In and Out of Love


Mientes... tan mal. Cuando dices que me quieres todavía. Mientes... tan mal.
Y qué ciega estaba... que me lo creía...

Y así pasaron los meses. Y en realidad, todo seguía igual aunque nada era lo mismo... Bulma había pasado todo ese tiempo sin apenas salir de casa. Estaba muy ocupada con los nuevos modelos de robot obrero que le habían encargado. Ciertamente su padre le ayudaba, pero era aún así mucho trabajo para los dos...

Tanto mejor, porque así la chica no tenía tiempo de pararse a pensar cómo su relación con Yamcha había acabado de forma tan... seca

En el cumpleaños de una de sus amigas, Lyl, estuvieron hasta bastante tarde de cachondeo (de juerga nocturna) y ella recordaba perfectamente el afán que tenía él por invitarla a beber...

El caso es que, para cuando quiso darse cuenta estaba tumbada sobre el sillón blanco del salón, rodeada por sus padres... Extrañamente Vegeta estaba allí hablando con ellos y, lo siguiente que recordaba era estar en sus brazos subiendo la escalera

Aún podía escuchar sus palabras cuando le preguntó por Yamcha "Él... Bah! Da igual, es un imbécil..."

Entonces no se dio cuenta, pero tras lo de su aniversario y otras cuantas pifias se le cayó la venda de los ojos. Y es que comprendió que aquella noche la había emborrachado para dejarla en casa y marcharse con otra....

A partir de entonces las situación se hizo insostenible, de forma que un día Bulma llamó a su novio y le dijo que tenía que hablar con él. Aquella misma tarde dejaron de salir juntos.

Ya no siento lo mismo por ti Yamcha Le había dicho incluso antes de acusarle de irse con otras chicas. Y en realidad era cierto. Después de la desilusión del cumpleaños, después de darse cuenta que Yamcha le había estado mintiendo todo ese tiempo no podían seguir saliendo porque ya no confiaba en él.

La sorprendió cómo Yamcha parecía molesto por la situación cuando ella lo había estado pasando fatal tomando la decisión...

A pesar de todo no quiso hacer patente su ruptura e intentaba hacer una vida lo más normal posible. No le dijo nada a sus padres, para ellos todo seguía tan bien como de costumbre... Aunque tuvo que contarselo al Saiya. Desde el primer momento se dio cuenta de que algo no estaba como de costumbre, y ese algo era que Bulma no peleaba con él con las mismas ganas que lo hacía siempre. Además, aquella noche el secreto se hizo añicos...

Ella estaba asomada a la ventana de su cuarto, mirando al cielo estrellado sobre la gran Capital del Oeste "Puedo... puedo escribir los versos más tristes esta noche... Escribir, por ejemplo, la noche está estrellada y tiritan, azules, los astros, a lo lejos. El viento de la noche gira en el cielo y canta..." Recitó a Neruda sin dejar de mirar hacia arriba. De pronto tiró el plateado anillo que había tenido agarrado en su mano todo ese tiempo. El aro refulgió unos momentos bajo la luz de las estrellas y luego se perdió en la oscuridad. Un pequeño chapoteo la indicó que había caído justo donde ella quería, en el pequeño estanque del jardín

"Puedo escribir los versos más tristes esta noche... Yo le quise... Y a veces él también me quiso..." Musitó sintiendo que iba perdiendo la voz en cada palabra. Tragó saliva y quitó los ojos del cielo. Al mirar hacia otro lado se dio cuenta de que no estaba sola en la noche.

Por mucho que la extrañara, Vegeta estaba sentado en la barandilla de la terraza, mirando al horizonte. De pronto volvió la cabeza y se la quedó mirando. No le veía del todo bien en aquella oscuridad pero se sintió reflejada en su soledad... Más que de costumbre. Desde que había comenzado a trabar amistad con él había descubierto que tenían muchas cosas en común pero nunca le había entendido tan bien como aquella noche callada bajo las estrellas...

La chica entonces dejó la ventana que ocupaba para aparecer unos minutos más tarde en la terraza de la parte trasera del edificio. El viento sopló ligero, despeinando suaves cabellos morados a su paso

"Puedo quedarme contigo?" Preguntó casi en un susurro tímido. Ante la no respuesta del hombre, se apoyó en la barandilla y miró hacia la ciudad durante largo rato

"Vegeta... sabes que Yamcha es un gilipollas aún más grande que tú?" Dijo por fin

Él se rió ligeramente desde su asiento en la baranda "Me lo dices o me lo cuentas?"

" Ya estaba harta de tantas mentiras... Me dolía más estar con él que no estarlo... Pero aún así me ha costado mucho romper nuestra relación... "

"Miedo?"

"Sí... no quería quedarme sola..."

"Qué tonta eres. Deberías buscar a alguien que no fuera del grupo de amigos imbéciles de Kakarotto" Comentó lentamente cruzándose de brazos

"Tienes razón... Lo que me duele es haber sido tan crédula, que me traicionara de esa forma..."

De nuevo se abrió un paréntesis de silencio entre ambos. El Saiya la miró durante unos segundos para luego devolver la vista al horizonte.

No podía entender cómo Bulma no le odiaba como el resto de la gente... Se preocupaba por él, le contaba sus cosas, se interesaba por sus entrenamientos y hasta parecía disfrutar de su compañía a pesar de siempre andar peleando... Ella le caía bien, era tan borde, grosera e inteligente como él y podía mantener una discusión sobre casi cualquier tema... Quizás me soporta porque en el fondo se parece a mí...

"Has tenido novia alguna vez, Vegeta?" Le preguntó con cierta timidez cambiando radicalmente de tema y despejando los pensamientos del Príncipe

"Novia?"

"Sí, una chica, una... compañera"

El Príncipe agitó la cabeza "No tengo tiempo para esas tonterías sentimentales. No sirven para nada"

"Tonterías? Te parece una tontería compartir tu vida con alguien? Es cierto que muchas veces te hacen daño pero... No creo que lo entiendas si nunca lo has probado... Aunque si siempre has estado tan ocupado con tu entrenamiento..."

"He pasado la vida peleando si te refieres a eso"

"Has debido matar a mucha gente..."

"Si supieras tan sólo una parte no estarías aquí hablando conmigo" Dijo sin apenas darle inflexión a la frase, como si fuera totalmente ajeno a lo que acababa de decir

Bulma se colocó el pelo "Si en realidad me importara que fueras un asesino no te hubiera acogido en mi casa, no crees?"

"Los humanos sois gente muy impredecible... Quién sabe? A lo mejor es que eres una suicida..." Contestó en son de guasa encogiéndose de hombros

"A lo mejor..."

Otro largo silencio sirvió de cultivo para un quizás indiscreto tema

"Qué harás cuando acabe lo de los androides?"

"Cuando acabe con ellos y con Kakarotto conquistaré este planeta y luego buscaré otros..." Se encogió de hombros

"Para qué?-- Bulma se le quedó viendo a los ojos con expresión de reproche-- Para seguir matando, destruyendo planetas como un Freezer cualquiera ? Y de qué te servirá? Eso, contando conque puedas vencer a Gokuh..."

"Por supuesto que le venceré! No te atrevas a dudarlo, mujer!"

"Gokuh siempre ha sido el más fuerte, todos los que han luchado contra él han perdido..."

"Yo no soy como el resto! Soy el Príncipe de los Saiyajins, un guerrero de élite! Kakarotto es sólo un maldito guerrero de tercera, no tiene sentido que sea más fuerte que yo!" Exclamó apretando los puños

"El que seas un Príncipe no quiere decir que tengas que ser el mejor en todo, Vegeta! Gokuh tiene algo que le hace especial, siempre lo ha tenido! En cambio tú eres muy inteligente... No ves cómo todo está equilibrado? --la mujer hizo una pausa y vio cómo le temblaban los brazos de la fuerza que hacía apretando los puños. Sus pupilas estaban contraídas y Bulma podría jurar que estaba mirando al horizonte tras ella--- No ganas nada envidiando lo que no puedes tener..."

Lo único que daba sentido a su vida en ese planetucho llamado Chikyuu era vencer al traidor y limpiar su nombre! Vivía sólo para demostrarse y demostrarles a todos quién era el mejor! Ya estaba harto de sus burlas, de ser el blanco de sus ironías, de sus comparaciones!! Suyo era el derecho de ser el mejor!!

"Tengo que conseguirlo!! No me digas que no puedo hacerlo!!" Le gritó con una mezcla de ira y frustración agitando su voz.

"Oye, Vegeta..."

"Déjame en paz!!" Rugió él mirando al suelo maldiciendo interiormente a su padre, a Freezer, a Gokuh y a todo el maldito mundo humano donde la suerte le había impuesto vivir

Bulma le tomo del brazo "No quería hacerte daño... Es sólo que me parece terrible que malgastes tu vida de esa forma" Le dijo suavemente

"Y a ti qué demonios te importa lo que yo haga con mi vida, eh? Sólo soy un jodido alienígena, recuerdas?!"

"Lo sé... pero me importas como para dejar que te autodestruyas..."

El Saiya sopló malhumorado y de un salto se bajó de la barandilla, mirando a la mujer de reojo antes de andar hacia la puerta "No hay nada que destruir"

---0oooo0---

Aquel día era su *aniversario* y había quedado con Yamcha para salir por la tarde, así que había preparado una gran estrella de chocolate que había visto por televisión. A pesar de que hacía más de 6 meses que no salían, al romper se prometieron pasar juntos aquél día si no tenían mejores planes, y el día antes él la había llamado para quedar

Mientras comían estaban viendo el telediario, donde la reportera estaba hablando sobre el gran Botánico de la ciudad. La cámara enfocó en ese momento al paseo lleno de grandes árboles y a un montón de parejitas felices paseando. De pronto la cámara giró y miró a un personaje muy familiar para todos que agarraba tiernamente a una rubia. Bulma dejó caer el tenedor en el plato al verlos. Estaba roja de la vergüenza y el cabreo que la corroía por dentro

"Ese no era Yamcha?" Preguntó el sr. Briefs a su mujer. Ella sólo asintió y tras ver en la tele cómo la parejita entrevistada sobre el parque saludaba a cámara con un beso --que según ellos festejaba su primer año juntos--, miró a su hija. Ella siempre les había dicho que su relación iba perfectamente... Aunque ahora entendían por qué hacía tanto que no veían a Yamcha por casa..

Vegeta sonrió ladinamente pensando en cuán cabrón podía llegar a ser ese patético humano y Bulma agarró un vaso y se lo tiró, marchándose del comedor furiosa.

El Saiya --que había esquivado perfectamente el proyectil-- levantó una ceja un poco sorprendido mientras seguía comiendo Seguro que se cree que me reía de ella... Por una vez que no es así...!

---0ooo0---

Por la tarde, estando ya cerca la hora de la cita, Bulma bajó de su cuarto perfectamente vestida y arreglada y, aprovechando que Vegeta iba a estar entrenando le pidió que cuando llegara Yamcha le dijera que estaba muy ocupada y que no podía salir con él. Ciertamente había pensado en irse con él pero después de vestirse y todo decidió que prefería no verle. Sí, estaba segura de que tarde o temprano rehacería su vida pero no podía evitar sentirse dolida después de haberle visto junto a la que había considerado su mejor amiga, Lyl. Esa bruja traidora se había estado riendo de ella durante tantos meses que no valía la pena ni contarlos... *Huy, Bulma, pues estoy saliendo con un morenazo...! Huy, pues mi novio está más fuerte...!* Menuda cínica! Por eso nunca se lo quería presentar!

En ese momento los Sres. Briefs exclamaron un fuerte "hasta luego!" desde la puerta antes de marcharse

"Se van tus padres?"

"Sí! Se van a cenar JUNTOS! No tienes nada que hacer con mi madre, maldito alienígena descerebrado!" Le gritó furiosa

Él estaba tan sorprendido por su comentario que incluso tardó en contestar "Tú madre y yo? HA! Te ha trastocado lo de ese niñato, eh?"

PLAF!!! --Tortazo-- "Pero qué gilipollas que eres!!"

Vegeta puso la mano en la mejilla donde ella le había abofeteado "Cómo te atreves a golpearme?! Es que quieres que te mate ahora mismo, mujer del demonio?!" Le gritó

"Vale! Por mi perfecto! Aprovecha ahora que no puedo correr con estos tacones!" Le gritó a su vez haciendo grandes aspavientos con los brazos

Entonces el Saiya miró sus pies, y luego sus piernas.... y las curvas de sus caderas bajo la falda negra... y el abdomen liso bajo el top negro... y el hueco en dicho top que invitaba a la fantasía... Y no pudo dejar de mirar...

"Te gusta?" Le preguntó ella más suavemente que antes adquiriendo una pose orgullosa

"Sí...--respondió sin pensar, pero al momento se corrigió-- No!" Y se marchó del salón directo al baño para darse una buena ducha... fría. Bulma se sorprendió al darse cuenta de que había un cierto rubor en sus mejillas...

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Bastante más tarde de todo esto salió de la nave con una toalla sobre los hombros desnudos. Al ver la hora que era decidió que dormiría un poco para proseguir por la mañana al despuntar el alba. Abrió las dos cerraduras electrónicas de la casa y su pensamiento voló hacia Yamcha. El chico no había ido todavía... Ni vendrá... Pensó subiendo escaleras arriba. Al pasar por el pasillo se dio cuenta de que su puerta estaba abierta. Ella estaba tumbada sobre la cama, en vaqueros y camiseta blanca, viendo la televisión agarrada a un gato de peluche blanco.

Como la estaba mirando no se dio cuenta de que había una mesita con florero delante de él y se tropezó

Bulma se sobresaltó al escuchar tal escándalo y al salir de la habitación le vio levantarse del suelo

"Vaya... qué torpe eres..." Sonrió mientras observaba los pedazos de jarrón desperdigados por la alfombra

"Quién en su sano juicio pone una mesa en medio de un pasillo?!" Gruñó cogiendo la toalla y poniéndosela de nuevo sobre los hombros

"Quieres... quieres venir a comer chocolate conmigo? Aquí, a mi cuarto..." Le invitó un poco nerviosa temiéndose una borde negativa

El Saiya la miró extrañado "Qué es chocolate?"

Ella se rió fuertemente "No me digas que con todo el tiempo que llevas aquí no lo has probado! Anda ven... --le tomó del brazo-- Por favor..."

Entraron en el cuarto y se recostaron en la cama. Bulma partió en dos trozos la estrella de chocolate que había hecho aquella mañana y le dio a él el pedazo más grande "Toma, pruébalo, está bueno..."

Vegeta lo cogió sin mucha confianza y lo olió antes de morderlo "Sabe dulce..."

Ella asintió ligeramente volviendo a agarrar el gatito blanco. Ambos comieron en silencio y miraron un rato la televisión hasta que Bulma la apagó con el mando a distancia

"Qué tal va tu entrenamiento?"

Vegeta se encogió de hombros y de pronto se sintió incómodo estando en el mismo cuarto que la mujer. Tanta amabilidad le resultaba... desconcertante, por no decir que no podía creer que hubieran pasado tanto rato juntos sin haberse lanzado todavía nada a la cabeza como pasaba siempre... Cuando se iba a levantar de la cama sintió una mano suave sobre su hombro

"Por favor... no te vayas... no quiero estar sola..."

"Por qué no llamas a uno de tus amigos?"

"Tú eres mi amigo..."

El Saiya la miró sorprendido " Quiero destruir este planeta y matar a tu gente y dices que soy tu amigo?" Le preguntó

"Sí... Después de todo siempre estás aquí cuando me hace falta..." Le dijo poniendo como claro ejemplo aquella noche. De pronto le dio un almohadazo en la cabeza "Por qué no hacemos algo divertido?"

"Oye, yo no..." Balbuceó sin saber qué hacer ante aquella situación

"Has montado en moto alguna vez?"

"En moto...?"

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Para cuando se quiso dar cuenta estaba vestido de pies a cabeza y montado atrás en una flamante moto negra con franjas rojas. Bulma se puso un casco igualmente negro y le ofreció uno a su compañero, pero él lo rechazó.

"Agárrate a mi cintura"

"Qué?"

"Que te agarres a mí porque si no te vas a caer. Vamos, cógete!"

Sin tenerlas todas consigo puso las manos sobre sus caderas, no sin antes respirar profundamente. Bulma se ajustó los guantes de cuero y le dio gas al aparato, que avanzó rápidamente a una orden de su dueña.

Pronto dejaron atrás los atascos, los semáforos y los ruidos nocturnos de la Capital del Oeste, una ciudad que de noche era una algarabía de gente que iba y venía cantando y brincando por las calles. La carretera comarcal apenas tenía tránsito a aquellas horas, sólo algún que otro camionero ocupado en entregar su reparto y la gente con coche que se marchaba a divertirse a Satán City.

Qué tiene de divertido esto? Se preguntaba el Saiya mientras observaba a su alrededor. Aunque sabía que la chica iba conduciendo deprisa no tenía ningún problema para ver. Después de todo él volaba mucho más rápido que aquello...

De pronto Bulma le gritó dentro del casco que se agarrara fuerte y entonces dio un acelerón y tiró del manillar hacia arriba, dejando que la moto hiciera un espectacular caballito antes de posarse sobre las dos ruedas de nuevo

"Te ha gustado?!" Gritó de nuevo riéndose como una loca. Vegeta sintió el subidón de adrenalina en el cuerpo de la mujer --que estaba totalmente en tensión-- y entonces se le ocurrió algo *divertido*. Esta vez fue su turno de gritar que se agarrara fuerte, porque en un instante se encontraban en pleno vuelo --con moto y todo-- y haciendo un rizo en el aire para luego caer perfectamente y seguir rodando sobre la carretera

Ella estaba tan sorprendida por lo que había pasado que el Saiya tuvo que alargar un brazo y tomar el manillar para mantener el control del aparato.

En aquél momento estaban subiendo un cambio de rasante cuando de pronto un par de focos por su mismo carril les deslumbró por unos instantes. Instintivamente el Príncipe dio un volantazo hacia el arcén, desequilibrando la moto y yendo a parar a la cuneta cubierta de hierba producto de las lluvias.

El descapotable rojo paró en seco unos metros más adelante, aunque los ocupantes no se bajaron. Cuando vieron que estaban vivos y no los habían atropellado pisaron a fondo y se perdieron en la carretera, esta vez por su carril

Bulma se quitó rapidamente el casco y miró al Saiya bajo ella "Vegeta?" Preguntó con miedo de que se hubiera hecho algo al intentar protegerla mientras rodaban. Él aún no la respondió y la mujer giró su cabeza suavemente mientras comprobaba su pulso en el cuello. Al comprobar que era normal y perfectamente calibrado sopló aliviada

De pronto, lágrimas calientes rodaron prestas por sus mejillas hasta caer en su rostro

Vegeta entonces abrió los ojos sorprendido y vio a la mujer llorando sentada sobre sus caderas

"Qué ocurre?" Preguntó en voz baja

"Ese... ese cabronazo... casi... casi nos..." Dijo entre sollozos

"Shhh... No pasa nada..." Susurró tomando un mechón morado y secando suavemente sus pómulos. Tenía que haberlo sabido, los humanos no estaban acostumbrados a ese tipo de situaciones de riesgo.... Tomándola de un brazo la atrajo hacia sí suavemente, rodeándola con uno de sus brazos tal y como le había visto hacer al estúpido ex-novio de ella y dejó que pasara la tormenta mientras pensaba si realmente no le valdría más destruir Chikyuu antes de que se le pegaran más tonterías humanas Lo próximo será que me contraten de niñera... Se dijo resignado

"Perdóname..." Le dijo una vez se hubo desahogado sobre su pecho

"Por?"

Según Vegeta volvió los ojos del cielo estrellado hacia ella encontró el rostro de la mujer acercándose lentamente hasta que sus labios tocaron los suyos. Una de sus blancas manos agarró su camisa suavemente al principio, aunque se volvió ansiosa como su beso cuando encontró los botones que comenzó a desabrochar.

"Porque creo que... me he enamorado de ti..." Respondió entre las pequeñas bocanadas que dejaba para tomar aire

Los ojos del Saiya se abrieron de par en par de la sorpresa. Ella le estaba besando! Ella!!! La mujer que le había admitido en su casa, que le había dado qué comer, con la que había pasado tantas y tantas horas de entretenidas peleas, aquella que escondía un cuerpo tan bonito debajo de la ropa.... Se había enamorado de él!

Por unos breves segundos se planteó la posibilidad de acabar con eso allí mismo, algo le decía que se estaba metiendo en un lío muy gordo del que luego no podría salir... Pero al sentir las manos frías de Bulma recorrer su pecho caliente, al encontrar sus manos los de ella, dejó de pensar...

Mientras comía de su boca sintió una mano sobre sus piernas y decidió dejarla llevar la iniciativa, ya que hacía bastante más tiempo que ella que no tenía ese tipo de relación física, pero al poco tiempo asumió el mando como todo un Príncipe...