In and Out of Love


Al mirar tus ojos tan cargados de dudas veo allí detrás la soledad más oscura. Si me tienes miedo tienes miedo a la vida...

Un buen rato después ambos estaban tumbados en la hierba mirando el cielo sobre ellos, que se abría grande y hermoso sin las luces de la ciudad.

Bulma se estiró ligeramente y sonrió a las constelaciones antes de comentar con admiración lo bueno que era el Saiya en... bueno, en...

Vegeta se rió ligeramente "Vamos, dilo, no esperabas que se me dieran tan bien los juegos de cama, eh?"

Ella sintió el calor subirle a las mejillas y dio gracias a Kami por la oscuridad "Sí... No creía que tú, bueno... Podría ser pero... Bah! Dejemos el tema..."

El hombre se encogió de hombros y cerró los ojos tras apoyar la cabeza en sus brazos, satisfecho. Al menos alguien le reconocía algún mérito...

"Y... y ahora qué vamos a hacer?"

"Es que no has tenido bastante?"

Ella se rió girando y apoyando los antebrazos sobre su pecho "No es eso, tonto... Digo que qué vamos a hacer nosotros, con mis padres y esas cosas..."

"Nada... Vamos, para qué tienen que saber esto? No sabía que entre los humanos fuera normal contar estas cosas a los padres..." Comentó extrañado

Bulma se puso un poco nerviosa al escuchar su respuesta "Me refiero a decirles... lo nuestro"

"Qué nuestro?"

"Nuestra relación, joder!" Exclamó golpeándole con sus pequeños puños

Vegeta volvió a mirar al cielo y se mantuvo callado unos instantes. Una estrella fugaz cruzó el firmamento y cayó como al pasto el rocío "Se supone que tengo que tener una relación contigo porque hemos hecho el amor?"

Los ojos de la chica se abrieron enormemente; la sorpresa no la dejó hablar, así que continuó él

"Si lo hice fue porque me apetecía, nada más... He tenido sexo con más mujeres y a ninguna se le ocurrió semejante tontería"

"Pero no puedo creerlo... Yo creía que..." Musitó mientras se sentaba totalmente en el suelo, pero no llegó a terminar la frase

"Pues mal hecho. Me has medido por los estúpidos patrones humanos sobre sentimientos y demás gilipolleces... Esperabas que a partir de ahora yo me comportara como el estúpido Yamchita, verdad? Es que no recuerdas lo que te dije? Soy el Príncipe de los Saiyajins, un guerrero. Esos sentimientos no tienen nada que ver conmigo ni lo tendrán nunca..."

"Eso no te lo crees ni tú, Vegeta! No puedo creer que tengas miedo a aceptar que...!!!"

"Qué??!" Con esa exclamación se la quedó mirando, su expresión antes calmada se había vuelto dura, fiera, como ella tantas veces había visto. Cuando Bulma vio sus ojos negros viéndola entrecerrados, rabia, frustración y dolor corrieron de la mano por sus mejillas a pesar de sus intentos por detenerlas

"Deja de llorar, joder!" Gritó con rabia, asustando a la mujer. Lo que le cabreaba de sobremanera era que ella estuviese en lo cierto, que a pesar de sus palabras, de sus intentos por convencerse de lo contrario le... doliera verla llorar por él... Mierda!!! Cómo odio que tenga siempre razón, maldita sea!!!

"Oye, mira, esto no tenía que haber pasado. Lo que tú quieres es imposible, así que olvídalo, oyes?" Dijo más calmado cruzándose de brazos y mirando hacia otro lado

"Pero es que no entiendo por qué quieres seguir haciéndote daño,quedándote solo?!" Exclamó tomándole del brazo

"Y quién te ha dicho que no quiero estarlo?!" La gritó de vuelta soltándose bruscamente

Un pequello sollozo por su parte le hizo pensar que tal vez se había pasado, así que suavizó un poco el tono "Es tarde, será mejor que volvamos a casa"

"No puedo conducir..." Dijo ella casi en voz baja

"Por qué no?"

"PORQUE NO, JODER! -- Le gritó mientras sus ojos se llenaban de lágrimas-- QUÉ QUIERES, QUE NOS MATE??!!"

Vegeta sopló al ver que tenía razón. La chica no estaba en condiciones de conducir ni un carrito de la compra después de lo que le había dicho No debería haberle gritado así... --pensó-- Pero tenía que dejárselo claro...

Sopesó la alternativa de encapsular la moto y llevarla volando pero decidió que sería menos violento que ella se agarrara a su espalda que no que él tuviera que llevarla en brazos...

"Es... es fácil de usar... eso es el acelerador, y eso el freno..." Le dijo débilmente una vez estuvieron montados en el aparato, que sólo se había rallado toda la pintura

El Saiya fue bastante despacio hasta que se hizo con el control del aparato, pero una vez dominado lo llevaba como si hubiera estado conduciendo motos toda su vida.

La chica llevaba el casco sujeto en el codo y, cuando Vegeta sintió su cabeza apoyarse en su espalda instintivamente apretó su mano en el acelerador

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Bulma tiró el casco al suelo de su habitación y se echó sobre la cama, escondiendo la cara en la almohada. Nunca debió haberle dicho nada... Ahora seguramente ya no sólo no le tendría, sino que además habría perdido su amistad...

Escuchó unos pasos amortiguados en la escalera, eran los Sres. Briefs, que volvían después de una buena noche de baile. A veces se sorprendía de cómo sus padres podían llegar incluso más tarde que ella cuando salían por ahí...

Salió al pasillo e interceptó a su madre, metiéndola en su cuarto y cerrando la puerta con cerrojo para que su padre no pudiera entrar

"Pero hija, qué te ha pasado?" Le preguntó Mamá al ver los moratones incipientes en el cuerpo de la chica

"Tuvimos un pequeño accidente con la moto..."

"Tuvimos?"

"Ve-Vegeta iba conmigo..."

"De verdad? --Mamá sonrió encantada -- No sabía que te gustaba... Cuándo ibas a dejar de engañanos?"

"Lo siento... No quería ni pensar cómo se pondría papá si os lo decía... De todas formas ya no importa, él no quiere nada conmigo..."

La sra. pestañeó soprendida "No...? Pero si---" Comenzó, pero se puso una mano en la boca. Aunque ya era demasiado tarde, claro...

"Pero si qué? Termina la frase, por favor...!"

"No tenía que decírtelo pero... le gustas. Me di cuenta cuando tuvo ese horrible accidente... Le pillé mirándote... no recuerdas cómo se puso colorado?"

Según habían llegado a la CCorp, Vegeta se había metido de lleno a entrenar con la gravedad más alta que podía soportar para no poder pensar en otra cosa que no fuera en sobrevivir a los malditos drones de entrenamiento

No puede ser! Esos estúpidos sentimientos sólo me harán débil! No me entrenaron para eso! Matar, destruir, odiar! Pero nunca amar! El amor no está hecho para mí!! No puedo ser el mejor guerrero si me preocupan los demás! Lo siguiente sería tener piedad de mis enemigos! No.... Ser el más fuerte es lo único que debe importarme!!!

El Saiya comenzó a repetirse una y otra vez esta frase como una cadencia interminable mientras hacía todo lo posible por esquivar una y otra vez las bolas de energía que rebotaban en los robots. Pero cuando una de ellas le golpeó en el pecho y le estrelló contra el muro se dio cuenta de que su mente se había distraído recordando cómo la había sugerido buscarse a otra persona

Inconscientemente... me estaría refiriendo... a mí??? Pensó casi asustado antes de caer al suelo y desmayarse...

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Eran cerca de las 12 de la mañana cuando el teléfono sonó en la CCorp. Papá pulsó un botón y al pronto el set manos libres que tenía en el taller comenzó a funcionar

"Sí?"

"Hola, Sr. Briefs, puede ponerse Bulma?" Preguntó Yamcha

"No está en casa, se marchó hace un rato al médico con su madre" Le dijo sin dejar la soldadura que estaba realizando

"Está enferma o algo?"

"No, pero tiene muchos moratones porque ayer Vegeta y ella--"

"No siga contando! Ahora mismo voy para allá!" Exclamó colgando violentamente el auricular

"Qué chico más acelerado..." Pensó en voz alta añadiendo un poco más de soldador al microcircuito que reparaba

Al ratito llegaron las dos mujeres

"Ya te dije que no era nada, mamá... pero eres una exagerada..." Murmuró Bulma tirando la chaqueta sobre el sillón de la entrada

"Tampoco nos costaba nada asegurarnos..."

"Si así te quedas más tranquila... Oye, me voy arriba con papá, vale?" Dijo sin mucho ánimo. El trabajo siempre la sentaba bien para superar las desgracias amorosas...

Aún no podía creer lo que le había sucedido la noche anterior. Cómo aquél Saiya después de hacerle el amor de la forma más maravillosa que nunca le habían hecho le dijo que no quería nada con ella... Me ha usado como a una puta más... Pensó triste mientras se acercaba al teléfono. Estaba esperando mensaje de uno de sus compañeros de trabajo y al pulsar el botón para ver si alguien había llamado descubrió un registro del teléfono de Yamcha

Apostaría a que quiere disculparse por no haber venido ayer Pensó agitando la cabeza mientras comenzaba a subir las escaleras

No llevaba más de dos escalones cuando escuchó el rugir de un motor muy revolucionado en el jardín. El sonido le era familiar, casi estaba segura de que sabía qué coche era...

Yamcha enfiló directamente contra la nave en un intento casi suicida de hacerla estallar. Pero el destino quiso que Vegeta se decidiera a abandonarla en casi en el último momento, y el chico, con un volantazo cambió de objetivo. El Saiya giró la cabeza al escuchar semejante sonido que se le venía encima, pero ya era demasiado tarde...

Bulma corrió al exterior al oír el chirrido de las ruedas, el crujido de la chapa del deportivo rojo al deformarse. Al llegar al rellano, lo que vió la sumió en un shock.

El Sr. Briefs se asomó a una de las ventanas del taller y no pudo sino lanzar una exclamación de susto y asombro. Mamá llegó al lado de la chica y se tapó la boca con ambas manos, horrorizada

Y es que el morro del descapotable había lanzado al huesped de la CCorp contra el muro de ladrillos de la valla.

No sabía si segundos, minutos u horas habían pasado desde que salió al jardín hasta que su mente y su cuerpo volvieron a actuar unidos. Fue entonces cuando cruzó corriendo medio jardín y llegó hasta el siniestro.

Echó una mirada al interior; Yamcha estaba bien, sólo aturdido por el golpe. Por suerte llevaba el cinturón de seguridad y el airbag había evitado que se diera contra el volante.

El morro estaba casi partido en dos debido al golpetazo contra una de las farolas del jardín. Farola que, por otra parte, había evitado con sus sólidos cimientos que Vegeta resultara aplastado entre coche y muro.

Con un rápido vistazo intuyó que salía vapor de agua de lo que quedaba del radiador. En el suelo, el aceite se mezclaba con líquido de frenos y refrigerante, formando un charco de tonalidades iridiscentes.

Bulma se agachó al lado del Saiya, que estaba de rodillas en el suelo tratando de recuperar la respiración. Aquél maldito humano le había pillado totalmente fuera de guardia...

"Estás bien, Vegeta?" Preguntó poniendo una mano con cuidado sobre uno de sus hombros y mirándole detenidamente. Por suerte no parecía tener nada grave, aunque por la forma en que se tocaba las costillas quizás tuviera alguna rota Suerte que los Saiyas son tan resistentes... Un humano posiblemente no lo hubiera contado...

"PERO EN QUÉ DEMONIOS ESTABAS PENSANDO, YAMCHA!!! --le gritó mientras salía tambaleándose del coche-- PODÍAS HABERLE MATADO, IDIOTA!!!"

La explicación del chico nunca llegó a dejar sus labios.

Un rugido llenó de pronto el aire y, antes que ninguno pudiera ver nada, Yamcha volaba hacia la otra punta del jardín de un gran guantazo

Visto y no visto, el Saiya se colocó sobre él y tras mandarle a tierra comenzó a golpearle brutalmente

"Tantas ganas me tenías que hasta que no lo has conseguido no has parado, eh?!!-- rugió Vegeta conectando un fiero puñetazo en su estómago --Más te hubiera valido haberme matado ayer porque hoy no lo cuentas!!"

Las pupilas del chico temblaron momentáneamente. Los... los de la moto de anoche... eran ellos...!!

"Dios, no! Vegeta no!!!" Gritó Bulma cuando la sorpresa la dejó reaccionar. De nuevo echó a correr por el jardín ante la mirada expectante de sus padres Dios mío, lo va a matar! Lo va a matar!! Se repetía mentalmente horrorizada al escuchar todos esos golpes

Cuando llegó al lugar vio a Yam empotrado en el suelo de lo que antaño fue el cesped del jardín, probablemente malherido y a su lado, Vegeta le miraba con expresión feroz, sus ojos negros entrecerrados destilando odio y rencor como nunca se hubiera imaginado.

A pesar de esto Bulma se habría acercado a detenerle pero cuando el Saiya hizo restallar su aura, el terrible poder hizo que se parara de golpe

Vegeta volvió sus ojos nocturnos hacia la mujer y ella sintió un escalofrío ante el hielo de su mirar. Sonrió ladino durante unos instantes, regodeándose en el asombro y respeto que por una vez había logrado imponer a la mujer, pero al momento su expresión se volvió mortalmente seria al girarse a ver al chico.

Yamcha le miraba casi sin comprender qué sucedía, aunque eso no le era necesario para temer a lo que iba a pasar irremediablemente

Un haz brillante cubrió la mano derecha del hombre, preparándose para descargar el golpe de gracia.

El chico cerró los ojos... y nada sucedió

El Saiya volvió ojos fieros hacia la mujer, pero ella siguió firme en su agarro, pidiéndole sin hablar que no le matara. El Sr. Brief gritaba desde su ventana que se alejara de allí por su propia seguridad, que podía matarla en cualquier momento pero Bulma no parecía escuchar sus palabras

Vegeta apretó los dientes, no queriendo caer en la trampa que la mujer había elaborado para él, pero el pensamiento de ver su expresión tras acabar la vida de ese inútil humano le rechinaba demasiado en la conciencia. Miró en sus ojos azules y leyó que ella de nuevo tenía razón en cuanto a su discusión de la noche anterior...

Rugió con rabia sintiendo como aquellos mares claros iban ganando cada vez más terreno y con furioso ademán lanzó la energía acumulada contra lo que quedaba del deportivo rojo, reduciéndolo a algo más que pedazos churruscados que saltaron por los aires

Bulma cerró los ojos y se tapó los oídos ante el estruendo de la explosión. Para cuando volvió a mirar el Saiya entraba de muy malos modos en el edificio. En esos momentos se sentía horriblemente mal por dentro, pero apartando las emociones para más tarde se agachó al lado de Yamcha para gritarle a su padre acto seguido que llamara a una ambulancia...

Al lado de uno de los ATS, Bulma agarraba la mano de Yam mientras la traqueteante y terríblemente rápida ambulancia se perdía por las calles de la ciudad hacia el Hospital de la Fundación CC

Se mordió el labio durante unos instantes antes de preguntar por qué lo había hecho

"Creí... creí que... te... había... pegado..." Le contestó con dificultad con la voz enbozada tras la mascarilla de oxígeno. Entonces comprendió que su padre debía haberle dicho algo sobre sus moratones y él lo interpretó mal...

"Nunca lo haría, Yamcha.... Lo sé, le conozco bien..." Dijo sonriendo tristemente mientras le palmeaba la mano

"Perdóname..."

"Eso deberías decírselo a él, no crees?"

"Era yo... el del coche... anoche..." Le respondió mirando hacia el techo para no ver la reacción de la mujer. Al pincipio se quedó con la boca abierta por la sorpresa pero luego frunció el ceño

"Estás loco... Yamcha, ibas borracho o qué? Te cruzaste de carril, por amor de Dios!! Y si Vegeta no hubiera podido esquivarte? Y si no hubiéramos sido nosotros? Te das cuenta de que podrías haber matado a alguien?!" Exclamó haciendo un gran aspaviento

"Lo siento..." Murmuró miserablemente deseando que la misma tierra se le tragara allí mismo

"Ese no es el punto, joder!!" La chica estaba tan enfadada que el ATS tuvo que poner paz entre ambos. A Dios gracias estaban ya casi en el hospital...

Mientras la camilla corría con el luchador hacia uno de los boxes, Bulma se acercó a una cabina de teléfono y llamó a Lyl para que viniera a ver a su novio... porque ella no pensaba quedarse allí.

Se sentó en la sala de espera atestada de familiares cabizbajos y algún que otro joven angustiado tras provovar un accidente de coche, y de pronto, quizás ayudadas por el propio ambiente del lugar, comenzaron a correr lágrimas por sus mejillas.

Se sentía tan mal... y ya no era sólo por lo de Yamcha, por lo de anoche, sino porque sabía que en esos momentos el Saiya la debía estar odiando profundamente por haberle detenido. Lo había leído en sus ojos... Estaba furioso con ella por no dejarle matar a quien le había ofendido y humillado de tal forma...

Pero por qué tienen que pasarme estas cosas a mí? Ya sé que tengo mal carácter, ya sé que soy muy mandona... pero creo que no he hecho mal a nadie... Acaso me estás condenando a estar sola toda la vida? Preguntó mirando hacia arriba con un suspiro

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Después de pagar el taxi que la había devuelto a su casa, entró al recinto con total intención de disculparse con él aún con riesgo de que se enzarzaran en una de sus interminables luchas de siempre. Cuál sería su sorpresa al llegar y no encontrar la nave...

Con el corazón en un puño corrió al interior del edificio llamando a gritos a su madre. Cuando al fin se presentó regadera en mano,le preguntó por Yamcha, a lo que ella respondió preguntando por Vegeta

"Eh... uh... la última vez que le vi llevaba puesto el traje aquél con armadura que le fabricaste..."

A estas palabras sus rodillas no pudieron sostenerla y cayó al suelo con expresión ilegible

"Bulma-chan, estás bien?" Preguntó Mamá preocupada

"Se ha ido, mamá... se ha ido..." Murmuró como si estuviera repitiendo una cadencia infinita...