***CONFERENCIA SOBRE EL DIGIMUNDO***
Por CieloCriss
--
Crossover entre CCSakura y Digimon
--
Capítulo tres --*Daidouji VS Izumi*--
-¡Libérate!- había gritado Sakura, después de invocar a su llave para que se
hiciera báculo.
Ken y Koushiro abrieron la boca debido al asombro, era algo sumamente novedoso,
y ambos habían renovado su capacidad de admiración. "¿Libérate?" pensó Izumi,
con los ojos agrandados de forma alarmante, su pupila se dilató, pero eso nadie
lo notaría debido a la similitud del negro del iris con el azabache del centro.
En efecto, había aparecido un báculo rosa con un diseño extraño, hubieron luces,
frases incomprensibles /para los elegidos/ y rapidez que frena el entendimiento.
Lo único que sí ocurrió, es que Sakura sacó una carta, la lanzó al aire y la
tocó con su bastón.
-¡SALTO! - había exclamado, no con horror, sino con una seguridad innata, como
si estuviera impuesta ha hacerlo.
En sus zapatos aparecieron unas alitas, Tomoyo se aferró a su amiga, y
finalmente la dueña de las cartas dio un brinco impresionante, tanto, que pasó
por arriba de Ichijouji y su pelirrojo amigo.
-Esto no se ve todos los días... - alcanzó a musitar Ken.
Pero la tarea de Kinomoto no había cesado. La chica dejó en el suelo a su amiga
y volvió a saltar, notando que Kokatorimon la seguía, replicando injurias
ininteligibles.
-¿Qué está ocurriendo? - preguntó Koushiro, acercándose a Tomoyo, que había
reiniciado su filmar.
-¡Oh, ¿no es Sakura una niña fantástica?! - interrogó a Izumi, éste asintió y no
esperó más de Daidouji.
Era verdad, la chica que luchaba al frente era notable, pero él aún no
comprendía nada. Ken apuntó de nuevo hacia Sakura.
-¡Cuidado! ¡Stigmon, ayúdala! - ordenó.
Sakura sonrió y aterrizó en el tejado, con extraña paranoia esperó a que
Kokatorimon se le acercara.
-¿Qué pretende? - dijo Koushiro, levemente angustiado - A lo mejor, a lo mejor
tiene un plan, ¿ne?
-Así es. - respondió Kero, el preguntón lo miró azorado, ya que el muñequito
amarillo resultaba muy interesante.
"¿Eso es un digimon?" reflexionó Ken "No sé... siento como si ya lo hubiese
visto en alguna otra parte."
La niña de cabellos castaños y ojos esmeralda sonrió con nerviosismo, hacía
tiempo que no entraba en acción y eso la intimidaba un poco... por otra parte
tenía que acabar con ese monstruo. Cuando el digimon casi se estrellaba en ella,
sacó otra carta, la lanzó al aire y la llamó con su vara mágica:
-¡VIENTO! - entonces de la carta salió una mujer que parecía una fresca
ventisca, esta vez los elegidos vieron todo con más claridad, y se preguntaron
cómo hacía la chica para sacar espíritus de una carta.
El viento dio círculos alrededor de Kokatorimon, quien por el impulso voló por
primera vez en su vida. Sakura lo dejó flotando en el aire, no quería lastimar a
esa cosa, pues no sabía las consecuencias de su acto.
-Ay... ¿qué haré con él? - se interrogó.
-No te preocupes, ahora nos haremos cargo - animó su visita, Koushiro Izumi - ¡Ken-kun,
abre la puerta con tu D3, el Kokatorimon está inmovilizado gracias a Sakura-san!
El apuesto niño de 11 asintió, sacó su grisáceo aparato y ordenó que la puerta
se abriera, entonces el pollo desapareció, emitiendo gruñidos al estilo gallina.
El peligro había paso, los niños suspiraron aliviados, y observaron con gusto
que no se habían causado grandes daños; Ken cerró la laptop y miró como Sakura
descendía hasta quedar cerca de ellos. El báculo volvió a ser llave, y la
pequeña, hasta entonces, cayó en cuenta de que su secreto había sido
descubierto.
-¡Oh, no! - chilló - Este...
-¡Estupendo! - dijo de pronto Izumi, con mucha curiosidad - Nos ayudaste mucho,
¡gracias!, ¿cómo haces para hacer esa magia?, seguro esto no tiene que ver nada
con el Mundo Digital, ¿a que no?
Ken permaneció en silencio y miró intensamente a la dueña de las antiguas cartas
Clow, de nuevo sintió como si antes hubiera conocido a Kerberos, pero movió la
cabeza y despejó esos pensamientos sin base.
-Sakurita, no tiene caso que sigamos ocultándole esto a los mocosos, ya lo
descubrieron.
-¿Mocosos? - rezongó Tentomon, que había dejado de ser un insecto enorme y azul
/con aspecto tenebroso/ - ¡No le digas así a Izzy! - renegó, mencionando el
sobrenombre de Koushiro.
Wormmon llegó a los brazos de Ichijouji, Tomoyo dejó el filme.
-¡Sakura, te veías maravillosa! - opinó la embelesada - Lástima que no pudiste
usar el nuevo traje que confeccioné, pero bueno, ¡será en otra ocasión!
La canela acomodó su mano en la espalda y volvió a sonreír forzadamente.
-Ehhh, sí, será en otra ocasión - se puso seria y se acercó aún más a Izumi -
Yo... lo lamento, pero no podía hablar abiertamente de las Cartas Clow, creo que
porque era mi secreto...
-Comprendo... - dijo Ken, sonriendo con tristeza.
-Pero ahora que lo han descubierto, les contaré con gusto, hoy me han ayudado,
yo no hubiera sabido qué hacer con ese monstruo.
-Lo más extraño fue su empeño por atacarte, en ningún momento quiso lastimarnos
a nosotros, ¿no será que tu magia le afecta o algo así?, a lo mejor tu secreto
está relacionado con el Digimundo, ¿y Keromon?, ¿quién es él?
-Vayamos a mi casa, ahí les diré. - pidió Kinomoto, mirando intimidada a Ken,
Koushiro se había quedado muy callado después de sus cuestiones y analizaba
algo. Tomoyo los siguió, al tiempo que guardaba la cámara en su bolsa.
--
Era mucha información, pero el cerebro de los niños genios no se había
colapsado. La historia de Sakura Card Captors era muy interesante. Koushiro
estaba encantado por la existencia de la magia, y eso se podía deducir al ver
esa sonrisa disimulada y ansiosa. Ken estaba un poco más serio y aturdido, le
parecía irreal estar ahí en ese justo momento, quizás debía regresar a casa.
Tomoyo había vuelto a hacer té, y en ocasiones interrumpía el relato para hacer
acotaciones extras sobre lo grandiosas que eran las aventuras de Sakura.
-¡Deberían ver los videos que he sacado! - había opinado, con ojitos
ilusionados.
-A mí me encantaría verlos - admitió Koushiro.
La noche había llegado, e Ichijouji tuvo que despedirse.
-Será mejor que me vaya... - dijo con timidez - no le avisé a mi madre que
salía, y ya es tarde.
-Ya veo. - agregó Koushiro - Muchas gracias por tu ayuda, Ken-kun, nos veremos
pronto... más o menos estaré una semana aquí, por si me necesitan o algo, ¿de
acuerdo?
-Hai...
-Es una lástima que ya tengas que irte, Ichijouji-san. - dijo Sakura, con
simpatía - Es curioso, pero me he sentido muy bien al hablar de lo que me
sucedió.
-Hablar de eso debe ser siempre muy entretenido - sinceró el dueño de la Bondad,
haciendo una reverencia - Y... me siento honrado de saber tu secreto, que estará
a salvo con nosotros.
-¿Y dónde están Wormmon y Tentomon? - preguntó Koushiro.
-Ohhh, Tomoyo se los llevó a mi habitación junto con Kero.
-Junto a uno de los guardianes de las cartas... - añadió Izumi, ligando hechos
"¡Vaya!, me gusta ver que el mundo siempre aguarda sorpresas... Me pregunto,
¿cómo será Keromon después de transformarse en ese león?, ¿quién será el otro
guardián?, Sakura no precisó ciertas cosas... ¡Dios!, ¡qué entrometido soy!,
pero me mata la curiosidad por saber"
-Izzy, ¡Izzy!... ¡IZZY! - gritó el insecto rojo-verde, al no poder llamar la
atención de su camarada, que de nuevo estaba en otro mundo.
-¿Eh?
-¿Cómo me veo?
Koushiro vio a Tentomon y una gota de sudor salió de su cráneo escarlata, qué
pena le daba ver este bochorno. Kero lucía un traje de caballero andante, o tal
vez de espadachín. Tentomon lucía como un caballo gigante, y Wormmon traía
puesto un traje de doncella.
-*_*U- el chico no podía articular nada, Ken sonrió un poco.
-Me parece que esos disfraces están lindísimos, Kero me los había pedido. -
habló la mejor amiga de Sakura, sonriendo de nuevo con su serenidad intacta.
-Err... Wormmon, es hora de irnos... y, sobre el disfraz, pues... regrésalo.
-De acuerdo, Ken - dijo el mimado gusano, sin sospechar que vestía de chica.
-Puedes quedártelo, Wormmon - se apresuró a decir Tomoyo.
-¡Gracias!
Ken tomó a su amigo digital con algo de vergüenza, volvió a realizar una
reverencia educada, y tras unas escuetas palabras se retiró.
El silencio reinó algunos segundos, hasta que Kero y Tentomon se retiraron
jugando al "caballero y corcel", Sakura jamás había visto tan feliz a Kero, y
ayudaba que ambos seres fueran pequeños, por lo que eran nuevos compañeros de
juegos. A lo lejos los niños oyeron hablar al digimon y guardián. "¿En verdad?"
preguntaba Tento... "Que te digo que sí, conozco a alguien alérgico a las
golosinas" respondía Kerberos.
-Vaya con Kero... - opinó Sakura, sentándose - pero Koushiro-san, ¿por qué
Tentomon te dijo Izzy?
-Es mi sobrenombre, puedes llamarme así cuando gustes, no me molesta.
-Ohh... ya veo. - entonces la expresión de la niña cambió súbitamente y gimió
asustada -¡Ahh!, casi lo olvido, ¡no hice la cena!
De golpe se puso de pie, y dio varias vueltas alrededor del sofá con la mano en
la barbilla. Pensaba en que Touya, Yukito (que era otro invitado) y su padre no
tardarían en hacer acto de presencia.
-¿Podemos ayudarte, Sakura? - preguntó Tomoyo a su coetánea.
-No, no hace falta, ¡ya sé que haré!, espérenme aquí.
Se retiró como un rayo, y tanto Izumi, como Daidouji ni tiempo tuvieron de
replicar. Cuando la castaña se ausentó, la falta de comunicación se intensificó;
Koushiro no podía tener la misma actitud con Tomoyo que con Sakura, se le hacía
difícil dirigirse a ella, pues quizá no era tan abierta como Kinomoto. Suspiró
resignado, pero gracias a no sé qué, Tomoyo habló:
-Te va a encantar la familia de Sakura - dijo, sin nada de timidez, pero cerrada
en sus ideas.
-Así lo espero. - respondió Izumi, mirándola a los ojos. - Ojalá puedas
mostrarme los videos de Sakura pronto, me gustaría verlos...
-Sí. Aunque yo no los veo por la magia, sino porque Sakura es una niña muy linda
y...
Koushiro se sentía incómodo al notar lo dependiente que era Tomoyo de Sakura,
parecía que la chica era feliz si lo era su amiga, ¿acaso no tenía vida propia?.
Entonces, dispuesto a desviar esos temas que lo agobiaban indirectamente,
preguntó:
-¿Piensas tener un digimon?, me parece que te llevas muy bien con Keromon, te
haría bien tener uno.
-Mi madre va a comprarle varios a una fábrica y los venderá en nuestra
juguetería, supongo que ahí adquiriré uno, aunque no creo necesitarlo - dijo
inconscientemente, Koushiro pegó un salto y la bilis le rugió.
-¡¿Qué dices?!, ¡¡NO PUEDES!! - exclamó enfadado.
Tomoyo se asustó y tartamudeó:
-¿N-o pu-e-do?
-¡No puedes comprarlo!, ¡los digimons no son ningún juguete como para que sean
vendidos! - estaba exaltado, justamente el pelirrojo buscaba armonía, y los
monstruos digitales no aceptarían ser tratados como mercancía - ¡Es inaudito,
Daidouji-san!, sería como vender esclavos humanos, los digimon distan de ser
animales ¡No pueden ser mascotas!, ¿comprendes?... sería una falta de ética
terrible.
Tomoyo adoptó nuevas expresiones en su pacífico y agradable rostro, frunció las
cejas y su expresión de molestia la hizo enrojecer un poco; Koushiro había sido
muy directo.
-¿Insinúas que mi madre no tiene moral? - preguntó con voz gruesa.
-No, insinúo que tu mamá está confundida... pero podemos explicarle lo que son
los digimons, tú has visto a mi Tentomon, es un ser vivo y tiene inteligencia,
sienten ¡tienen sentimientos!, no son unas máquinas, no son juguetes.
-No deberías hablar así de mi madre, ahora dices que no sabe nada.
-Es probable que tu madre sea una empresaria más... y como tal, desea hacer
crecer su negocio, pero no permitiré que VENDA digihuevos, ¿qué piensan hacer
para conseguirlos?, ¿robarlos de la Ciudad del Inicio?
-¡Mi madre no es ninguna ratera, Koushiro-san!
-¡No estoy diciendo que sea tu mamá la que haga eso, Daidouji-san!
Los ojos de ambos temblaban al compás de la presión del ambiente. Ese enojo en
seres impávidos era anormal y escalofriante, así lo juzgó Sakura al regresar y
encontrar esa escena.
-¡Pues eso entendí! - gritó Tomoyo - ¡Nunca me habían hecho rabiar tanto en mi
vida!
Y era verdad, Sakura estaba anonadada y estática sin poder opinar o calmar la
situación... era peor que ver a su hermano enfrente de Li... Li Shaoran.
-Chicos... escuchen... no hay porqué... - pero no pudo continuar, entonces
Koushiro, sonrojado y desafiante, tomó la palabra.
-Escucha... No cuestiono la ética y el desempeño de tu mamá como profesionista,
mucho menos supongo que ella ha robado o hurtará... lo único que sí sé, es que
cualquier persona que trate a los digimons inadecuadamente, tendrá que rendir
cuentas, y no a mí, sino a todos los niños elegidos; mi deber es hacerle ver su
error a la gente, y buscar... la armonía antes que nada. - advirtió, cerrando la
boca de un solo gesto y retirándose a la subterránea biblioteca. - Con su
permiso... estoy un poco cansado.
Sakura llegó hasta Tomoyo, y le tocó los hombros, que estaban tensos. La niña de
ojos azul plomizo se dejó caer en el sillón y se estremeció.
-¡Ha sido horrible! - admitió, dejando caer su cuerpo por completo. Le brillaba
la mirada, y casi derramaba una lágrima.
-Tomoyo...
-¿Qué va a pensar ese antipático de mí?, ¿qué vas a pensar de mí?. - lo rojo en
su rostro desapareció y volvió a su palidez natural - Es que... nunca antes me
había alterado tanto... me dio coraje que hablara así de mi mamá.
Sakura quiso decir que tal vez Tomoyo había malinterpretado a Izumi, pero no
pudo.
-Entiendo...
-Ese chico habla sin saber, mi madre está muy entusiasmada con los digimons y su
negocio... eso no es malo. - la jovencita se levantó -Será mejor que me marche,
Sakura, ¿nos vemos en los cursos de verano?
-¿Segura que estás bien, Tomoyo? - preguntó su amiga.
-Oh, sí... sólo quiero dejar de saber de ese pelirrojo. - sonrió amargamente
-¡Mañana llevaré un diseño, te haré un nuevo traje!
La acompañó hasta la puerta, y las guardaespaldas de la pequeña Daidouji la
llevaron a la especie de limusina.
-Espero esté bien, ¿cómo fue que comenzaron a discutir?... mmmh, algo huele
raro... ¡AY NO!, ¡el arroz!. - y corrió directo a la cocina.
--
Como Koushiro se lo suponía, el Señor Kinomoto era sumamente amable y
espléndido, llevaban horas hablando en la mesa e incluso Izumi había borrado de
su mente la discusión pasada, también le preocupaba haber perdido el control con
una niña menor que él, se sentía muy mal, pero juzgaba que no había hecho nada
malo. El hermano mayor de Sakura, Touya, era un personaje muy singular y la
mayoría de sus comentarios eran de índole sarcástico, mientras que el otro
invitado, el tal Yukito, comía con el mismo entusiasmo que con el que hablaba.
Tentomon y Sakura cerraban el ambiente, la chica estaba un poco tensa, pero
contenta, y Tento se lucía a más no poder con leyendas inventadas o situaciones
que lo ponían como célebre personaje del Digimundo.
Kerberos seguía esa conversación desde el bolso de Sakura, aún no decidía
presentarse ante la familia como "Keromon", aunque su nuevo amigo digital se lo
había recomendado.
-En conclusión, creo que cada persona tiene su compañero digital... es decir, a
alguien que siempre lo ha estado esperando, es cuestión de saberlo hallar.
-¿Pero dices que la mayoría de los elegidos son niños?
-Se facilita que los digimons lleguen a los niños... la mente de los pequeños es
mucho más fantasiosa, mientras que los adultos se dejan absorber más por la
realidad.
-Comprendo, Koushiro... - sonrió el padre de su nueva amiga, entonces el hombre
acomodó unas hojas en su fólder - ¿toda esta información has sacado?
-Habla de mi teoría acerca del surgimiento y desarrollo del Mundo Digital - dijo
el joven, sin una gota de timidez, se le facilitaba hablar de ciertos temas,
aunque era muy conciso - Sólo son cuestiones objetivas...
-A mí me gustaría saber sobre las aventuras de todos aquellos niños y digimons,
he oído muchos relatos en la escuela, ¿verdad, Touya?
-Si tú dices, Yuki - dijo el nombrado, pensando en si Kero sería un digimon.
-¡Yo también quiero saber, Koushiro-san! - pidió Sakura.
-Con mucho gusto les platicaré mi experiencia - dijo Izumi, algo rojo.
-Podemos dejar eso para mañana, cuando estemos descansados - imperó Fujitaka,
con amabilidad - Ya es bastante tarde...
-Es verdad, los monstruos no deben desvelarse - dijo el moreno joven, hijo mayor
de Kinomoto.
-¿Es cierto eso, Izzy? - preguntó Tentomon, asociando que él era el monstruo.
-Pues...
-Me refería a Sakura - dijo tranquilamente Touya, mientras retiraba la losa.
-Entonces esperaremos hasta mañana - concluyó el de lentes y pelo gris -
Agradezco su hospitalidad, Kinomoto-san
-Esta es tu casa, Yukito.
Koushiro miró que Sakura miraba a Yukito con intensidad, sonreía como si
estuviera en otra dimensión, pero... ¿qué tenía de interesante un muchacho como
él?, bueno... comía como loco y estaba esbelto... era cándido y su presencia
daba tranquilidad, pero eso no era todo lo que encerraba la actitud de la niña.
Ese hogar era misterioso.
-Se me ocurre que mañana podrías ir a la Escuela Tomoeda de Sakura a los cursos
de verano, podrías hablar con los compañeros de mi hija sobre el Mundo
Digital... eso mientras preparamos la Conferencia.
-De acuerdo. No hay problema, usted será mi jefe esta semana - dijo Koushiro,
mostrando una amplia sonrisa.
--
Continuará...
--
Notas de la Autora: ¡Hola!, hoy, tres de septiembre, he hecho el cap 3 de este
fanfic... ¿qué les pareció?, bueno, quizás algo drástico el pleito entre Tomoyo-chan
y Kou-kun, pero luego sabrán porqué puse esa pelea (ahhh, yo y mis ideas locas
n_n). ¿Qué pasará en la Escuela Tomoeda?, ¿cómo quedará la Conferencia?,
¿descubrirá Koushiro el misterio de Yuki?, ¡AH!, ¿y por qué siente Ken que
conoce a Kero?, ¿por qué atacaron a Sakura?
¡No se pierdan el próximo episodio!
Por cierto, todos los personajes harán apariciones, desde Chiharu hasta Iori,
sólo que ténganme paciencia, les aseguro que no se arrepentirán.
No se olviden del REVIEW, o escríbanme un mail a: cielocriss@graffiti.net
¡Hasta pronto!
P.D. Este fanfic está dedicado a Zelshamada. n_n (Espero te guste, Vass).
