CAPITULO 6

Luego de un tiempo todo iba bien. Marianne, Remus y Sirius se encontraban como en los viejos tiempos.

Por su parte Marianne estaba muy unida con Severus, Sirius estaba muy molesto con esto. Dumbledore cada vez que los veía, tenía otra mirada en sus ojos. Lo mismo que McGonagall, ¿Nadie se habría olvidado de la relación que habían tenido ella y Severus?, Hasta la dama gorda del retrato le había preguntado si seguía con el.

Ese día los alumnos irían a Hogsmeade de visita. Dumbledore los había reunido nuevamente a todos.

Les dio indicaciones a cada profesor de que curso tenía que cuidar. Arabella, Remus, Mundungus, y McGonagall se ocuparían de todos los cursos. Mientras que..

-Severus, Marianne, ustedes se ocuparán de quinto curso de Gryffindor, donde esta Harry, y de las otras casas-

Marianne tuvo la impresión de que Dumbledore había hecho esto a propósito. Pero por supuesto no dijo nada.

Sirius, estaba muy molesto. "Pero Albus! Por que yo no voy! Podría ayudar a Marianne y a éste tipo a proteger a Harry y a las otras casas!". Aún así tenía que quedarse en Hogwarts con Dumbledore.

En los carruajes Snape, Remus y Marianne fueron juntos. Severus no hablaba mucho, de seguro por la presencia de Remus.

-Bueno, aquí los dejo, allá va Harry, a las tres escobas, vayan allí- Le dijo Remus cuando bajaron.

Los dos se dirigieron a las tres escobas en donde estaban Harry, Ron Hermione y algunos alumnos más de otras casa por separado.

Marianne y Severus se sentaron en una mesa cerca de ellos. Snape pidió dos cervezas de manteca. Marianne recordó mucho una tarde en Hogsmeade que habían pasado en su época de Hogwarts.

Estaba hablando, Marianne notó como Harry al verla con Severus le guiñó un ojo. Luego de un rato, algo inesperado pasó.

-Crucio- Se escuchó, y alguien gritó. Madam Rosmerta estaba retorciéndose en el suelo, mientras que un hombre con capa negra le apuntaba con su varita.

Severus y Marianne se levantaron, Marianne fue un poco más cerca de Harry, mientras que Severus se dirigía hacia el mortífago. Éste se dio cuenta y apunto a Snape con su varita. –Imperio- Snape involuntariamente apuntó a Marianne con la varita y dijo:

-Avada keda...- Luego pareció desatar una lucha interna. –Lucius....- Dijo por lo bajo, luego pareció darse cuenta de lo que casi había hecho a Marianne. -¡Lucius no!- Gritó y desvió su varita hacia el mortífago.

Éste hizo lo primero que se le ocurrió y apunto a Marianne con su varita.

-Crucio- Dijo nuevamente y Marianne comenzó a sentir un dolor por todo su cuerpo. Severus miró al mortífago y este volteó a verlo.–¡Desmaius!- Gritó Snape, el mortífago trató de eludir el hechizo y por eso cortó el maleficio de Marianne. Ella cayó al suelo inconsciente. Severus corrió a donde estaba, mientras que el mortífago, que no había sido tocado por el hechizo, tocaba una copa y desaparecía (traslador).

En ese momento llegaron Remus y Mundungus. Indicaron a los alumnos que vayan a los carruajes con McGonagall y Arabella. Snape tomó a Marianne y la cargó hasta el carruaje. Remus estaba muy nervioso al igual que Snape.

En ese momento Marianne despertó dolorida.

-¿Qué..?-

-Shhh- La callaron los dos. Marianne seguía encima de Severus por que él la estaba cargando. Cerró sus ojos, y entro en sueño rodeada por lo cálidos brazos de Snape.

Despertó en la enfermería, con Remus, Sirius y Severus en al pie de su cama. Mundungus y Dumbledore estaban charlando en voz baja a unos metros. Marianne gimió ya que cuando quiso levantarse se dio cuenta que tenía un profundo dolor de espalda, cabeza, piernas. Le dolía todo el cuerpo.

Severus se percató de esto y se acercó, luego se acercaron Remus y Sirius.

-¿Estás bien Alba?- Le preguntó Severus. La miraba dulcemente, esto le hizo pensar a Marianne que definitivamente seguía, y seguiría enamorada de Snape.

-Si..- Dijo ella.

-¡Marianne! ¡Que suerte que estas bien!- Dijo Sirius. Remus asintió y habló:

-Suerte que Snape estaba allí-

-Si si Remus...- Contestó Sirius sin darle importancia a Snape.

Mundungus y Dumbledore se acercaron.

-Cariño, ¿Estas bien?- Le preguntó su abuelo.

-Si, estoy bien- Y le sonrió.

-Gracias, Severus- Dijo Dumbledore.

Marianne le sonrió a Snape cuando éste la miró.

-Severus, ya no tendrás que hacerte pasar por mortífago, de seguro el que atacó a Marianne ya le ha informado sobre tu conducta, y no quisiera que vayas a merced de todos ellos- Informó Mundungus.

-¿Qué?- Preguntó en tono MUY alto Sirius. –¡¡Arruinaste todo Snape!!- Le gritó a Severus.

-Sirius..- Le llamó Albus. Marianne observaba a Sirius recostada en la cama de la enfermería, mientras Severus le tomaba la mano cuidadosamente. Todos notaron esto y Snape fue el centro de las miradas.

-Si, Black, di lo que quieras, ¿Qué querías? ¿Qué esperara a que el mortífago terminara de hacerle cruciatus a Alba y que la mate?- Dijo Snape fríamente mirando a Sirius. Éste no contestó.

A los dos días Marianne volvió a dar clases. Un jueves se levantó y se dirigió a desayunar. En la mesa de profesores se encontraban Albus, Arabella, Mundungus, Remus y Severus.

-Buenos días- Saludó Marianne a todos. -¿Severus, puedo hablar contigo un momento?-

-Claro- Dijo levantándose y dirigiéndose junto a Marianne fuera del comedor mientras que los miraban. Ya fuera:

-Severus, no tuve oportunidad de agradecerte lo de Hogsmeade-

-No tienes que agradecerme nada, ¿Crees que te hubiera dejado allí? No....- Marianne le sonrió y lo abrazó fuertemente. Severus respondió al abrazo de igual manera. Sintió nuevamente los brazos de Snape en su cuerpo y no pudo evitar estremecer. Era la sensación más confortable que haya sentido.

En la noche se sentía muy cansada. Se recostó en su cama. Se metió entra las frazadas y apagó las luces.

Unos minutos después se escuchó un ruido cómo si trataran de forzar la cerradura de su habitación.

-Alohomora- Escuchó una voz. Asustada quiso tomar su varita de la mesa de noche, pero se sorprendió al ver que no estaba. Tomó un grueso diccionario de Runas y lo ocultó bajo las sabanas teniéndolo fuertemente.

La puerta se abrió para luego cerrarse suavemente. "¿Por que a mi?" Pensaba Marianne.

Pudo ver una sombra que se acercaba a su cama. Cuando estaba casi a dos centímetros se desvió hacia la mesa de noche, aprovechando que el sujeto estaba observando la mesa de noche, Marianne rápidamente salió de su cama y le pegó con el diccionario de Runas en la cabeza. Sin mucho éxito, ya que la persona se había dado cuenta de esto y había tomado el brazo de Marianne impidiéndole hacer mucho más que rozar su cabeza con el diccionario.

-¡¡Quieres matarme!!- Vociferó la voz.

-¿Se...Severus?- Preguntó sin poderlo creer.

-Lumus- Dijo el. Se acercó a prender las luces de la habitación y al fin se pudo ver con claridad.

-¿Qué haces aquí?-

-Venía a visitarte- Dijo sarcásticamente. –Enserio, venía a dejarte esto, no quería despertarte, así que abrí la puerta y quería dejártelo encima de esa mesa- Explicó el señalando la mesa de noche. Luego observó a Marianne de pies a cabeza. Ésta lo notó, se observó a si misma y se dio cuenta que llevaba puesta la ropa que solo usaba de noche para dormir. Muy roja tomó una bata y se la puso.

-¿Qué querías darme?- Preguntó ella, aún no comprendía el atrevimiento de entrar a su habitación por parte de Severus.

-Esto- Dijo extendiéndole la mano. Ella trató de tomar el objeto que Severus tenía en su mano pero cuando lo hizo el sacó su mano. –Si me prometes no enfadarte por que te lo he devuelto tarde, y si me dejas explicarte-

-Si, claro, siéntate- Dijo señalando su cama. Severus se sentó y Marianne también lo hizo.

Snape le entregó lo que tenía en su mano. Marianne lo tomó y quedó sin habla.

-¡¡Es el anillo que me había dado Navery!!- Gritó sin poderlo creer. Hacía años que lo había perdido.

-¿Recuerdas cuando hablamos en el expreso?- Preguntó Severus. Marianne asintió rogando que Snape no hable más del pasado. –Bueno, entre...bueno...cuando estábamos..eh..despidiéndonos..- En éste punto Marianne sentía que ardía de la vergüenza. –Se te cayó, luego lo levanté, pero me olvide de dártelo....pero como ves, no soy un ladrón y te lo he devuelto- Dijo sonriendo.

-Gracias-

-Alba...- Severus se acercó más a Marianne. -¿Recuerdas nuestros tiempos en Hogwarts?- Marianne tragó saliva.

-S..si- Si no dejaba de hablar de eso, rompería en llanto en cualquier momento.

-Cuanto le debo al profesor de pociones eh?- Dijo sonriendo. -¿Recuerdas que cuando llegaste este año, te dije que yo tampoco te había olvidado?-

-Si..- Dijo Marianne. Snape se acercó más a ella.

-Es cierto, aún te amo- Y la besó. Marianne respondió con ansias ese beso. Eso era lo que esperaba. Deseaba tanto los labios de Severus, después de tanto tiempo de no volver a probarlos.

No le importaba nada en ese momento, solamente le importaba que estaba Severus, y ella...tampoco le importó nada cuando la capa de Severus quedó en el suelo junto con la bata de Marianne que acababa de sacarle Snape....

A la mañana siguiente se despertó abrazada a Severus. El ya estaba despierto y cuando notó el movimiento de ella le dio un tierno beso en los labios. Marianne sonrió y vio que tenía el anillo en su dedo del corazón.

-Creo que ese juego de Navery dio mucho resultado- Dijo más para si misma que para Snape.

-¿Qué?- Preguntó el.

Marianne le explicó lo del juego de cartas de Navery, y lo del "amuleto" que era el anillo.

Se levantó y se duchó mientras que Severus estaba en su habitación. Se cambió dentro del baño y se puso una túnica negra. Cuando salió Severus la miró:

-Que casualidad, nos vestimos iguales- Marianne le pegó suavemente y lo besó. Salieron del cuarto de Marianne y en la puerta se encontraban Remus y Dumbledore acompañados por un perro negro (Sirius). Los dos miraron entre divertidos y sorprendidos.

-Marianne- Habló Dumbledore, con un brillo especial en los ojos y sonreía.

-Hola Albus- Saludó Severus. El perro ladró y gruñó mostrando sus colmillos a Snape. –Ya calla Black-

-Marianne, veníamos a buscarte y también justamente buscamos a Severus, pero no lo encontrábamos- Dijo sonriendo. –Acompáñenme a mi despacho-

Todos se dirigieron al despacho de Dumbledore.

-Tienen que comunicarles a los alumnos que, los partidos de Quidditch no se realizarán, es peligroso- Dijo Albus cuando estaban dentro. También estaban Mundungus, Minerva y Arabella. –Tengo que ayudar a Hagrid con los gigantes, viajaré hoy mismo a las montañas, Mundungus me acompañará, dejo todo a cargo de Minerva, espero volver, y que no haya ningún inconveniente- Dijo mirando a Sirius.

Todos asintieron, luego de un rato de planificaciones Marianne salió junto a todos del despacho de Dumbledore.

En la semana estaba caminando por los pasillos, se encontró con Remus y Sirius (en su forma de perro) la llamaron aparte. Se dirigieron hacia un aula vacía, en donde Sirius se transformó.

-¡¿Qué hacia Snape en tu habitación la otra mañana?!- Gritó Sirius. Marianne estaba muy feliz por haber recuperado a Severus, así que no le importaba cuando grite Sirius, no podían arruinarle el día.

-Imagínatelo- Le dijo en voz baja y estaba saliendo del aula, mientras que podía escuchar a Sirius "Ah No!! De esta no se salva!! Voy a agarrar a ese idiota!!"; Luego volteó y dijo a Sirius: -¡¡Ten en cuenta que está allí desde la noche!!- Corrió riéndose de la actitud de Sirius, quien se transformó el perro y salió del aula mientras corría tras ella, al mismo tiempo Remus caminaba a paso rápido siguiéndolos murmurando cosas "Estos no crecen nunca, parecen niños".

Cuando Sirius llegó al castillo Marianne había desaparecido, Remus llegó:

-Sirius, vamos, no la encontraras nunca- Dijo observando a todos los alumnos que había por allí. –Luego hablarás con ella-

Sirius ladró y gruñó: -¡Hocicos! Ya basta, no vas a ir a...- Comenzó Remus, pero Sirius pudo ver a Snape "hablando", más bien sermoneando, a Harry, Ron y Hermione. Fue corriendo y se detuvo frente a Snape mientras que le ladraba. Harry, Ron y Hermione se miraron confundidos, pero a la vez divertidos ya que Snape tenía una impresión seria, pero se notaba que no le gustaba que Sirius haga eso.

-¿Sucede algo aquí?- Llegó Marianne junto a Remus. -Tú, perrito- Dijo mirando a Sirius y hablando con tono sarcástico. –Deberían enseñarte modales, no deberías metérte en los asuntos de los demás- Dicho esto les dirigió una sonrisa a Harry, Ron y Hermione. –Señor Potter, ¿podría acompañarme a mi despacho?- Harry asintió.

-Los acompaño- Dijo Remus y se fue con ellos.

Cuando llegaron al despacho de Marianne le comunicó a Harry, quien era el capitán del equipo de Quidditch de Gryffindor, la cancelación del deporte.

-¿¡Qué!?- Fue lo único que pudo decir. –¡No! ¡No puede quitar el Quidditch de nuevo este año!-

-Tranquilo Harry- Le dijo el profesor Lupin medio riendo.

-Este año soy capitán, ¡Y quitan el Quidditch! ¿Pero por qué?-

-Por que es muy peligroso, ya ha habido muchos ataques de mortífagos, y no les facilitaremos atacarnos por estar volando en escobas divirtiéndonos- Dijo Remus. Luego se puso muy serio. –Harry, Voldemort está recuperando sus fuerzas, Dumbledore fue a ayudar a Hagrid, van a tratar con los gigantes, antes que se una a el, lo que no sabemos como manejar son los dementores, si se unen a el, todos los mortífagos de Azkaban volverían, y no sabemos que ofrecerles, Voldemort puede darles mucho más de lo que nosotros podemos darles-

Harry también se puso muy serio. En ese momento pudieron ver que Marianne apoyaba sus manos en el escritorio, como sosteniéndose de el, y con cara confusa.

-¿Sucede algo Marianne?-

-N..no..- Contestó ella. –Me..me siento un poco..mal.....- A continuación se agarró del hombro de Remus.

-¿Marianne que sucede?- Hablaba Remus. Luego ella se paró repentinamente, salió del despacho corriendo tapando su boca, fue a su habitación que estaba al lado y corrió al tocador.

-¿Marianne?- Preguntó Harry con Remus desde la puerta de la habitación. -¿Qué te sucedió?- Dijo Remus ya entrando y viendo a Marianne salir del baño.

-Se podría decir que mi desayuno salió por mi boca- Le dijo en tono de broma.

-¿Quieres ir a la enfermería?-

Marianne estaba a punto de contestar cuando alguien tocó la puerta que estaba entreabierta.

-Pase- Dijo Marianne. Severus entró.

-Alba no has visto mi...- Comenzó, luego vio que Marianne no estaba sola. Se quedó callado.

-Vamos Harry, ahora tienes clases con Minerva, Adiós Marianne- Dicho esto los dos salieron de la habitación.

Severus observó a Marianne.

-¿Te pasa algo?- Le preguntó preocupado.

-No, solo que me sentía un poco mal- Severus se acercó, abrazó a Marianne de la cintura y la empujó suavemente contra la pared. Marianne quedó entre la pared y Severus mientras el la besaba en el cuello.

-Te daré una poción- Le dijo mientras quitaba un brazo de su cintura. Buscó en el bolsillo de su túnica y sacó un pequeño frasco. Se lo entregó a Marianne.

-¿Pero como, si no sabías que me sentía mal....?-

-Tu bébela- Marianne hizo caso y la bebió. Mientras que pudo ver que Severus también bebía de otro frasco.

-¿Severus qué...?- Sintió como si su estatura bajara. Miró sus pies por reflejo.

–Severus siento como si...- Pero paró de hablar cuando vio a Snape. Era el, si, pero....¡¡Parecía de 17 años!!.

-¡¡SEVERUS!!- Gritó ella sorprendida. El sonrió. –Esta poción es...la poción de rejuvenecimiento, pero que no cambia la mentalidad!- Todavía no podía creerlo. Se acercó al tocador y se miró al espejo.

-Esto es genial- Dijo ella mirándose. -¿Cuándo tiempo durará el efecto?- Por más que le encantara estar así, tenía que dar clases.

-Lo suficiente para mi- Se acercó a ella que seguía mirándose en el espejo y no lo notó. Se puso detrás de Marianne y comenzó a besarle el cuello nuevamente mientras la abrazaba, Marianne cerró sus ojos y Severus mordió su oreja suavemente, a lo que ella dejó escapar un gemido casi imperceptible. Snape cerró la puerta y estuvieron unos minutos allí encerrados.

Salieron del tocador ya en su aspecto natural, Marianne se dirigió a dar sus clases y Snape a las mazmorras.

"¡¡Qué hermoso que es!!" Solo podía pensar. Comenzó su clase, aunque no fue muy buena ya que estaba distraía. No podía dejar de pensar en Snape. La tarde pasó rápidamente, se encontraba cenando en la mesa de profesores, solo que Remus no se encontraba allí.

-¡Marianne, Marianne! - Llegó él corriendo. Marianne lo miró, pero Remus la tomó del brazo haciéndola levantarse y la condujo a la puerta del comedor. Cuando salió, no daba crédito a sus ojos:

-¡¡Marianne!!- Le dijeron dos mujeres. Meyra y Navery.

-Chi..chicas...- Tartamudeó. Luego las abrazó y las tres soltaron algún que otro sollozo. Hacía mucho que no se veían, puesto que la carrera de Aurors de Navery y Meyra las mantenía alejadas de allí.

-¿Qué hacen aquí?-

-Ya te contaremos- Dijo Meyra. Luego abrazó a Remus. Marianne miró con el entrecejo fruncido.

-ehh..Marianne...es que, bueno, Mey y yo...-

-Si, si no hace falta explicaciones...- Le cortó Marianne sonriéndoles.

-Hace bastante, pero no podía decírtelo por que arruinaría la sorpresa de que iban a venir...-

-¿Se quedarán?- Preguntó Marianne ilusionada.

-No, estaremos en Hogsmeade, y además viajaremos en dos días a las montañas, por...- Dijo Navery.

-Si, lo se..-

-Bueno, solo vinimos a saludarte Malbi, ¿Remus puedes irte un segundo? Ve a cenar..-

-Si, claro Mey- Le dio un beso en los labios y se marchó.

-¿Snape está aquí?- Preguntaron al unísono rápidamente las dos. Marianne rió por su comportamiento.

-mm..mejor vamos a mi habitación..- Les dijo Marianne a sus mejores amigas.

Cuando estaban por llegar, Marianne paró en seco.

-¿Pasa algo Malbi?- Le preguntó Meyra.

-N..no, solo un malestar, es raro, me pasó también esta mañana y vomité, creo que le pediré alguna poción o algo a Madam Pomfrey-

-Si, deberías ir a la enfermería- Dijo Navery preocupada.

Entraron a la habitación de Marianne y se sentaron en unas sillas al lado de una pequeña mesa.

-Bueno, cuéntanos que ya nos tendríamos que haber ido, van a matarnos, pero igualmente, ¿Ha pasado algo?-

-mmmm....si- Dijo Marianne y les contó lo que había pasado desde que llegó a Hogwarts, hasta ese día.

Las dos chicas se quedaron con la boca abierta. –Que chica...- Dijo Meyra.

-Si..¡¡Me alegro por ti Malbi!!...¡¡Mi anillo funcionó!! ¡¡Te dije que no eran tonterías!!-

Marianne les sonrió, Navery le contó que tenía una relación con un brujo del Callejón Diagon. Se despidieron muy a su pesar y Marianne se recostó en su cama directamente, no tenía ganas de seguir cenando.

Tocaron su puerta.

-Pase...- Dijo desganada. Se sentía un poco mal y quería dormir. Abrieron la puerta y Severus entró:

-Alba, ¿Por qué te fuiste?, ¿Sucedió algo?- Marianne le contó lo de Navery y Meyra, claro, saltándose la parte en la que ella les contaba todo a sus amigas sobre lo que había pasado con él.

-¿Te sientes bien ahora?- Marianne negó con la cabeza. -Espérame- Salió de la habitación y en unos minutos volvió con un frasco pequeño con liquido color azul.

–Bébela y te dormirás-

Severus hizo un ademán de que se corra, Marianne corrió su cuerpo y dejó espacio libre en su cama. Severus se acostó y la abrazó. Le dio la poción y a los dos minutos entró en un sueño profundo.

Unos días después Marianne se encontraba almorzando en el comedor, cuando se escuchó un estruendo que llamó la atención de todos los presentes.

-¿Qué fue eso?- Preguntó Remus. Harry entró corriendo al comedor junto con Ron y Hermione tras el.

-De...dementores...- Dijeron jadeando.

Remus se levantó, Severus hizo lo mismo. –Minerva, Arabella, Alba, que los alumnos no salgan de aquí-

-¿Qué? ¡¡Yo también iré, por algo soy profesora de defensa contra las artes oscuras!!- Dijo Marianne mientras se levantaba y se dirigía tras Remus y Severus.

-¡Alba ve!- Le gritó Severus señalando el comedor.

-Te ayudaré con los dementores quieras o no-

Salieron a los terrenos, y pudieron ver a cuatro dementores llegando a la puerta del castillo.

-Expecto patronum- Gritaron los tres al mismo tiempo. De la varita de Remus salió un rayo que parecía ser un lobo de color azul, de la de Severus una serpiente verde, y de la de Marianne un rayo violeta con al forma de un unicornio.

Los patronus comenzaron a atacar a cada dementor, excepto a uno. Ese mismo se dirigía rápidamente a abrir la puerta del castillo; Pero algo lo detuvo. Sirius acababa de realizar un patronus también.

Los dementores, aunque bajo la influencia de los hechizos lanzados, resistían. De pronto Marianne vio algo aterrada. Severus estaba en el suelo, agarrándose la cabeza con una mueca de dolor. Los dementores hacían recordar las peores cosas de tu vida, y te extraían la energía. Lo peor era que Snape no tenía su varita en la mano ahora. El dementor agarró su capucha e hizo un ademán de quitársela. ¿Sería el beso de dementor? Cuando se quitaban su capucha, daban un beso en los labios, y absorbían el alma, dejando a la persona ni muerta ni viva.

Marianne no lo pensó dos veces, dejó al dementor que estaba hechizando (Que cuando ella desvió su varita, calló al suelo y desapareció) y corrió donde estaba Severus. Cuando estuvo a un escaso metro el dementor dirigió su cabeza a la dirección de Marianne.

-¡Expecto patronum!- Gritó ella mientras que el unicornio salía nuevamente y comenzaba a rodear y atacar al dementor. Pero el dementor apoyó su "mano" en el hombro de Marianne, ella sin dejar de hechizar al dementor pudo escuchar unas voces, de dos chicas.. "Lo siento Malbi, debemos irnos, debemos seguir la carrera de Aurors, solo cuatro años, por favor, entiéndelo", también escuchó una voz, que reconoció cómo la de Remus: "Marianne, Lily y James han muerto...".. "Soy un hombre lobo, no merezco su amistad, no insitas Malbi"..., luego escuchó la voz de un joven en su cabeza, que supo que pertenecía a Snape: "Malfoy y yo nos uniremos al señor tenebroso..."... "No podremos vernos, eres hija de un muggle y una bruja, y yo siendo mortífago..."... "No puedo quedarme contigo". Luego de unos momentos la voz desapareció y también el dementor.

Marianne sin darse cuenta había comenzado a llorar fuertemente. Aunque los dementores ya habían desaparecido, ese último dementor había sido el peor para ella.

Sirius se transformó rápidamente en perro, para prevenir por si alguien salía de castillo.

Severus se levantó del suelo y se acercó a Marianne.

-¡Alba! ¿Qué te sucede!- Preguntó.

-Nada...-

-Ven, vamos-

Se dirigieron junto a Remus, Sirius se escabulló hacia el bosque prohibido para revisar que no haya más dementores.

Remus suspiró aliviado de que todos estuvieran bien. Se dirigieron dentro del comedor para informarle a la profesora McGonagall.

-¡Mi dios! ¡Enviaré una lechuza al profesor Dumbledore ahora mismo!- Dijo ella preocupada.

Harry se acercó con sus amigos hacia ellos.

-Profesor Lupin, ¿Está bien?- Harry lo llamaba Remus, pero no sabía si era correcto llamarlo así frente a otras personas que no sean Marianne, Sirius o Dumbledore.

-Si, Harry, gracias- Luego Remus miró a Marianne que estaba a su lado y junto a ellos Snape. –Marianne, escuche que estabas llorando-

-Sabes lo que producen los dementores...-

-Ven- Dijo el. Harry, los siguió ya que el profesor Lupin le había hecho una seña. Fueron al despacho de Lupin.

-Harry, antes que nada, ¿Te hicieron algún efecto los.....?-

-Si, escuché a mi madre de nuevo- Marianne miró a Harry con pena. Remus le había mencionado que Harry escuchaba a su madre siendo asesinada por Voldemort. Se levantó y abrazó a Harry.

-Estoy bien- Dijo cuando Remus y ella lo miraron. Marianne se sentó nuevamente en una silla.

-¿Qué te pasó a ti?- Le preguntó Remus.

-eh..yo..bueno, escuche...- Tomó aire y habló. –Escuche cuando Mey y Navery se iban por cuatro años, luego escuche cuando..cuando...me decías que Lily y James habían muerto...y que no querías verme más, a mi ni a nadie, por ser hombre lobo...y...cuando Severus se despedía de mi por seguir a Lord Voldemort....-

Remus la abrazó. –Odio los dementores- Habló Harry. Marianne le sonrió.

Se dirigieron al comedor nuevamente, ya estaba todo tranquilo. Severus cuando llegó la abrazó.

-Gracias Alba- Le dijo, sabía que se refería a "salvarlo" del dementor.

-No hay de que, después de todo, te devolví el favor, no?-

Severus le sonrió y le dio un pequeño y un disimulado beso en los labios (estaban en el comedor).

Pero no se dieron cuenta que Harry, Ron y Hermione si lo notaron. Harry sonreía, mientras que Ron y Hermione miraban incrédulos.

Hola!! espero que les guste!! porfi dejen reviews!!! mmmm.....bueno, les digo a , AOSHI, PIRRA y a LECHUZA-AMBARINA q son unas idolas y que este fic esta dedicado a ellas tambien ;) (PASEN POR EL FIC DE CAZADORAS DE CUARENTONES!! UN FIC ESCRITO DE A 3!!) ABAJO BRITNEY SPEARS!! Besos Mari reviews!!!!!!!!!!!!!!!!