Al día siguiente, desayunó en el restaurante del hotel; pagó y fue a comprar unos dulces y unos bombones para Amber. Inmediatamente caminó hasta el horfanato; desde la entrada vio hacia la ventana donde se suponía estaba DS-75, y ahí estaba, con su naricita apoyada contra el vidrio de la ventana, y sus grandes ojos grises viendo fijamente hacia un punto, subió hasta donde estaba.

-DS?? Es ese tu verdadero nombre niña??-preguntó acercándosele

DS-75 ni siquiera lo vio, siguió concentrada en su ventana, de repente la blanca mano de Amber intervino, le hizo cosquillas en el cuello a Amber y esta volvio a ver sonriendo, luego de algunos guiños y expresiones, DS-75 sonrio a Heero, dandole la mano

-DS-75... te agrado??-preguntó

DS-75 asintió con la cabeza y siguió concentrada en su ventana.

-Ha sido un gran paso-dijo Amber-normalmente no se comunica con extraños

-Entonces ya no soy un extraño para ella-dijo Heero con lógica, en eso entro Jennifer

-¿Adivina? ¡¡Aprobaron tu solicitud, puedes llevarte a DS-75!! En dos días claro

Heero vio a DS-75, como siempre viendo hacia la lejanía; no le importó y le dijo

-¿Escuchaste DS? ¡Serás mi hija!

DS-75 dejó su ventana y se prendió a las piernas de Amber

-Vamos, DS-75... tienes una gran oportunidad

Y ese fue el gran momento... DS-75 habló

-Amber... mi hermana está desaparecida, es una niña como de unos 9 años, por cierto yo tengo 11

Jennifer, Amber y Heero estaban estupecfactos... no podían hablar, ahora los mudos eran ellos

-Por eso es que paso siempre en la ventana, tan sólo espero a mi hermana...

-Cómo se llama, talvez esté aquí y...

-No, he pasado frente a esta ventana todo los días... y no la he visto

-DS-75...

-Me llamo Tabatha Lowe

-¿Lowe? ¿Lowe has dicho?-Preguntó Heero sacudiédola suavemente por los hombros

-Si, mi madre Jean Lowe estuvo en la guerra, no peleando sino trabajando en un hospital y jamás conocí a mi padre

-Tabatha, Tabatha.Lowe -dijo Heero abrazándola

-Oigame... ¿Heero? Muchas gracias pero, yo aquí me quedo, le prometí a mi madre que cuidaría de mi hermana si moría...

-¿No es tu hermana Alexandra Lowe?-interrumpió Jennifer

-Dios... es ella, ¿Dónde está? ¿puedo verla? ¿Está bien? -preguntó Tabatha con ansiedad pintada en sus ojos grisáceos

-Tabatha... sólo vimos su cadáver, linda... lo siento

Tabatha quedá consternada, y Heero sólo supo una cosa, abrazarla

-Escucháme, ven conmigo... tengo la solución para todo, tú me ayudas a combatir mi soledad y yo te ayudo con la tuya, ni siquiera cambiará tu apellido

-¿Tío? Desde que te ví miré al abuelo... y bueno-dijo confundida

-Tabatha, vete ya con él-dijo Amber-no tienes nada que hacer en este orfanato, ya tienes un padre

-Yo lo autorizo-dijo Jennifer-te la puedes llevar

Tabatha no dijo nada, salió y regresó con su maleta

-Vámonos... ¿Papá? ¿Tío? ¿Heero? ¿Odin?

-Heero, es más corto

Tabatha tomó de la mano a Heero, se despidió de Amber y Jennifer, mientras salían le dijo

-Sabes?? No creo en los milagros, Heero... Así que para mí esto es sólo una coincidencia-dijo Tabatha en el camino

Heero pensó en esas palabras detenidamente, no logró encontrar su significado... pero si estaba seguro de otro significado... Ya no estaba solo.



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