Problemas desde la
Ciudad Luz
Capitulo I
La luz del alba fue penetrando lentamente por los pasillos de aquel frío hospital, paso por cada uno de los rincones hasta toparse con la sala de espera. En ella se encontraba un joven de cabellos rebeldes dormido sobre las incómodas sillas, sin más abrigo que una delgada sábana que una enfermera le dio por caridad; se había quedado dormido esperando noticias de ella la noche anterior.
De repente, una mujer de ojos azules y con una venda en la cabeza hizo acto de presencia. Luego empezó a revolver los cabellos de Tai con sus finos dedos mientras pensaba que era una lástima que desde su llegada, el único momento en el que había podido estar a solas con el se presentara de esta forma...
-"Tai... Tai, despierta" - Le dijo al oído con suma delicadeza.
-"¿Qué, que pasa? Ah! Hola Camille, ¿ya te sientes mejor?"- La chica le contestó con una cálida sonrisa.
-"Ya puedes irte a casa Tai. Los doctores ya me lo comentaron todo, y te estoy profundamente agradecida" – Dijo la chica con una inclinación, un poco avergonzada gracias a lo que había tenido que pasar su amigo por su causa.
Lugo el semblante del joven embajador dio paso a una expresión más seria.
-"¿Has logrado... Tu sabes, recordar... algo?"- Indagó tanta seriedad Tai con tanta seriedad y preocupación en sus ojos, que Camille lamentó el tener que seguir mintiéndole.
-"No, aun no, es algo confuso. No tengo muchas ganas de hablar de eso..." –Dijo paseando su mirada azul por el piso, sin ser capaz de mirarle a los ojos – "Ja! Con todo el tiempo que ha pasado... Nunca me imaginé que la única oportunidad que tendríamos para hablar tranquilamente se presentara en un hospital" Desvió hábilmente el tema, aunque ligeramente sonrojada y con una sonrisa melancólica en los labios.
-"¡Es verdad!" Rió Tai un poco divertido –"Pero ¿sabes que me acabo de acordar de algo?" Dijo mientras esculcaba en su bolsillo –"¿Sabes? La vez que me fui a despedir de ti, hace tres años en el aeropuerto, iba a darte algo, pero lo olvidé porque Davis perdió... algo. Por favor, acéptalo como un regalo de bienvenida."- Agregó extendiendo su mano con una cálida sonrisa ante Camille.
La extranjera parpadeó confundida, pero recibió la pequeña caja; estaba envuelta en un papel de regalo un poco gastado, y se dispuso a desenvolverlo.
"¿Guardaste esto durante tres años... para mi?"
Tai asintió con la cabeza -"Sabía que ibas a volver... Tarde o temprano. Los buenos amigos no se olvidan... aunque no puedo decir lo mismo de ti..."- Hizo el último comentario en un susurro. -"Camille, ¿por qué nunca contestaste ninguna de nuestras cartas?"- Añadió secamente.
Camille solo pudo mirar al antiguo portador del valor con una mirada estañada.
-"¿Cartas? De que me hablas? Ustedes nunca me escribieron nada, ni siquiera dieron contestación a las mías"
El lugar fué invadido por una sensación de incertidumbre.
***************
La chica de largo cabello increíblemente negro y ojos azules guió a la extraña criatura por oscuros pasillos hasta llegar a una gran puerta, en donde se detuvieron. El ser no estaba seguro de querer golpear, no había desarrollado correctamente su labor y ciertamente esto ponía su vida en peligro. Pero se armó de valor y decidió entrar.
-"Señor Konishi, el informante 2 5 6 ha llegado" Anunció la joven muchacha. "Según noticias, ha encontrado información valiosa, se..."
"Silencio"- Interrumpió fríamente el hombre.- "ya puedes irte, Mashico, yo me encargaré de esto"
La chica actuó obedientemente. La criatura estaba muy asustada, sin la presencia de "Mashico" Sabía que su existencia habría llegado a su fin concluido el interrogatorio.
-"Muy bien, he leído tu informe. Dices que encontraste a alguien, de nacionalidad francesa que tiene relación muy cercana con los niños elegidos. También señalas que ella no es uno de ellos, pero aun así posee un D-3, ¡Como puede ser eso posible!" – Dijo golpeando con tal fuerza la mesa, que la criatura se estremeció –"!Y no acepto un no se como respuesta, porque fuiste dotada con poderes psíquicos!
-"Se... señor, la muchacha no tenia conciencia de lo que en si era ese objeto, pero conoce mucho sobre los niños elegidos."- Contestó la aludida apenas controlando sus nervios
-"¿Qué diablos sabe? ¡Y si no era uno de ellos, por qué la dejaste con vida!"
-"Ella sabe la localización exacta de cada uno de los elegidos, pero uno de ellos intervino cuando escaneava la información y debí darme a la fuga"
-"Oh, ya veo, esto es muy interesante... ¡Y que información conseguiste, planta inútil!" - Alegó el hombre con mucha ira.
-"Sus pensamientos se concentraron fuertemente en el elegido que apareció, así que logré obtener información precisa de su ubicación, familia, trabajo e incluso una versión detallada de los de los nombres de elegidos residentes en Japón, señor. Todo está especificado en el informe..."- Dijo la planta dando alarde de sus habilidades, para ver si con esto conseguía salvar su vida.
-"Soy consiente de la capacidad que posees, y que a pesar de las circunstancias has logrado dar buenos resultados"- Repuso ya más calmado, haciendo que el híbrido sintiera una tranquilidad momentánea -"Pero, según lo que me dices, debo deducir que no alcanzaste a borrar este acontecimiento de la memoria de la muchacha, no?"
El híbrido palideció hasta al punto de parecer muerto.
-"Como sabes, este error pone en peligro la identidad de nuestra organización, además de poner al descubierto nuestra presencia en Japón... Un error imperdonable"- Dijo son una tranquilidad escalofriante. Luego oprimió un botón - "Quiero la desactivación inmediata del híbrido 256. Ah! Se me olvidaba, necesito que llamen a mi oficina a Konishi"
-"¡En seguida!"- Repuso una voz al otro lado de la línea, y al instante, ante la mirada aterrorizada de la mujer-planta, de largos tentáculos y fina talla, su cuerpo se desintegró rápida y dolorosamente.
**************
"¡Ja, ja, ja!" Reían animosamente los jóvenes en coro.
-"!Somos un par de paranoicos!" ¿Entonces tu dirección no es esa?
-"!Caro que no, pero lo mas gracioso es que por lo que me dices, todo ese correo le llegó a tu papa, ¡que pena!"- Repuso Camille recordando las numerosas cartas que le escribió a Tai, expresándole en varias sus antiguos y sinceros sentimientos.
"Ja, ja! ¡Y yo que pensé que sería obra de Izzy o de algún digimon travieso!"- Dijo Taichi no pudiendo contener la risa, pero de repente, esta frenó en seco, y se tapó la boca cayendo en cuenta de la imprudencia que había acabado de cometer.
-"¿Un digi que?" – Camille se puso pálida de repente, ahora lo había recordado más claramente.
**************
Si, ahora los recuerdos de la noche anterior eran lo suficientemente claros........
-"Ahora, veamos que guarda esa pobre mente asustada. Eres una de los elegidos, ¿No? ¡Que! ¿Cómo es posible que no tengas idea ni de lo que es el D-3 que llevas en la mano? ¿Qué es lo que sabes entonces sobre los Digimon niña? ¡Como puedo entrar al Digimundo! ¡Responde!"- Dijo el híbrido histérico y confuso a la vez mientras sacudía bruscamente el cuerpo de la infortunada chica.
-"Sora... Kari... T.K... Taichi"- Alcanzó a murmurar la lastimada muchacha presa en las enredaderas de aquella criatura, mientras una lágrima rodaba por su mejilla. -"Dios mío, cuanta gente habrá sido asesinada por esta cosa"
-"¡Ellos!, ellos son los elegidos del Japón. !!Ella puede guiarme hasta ellos!! Un momento, esta chica también sabe algo sobre el Digimundo... son... son recuerdos, algo difusos, pero esta chica podría servirnos de mucho" –Decía la extraña mujer-planta mientras revolvía descaradamente entre los recuerdos de Camille.
-"Auch!!"- Gritó el híbrido al sentir que la habían lanzado una piedra en la cabeza.
"¡ Suéltala ya, monstruo asqueroso!"- Gritó el chico dispuesto a pegarle con lo primero que tuviese a la mano.
La planta lo vio. ¡Era uno de ellos! ¡Un elegido frente a sus ojos, y según la reacción del pergamino era el elegido del valor. Debería huir o estaría envuelta en graves aprietos.
- "Haz tenido suerte esta vez muchachita"- Dijo con aquel idioma incomprensible para Tai con el que había estado hablando todo el tiempo –"Pero te buscaremos, y mataremos uno a uno a tus amigos elegidos y a sus digimon, gracias a ti"- Una vez dicho esto, retiró bruscamente sus tentáculos y Huyo.
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- "Un.. un digimon"- Dijo titubeante Camille, en ese momento, se sumergió en un mar de pensamientos,
-"Digimon... No es la primera vez que oigo esa palabra. Kari y T.K me hablaron de ello alguna vez, pero no recuerdo mucho. Además de eso de los niños elegidos, lo he oído en alguna otra parte... ¿Y ese objeto? Estoy segura de que ellos tenían uno similar. Debo saber de que trata todo esto cuésteme lo que me cueste, porque si mal no recuerdo, mi madre también tuvo algo que ver en esto...
-"Je, je, digimon, es que... así le decimos nosotros a los niños que se la pasan metidos en la red como Izzy, como los Hackers, ¿entiendes?" – Repuso Tai tratando de encubrir su error con una sonrisa nerviosa, haciendo que Camille volviera a la realidad.
-"Ah, si, claro. ¿Por qué no nos vamos ya?"- Sugirió la Extranjera mientras le señalaba las llaves del auto –"Imagino que hoy tienes trabajo y tengo algunos asuntos pendientes con Kari."
-"Es verdad"- Dijo Tai aliviado. Luego fueron hasta el sótano del hospital y subieron al lujoso auto deportivo color Blanco de Taichi.
-"¡Wow! ¿Este es tu auto?. Cielos, debiste trabajar duro para conseguirlo"- Dedujo mientras el avergonzado Tai ponía en marcha el automóvil.
-"Y... ¿Qué asuntos tienes pendientes con mi hermana?"- Preguntó tratando de cambiar el tema.
-"Pues, nada en especial. Solo vamos a buscar empleo... Y de paso, buscar una casa para mi..."
-"¿Vas a quedarte a vivir aquí?"- Taichi fijó aún más su mirada en la carretera para disimular su alegría. "Me parece Bien" – Se limitó a agregar con una sonrisa.
Camille sonrió al recordar lo penoso que podía ser su amigo.
-"Así que ahora haces parte del cuerpo diplomático... Es gracioso pensar que antes te caían tan mal los políticos... "
-"!No soy ningún político! Solo quiero bienestar para el... para el estado que represento"- Se defendió el joven embajador un poco molesto.
-"¿Ah si? ¿Y que es lo que representas, si se puede saber. Como ahora andas con tantos misterios..."
-"!Mira quien habla! Yo creo que sé más de astronáutica que de lo que te ha pasado en este tiempo, nunca hablas de ti! Mas bien ocúpate de tus asuntos y no me molestes, ¿Por qué no te pones a abrir tu regalo?"- Dijo el antiguo líder de los elegidos un poco enfadado.
Camille frunció el ceño, pero se dispuso a desenvolver el paquete.
Era un hermoso bolígrafo de marca fina, y tenia al lado una carta.
-"No te atrevas a leerla en voz alta"- Exigió Tai un poco abochornado.
Camille después de leerla le ofreció la mejor de sus sonrisas -"No sabes lo útil que me habría sido en aquellos días. Pero no te preocupes, aun así lo conservaré hasta que muera... No creas que me he desprendido de mi antiguo hábito"
-"Bueno, este es el lugar donde te diste cita con Kari, espero que les valla bien"- Señaló mientras estacionaba el auto al borde de la cera. -"¬¬ Solo espero que después no me digan que las recoja en Shibuya, porque ahí si que no vuelves a contar con migo.
-" Prometido"- Dijo mientras lo despedía con la mano y veía el auto alejarse. Luego volvió a mirar la carta que tenía en las manos.
Camille:
Espero que la distancia no haga que perdamos la amistad que hemos cultivado durante estos años, que sin duda fueron los mejores de nuestras vidas. Todos los chicos te van a extrañar, especialmente yo... ¡Bueno, en fin! Estoy seguro de que con tu inteligencia te irá muy bien en el extranjero, y muy pronto cumplirás tu sueño de especializarte en Francia y con esto terminar ingeniería genética, seguro que serás una gran científica.
Te doy este bolígrafo, ya que tienes el hábito de escribir a diario, así por lo menos te acordaras de nosotros ^_^.
Mis amigos y yo te deseamos suerte.
-"Si, me habría sido muy útil en esos momentos"- Agregó apretando el obsequio contra su pecho y cerrando sus ojos de forma casi melancólica.
-"!Camille!"- Se acercó Kari corriendo con su típica actitud radiante, pero frenó en seco cuando vio los vendajes de la extranjera.
-"¿¡Pero que te paso!?"
***************
Una hermosa y protuberante mujer apareció repentina pero silenciosamente detrás de el enorme sillón de aquel hombre.
-"Ese era uno de nuestros mejores híbridos, tu mismo reconociste las habilidades que poseía. ¿Por qué te precipitas y los desperdicias de esa forma? ¿que acaso no eres consciente del pequeño número del que disponemos ahora?"- Dijo la mujer sin perder la calma.
-"Bah!"- Murmuro el hombre despreocupadamente mientras sostenía una copa en la mano – "No te preocupes, tengo una carta bajo la manga; no creo que tenga que explicarte a quien me refiero. Creo que por fin me serán útiles sus estudios en economía y ciencias políticas"
-"¿Te refieres a Mashico? ¡Ja!. ¿Hasta cuando piensas utilizarla, no crees que tarde o temprano se revelará?. A pesar de la educación que le has implantado, todos los humanos poseen conciencia, y tarde o temprano la suya despertará..."
-"Eso no me preocupa. Ella sabe que debe ser fiel a mis mandatos, sabe que es por una buena causa. Además, puedo mantener a una persona bajo mis ordenes el tiempo que yo quiera, y utilizar los recursos que pueda ofrecerme como me plazca, aun más siendo mi hija."- Afirmó el hombre confiado.
-"¿Tal y como ocurrió con Camille?"
Esto hizo estallar la cólera del hombre.
-"¡Eso es muy diferente! ¡Camille era solo una niña caprichosa que como no conoció a su madre nunca entendió la importancia de este proyecto!. Además esos malditos mocosos en Odaiba hicieron que se revelara contra mi" –Dijo apretando la copa con fuerza –"Quien sabe que patrañas le metieron en la cabeza a mi hija. Pero una vez que los encuentre ¡Se van a arrepentir!. ¡Espero que por tu bien no vuelvas a repetir ese tema, Kamuna Yayoi."- Agregó recuperando los estribos.
-"¿Me mando llamar, señor Minoru Konishi?" Preguntó una melodiosa aunque muy seria voz
-"Mashico, que bueno que has llegado. ¿Has leído el informe que trajo rosemon?" – La aludida asintió con la cabeza –" Entonces, supongo que no necesitas muchas explicaciones. Ya todo esta listo para que puedas ingresar a tu nuevo empleo"- Añadió con una sonrisa maliciosa.
-"Entiendo perfectamente señor Konishi. Debo infiltrarme en el cuerpo diplomático y conseguir la información necesaria sobre el caso 002. Para llevar a cabo mi cometido debo ponerme en contacto con el señor Taichi Yagami por los medios que sean necesarios, esto significa, lógicamente, que de ahora en adelante trabajaré para el ministerio de asuntos exteriores."- Dijo la recién llegada de una manera casi automática, mirando fijamente a la figura femenina que se hallaba detrás de su padre.
-"También debo añadir que debo encontrar a la señorita Junot, quien es pieza clave en la investigación Danielle, ya que tienen sospechas de que se encuentre en Japón"- Añadió la joven mientras se regocijaba con la incomodidad que la mención de este tema le generaba a Yayoi. "Bueno, será mejor que me retire"- Culminó haciendo una ligera reverencia y luego cerrando la puerta tras de si.
-"¿Por qué tu hija me odia tanto eh?. Esa mocosa debería agradecerme, ya que si tenemos éxito con "La investigación Danielle" será gracias a mi, o a Camille si le da por aparecer. ¡¡Uy!! Como la odio" Alegó la mujer.
El hombre ni se inmutó. Algo en su corazón le decía que su hija no le iba a defraudar en ninguna de las metas que se había propuesto.... Ni siquiera en la de encontrar el paradero de su hija, Camille Junot (*)
**********
El joven tomaba rápidamente apuntes de los ligeros pero numerosos cambios que estaba sufriendo esa dimensión conocida como Digimundo. Quería obtener una explicación entendible para sus amigos lo antes posible. Este afán lo había mantenido dos días sin dormir y casi sin comer.
-"Señor Izumi, tiene una llamada por la línea 2"
"!Te he dicho que no quiero que me pasen llamadas!"- Respondió sin interrumpir su labor -"¡Dile que deje el nombre y la llamaré luego, sabes que estoy en medio de un trabajo muy importante.!
-"Muy bien, hasta luego señorita. Señor Izumi, dice que se llama Irina, y que lo espera en el parque Kimagura, pero no fijó ninguna hora..."
Al oír estas palabras, Izzy dejó casi inmediatamente de escribir. Era Irina... por más que estuviese apunto de descubrir el misterio que encerraba el Digimundo, siempre tendría tiempo para ella...
Irina era en realidad una de las elegidas de Rusia, y Hacker profesional por supuesto. Había sido entrenada desde temprana edad para ser una espía, y actualmente trabajaba para la Interpol. Mantenía informado a Izzy sobre la situación de los elegidos alrededor del mundo, ya que ese era el caso en el que se inició como policía, y había tenido a su cargo todos estos años, durante los cuales se hicieron muy buenos amigos.
Al cabo de cinco minutos, Izzy se encontraba en la entrada de el hermoso parque, buscando rápidamente con su profunda mirada a su misteriosa amiga, para hallarle sentada, degustando un Capuccino en un café cercano.
-"¿Por qué me llamaste por un medio tan inseguro como es el teléfono eh? ¡Podrían haberte descubierto!" Replico en un tono molesto y un poco agitado.
-"Izzy, será mejor que te calmes y tomes asiento"- Dijo sin siquiera inmutarse, y luego dando paso a una seria expresión -"Debo hablarte de un tema muy delicado"
-"No tienes por que decírmelo. Para que me hallas llamado de ese modo debe ser algo muy importante" Comentó Izzy en perfecto Ruso.
-"Sabes muy bien que mi madre murió hace mucho tiempo llevando a cabo una misión suicida de forma voluntaria; creo que ha llegado el momento de que yo termine lo que ella empezó."
-"¿A que te refieres?"- Izzy palideció repentinamente.
-"Nunca te comenté mucho sobre esto, pero creo que ha llegado el momento"- Continuó -"Sabes que mi madre fue una niña elegida al igual que yo; y al crecer su único propósito era el de mantener alejadas a personas inescrupulosas del Digimundo. Luego empezó a investigar un caso sobre tráfico de material genético que al parecer estaba vinculado con los extraños sucesos de Odaiba hace tres años."
-"Eso ya lo sabía"- Interrumpió secamente Izzy -"También sé que ella murió muchos años después a causa de una enfermedad no identificada inyectada por el enemigo al ser descubierta; pero, ¿qué tiene que ver eso con lo que acabas de decirme hace unos instantes"
-"Lo que pasa Izzy"- Dudó en seguir -"Es que hace poco se realizaron unos análisis y además de mortal" Suspiró " La enfermedad es hereditaria"
-"!Que dices!"- Gritó su interlocutor alarmado.
"Los síntomas se presentan a partir de los 22 años, son similares a los del cáncer en la mayoría de los casos. Después de eso... La enfermedad no tiene cura.
El joven portador de la sabiduría quedó congelado. No sabia si llorar o ir inmediatamente a asesinar a aquellas personas; ya que desafortunadamente tenia planeado para la próxima ves que la viera proponerle noviazgo
La joven rusa de cabellos dorados apretó con fuerza la taza que tenía entre las manos al notar las lágrimas que apenas se asomaban por los ojos de Koushiro. Ella también le quería demasiado como para hacerlo sufrir de esa forma.
-"Y... supongo que vienes por ayuda, ¿No?, yo haría todo lo que estuviera a mi alcance" - Susurró Izzy ocultando su desespero fijando la mirada en el suelo.
-"Yo... yo solo venía a pedirte un favor. Necesito de la ayuda de tu amigos Ichijoyi y Yagami, ellos son los únicos que pueden ayudarme a seguir con esta investigación"- Repuso un poco apenada -"He podido infiltrarme hasta donde está el enemigo, trabajando en su misma empresa como operadora de máquinas y he podido conseguir alguna información. Pero necesito toda la ayuda que la policía japonesa y la embajada del Digimundo puedan brindarme."
-"No tienes por que pedírmelo"- Tartamudeó Izzy -"Ya puedes contar con ello, nunca les he hablado de ti, pero se que ellos lo harán por que es una buena causa. Ambos mundos pueden estar en peligro, en cuando lo sepan lo entenderán"
-"¡Que?! Aun no les dices nada de la crisis por la que estamos atravesando?"
No obtuvo respuesta.
-"¡Pero que has hecho! ¡Se que no quieres que estalle otra guerra, que no quieres sacarlos de sus vidas actuales para indiscuirlos en una nueva batalla! ¡Pero sabes que eso es un pensamiento egoísta, de no hacer algo la tierra y el Digimundo estarán perdidos! ¡Sabes que las desgracias que esto traería son muy graves y..."- Frenó en seco ante su reprimenda cuando un ataque de tos sacudió todo su cuerpo.
-"!Irina!"- Dijo alcanzando a sostenerla en sus brazos -"Rápido, alguien llame a una ambulancia"
-"Izzy, no, no debes hacerlo" Reprochó con voz apagada "Lo mejor es que me valla, no debes llamar la atención ¡cof, cof!"
En eso se acercaron dos figuras femeninas conocidas para Izzy, las cuales no sobrepasarían los 21 años. Irina al ver que el las reconocía, consideró mejor salir de allí.
-"No... no quiero poner en peligro sino a los directamente implicados"- Dijo con el mismo tono apagado mientras se zafaba de Izzy, quien no pudo articular palabra -"Te contactaré más tarde, no te preocupes"- Agregó mientras con un gesto detenía a Izzy para que no la siguiera y a la vez se alejaba con paso inseguro.
-"Quien era ella?"- Preguntó Kari una vez habían llegado.
-"Ella... ella era una amiga"- Dijo Izzy mientras se alejaba cabizbajo hacia su trabajo. -"Lamento no poder saludarlas, pero debo regresar, o mi jefe me matará. Nos vemos"- Agregó de espaldas a ellas mientras levantaba la mano en señal de despedida.
-"Si, como no. Eso es una novia la que lo tiene así"- Comentó Kari una ves estuvo lejos -"Por que si fuera verdad lo del trabajo no iría tan despacio. ¡Ja! Ese Izzy tiene mas secretos de los que yo me imaginaba, ¿No lo crees Camille? ¿Camille, estas ahí?"
La joven ojiazul no contestó. Estaba demasiado preocupada por el. Podía ser que no conociera mucho la situación de Izzy, pero ella era alguien muy observadora... Las lágrimas de Koushiro eran algo que no se la había escapado.
-"No le comentes de esto a nadie"- Interrumpió secamente a los llamados de Kari "Si en realidad lo consideras un amigo sabrás guardarle un secreto, ¿no?"
La joven portadora de la luz asintió confundida.
*************
Un lujoso auto blanco se estacionó en frente del departamento de asuntos exteriores. De el salió un joven que, aunque su cabello era un poco rebelde, no dejaba de verse elegante. El sabía que hoy sería un día difícil, pues tendría una reunión muy importante en menos de tres horas. Debía dar lo mejor de sí, ya que el tema del que tratarían era más que delicado.
Hoy se decidiría si el conocimiento del Digimundo debía ser de dominio público.
Ciertamente ser embajador a los 24 años era difícil... Pero ser embajador del Digimundo es una ardua labor para cualquiera.
En fin, el nunca se desesperaba por el exceso de trabajo... Mucho menos hoy, que era el primer día de la asistente que le asignaron precisamente para que le ayudara en su difícil tarea.
-"Me pregunto si será bonita"- Indagó mentalmente mientras ingresaba a la enorme edificación.
Sus mentales súplicas debieron ser escuchadas por los dioses, ya que en dos minutos encontró en su oficina una hermosa mujer de cabello extremadamente negro y muy liso sujetado por una delicado moño, revisando con su mirada azul su agenda y copiándola rápidamente a la de ella.
Le recordaba a alguien, pero eso le importó poco... La verdad no acostumbras a pensar en esas cosas cuando encuentras en tu oficina ángel por asistente...
-"Ah! Buenas tardes señor Yagami. Soy su nueva asistente, y me estaba adelantando en mis labores de hoy, discúlpeme por no haberme anunciado"- Se disculpó aun sabiendo que el acababa de llegar.
-"No... no se preocupe. Es que llegue un poco tarde hoy por razones personales. Veo que es una persona muy eficiente"- La tranquilizó mientras dejaba su portafolios en un sillón cercano en la enorme y bien equipada oficina -"Eso es bueno, por que mi trabajo es un poco.. usted sabe.. abundante."- Dijo con una sonrisa que casi hace sonrojar a la hermosa joven -"Pronto le asignaremos una oficina propia"
-"Muchas gracias por su gentileza, señor Yagami. Bueno, ya he terminado No debe preocuparse por mi, ya me han informado exactamente a que se dedica. Ya archivé las fotocopias de sus propuestas para la reunión de las 11:30 con el departamento de asuntos exteriores. Ah! Y aquí esta el informe que pidió sobre el estado del "Digimundo" al departamento de sistemas, señor"- Dijo mientras el pobre de Tai abría los ojos como platos.
En realidad era eficiente.
-"Hace... hace cuanto tiempo llegó"- Preguntó asombrado.
-"Llegué con el tiempo suficiente para preparar mi agenda, que viene a ser la suya, señor." - Respondió sin despegar su seria mirada del librillo que tenía en las manos -"Debo tener conocimiento de todos y cada uno de sus movimientos"- Informó con una imperceptible sonrisa maliciosa. -"Para ayudarle en la mayor cantidad de cosas posible, claro está".
-"Es... esta bien. Bueno, debo hacer algunas llamadas, así que ¿podría dejarme solo un momento?"- Dijo siendo lo más cortes que pudo. "Nos veremos en la reunión señorita..."
"¡Ah!, como lo siento, olvide presentarme" Dijo con una leve reverencia "Mi nombre es Konishi, Mashico Konishi. Bueno, nos veremos entonces. Hasta luego señor Yagami."
"Hasta luego señorita Konishi"
Una ves cerró la puerta estaba sorprendido. ¡No se imaginaba como había podido sobrevivir sin una asistente! Pero luego se quedó pensativo. La cara de esa mujer le recordaba a alguien más, era muy extraño; además de ese apellido... Konishi. Si, estaba seguro de haberlo escuchado antes.
-"¿Camille?"
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A la joven de cabellos dorados le fue imposible seguir su camino por mas que se lo propusiera. Su delicado estado la había obligado a recostarse en un muro y no había logrado ponerse de pié.
En medio del dolor la chica recordaba con ira su negligencia....
-"Agente, se que es de suma importancia que viaje a Japón, pero deberá posponerlo, o su vida estará en grave peligro"- Le informaba su Oncólogo al finalizar su quimioterapia*
-"Pero usted no entiende. Es de suma importancia que valla. Usted sabe que la organización de Konishi se ha desplazado de Hong Kong a Odaiba, esa ciudad posee muchos portales. Si asesina a los elegidos de ese país, será el fin"- Fue interrumpida por uno de sus ataques.
-"Eso ya lo se, se que nuestra prioridad es neutralizar ese proyecto, y que usted es la pieza clave, pero su enfermedad ha progresado mucho. ¡Sabe bien que uno de sus pulmones esta comprometido, si no encontramos pronto a alguien compatible, usted va......"
Los síntomas de su avanzada enfermedad la habían devuelto bruscamente a la realidad.
-"En fin..."- Dijo con voz apagada -"De cualquier modo, no me quedaba mucho tiempo de vida. Además, es preferible perder un alma que todo un planeta ¡Cof, cof!"
Aunque parecía que sus piernas ya no soportaban mas su peso, y el sudor de su frente le nublaba la vista, sacó fueras de donde no tenía para ponerse de pié.
-"Debo informarles a todos los planes o por lo menos la ubicación de ese perverso hombre, o todos morirán... Y los primeros en hacerlo serian los elegidos, ellos serán sus primeras víctimas, no puedo darme por vencida ahora.
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Hola a todos!
Perdonen la demora, pero se me presentaron algunos inconvenientes para enviar este capítulo, aunque lo hice casi al mismo tiempo que el primero (En serio, lo juro). Espero que el capítulo de hoy no les halla molestado mucho, me quedó un poco largo verdad? Je, je (Solo espero que no sea igual de malo ^^u). Ya por lo menos aparecieron los villanos. ¿Cuáles son los planes de la organización del misterioso "Minoru Konishi? Pues habrá que pregúntenle a Irina, porque al parecer sabe mas que yo ^u^, ¿Que relación tengo yo... esto digo Camille con todo esto? ¿Quién es en realidad la nueva (Y hermosa) Asistente de Tai? ¡Pues coman ansias, porque eso es tema del siguiente capítulo! (Y prometo no demorarme tanto)
Quejas, dudas, insultos y sugerencias al mail Kaouru@hotmail.com
Y ahora las odiosas e innecesarias explicaciones ^u^
(*) Junot es el apellido de uno de los personajes de las historias de Mikki, ella es mi ídolo en cuanto a Fanfics de Card Captor Sakura se refiere, así que quise ponerle este apellido a Camille por física admiración. (En serio que son geniales, si los ven no duden en leerlos)
(*) Quimioterapia: Es el tratamiento que reciben los pacientes que sufren de cualquier tipo de cáncer.
(*) Oncologo: Persona especialista en quimioterapia.
