Envía Flores

Los personajes no me pertenecen, son de la gran Rumiko Takahashi. Esto es sin fines de lucro, solo diversión por y para los fans.

*Día 21

Historia AU


Era una tarde cualquiera, Akane buscaba entre sus cosas personales un prendedor que su prometido le había regalado en navidad, pero se encontró con un pequeño sobre lleno de líneas que hace un tiempo leyó, se preguntó ¿Qué sería de él? En el fondo de su corazón le deseaba lo mejor y curiosa quiso releerla otra vez…

Bien dicen que el amor a veces llega sin tener principio ni final, la dueña de estos intensos sentimientos ni siquiera daba cuenta de lo fuerte que latía mi corazón con solo verla. Sin embargo, la vida ponía por delante una evidente verdad; amabas a otro. Es tan difícil aceptar que nunca será correspondido, más no puedo obligarte a quererme. Incluso pienso ¡qué diablos hago amándote! Cuando por las noches me falta el sueño y es que mi corazón te añora con esperanza. Una sonrisa tuya basta para alegrar mis solitarios días e invadirme de tu calidez. Escuchar mi nombre en tus labios es como ganar un premio sin esfuerzo aunque jamás seré tuyo, jamás me verás cómo lo haces con él. Quisiera poder expresarme mucho mejor, sin embargo, mi mente y alma están pobladas de ti; de esa dulzura incomparable, de tus ganas de vivir, de tu sencillez, de tu esencia vibrante.

Es por ello que junto con estas hermosas flores amarillas, sí, esas que simbolizan un amor no correspondido me despido de ti, te deseo felicidad porque el amor ya lo tienes.

Ryoga Hibiki._

De pronto el hombre que la hacía estremecer aparecía apoyado en el marco de su puerta, viéndola con escrutinio…

—¿Qué lees?

—Encontré esto, no recordaba que lo tenía en mi cajón —respondió.

Ranma se acercó más, tomó el papel que su novia le extendía y luego la miró enarcando una ceja.

—¿Por qué aún lo guardas?

—No lo sé, la verdad es que deseaba poder verle y devolvérsela en persona —contestó con toda honestidad.

—No creo que quiera verte, es decir, que se la devuelvas —repuso.

—Y entonces ¿qué hago con ella?

—Yo la quemaría —escupió con sorna el azabache.

—¡Ranma! Por todos los cielos no te pongas celoso por esto, solo es una enternecedora confesión, además él sabe bien a quien amo.

—Lo sé, lo sé pero entonces buscaré su dirección, podrías enviársela de regreso.

—No me gusta tu idea, es tan fría. Además Ryoga es un buen chico, estoy segura de que si nos volvemos a ver él estará feliz y quizás muy bien acompañado.

—¿Tú crees? —cuestionó él, Akane solo asintió.

—Ahora vete, voy a cambiarme espérame abajo ¿sí? —Ranma asintió no sin antes robarle un beso.

La menuda chica volvió a introducir el papel dentro del sobre y la puso justo donde la había guardado todo este tiempo, al lado de último pétalo que se secó de aquel ramo de flores amarillas que el ojimiel había dejado junto a la misiva.


Nota del autor

Estimados lectores ¿Quién no ha guardado alguna vez una confesión de esas? Ya no son tan comunes pero antes de tanta tecnología, escribir era bien romántico.

Gracias por sus lecturas.

Sweetsimphony._