Lala Lulu: Hola! ¡Cerremos ciclos y abramos la bragueta! ¬¬ Rikho, rikho. Una rola que ya los previene de lo que va a pasar. Bodas! Bodas! Bebés y embarazos. Prepárense, en éste cap todas vamos a empezar a ovular, Jajaja. En busca del bebito VegeRena ¿Y bebé sorpresa?

¡Advertencia! Si ya has leído mi historia anterior sabrás que yo no escribo Lemon, sino Smut, mucho Smut. Smut es sabrosura primero, explicaciones después. Así que esto es para adultos ¡Porque soy una maldita pervertida!

No me pertenecen los personajes, son Creaciones de Akira Toriyama y Naoko Takeuchi. Hecho por un fan, para algún otro fan que ande dando vueltas por la Vía Láctea…

"Es difícil recordar cómo se sentía antes

Ahora encontré el amor de mi vida.

Las cosas pasadas se ponen más cómodas

Todo está yendo bien

Y después de todos los obstáculos

Es bueno verte ahora con alguien más

Y es tal milagro que

Tú y yo seguimos siendo buenos amigos

Después de todo lo que hemos pasado

Sé que estamos bien

Sé que estamos bien

Solíamos pensar que era imposible

Ahora me llamas por mi nuevo apellido

Los recuerdos parecen hace tanto tiempo

El tiempo siempre mata el dolor

Recuerda los Paseos en el Puerto

Los días de ensueño donde se hizo el lío

Mira como han crecido todos los niños, oh

Hemos cambiado pero seguimos siendo los mismos

Después de todo lo que hemos pasado

Sé que estamos bien

Sí, sé que estamos bien

Y seré feliz por ti

Si puedes ser feliz por mí

Círculos y triángulos

Y ahora estamos saliendo con tu nueva novia

Tan lejos de donde hemos estado

Sé que estamos bien". Cool, canción de Gwen Stefani.

Capítulo 41

Así pasaron los meses y los primeros en casarse fueron Nappa y Ami. Una boda en primavera, sencilla. Qué hermosa se veía Ami, con su vestido en un celeste pastel. Caminando hasta él. Nappa con su traje blanco, esperándola e intentando no morir de la emoción. Las flores de cerezo caían en lluvia al salir, junto con el arroz era toda una lluvia de felicidad. Una Luna de Miel en Okinawa, Ami en pequeños vestidos y coquetos sombreros mientras disfrutan del sol y un poco de la arena. Sin embargo era Ami la que caía una y otra vez en la tentación de Nappa saliendo del agua y recostándose junto a ella para que lo consienta.

El apellido falso de Nappa era Shirei y le había dicho a Ami que no había problemas en que no lo use. Los Saiyajines en su planeta, no tenían el trámite burocrático del mismo. Pero el Saiyajin no iba a negar que le gustaba entrar a su casa, luego de trabajar y ver a Ami llegar del trabajo, colgando su bata con el cartel "Doctora Mizuno-Shirei". Y más ahora, que su vientre se empezaba a notar con la pequeña cría que concibieron en la Luna de Miel. Ésta parece la mejor parte de estar casado.

¡No! ¡No y no! Raditz no quiso ser menos. Una semana después de que Nappa volviera de su Luna de Miel, Raditz iba a casarse y fin de la historia. Si bien el viaje que eligieron a Fujisawa era muy sencillo, es más tuvieron que cazar la comida la última semana en la cabaña. Pero no había cosa más sexy para Rei, que ver a su esposo traer los pescados o conejos, listos para cocinar. Fue casi una fantasía hecha realidad. Esperaba desnuda y ansiosa a su hombre de las cavernas que la alimentaba de pasión.

En el departamento de Tokio, celebraban las buenas noticias de Ami. Bardock toma una copa y se levanta. —Muy agradecidos con todos. Como siempre Lita y Milk su sazón es inigualable. Ami, Nappa felicidades por haber concebido. Espero mi hijo mayor también me traiga una buena nueva de su Luna de Miel.

—Jajaja ¿Tú viste cómo se fue tu nueva nuera en el auto? —Lita bromea un poco. —Profanó a tu hijo en el asiento de atrás.

—¡Lita! —Gritan todos y tapan los oídos a los niños en la mesa.

Bardock se desarma de la risa, su prometida sí que tiene una boca traviesa en el momento más inoportuno. Y ojalá usara ése valor ahora en su noche de bodas… Mejor dicho en su segunda noche de bodas, ya que la primera la usaron para dormir por la borrachera de la fiesta. Fueron la última pareja en casarse, a mitad del verano.

Pero un mes antes estuvieron en la boda de Mina y Broly. Una Boda donde lo Legendario fue el clima. Todo listo para que salga la novia, y un tifón inesperado hizo volar todo, echando por el suelo su sueño de una Boda al atardecer en la playa. Por cuestión de dinero, decidieron hacer sólo la ceremonia frente a una playa cercana. Pero de qué les valió, todo volaba por los aires.

Vegeta aferraba a Serena. — ¡Dicen que es un fenómeno meteorológico histórico! ¡Nadie se lo esperaba! —Le grita a su esposo, ven el cielo empezar a relampaguear.

— ¡Muy parecido al nacimiento de Broly! —Vegeta bromea, ya se está partiendo de risa con el maquillaje y la ropa de todos arruinada. En especial porque vio a Bulma caerse con sus zapatos de tacón.

Lo extraño para Mina fue ver todo ése desastre y empezar a partirse de la risa. Veía a Kakarotto y Raditz sosteniendo el aro de flores que adornaban el altar. Nappa sostenía a Ami. El pobre de Bardock tratando de llevarla al altar, pero bien firme en plena llovizna. —Señorita Mina ¿Está lista? —Bardock se ríe con ella.

De la misma forma esperaba Broly, con una sonrisa, porque para él no está lloviendo, para él ha salido el sol y ése sol es Mina, aceptando unir su vida con él.

—Soy Sailor Venus, una tormenta no es rival. —Se aferra a Bardock y caminan muy decididos. Apunta a Broly con la vista y pega un salto porque empezó a llover. Empiezan a avanzar entre risas, hasta que llega el viento y empieza a hacer volar todo. Poco les importa a la pareja de recién casados, se quitan los zapatos y caminan en la arena. Con lágrimas de felicidad que se lavan en el diluvio, saludan a todos y se sacan una foto.

—¡Corramos al jet! —Bulma vocifera. — ¡Hay que llegar al salón de fiestas!

Así fue la boda Legendaria, llena de fotos que los hacen dibujar una sonrisa de lado a lado, mientras las cuelgan en su nueva casa. Mina se ríe girando con su esposo en la sala.

—Grrr… Vamos a la cama. —Broly la lleva a cuestas como un bulto.

Mina festeja y aplaude. —Jajaja ¿Acaso puedes oler cuando estoy ovulando? Jajaja.

Tan sencilla como la boda de Ami y Nappa fue la boda de Lita y Bardock, pero con tanto baile y bebida que casi derrumban el salón de eventos. Lo más importante para ellos era su vida juntos. Si bien la fiesta y la borrachera no les dejaron tener una Noche de Bodas; ahora en la Luna de Miel tendrían tiempo a sus anchas. Habían rentado una cabaña, cerca de un lago, muy sencillo. Bardock la siente muy nerviosa, por alguna extraña razón. Piensa que quizás es bueno darle su espacio, miran los alrededores y camina con sus manos en los bolsillos. Puede que tuvieran mucho intercambio íntimo y se sienta abrumada. —Toma un baño… —La acompaña adentro, toca sus hombros y la siente tensa. —Debes estar cansada, la boda, la fiesta… El viaje. —La masajea un poco.

Lita intenta relajarse. —S-Sí. —Le cuesta horrores dejar de sentirse nerviosa, y eso la hace tartamudear un poco. Mira el atardecer por la ventana del baño y hunde la cabeza en la espuma ¡Qué tonta! Por sus tontos nervios está arruinando su noche de bodas. Lo escucha acomodando algunas cosas en la habitación. Toma valor va a salir y quitarse la toalla delante de él y mostrarle la verdadera mujer con la que se casó. —Querido el baño ya está—

—Bien, ahora me baño yo. —Bardock no la deja decir más y se encierra en el baño muy rápido. Las piernas de Lita, todo su cuerpo fresco y bañado serían su perdición.

¡Qué frustrante! ¡No lo puede creer! Bardock debe creer que ella no lo desea o que está muy agotada. Lita se tira en la cama y se pone una almohada en la cara, esperando morir. Se quita la toalla y va a secarse el cabello. Iba a ponerse un baby doll, pero mejor se acuesta con nada, se pone un poco de perfume. Se tapa con las sabanas y mira su anillo. Suspira, no lo puede creer… Es su Luna de Miel, con un hombre que fue toda una sorpresa. Una sorpresa bastante inesperada y jodidamente sexy. Escucha los sonidos de la ducha e intenta mentalizarse.

En ése instante Lita encuentra la verdadera razón de sus nervios, van a hacerlo sin protección. Él y ella puede que conciban un niño… Vamos a la verdad, no es que los óvulos de las terrícolas se resisten mucho a los genes Saiyajin. De nuevo mira su anillo y recuerda todas las cosas obscenas que Bardock le susurraba en plena borrachera, y Lita respondía gustosa. —Un bebé… —Toca su vientre, luego se cubre el rostro y patalea feliz.

— ¿Por qué tan contenta? —Bardock la hace saltar del susto. —Jajaja, era un chiste. —Deja la toalla con la que secaba su cabello y se gira a buscar ropa interior.

—Acuéstate conmigo…—Lita lo alcanza estirando la mano hasta su toalla. El Saiyajin le sonríe travieso y se mete con ella en la cama.

—También estoy feliz. —La abraza desde la espalda y lamentablemente su polla se alista como arma de cañón. Siente a Lita ponerse fría. —No tenemos que hacer nada… —Habla en su oído en voz baja. La abraza acariciando sus brazos para calmarla.

Lita se gira a verlo. —No, no es que no quiera es que… —Toma aire, apoya las manos en sus pectorales. Se pone roja de solo decirlo. —Es que vamos a hacerlo sin condón y estoy tan pero tan emocionada que no p—Un beso sella sus labios, pero es suave y dulce.

Bardock espera haberla relajado un poco con ése beso. —Podemos esperar…—La ve roja brillante como nunca antes, y aun así negando con la cabeza muy vehemente. —Si es deseo de mi esposa… —Se coloca encima de ella, pone sus manos juntas arriba de su cabeza, como inmovilizándola. Baja con besos por su cuello. —Si es demasiado… Házmelo saber.

—Oh Bardock. Mételo, lléname…—Muerde su labio inferior, mientras su cuerpo se calienta con sus besos intensos. Lita ya no quiere parar, enreda sus piernas a su cadera y se menea haciéndole saber su necesidad. Bardock suelta sus manos y se entrelazan con deseo al primero de muchos encuentros pasionales de su vida de casados.

—… Fue horrible. Los gritos de dolor... En un momento todo quedó en ceros y casi pude sentir la tensión aplastándome el pecho. Tuvimos que meterla un par de horas en un Tanque de Regeneración…—Tarble relata su experiencia asistiendo el parto de Gure en las instalaciones médicas de la Corporación Cápsula. Fue la primera en dar a luz en el año. Los Saiyajines estaban con la mirada en shock intentado digerir todo.

— ¡Tarble no es para tanto! Es algo natural. —Kakarotto se ríe y abre la Ginebra para brindar entre ellos, por la llegada del bebé.

— ¡Lo peor fue eso! —Tarble se exalta y le quita la botella antes de partirle ésa sonrisa de mierda. — ¡Gure diciendo que no fue nada! ¡Que hasta lo quiere hacer de nuevo! —bebe varios tragos del pico de la botella.

Vegeta toma aire ante ésa información y le quita la botella para darle un trago grande.

— ¡Por eso mismo quiero desarrollar los tanques de crecimiento!—Tarble sigue — ¡Cómo teníamos en nuestro Planeta natal! —Todos asienten con él.

— ¡Ay pero qué dramáticos! —Serena se acerca con el bebé de Gure en brazos. —Mira Vegeta, tu sobrino… —Un niño bien pequeñito, de piel y cabello blanco, ojos negros como el carbón y pestañas blancas. Serena acaricia su frente y lo huele. —Awww… Es igual a ti Tarble. —Todos le dan un vistazo, se ve minúsculo en sus brazos. — ¿Quieres tenerlo? — Se lo ofrece.

—No, no. Es demasiado pequeño y débil… —A Tarble le da un poco de impresión de quebrarlo por algún movimiento brusco.

—Jajaja, pero está perfecto. —El Dr. Briefs se acerca con su esposa. —Apenas chistó cuando le cortamos la cola. Jaj—Justo que iba a largar otra carcajada, los Saiyajines lo rodean.

— ¡Por favor Dr. Briefs! ¡Atienda a mi esposa! —Nappa ruega, y mira a Ami con el vientre cada día más grande. Con lo menudita que es.

— ¡Oye! ¡Yo también soy Doctora! —Ami se acerca ofendida, se agarra de su vientre, frunce el ceño. — ¡No soy Obstetra per—

— ¡Si llegas a necesitar un par de horas en un tanque como a Gure, en una clínica común no podríamos asistirte!—Le sacude un puño, el pequeño bebé no tarda en estallar del llanto ante tanto alboroto.

—¡Sshhhtt! ¡Silencio que mi bebé quiere dormir! —A Gure la dejan en su cama y le pasan su pequeño.

La madre de Bulma le saca una foto con su teléfono. — ¡Oh, sí! Querido por favor. Volvería a mis épocas de enfermera para asistirte. —Lo toma del brazo y se aferra a él para convencerlo.

—Jajaja, nunca he podido decirle que no a mi esposa. —El Doctor Briefs rasca su nuca y se ruboriza con su esposa. — Sería aconsejable, no sé cómo reaccionarían sus Doctores si llegan a ver una cola. Jejeje.

—Oigan, yo estuve en el parto de Gohan y el de Goten lo vi desde arriba. —Kakarotto intenta relajarlos. —No creo que tengan la necesidad de ésos tanques para los bebés.

— ¡Hmp! Muy cierto. —Milk apoya a su esposo. —Actividad física y vida sana es todo lo que necesita una mujer para tener un parto sano. Y por supuesto que va a doler ¡Una persona sale de ella! —Se gira a su suegro. —Me sorprende de ti Bardock, tú ya tienes dos niños…

—Sí, pero les hacían una extracción apenas se podía y luego al tanque. —Bardock habla muy serio, Lita le afila la mirada mientras acaricia su vientre de apenas un par de meses.

—Milk…—Goku le susurra a su esposa. —Te ves linda con un bebé…—Milk se gira a verlo con los ojos como platos, la idea pasa entre ellos. Su esposa muy pudorosa, se pone roja, se esconde en su pecho.

—Sí. —Milk responde. —Pe-Pero esperemos que Gohan se adapte a la nueva escuela. —Una sonrisa se dibuja en Goku, es la primera vez que planean con anticipación, un bebé entre los dos.

Serena los escucha comentar esas cosas, y se mira… Podría estar mejor, en especial respecto a lo que come. Hace ratos que no presiona un poco más sus límites cuando sale a correr. Ganar resistencia le va a hacer bien a su rendimiento cardíaco y la respiración. Un bebé va a necesitar lo mejor de ella y ya no quiere errores. Muy pensativa y callada analiza… Falta poco para que se cumpla el año que habían decidido esperar para concebir.

Vegeta ve algo seria a su esposa. No va a negarlo, verla con ésa cría tan frágil en brazos le hizo crecer ilusiones. Se veía muy bonita mientras le hablaba al bulto albino. Pero ahora su cambio era casi radical, sus gestos se endurecieron, se puso muy seria y callada en segundos. No quiere que se sienta presionada. Justo que iba a acercarse a hablarle al oído…

—Miren, siendo honesta… —Lita les llama la atención. —También tengo algo de miedo de que algo salga mal. Y si bien no estoy de acuerdo con lo del tanque, me haré atender por el Dr. Briefs para más tranquilidad. —Acaricia su vientre que apenas se asoma y asiente con las demás.

La puerta se abre llamándoles la atención. — ¡Ja! ¡Una invasión extraterrestre! —Darien muy chistoso saluda, lo Saiyajines le fruncen el ceño y gruñen al unísono. — ¡Oh! ¡Ya inseminaron a todas! —Ahora las Sailors le gruñen. —Jaja, es broma, una broma. —Se acerca a Gure. —Felicidades por el pequeño. Vi la ficha de ambos al salir del tanque. La arritmia de los dos, fue algo del cambio de presión arterial en el momento de nacer. Nada grave. —Mira en un rincón a Bulma, casi intentado hacerse invisible. Le regala una mirada y una sonrisa discreta.

—Gracias Dr. Chiba. —Gure le sonríe enorme y muy contenta. — ¿Switch? ¿Qué te parece Tarble? Switch Príncipe… —Lo ve con la mirada fija en su hijo, tanto que parece que intenta leerle la mente. —Anda… Tómalo… —Se lo pasa para que lo alce.

—No es difícil. —Kakarotto se acerca y lo toma. Al segundo el bebé larga el llanto. — ¡Jaja! ¡Le caigo mal! —Se lo pasa a Tarble. —Mira ¿Ves? Es tan pequeño que cabe en un solo brazo. Asegúrate de que no se la caiga la cabeza. Jeje.

—También te ves bien con un bebé. —Milk le susurra a su esposo, lo pone rojo hasta las orejas.

Tarble queda anonadado en el silencio, el bebé se calló al instante que Kakarotto se lo dejó en brazos. Su hijo le apunta la mirada, siente como si pensaran lo mismo. —"Nos tomó mucho tiempo conocernos."— Lo ve tan frágil y tan valioso. De pronto todos quedan callados alrededor, y mirándolo como si estuviera haciendo algo raro. Frunce el ceño y con un tono de mierda se dirige a los fisgones. — ¿Qué? —Rechista a un lado.

—Jummm… Lo gruñón sí que es de familia. —Serena se cruza de brazos. Mira a Darien trabajando un poco con el Dr. Briefs, en verdad lo ha visto recomponer su vida. Aunque le gustaría que no se hubiera hecho tan amigo de los Saiyajines, ya que suelen "secuestrar" a su esposo para irse por horas a competir en las montañas. Ahora que lo piensa, Vegeta lo trata igual de distante. Y suele venir cabreado diciendo "el terrícola imbécil" o "el idiota de tu ex". Pero si piensa a conciencia, se refiere así a todos.

Una sala tan amena, llena de ilusiones de un futuro y una familia, en verdad que renueva los ánimos de Darien. Toma aire y mira más explícitamente a Bulma. Debe cerrar un último tramo. Está decidido a hacer oficial su relación. No quiere dejar pasar ni un mes más.

Bulma se pone roja hasta el cuello y gira la vista, espía por el rabillo del ojo ¿Acaso a Darien ya no le da pena que alguien se dé cuenta?

— ¿Crees que quiera gritarlo en medio de éstos insectos?—Vegeta la deja pálida como un papel, la interroga cruzando los brazos muy burlón.

— ¡Vete a la mierda! —Bulma le sisea y se va. El maldito Saiyajin debe estar haciéndose un festín metiéndose en sus asuntos personales.

Darien frunce un poco el ceño al ver a Vegeta tan cerca de Bulma, en especial porque Vegeta le regala una sonrisa ladina ¿No le da vergüenza seducir a su ex frente a su esposa? De pronto parpadea grande ¿Puede ser… Que él se haya dado cuenta?

Muy pronto esas preocupaciones se borran en Darien, mientras se prepara para ver a Setsuna… Ahora caminaba algo nervioso con ella en el pasillo de los portales.

— Hmmm…Tal parece, que nunca llego a tiempo en tu corazón. —Setsuna le regala una sonrisa de lado.

— ¿Eh? —Saca a Darien de su fuero interno.

—Jajaja. Ella te trae de cabeza en verdad. —Setsuna le muestra la puerta. —Aquí es. En éste mundo el corazón de Zamas se decidió por la bondad. Como lo pediste, necesitas el último adiós. —Gira su báculo y abre las puertas.

Caminan por un prado enorme hacia la entrada, donde un símbolo les marca la entrada "KAI" se lee. Una figura conocida y al mismo tiempo desconocida se gira a ver a la Guardiana del Tiempo y a Darien.

— ¡Oh! ¡Bienvenidos! —Se acerca Zamas a saludar. —Guardiana del Tiempo ¿Él es el caballero del que me habló? —Con una sonrisa brillante le ofrece la mano al humano.

Darien queda pasmado, mira la mano frente a él. Es tan diferente, su Ki, todo su aura despliega armonía. Como si el corazón y la mente de Zamas fueran puros por igual.

Zamas lo ve con la mirada en sorpresa e inmóvil. —Ah, lo siento. —Retira la mano y le da un saludo inclinándose. —Jaja, quizás usted saluda de lejos.

—Lo, Lo lamento. —Darien ofrece su mano. —Es que es tan distinto… —Presta atención a su mirada gris, y su piel como esmeralda. —Empecemos de nuevo… Mucho gusto. —Ofrece su mano, la toma y es tan tibia. —Sus zarcillos… Son de color diferente.

—Ah, es que aun soy aprendiz. Jaja. —Zamas señala adelante una mesa debajo de un enorme árbol. — ¡Su Excelencia! ¡Gowas! —Ondea su mano, se acerca trotando.

— ¡Zamas! ¡¿Qué te dije del protocolo y la prudencia?! —Advierte, pero se ríe de todas formas. Saluda a los invitados. —Así que éste es el hombre que necesita superar un duelo…

—Sí. —El Aprendiz le afirma—Es un humano de otra línea temporal. —El anciano Gowas lo mira frunciendo el ceño. — ¡Por favor! La Guardiana del Tiempo me dijo que puedo ayudarlo. —Une sus manos y ruega. —Por favor, quiero darle unas palabras de consuelo.

—Jajaja, Anciano Gowas… —Sailor Pluto se acerca a tomarlo del brazo. —Le traje dulces… Y buena compañía ¿Tiene usted de ése delicioso té? —Guiña un ojo, saca una bolsa de bollos dulces y espía en su báculo, luego de mirarlo. —Le aseguro que no romperán ninguna regla. —Apoya un poco sus pechos contra el Supremo para seducirlo.

—Haaa… Los jóvenes siempre ansiosos y anti-protocolares. No pueden aprender de la paciencia, la prudencia… —Se queja, pero se adelanta con ella. No va a negar que hace tiempo no tiene una dama tan atractiva colgando de su brazo y ofreciéndole varias delicias.

—Mmm… Bueno ¿Caminamos? —Zamas le ofrece. El terrícola asiente y camina con él preguntándole cosas de su pasado, así como Zamas pregunta el de Darien, sin indagar en nada de lo que hayan pasado juntos en ésa línea temporal. Setsuna fue muy clara con las reglas y están dispuestos a cumplirlas.

—Así que, en verdad te fue difícil aceptar todo esto. —Darien lo escucha sobre sus problemas de adaptarse.

—Sí. Imagínate, un día eres un Guerrero, un guardián en las tropas de los Kaio. Luego te sientes en la cima al estar a la altura del Dios de la Destrucción… Pero por responder una pregunta correctamente, debes dedicarte a la meditación, la vigilancia de la vida… "Colgar los guantes" ¿Le dicen los boxeadores en la televisión?

—Sí ¿Te gusta ver películas? —Pregunta con una sonrisa, Zamas le asiente.

—No sólo eso, leer libros, aprender juegos, técnicas de peleas. Es realmente increíble. La vida que crean los Dioses de la Creación, crean al mismo tiempo más vida a su alrededor. Aunque…También Destruyen. —Su tono se entristece un poco.

— ¿Eso te preocupa realmente? —Darien siente que ésa misma preocupación fue creciendo en Black, obsesionándolo hasta que fue consumido por sus propias ambiciones. Sus propias utopías nacieron de una razón noble en verdad.

—Gowas siempre me repite que nuestro trabajo es observar y proteger la vida. —Mira al cielo las hojas que flotan en el aire, se sienta en el césped y el terrícola lo acompaña. —En cambio quiero HACER algo, para ayudar a los seres vivos de bien. Por eso acepté ayudarte, pensé: "Qué sencillo. No tengo que usar trucos de magia o técnicas de lucha. Unas simples palabras pueden aliviar un alma. Pueden limpiar si es que le hice algún mal."

Una emoción recorre a Darien, está conmovido y no se arrepiente para nada de haber planeado esto. —No creo… No creo ser una persona de bien como dices. —Sus lágrimas corren por sus mejillas. —Me equivoqué… Dañé a mucha gente que me quería. Usé su cariño, lo malgasté, les rompí el corazón. No creo que todo se olvide fácilmente, yo no puedo hacerlo… —Se quiebra agachando la cabeza, solloza casi sin control. De nuevo ésta tristeza de cuando recién perdió a Black vuelve, como si el filo de su espada lo volviera a atravesar. La pregunta que evade a cada momento regresa intensificada y a los gritos ¿Bulma se merece un tipo como él? ¿Cómo asegurarle que él es un hombre que vale la pena?

Zamas apoya su mano en su hombro y le da un pañuelo. —Pero… Sigues vivo ¿Verdad? Mira, el tiempo…El tiempo de poco importa. La vida es más importante. Tan importante que míranos, somos de Tiempos Diferentes y nos volvimos a encontrar… Una última vez. —Lo ve cambiar de semblante de inmediato, ésos ojos azules oscuros brillan. Una sensación cálida y de satisfacción llenan a Zamas. Al fin entiende las palabras y enseñanzas del Anciano Gowas. —Tienes vida y eres libre de escribir tu Destino.

Darien se avergüenza un poco, mientras resopla su nariz en el pañuelo. —Gra-Gracias. —Busca en su bolsillo. —Es lo último que tengo de ti. —Le pasa ambas piezas el Rey Blanco y el Rey Negro.

—Pues, démosle sagrada sepultura ¿Te parece? —Le señala cerca de un lago.

Entierran ambas piezas y unen sus manos en oración. Siente que una sombra enorme al fin deja de acecharlo. Darien se siente en paz. Y le parece muy curioso que Zamas no pueda ocultar una enorme sonrisa brillante, orgulloso y feliz de haberlo ayudado.

Se despiden y hasta Setsuna sonríe al ver el cambio en él. Darien tiene un nuevo comienzo y va muy alegre a trabajar, relajado ¿En qué momento le había dejado de divertir lo que hacía? Ingresa con una bandeja con dos cafés recién comprados. —Buenos días Señorita Morishita… —Se acerca casi deslizándose al escritorio de la Secretaria de Bulma.

—Oh. Buenos días Doctor Chiba. —Mira la hora. —Hoy llega muy temprano, ya puede ponerse al día… Pero viendo ésos dos cafés… ¿Se desveló? —Muy simpática intenta iniciar conversación.

—Nop. Nada de eso. Es para la jefa. —Señala la puerta y lo lleva muy contento. Puede detectar claramente el Ki de Bulma.

— ¿Qué? —La secretaria se exalta e intenta frenarlo. —No, no. Se prepara para una reunión importante hoy. —Intenta detenerlo. Pero el Doctor Chiba la esquiva muy sigiloso.

— ¡Ja! —Darien muy triunfal abre la puerta doble y Bulma apenas levanta la vista desde su laptop. —Buenos días. Me enteré que tienes una reunión importante ¡Necesitas cafeína!

Bulma resopla, pone los ojos en blanco. —Gracias Yukiko, yo atiendo al Doctor. —Sigue tecleando y los dejan solos. Quita rápido las manos del teclado, cuando Darien se lo cierra sin avisar. — ¡No vuelvas a hacer eso o te mato! —Le sisea enojada y se levanta de la silla.

—Mira traje café, un Latte de chocolate. —Pasa su brazo sobre sus hombros para que deje de escapar. Abre la tapa, lame su índice y junta un poco de crema y la hace degustarlo. —Delicioso ¿Verdad? —Murmura en su oído. Ella empieza a ceder y toma el vaso. —Vaya, en verdad que tengo que competir contra eso. —Señala su laptop y se sienta en el escritorio, ella vuelve a su silla.

—Al menos tú tienes eso…Yo debo competir contra una Guardiana del Tiempo. —Muy cabreada. —Sé que ayer pediste el día libre… Y ni siquiera te molestaste en darme detalles de nada. Recién hoy te apareces, actuando como si nada ¡Y yo no soy así! ¡Yo no soy celosa! —Golpea fúrica el escritorio.

—Fui a despedirme de Zamas. — Le explica. —Tenía miedo, miedo de qué sucediera. Por eso no te dije nada. —La siente en silencio, observándolo. —Le pedí a Setsuna si había una tangente donde Zamas fuera diferente y eligiera otra cosa.

Bulma resopla a los lados, frota su rostro con ambas manos sintiéndose una tonta. —Lo siento, en verdad. Yo—

—Tú no sabías. Perdóname a mí. Me fue bien, pude "enterrarlo". —La rodea en la silla y la levanta haciéndola pegar un gritito. La sienta en su regazo. —Te prometo aquí y ahora, que jamás voy a volver a aislarte de ninguno de mis asuntos. —Hunde su nariz en su cuello.

Bulma le da una caricia en la mejilla. —De acuerdo…—Mira su laptop, y debe darle esto por ganado. —Luego de mis reuniones, puedo hacerme un tiempo. Dejo a Trunks con Vegeta para el festival de otoño… Y después estamos solitos. —Muy traviesa sonríe, se gira a verlo de frente y besarlo. Darien piensa lo que le dice, cree que será una buena oportunidad…

—Podemos ir volando desde aquí. No veo la "necesidad" de que nos pase a buscar Bulma. —Vegeta refunfuña con su esposa, suben a la copa de un árbol para ver salir a la Luna. —Si no fuera que Kakarotto está con su mocoso recién nacido, le pediría como siempre que lleve a Trunks al festival de otoño. —Un golpe de puño de su esposa, lo sacude en su pecho.

— ¡Lo prometiste! —Serena se cabrea. —Quizás Bulma es como yo y le gusta los momentos familiares normales, como ir todos juntos en un auto con los niños y ¡Aaah! —Resbala con una rama pero Vegeta la sostiene antes de que salga lastimada. — ¡Ju! Gracias. —Sonríe brillante.

— ¡Hmp! —La toma un poco más firme de la cintura y la lleva escalando. —Le advertí a Milk que su cría iba a nacer antes de tiempo, era un Ki muy irregular. En verdad no me gustó que se pusiera en riesgo, sólo porque se siente "enamorada" del idiota de Kakarotto ¡Ya tenían dos! ¡¿Qué más quieren?!

Serena forcejea un poco. —Oye, no. Quería hacerlo yo, como entrenamiento…—Se queja y piensa en su preocupación por Milk, se han vuelto buenos amigos, comprende su actitud, pero también entiende a Milk. —Quizás, sólo quizaaas… Jummm. Están buscando la niña. —Lo dice tapándose la boca muy traviesa, ya que el tercero también es un regordete.

Vegeta la observa y tuerce un poco la cabeza. — Sí, cómo no… A propósito ¿Desde cuándo te interesa entrenar tanto? Últimamente estás preocupada por el ejercicio, la dieta… —Frunce el ceño en sospecha, creyó dejarle sus inseguridades en el nivel mínimo. Quizás pasó algo que no le ha contado.

—Quiero estar lo más sana posible ¿Cómo puede ser eso algo malo? —Infla sus mejillas, muy enojada de sus sospechas. Se sorprende de cómo la lleva con un solo brazo, hasta la cima de la arboleda de cedros, que queda a los lados del camino a su casa. —Mira ahí… Ahí están levantando su cabañita Broly y Mina. Va a ser temporal en tanto construyen la casa.

Vegeta gruñe y pone los ojos en blanco ¡Maldito Broly! ¡Al final lo tendrá de vecino! Luego parpadea al cielo Otoñal, y la Luna Llena se asoma como un plato. Serena se aferra a él abrazándolo de un lado, y Vegeta la sostiene firme, y con la otra mano se aferra al árbol. Ya ha visto la Luna antes. Es más, ha visto más de una al mismo tiempo y de diferentes colores, en planetas lejanos. No entiende porqué se siente especial. —Éstas cosas… Son tonterías ¿Cómo…? —No puede terminar lo que quiere decir, porque ni él sabe cómo decirlo.

Serena siente el tono de Vegeta conmovido, en éste abrazo tan tibio y lleno de cariño que comparten, con la vista de la Luna en plena salida. —Quiero creer que es especial, porque… Estamos juntos. — Se giran a verse, una vez más ésta necesidad de unir sus bocas se hace presente. Como si no se besaran hasta casi desgastar sus labios cuando están a solas. Degustan las primeras sensaciones de sus bocas unidas, el calor, la textura… Empiezan a mover los labios en pequeñas succiones para extraer todo el sabor. Agitados y enrojecidos se alejan, la pregunta de Vegeta se escribe por todo su rostro. —Nos quedan unas dos horas antes de que nos pasen a buscar. — Serena le responde y la sonrisa ladina de su esposo parece tapar la luna completa. Bajan en el patio, Serena revisa su teléfono en su chaqueta. —Oh, mira. Darien también vendrá… Creo que se hizo amigo del Dr. Briefs y Bulma. Jeje…

Vegeta pone los ojos en blanco. —Porque se la está cogiendo. —Recibe un puño en el brazo y un gruñido enojado de su esposa. — ¡¿Qué?! Oh, perdón están "Durmiendo juntos."

—No es por eso ¿Es que tú no crees en la amistad entre el hombre y la mujer?

—No si te la estás follando. —La escucha resoplar enojada y acelerar hasta la casa. — ¡Oye, oye, oye! —La detiene del brazo y la gira para verla. Está realmente enojada. — ¡¿Estás celosa de ése insecto?! —Ahora es él quien empieza a cabrearse. La ve intentar escapar y desviar la mirada, la arrincona en el árbol cerca de los arbustos. —Grrr…

— ¡Ay es que… Bulma es mi amiga! ¡¿Por qué me ocultaría algo así?! ¡Aaah! —Vegeta la tira al suelo y se posiciona arriba de ella.

—Tampoco me gusta saber que es por ella. —Empieza a besar su cuello, toma su nuca para darse lugar para una lamida. Luego de sacarle un suspiro, ella lo acusa con la mirada. —Sí… Me pone como la mierda. Pero al igual que tú, necesito el mismo antídoto. —Con la boca abierta atrapa los labios de Serena.

—¡Mmm! —Serena se exalta al sentirlo abrir sus piernas. Le da unos pequeños golpecitos en el hombro, pero no la deja ni hablar con éste beso que le quita el aire. —Ah. Haaa… —Respira agitada, luego de ver que él también se quedaba sin aire, intenta articular. — ¡Vegeta no! ¡Nos van a ver! —Lo empuja, pero él la sostiene firme contra el césped, el arbusto junto al árbol los cubre.

—Jajaja ¿Quién? —Apoya su miembro inflamado contra su entrepierna. Cuando la siente temblar y ceder de a poco, baja una mano hasta su pantalón de ejercicio y se lo baja. — ¿Los árboles? ¿Las hormigas? —Susurra con el aliento caliente, va hasta su oreja. — ¿La Luna? —En voz baja y grave. Masajea sus pechos por debajo de su camiseta.

Serena queda sin argumentos. Da un par de quejidos. —Qué injusto eres… —Susurra y une su mirada dilatada a él, lo toma de la nuca e intensifica el beso. Escucha el rasguido del paquete plateado, sabe que no hay vuelta atrás.

Darien mira la hora. Bulma pone la clave de la casa de Serena y Vegeta. — ¿Y tú idea es ésta? ¿No les parecerá extraño que hayamos llegado dos horas antes?

Bulma toma aire, camina al recibidor. — ¡Exacto! Cuando suceda y pregunten "Hey, qué raro que hayan llegado temprano y juntos". Entonces ahí les decimos "Hey, es que estamos saliendo."

—No les venimos a pedir permiso. Sólo a informarles. —Darien la nota muy nerviosa, la toma de los hombros, casi la hace saltar al techo. —Tranquila, no creo que pase nada malo. Somos adultos.

Bulma se gira a él. — ¡Ay Dios! ¿Qué pensará Serena de mí? —Alterada le susurra, niega con la cabeza. — Que soy una trepadora, que estoy con su Ex.

Darien la ve arrepentirse, la mira a los ojos, y presiona los dientes. —Para ser justos, ELLA está con TÚ ex… Lo que dices no tiene sentido. —Sisea algo enojado.

—Pero no es lo mismo. Serena me quiere como una hermana y Vegeta es un imbécil. No, no, no. —Lleva sus manos a la cabeza y niega.

— ¿Qué piensas hacer? ¿Esperar a que no sé… Nos casemos en secreto o nazca un hijo?

—Bueno, si se lo dice un hijo nuestro, no creo que ella se enoje con un niño ¿Verdad? —Ve a Darien con la mandíbula en el piso por lo que le dice. — ¡¿Qué?! ¡Hice lo mismo con Vegeta! Apareció y Tan-Tan… ¡Un niño!

Darien parpadea y hace un gesto de asco. Se frota la frente. —No puedo creer que me hayas hecho sentir empatía por Vegeta… —Resopla a los lados. Estaban tan distraídos discutiendo, que no se dieron cuenta que nadie salió a recibirlos. Camina un poco adentro, algo le llama la atención, mira a la puerta de vidrio que da a la terraza y se ve el jardín. —Te dije que era mala idea todo ésto… Meternos así. —Se gira y frota la nuca.

— ¿Eh? ¿A qué te refieres? —Darien la toma del hombro y señala.

—Están teniendo sexo en el pasto. —Señala donde sólo se ve salir sus manos entrelazadas entre el arbusto, pero se distingue bien el movimiento salvaje.

— ¡Oh! ¡Pero qué groseros! ¡Sabían que alguien vendría! ¡Además alguien puede verlos! ¡Pervertidos! —Se cabrea hasta ponerse roja.

—Hmmm… ¿Celosa? —La apoya contra él. Darien mete las manos por debajo de su vestido, aprieta la entrepierna de Bulma y siente el calor dispararse de inmediato, junto con un gemido que casi sale a todo volumen.

— ¡No sé qué me ofende más! —Bulma golpea el brazo que Darien usa para sostenerla. — ¡Que creas que estoy celosa por Vegeta o que quieras hacer esto en casa de tu ex!

— ¿No dijiste que eran groseros y pervertidos? —Darien muerde su oreja, la siente con el corazón a punto de estallar. Presiona su mano para estimular su clítoris.

Bulma se sostiene de la pared. — ¡Mmm! Ah, por… Por favor… No. —Ruega gimiendo.

—Anda. Yo también puedo ser malo de vez en cuando… —Jadea con deseo y baja su bragueta.

Venían empujándose un poco y riendo traviesos hasta la casa. Serena se percata del Ki de Bulma y Darien. Vegeta toma su mano entrelazada, le deja un beso y la suelta. Se adelanta a recibir los invitados, le regala un guiño travieso por encima de su hombro y la ruboriza de la pena. — ¡Hola! Llegaron temprano. —Serena saluda primero, muy alegre a ambos y se dirige a Bulma. Justo que parecía que Bulma iba a decir algo.

—La clave de la puerta es para E-MER-GEN-CIAS. —Vegeta apunta con mala cara a Bulma.

Serena lo empuja enojada, toma a Bulma del brazo. — ¡Ven te muestro mi Kimono para el festival! Jajaja. —La llevaba trotando por la escalera.

Darien suspiraba, mientras se quedaba solas con Vegeta, en verdad que Serena nunca va a cambiar. Siempre alegre, y él se alegra que sea así, aunque no sea a su lado.

—Endymion… —Vegeta le llama la atención y le ofrece asiento.

—Oh, gracias. —Se sientan en la sala de estar. El silencio siempre es incómodo con el Príncipe Saiyajin. Parece que más que entrenando, de otra forma no se entienden. —Te he dicho que me digas Darien…

—Endymion… ¿Quieres té o café?—Le remarca con tono frío y se va a la cocina.

Darien presiona los dientes. —Café. —Sale casi en un siseo. Escucha los murmullos de Serena y Bulma, luego gira a ver que Vegeta trae el café. Le da la taza, y en verdad huele bien. — ¡Hm! Delicioso.

Vegeta queda parado frente a él. — Por supuesto. —Muy presumido levanta una ceja. Siente a Darien apuntarlo con odio, lo entretiene un poco provocarlo. —Vinieron a decirnos algo… —Toma la taza y espera a que él se levante para verlo a la cara.

Darien no puede sacarse el gusto de golpearlo ahora, así que hará lo que puede. —Sí. A informar… No a pedir permiso de nadie. —Presiona la mandíbula, y se miran de manera asesina. —Dos noticias… Una nueva y otra vieja…

—Dispara. —Vegeta espera que sea lo que estuvo sospechando todo éste tiempo.

—La vieja es que… Bulma y yo queremos hacer oficial lo nuestro. Estamos saliendo hace unos meses…Y la nueva… Es que me la acabo de coger aquí. —Espera unos momentos, ve a Vegeta pausado. No siente su Ki, es como si se esfumó y estuviera frente a un fantasma.

— ¡Ppfff jajajaja! —Vegeta se dobla de la risa, deja la taza en la mesita antes de hacerla volar por sus carcajadas sin control.

Darien cree que le toma el pelo, jamás lo escucho reírse tan fuerte y explícito. — ¡No es un chiste! —Le agita su puño con ira.

Vegeta se sostiene de los hombros de Endymion, se detiene un poco para secarse las lágrimas. —Te conviene que sea muy en serio lo que me acabas de decir. Jajaja.

— ¿Qué sucede? —Serena baja con Bulma, la estaba ayudando a ponerse su Kimono, pero al escuchar el escándalo bajaron a ver.

—Aaahh—Vegeta intenta recuperarse del dolor de las costillas. — ¡Te lo dije! Ellos…—Los señala, y ve a Bulma espantada. — ¿Cómo dijo? Ah, sí. Están saliendo y es muy en serio.

Serena procesa unos segundos, Bulma se acerca a ella y la toma de la mano. — ¡Serena por favor deja que te explique! —Se queda fría del susto cuando la abraza. — ¿Eh?

— ¡Ay Bulma! Lo siento si creíste que iba a enojarme. —La aleja y está con las cejas en alto. —A los dos, perdónenme si fue por eso que no dijeron nada. —Se inclina.

— ¡No, no! Serena. —Darien se ataja con las manos, Bulma la endereza y se pone junto a él. —No fue por eso. El año pasado, fue… Bueno un caos y… —Toma a Bulma de la mano. —Queríamos estar seguros. —Se miran y comparten una sonrisa.

— Los felicitamos. —Vegeta no quiere ser menos y pasa un brazo por la cintura de Serena la deja bien pegada a él. Serena les asiente muy feliz y con aplausos.

—Bueno… Ahora aquí entre nos… —Serena se acerca a secretear a Bulma. —Te aviso que él le huye al matrimonio… —Frunce la vista y los labios compartiendo el chisme. Darien toma aire ofendido.

— ¡HMP! ¡En eso se van a llevar bien! —Vegeta dice en voz alta levanta la nariz al techo. — Bulma también le huye al matrimonio.

— ¡No te permito que digas eso! —Bulma presiona su puño muy enojada. — ¡Además cómo no huirle, si me lo ofrecían como si fuera un sándwich o cualquier cosa!

—Sí. — Darien asiente cruzado de brazos, muy de acuerdo con su novia. —No creo que pueda aceptar consejos de los que se casaron estando borrachos.

— ¡Hm! ¡No discuto los resultados! —Serena se cruza de brazos, y levanta muy presumida su nariz.

— ¡Yo tampoco! —Vegeta hace lo mismo y queda de espaldas con ella con el mismo gesto orgulloso y enojado.

Darien y Bulma parpadean grande, al ver que al fin le encuentran algo en común, son dos cabezas duras sin remedio. Y se alegran de saber que esos dos, están tan enamorados el uno del otro, que se traen de cabeza.

Por fin llegaba la hora de Serena para cumplir su palabra. En éstas fiestas navideñas tienen que hacer lo que Vegeta quiera. Y lo que más quería era pasarlo tranquilos en casa, tomando algún licor, leyendo relajados. Fueron al centro comercial, entraron a algunas librerías y además de llenar con algunos libros nuevos la biblioteca, también Serena compró algunos mangas de estreno. Terminaba de leer uno, que era edición especial de navidad. Se estiraba y se recostaba con Vegeta. Luego de cenar, se sentaron frente a la chimenea de la sala, sobre la alfombra, en una pila de almohadas y una manta. Vegeta le enseñaba cómo degustaba un Bourbon, si bien al principio le causó algo de escozor el primer trago, Vegeta le indicaba cómo perderse en el sabor y concentrarse en el calor agradable que se expandía por su lengua, su cuello… Se ríe como tontita, al recordar la actividad marital que habían compartido luego de eso.

Vegeta la escucha dar una risita muy risueña, desvía un poco la vista de su lectura. Suspira relajado al sentirla recostarse sobre su pecho. Está con una de sus chaquetas de algodón que usa para entrenar con ella y unas medias largas bien abrigadas. Él tiene una camisa color azul y un bóxer de color negro. Siente que lo observa y baja su mirada a Serena, le deja un beso en la frente… Piensa unos instantes cómo puede parecer tan inocente, si hace una hora luego de intercambiar un par de caricias, cayó enredado con ella. Revive todo en su mente…

Sus finos dedos se fueron ansiosos a su cinturón. Su boca rosa daba besos a su abdomen, degustando cada cicatriz, la vio quedarse de rodillas frente a él. Sacó su miembro endurecido, y apenas da un par de masajes en el largo, ella lo engullía. Lo devoraba con deseo. La alejó de inmediato.

— ¡Ah! Eh, yo… ¿Lo estaba haciendo mal? —Serena le preguntaba, cubriéndose el rostro de la pena. Pensaba que quizás fue demasiado precipitada y no envolvió bien sus dientes.

—Para nada. —La empuja al sillón frente a la chimenea. Baja sus manos hasta los jeans de Serena y mete su mano para sentir su calor. — Quiero que sea… Recíproco. —Jadea caliente y ella entre gemidos se sienta sobre su boca. Se relame ante la vista y la presiona contra su boca. Su lengua no se hace esperar dentro de su vagina, así como la lengua de Serena lo envuelve en círculos y lo traga hasta el fondo.

—Mmm… Vegeta. Me encanta. —Serena masajea el largo de su polla, baja hasta sus testículos para estimularlo. La enloquece de lujuria y ella quiere hacerle lo mismo. Lo embiste sin parar con su boca, regula la respiración para meter su glande hasta el límite.

Vegeta siente la saliva caliente de su esposa chorrear sin parar, junto con su respiración profunda, su virilidad saca sonidos de la garganta de Serena, técnicamente follándolo. Alcanza a recobrar un poco de cordura, presiona los dientes. —Ah, Serena, cuidado. Vas a ahogarte… —Pero ella no se detiene, y parece tener todo el control. Entonces Vegeta lame sus dedos y los unta con sus jugos femeninos. Muerde su clítoris y dobla sus dedos dentro de ella, sostiene duramente su punto G. Ambos tiemblan y gritan contra los genitales del otro. Se sacuden, ahora sólo importa la sensación sobre la que están escalando.

—Oh. Sí… —Serena se recuesta un poco saboreando las cosquillas del placer y el líquido caliente bajando por su garganta y llenando su estómago.

Se fueron a tomar un baño caliente, y renovados se instalaron semi-vestidos frente a la chimenea para leer. Vegeta no lo iba a negar, una mamada profunda fue el mejor regalo navideño que pudo recibir. Espera que para ella haya sido lo mismo, pero su eyaculación femenina no le ha mentido, lo disfrutaron al mismo nivel. Ahora medita unos minutos en el silencio, lo ha estado pensando hace un tiempo. Desde que se cumplió un año de la fiesta de la Boda. Es un paso importante, y quiere ser él quien lo dé primero. Cierra el libro y lo deja a un lado. Peina un poco los rizos de Serena. —Serena… —Llama su atención, ella sólo da risitas risueñas, y se aferra a su pecho. —Me gustaría hablar. Mejor dicho, quiero tomar una decisión, pero… No puedo tomarla solo. —La ve abrir grande la mirada y tragar duro. —No son malas noticias, todo lo contrario…—La toma de las manos y se sienta con ella. —Quiero tener una cría contigo. —Serena toma aire hacia adentro, siente su pulso latir rápido de la emoción, la ve abrir y cerrar la boca. Vegeta se adelanta al sentir su silencio. —Pero si quieres podemos seguir esperando o hablarlo un poco más.

—No, no. —Serena se aferra más a las manos de su esposo. — Creo que ya hablamos mucho. Nos queda decidirnos… No quería adelantarme o presionarte. Si bien dijimos un año, no por eso tenía que ser exacto en nuestro aniversario. —Suspira relajada al verlo con la mirada llena de cariño hacia ella, tomando sus manos bien firme. —Jaja, en parte creí que querías esperar un poco más. Fue un año agitado con mucha interacción social desagradable para ti. Bodas, Baby Shower, nacimientos… Bautismos. Uff, debo admitir que puse a prueba la supervivencia del planeta varias veces. —Da unas pequeñas carcajadas por su chiste.

Vegeta se ríe desde su garganta, toma la mejilla de Serena. —Mmm… Hubo mucha comida, eso compensa. Y… Para mí, nuestro aniversario de casados es el día que nos casamos legalmente: El 14 de Febrero. —Une su frente con ella, Vegeta necesita una respuesta clara. —Serena ¿Quieres tener un hijo conmigo?

—Vegeta… Por supuesto que sí ¡Aaah!—Exclama emocionada. Vegeta la taclea en la alfombra, arrebata su boca con un beso. —Oh, sí. No puedo esperar más. —Gime mientras enreda sus brazos al cuello de su esposo. El sonido de las succiones y sus besos, reverberan junto con los gemidos que se escapan al meter la lengua en la boca del otro.

—Ah, Serena. Tampoco quiero esperar más… Perdóname, ya no te haré esperar ni un segundo más. —Toma su trasero casi clavándole los dedos, ella rasguña un poco su espalda.

Su cuerpo empieza a sentir los hormigueos tibios, la ansiedad de por fin unirse a él de ésta forma la excita. Lo siente duro contra su pelvis, aun después de haber liberado gran cantidad de semen en su boca, él está tan duro…Serena parpadea un poco, reflexiona un poco sobre eso. Empieza a querer hablar entre besos. —Ve-Mmm- Vegeta… Ah. —Trata de articular, las manos de su esposo la recorren de arriba abajo. —Hoy ya has eyaculado y—

—Sí y estoy duro de nuevo. —La enreda en sus brazos, presiona su cuerpo menudo con deseo, dejando sentir la carne de sus senos contra sus pectorales, recorre su pulso con la lengua. Pero en un instante parpadea, nota como ella se ha enfriado en sus brazos y detuvo sus besos y caricias. — ¿Eh? ¿Qué sucede?

Serena le pone una mano en la cara. —Mira, creo que debemos armar un plan. —Toma su teléfono y realiza una búsqueda. —Debemos ver comprar pruebas rápidas de ovulación, así estar seguros los días que estoy fértil. También debes acumular… Tú sabes. —Le señala su pene. —Así cuando eyacules sea mucho más efectivo, y no tener tanto sexo improductivo. —Serena le pasa el teléfono y Vegeta no lo toma sólo la observa congelado.

Justo que su esposa toma aire para seguir hablando, la detiene con la mano y con la otra frota su rostro, intentando que no se le expanda una migraña. —Estoy tratando de procesar el golpe que acabas de darme en toda la cara… —Resopla su ira a un lado, la siente tomar aire de nuevo. — ¡Sshhh! ¡Sshhh! —Presiona sus labios entre su pulgar y su índice. Respira de nuevo, espía la pantalla. Ella había buscado cómo asegurar un embarazo. Trata de ver que Serena lo toma así porque también es importante. —Mira… —La ve de nuevo por interrumpirlo y pone un dedo para que lo deje hablar. —Mira, comprendo que te preocupe. Pero aún no hay motivos para preocuparnos a ése nivel todavía. La última revisión médica que tuvimos ambos, muestra que estamos sanos. Y por lo que he aprendido, el vientre de las terrícolas no repele la fuerza de nuestra genética… Ya te conté lo de Bulma. —La ve bajar la vista y fruncir los labios con algo de melancolía. Se golpea la frente ¡¿Cómo mierda metió a Bulma en el medio otra vez?! — ¡Olvida ésa parte! No… No quería. —Quiere cambiarle ése gesto. Toma el teléfono, y mira la información que aparece. Es interesante, lee un poco y Serena se toma de su brazo sentándose junto a él y leyendo. Parece apreciar que él valore su interés por información… Una pequeña idea cruza su mente. —Sí… Es interesante pero—Intenta reprimir su sonrisa maliciosa. —Esto es información de las terrícolas… Necesitamos de los Saiyajin también.

—Oh, tienes razón. —Serena parpadea, piensa en consultarle a Bulma, pero mejor no. —Mmm, el Dr. Briefs seguro tiene ¡O las chicas! ¡Bardock de seguro!—Empieza a buscar su contacto en el teléfono.

—No, no. —Vegeta le quita el teléfono antes de que haga la llamada. —Toda la información que necesites, la tengo yo. Conozco las costumbres de apareamiento de mi raza.

—Ah, eh… Bu-Bueno… —Se siente nerviosa, no sabe qué preguntarle primero.

La ve nerviosa jugando con sus dedos, muerde un poco el interior de sus mejillas para no reírse triunfal porque cayó en su juego. —Si no sabes qué preguntar… Puedo empezar por mostrarte. —Se arrodilla firme frente a ella y empieza a desabotonar su camisa, dejando ver su pecho. —Verás el acto completo de emparejarse, al menos en la costumbre de mi Planeta, es la hembra frente a nosotros, quien nos hace iniciar el cortejo para la cópula. Ellas al ser compatibles con nosotros, nos estimulan para tomarlas. —Toca la mejilla de Serena, la siente ardiendo del rubor. —Acércate. —Vegeta sabe que sus órdenes deben salir con el tono más dulce que pueda, así los oídos de Serena aceptan la seducción sin dudarlo. Ya conoce el punto débil de cada uno de sus sentidos. —Siente mi olor, concéntrate completamente en las sensaciones… —Siente la punta de su nariz tocar el centro de sus pectorales, está helada. La envuelve un poco en sus brazos. Desata su cabello dorado y lo acerca a su nariz. —Tu olor de hembra es potente en tu cabello…Tu cuello… — Baja su nariz hasta su pulso. —Flores…Limón…Un tinte dulce. —Habla contra su cuello, mientras degusta cada fase de su aroma femenino. La ve olerlo con fuerza, poseída, tocándolo con sus finos dedos y oliendo sus pectorales. Una pequeña sonrisa se dibuja en la comisura de su boca, en tanto una idea cruza su mente. —Jamás creí que alguien como yo, hiciera que una mujer oliera así.

—Oh, Vegeta… Tu olor. Tú aroma. —Serena siente que se le hace agua la boca, empieza a dejar pequeños besos. Los latidos de su esposo son tan fuertes, que sus músculos vibran, parecido a la superficie de un tambor. —Es…Es delicioso…Es como madera nueva…Roble, como el color de tu piel. Es ácido…Pero dulce, como toronja madura. —Lo ve parpadear sorprendido. —Jaja, sí…Como ésa fruta, eres dulce en el fondo. —Empiezan a disminuir la distancia, miran la boca de cada uno. El calor aumenta sin cesar.

—Se inicia una especie de Fiebre de Celo, donde el único remedio es la satisfacción sexual con la Pareja. —La polla de Vegeta da pulsaciones dolorosas, aspira duramente intentando oxigenar su sangre, pero el olor de Serena, mezclado con el de su excitación femenina. —Voy a hacer exactamente lo que quise hacer, desde la primera vez que sentí tu olor. —Gruñe mientras están a milímetros de un beso.

—¡Aaah! —Serena da un grito agudo del susto. Vegeta la tomó en sus brazos contra su pecho, con su velocidad Saiyajin la lleva a la habitación. Azota la puerta, la carga en el hombro como un bulto.

Da pasos firmes hasta la cama matrimonial y la arroja haciéndola rebotar en el colchón. —Vamos a aparearnos. —Quita su camisa a la luz de la pequeña chimenea que dejaron encendida para calentar la habitación. Arroja su bóxer a un lado y la acecha en la cama.

Serena se siente quemar del deseo. No está enojada porque la cargó de ésa forma o el susto, no tiene miedo por su mirada depredadora. Se siente incitada por el cuerpo musculoso, lleno de cicatrices, que se acerca como un felino a tomarla. Sus piernas tiemblan, ella quiere esto, quiere ser devorada. Abre sus piernas y sus brazos invitándolo. —Sí. Tómame.

Quita las medias de su esposa, va a su vientre para besarlo y seguir subiendo hasta sus pechos. Quita la chaqueta, besa sus senos, pasa su pulgar en sus puntas endurecidas, y los succiona. Les da una mordida, haciéndola gemir sin control, luego un suspiro cuando la alivia con su saliva. —Deliciosa… Caliente. —Quita sus bragas, mete un dedo en su vagina y no sólo comprueba su humedad, su temperatura parece derretirlo. Roza con el pulgar su clítoris. — ¿Te dolió cuando lo mordí? —Susurra en el valle de sus pechos.

—No ¡Nnh! —Muerde su labio inferior al sentirlo coordinar los estímulos en sus pezones y su centro. Baja sus manos por el cuello de Vegeta y presiona sus pectorales. —Son tan duros y suaves al mismo tiempo. —Pellizca levemente sus pezones. Larga una risita risueña. — Me gustan…

—Jmjm… Me hace cosquillas. Pero puedes seguir si eso te excita. — Vegeta le explica y saca su dedo, escurriendo en la luz sus fluidos. —Estás tan lista… —Se acomoda entre sus piernas y acaricia los labios de su vagina, empapando la punta de su miembro para ayudarse a entrar.

La vista la enciende todavía más, siente su sangre literalmente hirviendo. Presta atención a los labios de su centro enrojecidos, y ésa punta inflamada con las venas al borde de explotar. Lubricándose mutuamente, meneándose contra el otro. Ahogan un gemido, casi un grito de satisfacción, cuando su glande se hace lugar dentro de su cavidad. Su carne lo toma, lo acepta sin dudarlo. Vegeta eleva las piernas de Serena, deja sus rodillas flexionadas, sostenidas por sus brazos. Tira su peso apoyándose del colchón. Da un empuje y jadean al sentir la posición profunda. La han hecho antes, pero la expectativa es mucha. Se miran a los ojos y mueven sus cuerpos. Si bien Vegeta controla el ritmo, Serena lo acompaña, le gusta demasiado y no puede evitar mover sus caderas aceptándolo completo. Lo abraza, lo besa, mete la lengua en su boca, e incluso la saliva de ambos parece más fresca que sus cuerpos.

Las sacudidas son firmes, sus genitales envían puro éxtasis en cada arremetida pelvis con pelvis. Jadean, se agitan aumentando de a poco la fricción, sienten que chorrean por el colchón. El interior de Serena lo estruja, en tanto su polla pulsa inflamada al tocar lo más profundo de su vientre. Sienten que esto es un placer crudo y puro. Libera las piernas de su esposa, y ella no duda en aferrarlas a su cadera. La abraza con un brazo desde la espalda, con su mano libre recorre los lados de su cuerpo hasta los muslos. Quiere acelerar, lo necesita. —Se-Serena ¡Ya no aguanto! —Aferra sus manos a las almohadas, en un intento de soportar la necesidad mientras espera una respuesta. El tirón en sus testículos le demanda aumentar la intensidad.

— ¡Yo tampoco!—Serena clava las uñas en su nuca y tira de su melena negra. Busca la boca de Vegeta y se besan moviendo sus lenguas de manera obscena, como si hicieran el amor una con la otra. Sacuden sus cuerpos sin piedad alguna, la cama se agita y rechina. — ¡Ah, ah! ¡Me-Me vengo! ¡Vegeta!

—¡Sí Serena! ¡Me voy a correr! ¡Mmh! —Toma uno de sus senos, lo aprieta y mete su pezón en la boca. El estímulo fue exquisito, las paredes de Serena lo ordeñan con fuerza, mientras su eyaculación femenina riega su pelvis y escurre en el largo de su saco. Quedan inmóviles unos momentos, apreciando cómo las olas de hormigueos placenteros merman de a poco, se expanden desde sus sexos unidos, hasta detrás de la nuca. La abraza firme, se siente rodeado por ella ¿Cómo un ser tan débil como ella puede hacerlo sentir así? Siente que ella es como un refugio, que lo envuelve en más de un sentido. Gira las posiciones, la deja recostarse encima de él, pone su melena dorada a un lado y peina sus rizos entre sus dedos.

Serena siente que Vegeta acaba de llenarla en más de una forma. Arriba de él aun abrazados, puede sentir como sigue duro dentro de ella. Se mueve un poco, sus jugos mezclados hacen sonidos lascivos. Pone una mano en su pecho para enderezarse. —Ah, Vegeta, mi amor. —Empieza a subir y bajar sobre él.

En un segundo Vegeta iba a decirle que podían descansar, pero ésa mirada azul brillando de deseo, sus pezones duros, su piel enrojecida y sus eyaculaciones lubricándolos para otra ronda de placer; borra todo a la mierda. Su Instinto quiere responder al de ella, asegurarle que tendrán todo el éxtasis que deseen. Se retuerce del gusto, la toma firme del trasero. Mira hacia abajo, la vista de su virilidad, en contacto con ella, carne con carne, escurriendo ambas eyaculaciones. —Sí Serena, no te detengas. Dame más. —Gruñe de manera gutural.

Serena aprecia cada expresión de su esposo debajo de ella, sus pequeños temblores, las venas de su cuerpo inflamadas bombeando la sangre sin parar a su miembro, sintiendo sus latidos directo dentro de ella. Los gemidos y gritos ahogados de Vegeta haciendo temblar su manzana de adán. Sus ojos negros, brillan en la tenue iluminación de la habitación destilando deseo puro, hacia ella y nadie más que ella. La boca de su esposo se ve roja por los besos y succiones, tan tentadora. Se acerca a besarlo, él la hace acelerar tomándola del trasero. —¡Nnh! ¡Oh Dios! —Atrapa el labio inferior de Vegeta y lo muerde tan rudo que lo hace sangrar. Se endereza de inmediato, saborea su sangre y empieza a montarlo rápidamente.

Vegeta abrió grande la mirada al sentir ésa mordida salvaje, no fue doloroso, apenas clavó sus delicados dientes. Ahora la ve poseída por la lujuria, si lo quiere salvaje, se lo va a dar. Se sienta con ella y clava sus dedos en sus muslos, la embiste hacia él, golpean sus caderas. De nuevo la madera de la cama da pequeños quejidos y cruje cada vez más fuerte, pero los gritos de ambos apagan todo alrededor. De nuevo el orgasmo, de nuevo los fluidos se mezclan. Una estocada final, culminada con un beso apasionado que busca consumirles el aire.

Lo abraza enteramente, incluso con sus piernas. —Te amo Vegeta. —Sonríe mientras se refugia en éste abrazo uno frente al otro, sentados.

Vegeta gruñe alto ante eso. — ¡Qué injusta eres! —La tira al colchón otra vez sin separarse de adentro de ella, su ceño se frunce profundo. —Quiero contenerme, y tú me dices ésas cosas… —Le levanta una pierna y la deja en su hombro, la sostiene de la cadera, empieza a moverse más intensamente. Controla por completo el ritmo, puede sentir cómo ella lo goza, ya que su vientre ondula sin cesar. Se salpican en cada estocada. —Me gusta hacerlo suave. Saborearte completa.

— ¡Oh por Dios! —Se aferra a las sábanas, mientras la penetra profundamente de nuevo. —No te contengas ¡Vegeta dámelo todo! ¡Mmm! —Muerde sus labios en línea recta, sus pechos rebotan de nuevo al ritmo que se agitan, cuerpo a cuerpo. Vegeta atrapa un seno y lo masajea, pellizca sus pezones dejándolos rebotar aún más alegres. Serena suelta una de sus manos y toma la de su esposo, entrelazan sus dedos y sus miradas.

Vegeta sostiene la velocidad, los fluidos no dejan de salpicar. Muy despacio, y sin dejar de moverse, la va girando boca abajo. La siente agitada, su cuerpo sudando. Da un par de estocadas firmes y lentas para masajearla con todo el largo de su polla, exactamente en su punto G. —Resiste conmigo, Serena… Quiero dártelo…Completo. —Jadea caliente en el oído de su esposa, ella asiente entre gemidos, con un pequeño puchero. Eso lo calienta, muerde la oreja de Serena, ella grita agudo en respuesta. De inmediato Vegeta se reprime, fue tan duro que le dejó los dientes marcados, la alivia con su lengua, dejándola bañada en su saliva. La toma del trasero y la cadera, ella sólo tiene que recibirlo. Es una ventaja que sea tan menuda.

Ésa mordida en su oreja le recordó a aquella vez que hizo el amor por primera vez, ésa mezcla de dolor y satisfacción, luego la lengua de Vegeta lamiéndola, parecía a modo de disculpas. Para Serena se sintió excitante y dulce. —Mmm…Se siente bien. Ah, demasiado. —Serena se hunde, no puede creer que así será el sexo en su matrimonio a partir de ahora… Lo piensa mejor y siempre fue así… Una rutina gloriosa de amor y deseo.

¡Muchísimas gracias por seguir éste fic hasta aquí, y por sus rws! Gracias a Es tu Mundo Fanfics Inuyasha y Ranma por la difusión, de verdad no sé qué haría sin ustedes estimulando mi musa, antojándola día y noche Jajaja ¿Cuál fue su boda preferida? Algo sí es seguro, quedamos todas con las piernas abiertas y los óvulos bien calentitos y fértiles ¬¬ A-Tre-Vi-Das ¡El Próximo Viernes Gran Final!

Saluditos a…

Faby: Pues hoy le darás uso a la almohada mi ciela, cierra bien las cortinas, Jajaja. Gracias por tu rw. Siempre me dio cosita pedir una (mi esposo tiene de su waifu) Pero yo quiero ésa donde está el Vergeta con la paleta bien dura ¬¬ tengo que encontrar una tienda donde no me conozcan y pedirla. Jajaja.

OhaioIzumikun: Gracias! También me divertí escribiéndolo, en especial las escenas de Bulma y Darien, fue comedia romántica total. Hoy ya cerró la puerta más importante, ahora sólo le queda caminar junto a Bulma en su vida. Ay, sí ay sí… Corre asustada de ése seppsi instructor Saiyajin, ésa suertuda desssgraciada ¬¬ Sí el ¿DariBul? la pasa bien, por todo el tiempo que no la pasaron bien. XD Rei modo sacerdotisa, no te atrevas a provocarla. Y la parte de la Madre de Rei, sí, siempre me da tristeza, pero valoro que la honre, y más de uno se puso a llorar por el abuelito. Pero que el pobre viejo no es el gato de Kagome ¿Cuánto quieren que viva el viejo perversito? XD Ahora está en el cielo, rodeado de rikhísimos ángeles.

Nita-chan84: Sí, ésas escenas me recuerdan a las confusiones de un manga shoujo mezclado con comedia romántica de los 90's. Bulma prendiendo una vela para que ésa noche le dieran duro contra el muro, Jajaja. Aquí Mina y Broly tuvieron su boda en la playa modo ahorro. Y sí quise hacerla Legendaria, literalmente contra viento y marea, XD nadie podrá olvidarla jamás Jajaja. Pero lo importante es que ya están viviendo en su casita llena de amor ¬¬

Kaysachan: caldo de Mamo-chan para todas, Jajaja. Parece que todo va bien y en paz entre las parejas ¡Y tercer bebito GoChi! Pues como Goku y Milk han revivido la llama de su matrimonio, creo que era de esperarse, porque le están dando macizo contra el piso. Y con potencia frente a la audiencia, le dieron los VegeRena. Jajaja y el DariBul no quiso ser menos y le dieron picante contra el estante. Así reza el credo del Smut, Amén. *Inseminación_VegeRena_iniciada, Jajaja ya se estaban quedando atrás, pero creo que era porque han pasado tanto, que querían cubrir bien todas las habitaciones de la casa antes de tener un bebito por ahí, llorando y entrando inoportunamente a la habitación ¬¬