NOTAS: Y que llegamos al capítulo treinta y las preparaciones para la terrible guerra…

Mantengan los pañuelos cerca, porque van a necesitarlos xD

Finalmente, antes de comenzar a leer, debo decir un pequeño aviso. En caso de que llegaran a leer esta o alguna otra de mis historias en otro lado, es muy seguramente un plagio. Yo siempre uso el seudónimo "RozenDark" y únicamente público en Amor Yaoi, Wattpad, y AO3. También otorgue el permiso para una traducción al chino y solamente se encuentra en la plataforma/app "LOFTER"…

Esto lo digo, debido a los recientes fallos de Wattpad y que esta misma plataforma tiene una página espejo donde lucran con las historias. Por lo que cualquier cosa, les estaré agradecida si me lo hacen saber. De cualquier manera, en caso de algún otro cambio, les daré el aviso correspondiente :3

En fin, los personajes de One Piece son propiedad de Eiichiro Oda. Las imágenes utilizadas a lo largo del fic son hechas por su servidora.

Y sin más que decir, les invito a leer (^3-)/

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Ace no tenía intención de mirar a ese tonto traidor en el que había confiado. Sabo se había atrevido a revelar su más grande secreto así nada más y lo peor, lo había hecho a un perfecto extraño y a la tonta bocazas de Luffy.

Sabía que era completamente innecesario desconfiar de Luffy, considerando que ella por más gritona o entusiasta que fuera, sabía guardar un secreto, aunque le cueste la vida. Pero esa era decisión de él y no de Sabo.

Había confiado en Sabo su secreto y se alegró de que su compañero de robos no lo odiara por ser hijo de un demonio, pero no por eso tenía el derecho de revelarlo y menos sin consultarlo con él.

"¿Cómo crees que esté Luffy?"

Ace no respondió a la pregunta de Sabo y tampoco tenía planeado hacerlo…

"¡¿Es que acaso no te importa lo que le pase?!" Sabo pregunto con alarma en su voz. "¡Ella es muy torpe! ¿Qué tal si se la comieron? ¿O si ese señor no es de confianza?"

Por supuesto, Ace no respondería a ninguna tonta pregunta de Sabo. Aun cuando él también estaba preocupado por Luffy…

Esa niña tonta se había ido hacía días, justo después de que los tres se pelearan y dieran por terminada su hermandad de una manera demasiado absurda e infantil.

Él tenía sus razones, después de todo, era por su secreto que esa pelea había iniciado y Sabo la había empezado al revelarlo así sin más…

Además, se suponía que los tres estaban en guerra. Los tres querían ser piratas y los tres habían hecho una apuesta…

Si Luffy se había ido en un absurdo e inútil intento por hacerse más fuerte para ganar la batalla, entonces estaba bien por él…

Pero Sabo no tenía por qué reprocharle absolutamente nada, cuando fue por su culpa que su discusión iniciara…

"¿Acaso no te importa lo que le pase?" Sabo pregunto una vez más. "¡Ella es nuestra hermana pequeña!"

Ace se detuvo solamente para encarar a ese traidor. "Si le pasa algo, será por su debilidad…" Respondió severo. Por supuesto, al ver la mirada retadora de Sabo y pensar brevemente en Luffy, se arrepintió de sus palabras.

"¡Sabía que eras un cabeza dura Ace!"

Y Ace sabía que Sabo tenía las claras intenciones de comenzar una pelea y esta vez con los puños. Y él estaba completamente preparado para una pelea…

Por supuesto, Luffy de alguna manera siempre se las arreglaba para detener sus absurdas discusiones, apareciendo siempre cuando menos se lo esperaban ambos…

"¡Cuidado!"

Claro que solamente Luffy podía causarles tremendo susto. Y esta vez solamente había bastado la llegada sorpresa de su hermana pequeña y un árbol recién cortado cayendo directamente hacía ellos…

Al menos Luffy había logrado evitar una pelea entre Sabo y él…

Porque probablemente, ninguno sabría cómo pedir disculpas si hubieran llegado a los golpes…

Y con esa llegada sorpresa, ambos estuvieron de acuerdo en algo…

Luffy seguramente podía parar una guerra sin sentido con su sola presencia…

"La Inocencia Viste De Guerra"

Ace y Sabo no tenían idea de cómo las cosas se habían salido de su control. Aunque tenían bastante en cuenta que la situación comenzó de ir de mal en peor cuando llegaron al nivel cuatro.

Si creían que el nivel tres era caluroso y demasiado fastidioso por la arena en los alrededores, era porque no habían llegado al nivel cuatro. Lugar que, por cierto, era un infierno de lava, con molestos guardias y bestias persiguiéndolos por todas partes.

Ninguno tenía el tiempo suficiente para perder ahora…

Pero parecía que los planes que involucraban a Luffy en sus cabezas, siempre tenían que terminar mal. Y por supuesto, en sus constantes huidas, habían perdido tanto a Buggy como al señor Tres y no tenían ni tiempo para tomar un breve descanso como para encontrarlos.

"Más les vale a esos dos no tratar de traicionarnos o juro que los encontraré y torturaré con mis propias manos".

Ace simplemente negó, mientras golpeaba a uno de esos molestos monstruos del nivel dos que habían llegado donde ellos estaban. "Algo me dice que ese tipo Buggy no hará nada en nuestra contra".

Normalmente Ace no confiaría a la primera en alguien y menos si ese alguien había perdido patéticamente contra Luffy. Pero había algo en la historia de Buggy y en su mirada cada vez que mencionaba a sus padres, que le decía que no mentía…

Además de que Ace ya conocía a Rayleigh y sabía la historia de la tripulación de su padre…

Tal vez no conocía los nombres de los que formaban parte de esa tripulación, pero sabía por las historias de Rayleigh que cada uno de los miembros de la tripulación eran completamente leales a su padre…

"Supongo entonces, que Buggy mantendrá vigilado al señor Tres…" Mencionó Sabo con cansancio. "Eso será lo mejor, porque necesitaremos a ese cobarde".

Sabo ya había visto las habilidades de aquel cobarde. Podría ser que fuera un alfeñique que huiría si la situación se le fuera de las manos, pero sus poderes de cera y su talento artístico le ayudaban a ser de utilidad.

Sabía que tarde o temprano necesitarían una llave y con las persecuciones constantes no estaban en posición de buscar la llave.

"Así que tú eres Portgas D. Ace o como te conocen en todo el mundo, Puño de fuego Ace".

Los dos hermanos rápidamente se alarmaron cuando escucharon la voz de alguien detrás de ellos.

Tanto Ace como Sabo miraron al ser que había logrado dar con ellos y aunque no se sorprendieron, se preocuparon de ver que el alcaide había logrado encontrarlos…

"Al parecer, no podremos mantener un bajo perfil, hermano…" Ace miró a Sabo con ambos puños en llamas.

"¡Y vaya sorpresa! Porque te saldrás con la tuya, sin siquiera decir tu maldita frase…" Respondió Sabo con su pipa en mano.

Y ambos sabían que no podrían huir de esa batalla. No si querían salir con vida y poder salvar a Luffy sin que saliera herida…

~..~

Buggy no entendía como se había separado del hijo de su difunto capitán y ese revolucionario que aparentemente era hermano de juramento de Ace. Sin embargo, no estaba dispuesto a fallarle a ninguno de esos dos…

Se la había pasado todos esos años completamente inadvertido e incluso ahora, se sentía como si fuera un cobarde por no haberse hecho de un nombre como lo había hecho Shanks. Pero en su momento, le pareció una idea grandiosa.

Se hizo de una recompensa y una tripulación propia en el mar más débil de los cuatro Blues. Y no solamente para que los grandes se olviden de él. Buggy había pasado tantos años en el East Blue, porque de allí era su capitán, porque de alguna manera, deseaba estar cerca del hombre al que quería como un padre.

Y el solo hecho de saber que todos esos años estuvo tan cerca y al mismo tiempo, tan lejos del hijo de sangre de su capitán, ponía a Buggy completamente enfermo.

Si tan solo hubiera ido a isla Dawn cuando el tonto pelirrojo llego para contarle sobre la niña a la que le entregó su preciado sombrero de paja. Tal vez hubiera conocido a Ace muchísimo antes y evitar todo ese desastre que justo ahora estaba ocurriendo…

"¡¿Qué podemos hacer para que se atrasen los guardias?!"

Buggy paró su carrera de inmediato. Por supuesto, el señor Tres se detuvo de igual manera, para mirarlo completamente asustado…

"¡No es un buen momento para dejar de correr!" Reclamó, mientras señalaba temeroso al grupo de guardias detrás de ellos.

"Podríamos liberar a los prisioneros…"

El señor Tres asintió nervioso a la sugerencia del peli azul. "Podría utilizar mis poderes y habilidades para crear llaves y abrir las celdas…"

Buggy asintió con una sonrisa, mientras poco a poco, su cuerpo se dividía. "Entonces comienza a hacerlo, en lo que yo me encargo de estos ineptos".

El señor Tres asintió una y otra vez, mientras comenzaba a crear una a una, llaves que pudieran abrir las celdas.

Por supuesto, los prisioneros habían comenzado a llorar de alegría al saber que muy pronto estarían libres de aquella prisión. Incluso miraban con admiración al capitán Buggy, dispuestos a seguirlo de ahora en adelante a donde fuera que vaya…

"¡USTED PUEDE, CAPITÁN BUGGY!"

Y esos gritos ovacionándolo, solamente subían más y más el ego de Buggy. Probablemente, saldría con más de lo que ya tenía antes, incluso ahora, pensaba seriamente en agradecerle a la mocosa por todo lo ocurrido…

~..~

Ivankov corría al lado de Inazuma, solamente para ir en busca de cierto ex Shichibukai. Si lograban salir a tiempo de Impel Down, al menos lo harían con los suyos y Jimbe definitivamente era alguien de confianza.

"Koala-girl estaría demasiado deprimida si te dejamos atrás. Además, Lucy-girl también se pondría triste si te quedas atrapado y si mis fuentes son correctas, le hiciste una promesa".

Jimbe asintió agradecido de sentirse liberado de esas molestas esposas. "Tengo una deuda con los revolucionarios, por mantener a Koala a salvo todos estos años y como dices, le hice una promesa a Lucy-chan y pienso mantener mi palabra", respondió con seriedad.

Jimbe incluso tenía pensado ayudar a Ace en ese rescate. No solo por Koala y Barbablanca, también por Lucy…

"Yo podría ayudarlos en lo que necesiten".

Jimbe vio con desconfianza a Crocodile. Pero al ver que Ivankov simplemente asentía y liberaba al hombre, se preocupó.

"Este hombre no es de confianza" mencionó severo.

Ivankov simplemente le restó importancia. "Descuida Jimbe-boy, que Crocodile-boy no hará nada para perjudicarnos, después de todo, no querrá que cuente su secreto más preciado".

Crocodile chasqueó la lengua en cuanto escucho la clara amenaza. Incluso su compañero y fiel seguidor, el señor Uno, dejó sus intenciones de atacar, en cuanto se lo ordenaron.

Jimbe por supuesto, se sorprendió de ver las reacciones de ese par y miró incrédulo al Okama. Ese secreto seguramente era algo que podría afectar a Crocodile, si este no quería que se supiera…

"No tengo intención alguna de traicionarlos. Y menos si con ayudarlos, logró salir de esta molesta prisión", dijo con calma. "Por supuesto, mi leal servidor me acompañará y ayudará en la batalla que se está liando en este infierno".

Ivankov asintió de brazos cruzados. "Sabo-boy y Ace-boy están haciendo todo un desastre en el nivel cuatro y no es para menos, considerando que el alcaide está peleando contra ellos".

"Y según nos informaron, el pirata Buggy y el señor Tres, lograron liberar a los prisioneros del nivel tres y han regresado a hacer lo mismo en el nivel dos. Supongo que tienen las intenciones de causar una fuga masiva en la prisión, lo cual, en estos momentos, se considera como una gran idea", agregó seriamente Inazuma. "Para suerte de ellos, nosotros queríamos hacer lo mismo y el resto de nuestros compañeros, están liberando a los prisioneros de los niveles cinco y cuatro. Pero no tenemos las intenciones de liberar más gente de este nivel, así que será mejor apresurarnos para alcanzar a Sabo-kun y Puño de fuego".

"Démonos prisa, entonces…"

Y así como respondió Ivankov, los cinco comenzaron a correr directamente a las escaleras para subir al nivel cinco. Podían escuchar explosiones y sentir temblores por todo el lugar…

Era demasiado seguro que ese par de hermanos locos, estaban causando un desastre con su pelea contra Magellan, y eso sin contar la fuga masiva que justo ahora se estaba realizando.

Ivankov sonrió con diversión al ver que su plan estaba saliendo tal y como lo tenía contemplado. Solo esperaba que nadie se hubiera dado cuenta de la presencia de Bon-chan en el barco del vicealmirante Garp…

~..~

En isla Dawn la situación no era para nada favorable. Por alguna razón que era completamente desconocida para los habitantes de la isla, los marines los habían reunido en distintos puntos…

En el caso de los habitantes de Villa Fosha y Gray Terminal, todos habían sido reunidos en el centro de la pequeña villa. Y siempre con los marines rodeándolos y sin decir una palabra sobre las razones que tenían para hacer ese tipo de cosas.

Mientras que, en la zona de la nobleza, habían sacado de manera descuidada a todos de sus casas y comercios, para reunirlos, justo frente al gran castillo perteneciente a la familia real. Siempre rodeados de marines sin intenciones de revelar información a la familia real…

"Esto me está preocupando demasiado…"

El alcalde de la villa pudo distinguir a lo lejos tres buques de guerra acercándose. No quería creer que la marina estaba por hacer algo de lo que Garp jamás se había sentido orgulloso, pero parecía que la marina estaba preparándose para lanzar una Buster Call a isla Dawn

"No crea que no lo hemos notado, alcalde…" Dadan vio con impotencia a los superiores a cargo de mantener el orden entre la gente, preparar un raro Den Den Mushi, que veía directamente a uno de los edificios más grandes de la villa. "Sé lo que significan esos buques y no es nada bueno, debo decir…"

"Es como lo sucedido hace tantos años con el incidente de Nico Robin…" murmuró Makino con preocupación. "Algo malo debió pasar con Garp-san si no nos ha contactado…"

Tanto Dadan como el alcalde se miraron con preocupación. Tenían sospechas de que no era precisamente a Garp al que le había pasado algo y ese extraño Den Den Mushi, solamente les daba más dudas y al mismo tiempo les confirmaba algo de lo que no creían que estuviera pasando…

~..~

Los piratas de Barbablanca estaban más que listos para la guerra. Sabiendo bien que la marina no tenía ni idea de que se involucrarían del todo en una batalla por demás innecesaria, aprovecharon el revestimiento que habían hecho para llevar a cabo su plan.

Les darían el tiempo suficiente a los revolucionarios y a los piratas del pelirrojo, para que llegarán a tomar parte en la pelea. Mientras eso sucedía, se encargarían de que a Lucy no le ocurriera absolutamente nada.

"¿Cómo creen que se encuentre Ace?" Preguntó Momo con preocupación.

Aunque a Barbablanca no le agradará la idea de llevar a las enfermeras a esa guerra, cada una de las mujeres a cargo del área médica, habían insistido e incluso amenazado para estar en esa batalla. Obviamente dieron buenos argumentos y considerando el estado de Lucy y la batalla que se avecinaba, Barbablanca no tuvo más opción que dejar a las enfermeras en la batalla.

"No estoy muy contenta con él, pero me preocupa el idiota…" Comentó Iris de brazos cruzados.

Y por supuesto, no solamente ellas estaban preocupadas. El resto de la tripulación estaba con ganas de ir a Impel Down y sacar a ese necio para que no saliera herido, pero ahora la prioridad era Lucy. Ella estaba embarazada y con pocas posibilidades de defenderse sin salir herida…

"Juro que cuando estemos en paz y con Lucy-chan a salvo en el Moby Dick, golpearé una y otra vez esa cabeza dura llena de aire caliente", mencionó Thatch con enojo, pero igual o más preocupado por ese hermano tan tonto y necio.

"Por ahora lo mejor será concentrarnos en sacar a Lucy del patíbulo de ejecución y ponerla a salvo en el barco".

Barbablanca no tenía que decir algo más. Después de todo, cada uno de sus hijos de tripulación, estaban a favor de esa idea…

Solamente debían aguantar y mantener a Lucy viva. Si se es posible y vaya que lo intentarán con todo lo que tienen, lograr sacarla de la zona de la guerra que estaba por iniciar…

~..~

Ya habían llegado a Marineford, Sengoku incluso había mandado a buscarlo personalmente a ese imbécil que tanto detestaba…

Era obvió el odio que Akainu les tenía a los criminales en contra de su bendito gobierno mundial, pero Garp estaba haciendo uso de todo su auto control para no golpearlo por la mirada llena de desdén que le dirigía a su nieta.

"El almirante de flota no estará nada contento con la vestimenta para nada apropiada para esta prisionera", escupió con odio. Era obvio para él que la chica solamente causaría lastima vestida de esa manera. "Será mejor que se cambie una vez lleguemos ante el almirante de flota, tal y como debe vestir una criminal de su calaña".

Garp simplemente lanzó una risa irónica. "Escúchame bien, Akainu… Criminal, es lo que la marina está haciendo justo ahora y mi nieta no hará absolutamente nada de lo que dices. Si Sengoku dice algo o intenta hacerle algo más a mi nieta, no me importará matarlos a ambos".

Akainu no pudo decir algo más, porque sabía que Garp hablaba muy en serio con sus intenciones. Aunque eso no le impedía lanzar una maldición al hombre y a su nieta…

Caminaron un buen tramo en silencio hasta quedar justo frente a Sengoku, quien, por cierto, no vio con agrado la vestimenta que la prisionera tenía justo ahora.

"Me puedes explicar, ¿Qué significa todo esto, Garp?"

Sengoku no tenía tiempo, ni paciencia para estar perdiendo al lidiar con el necio de Garp, pero parecía que el mismo Garp no quería acatar sus órdenes y, por ende, las órdenes del gobierno mundial.

Una vez más, dio una mirada examinadora a la hija de Dragon y frunció aún más el ceño.

De por sí, una chica embarazada era mala imagen a lo que el gobierno mundial quería proyectar para dar un mensaje, pero una chica embarazada con visibles heridas y con un hermoso vestido blanco no era muy favorable para ellos.

Justo ahora, el gobierno mundial y la marina parecían los villanos y los piratas y revolucionarios los héroes…

Esa imagen no debía ser así y definitivamente, las cosas no podrían verse de esa manera…

"¡Harás que se cambie de ropa en este mismo instante!" Ordenó Sengoku completamente serio. "Y no es un tema que este a discusión, Garp".

Garp se paró justo frente a su ahora ex amigo con porte severo y autoritario. "¿Qué harás al respecto, Sengoku? ¿Despedirme o castigarme? Te recuerdo que deje en claro que después de esta guerra innecesaria me iría de la marina. Y no creo que los miembros del gobierno mundial quieran ver al héroe de la marina fuera de esta guerra, después de todo, fui yo él que hizo lo que tú no".

"Te lo advierto Garp, deja ya de retar mi autoridad", bramó Sengoku, completamente furioso.

"Autoridad que permití que tomarás. Debo recordarte que fue a mí al que le ofrecieron el puesto de almirante de flota y solamente porque lo rechacé y di tu nombre como sugerencia, fue que te contemplaron", respondió Garp, sin perder su porte. "Así que tenlo en cuenta, cada que quieras darme órdenes o sugerencias, almirante de flota…"

Con esas últimas palabras cargadas de sarcasmo, Monkey D. Garp dio por terminada la discusión con el furioso almirante de flota, Sengoku…

Garp, ni siquiera espero algún insulto o una nueva orden que por supuesto, se encargaría de negarse a cumplir. En su lugar, tomo a su nieta de los hombros y la dirigió a las oficinas donde esperaría la hora para la ejecución.

Por su parte, Luffy pudo ver que en los muelles de Marineford, varios marines ayudaban a gente con vestimentas extrañas y estrafalarias a bajar de un ostentoso y enorme barco. Por alguna razón, sintió como su bebé se ponía nervioso con solo saber que esa gente con raros cascos en la cabeza, se encontraban en el mismo sitió que ella…

También pudo ver como varios marines trabajaban arduamente, dándole los últimos retoques a lo que sería el patíbulo de ejecución e incluso escucho, como ese almirante que le daba muy mala espina dar órdenes a otro grupo, sobre la vigilancia extrema de los alrededores.

En definitiva, se estaban preparando para una posible guerra. Pero no entendía la razón por la que había un buen número de marines, protegiendo a esas extrañas personas con un porte demasiado presuntuoso y petulante.

Por alguna razón, se sintió preocupada y más cuando pudo ver y escuchar a su abuelo maldecir la llegada de esos extraños, e incluso, percibir una preocupación alarmante en su mirada. Pero a pesar de eso, su abuelo no hablo hasta que ambos entraron en las oficinas y Garp cerró la puerta detrás de él…

"¿Quiénes eran esas personas abuelo?" Preguntó Luffy, una vez que su abuelo le indicó que tomará asiento en el único sillón del lugar.

"Dragones Celestiales", respondió Garp con odio. "No puedo creer cuan presuntuosos se sienten en estos momentos como para llegar a un lugar donde una guerra está a punto de desatarse, pero su llegada no dice absolutamente nada bueno".

Garp pudo sentir la mirada insistente de su nieta y aunque no quisiera contar todas las intenciones que la marina tenía para ella, sabía que tendría que hacerlo.

Hubiera querido tener la privacidad y hacerlo cuando estuvieran los dos solos, pero los guardias que los habían acompañado desde Impel Down, entraron y se colocaron justo frente a la puerta.

"¿Hay algo más que no me has contado, abuelo?" Preguntó Luffy con preocupación.

Garp asintió, mientras soltaba un largo y cansado suspiro. "El plan de la marina no era ejecutarte, Lucy…"

Luffy nuevamente dio una mirada confundida. "¿Y para qué traerme hasta este lugar y dar el anuncio de ejecución?"

Garp frunció el ceño con enojo, incluso una vena comenzó a resaltar en su frente de la furia que sentía. "Para atraer a tu padre", respondió con dureza. "Y los Dragones Celestiales que han venido, lo hicieron porque seguramente son la familia principalmente afectada por tu padre. Quieren venganza y no la obtendrán matándote…" De solo pensar que esos malditos querían a su nieta como esclava personal, lo ponía enfermo. "Lucy, ellos quieren que tú seas su esclava…"

Luffy no respondió nada a la respuesta de su abuelo. Pero entendía bien que unos imbéciles tratarían de doblegar su voluntad y quitarle su libertad y no solamente a ella, también a su bebé…

Ella repentinamente tenía ganas de liberarse e ir a golpear hasta el cansancio a esos aberrantes seres tan presuntuosos y sin ningún valor para ella, pero sabía bien que debía aguantar tal y como Ivankov se lo había pedido. Aún si sus puños dolieran de las infinitas ganas de golpear esas caras presumidas y odiosas…

"¡Que lo intenten si quieren!" Respondió con una enorme sonrisa. "Abuelo, si pienso convertirme en el nuevo rey pirata en el futuro, unos idiotas presumidos no pueden intimidarme de ningún modo".

¿Qué si era injusto lo que le querían hacer?

Por supuesto que lo era, pero Luffy de ninguna manera se rendiría. Es más, ella ni siquiera tenía la palabra 'rendición' en su vocabulario.

Y apenas viera la oportunidad, se encargaría de dejar en claro, que ni el gobierno mundial, ni los Dragones Celestiales, doblegarían al futuro rey pirata…

Porque Monkey D. Lucy… No, más bien, Sombrero de paja Luffy, no se doblegaría ante nadie y si era necesaria una guerra, entonces guerra tendrían…

Continuará…

~°ɞ°~~°ɞ°~

NOTAS: Y eso ha sido todo por este capítulo. Si les gustó, les agradecería que me lo hicieran saber con sus lindos comentarios :3

¿Saben? Si ese par de tontos se hubiera sentado a pensar con más claridad, probablemente estarían en Marineford y no tratando de llegar a tiempo para que no ejecuten a Luffy, pero la cordura de ambos se fue de sabático en cuanto recuperaron la memoria y supieron que Luffy estaba encerrada en Impel Down xD

Próximo capítulo: "La Inocencia Viste De Determinación", donde Luffy deja en claro que no se doblegará ante nadie…

Por cierto, ya he publicado lo que son las aclaraciones para el fic SaboLu que vendrá en diciembre. Ya he logrado terminar el primer capítulo, pero como dije, oficialmente será publicado el primero de diciembre xD

Y bueno, nunca es fácil decir esto, pero comenzaré a hacerlo… Últimos capítulos de "La Inocencia Viste De Blanco"…

En fin, nos leemos pronto…

Chau chau (^3-)/