CAPITULO 14

-¿Qué es eso?- Le preguntó Navery a Marianne mientras desayunaban en el comedor.

-¡Una carta de Mey!- Respondió desenrollando el pergamino.

-¿Qué dice? ¿Otra tarde de pasión? ¿Pero esta vez en que castillo?- Bromeó.

Marianne leyó en voz alta: -"¡Hola Marianne! Pasado mañana vuelvo a Hogwarts, ¡Ay las extraño mucho! Hay un montón de cosas que quiero contarte del viaje que no quiero hacerlo por lechuza. ¡Y hay una GRAN sorpresa para contarles!. Besos, Mey"-

-¿Qué sorpresa?-

-No lo se-

-Ah..ehh..Marianne...eh..- Marianne enrolló de nuevo el pergamino y observó a su amiga.

-¿Qué pasó con Sirius?- Preguntó con una sonrisa.

-¿QUÉ? ¿¡CÓMO SA..-

-¡Se perfectamente que cuando te pones así es que me vas a hablar de Sirius!, en fin...¿Qué pasó?-

-Uhm...bueno..eh..-

FLASH BACK

-¿Pero qué te pasa? ¿¡Por que me tratas así!?- Gritó Sirius en la entrada de la torre norte.

-¡Yo no te trato de ninguna manera en especial! ¡Pero ésta es la gota que derramó el vaso! ¿Acaso ya no soy tu amiga? ¡Hablas con Malbi y Mey como siempre, y hasta más que antes! ¡¿Y yo qué?!-

-¡Por favor! ¿Acaso estás celosa?-

-¡No digas idioteces Black, sabes perfectamente que no!- Gritó Navery.

-Pero..-

-¡Te lo digo! ¡MI AMISTAD CONTIGO BRILLA POR SU AUSENCIA!-

-¡Navery por favor!- Dijo Sirius ya empezando a enojarse. -¿Ves? Ahora estamos haciendo lo que en viejos tiempos hacíamos, ¡PELEAR!-

-¡No me importa si PELEAMOS o no! ¡Es culpa tuya si lo hacemos! ¡No es exactamente lo que quiero hacer! ¡No quiero pelear!-

-¡Nunca fuimos lo suficientemente diferentes para no pelearnos y lo sabes! ¡Tenemos casi las mismas cosas y por eso chocamos tanto y nos atraemos al mismo tiem..!-

-¿Qué?- Preguntó ella curiosamente a Sirius. Éste desvió la mirada.

-Vamos..no me vas a decir que no me quieres..- Sirius volteó su rostro para ver a Navery pero una mano se lo volteó de nuevo.

-¡¡No me prestas atención y para colmo te crees el galán!!-

Sirius se tocó el rostro.

-¡Me pegaste una bofetada!-

-¡Para que aprendas!-

-¿¡Y SI NO ES QUE NO QUIERO HABLARTE SI NO QUE LO QUE SIENTO ME HACE MÁS DIFÍCIL ACERCARME A TI!?- Soltó Sirius. Navery lo miró sorprendida y habló tartamudeando:

-Y..qué..cómo..pero..- Luego sacudió su cabeza. –No Sirius, no caeré nuevamente contigo, aunque me quieras...¿Has olvidado lo que pasó hace tiempo con nuestra relación?-

-¡Navery teníamos diecisiete años!-

Ella se quedó en silencio por unos segundos.

-Lo se Sirius, pero eso no tiene nada que...-

-¡Si tiene que ver! ¡Si importa si maduré o no! ¡Ya no voy cazando mujeres por cualquier lado! ¡Quiero tener una relación seria con la persona que amo, después de estar en Azkaban te das cuenta de lo valiosa que es la vida y yo...!- Navery lo miró. "¿¡Sirius!?" Pensó. Realmente había cambiado. –Y yo..- Siguió él. -¡Y yo la quiero vivir junto contigo!..- Navery se quedó quieta en su lugar mirando a Sirius incrédula. Él al ver que Navery no decía nada siguió hablando: -Pero si no me quieres descuida, viviré sin la persona que...-

-¿Estás loco?- Fue lo único que dijo Navery. –Claro que te quiero Sirius, te amo-

Él abrió mucho los ojos y con un movimiento abrazó a Navery. Si él no la estuviera abrazando, Navery habría caído desmayada por ver a Sirius directamente a los ojos tan de cerca.

-¿Puedo?- Preguntó Sirius. Navery salió de su trance y lo miró confundida. Sirius sonrió y acto seguido depositó un suave y tierno beso en la boca de Navery.

FLASH END

-¡NAVERY!- Gritó Marianne. -¡Que bueno! ¡Hay dios mío no sabes lo feliz que estoy! ¡Felicitaciones! ¡Ya veía venir tu regreso con Sirius!-

-Gracias- Respondió ella un poco roja. En ese momento alguien entró al comedor.

-¡¡Hola Sirius!!- Gritó Marianne agitando la mano para que las vea. Él se acercó y se agachó frente a Navery, miró a Marianne. –Si si ya se lo que pasó me acaba de contar Nav- Sirius sonrió y le dio un beso a Navery.

-¿Cuándo vuelve Meyra?- Preguntó sentándose frente a las dos.

-Mañana- Dijeron al unísono.

-Acabo de hablar con Snape- Dijo Sirius sirviéndose jugo. Marianne y Navery se miraron asombradas. -¡No me miren así! ¡No lo he insultado!-

-¿Entonces? ¿Qué hablaste?-

-Nada, de Alexander Frientchen, tenemos que encontrarlo-

-¿Por qué no dejas que los otros Aurors se encarguen de eso?- Dijo Navery.

-Si, es verdad, ¿Qué harían si lo encuentran? ¿Desmayarlo para que luego despierte y se escape o los ataque a ustedes?-

-¡Oigan basta no soy un niño de dos años, de lo que hago!-

Navery y Marianne rieron.

A la mañana siguiente las dos se encontraban frente al castillo tiritando de frío con sus bufandas hasta la nariz, y las capas cubriéndole hasta la última parte de su piel. Estaban esperando a que Meyra y Remus lleguen de su viaje.

-¿Por qué no esperamos dentro Malbi?-

-¡¡Allí están!!- Gritó Marianne tomando del brazo a Navery y corriendo hacia Meyra y Remus que bajaban del carruaje.

-¡¡Nav, Mey!!- Las saludaron los dos.

-¿Cómo les fue? ¿Cómo están?- Preguntó Navery. Marianne se acercó a Meyra y le susurró:

-¿Y qué pasó en la habitación del Rey Luis IX?- Meyra rió y le dijo que luego hablarían.

-¿Vamos adentro?-

-Si, claro-

Los tres entraron, y los profesores los saludaron. Dumbledore llamó a Remus para reunirse con Sirius, Arabella, Mundungus y Snape.

-¡Nosotras tenemos que hablar!- Dijo Mey a las dos.

-Vamos a mi habitación, Severus está con Dumbledore y los otros, así que podremos hablar tranquilas-

Las tres se dirigieron a la habitación y se sentaron en una pequeña mesa que había allí.

-¿Y bien? ¿Qué pasó?- Preguntaron a Meyra.

-Bueno, chicas, esto que les voy a contar es muy...- Se quedó callada unos segundos y luego sonrió ante las miradas de intriga de sus dos amigas. –Muy importante-

-¡¡Habla ya!!-

Meyra tomó aire, y luego una lágrima calló por su mejillas, al principio pensaron que era algo malo, pero las tranquilizó ver que ella sonreía ampliamente.

-Me voy a casar con Remus- Marianne y Navery reaccionaron al instante y se echaron a llorar.

-¡¡CASARTE!!-

-¡¡FELICIDADES!!-

-¡¡NO PUEDO CREERLO!!-

-¡¡Gracias chicas!!- Se secó las lagrimas y ellas la imitaron. –Hay algo más-

-¿QUÉ?-

-¡Estoy embarazada!- Las lagrimas comenzaron a salir de los ojos de las tres nuevamente.

-¡MEYRA! ¡FELICIDADES!-

-Gracias chicas, y supongo que estará bien que sean las damas de honor, ¿no?-

-¡¡CLARO QUE SI!!- Gritaron las dos de felicidad.

-El veintiuno de febrero será entonces-

-¿Qué? ¡Mey faltan menos de dos meses!-

-Si, nos queremos casar lo más pronto posible-

-¡Oh pero entonces tenemos que ir preparando todo!- Dijo Navery.

-¡Si! ¿Mañana vamos a ver vestidos al callejón Diagon? ¿O que te lo hagan allí? ¡Se de una casa que hace vestidos hermosos!- Las dos hablaron sin parar y Meyra las escuchaba riendo.

Snape entró a la habitación con el rostro tenso, saludó vagamente a Meyra y Navery.

Éstas dos se marcharon y la dejaron a solas con él.

-¿Cómo te fue?- Le preguntó ella.

-Desastrosamente- Respondió sentándose en una silla a su lado. -¡Los malditos vampiros atacaron!- Marianne se levantó y recargó sus brazos en los hombros de Snape.

-Tranquilo- Le dio un beso en la mejilla y luego siguió hablando: -¿Sabes qué? ¿Adivina quienes se casan?-

-¿Qué? ¿Quién está tan loco para casarse con todos estos problemas?- Dijo casi sin interés. Marianne al no esperar esa respuesta se decepcionó un poco, pero aún así siguió hablando: -Meyra y Remus, ¡Es genial! ¡Y yo seré una de las damas de honor!-

-Felicidades- Respondió al igual que antes.

-Severus entiendo que no estemos en el mejor momento del mundo mágico, pero eso no tiene que influir en que una pareja que se ama se case y...-

-Por que ellos no son los que llevan el peso en sus hombros, me extraña que Lupin sea el que se case-

-¡Comprendo que tengas problemas pero no hace falta que pongas tan poco interés!-

Marianne se alejó y se sentó en la cama abriendo un libro, bastante molesta.

-Alba- La llamó sentándose a su lado. –Discúlpame, no quise ser desinteresado y...-

-Está bien, no te preocupes, es solo que a veces soy exagerada-

Snape le dio un beso en los labios y ella sonrió.

Así el poco lapso de tiempo entre ese día y el casamiento de Meyra y Remus pasó; Navery, y Marianne estaban arreglándose, faltaba solo una hora para la ceremonia, al ser las damas de honor iban vestidas iguales, con vestidos celestes, guantes largos del mismo color y una flor blanca sobre el hombro izquierdo. Llevaban el pelo suelto con dos pequeñas trenzas a cada lado con unos casi invisibles tocados blancos.

Meyra en ese momento no se encontraba con ellas, pero sabían que iba vestida con un hermoso vestido blanco, de magas hasta los codos, con un corset blanco en pico, y debajo de él el vestido era acampanado con unos bordados en los bordes. Lo que era un completo misterio era su peinado, ninguna de las dos sabía como llevaba el cabello.

-¡Vamos Nav! ¡Tenemos que aparecernos en la iglesia muggle!- Le dijo Marianne, estaban en Hogsmeade, ya que no podían aparecerse desde Hogwarts.

-Si si, ya estoy lista-

-¿Listo? ¿Segura?-

-Si claro, ¿Vamos?-

-De acuerdo- Las dos sacaron sus varitas y se señalaron a ellas mismas.

-¡APARECIUS!-

Nuevamente una sensación de desarme inundó a Marianne, pero rápidamente se le quitó al verse paradas en la entrada de una iglesia junto con mucha gente que también asistía al casamiento.

-¡Señora Galilei!- Saludaron las dos a la madre de Meyra.

-¡Por favor, entren!- Dijo una señora abriendo las enormes puertas de la iglesia.

Marianne y Navery estaban escondidas de todo el mundo para que no las vieran, solamente las había visto la madre de Mey, que incluso ya sabía como se vestirían.

Luego de que todas las personas entraron, se escucharon muchos murmullos, no estaban enteradas de lo que pasaba dentro de la iglesia, pero supieron que tenían que entrar cuando las puertas se abrieron, las dos atolondradamente corrieron, y antes de llegar a la puerta caminaron, entrando tranquilamente sonriendo.

Se pusieron nerviosas, más que Navery antes de entrar se la pasaba diciendo cosas cómo: "-¡¿Y si nos caemos?!-; -¿¡Y si Mey no llega!?-; -¿Y si..?-".

Llegaron al altar y se ubicaron a un costado, saludaron tímidamente a Remus y a sus padres con la mano y la atención se concentró nuevamente en la puerta de la iglesia.

Por ella en esos momentos entraba Meyra, del brazo de su padre y con una media coleta en el cabello atada de los costados, quedándole perfecto junto con los rulos que se había echo. "¡Parece un ángel!" Fue lo que pensó Marianne, y a juzgar por el rostro de Remus también él pensaba lo mismo.

La ceremonia fue hermosa, muggle y bonita, fue tranquila pero no aburrida, y estuvo lleno de llantos de felicidad por parte de casi todos.

Cuando se dieron el beso con el cual sellaban el pacto de matrimonio, el lugar estalló en aplausos y más lagrimas, los padres de Meyra y Remus estaban hablando entre ellos, junto con la pareja recién casada.

-¡Ahora eres Meyra Lupin!- Gritaron Marianne y Navery.

Meyra les sonrió y las tres comenzaron a llorar más que antes, la madre de Remus le tocó el hombro a Meyra.

-Allí hay miles de mujeres que esperan que tires el ramo- Rió ella. –Luego iremos a cenar, tú familia y la mía, claro que también las damas de honor- Dijo al ver las caras de Navery y Marianne.

-¡Y luego la noche de bodas!- Dijo Navery riendo.

Meyra no les hizo caso y se marchó de la mano con Remus hasta la puerta de la iglesia, donde ya casi todos estaban afuera, estaba llena de arroz (No podía faltar Sirius tan animado regalando bolsas para tirar a los novios). Había un grupo de mujeres, hasta se podían ver mujeres ya casadas o pequeñas de menos de once años entre ellas. Meyra les gritó a Navery y Marianne, quienes estaban junto a Snape y Sirius: -¡Nav! ¡Mari! ¿No van a venir?- Las dos se miraron y por sus mentes pasaba lo mismo "Por merlín que no me caiga el ramo" no era que no quisieran casarse, pero sería una situación muy...incomoda para ellas que sus respectivas parejas talvez no quieran eso y que ellas estén sonrientes al ver que tenían el ramo.

Aún así se dirigieron con el grupo "No vamos a hacer enojar a Mey el día de su casamiento", aunque un poco más alejadas que el resto. Cuando estuvieron casi todas, Meyra volteó y rió tirando el ramo. ¡Las mujeres casi se tiran una encima de la otra por atraparlo!. Navery y Marianne casi no observan la situación, cuando vieron algo que venía en dirección a ellas, por instinto se "asustaron" ya que estaban distraídas, y Marianne lo atrapó cuando cayó en sus manos.

-¡Le cayó el ramo!-

Las dos se miraron y luego observaron lo que casi caía en sus cabezas. ¡El ramo de flores!. Navery suspiró aliviada, mientras Marianne maldecía por sus adentros.

-¡Marianne tienes el ramo!- Dijo Meyra sonriendo acercándose a ella.

MUAJAJJAJAJA!! ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO TANTO OCMO A MI ESTE CAPI JIJI!!

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Mari!!