El comienzo de curso estaba cada vez mas cerca. Albus dumbledore, director de hogwarts, minerva mcgonagall, subdirectora, y severus snape, deialogaban tranquilamente sobre el comienzo del curso. Se encontraban en el despacho de dumbledore, cuando oyeron unos pasos apresurados y muy fuertes, como de alguien muy grande, que se acercaban a toda prisa hacia el despacho. Los tres se miraron, esperando a que ese alguien entrara en el despacho, y preguntandose que sucederia. Oyeron la gárgola desplazarse dejando la entrada abierta, y mas pasos subiendo ahora a donde ellos estaban. Se giraron para obserbar a la persona que acababa de entrar en la sala, mas que persona era un gigante, si, ese era hagrid, el guardabosques y profesor de cuidado de criaturas magicas. Llegaba exhausto de todo lo que habia corrido para llegar alli.
-buenas noches hagrid- slaudo dumbledore.
-bu, buenas noches- consiguió decir hagrid, que trataba a duras penas de calmarse- tienen qu..que darse prisa…
-¿Qué ha sucedido?- pregunto rapidamente la profesora mcgonagall.
-en hogsmeade, hay mucho revuelo, creo que los mortifagos estan atacando alli, deben darse prisa, hay que ayudar a toda esa gente.
Los cuatro partieron rapidamente hacia el exterior del colegio. Ahora que hagrid era profesor estaba autorizado para hacer magia, lo cual era realmente util y satisfactorio para el, aunque nunca hubiera dejado de usarla, dejar de usarla a escondidas era quitarse un gran peso de encima.
Como todos los profesores, excepto ellos cuatro, no se encontraban en el colegio, se dirigieron directamente a hogsmeade. Cuando llegaron la vision fue espeluznante, habia gente tirada en el suelo por todas partes, pero ya no parecia que hubiera mortifagos. Dumbledore conocia hogsmeade como la palma de su mano, y sabia que alli no habria un ataque por parte de voldemort, el cual después de su regreso no habia atacado grandes objetivos, al parecer esperando a recobrar fuerzas y aliados, porque al haber tantos magos alli, correria un gran riesgo si cazaran a un mortifago y le sacaran información, por ello a dumbledore se le ocurrio algo, no creia que sirviera de mucho y mucho menos esperaba encontrar algo, pero aun asi sigui adelante.
-profesores, aquí parece que no quedan mortifagos, si esque han pasado por aui, asi que les pediria que atendieran a los heridos, y estuvieran alerta. Yo volere enseguida
la profesora mcgonagall, snape y hagrid, asintieron y marcharon a hacer lo que pudieran, mientras dumbledore se encamino a un estrcho callejón con la esperanza de encontrar algo. Se adentro en la oscuridad .
-¡lumus!
Una tenue luz aparecio en la punta de su varita. Recorrio con la vista todo el callejón, solo habia unas cajas al fondo. Cuando se volvia ya para atrás, vio un bulto en el suelo, parecia una persona envuelta en una tunica.
-¡nox!
Apago la luz de la varita, la capa era negra y no queria correr riesgos, si era un mortifago no debia dejarle ver quien era. Apuntandolo con la varita, destapo la capa para ver el rostro, pero apenas habia acercado la varita, la persona que habia bajo la capa se levanto y le apunto. Aunque al parecer permanecer de pie le era un gran esfuerzo, ya que tenia una gran herida en el abdomen por la que sangraba mucho. Dumbledore no retrocedio, porque cuando le vio el rostro, dumbledore se llevo la mayor sorpresa de todo su vida, penso que no podia ser, que era imposible que fuera esa persona…
-buenas noches hagrid- slaudo dumbledore.
-bu, buenas noches- consiguió decir hagrid, que trataba a duras penas de calmarse- tienen qu..que darse prisa…
-¿Qué ha sucedido?- pregunto rapidamente la profesora mcgonagall.
-en hogsmeade, hay mucho revuelo, creo que los mortifagos estan atacando alli, deben darse prisa, hay que ayudar a toda esa gente.
Los cuatro partieron rapidamente hacia el exterior del colegio. Ahora que hagrid era profesor estaba autorizado para hacer magia, lo cual era realmente util y satisfactorio para el, aunque nunca hubiera dejado de usarla, dejar de usarla a escondidas era quitarse un gran peso de encima.
Como todos los profesores, excepto ellos cuatro, no se encontraban en el colegio, se dirigieron directamente a hogsmeade. Cuando llegaron la vision fue espeluznante, habia gente tirada en el suelo por todas partes, pero ya no parecia que hubiera mortifagos. Dumbledore conocia hogsmeade como la palma de su mano, y sabia que alli no habria un ataque por parte de voldemort, el cual después de su regreso no habia atacado grandes objetivos, al parecer esperando a recobrar fuerzas y aliados, porque al haber tantos magos alli, correria un gran riesgo si cazaran a un mortifago y le sacaran información, por ello a dumbledore se le ocurrio algo, no creia que sirviera de mucho y mucho menos esperaba encontrar algo, pero aun asi sigui adelante.
-profesores, aquí parece que no quedan mortifagos, si esque han pasado por aui, asi que les pediria que atendieran a los heridos, y estuvieran alerta. Yo volere enseguida
la profesora mcgonagall, snape y hagrid, asintieron y marcharon a hacer lo que pudieran, mientras dumbledore se encamino a un estrcho callejón con la esperanza de encontrar algo. Se adentro en la oscuridad .
-¡lumus!
Una tenue luz aparecio en la punta de su varita. Recorrio con la vista todo el callejón, solo habia unas cajas al fondo. Cuando se volvia ya para atrás, vio un bulto en el suelo, parecia una persona envuelta en una tunica.
-¡nox!
Apago la luz de la varita, la capa era negra y no queria correr riesgos, si era un mortifago no debia dejarle ver quien era. Apuntandolo con la varita, destapo la capa para ver el rostro, pero apenas habia acercado la varita, la persona que habia bajo la capa se levanto y le apunto. Aunque al parecer permanecer de pie le era un gran esfuerzo, ya que tenia una gran herida en el abdomen por la que sangraba mucho. Dumbledore no retrocedio, porque cuando le vio el rostro, dumbledore se llevo la mayor sorpresa de todo su vida, penso que no podia ser, que era imposible que fuera esa persona…
