Ranma ½ no me pertenece.

.

.

.

.

Fantasy Fiction Estudios

presenta

.

.

.

.

La joya de Japón

.

.

.

.

Akane levantó la tablet para leer el artículo del periódico. Se echó hacia adelante en la silla, con los dientes apretados y el ceño fruncido, y estuvo a punto de arrojar el aparato contra la pared.

—¡¿Puedes creer esta estupidez?! —gritó.

Como nadie le respondió, miró a su hermana a través del reflejo del enorme espejo donde se estaba arreglando—. ¡Nabiki! ¡¿Me estás escuchando?!

Nabiki dejó el vaso de café sobre la mesa y se reclinó en el mullido sillón.

—Sería imposible no hacerlo… me vas a dejar sorda, Akane.

—¡Esto no es gracioso! ¿Acaso lo leíste?: «Akane y Ranma. ¿La pareja del año? Se anunció recientemente que la bella y talentosa actriz Akane Tendo protagonizará el nuevo drama de la cadena XYZ, Jewel heart, una comedia romántica con toques de fantasía. Su coprotagonista será el renombrado artista marcial, y ahora modelo, Ranma Saotome, que saltó a la fama recientemente al ser la cara de la campaña de la marca Darade de ropa masculina. El drama comenzó a grabarse en los estudios de la cadena la semana pasada y ya hay rumores de que los protagonistas están saliendo. La química que podemos ver entre Akane y Ranma, ¿será solo actuación? Aunque nadie del equipo de prensa de la actriz ha dicho nada, y tampoco el equipo del artista marcial ha dado declaraciones, se los pudo ver a ambos compartiendo un café en una famosa cafetería del centro de Tokio, sin dejar de hablar durante más de dos horas. La pareja no se quitó los ojos de encima en ningún momento y lo que sí podemos afirmar es que nunca hemos visto a Akane Tendo tan radiante.» —Terminó de leer con una mueca—. ¡Esos…! ¡Esos idiotas! Lo inventaron todo, ¿yo, en una relación con ese tarado de Saotome? ¿Con ese insensible? ¡Si solo fui a tomar un café con él porque tú insististe, Nabiki!

Akane terminó arrojando la tablet contra la pared, pero falló y la hizo aterrizar en el blando sillón cerca de Nabiki, que no se inmutó.

—Te dije que no tendría que haberme reunido con ese idiota arrogante… ¡ese… ese karateka inútil!

—Creo que lo que Ranma practica es kenpo —dijo Nabiki bebiendo otro sorbo de café.

—¡Me importa un pepino!... Ni siquiera es actor, no puedo creer que tenga que compartir pantalla con él. ¿Por qué lo contrataron?

—Porque es popular, Akane, lo sabes muy bien. Los auspiciadores lo aman y las chicas suspiran por él, lo que significa que no se van a perder ni un solo capítulo de la serie —dijo Nabiki—. Y, si mucha gente la mira, eso significa que habrá más patrocinadores, lo que significa más dinero, ¡es obvio!

—Dinero, dinero —se quejó Akane—. Eso es lo único que te importa, Nabiki.

—Porque soy una mujer inteligente.

—De todas formas, ¿cómo sabía la prensa que íbamos a vernos en ese café? —preguntó Akane con suspicacia—. No los habrás llamado tú, ¿cierto?

—¡Claro que no! —mintió Nabiki con una risita despreocupada.

Se levantó y se acercó a su hermana, poniéndole las manos en los hombros. Le sostuvo la mirada a través del espejo.

—Hermanita, no te preocupes por cosas sin importancia —le dijo—. Este es tu gran regreso, ¡te conseguí el contrato más importante de tu carrera!, deberíamos estar celebrando y gozando. Después de ese par de dramas que fracasaron, ¿no pensaste acaso que ya nadie confiaría en tu talento? ¿Y no fui yo, tu querida hermana mayor, la única que te apoyó?

—Es verdad —confesó Akane a regañadientes.

—Te dije que volverías a estar en la cima, ¿o no? —continuó Nabiki implacable—. ¿Qué importa que tengas que compartirla un rato con Saotome?

—¡Es que es un bruto! Un auténtico asno…

—Vamos, vamos, no creo que sea para tanto.

—Intentó decirme cómo debía preparar papel —se quejó Akane—. Y dijo… dijo…

Apretó los dientes y su cara se puso roja.

—¿Qué dijo?

—Que en persona… no me veía tan delgada, ¡eso dijo!

—Oh.

—Sí, ¡oh! ¡Ese patán pretencioso! Ni que él fuera gran cosa en persona —dijo Akane cruzándose de brazos.

—Por cierto, ¿es verdad tiene los ojos azules?

—¡Qué va! De seguro usa lentes de contacto —sentenció la actriz—. ¿Alguna vez viste a un japonés de ojos azules?

—Dicen que su madre es extranjera —murmuró Nabiki, pero volvió a concentrarse en su hermana—. Bueno, bueno, deja de pensar tanto en Ranma…

—¿Quién está pensando en ese tonto? —se quejó Akane.

—… Y concéntrate en ti misma —siguió Nabiki—. Tienes que verte espléndida. Ya te dije que estás radiante, ¿verdad?

Akane bajó los ojos avergonzada, y se tocó las puntas del pelo.

—No lo sé, Nabiki… Tal vez no tendría que haberme cortado el cabello.

—Pero ¡qué dices! Eres una actriz comprometida con tu personaje —aseguró Nabiki—. Tienes que interpretar a Kaisui, una extraterrestre que pasa muchos siglos en la Tierra, y que cambia su aspecto varias veces en todo ese tiempo, ¿verdad? Además, en el guion lo dice, cuando tu personaje conoce a Heru, el personaje de Ranma, tiene el pelo corto.

—Pero…

—¡Estás estupenda! Ahora sal ahí a hacer lo que mejor sabes, ¿de acuerdo?

.

.

.

Iban a filmar al aire libre y el set era un montón de cables, luces y cámaras que se amontonaban sobre un trozo de césped. La escena era en una plaza, entre los juegos para niños, mientras llovía, así que habían instalado enormes tubos que lanzaran una fina llovizna que parecía casi natural.

Akane avanzó hasta su puesto, donde ya la esperaba Saotome. Aunque tenía deseos de golpearlo, al menos debía admitir que era un profesional, porque había llegado al set a tiempo, y estaba estudiando sus líneas con un libreto en la mano. Mientras ella planeaba qué decir, Ranma alzó la cabeza y la descubrió entre el personal. Se quedaron mirando, sin saber qué hacer, y Akane, para su suerte, fue salvada por el director, que la tomó del brazo y la saludó efusivamente.

—Darling! You are so beautiful! Hacía mucho tiempo que quería trabajar with you, Akane.

Ella hizo una reverencia a modo de saludo.

—Es un honor para mí trabajar con usted, director Kuno. He seguido su trabajo muy de cerca.

—Really? Fantastic! —dijo Kamiwakiru Kuno alzando los brazos—. Lets work then! La luz del sol es perfecta, así que quiero hacer algunas tomas para la promoción del drama. Go, go.

Buscó a Ranma y lo aferró por el hombro con una mano poderosa. Lo paró junto a Akane y sonrió complacido.

—Perfect! Ahora, charlen y ríanse —ordenó—. ¡Y hagan como que están locamente enamorados! Lets go!

—Director —lo interrumpió de pronto un asistente, con el rostro pálido y la frente sudada—, hay un problema con el decorado de la siguiente escena.

—And so, what? Avísales a los de producción, que los trabajadores lo arreglen —respondió chasqueando los dedos.

—Pero, director, es que… Los trabajadores se niegan a seguir nuestras órdenes. Parece que todavía no se les paga el trabajo de la semana pasada —susurró.

El director Kuno soltó un suspiro de cansancio y puso los ojos en blanco.

—¿Para esto fui a la Film School en Los Ángeles? —se quejó—. Fine! Hablaré con ellos… And you! —agregó señalando a Ranma y Akane—. Ensayen mientras no estoy, todavía los siento muy tiesos.

El director Kuno se alejó y los asistentes y trabajadores continuaron con sus tareas, sin prestar atención a los dos protagonistas, que se miraron, algo cohibidos, aclarándose la garganta y sin saber qué hacer.

—Hola —dijo Ranma.

—… Hola —respondió Akane mirando hacia el otro lado.

—Solo quería decir…

—¿Qué? —dijo ella volviéndose hacia él.

—Sobre ese artículo… —Ranma se rascó el cuello.

—¿Sí? —preguntó Akane con el ceño fruncido.

—Yo no tuve nada que ver.

—Sí, claro.

—¡Es la verdad!

—Está bien. Como digas. —Akane se encogió de hombros.

—Mira, creo que no empezamos muy bien…

—En eso estoy de acuerdo.

—Pero solo quería decirte…

Como se quedó callado, Akane lo miró otra vez.

—¿Qué cosa?

Él sacudió la cabeza.

—Nada.

Akane entrecerró los ojos y se cruzó de brazos.

—Por cierto —continuó él—, el cabello se te ve mejor así.

Ella entreabrió los labios y se llevó una mano a los mechones de la parte de atrás.

—¿De verdad?

—Sí, me gusta —murmuró él—. Espera, tienes un bicho en el pelo.

—¡¿Qué?!... ¡Quítamelo, quítamelo!

Ranma se acercó un poco más y le tocó el cabello.

—¿Es enorme?... ¿Es una araña? —quiso saber Akane con terror.

—Nah, creo que es una mariposa. Mira.

Ranma le mostró el dedo, donde en ese instante la mariposa desplegó sus grandes alas, negras y amarillas. Akane la observó alzando las cejas con asombro, y después sonrió. Ampliamente, con los ojos brillantes.

—Es hermosa —murmuró.

Ranma Saotome se la quedó mirando casi embobado. Alguien había abierto el sistema de lluvia artificial y la llovizna los envolvió. El cabello corto de Akane se empapó y se le pegó a la frente, pero ella no se molestó, solo sonrió más ampliamente todavía.

—Te ves linda… cuando sonríes —dijo él mirándola a los ojos.

Akane se sonrojó de pronto, pero le sostuvo la mirada. Parecía que, después de todo, los ojos de él eran de verdad azules.

—Perfect! —exclamó el director Kuno—. Quédense así, ¡empiecen a rodar!... ¡Magníficos!… Amazing!

Los jóvenes apartaron la mirada, avergonzados. Pero Akane soltó una carcajada, y pronto Ranma se le unió.

.

.

.

.

FIN

.

.

.

.

Nota de autora: La palabra de hoy fue «joya». Espero que les haya gustado esta historia.

Siempre olvido decirles que pueden seguirme en Instagram y Twitter, pueden encontrarme como randuril. Y en Facebook pueden buscarme como Romy de Torres.

Como siempre, gracias a los que se toman un momento para dejar un comentario: Juany, Arianne, Gatopicaro, Rash, Psicggg, Rowen, Lelek, Saritanimelove, Diluanma y Noham.

Nos leemos.