Lala Lulu: Hola! Una vida nueva para Serena empieza ¿Estará realmente lista? Uff, Matrimonio, Reglas e Historia. Tuve que ponerme a investigar las razones de crear reglas para casarse en la realeza de casi cinco dinastías, entre ellas Árabes, Inglesas y la más próspera la Mongol (Ghengis Khan otro viejo insaciable jajaja). El Gran Sí al viejo zabrozo ¬¬ Pobre Nappa, lo dejaron viendo un chispero XD Lita toma la p*lla por los cue- Digo el Toro, el toro. El enfrentamiento entre Rei y Raditz. El chisme levanta vuelo y ¿Serena y Vegeta tienen un problema? ¡Las Amigas Al Rescate!

¡Advertencia! Si ya has leído mi historia anterior sabrás que yo no escribo Lemon, sino Smut, mucho Smut. Smut es sabrosura primero, explicaciones después. Así que esto es para adultos ¡Porque soy una maldita pervertida!

No me pertenecen los personajes, son Creaciones de Akira Toriyama y Naoko Takeuchi. Hecho por un fan, para algún otro fan que ande dando vueltas por la Vía Láctea…

Capítulo 14

Bardock caminaba en el pasillo, veía el movimiento de nuevas vecinas que tendrá en el lugar. Pasaba muy disimulado, quería ver donde se instalaría Lita. Y como una invocación mental, ahí aparecía la hembra.

—General… —Lita le daba un saludo. — ¿Podemos hablar un momento?— Le señala la sala de reuniones junto a la biblioteca.

Bardock mira por moros en la costa. —Sí, seguro. —Una sonrisa se le dibuja, ha habido tanta agitación éstos días, que no han podido tener un momento tranquilo como se lo merecen. Cierra la puerta y se inclina a abrazarla completa. —Grrr… también quería esto.

—Jaja, qué bueno, espero que lo próximo también esté en tu lista de deseos. —Lita suspira grande y se aleja un poco para verlo a los ojos. —Me he dado cuenta, que tú no tomas ninguna decisión importante en lo nuestro, y que es por mí. Lo haces por mi bien, así no me siento invadida cuando damos un paso más cerca de la intimidad. —El rostro de Bardock se torna serio y el de ella también. —A lo que quiero decirte, que ya no debes tratarme así. Luego de ése susto que me diste. —Los dos largan una risita recordando. —Luego de eso, yo quiero estar contigo. Me has demostrado que esto no es un juego, me has contado todo de ti y yo te he contado todo de mí. Ya no tenemos secretos... Por eso, porque estoy más segura que nunca, quiero mudarme de habitación… Quiero que tu habitación sea la mía.

Bardock casi da un paso hacia atrás. —Lita ¡Lita! —La levanta de la cintura y la hace girar. —Jajaja, de todas formas, no quiero que creas, que lo hacía porque te veía como alguien débil. Te juro que una preocupación mía era salirme de control, no sabía cómo actuar. Mi polla se revivió al verte desnuda, te juro que tus golpes fueron lo menos sorpresivo.

Lita frunce los labios, le da un palmadita en la cara. — ¡Hm! Así que sí eras un degenerado después de todo. —Lita se ríe de todas formas, Bardock la toma de la mano y se la lleva. —Hey ¿Qué pasa?

—No pienso esperar… —Bardock ya no revisa moros en la costa ni disimula nada. Va a informarlo como se debe, los ven pasar tentados de la risa. Escanea un poco y ahí está el Ki de Vegeta, saliendo de la zona de entrenamiento.

—General, Señorita Kino. —Vegeta saluda y los ve tomados de la mano. Frunce el ceño hasta la punta de su nariz "¡No puede ser! ¡Él se va casar dos veces y yo ni una!"

Bardock lo ve ahogándose en bilis, y se previene antes de que diga cualquier cosa. —No te estoy pidiendo permiso. Te estoy informando. —Frunce el ceño, saca el pecho y lo enfrenta.

—Bardock no. —Lita lo detiene, lo que les faltaba, quedarse desempleados.

Vegeta sacude la cabeza. —No, no es eso. Tienes derecho como cualquiera a tener pareja pero… —Los ve a los dos esperando una respuesta sincera. —Haaa… No todos los días un hijo ve a sus padres separarse. —Rasca su nuca, ahora los ve confundidos. —Qué le diré al pobre de Nappa, lo dejaste vestido y alborotado. —Se cruza de brazos y estalla a carcajadas.

Lita queda sorprendida, las risas del Príncipe dan terror y Bardock le asiente. —Bueno, su Alteza, quiero que sepa que yo no—Ve a Vegeta hacerle una reverencia en respeto.

—Señorita, usted seguro no me recuerda. —Vegeta le habla. —Pero hace mucho, mucho tiempo… La vi pasar por algo horrible. Y no me arrepiento de haberla ayudado a tener una nueva oportunidad, usted se lo merece. Así como el General nunca juzgaría mal a la Pareja que yo he elegido, con usted es lo mismo.

Bardock lo sacude y pasa un brazo por sus hombros. —Ya sabía yo que podía confiar en ti enanito…

—Grrr…Me equivoqué. —Vegeta se enfurece. — ¡Eres tú quien no se lo merece! —Empuja a Bardock.

— ¿Qué les pasa? —Raditz se acerca, estira los hombros. Vegeta casi le arranca el brazo entrenando.

—Pasa que yo creía que eras tú, al que tenía que tenerle un ojo puesto. —Vegeta le señala a Bardock y Lita, tomados de la mano y con cara de quien se comió el ratón.

—"Ay carajo"— Traga un poco, Raditz se pregunta cómo va a hacer con lo de Rei. Pero luego tiene esperanzas, si otra de sus amigas está emparejada con ellos ¿Por qué ella se negaría? —Lita… Nappa se va a querer matar ¡Jajaja! —Raditz bromea con los demás. Piensa que ya no puede evadir más el asunto, apenas Rei tenga un día calmo, necesita hablar con ella.

Serena estaba anotando sin parar todo lo que Milk y la Señora Hakkake le dictaban, también organizaba asuntos en la tableta, veían el almacén y los refrigeradores de carne.

—… Por eso es muy importante, las cantidades deben ser suficientes. —La anciana Hakkake explica. —Pero no exagerar con nada, al Príncipe no le gusta el desperdicio. Antes de tirar la comida, se dona todo a algún orfanato y nunca den el nombre. En verdad le desagrada socializar o llamar la atención con eso. Todo debe informase, tanto para tener nosotros un control, como para la zona central del Palacio, a sus Majestades…

Serena asiente y sigue anotando. Por su parte Milk se alegra de que no es muy diferente a lo que recuerda administrar el castillo de su padre. — ¿Y Serena? ¿Todo bien hasta ahora?

Observa sus anotaciones, las mira a las dos Amas de Llave. Hace un puchero enorme. — ¡No entendí nada! —Llora al cielo, Milk y Hakkake caen al suelo sin poder creerlo.

—Bien, de acuerdo, de acuerdo… —Hakkake toma aire. —Empecemos otra vez, lo importante es saber cada cuanto se necesita ver lo víveres. —La llevan para sentarse en la cocina y de paso tomar algún bocadillo. Se saltaron el almuerzo, la Señorita Tsukino se ve muy comprometida en esto.

Serena ingresa y unas cuatro empleadas y los ayudantes de Lita le hacen reverencia. De nuevo salta muy incómoda. —Hola, con hola está bien. —Se escuda con las manos, los ve desviarle la mirada. —No es que desprecie su respeto. Es que, debo hacerme a la idea. —Ahí recuerda. —Oh, podemos hacer té y café… —Saca la cápsula. —Miren es Daifuku… Son demasiados para mí sola. —Lita, Mina y Rei se acercan también y se ponen a cuchichear. De un lado ve en el rincón de la mesa a Zangya, técnicamente intentado ser invisible. —Oye ¿Tú no quieres?

—Ah, está bien Señora, digo Señorita… —Zangya se encoge en vergüenza ¿Cómo puede ser tan amable con ellas luego de lo que le hicieron? Sí, fue Maron la que orquestó todo, pero ella sabía que estaba mal.

Serena mira a sus espaldas, sus amigas apuntan a Zangya casi tirando flechas con la mirada. —Jaja, no te preocupes. No soy rencorosa. —Le deja uno de frutas y le llena su taza con té recién hecho.

—Gracias. —Se inclina, casi pidiéndole perdón y prueba el dulce y el té.

Luego de las lecciones de Administración de la zona del Palacio. Serena se ponía al final de día con Ami para ver las leyes de regencia y de Gobierno para la Realeza Saiyajin. Un poco de lo que opinaba cambia, al menos en la parte del Harén. Se explica, que es un lugar donde no sólo se protege a los miembros hembra de la Dinastía, sino a los niños, ya sean o no descendencia que pueda heredar, se les da educación y entrenamiento. Es casi una institución política, sólo mujeres completamente Leales pueden formar parte. La Favorita puede ascender a Concubina, pero para que la concubina sea Reina Consorte, debe ser mitad Saiyajin y haber dado herederos más fuertes que la Consorte Real. Así se aseguraban que no haya problemas de Herencia, como lo fue con el Primer Rey Vegeta, que los hijos con su Consorte no llegaron a la mayoría de edad, y tuvo que ascender un hijo de su Concubina. También se regula que nada se salga de control, ya que el Segundo Rey Vegeta, tuvo tantas Concubinas y amantes, que a la hora de su muerte se desató una ola de asesinatos por el Trono. Por eso es importante la aprobación, de las amantes del Harén por parte de la Consorte. El Linaje se protege así, con la selección y la descendencia más fuerte.

Serena frunce los labios y el ceño para sí misma. —"Sí, de acuerdo, de acuerdo... Tampoco es un salón lleno de amantes y orgías… Tampoco es porque sean mujeriegos. Pero ¿Compartir así? ¿Acaso no hay amor? Y si lo hubiera pero no hay hijos… O si hay muchos habría una Guerra interna horrible y despiadada, como con el Rey Vegeta II donde se mataron entre hermanos ¿Cuánto es suficiente?"—Piensa y se frustra al saber que al menos con ella no será suficiente.

—Mira, éste es el libro que me prestó el Comandante. —Ami le muestra. — ¿Ves? Antes en el Planeta Sádala, se unían como cualquier otro. No había diferencia entre las relaciones de la Monarquía y los comunes. Se habla de emparejamientos, de a pares, de a dos. Reafirma que pueden elegir, lo ven como un acto noble luchar por la Pareja, unirse a ella en las buenas y en las malas. —Ami habla casi llena de romanticismo. Y sí, aun si las palabras en el libro son crudas y no hablan de amor sino, más bien del Instinto de aparearse. Ella piensa en Nappa y todo lo que dejó de lado por amor a su Pareja.

Serena presta atención a eso, en ningún lugar niega que un Saiyajin, cualquiera sea su clase y su rango no pueda elegir una Única, hablan de Pareja, como una institución tan importante como el Harén. Es más, se da cuenta que ésa institución fue instalada por ellos cuando se fundó el Planeta Vegeta. El Planeta Sádala se extinguió luego de una Guerra civil. Se lleva ambos libros y uno de historia… Tan distraída en sus cosas, subía por la escalera que unía el patio a la zona de las habitaciones, y no veía quien la acechaba en la escalera. —¡Aaahh!

— ¡Rápido que hace frío! —Vegeta la carga en su hombro como un bulto.

—Ay, no me vuelvas a asustar así. —Serena se queja y patalea, lo golpea con uno de los libros en la espalda. — ¡Bájame! —Ordena.

—Jajaja, ya, ya… —Vegeta la deja poner los pies en el piso del pasillo. —Sólo vine a buscarte porque se hacía tarde, y no veía señas de ti.

Serena está confundida. — ¿Tarde? —Mira la hora en la tableta.

—Sí, te dije que cenáramos juntos. —Toma la tableta de Serena y le muestra el aviso de la agenda. La ve muy perdida, y aun concentrada en la rutina. —Supongo que no has almorzado de nuevo. —Presiona los dientes, muy enojado camina junto a ella a la habitación. De todas formas la ayuda a cargar los libros.

—Ay, no te enojes. —Serena se toma de su brazo. —No nos vimos y quieres estar así. — Toma aire intentado cambiar su humor. —Hoy mientras estaba con las amas de llaves, aprendiendo sobre administrar nuestra zona del Palacio, comí los dulces que me regalaste. Tomé té y café con mis amigas y las demás chicas del servicio nos acompañaron. Lo disfruté mucho. —Aplaude contenta.

Entran a la habitación, Vegeta azota los libros sobre la mesita, y se enfrenta a Serena. — ¡¿Cómo pudiste hacer algo así?! Varias de ellas te atacaron ¡Ya no debes compartir la mesa con el servicio! —Se cruza de brazos. —Debes aprender a aplicar el castigo con el peso que se debe, sino volverán a repetirse, creerán que eres blanda, te tomarán por tonta ¡No se pue—

Serena lo detiene levantando la mano delante de él, muy seria se acerca. —Mira, lo comprendo. Pero el castigo ya fue dado, y creo que fue con el peso correcto. —Suspira y lo sigue viendo enojado, toca sus hombros en un intento de relajarlo. —Vegeta... —Le hace un puchero. — ¿Cómo era? Mi poder…Sshhh, calmado, calmado…Sshhh —Frota sus brazos.

Vegeta se enoja porque quiera domesticarlo como un caballo. —Grrr… Es sólo que así, siempre estaré con el temor que te tomen con la Guardia baja y te hagan algo. Debes marcar un límite.

—Pero estaba con Milk, Lita, muchas personas de confianza… —Lo toma de la mejilla, le parece adorable que su ceño fruncido sea porque está preocupado por ella. —Vegeta, ya no me duele. Tampoco soy una tonta, si hubiera sido Maron, le daba un Daifuku envenenado. —Dice en chiste y los dos se ríen— ¿Por qué te aferras a todo lo negativo? Sé que es tu manera de protegerte, pero mira; ahora estamos juntos, no hay peligro y no puedes disfrutar.

Resopla bien fuerte como un caballo. — ¿Cómo haces tú para no envenenarte y volver a confiar? —Desarma su postura defensiva y la abraza. La levanta y se sienta en la cama, dejándola a horcajadas. La envuelve aún más en sus brazos y esconde el rostro en su pecho, el corazón de Serena late fuerte.

Serena siente su calor envolverla, su respiración se agita cuando presiona su rostro contra sus senos. Larga un pequeño gemido, y peina su melena negra entre sus dedos. —Mmm, Vegeta. —Por fin sus ojos se unen con la intención del beso, se acercan en una tierna caricia entre sus labios. No sabe qué sucede, pero cuando escucha el gruñido de Vegeta y su pene empezando a asomarse; algo se desata en ella. Muerde los labios de Vegeta, saca la lengua tan explícito que lo deja mojado en saliva, de un pequeño empujón se recuestan en la cama. Siente las manos de Vegeta viajar desde su cintura, hasta los lados de sus senos. Ella empieza a aflojar su Yukata. —"Sí Vegeta, por favor, toca mis pechos, por favor…" —Su mente le grita desesperada.

Tock, Tock…

— ¡¿QUIÉN MIERDA ES A ÉSTA HORA?! —Serena ruge en lo alto y golpea con rabia el colchón con su puño cerrado.

Hasta Vegeta se sorprende y eleva sus cejas por la sorpresa. —Cálmate tú. —Vegeta le da un beso. —Es la comida, pedí de cenar y vas a comer y punto. —La quita de encima y se arreglan un poco. No piensa dejarla saltarse más comidas.

—…Mmm y así aprendí la diferencia y las reformas, al menos en el matrimonio con la Realeza. Entre el Planeta Sádala y Vegeta-Sai. —Comenta mientras comen pasta, están sentados en grandes almohadones, frente a la mesita de té. —Debo admitir, aunque no esté moralmente de acuerdo, comprendo la función del Harén. Yo lo veía más como un burdel personal. —Frunce la vista. —Aunque tu abuelo sí se lo tomó así ¡Hm! Degenerado, mira que embarazar cincuenta mujeres.

Vegeta levanta una ceja, se le dibuja una sonrisa recordando al viejo pervertido. —Sí, se crearon para no tener el problema de Sucesión que hubo con el Rey Vegeta I. Cuando se fundó Vegeta-sai, sólo tenía una mujer, su Reina. Sus hijos murieron y para hacer legal el hijo que tuvo con su amante instauró el sistema, junto con las reglas del ascenso de las concubinas. —Vegeta ve a Serena tomando el último bocado de su plato y sin preguntarle le sirve más.

Serena no protesta cuando le sirve más comida sin consultar. —Jummm, sabes he pensado; tú también tendrías ésos problemas. No hemos hablado seriamente, pero mis dificultades de tener hijos—

Vegeta la toma de la muñeca y la levanta, él se acomoda en el almohadón y la sienta a ella entre sus piernas. —Mira, hay una diferencia entre "dificultad" y esterilidad. Tú no eres estéril, sólo tienes un ciclo muy irregular de ovulación. No quiero presionarte, ni que te sientas presionada a hacer ningún tratamiento, si no quieres realmente tener hijos todavía. —La ve tomar aire para discutirle, le pone un dedo en la boca. — ¿Sabes por qué fue la primera oleada de terrícolas embarazadas de Saiyajines? Porque nuestra genética es resistente, el vientre de las hembras tiene sistemas de defensa por si solos, y sumado a que se confiaron de la píldora anticonceptiva, muchos híbridos se dieron en la "Primera invasión".

—Pero un heredero es importante, tampoco quiero desatar una Guerra civil por la sucesión entre los Coroneles, o algún político de alto poder que quiera sacarte del Trono. —La mirada de Serena se entristece y apunta al piso. —Tienes derecho a una Concubina o una Favorita…

—Entiende tú que ya he decidido. Quiero una cría de tu vientre y de nadie más. —Vegeta la ve sorprenderse. — ¿No lo sabías? ¿No lo he dejado claro? Eres mi Pareja… —Apunta la mirada al libro sobre el Planeta Sádala. Lo toma y busca donde se describen las costumbres de apareamiento. — A ver… Señálame, aquí dice que cualquier Saiyajin puede aparearse, desde el más bajo rango al más alto, forma parte de nuestra libertad. Cosas que no pueden ni se deben sacar… —Ella lee y asiente, Vegeta toma el libro de Vegeta-Sai— Ahora, señálame aquí ¿Dónde dice que estoy OBLIGADO a tener amantes o concubinas?

—Jummm. No, no dice O-BLI-GA-DO. Pero es una conveniencia política y de poder. Y tú querrás tener hijos.

—Cuando los DOS queramos tener hijos, veremos qué vamos a hacer. Te lo dije, voy a luchar contra todo. Estoy seguro que ésas dificultades que tienes, las vamos a superar. —La toma de la mano y le deja un beso. —Para eso, al igual que para todo en la vida, lo primero es la salud. —Toma algo de pasta rellena con carne y se la mete en la boca a Serena.

— ¡Dame bocados más pequeños! —Serena lo regaña con la boca llena.

— ¡Deja de saltarte las comidas! —Vegeta llena de nuevo el tenedor y le cierra la boca. La ve ponerse roja del coraje, le encanta y se da cuenta que ella es un poco más pesimista que él. Cree que se debe a su inseguridad.

Serena pone una mano para detenerlo o va a llenarle de salsa los pulmones, se sirve agua. — ¡Mmm! Pareciera que no te importaría una Guerra Civil.

La deja tomar agua. —Sí me importa, por eso voy con pie de plomo y pensamos un millón de veces todo. Hasta vemos por un plan B. —Toma el Libro de Vegeta-Sai. —Por eso es importante que conozcas al "enemigo", así sabes moverte con él. —Lo deja a un lado y piensa unos momentos. —Esa Guerra Civil que destruyó nuestro lugar de origen, fue entre Saiyajines buenos y Saiyajines malos. Para mí, ganaron los malos.

Serena prepara un tenedor lleno para Vegeta. — ¿Cómo estás seguro?

—Mmm. —Da el bocado dejando el tenedor limpio. —Porque hay registros, muy pocos registros, de que el Planeta Sádala era como el Planeta Tierra o Tech-Tech. —Traga la comida. — Comerciábamos con otros planetas. Había híbridos con otras razas. No íbamos por ahí purgando, invadiendo y revendiendo Planetas. No éramos tan rigurosos con eso de la "pureza Saiyajin". —Toma el viejo libro, lo reconoce; es un libro que la abuela de Nappa le regaló al Comandante. —Y es esto lo que quiero salvar, nuestras raíces. Muchas veces se intentó por fuera terminar con el Linaje de los Reyes Vegeta pero ¿Y si alguien lo hiciera desde adentro? —Puede verla fascinada con lo que le habla, acaricia su mejilla. Él es quien está fascinado con ella, de que quiera luchar a su lado. —Admito que mi primer plan era simple, ascender a Rey y empezar a matar hijos de puta ¡Jajaja!

— ¡Ja-Ja! —Serena pone las manos en su cintura para regañarlo. —Pues te informo que cuando sea tu esposa, no te voy a permitir nada de eso. Voy a tener la correa bien ajustada en tu cuello.

— ¿Ah sí? ¡Casado o soltero nadie me da órdenes! —Vegeta le hace cosquillas, ella se retuerce de la risa. Le encanta escuchar cómo la habitación se llena de sus carcajadas, la deja tomar aire. —Oye… ¿Tú sabías lo del General y Lita?

— ¡¿QUÉ?!— Serena queda boquiabierta.

Mientras Vegeta ponía al tanto del chisme a Serena. Lita ya se instalaba en la habitación del General. —Jajaja, hubieras visto la cara de mis amigas. Mina dijo, que puede ponerle un nuevo nombre a lo nuestro. —Lita se voltea a Bardock que la ayudaba a guardar la ropa en el closet. —"Amor al primer golpe".

— ¡Ja! Para tu información, la primera vez ni siquiera tenía mi guardia preparada y la segunda, te dejé golpearme. —Un poco ofendido Bardock, la escucha partirse de la risa. — ¡Ah, no! ¡Ahora verás la furia de un Saiyajin! —Se la lleva en el hombro, se sienta en la cama, la deja en su falda y le acierta una nalgada.

—¡Bardock! —Lita le ruge mientras absorbe la nalgada ardiente en su cuerpo. —¡Auuu! —Otra un poco menos brusca, pero que culmina con las manos del General aliviándola. —Grrr…

—Jajaja, ya me desquité. Tranquila. —La ve roja de la furia, se voltea y la deja taclearlo en la cama. —Mmm… Ahora desquítate tú, has de mi lo que te plazca. — Dice con muy buen humor, ya está ilusionado de tener todos los días y las noches con ella.

—"¡Mi puta madre! ¡Qué buena oferta!" —Lita sabe que él está hablando en broma, pero le deja un beso superficial en la boca, y continua bajando con sus manos.

Bardock siente las palmas de Lita bajar con pesadez, la escucha suspirar y él hace lo mismo. Le gusta, cierra los ojos, pero a los pocos segundos los abre del susto. Ella empieza a bajar su pantalón y meter la mano para sacar su polla. — ¡Hm! Lita-Aaahh…—Bardock se endereza con sus codos, la mano de Lita y ése beso sobre su glande lo tomaron completamente por sorpresa.

Lita tiene su virilidad en su mano, tan caliente y dura como siempre. Se acomoda entre sus piernas. Su mano apenas la envuelve por completo, sus venas, su textura aterciopelada. Quiere besarlo de nuevo y lo hace. —Mmh… Jaja. —Una risita se le sale, lo masajea de arriba-abajo, saborea un poco sus labios. —Así, "cara a cara" no me da miedo. Me gusta… —Empieza a dejar un camino de besos desde la base a la punta.

—Ah, Lita. —Bardock se retuerce, lo disfruta, las expresiones en el rostro ruborizado de Lita también lo calientan. Sin embargo quiere estar seguro. — ¿En verdad quieres hacerlo?

Ella asiente y da círculos con la lengua a su punta, la presiona con su pulgar. Recuerda todo lo que decía el libro que le dio Mina sobre el placer oral, quiere aplicarlo ahora mismo. —Ya lo estoy haciendo. —Creyó que el sabor sería horrible, agrio. No obstante, si bien es salino, parece que nada de lo que salga de Bardock puede cortar su apetito por él.

Las caricias, los besos hambrientos de la hembra en su miembro lo agitan. El placer parece extenderse y volver a unirse por debajo de su saco. Después de una larga lamida, el calor de su boca lo envuelve totalmente. —Oh, carajo. —Presiona los dientes y tira la cabeza hacia atrás. Se aferra a las sábanas, porque si la toca no sabe cuánto autocontrol le quede.

Su punta, tan sólo su punta llena su boca. —"¡Esto no puede ser normal! ¡Es demasiado grande! Pero… También demasiado tentador."—La mente de Lita está entre el espanto y la fascinación. Sentirlo palpitar en su boca la empieza a calentar, y mientras intenta coordinar su boca con la mano, busca aliviar su propio calor con su mano libre. Toma aire, cubre el filo de sus dientes con los labios y en cada succión empieza a chorrear su saliva. — ¡Nnh! Bardock. —Lita gime alto con su polla en la boca, enfoca su mirada en él, muy decidida toma aire.

Bardock se sorprende al verla tocándose a sí misma, toma valor y acaricia las mejillas enrojecidas de Lita, y de nuevo lo engulle. El General gruñe, cada momento su polla está más y más dentro de ella, la sostiene del cabello pero sin forzarla o acelerar sus embestidas.

Lita ha cruzado dos límites, está dando placer y está disfrutando al darlo. Toca su clítoris endurecido por encima de sus bragas, y ahí recuerda ésa noche donde Bardock la hizo gozar sólo a ella, entonces decide llevar ésa mano y masajear sus testículos.

— ¡Ah! ¡Lita, aléjate! Me voy a correr. —Le da un pequeño empujón y muerde su labio con dolor para contenerse.

Lita se aleja con jadeos, lame la punta; está en verdad al límite. —Hazlo, en mi boca…—Chupa el glande bien fuerte, lo deja saltando alegre. —Lo quiero en la boca. —Con rudeza presiona la mitad de su miembro entre sus manos, se relame y toma aire. Lo traga hasta el fondo, su saliva lubrica el miembro, sus manos estimulan todo lo que no entra en su boca.

Y de un solo tirón de sus testículos, se vacía dentro de ella. —Grrr… ¡Dios! —Bardock siente que el alma se le ha escapado, agitado se focaliza en ella y su reacción. Ve cómo su semen escurre por su boca. —Perdóname, deja que te limpie. —Se quita la camiseta y la limpia, sus cejas quedan en lo alto cuando la ve tragando. —No, escúpelo. Debe saber horrible.

Lita acepta limpiarse los restos, además lo ve preocupado y ¿Ruborizado? ¿Puede ser que esté apenado? —Siempre crees que todo lo sexual contigo, lo hago obligada o presionada. Para mí es un placer… —Saca la lengua y relame sus dedos, mostrándole lo mucho que disfruta de su semen.

La atropella, haciéndola rebotar en la cama con un beso. —Lita… —Limpia la boca de la hembra con su lengua, la saliva se desborda, como si se esforzara en limpiarla, pero en verdad lo hace para adorarla. Sus ojos verdes brillan en la habitación, el calor no ha disminuido entre ellos. —Pareja, mi pareja… Mía. — Empieza a besarla, se hunden enredados en el beso.

—Mío… —Lita cae en las atenciones del Saiyajin. Desde que Bardock entró a su vida, ha borrado las sombras del pasado con su paciencia y su constancia… Bueno, también lo ha hecho ése rudo y fuerte cuerpo esculpido por los Dioses, lleno de antojos por ella.

Rei entra a sus habitaciones. Raditz la espera, está mirado muy atento a los gatos. —Raditz ¿Sucede algo? —Se pone algo nerviosa, cree que él sospecha de Luna y Artemis.

—Hola Rei, lo siento. — El Saiyajin se levanta casi de golpe. —Perdóname por la hora, no quería molestar. Como no estabas… —Mira a los lados, está nervioso. Quizás es mala idea y deba esperar un tiempo más. —Mira éstos libros; la vez que mencionaste la Copa Lunar me entró la curiosidad. No sé si tú tienes alguna otra información.

Rei toma los libros, parecen muy viejos. —Sólo tengo… —Mira de reojo a los gatos, se hacen los tontos maullando y tirándose al suelo. Raditz se gira a verlos. —Tuve una visión…

Luna y Artemis saltan del susto hasta el techo al escucharla compartir ésa información. El Saiyajin se voltea a ella, aun sintiendo a los gatos con miedo. Ahora es él quien tiene miedo de lo que está pensando. —"E-Esos gatos son… ¡¿Personas?!"

Rei lo enfrenta. Con los gatos de testigos, ella siente que debe recordar su misión, recordar que ella lucha por un bien mayor. —No lo tomes como una amenaza, sino como una advertencia. —Endereza el pecho y da un par de pasos hasta él. —Los Saiyajin caerán, una vez que se revelen los Guerreros de las semillas estelares, será su perdición.

— ¿Todos los Saiyajines? ¿Qué clase de Saiyajines caerán? ¿Sólo es el Imperio? —Camina sobre ella, como arrinconándola. — ¿Eres una Sailor Scout?

Rei parpadea, mira a los lados. Siempre lo interpretó al Imperio, como a todos los Saiyajin. — ¡Basta! ¡Tú quieres confundirme! —Pone la palma en el pecho de Raditz para detenerlo. —No soy una Sailor, pero si lo fuera, vería con mis propias manos, matarlos a ustedes, matar a ambos Príncipes y a los Reyes. Borrar su estirpe de la existencia.

Raditz se voltea a los Gatos. — ¡¿Ustedes la metieron en esto?! ¡Contéstenme!

— ¡Raditz basta! ¡Esto no puede seguir así! —Lo tironea de la ropa.

Raditz busca con la vista, está seguro que vio una daga, ahí está en el decorado tradicional. —Ya que estás arrepentida de querer tratar conmigo, toma… —Se la da en la mano, toma la mano de Rei para aferrarla firme al arma. Pasa algo de su Ki para que pueda dañarlo. —Si crees que yo aún formo parte de la idea de los Saiyajin que tú tienes, empújala. Pero tampoco te voy a mentir, sí lo he hecho. Dame el castigo que tú creas le haga un favor a tu Planeta, lo prefiero antes que vivir con tu desprecio.

Rei presiona la daga en su mano, truena los dientes de la furia. —No puedes borrar tu pasado… Y tú tienes un pasado más largo del que puedo soportar. —Su ojo da saltos, no puede reprimir la ira y la frustración al darse cuenta, qué es lo que realmente la atosiga de Raditz. — ¡¿Te acostaste con Maron o con Mina?!

El reclamo reverbera por las paredes, los gatos se desmayan y Raditz… Raditz no lo puede creer. — ¡¿Qué?! ¡Rei yo…—Intenta armar algo en su mente para responder.

Rei camina empujándolo con el puñal hasta el sofá, lo tira y queda arriba de él. —¡Contéstame!

Pone sus manos en rendición. —No he tocado ni visto a ninguna desde que tú te acercaste. —Le dice la verdad. — Y Mina, es sólo una amiga, tan pervertida como yo, pero una amiga. —Sonríe de lado al verla bajar la guardia. —Mira quiero, hablarte. Si no quieres que diga nada de lo tuyo y ése par. —Señala a los gatos y vuelven a saltar del susto. —No voy a insistir, pero mi padre y Lita están juntos. Mi padre me aseguró que ella se decidió luego de ponerla al tanto de todo, y quiero que contigo sea lo mismo. Aunque en nuestro caso, no estoy seguro. Tú y yo somos muy diferentes a ellos. —Raditz se sienta en el sillón, cruza sus manos y piensa en cómo explicarle a Rei todo.

Rei lo escucha atentamente, los gatos también se acercan muy prevenidos. Las últimas conclusiones de ella no estaban erradas, ellos ya están en el lado enemigo. Si el Rey muere y el Príncipe Vegeta no Hereda el trono, esto será peor. La Reina mantendrá su poder con el Príncipe Tarble, o aun peor, la Reina regirá, y así de una forma o la otra Selypar planea asociarse a King Cold. El ejército Saiyajin estaría al mando de ése tipo.

—… Y esto, esto es lo único que hemos encontrado. —Le muestra los libros. —No tengo dudas de que algo sucedió hace treinta años, cuando tuvimos el Primer contacto con la Vía Láctea. No hay testigos más que los de suma confianza con el Rey, o mejor dicho, asociados a los planes de la Reina. Nos empezamos a preguntar: ¿Cómo era posible que en cinco años nos hayamos adueñado de una Galaxia? No sé si tenga que ver con ésa Copa Lunar que mencionaste. Pero te aseguro que nosotros, por lo menos con el Príncipe Vegeta no tenemos nada que ver.

Rei abre y cierra la boca, mira los libros, los gatos los olfatean algo desconfiados.

Raditz se levanta. —Yo ya te he dicho y te he dado a entender que soy indigno de ti. —Ella se levanta, parece que va a detenerlo, la toma de la cintura y la abraza completa. Deja un beso profundo en sus labios. —Perdóname, soy débil. No pude resistir robarte un beso.

La deja en el piso, Rei se siente acalorada, impactada, completamente abrumada por todo. Su mirada queda llena de anhelo, mientras los dos se separan y lo ve irse diciendo Buenas Noches…Une sus manos en el pecho.

— ¡No puedo creerlo Rei! —Luna le reclama al quedarse solos, el Saiyajin parece saberlo todo.

— ¡Creí que estabas detrás del Soldado Darien! —Artemis se refiere al romance que parece haber entre ellos.

— ¡Ay Artemis! —Luna lo sacude. — ¡¿De qué me hablas?! ¡Eso es lo de menos! Nuestras identidades están al descubierto. — Luna empieza a ver cómo escapar.

—Él no dirá nada. —Rei le asegura, presiona la mano en su pecho. —Lo amo.

Luna y Artemis están oficialmente, cavando un hoyo dónde morir luego de ésa noticia.

Pero no todo es dramas en el Palacio. Por lo menos por fuera, Mina y Broly salían a caminar en la noche nevada. —Jaja. Hace muchísimo frío. —Mina estaba con un abrigo y sus orejeras, hasta dos guantes de lana.

Broly se inclina un poco y la toma de la cintura para darle calor. —Oh lo siento. —Muy preocupado se lo dice.

—Mmm, pero no me arrepiento. Ha habido tanta revuelta en el trabajo. Haaa… Me da pena decir que hace años no tengo una cita. —Exhala fuerte y el vaho la rodea. —Siento respirar y librarme de todo el estrés. —Apenas se gira tiene de frente, casi tocando su nariz con —Broly… —Murmura, y aletea sus pestañas casi por reflejo.

Sus ojos celestes parecen una constelación, donde no sólo ése color puede ver. Broly está alucinado con ella. Ahora comprende su carisma, es una mujer irresistible. Su ego se eleva un poco pensando, que sólo con él aceptó una cita. —Debo confesarte, que yo nunca he tenido una cita.

—Oh ¿Y de qué era la experiencia que presumías? —Le intenta dar un pequeño empujón, pero el Saiyajin es una pila de rocas, ni siquiera le hace cosquillas.

El gesto juguetón de la hembra le dibuja una sonrisita. —Me refería a fornicar.

Mina levanta las cejas y en lugar de mirar el camino, voltea a verlo a él. —Ah-¡Aaah! —Tropieza y de nuevo es salvada por Broly. Está envuelta en sus brazos. —Oh Broly, me has vuelto a salvar…—Pone una mano en su mejilla, ésos ojos negros destellan.

La lana de su guante es suave, parece un peluche sobre su piel. —Jaja, sólo espero que nunca te lastimes y estar ahí para ayudarte. —En unos momentos sienten a la gente alrededor murmurar. Se enderezan, rojos como un tomate siguen caminando hasta su cita. —Mmm, te va a gustar, podemos estar cerca de las fogatas, y asar nuestra propia comida.

Mina estaba fascinada con los detalles del Restaurante. La palabra no era pequeño, sino íntimo y acogedor. Podían ver por fuera la nevada caer y sobre la fogata, le ponían la parrilla. —Me recuerda, a las pequeñas parrillas, las conocemos como Yakiniku. —De pronto queda con la vista chiquita al ver las porciones para asar.

—Vengo aquí cuando puedo, me gusta por las porciones grandes. Siempre venía con Kakarotto. Pero ésta noche está ocupado.

—Oye, sí. Me parece muy, pero muy sospechosa su actitud con Milk ¿Crees que ellos? —Mina se cubre con su abanico secreteando. Broly le frunce la vista, presiona la mandíbula. — ¡Oh! Lo siento, no quería arruinar nada. Perdóname Broly.

— ¡No tiene importancia! —Broly toma varios trozos de carne y más que ponerlos en la brocheta, parece apuñalarla, como si siguiera viva. Toma vegetales y hace lo mismo.

Mina lo detiene un poco, se ha sacado los guantes y están piel con piel sobre su mano. —Broly, yo no voy a juzgarte. El amor a veces duele…

Deja la carne asarse, sus gestos se entristecen. Su primera cita y la está arruinando ¡¿Por qué no simuló estar bien y ya?! —No sé si era eso. Creí que la quería como amiga, alguien amable se acercó así y era una mujer muy bonita. Luego la vi distinto, no entiendo de eso que dices. Pero sí escuché la charla que diste en el Banquete de los nuevos Guardias. El amor no puede ser estúpido. —Mira al piso. —Y es así como me siento por pretender estar con alguien como Milk. Un estúpido. —Presiona sus labios en línea recta, mordiéndolos para canalizar su enojo.

— ¿La odias? —Lo ve negar. — ¿Los desprecias? ¿Quieres separarlos o vengarte? —Mina ve que traen las bebidas.

—No, nada de eso. Pero tampoco quiero la lástima de nadie.

—Si me cuentas tus sentimientos, nunca verás lástima de mi parte. —Mina al fin lo ve levantar la vista, ella toma una brocheta y arma con más carne que verduras. Sino con todo lo que ha comido de carne en la semana, su estómago no resistirá. — ¿Ves mi comida? Es distinta a la tuya. Es más, te desafío que vayas a ver, no sólo las mesas que tienen pareja, sino también las demás. Nadie armó su comida igual. Sin embargo, estamos aquí. —Mina se acerca a él, se sienta pegando su muslo a él, sus ojos celestes lo apuntan. —Compartiendo la misma mesa.

Broly se inclina un poco, quiere besarla. Como si un hechizo hubiera pasado, las orejas de los dos se ponen rojas. Broly parpadea, tiene la necesidad de explicarle. —No te traje para desquitarme de Milk.

— ¡Eh! ¡No, no! —Mina agita sus manos, de paso se refresca. —Nunca pensaría eso. Es más, brindemos por ella y porque todos los corazones rotos encuentren la paz. —Toma el sake y sirve dos vasos.

Broly lo toma y da el pequeño brindis con ella. La ve feliz aplaudiendo, siente que con ella puede hablar de cualquier cosa, el aire es tan liviano a su alrededor. —Prometo beber un par más y nada más.

—Oh, bueno. Yo beberé sólo éste. —Mina juega con un mechón de cabello. —Quién sabe dónde me deje la noche. —Frunce los labios como si fuera a dar un beso, y pestañea "¡Sí!", salta triunfal en su mente al verlo esconder su rostro enrojecido. —No te culpo por sentirte atraído por Milk ¿Has visto el cuerpo que se gasta? ¡Un par de tetas! —Hace el gesto con las manos a la altura de su pecho.

Broly escupe la bebida. — ¡Cough, cough! Sí, sí. Ya entendí ¡Cough! —La detiene antes de que siga.

Mina contaba su vida y comía con él. Al sentir el olor no pudo resistirse, no comprende sus antojos por carne, carne roja y picante además. —… ¡Mmm! Así, es como si antes de conocer a Serena no tenía vida, Jajaja. Una vez teníamos diez años, e intercambiamos puestos, me corté el flequillo como ella, y ella se recogió el cabello como el mío. —Se tapa la boca recordando la travesura. —Era para aprobar una clase de cocina, si bien Serena es mala cocinando, yo soy una bomba atómica en la cocina. Jajaja no dejo a nadie vivo.

Él escucha muy atento, mira la brocheta de Mina. Apoya la mano en el asiento de ella y se inclina para darle una mordida a su comida. —Mmm, esto sabe bien.

—Ay, esto es fácil, además voy imitando lo que tú haces. —Toma una cucharada de aderezo y baña las verduras.

Un mechón de cabello casi arruina su bocado, Broly lo acomoda detrás de su oreja. Le encanta ponerla roja.

—Bueno, ya hablé para que escribas mi libro ¿Qué hay de ti? —Lo ve encogerse de hombros. —Anda, cuéntame…Oooh ¿Tendrás secretitos por ahí? —Lo pica en las costillas con su índice, como un patético intento de hacerle cosquillas. Patético, porque el Saiyajin parece de mármol. — ¿Amigos en la infancia? ¿Raditz, Nappa, El Príncipe?

—Mmm. Pues de niño, sólo recuerdo cuando exploté. —Broly se sirve algo de agua y empieza a hablar. —Tú sabes lo que dicen de mí… —Se gira a verla esperando más, suspira bajando los hombros. —Cuando un Saiyajin no nace de clase alta, lo envían a un planeta débil. No es que yo fuera débil en sí, sino una especie fuera de control. Nunca pude mantener un nivel constante. Recuerdo el Planeta Vampa, de niño había bestias y me hice amigo de una. Cuando mi padre fue a buscarme, yo no quería dejarlo. Y él disparó a mi amigo, lo mató. —Broly presiona el vaso, mira a Mina, está atenta. Él se sorprende al ver que es la primera vez que cuenta todo sin sentir ése dolor letal atravesarlo. —Me transformé en Ozaru, se dice que descendemos de ése demonio. Es una vieja leyenda, por eso el apodo. De todas formas aun no perfecciono la transformación.

—Oh… —Mina pone una mano en su boca. — ¿Es como el SuperSaiyajin?

—No, Mina. No tienes idea. —Un poco presumido con ella. —Con sólo elevar mi Ki, ésa vez con cinco años, hice cenizas el Planeta Vampa.

—Entonces es cierto lo que dicen. —Mina comenta asombrada. Broly frunce un poco el ceño, cree que es por las habladurías de que él es un Mutante. —El dolor los hace más fuertes, mejor dicho.; superar el dolor los hace más fuertes.

Broly sonríe relajado, ella no lo ve como un mutante. —Sí, muy parecido al amor. —Se sonríen el uno al otro.

Un mesero se acerca. — ¿Ustedes trabajan en el Palacio? — Los ve asentir, mira al alto de la cicatriz, parece Saiyajin pero no tiene cola. — ¿Es cierto que el Príncipe Demente despidió a varias de la servidumbre sin razón alguna? Vinieron varias a pedir trabajo, y muchas dijeron que fue una gran oportunidad perdida. Que el Heredero les había dejado usar tecnología avanzada y muchas comodidades. Luego de la nada, las sacó a patadas.

—¡Hmp! ¡¿De la nada?! —Mina salta de su asiento y lo apunta con su abanico. — ¡Atacar a su mujer debió ser un crimen con pena de muerte!

—Es cierto, la atacaron entre varias, como cobardes. —Broly apoya a su pareja. —Si ella no le hubiera pedido no mancharse las manos, él las hubiera matado ahí mismo.

El mozo y varios del lugar, paran la oreja y se acercan un poco. El chisme daba vueltas, pero eran los típicos del Príncipe Vegeta, así que no tenían impacto.

Un mozo con varios jarros de cerveza se detiene y comenta. —Entonces es cierto ¡Su Favorita es una sirvienta Terrícola! —Se escucha el asombro de todos.

— ¡Hm! Entonces también es cierto que está loco. —Un comensal concluye.

— ¡Si por supuesto que está loco! —Mina se para en su silla. — ¡Está loco de amor! ¡No puede ver ni pensar en nadie más que ella!

—Está a un paso de ser destituido como heredero. El Imperio de los Saiyajin no aceptará tal cosa. —Una de las cocineras comentaba desde el fondo.

— ¡No es cierto! ¡Yo formo parte de su séquito! Yo acepto que quiera tenerla a ella a su lado. —Broly se para y parece que la audiencia se encoge ante él, los intimida demasiado. —Los Saiyajin somos algo más que Los Jefes del Ejército y Emisarios Políticos. Es más, el General de su Ejército está de acuerdo.

—¡Ellos van a luchar contra todo! ¡Contra todos! —Mina presiona los puños de la emoción, casi haciendo una performance dramática.

—Pero es una Sirvienta común y corriente ¿Qué más puede hacer? Sólo rogar que la tome en su Harén. —La cocinera insiste, mientras sigue entregando platillos de postre.

—Su origen es humilde, así como su corazón. —Mina pone la silla delante de Broly y le pide ayuda para subir. —Su amor de a poco se ha reflejado en el Príncipe y viceversa ¡Dos Mundos unidos por un Mismo sentimiento!

Broly no hace más que seguirle sus locuras, lo hace reír y piensa qué fácil uno se vuelve cómplice de ésta rubia.

— ¡Dicen que es rubia y de ojos claros! —Una barrendera no soportó el chisme y se acerca a la multitud. El dueño del Restaurante feliz, ya que los que se iban pidieron más postre con café o té y los que estaban volvieron a pedir comida. — ¡¿Eres tú?! —La barrendera la señala, todos vuelve a asombrarse.

— ¡Claro que no! Mi cabello es rubio y liso, el de ella es dorado. —Mina asegura Broly asiente muy vehemente. — Rizos dorados que caen en cascadas, tanto así que sólo una hebra de su cabello opaca al mío. De puro corazón, tan puro que pudo poner a sus pies a la bestia, durmiéndolo como un manso felino. —Mina los hace exaltarse cuando señala al público con su abanico. —Pero mucho cuidado, la ofensa a la hembra despierta al León y tendrán que rezar por sus almas, porque sus vidas estarán perdidas.

Broly y Mina volvían al Palacio… Luego de repartirle el chisme a medio Pueblo. — ¡Jajaja! ¡Te lo juro Mina, nos van a matar por chismosos!

—Mmm… No sería mi primera vez. —Mina estalla a carcajadas con él, y se aferra al brazo de Broly. — ¡Ay! Es que no lo soporto. Cuando alguien le pone un dedo encima a mi amiga, algo brota dentro de mí, una energía violenta. —Los escucha seguir con las risitas, mientras ella se revuelca de la rabia de una venganza incompleta. —Además de no poder desquitarme con esas, las echaron sin causa pagándoles todo y encima reparten chismes así. No, no…No lo iba a dejar tranquilo.

—Nuestros Jefes se van a enfadar. —Broly se gira a ella, la abriga un poco, todavía les falta cruzar el patio del Palacio hasta las habitaciones.

—Bueno, mi Jefecita es muy buena amiga. Lástima tú, ahora ni siquiera habrán los rumores de que tú eras amante del Príncipe Heredero.

—Sí, me has destronado. —Dice en chiste. —Qué mala eres. —Al pie de la escalera, la toma en brazos y se eleva para llegar más rápido.

Mina reprime un grito de sorpresa, puede ver que le ahorra la caminata por la escalera. —Ah, gracias. Perdóname por hacerte caminar tanto, volar es muy útil para ustedes.

—Sí lo es, pero el aire frío te hubiera hecho mal. Disfruté mucho caminando y hablando. —La baja en la puerta de su cuarto. —No suelo hablar tanto, ni reír tanto. Me duelen las mejillas. —La punta de los dedos de Mina se apoya en su rostro.

Mina lo acaricia y frota su pulgar en la cicatriz, como si aliviara su "dolor", él se inclina para que ella pueda poner la mano completa en su rostro. Silencio, se acercan de a poco, sin poder cerrar la mirada y al fin un beso. Un beso lento donde se chocan sus narices frías, mueve sus bocas con ansias. Se abrazan, Broly la levanta del piso. Se separan un poco al sentir unos pasos, y quedan en alerta.

Broly escanea el Ki. —Creo que era un empleado, nada más.

—Ya aprenderé esa habilidad. Si ya era sigilosa para salirme con la mía, con ése poder seré invencible. Jaja… —Se queda viendo de nuevo con Broly, muy serios, al mismo tiempo muy contentos "¿Qué te pasa Mina? ¡Hazlo! ¡Invítalo a tu cama! ¡Aférrate a ése trasero!" Se regaña internamente, no sabe por qué se contiene. Se agita cuando se acercan de nuevo, el beso es apasionado, profundo. Se quitan el aire, se marean.

Broly mete su lengua, la boca de Mina parece muy pequeña en comparación, da giros lentos dentro de ella. Mina gime gustosa, se aferra con fuerzas a sus hombros. —Haaa… —Separan el beso, casi azules por falta de oxígeno. Agitados, el vaho de sus bocas los rodea, sus labios están rojos, un hilo de saliva todavía los une. Broly traga duro, la siente muy excitada y en especial le da pena que Mina sienta su erección ¡Sólo con un beso! Luego él presumía de "experiencia" frente a ella. —Si-Si crees que es muy pronto… —Muerde sus labios al escucharse tartamudear. —No sé cuántas citas…

Mina tiene una revelación, sus sentimientos hacia él son serios, mucho más de los que sospechaba. Esto no es una aventura, o "uno más" en la lista. —Sí, quizás es muy pronto. —acomoda un mechón de cabello de Broly, en tanto la baja al suelo.

—Quiero conocerte más, salir otra vez contigo ¿Se pueden tener citas de día?

—Jajaja. Sí. Por supuesto. —Mina se ríe, la experiencia de Broly parece únicamente sexual, muerde su labio inferior imaginando poner a prueba ésa experiencia. —Broly… —da un saltito hasta él. — ¿No hay nadie?

Broly mira a los lados, escanea el Ki. —No, están todos dormidos. —Traga un suspiro grande, la mano de Mina aprieta su erección por encima del pantalón. En el momento que iba a decir algo, Mina lo detiene.

—Fuiste tan bueno, quiero que te lleves algo… Porque yo voy a tocarme ésta noche pensando en ti. —Presiona un poco más su mano, abre un poco la mirada sorprendida muy gratamente por su tamaño. Deja caer su abrigo, y con una mano afloja su Kimono, deja caer un lado por su hombro.

Broly ve como ella descubre su piel, tan blanca como la leche, sus pechos se ven igual de deliciosos. Le toma la mano y lo deja amasarlo un poco, siente en su palma su pezón duro. —Ah, Mina. —Gime un poco.

Mina acompaña el gemido de Broly, y casi se ahoga en saliva al sentirlo aún más duro y caliente en su mano. Ya quiere tener su polla dentro de ella.

¡Caliente! ¡Jodidamente caliente! Broly está en el baño de su habitación, agitado repite el nombre de Mina, mientras sube y baja el masaje en su miembro. Cierra los ojos, sólo ve a Mina tomándolo entre sus manos, besando su punta apretándolo entre sus pechos. Nunca se ha masturbado con tantas ansias por una mujer como ahora. —Oh, Mina… —Eyacula duramente, si esto fue sólo con lo que hizo, con sólo tocar su pecho descubierto, ésa mujer va a dejarla seco.

¡Mojada! ¡Totalmente mojadas quedaron sus bragas! Entra jadeando y se tira a la cama. Se deshace del resto de la tela y no hay tiempo siquiera para buscar algún juguete. Este calor la ahoga. Desnuda, toma una almohada entre sus piernas y la monta. En la oscuridad de su habitación no es la almohada, sino Broly. Con una no es suficiente, pone dos para asemejar su gran y musculoso torso. Su clítoris endurecido se roza, los labios de su vagina se mojan en cada movimiento de atrás-adelante. Moja sus dedos y pellizca sus pezones como si Broly los estimulara. — ¡Ah, ah! ¡Broly! —Mina gime en lo alto y se desploma en la cama, rebota un poco en el colchón. Si esto fue así, con su polla sobre la tela. Cuando lo tenga dentro de ella, va a alucinar. Se acuesta a dormir feliz, ansiosa de soñar con él.

Soñando estaba Ami sobre su escritorio, se quedó dormida intentando escribirle una carta a Nappa. Puede mandarle un mensaje por el sistema cerrado del Scouter. Pero que él le haya dado un libro, la hace pensar en que la corteja como se acostumbraba antiguamente.

"Comandante…

Desde el día que nos quedamos hablando hasta el amanecer, sólo sueño con volver a tener un amanecer más contigo. Sé que una oleada de obligaciones nuevas y mucho trabajo nos han azotado. Pero ésas olas, no chochan tan fuerte como la marejada de mis sentimientos. Esas milésimas en que nuestros dedos se tocaron, la noche que me dio el libro, quiero extenderlas por horas y por toda mi piel. Escribo esto con pudor, porque temo no ser correspondida. Pero su mirada no miente ¿Es así? ¿Sentimos igual? Sé que sus costumbres no hablan profundamente de emociones, pero cómo no sentir anhelo puro ante quien nos trata con cariño, ante quien nos mira con deseo; sí es un deseo carnal ¿Cómo puede algo simplemente carnal hacerme sentir que salgo de mi cuerpo? Que dejo la vida terrenal, y me elevo al cielo. La caída será dura, pero confío en que será en tus brazos…

La Señorita Doctora, Ami."

Se despierta a la madrugada, si no va al baño el dolor en la polla va a matarlo. Vegeta intenta zafarse de Serena, la está abrazando desde la espalda, aleja la cadera para no molestarla. La escucha quejarse y negar. —Mujer, me voy a orinar en la cama. Te juro que volveré. —Le deja un beso en el hombro.

Serena lo suelta, está medio dormida, se había empezado a frotar contra su erección. Sin embargo Vegeta se levanta, piensa si quizás lo molestó, aun no amaneció. Abre los ojos y se aferra un poco a la almohada, se acaba de dar cuenta que desde que ella está con él oficialmente, no han tenido sexo. Eso hace explotar sus alarmas ¡¿Qué mierda sucede?!

Vegeta sale del baño, si bien ella está de espaldas, su Ki no miente. —Serena ¿Estás bien? ¿Te despabilé? —Se acuesta y se siente pésimo, se regaña así mismo por no controlar su polla. Pero ha pasado tiempo y cerca de ella parece tener vida propia. No quiere presionarla, ha hecho tanto tan de repente en éstos días. La ve agotada, aun así esforzándose. Va a mantener su palabra y esperar cuando ella se sienta lista.

Serena se voltea, pone una mano en el pecho de Vegeta ¡Carajo! Sólo con eso parece que su clítoris hormiguea. Aclara la garganta. —Un mal sueño es todo… Uff. —Se relaja al sentir a Vegeta masajeando sus hombros. Ronronea del gusto y se siente dormir de nuevo.

—Eso tranquila, ha sido muy estresante. Fueron muchos cambios… —Le habla en voz baja la relaja y se duerme abrazándola de frente, como armando un capullo a su alrededor.

Al otro día, la rutina normal en la biblioteca empezaba. Las chicas repasaban con Serena algunos libros y textos. Pero Serena es un nudo de pensamientos, está preocupada y no sabe cómo abordar esto. Está frente a la laptop con los dedos en guardia, pero sin hacer nada. Se siente enfrascada, alguien le da una sacudida.

—Serena, Serena. —Ami levanta el tono.

Serena parpadea rápido. —Ah ¿Qué?

—Hm, que si ya terminaste de anotar todo lo del libro. —Le señala el libro del Planeta Sádala. — ¿Te estás durmiendo?

—Eh, no, no. —Serena se sirve más café. —Pero sí, lo del libro ya lo tengo aquí. —Le muestra su cuaderno y su laptop. Le pasa el libro.

—Uy, déjala tranquila. —Mina la defiende y se acerca a Serena. —Debe estar pasando toooda la noche despierta con el Príncipe.

—Mina, no seas atrevida. —Lita la defiende de Mina.

— ¡Ja! ¡Atrevida yo! ¡Atrevida tú que tenías el paquete bien escondido! —Mina reclama, pero luego se pone en traviesa. —jo, jo, jo. Anda cuéntame ¿Cómo hiciste para superar tus miedos con el General? Aunque se ve a la legua, que con un hombre así Grrr —Muerde su labio inferior.

— ¡Ay Mina no! —Lita se cubre el rostro, le sale humo por las orejas. Se destapa muy tímida, se tapa la boca con los dedos muy coqueta. —Él ha sido muy atento y delicado. —Las chicas la rodean, pero Serena se limita a escuchar. Hasta Rei le sirve más té para que largue la lengua. —No hemos tenido sexo todavía. —Los ánimos se desinflan alrededor, Serena presta atención, pero Lita concluye. —Pero sí hacemos otras cosas…

— ¿Con la boca? ¿Con las manos? —Rei susurra. Hasta Milk se ahogó con el bocado ante ésas preguntas. Lita asiente, todas reprimen el gritito nervioso y la felicitan.

Lita intenta sonar más adulta y encausar las cosas. —Quiero acostumbrarme. Es un Saiyajin y tiene mucho deseo…Mmm, bueno, yo también. —Unas risitas de la pena salen de su boca. —No he visto muchos penes, más que de ésa vez que cubría a Mina, espiando el baño de los chicos en la preparatoria.

— ¡Lita! ¡Juraste llevarte mi secreto a la tumba! —Mina le arroja un bollo dulce por la cabeza.

Lita lo atrapa en el aire. —Pienso que eso que tienen no es "normal".

Milk para las orejas y Rei también. — ¿Cómo "normal"? —Las morenas están intrigadas…

—Debe referirse al tamaño. —Muy científica, Ami abre un libro de anatomía Saiyajin. —El pene de un Saiyajin es de mayor tamaño en promedio de un terrícola.

Todas prestan atención, en especial Rei y Milk que van a poner su virginidad a prueba. —Oooh… Serena, te felicito. Eres una heroína, una sobreviviente. Luego nos cuentas el truco. —Rei le murmura al oído.

—Tomen nota chicas, lu-bri-can-te, y paciencia. —Mina declara.

—Y condones ¡Por Dios Mina! —Ami insiste.

—Sí, sí. Adultas responsables. —Mina pone una mano en el corazón, y luego se enfoca en Serena. —Dejando la ciencia de lado. Cuéntanos Serena, te prometemos que no diremos nada. Ahora que tienen "piedra libre" ¿Qué tan lejos la han arrojado?

Serena queda mirando al vacío. —Nada, no hemos hecho nada. —Todas parpadean en sorpresa, quedan en silencio…Una planta rodadora pasa por detrás.

— ¿Có-mo… Cómo que nada? —Mina repregunta muy incrédula.

—Nada de nada. Nos hemos acostado muy virginalmente uno al lado del otro. —Serena se empieza a agitar—No comprendo, nos besamos, nos abrazamos. —Ella explota toma a Ami del cuello de la ropa y la sacude. — ¡Ami por favor dime que tienen ciclos de apareamiento o algo así! ¡¿Suelen entrar en celo?!

Ami intenta detenerla. — ¡Serena cálmate! ¡Ayuda! —Lita las separa. —Respondiendo a tu pregunta, no. Tampoco son tan primitivos, sí tienen más líbido.

Serena sigue reclamando. — ¡¿Cómo es posible?! ¡Ésa semana lo hicimos día y noche sin parar! ¡Con fiebre, sin fiebre, con y sin ropa! ¡No podía dejar de tirarse encima de mí!

Ami es quien la sacude del cuello ahora. —¡Deja de comer frente al hambriento!

—Bien, bien. Calmadas. —Rei empieza a analizar la situación, Serena se ve afligida. — ¿O sea que desde aquella vez que estuvieron encerrados? —Rei la ve negar con el ceño fruncido, le sirve más café. —Quizás no es nada grave, te has tenido que adaptar a una vida nueva. Debes llegar cansada y él entrena y trabaja. Puede que esté esperando el momento apropiado.

Mina muy analítica bebe su té, se sienta cruzada de piernas. —Sí, sí… Puede ser. Recuéstate… —Mina le ofrece en el sillón. — ¿Discuten mucho ahora que conviven? ¿Se acuestan enojados?

—Sí discutimos, pero son cosas banales. Yo no siento que nos acostemos enojados. —Serena hace memoria. —Un día sí le grité antes de dormir, porque se metió a orinar mientras yo me cepillaba los dientes. Le arrojé el jabón, pero él se reía y nos dormimos abrazados.

—Ppfff, ay Serena. Esas cosas son comunes en la convivencia. —Mina pone los ojos en blanco. — ¿Sientes que él se sigue sintiendo atraído a ti?

—Sí, es más. Si me pongo a pensar en detalle, él se reprime, frena sus manos, sus besos, justo en el momento de…—Serena hace unas señas simples con las manos de "avanzar".

—Creo que es obvio lo que pasa aquí. —Mina se levanta, todos quedan en expectativa para la revelación. — ¡Te está castigando por haber rechazado su propuesta de matrimonio!

— ¡¿Qu-QUEEEEEEE?! —No sólo Serena, sino todas las demás se sorprenden.

— ¡Sí! ¡Se está negando a hacer el amor contigo! —Mina se arroja al suelo muy dramática. — ¿Cómo pudiste Serena? Ése era un Don Único de las mujeres.

Rei pone su dedo en el mentón. —Muy cierto, jamás escuché de un hombre que se negara en la cama ¿Cómo lo hizo?

—¡Ay chicas! ¡AUXILIO! —Serena llora al cielo.

— ¡Estás en el lugar correcto! —Rei muy triunfal se despliega con Mina, como una coreografía. — ¡Vamos a ayudarte y veremos quién se niega a quien! —Rei lo toma como una Guerra.

— ¡Vamos a hacer que lo derritas con la mirada!—Mina le asegura. — ¡Ya verás! ¡Vas a seducirlo con tus encantos! ¡Saldremos ahora mismo a una tienda de adultos exclusiva!

— ¡Están todas invitadas! ¡Aprenderán a Luchar en el amor! ¡Nos alistaremos para la batalla! —Rei culmina con ánimos, le parece buena idea. Quiere estar lista para Raditz.

— ¡Claro que sí! ¡Yo también quiero aprender! —Milk cobra valor, no va a negar que la imagen de ése pene en el libro no la asustó. Pero ella es una Guerrera también. Si Serena, siendo lo menudita que es pudo con eso, Milk también. "Kakarotto, prepárate."

¡Gracias por seguir éste fic y dejar rw! ¿Podrán resolver la sequía de la pobre Usagi? Jajaja ¡Sintonícenos el Próximo viernes a la misma hora, por el mismo canal!

Saluditos…

OhaioIzumiKun: Jajaj es que ahora sus sentimientos y emociones están expuestas, creo que eso la hace sentí desnuda en más de un sentido ¬¬ Cochina. Cuenta la Leyenda, que Mina tiene al Demonio y al Ángel en el oído y los dos le dicen lo mismo XD, así que cuidado con que su espíritu se te aparezca. La Milk toda pura, y la Ami toda deseosa ¿Qué podría malir sal? Jajaja

Kaysachan: Así temprano porque te gusta la carne caliente ¬¬ jeje. Y sí, ya te dije que era buena pero no pendeja. Ella actuaba y daba aires de ingenua, porque en verdad quería la fantasía zabroza gratis del Vergeta :V Okno. Ahora está en medio de su "entrenamiento", de a poco la energía de ellas se va desatando, pasa que los saiyajines las tienen bien ocupadas chupándoles todo el Ki, atrevidos ¬¬

Nita-chan84: Jajaja pobre Rey Vergeta, está todo chupado por la calaca y la mujer ahí provocando. XD Uy sospechas, sí mi ciela a montones. Todavía nadie saca la identidad de la "mujer" que le habla al Rey ¬¬ o qué pex con Vergeta y su madrecita, jeje. Bien, pero bien cabeza dura. Ahora no sabemos quién está cantando la de Luis Miguel ¡Entegateee, aun no te sientoooo! Jajaja. Kakarotto dije, en éste Fic al ser un Saiyajin criado como tal, quise hacerlo así too cachondo, y bien entrenado en las artes pervertidas como el Broly.