In and Out of Love
Cruz de navajas por una mujer...
Las dos mujeres se pusieron en pie de un salto mientras, al igual que el resto, miraban por la ventana. Había una enorme columna de humo saliendo de la destrozada nave donde segundos antes entrenaba Vegeta.
Bulma se tapó la boca horrorizada y salió corriendo al exterior seguida de cerca por Yamcha
Sus pies la detuvieron en seco al llegar frente aquél montón de escombros que aún humeaban "No... no puede ser... Vegeta!" Le llamó mientras comenzaba a apartar pedazos del casco a manos desnudas
El inesperado surgir de una mano la asustó terriblemente y cayó hacia atrás, chocádose con Yamcha y acabando ambos por los suelos. Tras la mano apareció el resto del Saiya, que consiguió quedarse en pie unos instantes hasta que sus rodillas no pudieron sostenerlo más
"Vegeta!! --Exclamó la mujer comenzando a trepar por los escombros-- Vas a acabar con ese entrenamiento tuyo ahora mismo! Terminarás matándote!"
"Cállate mujer... estúpida... --medio gruñó mientras se incorporaba de nuevo-- Estoy... perfectamente..." Esta vez no llegó si quiera a ponerse en pie antes de derrumbarse hacia un lado
Bulma tomó su cabeza y la colocó sobre sus rodillas, acariciándole suavemente y manchándose con la sangre que resbalaba por su cara contraída por el dolor
"Déjame... en paz... estás retrasando... mi entrenamiento..."
"No pienses que te voy a dejar entrenar en el estado en que estás"
"Son sólo... unos rasguños... Nada importante..." Consiguió decir entre dientes
"Puedes seguir diciendo todas las tonterías que quieras --ella sonrió dulcemente-- A partir de ahora vas a hacer lo que yo te diga..."
Yamcha frunció el ceño al contemplar la manera en que su novia miraba al Saiya entre sus brazos.
"Mamá! Llama al médico! Papá, Yamcha, ayudadme a meterle dentro!"
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"Bueno, esto ya está..." Sopló el doctor quitándose los guantes de goma
"Se pondrá bien Vegeta-kun?" Preguntó Mamá mientras aferraba las manos de su esposo ansiosamente
"Sí... Pero tiene que descansar mucho. En mi vida he visto a un hombre en este estado!"
"Gracias, doctor..."
Una vez se hubo marchado, Yamcha y Bulma se quedaron solos en la habitación del Saiya. Bulma le miraba con una mezcla de ternura y compasión, y el chico no pudo resistirlo " No entiendo por qué te preocupas tanto por él... No será que te gusta?" Preguntó frunciendo un poco el ceño
"Qué? No puedo creerlo, Yamcha! Me parece lo último que te pongas celoso de Vegeta sólo porque por una vez en la vida alguien le da un poco de cariño..."
"Es un bastardo..."
"Y tú no eres mejor que él cuando no sientes compasión por alguien que está herido! Estoy segura que si te dejara le matarías ahora que no puede defenderse!"
"Al menos arrancaríamos una mala hierba de este planeta! No me mires así! Dios, Bulma, él sigue siendo nuestro enemigo, no lo entiendes?!" Exclamó exasperado
"Me da igual quien sea! Y si no eres capaz de entenderlo quizás deberías cambiar de bando, Yamcha!" Le gritó ella de vuelta
El chico no dijo nada y salió de mal humor de allí. En el pasillo se encontró con la Sra. Briefs
"Ya te vas, Yam-kun?"
"Sí!" Gritó sin pararse siquiera
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Varias horas más tarde, Vegeta se despertó sobresaltado. Había estado soñando con el chico aquél y con Kakarotto... Y la verdad no le había gustado nada. Se quitó la mascarilla de oxígeno que cubría su cara y miró a su alrededor para ver dónde estaba. Entonces la vio dormida sobre el escritorio de al lado de la cama y no pudo dejar de mirarla. Ya no llevaba puesto el bikini como por la mañana pero aún así su ropa ajustada marcaba perfectamente sus contornos...
No lo entiendo... No puedo creer que le importe tanto lo que me pase...Ella tiene que odiarme como los demás! Pero entonces... por qué está aquí...? Entonces recordó sus suaves manos tocándole y sintió un escalofrío recorrer su espalda al pensar en lo bien que se estaría entre sus brazos en otras circunstancias...
Se llevó una mano a la cabeza y al notar vendas achacó al golpe la locura que se le había pasado por la mente.
De pronto la puerta de la habitación se abrió y Mamá sonrió al pillarle viendo a su hija. El Saiya miró rápidamente al techo poniéndose colorado por momentos.
La señora, más sonriente que de costumbre, agitó ligeramente a su hija para despertarla "Vamos cariño, despierta, tienes una llamada..."
Bulma abrió los ojos somnolienta y bostezó ligeramente "Vaya... me quedé dormida... Qué buena enfermera soy... "Se rió entre dientes y se volvió a mirar a Vegeta, que se estaba haciendo el dormido "Todavía está inconsciente...?"
"Eso parece...-- le encubrió la señora-- Vamos, Yam-kun te espera en el teléfono..."
"Yam...? --murmuró ella recordando la pelea que habían tenido hacía unas horas-- Vigílale, vale? En un momento vuelvo..."
"Sí, cariño..." Cuando la chica se hubo marchado de la habitación, Mamá acercó la silla a la cama y se sentó allí "Así que... te gusta mi hija, eh? No me extraña, es una monada... Pero no te preocupes, no voy a decir nada... Será nuestro secreto, sí?"
El Saiya prefirió no decir nada. Es más, continuó haciendo como si durmiera, aunque en realidad su mente estaba en funcionamiento Qué interés tiene esta mujer en todo esto? Lo peor es que... creo que... tiene razón. No puedo entender qué me pasa con esa mujer... No puedo creerlo! Qué tontería! No tengo tiempo ni ganas para estúpidos sentimientos! Tengo que derrotar a ese imbécil de Kakarotto y no consentiré que nada ni nadie me distraiga de mi objetivo!
"Supongo que tendrás hambre así que voy a prepararte una buena comida. Te apetece?" Mamá se encogió de hombros al esperar respuesta y no recibir nada. Luego marchó fuera de la habitación, hacia la cocina.
Por el camino se encontró con Bulma "Te dije que cuidaras de él, mamá!"
"Tranquila cariño, ya está despierto... Sólo voy a prepararle algo de cenar... Quieres ayudarme?"
"Claro... entre las dos tardaremos menos... Ese Saiya más que estómago tiene un agujero negro..." Comentó sonriente la chica
"Cómo es que estás tan contenta, hija?"
"Nah, Yam vendrá a buscarme esta noche... Me compensará por lo de ayer..."
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En el momento en que las dos mujeres irrumpieron en la habitación, Mamá se echó a reír con su voz dulce y Vegeta sintió cómo le subía el calor hacia la cara. Rápidamente cogió la sábana y se la echó por la cabeza
Bulma se acercó a él dejando la bandeja sobre el escritorio "Oye, te encuentras bien?" Le dijo bajando la sábana de nuevo y poniéndole la mano en la frente "Creo que tienes algo de fiebre..."
"Qué coño voy a tener fiebre! Déjame en paz, mujer!" Exclamó mirando a otra parte. Por alguna estúpida razón al verlas entrar no había podido evitar ponerse colorado y el escuchar a la mujer reírse de fondo le ponía aun más en evidencia
La chica frunció un poco el ceño extrañada por el comportamiento del Saiya y la risa de su madre. No será que estos dos... Qué dices, Bulma! Es tu madre! Es Vegeta! Es imposible! Acabó pensando agitando la cabeza y sonriendo por la tontería que había pensado
"Bueno chicos os dejo... Voy a regar las plantas un ratito..." Sonrió Mamá antes de lanzarles un beso a ambos de despedida
Cuando Bulma se volvió para ver al Saiya contuvo las ganas de estamparle un jarrón en la cabeza por intentar levantarse. Puso una mano sobre su pecho y le miró con expresión furibunda
"Tú no te mueves de aquí, me has oído? Tienes que dejar que tu cuerpo se cure antes de seguir con tu estúpido entrenamiento"
"Cállate! Estoy perfecta---" Un fuerte dolor en la parte baja del costillar le dejó sin respiración a mitad de la palabra
Ella sopló disgustada y le ayudó a recostarse "Ves? Esto es lo que sacas por no querer hacerme caso!" Luego cogió la bandeja y se sentó en un lado de la cama
"El doctor dijo que necesitas descansar así que por favor tómatelo con calma --Le dijo con más suavidad acercándole la bandeja donde había un hermoso cuenco de sopa-- Seguro que querrás algo más así que cuando termines bajo a traerte el resto..."
Vegeta cogió la cuchara y empezó a comer. Aunque el brazo le dolía prefería aguantarse a dejar que la mujer le alimentara... Eso sería vergonzoso!
Más? --Pensó-- Creo que ya he cubierto el cupo de vergüenza de toda mi vida... Y en menos de una hora! Inexplicablemente se había puesto colorado al ser cogido mirando a la mujer pero lo que más le avergonzaba era el sentimiento de atracción que tenía por la chica que ahora mismo estaba sentada en su cama. Eso era algo intolerable para un guerrero como él!
Se la quedó mirando sorprendido cuando le empezó a contar que había quedado con Yamcha esa noche. Bulma sabía perfectamente que no le interesaban esos temas y menos estando su novio por medio pero creyó que confiarle ciertas cosas sería una buena forma de entablar amistad con él. La verdad era que cuanto más lo pensaba más le daba la razón a su madre...
Después de un rato de bajar y subir cuencos con comida y de tener una "conversación" que más bien parecía monólogo la chica miró su reloj y vio que era hora de arreglarse para la cita, así que dejó al Saiya solo en su cuarto y se fue a vestir.
Al principio había pensado ponerse el traje de la noche anterior, pero decidió no darle ese gusto a Yamcha. Después de todo había sido culpa suya el haberselo perdido... Quizás para su cumpleaños...
Cogió un gato de peluche y lo puso a su lado para hablar con él mientras se cambiaba. Al menos así no le daba tanto la sensación de hablar sola...
"Sabes? Se me hace raro que Yam haya llamado para disculparse tan rápido conmigo... No sé por qué, pero hoy lleva todo el día un poco extraño... Además supuestamente iba a entrenar hasta muy tarde... No lo entiendo... Pero quién entiende a los hombres? --Terminó de ponerse las botas y se acercó al tocador a pintarse-- Sobre todo a los hombres de los que me rodeo. A cada uno más raro..." Por supuesto, estaba pensando en Son-kun y el resto de los chicos. Sin olvidar a su huesped, claro...
"Creo que él es el más raro de todos... Y también el más inteligente" Le confesó al gatito mientras le plantaba una mano encima y le revolvía el pelo ligeramente Y el más atractivo... Pensó momentos después cuando se estaba pintando la raya. Claro que, el que sea atractivo no implica nada... También Gokuh lo es, y qué? No entiendo aún por qué Yam se comportó así esta tarde... El ladrón siempre piensa que todos son de su condición. Habrá creído que porque Vegeta está bueno (bien, macizo, guapetón) yo me voy a tirar en sus brazos como hace él...
Agitó la cabeza y se obligó a pensar en otra cosa. No quería marcharse cabreada porque pretendía pasárselo bien aquella noche
El claxon de un coche se dejó oír desde la entrada y Bulma supo que era para ella. Se asomó a la ventana y le saludó desde allí para que supiera que le había oído. Era noche cerrada, pero aún así Yamcha la vio, así que se metió en el coche a esperarla.
Bulma tomó el bolso de encima de la cama y revisó si todo estaba en orden. Según estaba bajando las escaleras se acordó de que no le había dado al Saiya lo que el médico le había dicho, así que de nuevo subió corriendo hasta su cuarto
"Mira Vegeta, el médico me dijo que tienes que tomarte esto" Le dijo tomando de la caja una pastilla rosada y acercándosela junto con el vaso de agua que habia dejado junto a la cama por si tenía sed
"No pienso tomarme esas porquerías humanas" Se negó tajantemente
"Es para que no te duelan las heridas y puedas dormir bien esta noche.... Vamos, no te cuesta nada..."
"No"
"Hazlo por mí... Considera que me estas devolviendo el favor"
"Qué favo...?" Ella aprovechó el momento y le metió la pastilla en la boca, acercándole al momento el vaso de agua para que se la tragara de una vez
"Eres...! Eres...!" Comenzó él después de tragársela, pero no era capaz de encontrar un adjetivo que la calificara
Ella sonrió victoriosa "Chao! Que duermas bien..."
Y que siempre tenga que acabar haciendo lo que a ella le venga en gana...!!!!
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A las cuatro y media de la mañana Yamcha paró el descapotable rojo frente a la puerta de la CCorp. La mujer bostezó ligeramente y sonrió "Qué bién me lo he pasado... Deberíamos pasar por ese club más a menudo..."
"Sí... Oye cari, mañana no puedo quedar... Tengo que entrenar todo lo que no he hecho hoy... y además posiblemente me llame el mister para el partido de pasado mañana..." Le mintió para encubrir que había quedado con Lyl, la chica con quien tenía que haber pasado aquella tarde
"No pasa nada, Yam. Pero llámame, vale?"
"Claro... --se despidieron con un beso-- Bye!"
Una vez que Bulma hubo entrado en la casa el deportivo arrancó y se perdió calle abajo
Mira, por una vez mamá no está despierta... Sonrió ella bostezando de nuevo mientras subía por las escaleras sin hacer ruido. Quizás las botas de suela de cuero fueran más elegantes pero alguna ventaja tenían que tener las de suela de goma...
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A pesar de las airadas protestas de Bulma nadie pudo impedir que el Saiya siguiera con sus entrenamientos casi un día después de su accidente. Ella intentó convencerle en más de una ocasión de que aún no estaba completamente recuperado pero Vegeta nunca la hacía caso. Es más, hasta parecía entrenar más fuerte para hacerla de rabiar. O eso le parecía a ella, al menos...
Y encima, siempre que por cualquier razón coincidían ellos dos con su madre en la misma habitación ocurría lo mismo; Mamá se reía, Vegeta miraba a otra parte y se marchaba rápidamente de allí,y ella no se enteraba de nada. Esto hasta que un día cogió a su madre del brazo, la llevó hasta el salón y la preguntó qué es lo que pasaba con el Saiya
La sra. Briefs --que intuía por dónde iban los tiros-- se rió un buen rato antes de alegar que ella sólo quería a Papá y que si se reía era sólo porque... bueno, Vegeta le parecía gracioso
Gracioso...? No sé qué tiene ese de gracioso! Es insoportable! Quién se ha creído que es para decirme que mi corte de pelo es horrible? Si él parece que hubiera metido los dedos en un enchufe! Pensó la mujer enfadada mientras trabajaba en los planos de un nuevo robot que debería ayudar en la construcción Nadie le ha pedido su opinión y además a mí me gusta! Qué coño le importa a él?! Al estar tan alterada --ya no sólo por el cabreo monumental si no porque tenía mucho que hacer y poco tiempo-- no se dio cuenta y se le torció la linea mientras entintaba "Joder! Y todo por culpa de ese Saiya!"
"Vaya! Ahora es mi culpa el que no sepas hacer una recta con una regla..." Dijo irónico Vegeta apareciendo por la puerta del taller. Bulma le miró fulminante y le lanzó una llave inglesa que por supuesto esquivó "Lárgate de aquí!!"
"Qué genio gastamos hoy por la mañana... " Comentó con burla mientras se acercaba a la mesa donde trabajaba ella
Ella apretó la plumilla en su mano con tal fuerza que casi se le destintó "Oye mira, si no tienes nada que hacer por qué no te das una vuelta por el Infierno y no regresas??!"
Él sacó una cápsula de su bolsillo y la puso encima de la mesa "Quiero que me fabriques un traje como éste"
"Sí, y yo quiero un buque de guerra no te jode! Estoy trabajando mono idiota, no lo ves? Tengo que tener los planos para esta tarde o ese maldito de Bill Gates se hará con el monopolio!! Y mira por dónde voy todavía!"
Vegeta le echó un vistazo al complicado dibujo que estaba entintando la mujer "Qué demonios es? Una batidora?"
"Y un microóndas!!! Es que no tienes ojos? Es un robot obrero!-- Exclamó exasperada-- Oye mira, cuando pueda te hago lo que quieras pero por favor ahora NECESITO que me dejes trabajar!!"
"Lo que quiera?"
Ella se le quedó mirando un poco extrañada "Sí, lo que sea que me hayas traído... O es que quieres algo más?"
"Ehh... No" Y con esto se dio media vuelta y se marchó tan rápido como había venido, dejando a la mujer perpleja totalmente. Tanto que hasta se le olvidó que estaba cabreada....
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Aquella misma tarde el Consejo de I+D en pleno se reunió en la Capsule Corp. El Sr. Briefs dio por comenzada la reunión a pesar de que aún faltaba uno, precisamente Gates. Bulma estaba sentada enfrente de una de las ventanas, disfrutando del momento. Su principal competidor no estaba allí y sólo por el hecho de haber llegado tarde posiblemente el resto del Consejo le negara sus votos.
En ese momento estaba hablando el Sr. Jobs, conocido por su famoso diseño Apple, pero ella sabía que no tenía nada que hacer contra sus diseños de robótica aplicada...
De pronto algo llamó su atención en la ventana Ah, sólo es Vegeta saliendo de esa condenada nave... Un momento! Ese no es Gates? Desconectó totalmente de la reunión y centró toda su atención en lo que estaba sucediendo en el jardín de su casa.
Al parecer, su competidor estaba intentando entrar en la casa pero el Saiya no le dejaba. Vio a Gates enfadarse tanto que casi le salía humo de las orejas. Chilló, pataleó, amenazó y se agitó pero de ninguna forma consiguió que Vegeta le dejara entrar Hahaha...! Seguro que lo está haciendo sólo por fastidiar... Pensó divertida riéndose ligeramente.
Dio un bote en la silla cuando el compañero de al lado le tocó en el hombro "Oye, Bulma, te toca exponer...!" Susurró apremiante
Bulma tosió ligeramente intentando hacer como si no hubiera pasado nada y se levantó para presentar su proyecto ante el Consejo, que esperaba impaciente a que la señorita dejara de estar en las nubes....
Tras la bronca que su padre le había echado al finalizar la reunión por no estar atenta, la chica abrió la ventana y se asomó, apoyando los codos en el alfeizar. Estaba pensando cómo es que le había hecho gracia la brutalidad y los malos modales de ese Saiya... Quizás porque Gates me cae muy mal... Pensó mirando uno de los macizos de flores del jardín O quizás porque me gusta la forma de ser de Ve... La chica no terminó el pensamiento, sino que miró a la alianza de plata en su dedo y sonrió agitando la cabeza No... Yo quiero a Yamcha...
