Destino y Esperanza.
Por: Meiko Akiyama

Capítulo 5: "Decisiones y visitas inesperadas".

Se había retrasado. ¿Será que no quería hablar con ella? No, porque él fue quien
la citó, de modo que el interesado, que era él, ahora no podía arrepentirse ¿o
sí?. Últimamente ni sabía lo que quería, su vida tomaba un rumbo que ella no
podía dirigir. ¿Y si en esta batalla moría? ¿A él le importaría? O aún peor ¿si
él perdía la vida? ¿Cómo lo tomaría ella? La sola idea de verlo muerto le helaba
la sangre.
-Lamento llegar tarde- se disculpó Shaoran sentándose frente a su prometida,
quien le miraba pensativa, con todas esas ideas rondándole en la mente y,
también, lastimándole el corazón.
-No, no hay problema- dice ella cortante- ¿de qué quieres hablarme?
Shaoran la miró confundido. ¿Qué no era obvio? Tal vez ella quería hacerse la
desentendida de ese tema, pero él ya estaba cansado de darle vueltas al asunto;
era el momento de tomar una decisión con respecto a ese matrimonio.
-¿De qué más?- sonríe un poco, para tratar de disminuir el aire de tensión que
se sentía cada vez más- sobre nuestro compromiso…
-Ya me lo imaginaba- dice Pai sin mucho entusiasmo.
-Pai yo…
-Shaoran, por favor, ya estoy cansada de todos estos rodeos, de modo que por
favor, sé explícito- dice ella con voz serena.
-Es que…
-Te lo haré más fácil- dijo ella viendo el carácter tímido de su prometido- ¿te
vas a casar conmigo, o no?
Shaoran la miró incrédulo, jamás había esperado una pregunta tan directa.
Observó a Pai por unos instantes, tratando de imaginársela junto a él… para
siempre. La observó con los rayos matutinos y le pareció más hermosa que nunca.
Sus ojos brillaban como jamás los había visto… entonces supo que su decisión
estaba tomada. Metió la mano en su bolsillo y sacó cuidadosamente la cajita.
Pai había interpretado el silencio de Shaoran como una negativa, era obvio que
él no sentía más allá que una amistad por ella. Estaba dispuesta a retirarse
cuando vio que él deslizaba una cajita negra hacia ella. Cuando estuvo a escasos
centímetros de ella, él la abrió cuidadosamente, dejando observar su interior.
El delicado anillo salió a la vista, dejando a Pai atónita, sin poder decir una
sola palabra. Ya que su corazón lo sentía atravesado en la garganta. No opuso
resistencia cuando Shaoran tomó su mano y colocó dedicadamente el anillo en su
dedo. Él dio un suspiro y trató de hablar.
-Pai… escucha yo…
-No me digas nada- sonríe ella, tratando de disimular las lágrimas de felicidad,
así es, en el fondo su corazón se desbordaba de felicidad.
Como realmente ninguno sabe qué decirse, ambos optan por darse un abrazo.
Shaoran no sabe si ama lo suficiente a Pai, pero está seguro de que ella, de
entre todas las demás, es la elegida; no se arrepentirá… al menos por ahora,
cuando su corazón aún no ha redescubierto un viejo sentimiento, que muy pronto
saldrá a la luz… y cambiará su vida completamente.

Sakura realmente habría deseado no abrir la puerta. Ella se encontraba
preparando su desayuno muy tranquilamente cuando escuchó el ruido del timbre, le
resultó un tanto extraño, ya que no se imaginaba quién podría ser a esas horas
tan prematuras del día. Al abrir la puerta se encontró con la bella sonrisa de
un joven, un joven a quien ella no quería ver, a quien quería olvidar.
-Ken…- murmuró el nombre del chico.
Entonces ella tomó una actitud muy a extraña en ella, se comportó de una manera
muy poco usual para la tierna Sakura. Su rostro cambió súbitamente
convirtiéndose en una expresión de enojo y furia.
-¿Qué haces aquí? Que yo sepa no tengo nada que hablar contigo- dice tratando de
cerrarle la puerta, pero el chico se lo impide.
-¡¡Por favor, Sakura, sé que cometí un error!!… pero por favor déjame hablar… me
tomó mucho trabajo tomar la decisión de venir a hablarte…
Sakura había dejado entrar al chico, él empezó a dar explicaciones: "¡Ella fue
quien se me insinuó! ¡Es de humanos errar! ¡No he podido olvidarte!" y otras
frases se dejaban escuchar en la sala, mientras Sakura mantenía la cabeza entre
sus manos, apretando los labios y conteniendo las ganas de llorar.
-¿Por qué volviste?- le dice ahogándose en sus propias palabras- eso ya quedó en
el pasado…
-Sakura- el chico tomó sus manos y las besó con ternura- yo no quiero perderte…
eres lo más importante en mi vida…
-Ken… escucha… yo confié en ti… te amé como no tienes idea. Pero me
traicionaste, y la imagen tuya besándote con esa chica aún no la logro sacar de
mi mente…y mi corazón- dice con los ojos llenos de lágrimas que luchan por
salir, pero que la chica reprime con voluntad.
-Sakura… sólo… sólo te pido otra oportunidad… ¿sí?
Sakura observó nuevamente al chico, en el fondo ella quería darle una
oportunidad… y también a ella misma. En ese momento evocó los momentos felices
que había pasado al lado de Ken, las sonrisas y alegrías. ¿Por qué no intentar
ser feliz de nuevo? No podría tropezar dos veces con la misma piedra ¿o sí?
Pero, sin saber por qué, justo en ese momento llegó a su mente la imagen de Pai
y Shaoran juntos (y felices) y eso la orilló a tomar una decisión.
-Está bien Ken… vamos a intentarlo de nuevo- Sakura trató por todos lo medios de
darle una de sus mejores sonrisas, pero lo único que pudo regalarle fue una
pequeña sonrisa forzada.
El único problema era que justo ahora que venía un problema grande, Ken aparecía
de nuevo. Tendría que ocultarle que era una Maestra de Cartas, él nunca lo
entendería y, en caso tal de que le creyera, no la dejaría sola y eso sólo
provocaría que corriera peligro.

Eriol estaba realmente cansado. No quería admitirlo, pero se sentía derrotado.
Siempre había sido él el que colocaba las pistas de modo que fuera otro quien
las interpretara. Era él quien creaba los misterios, y ahora él se encontraba
del otro lado: era él quien se sentía atrapado. Lo que más le molestaba era que
no había podido recordar nada sobre "Destino" y "Esperanza".
-¿Por qué no pude recordar eso?- pensaba acostado boca arriba en la cama de su
habitación- como reencarnación de Clow… era ése mi deber… tal vez soy sólo eso,
una simple "reencarnación"…
Justo en ese momento el teléfono suena, y saca al chico de sus pensamientos,
obligándolo a contestar la llamada.
-Le llamamos desde la recepción- le anuncia una voz femenina del otro lado de la
línea- le informamos que tiene una visita, joven.
-¿Una visita?- se sorprende Eriol- ¿de quién se trata?
-Es de una jovencita, aunque no nos ha dado su nombre, dijo que le era muy
urgente comunicarse con usted ¿le decimos que suba?
-No, dígale que se quede allí abajo, yo ya voy para allá. Gracias- Eriol se
apresura a ir a la recepción, imagina que debe ser Sakura, o tal vez Tomoyo,
incluso Pai; aunque no está seguro de cual de las tres puede ser. O en caso
extremo puede ser Nakuru quien vino de Inglaterra porque se sentía aburrida y se
trajo a Spinel con ella. De modo que se colocó su chaqueta y partió rumbo a la
recepción.
Una vez allí, empezó a recorrer con la mirada a todas las personas que se
encontraban ahí, buscando algún rostro conocido, esperando encontrarse con el de
Sakura o Tomoyo. Pero cuál es su sorpresa al encontrarse con un par de ojos de
un color gris-café (o algo así, es un color que no se puede describir; mejor
dicho que su servidora no puede describir) y con un hermoso cabello rojizo
recogido en una trenza. La chica le sonrió y se fue acercando a él, Eriol por su
parte, no se movía; estaba totalmente desconcertado, jamás se hubiera esperado
que ella, precisamente ella, estuviera en Japón.
-Samantha…- suspira Eriol cuando la chica está a escasos centímetros de sus
labios. Entonces reacciona y la aparta con leve brusquedad. La chica lo nota y
se enfada.
-¿Ocurre algo?- pregunta.
Él no dijo nada y la tomó por el brazo, llevándola por el corredor en silencio,
no le dirigió palabra hasta que ambos estuvieron en su habitación.
-¡¡Te dije claramente que te quedaras en casa!!- Eriol se ve disgustado.
-Ya lo sé- la voz de Samantha se escucha serena, pero en el fondo se ve que la
está forzando- pero es que ya me tenías preocupada…
-¡¡Yo te dije que volvería pronto!!- suspira Eriol.
-¿Pronto?- la chica se pone de pie- ¿Pronto? ¡¡Faltaban tres semanas para
nuestra boda!!
-¡¡Yo iba a regresar antes de eso!!
-¿Cuándo? ¿Quieres decirme? ¡Porque serías capaz de aparecerte el mismo día
antes de la ceremonia!
-¡¡Basta!!- Eriol también se pone de pie, junto a la chica- ¿Acaso creías que
tenía pensado dejarte plantada?
La chica guarda silencio ante este comentario y baja la mirada. Era cierto, ella
tenía miedo de que Eriol se fuera a Japón y no regresara más a su lado. Porque
la verdad es que no encontraba sentido del por qué su prometido se iba justo
ahora que su boda estaba próxima a realizarse.
-Sam…- la voz de Eriol se torna dulce y se acerca a la chica- sabes que te amo…
-Eriol…- Samantha empieza a llorar- lo siento… es que tenía miedo de que algo
pasara y al final la boda se tuviera que posponer… de nuevo…
Eriol notó que ella pronunció "de nuevo" con una inmensa amargura. Era cierto,
ya sería la tercera vez que posponían la boda y no sólo eso, las dos veces era
siempre él quien tenía que cancelar la boda a último minuto. Él ya no podía
hacerle eso, en cierto modo él mismo provocó que ella estuviera en Japón.
-Ya Sam…- le sonríe y la abraza- te prometo que terminaré unos asuntos y
regresaré a Inglaterra y nos casaremos tal y como lo teníamos planeado.
-Está bien, pero yo no me iré. Me quedaré contigo…- dice la chica- quiero
quedarme contigo… es que ya no quiero separarme de ti más… déjame quedarme
Eriol. No creo que sea una molestia para ti ¿o sí?
-No… en realidad no…- Eriol suspira mientras la chica le abraza.
Eso era precisamente lo que él no quería. Samantha era su prometida, la quería
muchísimo. Ella era alguien demasiado importante para él, sin embargo, no estaba
enterada de su pasado como Clow Lee. Él era muy reservado en ese asunto y
solamente lo sabían sus guardianes y Kaho, nadie más en Inglaterra imaginaba
siquiera el secreto de Eriol. Él no quería involucrar a Samantha en esta
batalla, pero tampoco podía alejarla más de él, porque si le pedía que se
marchara ella sospecharía. Ahora debía de encontrar la forma de mantenerla al
margen de todo este asunto. Su otro problema también sería el factor tiempo,
porque no estaba completamente seguro de que toda esta batalla se resolvería en
menos de tres semanas, por lo que debería ir trazando un plan para aplazar la
boda otra vez más.
-Ahora dime, Eriol. ¿Qué son estos asuntos que te han traído a Japón con tanta
urgencia?- sonríe la chica aún en brazos de su novio- porque debe de ser algo
muy importante para que ni siquiera hayas tomado tiempo de despedirte…
Esa era la pregunta que Eriol quería evitar.
-Ni hablar- pensó suspirando- no hay otra salida…
-Samantha…- Eriol tomó el rostro de su novia entre sus manos e hizo que ésta lo
mirara a los ojos. Eriol murmuró unas cuantas palabras y la chica fue perdiendo
el conocimiento poco a poco, hasta finalmente caer inconsciente en los brazos de
Eriol.
¡Fantástico! Ahora había llegado al punto de hechizar a su propia novia, para
impedir que descubriera su secreto.
Dio un profundo suspiro de culpa, mientras colocaba a Samantha en su cama.
-Perdóname- dice besándole en los labios- pero esto es por tu bien.
Empezó a escribirle una nota y la dejó en un lugar visible, al momento se retiró
de la habitación.

Tomoyo sonríe al encontrarse con la mirada de Kogane en el centro comercial. Ni
ella ni Sakura habían hablado con Kogane desde que supieron la situación en la
que estaban. A Tomoyo le parecía un poco injusto hacer a un lado a Kogane,
después de todo, ellas tres habían sido las mejores amigas desde la secundaria.
Sin embargo, sería muy difícil explicarle todo lo de las cartas Clow y menos
ahora, sólo para hacerla parte de algo que pondría en peligro su vida. Ahora
ambas conversan animadamente y Tomoyo se alegra de que Kogane no haya sacado a
relucir nada de esto.
-Me alegra haberte encontrado- sonríe Kogane- tenía varios días que no te veía
ni a ti ni a Sakura…
-Es que hemos estado algo ocupadas- dice Tomoyo.
-Imagino, porque Sakura no es de dejar trabajos a medio hacer por cualquier
tontería, debe pasarle algo importante…- sutilmente, Kogane estaba llegando el
punto temido por Tomoyo, ya sería inevitable la siguiente pregunta- ¿Qué es lo
que le ocurre? ¿Tú sabes?
-Algo un poco complicado de explicar- allí estuvo la mejor respuesta que Tomoyo
pudo dar. Ya que no le quería mentir, pero tampoco quería contarle todo.
-¿Es algo que no me pueden contar?- inquirió Kogane, con voz apagada.
-No… no es eso Kogane… es que…
-¿Por qué no pueden confiar en mí?- suspira ella- ¿acaso no somos amigas desde
hace ya mucho tiempo?
-Sí, eso es cierto… pero Kogane, eso fue desde antes de conocerte. El problema
que tenemos ahora había surgido desde mucho antes de conocerte…- trató de
calmarla Tomoyo.
-¿Todos estos años y no me habían dicho? ¡Les hubiera podido ayudar en algo!- se
queja la chica.
-No podías ayudar… si te digo ahora lo único que conseguiré es preocuparte… tú
no tienes nada que ver en esto- sonríe Tomoyo- no te lo decimos para no causarte
molestias.
-¡¡Pero me siento apartada!!- Kogane empieza a llorar- ¡¡siento que no me tienen
la confianza que creía!
-No! ¡Eso sí que no es cierto! ¡Te dije que es para no meterte en problemas!
-¿Sabes Tomoyo?- la chica se seca las lágrimas- dile a Sakura que no se
preocupe, yo terminaré el resto del trabajo sola, le diré al profesor que el
proyecto lo hicimos entre ambas. Además dile que no se moleste en llamarme, no
quiero que se tome molestias hablando conmigo- Kogane dio media vuelta, pero
sintió un dolor terrible en el pecho y cae de rodillas.
-¡¡Kogane!!- Tomoyo corrió a ayudar a su amiga y la ayudó a levantarse- ¿estás
bien? ¿Qué te ocurre?
-No es nada- dice ella- aunque lo mismo me pasó ayer…
-¿En serio? ¿Y no has ido a un doctor?- Tomoyo luce preocupada.
Kogane miró a Tomoyo, preocupada por ella, entonces sonrió de nuevo.
-No creo que sea nada grave. Tomoyo… lo siento, toda persona tiene sus secretos
y la amistad de tú y Sakura lleva muchísimos años y tienes razón, sé que si
hubieran querido mi ayuda me la habrían pedido… pero no fue así… de modo que en
nada puedo ayudar. Ya no voy a insistir más. Nos vemos luego…
-¿Quieres que te acompañe a tu casa?- le pregunta Tomoyo.
-No… pero por cierto, creo que Sakura necesitará de tu ayuda… Ken fue a mi casa
ayer- al pronunciar ese nombre el rostro de Tomoyo se tornó de desconcierto- lo
veía mal Tomoyo… me pidió ayuda, al principio me rehusé, pensé que no merecía el
perdón de Sakura. Pero cuando ví sus ojos… se veía tan arrepentido.
-Entiendo- Tomoyo lucía descontenta- la verdad yo jamás lo perdonaría, pero la
última palabra la tiene nuestra amiga…
Kogane se despidió de su amiga y se fue. Tomoyo dio un suspiro sonriendo, estaba
feliz de que todo acabara bien.

La contempla por unos minutos más, tratando de hacerse a la idea de que ha
regresado de nuevo. Tenía ya casi un año de no verla, no había cambiado mucho…
seguía teniendo esa mirada cautivante y misteriosa, esos ojos profundos y
penetrantes. Se habían separado por asuntos ajenos a ambos, él ya casi se había
hecho a la idea no volverla a ver jamás y ahora, que la tenía frente a sus ojos,
no lo podía creer. Ahora más que nunca él la necesitaba, necesitaba su apoyo
porque sabía que no podría solo con esta desesperación que lo carcomía por
dentro. Ella le sonríe y rompe el silencio, el silencio en que han estado
sumidos ambos desde hace casi un año.
-Me alegra volver a verte- su voz sigue siendo la misma de siempre.
-¿A qué has venido?- pregunta él.
-Me gustaría darte por repuesta que volví porque quería saludarte y saber de ti…
pero no puedo mentir y menos a ti- suspira.
-Sabía que no te quedarías con los brazos cruzados en una situación como esta-
sonríe Touya al saber que su amiga no ha cambiado- ¿me ayudarás?
Ella le abraza, un abrazo en el que va envuelta la respuesta que Touya Kinomoto
esperaba.
-Gracias por volver, Kaho… realmente necesito de tu apoyo ahora…
Ella sonríe nuevamente, sin embargo, su sonrisa no maquilla el semblante de
preocupación en su rostro.
Ambos permanecen abrazados unos instantes, recobrando en esos minutos todo el
tiempo perdido.
-Lo que se acerca es algo muy peligroso…- murmura Touya Kinomoto.
-Tengo miedo…- Kaho se aferra a él.
-Temo por mi hermana… no sé si ella podrá con esto…- suspira él.
-Temo por Eriol… algo me dice que él no saldrá bien librado…- a Kaho le tiemblan
los ojos.
-Cuidaré de Sakura… no sé cómo, pero lo haré…- Touya nota que Kaho tiembla
ligeramente, él la abraza más fuerte, tratando de transmitirle su fortaleza.
-Debemos de estar alertas… el mínimo signo puede ser una predicción… una
predicción mortal… porque alguien perderá la vida…- Kaho empieza a llorar- esas
imágenes no salen de mi cabeza…
-¿Qué ves?- pregunta Touya, temiendo cada vez más por la vida de Sakura.
-Alguien cayendo sin sentido… por proteger a otro… sangre en el suelo… gritos…
lágrimas… tristeza… muerte… dolor…- se lleva las manos cubriéndose el rostro-
temo que alguien muerta, Touya.
-Kaho… -Touya no encuentra las palabras correctas para consolar a la joven.
Ahora estaba más seguro que nunca de que debía proteger a su hermana.
-Vamos a tu casa- dice Kaho tomando su mano y empezando a caminar- allí estarán
todos… nos reuniremos…
Touya siguió a la joven en silencio, tratando de pensar qué haría para
protegerla a ella y a Sakura.

Kaho tenía razón. En la casa de Touya habían llegado hacía rato Shaoran y Pai,
quienes ahora sí parecían una pareja de recién casados, Pai lo demostrada sin
reservas y Shaoran se veía muy feliz. Yukito les había recibido y Tomoyo había
llegado hacía media hora. Ella también había notado el cambio en la pareja y,
sobre todo, el hermoso anillo que brillaba en el dedo de Pai. Justo entonces la
puerta se abrió, dando paso a Sakura quien venía con un apuesto joven. Shaoran y
Pai (principalmente el primero) se desconcertaron al ver a la joven tomada de la
mano con el chico. Yukito trató de sonreír al ver esta escena, pero no lo logró
y Tomoyo puso cara de enojo.
-Veo que lo perdonaste- dice con indiferencia fingida- me alegro por ti.
-Así es…- sonríe Sakura- ahora ya estamos bien.
La conversación siguió animada, hasta que Ken tuvo que irse (mejor porque si
Touya lo encontraba para qué les cuento) y se despidió de Sakura con un beso en
los labios.
Al ver este gesto, Shaoran quedó perplejo, el ver a Sakura en los labios de
otro… produjo dentro de él una sensación demasiada extraña como para poderla
describir, una sensación que mezclaba varios sentimientos, algunos que ni él
mismo conocía. De lo que estaba seguro, es que quería hacer trizas al tal Ken.
A los pocos minutos de haberse ido Ken, aparecieron Kaho y Touya. A Sakura le
asombró verlos juntos, ya que suponía a Kaho en Inglaterra. En el fondo se
alegró de que ella hubiera regresado, ya que su hermano le tenía un gran aprecio
y seguro que ella le ayudaba para contarle que había vuelto con Ken. No quería
ni imaginarse la reacción de Touya, de seguro le diría que lo dejara, que ya la
había hecho sufrir demasiado.
-Tus poderes no han cambiando- sonríe Touya- aquí están todos.
-Falta Eriol…- dice Kaho preocupada.
-Ya llegará- la tranquiliza Touya- ahora vamos a sentarnos ¿sí?
-Me parece que esto le concierne más a Yue que a mí- dice Yukito al momento de
transformarse a su forma original.
-Veo que "éste" también está aquí- Touya mira a Shaoran despectivamente.
Shaoran murmuró algunos insultos y masculló algunas cosas, que hicieron que Pai
sonriera nerviosa.
Kaho sonrió, dándose cuenta de que, aún con el pasar de los años, Touya Kinomoto
jamás cambiaría.
-¿Debemos esperar a Eriol para comenzar a hablar?- pregunta Yue impaciente.
-Tal vez demore más de lo debido- suspira Kaho- es que yo le dije a Samantha
dónde encontrarlo… de modo que debió tomar el primer vuelo a Japón…
-¿Samantha?- pregunta Tomoyo extrañada.
-Sí, es su prometida- le aclara Kaho.
-Bueno, si dices que va a demorar pues habla y después le cuentas a él- dice
Touya.
-Bien, he regresado porque he sentido lo que va a ocurrir…
-¿Te refieres a lo de las cartas?- pregunta Sakura.
-Así es- Kaho observa a Sakura- he visto varias cosas… hay demasiadas cosas que
contar… pero omitiré las triviales y mi iré a lo importante: debes prepararte
bien Sakura… no estoy segura hasta qué punto "Destino" obedezca las órdenes de
Clow.
-Lo sé… he estado practicando con mucho empeño- dice ella- estaré preparada.
Kaho iba a decir sobre las visiones que no la dejaban tranquila, que alguno de
los presentes corría el riesgo de morir, pero ella aún estaba afectada y, como
no esta del todo segura, no quería provocarles más miedos a todos.

-Realmente creo que es momento de decírselo… es momento de hablarle con la
verdad a Samantha- suspira Eriol mientras se mece en uno de los columpios que
hay en el parque- ella tiene derecho a saberlo, después de todo voy a unir mi
vida con la suya. ¿Estaré seguro de casarme? Esa sí que es una buena pregunta…
una muy buena interrogante… si le planteo a Samantha mis dudas de seguro pondría
el grito en el cielo… ya no voy a preocuparla más con el matrimonio… está
decidido, me caso con ella.
-Debes estar seguro de casarte…- se escucha una voz femenina a sus espaldas.
Eriol se voltea y observa frente a él a una hermosa chica, de largos y sedosos
cabellos negros, ojos de igual color, de tez blanca. No la ha visto nunca en su
vida, pero le parece familiar.
-Hola- le sonríe la chica- mi nombre es Kogane… y soy amiga de Sakura.
-¿Sakura?
-Sí, te ví en estos días con ella- sonríe.
-Yo soy Eriol…- extiende el chico, apretando su mano con la de Kogane- mucho
gusto…
-¿Preocupado por no querer lo suficiente a tu novia?- dice la chica sentándose
en el columpio de al lado.
-Así es… pensaba que…- entonces Eriol se da cuenta de algo que no encaja- un
momento… ¡¡yo estaba pensando!! ¡¡Jamás mencioné eso en alto!! ¿Cómo es que lo
sabes?
Kogane se pone de pie y se coloca frente a Eriol. El chico siente impotencia
ante la mirada de la chica.
-¿Eres muy amigo de Sakura?- ella ignora por completo la pregunta de Eriol.
-¡No has respondido mi pregunta!- dice él.
-Eres su amigo desde la primaria… así es- Eriol escucha estupefacto mientras
Kogane le recita la historia. Pero no se extraña tanto, tal vez Sakura se la
relató- le causaste muchas dificultades a la pequeña Sakura, también al pequeño
Shaoran… todo porque tenías el deber de cumplir con tu misión- allí fue cuando
Eriol se empezó a preocupar- porque eres la reencarnación de Clow Li…
-¿Sakura te ha contado todo esto?- pregunta extrañado y con un poco de temor.
-No…- dice ella sonriendo- yo lo sé… lo sé porque acabo de leer tus recuerdos…
-¿Qué?- Eriol siente un temor inmenso hacia esa chica.
-No tengas miedo…- entonces la expresión del rostro de Kogane cambia
radicalmente, tornándose más infantil- yo no voy a hacerte daño… no podría
hacerte daño… no temas de mí…- la chica se acerca poco a poco a Eriol, quien
mantiene una actitud muy arisca ante la chica.
-¿Por qué debería hacerte caso?- Eriol logra ponerse de pie.
-Por que yo sería incapaz de hacerte daño… padre…- la voz de Kogane se oía dulce
y, en ese momento, Eriol descubrió su identidad.
-¿Destino?- pregunta acercándose a ella- ¿eres tú?
Kogane sonríe cuando Eriol le reconoce. Para ella el solo hecho de volver a ver
a su padre le llena de gozo, tenía ganas de saber de él, de saber que estuviera
bien.
-Sí, padre… soy yo… me alegra volver a verte…- en ese momento, Kogane muestra su
verdadera identidad y su verdadera forma. Eriol puede sentir su inmenso poder
emanar, es una fuerza incapaz de describir.
El aspecto de Kogane no cambia del todo, sólo que ahora está envuelta en una luz
plateada, Eriol puede notar que está sonriendo… él también sonríe, olvidándose
por un momento que ahora el verdadero peligro empezará.

CONTINUARÁ…

Notas: ¿Qué tal? ¿Les ha gustado este capítulo? Espero que sí… me costó bastante
terminarlo y pulirlo bien. Me gustó la parte primera, con Shaoran y Pai. ¡Qué
romántico! ¿no les parece? ¡Sí, ya sé que me quieren matar porque Shaoran le dio
a Pai el anillo de compromiso! Como dice el dicho "mucho ruido y poca acción"
(aún no ha besado a Pai y ni quiero que lo haga) ¿vieron que mi Eriol tiene una
novia? (¿saben? Creo que debí ponerle Marissa y no Samantha! =P) Por cierto
¿alguien sabe el nombre del Parque que quedaba cerca de Tomoeda? ¡Es que ya se
me olvidó! =P
¿Se imaginaban que Kogane era la carta "Destino"? ¿Sí? ¡¡Pues no les creo!!
Mentira, la verdad es que creo que tal vez se lo imaginaban. ¿Pero saben quién
es "Esperanza"? Ja, ja!! ¡No les digo!! Tendrán que seguir leyendo la historia.
(Que aún va para laaaaarga)
-Kero: ¡¡¡MARISSAAA!! ¿Porqué yo soy el que menos participación ha tenido?
Calma Kero, pronto tendrás tu participación, no te preocupes.
-Spi: ¿Y yo? ¿Por qué sólo lo tomas a él en cuenta?
No te preocupes, Spi ya llegarás.
-Nakuru: ¡¡Oye!! ¿Me puedes explicar qué demonios hago yo en Inglaterra cuando
MI Touya está con Kaho? ¡¡DIMEEEEE!!!
Calma Nakuru, tú llegarás de Inglaterra pronto. Y a propósito ¿quién te dijo que
Kaho y Touya son pareja? Ellos son sólo amigos; o al menos eso dicen, ¿ustedes
qué opinan? De paso mando esto para generar una encuesta: ¿Kaho o Yukito? Manden
su respuesta a mi mail (más abajo) y quien gane la encuesta se quedará como
pareja de Touya (suspiro n_n) en este fic)
-Nakuru: ¿Cómo? ¿Se puede saber por qué no me pones como candidata a pareja de
MI Touya? ¡¡¡Explícate!!
Ejem… creo que daré lo que viene en el siguiente capítulo.
Avances: todos quedan realmente sorprendidos al descubrir la identidad de la
carta Destino, quien les aclara algunas cosas. Pai queda impresionada por el
inmenso poder de "Destino" y le hace a Eriol una impresionante revelación.
Samantha empieza a sospechar que su novio le oculta algo y trata de averiguar
qué es, aunque no averigua nada en concreto; sus sospechas empiezan a tomar una
mejor forma. "Destino" les dice unas cuántas cosillas que hacen que toda la
pandilla tenga que tomar un avión para salir de Japón lo más pronto posible. Y,
directito de Inglaterra, llegarán dos amigos (para que ya no molesten)

-Nakuru: ¡¡¡YUPIII!! ¡¡Gracias Marissa, eres de lo mejor!! ¡¡Si me necesitas
para otro fic me llamas, ¿okiss?
-Touya: ¡¡NOOO!! ¡¡Marissa!! ¿Por qué me haces esto??

Ejem… Comentarios (Si es que ya no me han trinchado) a meiko_kisses@hotmail.com o a kendappa_o@kaitou.org
Gomen por las notas de autor, pero se me ha salido de las manos (¡Échenle la
bronca a Kero, Spi y Nakuru!)