CAPITULO 9

-¡Encontraron a Peter Pettigrew!- Gritó Remus entrando a su despacho.

-¡¿Qué?!- Preguntó Marianne llena de emoción.

-¡Si!¡Así como lo oyes!-

-O sea que, Sirius..-

-¡No tendrá que esconderse más tiempo!-

-¿Ya ha salido en el profeta?-

-Si, mañana se legalizará todo, los dementores ya no lo buscarán, ahora está almorzando con Harry, ¡si vieras las caras de pánico de algunos alumnos que no han leído el profeta!-

-¡Me las imagino!..Remus..¿Quién lo encontró?-

-Una bruja Auror, Efiner, pero no quiere que le den reconocimiento publico, además sería muy arriesgado para ella que los mortífagos supieran quien es-

-Si, claro, ¡Vamos con Sirius!-

Salieron del despacho y se encaminaron hacia el comedor, donde se escuchaba un gran murmullo.

Sirius estaba en la mesa de profesores almorzando con Dumbledore, McGonagall, Snape, junto con Harry, Ron, Hermione y otros profesores.

Algunos alumnos tenían cara de espanto, otros estaban contentos por Sirius y los más valientes se acercaban de vez en cuando a darle las felicitaciones (claro, la mayoría Gryffindor).

-¡¡Sirius!!- Dijo Marianne y lo abrazó mientras que él casi se ahoga ya que estaba tomando un poco de jugo. -¡¡Que bueno que atraparon a la rata!!-

-¡¡Si!!- Gritó Remus. McGonagall los miró seria pero luego esbozó una pequeña sonrisa.

-Ya dejen de gritar, que parecen los niños de antes-

Marianne estaba tan feliz que no le importó el comentario de McGonagall, Remus habló:

-Bueno, Minerva, si nosotros parecemos los alumnos de antes, tu pareces la de antes, discúlpenos profesora...- Se rió a carcajadas, hace mucho que no veían así a Lupin, y algunos alumnos miraban desconcertados.

-A ver...ya que retrocedimos el tiempo...-

Sirius tomó un poco de puré de calabaza con su cuchara, iba a comérselo, cuando apuntó con la cuchara e hizo de ella una catapulta.

-¡¡Idiota!!- Le gritó Marianne al ver su túnica manchada. –¡¡Ya verás!!-

Marianne fue más práctica, tomó una jarra llena y la volteó encima de la cabeza de Sirius.

-¡¡Que...!!- Se vio empapado y pegajoso. -¡Iack!-

-¡¡YA BASTA!!- Gritó McGonagall. -¡¡QUE EJEMPLO ES ESE PARA LOS ALUMNOS!!-

-Ya profe, no regañe a sus alumnos predilectos...¡¡TOMA REMUS!!- Gritó Sirius tirando un pedazo de carne. Remus se agachó y lo esquivó, desgraciadamente Navery estaba vigilando por su cargo de Auror en el comedor, y pasó por detrás de Remus.

-¿¡¡Pero qué hacen!!?-

-¡Retrocedimos en el tiempo Navy!- Le gritó Marianne.

-¡¡Pues compren un Giratiempo!!- Dijo ella enojada y se marchó maldiciendo.

-El trabajo de Auror es duro..tiene un humor de diablos..- Dijo Sirius mirando a Navery marcharse.

-Ya creo que dices eso pero dentro tuyo se que..-

-¡¡Hey!!...¡¡¡¡Ya cállate!!!!..¡¡¡O gritaré para que todo Hogwarts se entere que sales con el idiota de...!!!- Marianne le tapó la boca clavándole sus uñas en la cara. Snape que estaba charlando con Dumbledore y Arabella Figg (Hagrid no había vuelto aún, estaba con Madam Máxime) miró de reojo.

-No hagas algo de lo que te arrepentirás, querido Sirius, ahora ve a lavarte que estas hecho un pegote-

-¡¿Por culpa de quién?!-

-Si, mía, pero tú empezaste, ven, vamos yo también tengo que lavarme- Dijo mirando su túnica y cuello.

Sirius se levantó y los dos salieron del comedor siendo observados por alumnos, algunos que reían por el "espectáculo" que acababan de ver, otros estaban incrédulos, nunca habían visto profesores así (¿De inmaduros?).

Meyra que en ese momento entraba, se cruzó con ellos y vio el aspecto sucio de sus amigos, miró confusa tras sonreír y fue a la mesa de profesores a almorzar.

Marianne se dirigió a su habitación, Sirius al baño de los prefectos.

Antes de que pueda entrar una chica la llamó:

-Profesora- Marianne volteó y pudo ver el escudo de Slytherin en su túnica. -¿Podría preguntarle algo?-

-Discúlpeme señorita Parkinson, necesito cambiarme, si quiere espere dentro de mi despa..-

-Es que es solo una pregunta- Le dijo ella en tono suplicante.

-¿Qué se le ofrece?-

Pansy se acercó a Marianne y le dijo al oído: -¿Usted tiene algo con Sirius Black?-

Marianne abrió mucho los ojos y la miró.

-Esa es una pregunta muy personal, y me parece una falta de respeto- Si hubiera sido Hermione, o la hermana de Ron, Ginny; le hubiera contestado (La verdad, QUE NO), pero esa chica no le caía para nada bien. –Y para aclarar sus dudas, no, solo tengo una relación de amistad desde hace años, puede retirarse-

La chica se retiró un poco molesta y Marianne entró a su habitación

Terminó de cambiarse, se recostó en su cama y comenzó a leer un libro, tenía dos horas antes de la primera clase.

Alguien tocó su puerta y seguidamente se abrió.

-¿Estás ocupada?- Preguntó Snape.

-No, pasa- Entró y Marianne se sentó en su cama y le indicó a Snape que haga lo mismo.

-¿Qué pasa?- Preguntó ella.

-Nada, vine a estar contigo- Se encogió de hombros y habló de nuevo. -Quería también preguntarte algo-

-¿Dime?-

-¿Cuantas personas lo saben?-

-¿Eh?- Marianne lo miró con cara confusa. El rió y posó una mano en el estomago de ella. –¡Ah! ¡Eso!- Dijo ella. –Yo solo le he dicho a Remus, y mejor será que le diga a Mey y Nav, ¡me matarán si se llegan a enterar por Remus!-

-Entonces los únicos que lo saben son Lupin y Dumbledore..¿Y Black?-

-¿Sirius? ¡No!..¡No me quiero imaginar lo que diría!-

-Pero se enterará tarde o temprano....si quieres se lo digo yo a Black..-

-¿Tú le dirás a Sirius?-

-Si, te ahorraría un griterío..-

-Si...mejor dile tú hoy...yo le diré a Nav y Mey-

-Black te suplantará, así que le tendré que decir para que vaya preparando las cla..-

-¡¿Suplantarme?!-

-Si, claro, no puede estar aquí sin hacer nada-

-¡Pero no necesito que me suplanten hasta la última semana!- Snape rió. –¡Es enserio Severus! ¡Él sabe mucho de Runas también, y de Quidditch, por que no lo ponen allí? ¡Según he visto la profesora de Runas enfermó!-

-Si...bueno, después arreglarás eso con Dumbledore....¿Qué lees?- Señaló el libro que tenía en su mano.

-Filosofía muggle-

-¿Por qué te gustan los libros de muggles?- Dijo mirando un par de títulos de una pequeña biblioteca en la habitación. –Son tan...-

-Cuidado con lo que digas, acuérdate que soy hija de un muggle y una bruja-

-Pero eres bruja, no se por que te gusta tanto el mundo muggle, pero que más da...¿Tienes libros mágicos?-

-Si- Sacó de su mesa de noche tres o cuatro libros.

-¿Qué haces con estos libros?- Dijo observando las cubiertas de los libros que le había pasado ella. –"Los poderes que puede llegar a tener un brujo", "Las artes oscuras de los mortífagos", "Cómo predecir el destino"..no sabía que te gustaba adivinación..y los mortífagos...¿y para que el libro de poderes?-

-¿Esto es un interrogatorio?...bueno, estoy trabajando en algo, que no puedo decirte por el momento..-

-¿No me vas a contar algo..A MI?-

-Si, no te voy a contar algo A TI- Le contestó ella riéndose.

-Está bien, está bien..- Dijo él también sonriendo levemente. –Me voy, tengo clase en diez minutos- Le dio un beso y salió.

"¡Rayos..ahora tengo que decírselo a Mey..y a Navery...espero que Remus no haya abierto la boca!".

Se levantó y salió de su habitación, se dirigió a los terrenos de Hogwarts, y encontró a quienes buscaba, Meyra y Navery estaban hablando con un Auror que también las ayudaba.

-¡Hola chicas!- Saludó ella.

-Hola Malbi, este es Alexander Frietchen, bueno, le decimos Alex- Alex le extendió su mano a Marianne y ésta la tomó mientras que él la miraba fijamente.

-Un placer...si me disculpas..necesito hablar con ellas un momento..-

-No hay problema, luego las veo, Adiós- Alex se marchó y dejó a las tres chicas solas.

-¿Qué sucede?-

-¿Algo malo? Por la cara que tienes..-

-No Nav, nada malo..eh..vamos más lejos, hay muchos alumnos-

-Está bien-

Se alejaron un poco hasta las orillas del lago.

-¿Qué tal te pareció Alex?- Preguntó Navery sonriendo. Meyra puso los ojos en blanco e hizo una mueca de cansancio.

-¿Qué? ¿Cómo que "Qué me pareció"?-

-Si..es un chico lindo, es bueno, Auror y...-

-¡¡Y ella ya está con alguien!!- Gritó Meyra sorprendiendo a las dos chicas.

-¡¡Pero ese alguien es un ex mortífago!!- Le respondió de igual manera Navery.

-¡¡Ya basta!!- Gritó furiosa Marianne. –Navery, que sea ex mortífago no significa nada, tuvo una segunda oportunidad y la aprovechó, y cambió, y si no aceptas eso eres idéntica a Sirius- Pareció que Navery iba a contestar algo pero cerró su boca y agachó la cabeza. –Eh..perdón por gritar...¡¡Es que me desesperaste!!- Marianne rió y las otras dos chicas también.

-Lo siento, es que no soporto verte con ese...-

-ESE es mi pareja así que cuidado con lo que dices..-

-Bueno, a lo que veníamos, ¿Qué querías decirnos?-

-¿Algo sobre ese?- Le dijo en broma Navery. Marianne no sabía como comenzar así que aprovechó el comentario.

-Si, ESE y yo vamos a tener un bebé-

Las dos chicas se quedaron tiesas hasta que Meyra rompió en llanto (¡De felicidad, claro!).

-¿En serio?- Dijo Navery mirando a Marianne con los ojos muy abiertos y a Meyra como si estuviera loca.

-¡No voy a bromear así!-

-¡¡Marianne!!- Gritaron las dos chicas y la abrazaron.

-¿Cómo se va a llamar?- Preguntó Meyra señalando el estomago de Marianne.

-No lo se todavía Mey, igualmente, ¡me quedan casi seis meses!-

-Si, es verdad..¡felicitaciones!-

-¿Somos las primeras que lo sabemos no?-

-Eh..no, Remus ya lo sabe y..-

-¿¡QUÉ!?- Le gritaron las dos. Luego se echaron a reír.

-Bueno..perdón..-

-¡Esta bien Malbi, no te disculpes!-

Marianne y Meyra rieron y luego las tres se dirigieron al castillo, en el camino Navery le preguntó:

-¿Ya lo sabe Sirius?-

-No...-

-Ups...¿Se lo dirás?-

-No, yo no se lo diré, se lo dirá otra persona, igualmente no se me notará por que usaré un encantamiento-

-Es es una de las ventajas de ser bruja...aunque creo que se lo tendrías que decir ahora...¿Saben que hay baile de navidad?- Dijo Meyra.

-¿Si?-

-Si, podríamos ir, ¿No? ¡Los profesores también van! ¡Y este año también los Aurors claro!..-

-Es verdad, el fin de semana vayamos a Hogsmeade a comprar las túnicas-

-¡Es cierto!-

Entraron al castillo, Meyra y Navery se dirigieron hacia unas habitaciones en la torre, en donde habían realizado cuartos para los Aurors. Marianne se dirigió al salón para dar clases.

Cuando el día terminó, se dirigió a su habitación, abrió la puerta y.....

-¿¡Qué!?- Gritó sin poderlo creer. Entró y pudo ver que su cuarto, su baño, todo....

¡¡Estaba vacío!!. Salió rápidamente y se dirigió hacia el despacho de Dumbledore, cuando llegó le dijo que espere fuera ya que estaba hablando con Cornelius Fudge, el la miró de arriba abajo y luego le preguntó si era la nieta del señor Fletcher, Marianne asintió y salió del despacho. Bajó muchas escaleras y entró en el despacho situado en las mazmorras.

-¡No sabes lo que me ha pasado, acabo de entrar a mi habitación y me encuentro con que no hay nada! ¡Nada! ¡Esta completamente vacía! ¡De seguro ha sido una broma de Sirius, o de Remus, aunque de Remus no creo, igualmente ellos, James y Pettigrew siempre hacían esa clase de bromas pesadas!...¡no se donde han quedado mis cosas, Dumbledore me habría dicho que me cambiaban de lugar, o McGonagall! y.....-

-En todos estos años hay algo que no cambió en ti Alba....nunca paras de hablar-

Le dijo Snape divertido desde su escritorio, en donde estaba realizando una poción.

-¡Oh bueno! ¡Pero me han quitado todo de mi habitación y pretendes que no hable!-

-¿Ves? Si me dejarías hablar...¿Puedo?- Ella asintió impaciente. –Bueno, acompáñame- Se levantó, tomó a Marianne de la mano y salieron del despacho. -Obviamente, somos pareja, vamos a tener un hijo, Dumbledore lo sabe, así que me autorizó para hacer esto..- Llegaron a la habitación de Snape, el abrió la puerta y entraron.

Marianne observó la habitación y se quedó con la boca abierta, al notar esto la cerró al instante y miró a Snape.

-¿Severus enserio esta será....NUESTRA habitación...de..los dos?-

-Si, no me digas que no te....-

-¡Me encanta!- Dijo observando bien la habitación, era la de Snape, pero parecía más grande que antes, había una cama grande, dos mesas de noche a cada lado, una biblioteca con muchos libros (los de Marianne y los de Snape), una pequeña mesa y más detalles también básicos para una habitación, lo mejor de todo era que el cobertor de la cama era de un lado verde con una serpiente, y del otro era rojo con un león.

–Un Slytherin y una Gryffindor...- Murmuró recordando divertida.

Snape la abrazó por la cintura pero Marianne se movió y corrió hasta la cama, se sentó en ella, sonrió y sacó la lengua: -Yo quiero el lado derecho-

Snape rió y se sentó del lado izquierdo de la cama. –Nadie sabe que te cambiaste de habitación, así que luego ve a decirle a quien quieras-

Marianne amago con levantarse pero Snape la agarró del brazo.

-¿Qué pasa Severus?-

-Justamente ahora, no, te quedas conmigo hasta la cena- Le dio un beso en la comisura de los labios, luego la abrazó y la atrajo contra si. Mientras que se besaban comenzó a quitarle la túnica. En ese momento tocaron la puerta.

-Maldición- Dijo Marianne separándose de Snape y acomodándose bien la túnica, se sentó con los brazos cruzados en la cama. El se levantó y fue hacia la puerta.

-¡Severus acaso ya olvidaste que hoy hay luna llena!- Escuchó la voz de Lupin. Al instante saltó de la cama y cuando estaba por esconderse en el tocador, Lupin entró junto con Snape.

Miró interesado la habitación y luego posó su mirada en Marianne.

-¿Estás aquí para tomar la poción o qué?- Le preguntó Snape dándole una copa humeante que estaba sobre su escritorio.

-Solo por la poción, pero por lo que veo creo que me ahorraré la visita a mi amiga Marianne..- Se rió y bebió la poción con cara de asco. –Severus, ¿Cuándo podrás hacer que esta poción tenga buen sabor?-

-Cuando dejes de protestar, Lupin- Remus lo miró serio y continuó bebiendo la poción.

-¿Van a cenar?-

-Si, vamos- Dijo Marianne, los tres salieron de la habitación y se dirigieron al comedor.

En el camino encontraron a Sirius, Snape le dijo que necesitaba hablar con el.

Remus y Marianne siguieron caminando.

-Así que te mudaste de habitación- Le dijo riendo.

-Si- Le respondió ella cortante.

-¡Oh vamos no te enojes, me parece bien!-

-¡En tres días es navidad! ¿Qué me regalaras?- Dijo Marianne en broma cambiando de tema.

-Aún no lo se..¿Y qué me regalaras tú?-

-¡Los regalos no se dicen!-

Cuando estaban por entrar al comedor, alguien tocó el hombro de Marianne.

-Hola Marianne-

-Hola Alex-

-¿Cómo estás?-

-Bien gracias, ahora iba a cenar-

-Perfecto, yo también, vamos-

Marianne miró a Remus confundida, éste solo se rió y abrió la puerta para que entren.

Se encaminaron a sus habituales lugares para cenar, aún no habían vuelto Sirius y Snape.

-Hola Albus- Saludó Marianne y se sentó. Al lado izquierdo de ella se encontraba Remus, y a su derecha un asiento vacío en donde siempre se sentaba Snape.

-Hola Marianne, Remus-

Marianne comenzó a charlar con Lupin, cuando él le señaló su espalda.

Pensando que Snape había vuelto, volteó y pudo ver que alguien más ocupaba el lugar.

-¡Alex! ¿Qué haces aquí? Es la mesa de profesores y..-

-Y los Aurors también podemos comer aquí- Dijo señalando a Meyra quien estaba cenando junto a Remus.

-Eh..si bueno, pero allí se sienta...- En ese momento Hermione se paró frente a Lupin, mientras que Ron la miraba enfadado.

-¡Hermione no..!-

-¡Ron soy la prefecta, déjame!...profesor Lupin, por favor podría venir un momento...-

-Si, claro Hermione, ¿Qué sucede?-

-Es que...- La puerta del gran comedor se abrió y todos pudieron ver entrar a un enojado y lastimado Sirius, detrás de el entró Snape en el mismo estado.

-¡Marianne ven aquí en éste mismo momento!- Gritó Sirius.

Lupin se levantó y jaló a Sirius, Marianne también se levantó. Ellos tres y Snape salieron del comedor y entraron en un aula vacía.

-¡Deberías tener cuidado con éste estúpido, Malbi!- Le dijo Sirius un poco más calmado cuando cerraron la puerta. -¡Me ha dicho la mayor ridiculez que he oído en mi vida! ¡Que tú estás embarazada...DE ÉL!- Rió un poco pero miró a Snape furioso.

En ese momento todos estaban mirando a Marianne.

-Es que...es verdad...- Dijo ella temerosa de la reacción de Sirius. Él rió otra vez.

-¡Por favor! ¡No me creeré esa broma!-

-Sirius....- Comenzó Remus.

-Es enserio- Le contestó ella molesta. La sonrisa se borró del rostro de Sirius y luego giró y miró a Snape.

-¡¡MALDITO DESGRACIADO!!- Le gritó y se abalanzó contra el. Comenzó a pegarle mientras que lo insultaba, Snape también le pegaba defendiéndose. Marianne y Remus corrieron hacia ellos, Remus sostuvo a Sirius que trataba de pegarle nuevamente a Snape, mientras éste último trataba de zafarse de los brazos de Marianne también para seguir pegándole a Sirius.

-¡Deja ya!- Le dijo enojada a Snape, éste se quedó quieto. Sirius hizo lo mismo. –¡No puedo creer que todavía sigan llevándose tan mal! ¡Y ahora Sirius si que no me importa lo que digas! ¡Si quieres tomar bien lo de mi embarazo bien por ti, si no, lamento decirte que no podrás hablarme nunca más por que lo tendré de igual manera!-

Sirius estaba por contestar pero Remus le pegó un codazo. Luego miró a Marianne y le dijo:

-Esta bien, discúlpame Malbi, es solo que..bueno, sabes como soy...sabes que no me gusta éste tipo y..eh..perdón, y...felicitaciones- Se acercó y la abrazó. –Y..también a ti Snape..- Esto último lo dijo de mala gana y en voz baja. Marianne miró a Snape y éste comprendió el mensaje, al igual que Sirius contestó:

-Si..eh..gracias Black..-

Remus se echó a reír y Marianne sonrió.

-¡El poder de las mujeres, el poder de las mujeres!...- Dijo Remus mientras que le guiñó un ojo.

Marianne salió del aula seguida por Remus quien seguía riendo junto con Sirius y Severus (aunque estos dos no reían).

Marianne y Severus se dirigieron a SU habitación (Cuando Sirius se enteró de esto trató de disimular su enojo con una sonrisa forzada). Ya dentro Marianne comenzó a leer un libro sentada en la cama. Snape se acercó y se sentó también con un libro de pociones en su mano.

-¿Sabes que hay baile, no?- Preguntó el. Marianne dejó de mirar su libro.

-Si, lo se-

-Vienes conmigo- Marianne se rió.

-¿Y por que lo dices a modo de afirmación? ¿Y si no quiero?-"Cómo si no quisiera..."

-¿No quieres ir conmigo?-

-Claro que si, tonto- Le dio un pequeño beso y continuó leyendo.

-¿Quién era el tipo que estaba en el comedor a tu lado, sentado EN MI LUGAR?-

-Alexander, no lo conozco mucho, ¡pero es desesperante!-

-Mejor-

-¿Qué? ¡No me digas que estás celoso!-

-¿¡Quién dijo que estoy celoso!? ¡No lo estoy!-

-De acuerdo, fue solo una suposición amor, no te enojes- "Obviamente, estás celoso"

-¿Me llamaste..?-

-No lo arruines- Rió, dejó su libro en la mesa de noche y se metió entre las sabanas mientras apagaba la luz. Snape también dejó su libro y apagó su luz de la mesa de noche. Cuando estaba toda la habitación completamente a oscuras, acomodó su cabeza sobre la almohada, luego sintió un brazo que rodeó su cintura abrazándola.