus carcajadas a todo volumen, que baila seductoramente sin parar. Riéndose de todo el mundo. Contando chistes que hacen a todos cambiar de humor de inmediato.
Darien no mentía, en verdad que baila. Y lo hace muy bien, no solo baile lento y de salón, como los bailes de vals, sino música moderna. Pudo ver un par de hombres y mujeres acercarse a halagarlo e invitarlo a bailar, pero él la señalaba diciendo que ella era su pareja. Quiere darle un cumplido por ser tan caballeroso. —Jaja. Qué lástima que no te vi bailar así antes. —Bulma se acerca a su oído y habla alto por la música. —Nos hubiéramos escapado un fin de semana antes a varias Discotecas. Jajaja.
Se ríe con ella, y esquivan por los pelos a varios invitados llevando a lo que parece uno de sus colegas a la piscina. —Jajaja. Espero que sea climatizada y que no se les ocurra apuntar a nosotros.
—Bueno, quédate bien cerca. Porque nadie querrá hacerle algo a quien puede dejarlos sin trabajo. Jajaja—Se sigue moviendo al ritmo de la música y los saltos. La bebida circula una y otra vez.
—Parece una fiesta de preparatoria o algo así. —Darien sigue divirtiéndose, Bulma le asiente contenta. La ve tambalearse en ésos tacos mortales, la sostiene de la cintura cada tanto para que no se canse y no se caiga. Se deja llevar con ella en la avalancha de gente. Como nunca antes, ni siquiera cuando era adolescente se permitió disfrutar así. Hasta puede ver Doctores que él admira, con los cuales ha hecho cursos, bailar y divertirse como nunca. Quien sabe… Quizás el año nuevo lo reciba mejor.
Bulma camina con él en la noche helada hasta el portal de la Corporación. Tiene su saco puesto y empieza a nevar. —…Jajaja en verdad, en verdad. Yo no hago éstas cosas así todos los fines de semana. Soy una madre y científica res-pon-sa-ble. Los pies me están matando. —Se quita los zapatos. — ¡Uh! —Se sorprende cuando Darien la alza en brazos. —Jajaja el piso frío me hubiera agradado. —Habla un poco torpe por el alcohol, se recuesta en su pecho. Parpadea grande. — ¡Oye! ¡Esta no es la corbata que me mandaste en la foto!
—Ya te lo dije, déjame sentirme como un caballero…—Hace una pausa, no sabe porqué se siente nervioso de contestarle a lo otro. —Es nueva, la otra… Ya la había usado mucho.
Ahora es Bulma quien parpadea sorprendida al verlo ruborizarse, quiere distraerse. — ¿En verdad nunca fuiste a una fiesta así? —Lo ve asentir. Ella se ríe y lo ve que sigue caminando hasta llegar, es la primera vez que piensa en lo fuerte que es.
—Ya me desquité… Hasta el próximo evento…
—Hubieras ido a la fiesta navideña que organizaron las chicas en casa de Serena. Fue enorme, baby Shower, fiesta de compromiso. Todo el paquete. Jajaja— Lo ve sin ninguna reacción. —Me dijeron que te invitaron, pero rechazaste. —Sale casi como acusación.
—Creo que sería muy inapropiado. Yo ya… No tengo lugar. —La baja en la puerta, desvía la mirada haciéndose el desentendido.
—Creo que eres tú el que no se hace lugar. Ellas son tus amigas, no solo amigas de Serena. —Darien la mira con los ojos en sorpresa. — ¿Qué? ¿No lo sabías? —Muy confundida pregunta.
Presiona los dientes y responde. —Como ella era mi novia, lo tomé como… "Amigas políticas". Además son sus protectoras.
Sacude la cabeza. Bulma se pregunta si es una especie de Karma estar rodeada de tipos tan inadvertidos. —Bueno, ellas están preocupadas. Y si vuelven a invitarte, quizás debas honrar su amistad. Aunque no lo creas, Vegeta es honorable en su palabra, y si tú tienes honor en no mirarle el culo a su esposa. — Lo escucha resoplar una risa sarcástica.
Qué mujer tan maravillosa, quería evitar el pensamiento, pero si ella sólo le muestra éste lado suyo, le es inevitable. —Gracias Bulma. —Le da una caricia en su mejilla, su mano viaja sin pensarlo a su corto cabello azul, y pasa sus dedos por su oreja. Los dos se sacuden el momento. —Bueno, hasta el año que viene. —Dice en chiste ya que en dos días termina el año.
Se gira a poner la clave y él la acompaña un poco, hasta verla adentro y quitar su saco. Miran hacia arriba y está el muérdago. Toman aire al unísono como si compartieran el mismo pensamiento. Qué buena manera para Bulma de sacudirse la borrachera. Verifica sus sentidos y no está tan intoxicada como para decir que es el alcohol la que la hace sentir fascinada por éste hombre.
—Tú no eres supersticiosa. —Darien intenta recuperar las riendas, rompiendo ésta tensión cálida entre ellos. Aun en el frío cortante, el ambiente es cálido en el centro de ésta fuerza que los tira.
Bulma lo mira fijamente, se para de puntitas y atrapa el adorno. —Cierto… Pero…—Lo presiona un poco en su pecho. —Por hoy… Estará en la cabecera de mi cama.
Los ojos azules de Bulma pestañean enormes contra el azul oscuro de la mirada de Darien. Brillan sus ojos uno contra el otro. Saben exactamente lo que quieren y cómo lo quieren. —Hipotéticamente hablando, no es justo para ti Bulma… Creo que, tuve un año agitado y quiero ponerme sobre rieles primero. — Baja la mirada y ni aun así deja de sentir.
—Hipotéticamente hablando… Yo tampoco quisiera ser un problema, ahora que piensas componer tu vida. —Muerde sus labios en línea recta. —La propuesta de trabajo era en serio. Yo no jugaría con eso. —Lo ve asentir con la mirada al piso. Se giran y se va cada quien a su casa. Bulma camina tambaleándose en la cocina, el calor de su casa la reconforta. Toma una botella de agua del refrigerador y se va a su habitación. Cierra la puerta y arroja el muérdago en la cama. Tira sus zapatos, se sienta en el sillón de un cuerpo y mira la nevada desatarse afuera. —Haaa… Se largó la tormenta. —Comenta al ver las ráfagas de nieve. Estira sus piernas y toma una manta. Piensa que no es tan cálida como el saco de Darien o su abrazo. —"Bulma, te voy a romper la cara." — Se reprende con hastío. Va a uno de sus libros sobre Mecánica de Motocicletas Clásicas. Y ahí está, un cigarro… Lo gira en la mano, pensando en caer en tentación. Casi tres meses sin fumar…
Darien entra a su departamento, cierra y se recuesta en la puerta. Arroja las llaves al sillón. Camina decidido a la cocina, busca en una de las puertas de debajo de la encimera. Una botella de Vodka. La abre y saca un vaso de la alacena. Apoya ambas manos en la barra y respira duro. Se gira y la voltea en el fregadero para que se vacíe. Toma de nuevo la llave del auto y abre la puerta para salir. —Bulma…
—Estaba por volver a fumar. —Traquetea una caja en su mano. —Pero decidí traer una caja de condones.
— ¿XL? —Darien le consulta y se miran muy cómplices con una sonrisa, Bulma le asiente. Ambos unen sus cuerpos casi colisionando entre sí. Se abrazan con deseo tironeándose la ropa. Pero Darien siente que hay algo mal. Enfoca a su boca roja, pasa su pulgar por su labio inferior, sus corazones palpitan de anticipación y la besa. Se besan suavemente, pero metiendo la lengua y agitándose. Darien la sostiene firme de sus muslos y ella de un salto se sube a su cadera. Su vestido se levanta como si nada. La presiona contra la pared, su erección se aprieta contra la tibieza de su centro.
Bulma ruega en su mente, que nada los detenga, que nada los haga pisar ni una vez la cordura. Porque esto puede que sea una locura que les puede salir cara. Rápidamente todo se borra cuando sus manos abren su camisa y lo recorre con las palmas completas. Su calor, sus besos la arrebatan y ella quiere corresponderle. Baja sus manos a su cinturón, abren los ojos para verse sin separar sus labios. —Oh por Dios… —Bulma jadea cuando una de las manos de Darien baja las tiras de su vestido para lamerla y seguir camino a masajear sus senos. Uno de sus pezones se escapa y sus piernas se presionan a su alrededor cuando Darien lo succiona. —¡Ah!
—¡Oh sí! —Grita al soltar su pecho, cuando una mano de Bulma alcanza su miembro hasta casi masajear sus testículos. Está firme sosteniéndose de él, alcanza sus bragas y están mojadas. Las corre de lado y ella lo ayuda a abrir el condón. Al estar listo vuelve a besarla, con un par de empujones están unidos hasta el fondo.
—¡Ah, maldito carajo! —Bulma grita temblando totalmente y se queda casi tiesa ¡No lo puede creer! ¡Se acaba de correr con solo sentirlo hasta la base! Intenta respirar y que él no se dé cuenta. Va a creer que está desesperada o algo así.
Darien gruñe y baja con besos por el cuello de Bulma. Su centro lo acaba de apretar firme apenas se movió, pudo sentir el espasmo de su cuerpo y una gran cantidad de fluidos empapándolos mientras se mueven. —Ya te corriste. —Susurra y continúa embistiéndola. — Eres fascinante Bulma.
Lo enfoca totalmente, en tanto sus dedos se enredan a su cabellera negra. —Tú también lo eres… —Se ríen un poco, lo ve ruborizado, jadeando con lujuria por ella. Le encanta. — Ah, ah ¿Crees que lleguemos a la habitación?
—¡Mmm! —La toma firme de su trasero por debajo del vestido, busca su pezón libre con su boca y lo tironea con rudeza. Sus gritos de placer hacen vibrar sus sentidos, quiere más de ella. —Quien sabe… Quizás… Ah, ah. — Bulma lo toma del rostro y no deja de besarlo. El responde más que satisfecho. De pronto, lo único que ruega la mente de Darien, es no arruinar todo de nuevo.
Está tapado hasta la cabeza, lo envuelve un cuerpo tibio. Siente la respiración de Bulma sobre su pecho, se hunde aún más en ésta comodidad. Darien mira en la claridad debajo de las colchas a su cabello azul. No quiere ni ver la hora, va a dormir un rato más y se levantará a hacerle el desayuno.
Bulma siente como un par de brazos firmes la acomodan sobre unos pectorales suaves y tibios. Se le escapan unos ronroneos del gusto… Pero su consciencia empieza a brotar con la claridad del día. Mierda, esto va a ser muy complicado, él tiene razón, debe poner su vida en orden. El estado sentimental y emocional de Darien dio tantos giros, no puede estar lidiando con los caprichos sexuales de ella… Pero ¿Es un capricho? Abre los ojos y lo ve bien escondido con ella debajo de las colchas ¡Puta mierda! ¿Siempre tuvo tan buen cuerpo? Debe admitir que de rostro es hermoso ¡Basta Bulma! ¡Eres inteligente! ¡Actúa con inteligencia! No deja de golpearse mentalmente; de todas formas toma una última muestra de las sensaciones que la inundan debajo de éste pequeño refugio entre el abrigo y Darien. Se desliza despacio y apenas sus pies tocan la alfombra empieza a buscar su ropa esparcida.
Darien no abre la mirada pero la siente en silencio juntando sus cosas para escaparse. Se pregunta si es algo que él hace mal, lo que hace que nadie quiera quedarse con él luego del sexo. —Te escapas. —Habla y se endereza para verla.
Bulma abre y cierra la boca en plena huida. —Es-es que… No, es que. —Mierda, no le sale ni una excusa.
—Me gustaría saber si hice algo mal. — Darien dice su inseguridad en voz alta, cree que será más rápido que la terapia. —Entiendo que… Quizás… Luego de que estuviste con un Saiyajin no es lo mismo… —Piensa en el tamaño de su polla.
Bulma resopla indignada. — ¡Yo jamás haría eso! ¡Yo no comparo a los hombres que pasan por mi cama! —Se cruza de brazos y voltea el rostro. —Lo mismo podría decir de ti… Tu estuviste con un Saiyajin ¡Un Supremo además!
Vaya, en verdad la ofendió. Darien tiene las cejas en alto, rasca su nuca. No quiere estar mal con ella. —Lo siento. No quería ofenderte. Tampoco te compararía con nadie. —La ve seguir juntando sus cosas, pero un poco más tranquila. —Sé que hay cosas que debo arreglar. Y lo primero que quiero que quede claro es que, esto no es una aventura de una sola noche. —La ve detenerse en seco. Sale de la cama, al fin ella enfoca su mirada en él. Se acerca hasta ella. —Quédate, no decidas nada todavía. Te haré el desayuno. —La ve luchar contra el impulso, presionando sus labios en línea recta.
Bulma siente la mano de Darien tomando su mentón para verlo aún más a los ojos. Ahí presta atención, en la luz del día puede ver claramente las marcas de labial rojo que le dejó en todo el cuerpo. Se nota que él no se dio cuenta y eso le da gracia, se tapa la cara para no reír.
—Anda… —Darien insiste en que deje de esquivar su mirada. La ve luchar contra una sonrisa, entonces él le dibuja una enorme y brillante. Y al fin ella cede.
Darien le pasa su camisa para que se abrigue mejor y se sientan en la cama. —Darien, tú no entiendes. —Bulma quiere explicar que no es tanto por él, sino por ella. — Suelo, aislarme en mi laboratorio como una maniaca. Si me obsesiono con algo, no lo dejo en paz hasta tener respuestas. —Suspira al techo, no quiere verlo. Esos ojos azules oscuros parecen hipnóticos ahora. — A veces Vegeta se iba por meses a entrenar y me importaba muy poco, porque yo me la pasaba trabajando. Recuerdo que a veces él me pedía intimidad y yo lo tomaba como un trámite a cumplir. Porque me satisfacía más mi adicción al trabajo que—
—O sea que… Debo esforzarme y tener paciencia, para que tú superes tus adicciones y conflictos sociales. —Acomoda un mechón de su cabello detrás de su oreja. —Si tú me apoyas, yo te apoyaré para ser mejores. —La toma de ambas manos y las apoya con las suyas.
Lo ve con los ojos brillantes casi haciéndole un puchero. Sus manos suaves y ése tono tan dulce que usa para convencerla—Mierda, siempre fuiste tan—Rechista a un lado.
—Bueno, admito que me he vuelto más insistente y persuasivo. —La escucha reírse la tira hacia él para callarla con un beso. Su boca sigue tan sabrosa como anoche, la aferra contra él y habla contra su boca. —Nos lo tomaremos despacio, no diremos nada hasta que no sea algo serio, lo prometo. Pero te advierto… No pienso alejarme o rendirme fácilmente.
—Da-Darien yo…—Apoya sus palmas en sus pectorales, el calor de su cuerpo la relaja. Lo único que piensa es que quiere tirarse y perderse de nuevo en la cama con él. —Acepto. —Gime al sentir su erección contra uno de sus muslos, sin embargo él se aleja.
—Haré el desayuno… Mientras tú. —Toca su nariz. —Llamas a tu casa y ves por tu hijo.
— ¡Oye! ¡Sí soy una madre responsable! —Le arroja una almohada, en tanto lo ve ponerse algo de ropa para ir a la cocina.
…
—¡Feliz año nuevo! —Serena saluda a sus amigas, entrando con Vegeta al templo de Rei. Están vestidas con sus Kimonos en medio de la nevada. — ¡Rei! ¿No necesitas de nuestra ayuda? Mira toda la gente.
—Feliz año nuevo. —Vegeta saluda a todos en general con un gesto de la cabeza. Está vestido con un sobretodo negro. Y ruega en su mente, que Serena no quiera incluirlo a él en la "ayuda".
—Jajaja. Gracias chicas. Pero no. —Señala hacia donde está Raditz, vestido formalmente y ayudando. —Miren, mi futuro esposo no lo hace mal.
—… Oh ¿Y tú eres estudiante aquí? He venido otros años y no te he visto. —Una de las mujeres menciona algo seductora al espécimen de cabello largo que le explica sobre los amuletos.
—Ah, pues—Raditz se siente un poco nervioso, no sabe si mandarla a volar o…
—Pues está bien reservado Señorita. —Bardock presiona el hombro de su hijo. Asegurándose que no vaya a hacer tonterías. El aura negra que despliega aleja a todos.
— ¡Papá! No debes ser así. —Raditz le sisea. —Debes rechazarlas amablemente, a-ma-ble.
— ¡Hmp! —Bardock resopla a un lado, ve los folletos y las guías que su hijo reparte. — ¡Dame eso! Voy a ayudarte…Y a tenerte bien visto de cerca.
— ¡Hey! ¡Yo también quiero ayudar! —Broly se aparece y otro nuevo cardumen de mujeres los rodean.
—Bueno, lo importante es que ayuden. —Lita les habla. —Entremos, se me están helando un poco las manos y me olvidé los guantes. —Mete sus manos entre la tela de su Kimono.
—Sí, mi papá aun no perdona que Raditz haya bromeado con eso de un bebé. —Kakarotto explica y sigue charlando con Milk.
—A Gure hay que comprarle un amuleto para embarazo y parto sano. —Milk comenta.
— ¡Jajaja! Tendremos que comprar varios. —Ami asegura. —Me caso en tres meses y no pensamos esperar. —Se abraza a Nappa y él pega un salto ruborizado.
Nappa se rasca la nuca, e intenta ocultar su rostro, pero le es imposible ignorar la sonrisa de su prometida. — ¡Ja! Hablando del Diablo.
— ¡Hola chicas! —Muy sonriente Gure se acerca, junto a ella un Saiyajin muy malhumorado, que los saluda de reojo. — ¡Miren! Pude hacer un Kimono.
— ¡Oh, impresionante! —Mina se acerca, a verla. —Mira qué lindos detalles pudiste hacerle. —Se acerca a hablarle al oído. —Oye ¿Es todo holograma? Puedes usarlo a la noche y cambiarle la cara a tu esposo. —Le guiña un par de veces el ojo.
—Sólo digo que está muy frío y puede resbalarse o qué se yo. —Tarble refunfuña.
—Jaja… La quiere mucho. —Serena susurra al oído de Vegeta.
—Sí… —Vegeta le contesta y entiende totalmente lo que su hermano menor siente, piensa comprar un par de amuletos. Cuando llegue el momento de que tenga un bebé con Serena, seguramente estará con la mente tan revuelta como él, pensando en su bienestar.
—¡Papá! —Trunks lo encuentra y se acerca corriendo.
—Sshhhtt, mocoso más respeto. Esto es un Templo. —Vegeta le explica, pero lo alza en brazos entre la muchedumbre. En parte es porque le agrada y en parte es para no empezar el año refunfuñando con su esposa. Saluda a Bulma, y no sabe porqué el Ki de Darien le llama la atención en una dirección opuesta. Vegeta lo busca con la mirada.
— ¿Qué pasa papá? —Trunks lo ve seguir un Ki. — ¡Hm! ¿Crees que ése Señor quiere seguir molestando? —Trunks encuentra a Darien y frunce el ceño enojado.
—Creo que solo quiere estar en paz como todos. —Vegeta le pone un dedo en la frente, como dándole un pequeño regaño por su tono tan metiche. Se mira con Darien de nuevo y le asiente con la cabeza.
Darien quería encontrarse con las chicas y disculparse por sus desplantes. Qué mejor que empezar el año limpio, o con los asuntos claros. También, no iba a negar que si podía ver a Bulma discretamente lo iba a aprovechar. Pensó en mezclarse entre la multitud, pero le fue imposible, porque justo que se iba…
— ¡Oiga! ¡No sea tímido Señor! —Broly lo detiene apoyando una mano en su hombro.
— ¡Sí! ¡¿A dónde crees que vas?! —Raditz lo sacude del otro hombro.
— ¡Jajaja! Si alguien necesita amuletos y rogarle a los Dioses eres tú ¡Jajaja! —Bardock lo empuja adentro. —Oh, no te caíste… Hm, creo que ninguno de nosotros, se ha probado contra el Scout de la Tierra. Al menos no luego de que entrenó todo su potencial.
—Jajaja. No mientas que yo sí lo hice. Salí entero…—Vegeta se acerca y empieza a hablar sobre entrenar y organizar un duelo.
—¡Oh mira Gure! —Serena estaba en los puestos de comida. —Mochi, es mi favorito ¡Ñom! Prueba. Seguro dentro de poco tienes antojos.
Gure lo acepta y come disimulada a un lado. — Sí, tengo antojos… Pero… —Se acerca a Milk, Mina y Serena para hablarles en secreto. —…De sexo. —Dan un salto rojas pero doblándose de la risa.
—¡Lita! —Rei la llama ondeando la mano desde el otro lado. —Ay, ayúdame, escríbele a Ami que nos asista. No sé dónde se metió mi "famoso" prometido.
—Jajaja. Sí. Creo que están charlando sobre entrenar, del otro lado con Darien. —Lita se acerca a ayudarla.
—En verdad que ser esposo de una sacerdotisa, será todo un reto al que pienso ponerle toda la fortaleza posible. —Muy presumido Raditz alardea de su compromiso con Rei y se golpea el pecho. —Una hembra como ésa es una en un millón y—
—¡RAAAADIIIIITTTZZ! —Rei aparece casi prendida fuego detrás de él. Todos dan un paso atrás dejándolo a manos de la fiera. — ¡Te dije que no te distrajeras si estabas dispuesto a ayudar! —Da un par de pasos pasándolo de largo. — ¡Y tú! —Pica a Darien con un dedo. — ¡Mas te vale dejar de rechazar nuestras invitaciones! ¡Ahora que eres amigo de éstos simios! ¡¿Tus amigas y compañeras Sailors somos poca cosa para ti?!
—Eh. Yo Rei. Vine a disculparme por eso y—Darien se rasca la nuca, siente el Ki de Rei casi apuñalándolo.
—¡Ten! —Le da varios folletos y guías. — ¡Si quieres resarcirte un poco ayúdame! —Se gira a los saiyajines que están en silencio. —¡Ustedes también rápido! ¡Es el día más ocupado del año y pienso usarlos a todos ustedes! —Como soldados obedecen sin protestar y sin ninguna otra distracción.
En un momento el tumulto empieza a mermar. Hasta Vegeta se ofrece a ayudar si eso lo saca lo más rápido posible de ahí. Une sus manos para pedir su deseo con su esposa. Respira hondo y espía a Serena con un ojo, la ve muy concentrada. En un momento ella también lo espía. Comparten una sonrisa cómplice, sus corazones dan un salto ruborizándolos un poco. En el fondo en lugar de pedir algo, solo dieron las gracias por haberse conocido.
…
Raditz se vestía muy formal, para acompañar a Rei a visitar la tumba de sus padres y sus abuelos. —No debes acompañarme… —Rei lo dice porque a partir de mañana deben volver a la rutina y las pocas horas que él tiene para descansar va a usarlas para ir a ver a la Organizadora de Bodas… Y además es por otro comentario que hizo para acompañarla.
—Ya te lo expliqué. —Raditz acomoda su corbata en el espejo. —Quiero presentar mis respetos. Si tu padre siguiera vivo, hasta pediría su permiso para casarme.
—Haaa… Ya te dije yo que a él le hubiera importado muy poco. —Se abriga y lo siente resoplar suave.
Llegando al cementerio, en silencio caminan por el sendero de las tumbas. Raditz ve que paran primero en la de sus padres, deja un incienso en la placa de su padre y su madre, pero solo le deja flores a su madre. Él también presenta sus respetos como ella le ha enseñado. Presta atención que se concentra en el lado de su madre. Luego en la de sus abuelos hace lo mismo, pero deja flores para ambos, antes de dar sus respetos Raditz le habla. — Veo que lo que te molesta realmente, es el comentario que hice de tu padre. —Ella no dice nada, mantiene su Ki estable, y la ayuda a encender los inciensos. Esta mujer es formidable en su temple de acero. —Así como para mí fue importante el hablar con mi padre de nuestra unión, también lo es para mí obtener la aprobación de tu familia.
Rei suspira, su vaho la rodea. —Sí, lo siento. Tú te esfuerzas en cada aspecto y yo… No quiero aislarte, es mi tradición visitar sus tumbas luego de todo el revuelo de año nuevo. Si quieres venir cada año conmigo, ya no diré nada en contra.
Asiente y une sus palmas al mismo tiempo que ella. Se ríe un poco de la foto del anciano en la tumba, tiene cara de Viejo Diablo más que de Monje Budista. —… Al menos tienes una tumba. Creo que ayuda a quienes nos quedamos de éste lado luego de una perdida tan importante. Si yo tuviera donde honrar a mi madre o una foto… —Raditz mira a muchas personas visitar el cementerio, hay mucho silencio. Pero cada tanto hay gente que se saluda gratamente, encontrándose con conocidos u otros familiares. Y se sorprende del clima solemne y respetuoso que lo rodea. Los terrícolas le sorprenden gratamente de a ratos.
—Por supuesto. Esto es más para los vivos. —Rei le explica. —Cuando veo las tumbas abandonadas, me pregunto si es porque ya lo han superado o porque duele tanto que no pueden siquiera resignarse a ver su última morada.
—Conflictos con tu padre. —Raditz concluye con tono analítico.
Rei se gira y levanta una ceja incrédula con lo que acaba de decir. — ¿Disculpa? —Lo ve tomar aire para explicarle. —Oye, oye…No uses psicología barata conmigo, el hecho de que tú tengas una terapeuta, no te hace a ti psicólogo. —Mete sus manos enguantadas en sus bolsillos soltándose de Raditz. —Además ya te conté, mi padre técnicamente abandonó a mi madre y a mí en el Templo de mi abuelito. Si quisiera que a alguien le presentes tus respetos y le pidas mi mano, sería mi abuelito si siguiera vivo.
—Sí, me dijiste que era un político importante ¿Te hubiera gustado crecer en ése ambiente? —La ve caminar un poco más rápido que él, y fruncir el ceño.
—No. Por supuesto que no. Por eso lo perdoné, porque es lo mejor que pudo haber hecho. Alejarse… —Siente tristeza recordando algunos pequeños fragmentos de la memoria de su madre. —Pero el corazón roto de mi madre… Nunca alcanzó a sanar. —Un abrazo enorme la rodea. Hacía años que no pensaba en ésas cosas, y recién ahora haciéndolas reflotar, puede ver como esos demonios se hicieron imágenes lejanas. —Ra-Raditz… Hay gente… Nos pueden ver. —Murmura pero se pierde unos momentos en el aroma de su pecho y su calor.
—Jaja, pues estas bien comprometida conmigo. —La baja y ella de nuevo recupera su sonrisa y lo toma del brazo. —Y te informo que pienso pedir una fecha de casamiento bien próxima. Ése Nappa, es un viejo fanfarrón de mierda. Ya veré su cara cuando pida la fecha un mes antes de su boda. —La escucha reírse un poco y taparse la boca muy coqueta. —Risa Hino… Risa… Es lindo nombre ¿Qué dices si le ponemos ése nombre a la primera hembra que tengamos?
—Ay Raditz, suenas como una vieja desesperada. —Mira la hora. Llama un taxi apenas están en la acera. — Vamos que nos están esperando.
Al llegar con la organizadora estaban todos con sus parejas esperando dilucidar primero la fecha. — ¿Cua-Cuatro? —La Organizadora mira a las parejas y le devuelven una sonrisa brillante, mientras cada una se toma de las manos.
—Sí, pero los invitados se repiten, así que de eso no hay que preocuparse. —Ami la tranquiliza.
—Bueno. Primero ver las fech—
— ¡Marzo! — Nappa salta levantando la mano.
—Una union en primavera, con flores de cerezo—Ami asiente junto a su prometido.
—Febrero. —Raditz desafía, toma la carpeta. — ¿Qué dices Rei?
—Oh, casarse en San Valentín lo haría muy especial pe—De nuevo la organizadora es interrumpida.
— ¡¿Qué?! —Rei se niega cruzada de brazos. —No tendríamos tiempo ni de organizar una Luna de Miel.
—Pues, nos tomamos la licencia en casa. —Raditz no se rinde. Piensa unos segundos. — No me importa el lugar. —Le habla en voz baja. —Contigo siempre es una Luna de Miel.
—¡Pues a mí sí me importa el lugar! —Rei le quita la carpeta antes de que Raditz ponga la fecha.
— ¡Vamos a fornicar igual!—Raditz intenta quitarle la carpeta.
— ¡¿Cómo se te ocurre hablarme así?! ¡Qué bueno que mis padres están muertos!
La organizadora y los demás quedan avergonzados y los dejan discutir. —Entonces… Marzo. —Sigue hablando con Nappa y Ami. — ¿Puedo sugerir finales de ése mes? Así la primavera les dará unas fotos de su boda de ensueño. — Se gira a la pareja de al lado. —Ah, Bardock Son y Lita Makoto Kino.
Lita le sonríe brillante. —Ah, pues el verano nos vendría bien.
—Sí, verano será. —Bardock confirma y empiezan a llenar la carpeta.
—Nosotros también queremos en verano. —Mina le llama la atención. —Y queremos hacerlo en una locación, en la playa al atardecer. —Junta sus manos ensoñando.
La Organizadora respira relajada, estas dos parejas resultaron más dóciles. —Bueno, en ése caso. Hay que ver presupuestos. Una boda con locación, como la que hicimos a su amiga tiene otro precio, por el transporte y la estadía… —Le llama un poco la atención a todos. —Cuando establezcan las fechas, es importante presentar los papeles del Registro Matrimonial hasta treinta días antes del festejo. —Al fin los tiene a todos en silencio y prestando atención a los requisitos.
Broly mira las cifras y no hace falta que él sea un genio de las finanzas para ver que tendrán que retrasar lo de la compra del terreno y la construcción de la casa. Luego de ésa reunión caminaba en silencio junto a Mina.
—Jummm… —Mina lo suelta del brazo y frunce los labios. — ¿Estás de acuerdo con todo lo de la ceremonia?
—Sí. —Pasa un brazo por encima de su hombro. —Te vi feliz, ilusionada. Si una Ceremonia en la playa te hace feliz, a mí también.
—Claro… Sabes no soy tonta. Soy dueña de un negocio y como una futura esposa, ya sé el dinero del que disponemos ambos. —Lo ve fruncir los labios un poco. — ¡Ja! ¡Te atrapé!
—Haaa… Mina. —Pone los ojos en blanco. —No es que no quiera todo lo que planeamos para la boda. Solo pienso que tendremos que aplazar lo de tener hijos, porque debemos aplazar la construcción de la casa; porque así como tú, también soy un futuro esposo RES-PON-SA-BLE…—Se le acerca frunciendo la vista. — Y debemos tomarnos más tiempo para ahorrar, porque debemos gastar primero en la ceremonia. —La siente en silencio un par de manzanas. —No te estaba regañando. Sólo que he soñado más con construir nuestra casa, en una zona rodeada de árboles. Abrir la puerta y encontrarme contigo y nuestros hijos. Sin importar qué tan malo sea el día, terminarlo sonriendo juntos.
—No es que… —Mina se aferra fuerte a su brazo. —No es que me haya enojado o molestado… Es que…—Se detiene para verlo a los ojos. — Quiero eso. Quiero lo mismo que tú. Podremos viajar más adelante. —Lo ve tomar aire para contradecirla, pero lo detiene. — Quiero un hogar, lleno de amor… CONTIGO. —Se pone de puntitas, él la toma de la cintura y se dan un beso. Dan unas risitas y un par de besos más, aprovechando que la calle está solitaria. Otra nevada adorna el cielo para ésta pareja y la gran ciudad de Tokio.
…
Para todos los que apostaron por volver a ver el nepe del Mamo, jajajaja felicidades. Estamos viendo todo un final feliz, pero como les dije, lo haría largo (XL ¬¬). Todos tendrán de su torta y bebés ¡Hasta el próximo viernes!
Saluditos a…
Faby: Jajaja ya estoy viendo para comprar una almohada grande de Vergeta y proponerle un trío a mi esposo. Soy moderna, el nepe Saiyajin ya lo tengo, guardado para inspiración ¬¬ Jajaja
OhaioIzumikun: La Bulma tiene un radar para las bolas, que ni te imaginas XD (Soy telible) El Vergeta, siempre encuentra maneras de corrompernos, je cachondo que es *sonrisa_ladina. Jajaja. Mina tiene el paquetote a mano, no necesita del ramo. Vegeta y Luna, de enemigos a amigos, y bueno que el Vergeta no puede de lo coqueto.
Nita-chan84: Jajaja, todos necesitamos ir a la Isla del sexo Saiyajin, pero ya! Ufff, que me desarmen toditos los huesos y me vuelvan a armar XD. Espero que la explosión te haya satisfecho, ése Darien, todo bañadito y cambiado está para comerlo. Sí te digo me dio risa escribir a los padres de Bulma, sacándole fotos, como si fuera una graduación. XD
Kaysachan: no pues, los gatos Lunares van a tener que aprender que las paredes tiemblan y que las maderas se parten. Jajaja Además así se animan y le entran a lo suyo, todavía deben darnos pequeños bebes gatitos, hmp!, se olvidaron de su hija Diana atrevidos. Seguro llegará y llegará acompañada porque tendrán una linda camada. Vergeta como siempre manteniendo en forma a la Usagi, dentro y fuera de la cama ¡Donde sea! Je, Vergeta cachondo ¡Deja de excitarnos! OkNo. XD Y aquí quienes se robaron la noche fueron ¿Bulrien? ¿DariBul? ¿BulMamo? ¿MamoBul? Jajajaj :v también suena mal. Pero sí, se decidieron caer ante un vicio primero, y sí se les va a hacer vicio ¬¬ Espero la escena haya sido de tu gusto, dudé bastante sobre si sí en éste cap o no. Pero una cosa llevó a la otra y sí se dió ¡Felicidades! XD
Diana Salazar de Facebook: Aquí firmes en cada viernes! Muchas gracias por seguir mi historia hasta aquí. Debo decir, así como te gusta que la dulzura de Serena cale hondo en Vergeta, a mi me gusta que la actitud depredadora de Vergeta pervierta toda ésa carnita pura de Serena. Que le saque la inocencia como cajón que no cierra Jajaja. Nos leemos, abrazos virtuales.
