CAPITULO 3
El mes pasó rápidamente, y faltaba una semana para Hallowen. Dumbledore había decidido realizar un baile, como siempre las chicas estaban como locas, mientras los chicos trataban de escabullirse. En ese mes se había hecho cada vez más amiga de Severus. Marianne no podía creerlo ni siquiera ella misma. ¿Amiga de Snape? Nunca se lo habría imaginado. Y tampoco se habría imaginado como era el, cuando se le conocía. Era extraño que no tenga tantos amigos más que los idiotas de Malfoy, Cravee, Goyle, y algunos otros.
-¿Con quien vas al baile?- Le preguntó Marianne a Navery.
-Con Sirius, hoy me invitó, lástima que el me había invitado, por que también James lo hizo-
-A mi me invitó Sirius, ¡pero después del baile de quinto año creo que no podría soportarlo otro baile así!- Dijo Marianne.
-Meyra..¿Obviamente vas con Remus no?-
-Claro- Contestó Sonriendo. -¿James con quien iras?- Le preguntó, cuando James acababa de entrar a la sala común.
-¿Eh?- Dijo el chico sin entender nada.
-Al baile-
-¡Ah! Si, con Lily-
-¿Y tú Marianne?, si no vas con Sirius con quien irás?-
-Me invitó un chico de Hufflepuff, pero no quiero ir con el-
Siguieron hablando del baile. Mañana sábado podrían ir a Hogsmeade.
-Yo quiero que todos nosotros vayamos a las tres escobas, y tomemos cerveza de manteca, yo los invito- Dijo James.
-¡¡Sii!!- Gritó eufórico Sirius.
-¡Sería genial!-
-Muy buena idea James-
Salieron de la sala común para ir a la torre norte, a Astrología. Era un grupo muy grande, estaban Sirius, James, Remus, Peter, Navery, Meyra, y Marianne. Habitualmente también estaba Lily, pero la estúpida de Hanna le decía que no eran buenas compañías, en realidad para que se quedara con ella, ya que no era bienvenida entre ellos.
Estaban por llegar a las escaleras de caracol para subir a la torre cuando se escuchó:
-¡Hey, Alba!- Pareció que todos se llamaban Alba, ya que se dieron vuelta. Y vieron algo que a Sirius no le gustó mucho: Severus Snape.
-¿Y tu que haces aquí Snape?-
-No te importa Black-
-Ya veras cuando te agarre, la nariz te va a quedar hecha...- Comenzó a decir mientras que James y Peter lo sostenían para que no se abalance contra Snape.
-¡Ya basta Sirius!- Le dijo Marianne. Luego miró a Snape.
-¿Podemos hablar un segundo?- Le dijo él.
-Si, claro-
Para sorpresa de todos (hasta de Marianne) la agarró del brazo suavemente y la llevó un poco lejos de todo ese grupo.
-¿Qué pasa Severus?-
-¿Vas..eh..quieres ir a Hogsmeade?-
-Si, voy a Hogsmeade- Severus la miró, y ella entendió el significado de sus palabras.
-Ah..eh, si quiero ir cont..?- Él la interrumpió.
-Si, si quieres ir conmigo a Hogsmeade-
Marianne lo miró y pudo ver que arrugaba las mangas de su túnica constantemente. Ella le sonrió y le respondió:
-Claro, por mi encantada- El también sonrió y miró por encima del hombro de Marianne. –Creo que tus amigos quieren que vayas, llegarás tarde a clase- Marianne volteó y vio a todos sus amigos mirándola sin hablar.
-Si, creo que si, entonces..nos vemos en Hogsmeade-
-¿En las tres escobas a las nueve si?-
-Esta bien, gracias por invitarme-
-De nada Alba, ah..una cosa más..-
-¿Si?-
Snape se quedó en silencio como meditando sus pensamientos y habló:
-¿Tienesparejaparaelbaile?- Dijo muy rápido. Marianne no entendió nada.
-¿Qué?-
-Que...si tienes pareja para el baile...- Dijo ¿Sonrojándose? Si, sin duda había un poco de color en sus pálidas mejillas.
-No..- Dijo ella. Él la interrumpió rápidamente:
-¿Quieres venir conmigo? Si no quieres esta bien, no hay problema, por que..-
-¡Claro que quiero!- Le dijo Marianne. Severus sonrió.
-Entonces, bueno, nos vemos mañana Alba, Adiós-
-Adiós Severus- "¡Sin duda, a el le gusta decir mi nombre, pero...a mi también me encanta decir Severus!"
Severus se alejó al tiempo que Marianne volvía con sus amigos. Pasó las preguntas de Sirius y algunas de sus amigas, por alto y subió rápidamente las escaleras.
Cuando se sentó con Navery en la clase ella le preguntó:
-¿Qué quería?-
-Tu te callas de lo que te digo, ¿está bien?-
-Claro, ¿alguna vez te he delatado?-
-No, pero siempre hay una primera vez para todo..-
-Ya ya, ¿Qué paso?-
-Me invitó a Hogsmeade- Dijo Marianne desviando la mirada de los ojos de Navery.
-¿Enserio?- Dijo riendo. –Bueno, yo ya me estoy acostumbrando a tu amistad con el, así que..-
-Espera, también me preguntó otra cosa-
-¿Qué?-
-Me pidió que vaya con el al baile- Dijo ahora un poco roja.
-¿¡Qué!?- Rió Navery.
-Eso- Dijo riendo con ella.
-¿Te gusta, no?-
Marianne la miró "¿Me gusta?...." lo pensó un momento. "Claro, no hay que negar la verdad, me gusta, ¿Qué me gusta? Pero si me encanta!" Miró a Navery, sonrió a modo de afirmación y continuó haciendo su trabajo de la luna.
La clase terminó y como era la última se fueron todos a la sala común, Sirius y James la interrogaban a Navery por que la habían visto hablando con Marianne. Navery ya harta miró a Marianne, y ésta asintió a modo de decirle que les diga lo que le había contado, le haría un gran favor en no tener que decírselo ella misma.
Marianne fue directamente a los dormitorios, pero pudo escuchar a Sirius gritando:
–¡¿¿¡QUE VA CON SNAPE AL BAILE!??!- Y a Remus y James riendo.
Meyra subió también y encontró a Marianne.
-¿Así que tienes pareja para el baile, eh?- Le dijo riendo.
-eh..si..- Respondió más roja que un tomate.
-¿Te gusta?-
-Si...-
Meyra rió. –Ya lo sabia, pero quería confirmarlo- Marianne le tiró una almohada de su cama, donde estaba sentada.
-¿Por qué te llama Alba?-
-No lo sé, el primer día de clases cuando el profesor me puso con el, quiso fastidiarme llamándome por mi segundo nombre pensando que no me gusta, Severus escuchó y cuando me senté con el me llamó Arodaños, le dije que no me gustaba que me llamen por el apellido, y desde ese día me llamó Alba-
-¿Y si le gustas?-
Marianne se mofó con una sonora carcajada y le dijo: -Claro que no, ni en mis sueños-
-Ah! ¿En tus sueños? ¿Por lo que veo te gusta mucho no?-
Marianne se puso MUY roja.
-Pero Malbi, si te invitó al baile, tal vez..-
-Si si , justamente...ya, vamos a dormir que mañana tenemos que levantarnos temprano-
-Claro! ¡Por que no quieres llegar tarde con tú Severus!- Meyra le pegó con la almohada que le había tirado ella antes.
Se levantaron un poco tarde en la mañana. Se vistieron rápidamente y se dirigieron con sus amigos hacia unos carruajes que los llevarían hasta Hogsmeade.
En el camino fueron todos apretujados en un carruaje. Cuando llegaron salieron rápidamente, eran las nueve menos diez.
-¡Vamos a las tres escobas!- Dijo James.
Cuando llegaron todos comenzaron a entrar. Marianne se quedó en la puerta. James la miró confundido.
-Marianne, ¿No entras?-
-Eh...no..- James más confundido que antes le preguntó:
-¿Por qué? ¿Pasa algo?-
-No nada James, es que...pasaré el día con Snape...-
-¡Ah Esta bien, no tiene importancia, no soy como Sirius- Dijo guiñándole un ojo. –Que te la pases bien-
-Igualmente, y....gracias James..-
-De nada, pero ten en cuenta que le tendré que decir a Sirius el por que de tu "ausencia"-
-Mejor, dile tu, yo paso-
James entró en las tres escobas. Marianne se sentó en unos escalones que había, esperó cinco minutos y Snape apareció.
-Hola Alba-
-Hola Severus-
-¿Vamos?-
-Si! quiero ir a Honeyducks a comprarme algunos dulces-
-Esta bien, vamos, no te invito a las 3 escobas por que se quienes están dentro...- Dijo sonriendo.
-No hay problema- Respondió Marianne sonriendo también.
Recorrieron todo Hogsmeade charlando animadamente. Fueron hacia las tres escobas.
-De seguro ya se fueron tus amigos, es que no quiero causarte problemas..- Dijo ofreciéndole una rana de chocolate.
-No te preocupes Severus- "'¿¡Cómo demonios alguien puede tener una mirada tan hermosa?!" Pensaba mientras miraba a Snape.
Cuando entraron a las tres escobas algunos los miraban curiosamente. "¿Un Slytherin con una Gryffindor?" Decían sus miradas observando sus túnicas.
Se sentaron en una mesa y Snape pidió dos cervezas de manteca.
Luego de hablar un rato, Severus se quedó mirando por encima del hombro de Marianne. Ella volteó y vio a Lucius Malfoy y sus dos amigotes.
-Oh...¿No saben que ahora te juntas con sangres impuras?- Le dijo Marianne, no sabía por que, triste.
-¿Qué?, no te llames a ti misma así, es un asco ese termino, eres una bruja, hija de quien seas- Dijo sin despegar la vista de Lucius. Este se acercó con Cravee y Goyle.
-Hola Sev- Se sentó en el lugar vacío al lado de Marianne. Ésta sorprendida lo miró con cara de "lárgate".
-¿Qué?- Dijo Lucius.
Marianne no contestó, se limitó a sorber un poco de cerveza de manteca.
-Lucius, por qué no...- Comenzó Severus al ver la cara de Marianne.
-¿Qué Severus?, si quieres que me vaya me voy, pero quiero que pienses lo que te dije anoche, lo de unirnos a el, ¿Sería lo mejor no crees? Tendríamos poder y..-
-¡Ya calla Malfoy!- Le gritó Snape. Él y sus dos amigos se retiraron del bar siendo observados por Snape fríamente.
-¿Qué quiso decir Malfoy, a quien te unirás?- Preguntó entre intrigada y preocupada Marianne. Muchos alumnos de Slytherin se planteaban ya en su último año el poder unirse a Lord Voldemort.
-Nada, no le hagas caso- Y rápidamente entornó otra conversación. Al rato se levantaron y salieron de las tres escobas.
-Alba, ¿Me acompañas a comprar ingredientes para pociones?-
-Claro,¿En donde?-
-Allí- Dijo señalando un pequeño negocio.
Cuando entraron Marianne pudo ver muchos frascos con distintos ingredientes. Algunos daban asco, otros eran muy comunes. También había calderos, piedras, hojas de té para la adivinación, cajas de runas, y más.
Marianne se concentró en una piedra violeta.
-Disculpe- Dijo Marianne al vendedor que estaba sacando ojos de escarabajo de un frasco a Severus. –¿Cuánto cuesta esta piedra?-
-¿La Amatista?-
-Si, la violeta-
-50 galleones-
-¿¡Qué!?- Preguntó Marianne incrédula. "¿¡¡50 galleones!!?...¡Es una estafa!"
-Si, señorita, es una piedra que no se consigue en cualquier lugar, aunque los muggles la utilizan mucho, pero para decoración, los magos aprovechamos sus propiedades mágicas, un cristal muy útil si deseas realizar algún hechizo de índole espiritual o por ejemplo para deshacer el mal de ojo, también se dice que trae buena suerte... se considera ideal para curar depresiones, estrés y agotamiento mental...es un potente sedante y armoniza la energía de nuestro cuerpo- Hizo una pausa para tomar aire "Este tipo debe saberse todo de memoria" Pensó divertida Marianne al ver al pobre hombre hablando sin parar. -es ideal para superar cualquier tipo de carencia afectiva y problemas sentimentales-
-Uhm..bueno, aún así no tengo el dinero..- Dijo riendo ella. El hombre se resignó y siguió atendiendo a Severus.
La tarde terminó rápidamente para Marianne y se despidió de Snape para dirigirse al carruaje con sus amigos.
-¿Cómo te fue Marianne?- Le preguntó Navery una vez que todos estuvieron dentro.
-Bien- Dijo con una amplia sonrisa. -¿A ustedes?-
-Muy bien, nos divertimos mucho...¿A que no sabes todo lo que hicimos?- Comenzó Sirius apropósito. Marianne no le prestó atención, estaba en sus pensamientos..en Severus.
Cuando llegaron a Hogwarts nuevamente, James y Navery le contaron que estaban planeando una broma para Lucyl, una chica muy estúpida de Slytherin.
-¡Genial! ¡No me la soporto!- Dijo Marianne emocionada.
-También nos vengaremos de Malfoy, y de quien este con el- Habló Sirius.
Marianne miró fijamente a Sirius.
-¿Y quién está con el exactamente?-
-Cravee, Goyle, Snape- Dijo y comenzó a decir muchos nombres.
-¿Por que fastidias a Severus?- Le dijo ella enojada.
-¿Severus? ¡Hay discúlpeme! ¿Ahora que estás tan amiga de ese estúpido te olvidas de nosotros?-
Marianne se levantó enojada.
-Está bien..- Dijo conteniendo la ira. –Me tienes harta- Habló muy seria y se fue.
-Sirius..- Le llamó Navery.
-¿¡Qué!?-
-Creo que esta vez si le tendrías que pedir disculpas, pero enserio, se ha enojado..de verdad- Dijo James.
-¡Bah! ¡Si claro! Mañana estaremos como siempre, James, lo sabes-
-No lo se Sirius...- Dijo Navery preocupada.
La semana pasó, Navery y James habían acertado en lo que se refería a Marianne. No le dirigía la palabra a Sirius, y si lo hacia, era de una manera muy "formal" no como antes. Sirius se daba cuenta de esto y estaba comenzando, además de molestarle, a dolerle.
Era sábado y en pocos minutos comenzaría el baile.
-¡¡Marianne, por favor, ayúdame con la poción!!- Gritaba desesperada Navery.
-Si, allí voy-
-¿Estás segura de que...?-
-Nav, Severus me dio la poción, ¡Es el mejor alumno de pociones!-
-¡Bueno..entonces pónmela!-
-De acuerdo- Dijo cubriéndole el pelo con poción alisadora. Cuando le cubrió todo tenía un aspecto pegajoso.
-Enjuágate y sécate el pelo- Le indico Marianne.
-¡Gracias!-
Siguió arreglando su túnica. Era negra con algunos motivos fucsias. El pelo lo llevaba con unos pocos bucles que animaban su rostro.
Meyra tenía una túnica azul y llevaba unos rulos en su cabello rubio, que por cierto habían costado mucho trabajo, ya que ella tenía el pelo muy lacio.
-Bajemos- Dijo Lily, que llevaba una túnica verde que resaltaba sus ojos.
Todas las chicas bajaron a la sala común.
-¡Meyra! ¡Meyra!- Dijo gritando James. –Remus está en la enfermería-
-¿¿Qué??- Preguntó preocupada ella.
-Si, sabes que hoy hay luna llena...-
-¡Dios mío! ¿Hoy? Pero el calendario lunar decía...-
-Se ha equivocado, si quieres puedes ir al baile, Remus me dijo que no quería que te arruinara la no...-
-¡Ahora iré a la enfermería! No puedo estar bailando mientras Remus esta allí...- Dijo Meyra tras salir de la sala común.
-¿Vamos?- Dijo James a Lily ofreciéndole su brazo. Ésta lo tomó y salieron. Llegó Sirius, Marianne se despidió de Navery rápidamente y salió de la sala común rozando a Sirius bruscamente.
-¿Qué nunca me va a perdonar?-
-¡¡Después de lo que le hiciste a Snape!!- Dijo Navery cansada de que Sirius no entienda de que había hecho mal en hacerle esa broma al amigo de Marianne.
-¡¡Pero es Snape!!-
-¡¡Y es su Snape!!- Dijo Navery. Luego se dio cuenta de que lo había dicho muy fuerte y se tapó la boca.
–Eh..¿Vamos?-
-Si..-
Salieron de la sala común, mientras Marianne bajaba unas escaleras que la llevarían al gran salón.
Estaba parada esperando a Severus, cuando le tocaron el hombro.
-Hola Alba-
-Hola- Severus llevaba puesta una túnica negra, estaba completamente vestido de negro, a excepción de unas botas grises.
-Estas....muy linda- Marianne le sonrió.
-Gracias, también te ves muy bien- Severus le ofreció su brazo y Marianne lo tomó. No sabía donde iban a sentarse, pero el la llevó a una mesa con los de siempre, Cravee, Goyle (sin pareja, por supuesto) y Malfoy, junto a Lucyl.
Malfoy ya no la insultaba, pero no eran amigos "Sobre mi cadáver seré amiga de Malfoy". Al parecer entendía que Snape tenga una amistad de Gryffindor.
-Hola Sev- Saludó Malfoy. –Hola Alba-
-Hola- Respondieron los dos sentándose. Era una situación muy extraña.
-¿Quién lo diría?- Dijo Lucius. –Una Gryffindor, amiga de un Slytherin, y ahora está en una mesa sentada con muchos que no son de su casa-
-Que irónico- Respondió Marianne con una sonrisa sarcástica. Severus comenzó una charla y deshizo el ambiente de tensión que había entre los Slytherins y Marianne. La música comenzó a sonar y muchas parejas se levantaron para bailar.
Marianne pudo ver, con terror, que sus amigos estaban en una mesa cerca de ellos. Y que alguien acababa de entrar: Sirius y Navery.
"Por favor, por favor, por Merlín, que no me vea" Pensaba desesperada Marianne. Severus notó esto.
-Alba..¿Quieres bailar?- Marianne volteó a ver a Severus y asintió. Éste la tomó de la mano (Marianne se puso levemente roja, pero no se notó, ya ni siquiera recordaba a Sirius en ese momento) y la llevó hasta donde estaban todas las parejas bailando. Había mucha gente, así que perfectamente podían esconderse entre las personas bailando.
-Que buena idea- Le dijo Marianne sonriendo.
-Verdad?, pero aún así tendrás que bailar conmigo- La tomó de la cintura dejando libre una mano con la cual agarró la mano libre de Marianne, mientras que ella posaba la otra mano en el hombro de Snape.
Bailaron al ritmo lento de la canción, Marianne miraba a su izquierda, pero sentía la mirada penetrante de Snape en su rostro. Volteó y miró a Snape quien la miraba fijamente...
-¡¡Lo siento!!- Dijo una chica tras empujarlos bailando. Navery y Sirius.
-Es..está bien- Contestó Marianne un poco aturdida. La música cesó para dejar escuchar otra mucho más rápida y movida.
-No me gusta mucho esta canción..-
-A mi tampoco, ¿Nos sentamos?- Le dijo Marianne sonriendo.
-Mmm...no- Dijo pensativo el. Marianne no entendió mucho "Si no te gusta la canción, y no te quieres sentar, ¡¿Quieres que nos queremos parados aquí toda la noche?!" Pensaba Marianne entre divertida y confundida.
-¿Vamos afuera?- Dijo al fin Severus.
-Ah! Claro- Se dirigieron hacia los jardines de Hogwarts, que en ese momento estaban iluminados por la luna llena (pobre Remus).
Había algunos alumnos, grupos o parejas que también habían decidido tomar un poco de aire. Se sentaron sobre el pasto, cerca del sauce boxeador, apoyados en una enorme piedra.
-¿Cómo está Lupin?- Preguntó Severus tras unos momentos de silencio.
-Bien, ¿Por qué?-
-Se que es un hombre lobo, Alba, no hay problema, no he dicho nada, ni lo haré-
Marianne abrió mucho los ojos. "¿Cómo sabía Snape lo de Remus? En fin..si no habría la boca...ella confiaba en el"
-Esta bien, ahora debe estar con Meyra en...-
-Si, se donde, se que no está en la enfermería, y se lo de los animagos también-
Ella se sorprendió más que antes.
-¿Có..Cómo sabes lo de los animagos?-
Snape sonrió. –Te lo contaré otro día, fue por una broma que me hicieron tus amigos, ¿Sabes transformarte?-
-Si..- Dijo Marianne aún confundida.
-¿En qué animal te transformas?-
-En un gato negro- Snape la miró y Marianne entendió lo que quería. –Ven, si quieres te muestro, pero no me tiene que ver nadie-
-Vayamos tras el sauce-
Se dirigieron tras el árbol con cuidado de no tocarlo para no recibir un buen golpe. Una vez tras el, Marianne se transformó, y tomó la forma de un gato negro con ojos cafés frente a Snape.
-Esto..es...genial- Logró decir Snape. El gato maulló y volvió a su forma de mujer de 17 años.
-¿Cómo aprendiste?- Le preguntó Snape mientras que se sentaba y Marianne hacía lo mismo. Aunque no le gustaba mucho estar tras el sauce boxeador ya que impedía que llegara mucha luz, estaba con Snape y eso le hacía olvidar el miedo.
-Créeme que no fue nada fácil, desde tercer año he tratado, pero recién lo conseguí, al igual que Meyra y mis amigos, el año pasado, casi a finales-
-Eres muy buena bruja, como para lograr eso aún siendo estudiante- Ella le sonrió.
Se quedaron sentados tras el sauce varios minutos, mientras que la luz de la luna se colaba por las interminables y gruesas ramas de árbol. El silencio se apoderó de ellos, pero no era un silencio incómodo, si no que Marianne sentía que era agradable. Snape no se sentía muy diferente a Marianne.
-Alba....- La llamó él.
-¿Si?-
Snape no habló por unos momentos. Marianne volteó a mirarlo, y se dio cuenta que sus rostros estaban a centímetros.
La miraba fijamente. Los ojos negros de Snape pasaban desde los ojos de Marianne hasta su boca y de nuevo a sus ojos.
-¿Pasa al..- Comenzó Marianne. Pero él la cortó dándole un beso en la boca.
Al principió Marianne se quedó de piedra, pero luego respondió al beso y rodeó su cuello con los brazos mientras que el la abrazaba por la cintura. Los labios de Snape pasaron de la boca de Marianne hasta su cuello, y nuevamente a su boca.
Se separaron y él sonrió. Marianne también lo hizo aunque muy roja. Lo abrazó y Severus la besó otra vez tras decirle: -Te amo-
Marianne JAMÁS se hubiese imaginado esta situación. Así que se limitó a decir: -Yo también te amo-.
Un maullido desvió su atención. Un gato naranja estaba mirando con sus ojos celestes entre las ramas del sauce boxeador.
Cuando notó que Marianne miraba al animal, este salió del sauce y se escabulló hacia el castillo.
Marianne y Severus se quedaron casi todo el baile tras el sauce. Cuando llegaron Malfoy lo miraba interrogante.
-¿En donde estabas?-
-No te importa- Dijo sonriéndole a Marianne quien estaba tomada de su mano. Lucius observó esto y frunció el entrecejo.
El baile terminó y Severus se despidió de Marianne (normalmente, ya que estaba Licius a su lado todo el tiempo).
Marianne subió a la sala común, en el camino se encontró con Meyra.
-Oh..no..- Solo pudo decir Marianne.
-Hola Marianne- Dijo Meyra riendo adivinando el pensamiento de su amiga.
-¡No juegues conmigo, como pude ser tan tonta, sabía que bajarías en tu forma animal por el sauce después de visitar a Remus!-
Meyra reía sin parar.
-Ya, esta bien, no te apenes- La tranquilizó ya dejando de reír. –Enserio, no diré nada a Sirius ni a nadie, tu puedes contárselo a quien quieras-
-Gracias Mey-
-De nada..y..¡¡Felicitaciones!!- Le dijo echándose a correr seguida por Marianne.
Apenas llegaron a la sala común Marianne se despido de todos con un simple "Adiós" y subió a la habitación, se cambió rápidamente y se acostó. Estaba muy feliz, más feliz que nunca, tenía...a Severus!! Si!!. Sin poder evitarlo cayó rendida en un sueño profundo. Pero con una sonrisa en el rostro, recordando los tiernos besos de Severus y su mirada, con sus ojos negros, que ahora a ella le parecían los más dulces y cálidos que podría haber visto.
