El final de un prologo
Los primeros rayos del sol se filtraban por entre las cortinas de la habitación provocando leves parpadeos en sus exquisitos ojos verdes. Un calor tan añorado, una sensación antes tan lejana y olvidada. Después de tan larga espera, de tanto sufrimiento y soledad, tras tantos años merodeando por las nocturnas ciudades de todo el mundo, un rayo de esperanza y calor inundaba su ser. Sus ojos se abrieron dificultosamente. Era la primera vez en cientos de años que recibían tan brillante luz al despertar. Una sonrisa escapó de sus labios haciendo desaparecer por completo el temor que había sentido al acostarse. Se incorporó lentamente y con la ilusión de un niño dirigió su vista hacia la ventana. Las cortinas se movían al compás de la suave brisa y el canto de los pájaros acunaba sus pensamientos. Casi con miedo se levantó y con pasos lentos empezó a acercarse. Sus jóvenes manos acariciaron dulcemente la tela, atrasando el momento, disfrutando de la situación. Poco a poco retiró la única barrera que impedía su total gozo y la hermosa vista inundó por completo los admirados ojos de Louis. Dos tímidas lágrimas brotaron de ellos a la vez que una sonrisa sincera empezaba a nacer en sus carnosos labios. Su pelo se mecía con la salada brisa y su vista estaba clavada en el hermoso horizonte. Sus azules, sus adorados y queridos azules. Cuantas veces había deseado poder contemplar por una sola vez más el color aguamarina de los inmensos océanos. Una increíble paz recorrió todo su ser. El canto de las gaviotas, las bocinas de los barcos, el bullicio del mercado, todo era tan lejano y a la vez tan familiar... Lo que antes era una tímida sonrisa se estaba volviendo carcajada y sus manos le vinieron a la cabeza en un momento de feroz alegría. Sin poder reprimir más sus emociones se tiró sobre la cama y grito de alegría hasta saciarse.
Un poco más calmada se sentía ahora su alma. Su deseo más anhelado se había cumplido en contra de todas sus expectativas. Por fin se sentía libre y en paz consigo mismo. Era otra vez Louis y se lo debía todo a una única persona. Un ángel llamado Serena. Su sonrisa se amplió al recordar la faz de la joven e incorporándose de nuevo miró el reloj. Las 7.30 a.m.
- Mi princesa, vos me habéis obsequiado con una nueva oportunidad. Vos que sois mi ángel, vos que sois mi amada, mi afrodita, mi sueño. Yo, Louis, os prometo cumplir con mi misión, la cual por motivos que me son desconocidos vos conocéis, y volver a vuestro lado, como vuestro más leal consejero y soldado. Mi princesa, juro que volveré con la respuesta. Debéis ser fuerte y luchar por vuestros sueños. Gracias y hasta pronto mi princesa de la Luna.
- ¿Seguro que te encuentras bien Serena? Tu rostro sigue muy pálido...
- No te preocupes Luna, estoy muy bien.
- Dinos Serena... ¿qué es exactamente lo que has hecho?- La voz de Darien estaba ya mucho más calmada y sus brazos sostenían a una cansada Serena.
- En realidad ni yo misma lo entiendo muy bien. El corazón me decía que podía, que debía y simplemente lo he hecho- Serena sonrió ante la cara confusa de ambos- A ver... como lo explico... digamos que he otorgado a Louis una gran cantidad de mi poder Lunar y este ha contrarrestado y purificado el poder oscuro que reinaba en su interior. Ahora Louis sigue siendo igual o más poderoso, pero su fuerza es mortal, divina, sí... pero mortal.
- No lo entiendo Serena... ¿ Y que pasa con tus poderes?- Luna estaba alterada y confusa.
- Tranquilízate Luna, con un buen entrenamiento, comida sana y nada de estrés estaré recuperada en un par de meses.
- ¡Pero eso es mucho tiempo Serena! Si te atacan serás vulnerable.
- ¿Atacar? ¿Acaso el peligro no ha terminado?- Ahora era Darien el que se había alterado y miraba con desconcierto a ambas.
- Mi querido Darien, sólo hemos destruido a un vampiro, hay muchos escondiéndose por todo el mundo y en concreto dos de muy poderosos. La raíz de toda esta maldad. Lestat era un vampiro muy poderoso, único, pero comparados con el padre y la madre... era el primer escalón de una larga e inclinada escalera. Pero no temas, ahora estamos juntos. Lo conseguiremos.
- Pero... ¿a partir de ahora que será de nuestras vidas? No es justo estar destinados a tantas luchas, esta es una misión descomunal, ¡inmensa!- los nervios de Darien seguían en aumento.
- Shhhhhh... mi amor... una vez destruida la raíz el resto morirá tarde o temprano. No debes preocuparte, sólo debemos encontrar esa raíz. Ahora Louis esta en busca de Marius, el guardián del padre y de la madre. Esa es la misión que guiaba su destino. Una vez la encuentre acudirá a nosotros. Mientras, mi amor, volveremos a nuestras vidas, en Tokio. El curso esta casi terminado. Dime Darien ¿ Quieres regresar conmigo a casa? - Una sonrisa escapó de los labios de Darien que abrazó suavemente a su novia.
- Pues... déjame pensar...- Serena arqueó ligeramente una ceja provocando la risa del chico.- Claro que quiero tonta.
Un beso, una sonrisa y otro abrazo. Luna estaba asqueada de tanto amor. Jajajajaja. Pero la realidad era que una larga lucha les esperaba. Su destino estaba marcado pero sólo ellos podían escoger los caminos hasta él.
- Darien... me da la sensación de que se levantará en cualquier momento...
- ¿Quién? ¿ El vampiro? Pero sí esta echo trizas mujer...
- Pero... siempre hacen algo... como en Scream... me da escalofríos...- abrazándose más a Darien y mirando hacia donde yacía el cuerpo inanimado de Lestat.
- Dios... hace unos momentos eras una fiera luchando y ahora te da miedo un saco de huesos.
- En teoría los vampiros son inmortales, ¿crees que se va a regenerar? El sol aún no ha salido... ¿crees que es seguro dejarlo ahí?- Luna miraba a ambos con los ojos de par en par. ¿Pero toda esa tontería a que venía?
- Ya sé lo que haremos. Lo cargamos entre los dos y lo dejamos encima del tejado de la residencia. Nos esperamos a que salga el sol y listo. Vampiro a la barbacoa.
- ¡DARIEN!- Una mueca de repugnancia se dibujó en el rostro de Serena, que ahora se había vuelto azul del coraje.- No bromees con algo así...- una sonrisa de cómplice apareció en sus hermosos labios.- mejor lo coges tú, que a mí me da asco.
Ahora era Luna la que soplaba de indignación mientras ambos soltaban carcajadas en el inmenso silencio de la noche.
- Serán... PAR DE IDIOTAS! NO JUEGUEN CON ESAS COSAS! HAN ESTADO A PUNTO DE MORIR INMADUROS!
- Jajajajajaja- La carcajada de ambos aumentó incontrolablemente a la vez que Darien levantaba a Serena con suavidad. - Luna, definitivamente te haces vieja.- mencionó Serena sintiéndose más libre y viva.
- ¿QUÉ? NIÑA INSOLENTE Y MIMADA, ¿QUIÉN CREES QUE HA CUIDADO DE TI TODO ESTE TIEMPO? ¿YO VIEJA? NIÑATA DESAGRADECIDA! EN CUANTO TE PILLE SABRÁS DE QUE SON CAPACES MIS UÑAS!
Un repentino miedo vino al rostro de la chica que mirando a Darien guiñó un ojo. El chico asintió con la cabeza y mirando ambos a luna dijeron muy serios. " Adiós". Ambos chicos empezaron a correr entre risas mientras eran perseguidos por una indignada gata que gritaba mil y una palabras sin sentido ni coherencia.
Luna se paró ya cansada de seguir a la feliz pareja y mirando hacia atrás, allí en el parque, dónde en cuestión de minutos desaparecería todo indicio del cuerpo del vampiro, dejó escapar en forma de palabras sus temores.
- Sólo espero princesa, que vuestro carácter alegre y humor os faciliten la pesada carga que caerá en vuestras espaldas.
- ¡Ya te estas tardando Serena! ¿No habías cambiado tanto? ¡Pues tu impuntualidad sigue igual!
- Ya relájate Rey, te están empezando a salir arrugas. Ya te pareces a Luna con tus sermones.
- Al menos tengo el placer de ser yo quien los dé en vez de recibirlos.
- Sí, por qué si alguien se atreviera a empezar moriría sin haber vivido.
- ¡NIÑA ME TIENES NEGRA!
Innumerables gotas caían del rostro de todos y cada uno de los presentes que miraban a ambas chicas con indignación.
- Ya cálmense... siempre están igual...
- Sí, pero se echaban de menos sus peculiares discusiones. Además, ahora Serena es mucho más perspicaz y se las devuelve todas. Ahora es una lucha por igual.- La voz de Ami era dulce y sincera, pero no dejaba de ser calculadora.
- Mi Amy, mi querida Amy, no sabes cuanto te he echado de menos. Estarás orgullosa de mis notas.
- Estoy segura de ello. - Ambas sonrieron con sincera alegría.
- Serena te tengo una sorpresa que te va a agradar.
- ¿Una sorpresa? Dime Lita... estoy impaciente... ¿qué es?
- Ahora mismo te lo traigo. - La más alta de las chicas se levantó en dirección a la cocina, seguida de cerca por Amy que se ofreció para ayudarla.
Una chica de ojos azules y rubio cabello estaba encogida en un rincón de la sala, con la cabeza escondida entre las piernas y sollozando cómicamente. Serena al notar la reacción de su amiga no pudo hacer más que sonreír.
- Dime Mina, ¿qué te preocupa?
- Has discutido con Rey, has hablado de estudios con Amy y Lita te ha ofrecido una sorpresa... pero... yo... no me... no me has dicho nada... yo... tu mejor amiga... y no me dices nada...
- Mina... jajajajaja- Serena abrazó a su querida amiga con una sonrisa a la vez que esta se le colgaba del cuello
- Te he echado tanto de menos Serena. Ya estaba cansada de ser la única que llegaba tarde- Una gota apareció en el rostro de la princesa- Prométeme que no te vas a ir nunca más, que te quedarás con nosotras. - Los ojos suplicantes de Mina se clavaron en los de Serena que la miraba cariñosamente.
- Te lo prometo. Nunca más. - una sonrisa por parte de ambas y a la que pronto se les unió Rey, se oyó en la habitación.
- ¡Y aquí esta! ¡Feliz regreso Serena!
- Ahhhhhhh!! Cuánto he añorado tus pasteles Lita... ¡qué ilusión! Va rápido, sírvelo mujer... que se me hace la boca agua...
- Siempre será nuestra alocada Serena...
Todas estallaron a carcajadas ante el comentario de Rey que sin reprimir más sus sentimientos abrazó a Serena. Hacia mucho tiempo que no estaban todas juntas y su felicidad rozaba el borde de lo insuperable. Las horas corrían a gran velocidad y entre risa y risa un nuevo recuerdo se formaba en sus mentes.
La oscuridad, la lejanía, el silencio, la desesperación. Una figura se vislumbra entre el negro manto. Miles de estrellas cruzan y decoran la densa oscuridad y una suave voz empieza a entonar una triste canción.
- Llega el momento. El bien, el mal, el caos... llega la hora de vuestro reencuentro. Una vez más debe luchar el elegido y proteger la vida. El sistema solar, centro del universo, lugar donde reside el elegido y la protección. Mi soledad se ha de ver interrumpida nuevamente. El momento de que reúna a los guerreros ha llegado. Debo moverme una vez más y atraer a las galaxias. Representantes, acudid a mí en vuestra forma primitiva, yo, Dios, os llamo. Vuestro fin llama a mi puerta y yo juzgaré vuestro destino. Ser bienvenidos a mi guarida.
Susurros, llanto, gritos y desolación. El juicio final se acerca y la lucha en la tierra no es más que el prologo de una peligrosa y dolorosa misión.
FIN
Notas de la autora: Madre de dios, que mal rato he pasado. Este es el resultado. Mi fic ha concluido. No tantos gritos!! Que la segunda parte va en camino. Adelantos!! Saldrá mi Seiya!! Hasta pronto y gracias por leer.
Quiero dedicar mi fic a Sere, ella me ha apoyado mucho y me ha guiado por la web. (el inglés no es mi fuerte). Gracias por responder mis dudas y por apoyarme, no lo olvidaré querida amiga.
Un beso y hasta la próxima!!
Los primeros rayos del sol se filtraban por entre las cortinas de la habitación provocando leves parpadeos en sus exquisitos ojos verdes. Un calor tan añorado, una sensación antes tan lejana y olvidada. Después de tan larga espera, de tanto sufrimiento y soledad, tras tantos años merodeando por las nocturnas ciudades de todo el mundo, un rayo de esperanza y calor inundaba su ser. Sus ojos se abrieron dificultosamente. Era la primera vez en cientos de años que recibían tan brillante luz al despertar. Una sonrisa escapó de sus labios haciendo desaparecer por completo el temor que había sentido al acostarse. Se incorporó lentamente y con la ilusión de un niño dirigió su vista hacia la ventana. Las cortinas se movían al compás de la suave brisa y el canto de los pájaros acunaba sus pensamientos. Casi con miedo se levantó y con pasos lentos empezó a acercarse. Sus jóvenes manos acariciaron dulcemente la tela, atrasando el momento, disfrutando de la situación. Poco a poco retiró la única barrera que impedía su total gozo y la hermosa vista inundó por completo los admirados ojos de Louis. Dos tímidas lágrimas brotaron de ellos a la vez que una sonrisa sincera empezaba a nacer en sus carnosos labios. Su pelo se mecía con la salada brisa y su vista estaba clavada en el hermoso horizonte. Sus azules, sus adorados y queridos azules. Cuantas veces había deseado poder contemplar por una sola vez más el color aguamarina de los inmensos océanos. Una increíble paz recorrió todo su ser. El canto de las gaviotas, las bocinas de los barcos, el bullicio del mercado, todo era tan lejano y a la vez tan familiar... Lo que antes era una tímida sonrisa se estaba volviendo carcajada y sus manos le vinieron a la cabeza en un momento de feroz alegría. Sin poder reprimir más sus emociones se tiró sobre la cama y grito de alegría hasta saciarse.
Un poco más calmada se sentía ahora su alma. Su deseo más anhelado se había cumplido en contra de todas sus expectativas. Por fin se sentía libre y en paz consigo mismo. Era otra vez Louis y se lo debía todo a una única persona. Un ángel llamado Serena. Su sonrisa se amplió al recordar la faz de la joven e incorporándose de nuevo miró el reloj. Las 7.30 a.m.
- Mi princesa, vos me habéis obsequiado con una nueva oportunidad. Vos que sois mi ángel, vos que sois mi amada, mi afrodita, mi sueño. Yo, Louis, os prometo cumplir con mi misión, la cual por motivos que me son desconocidos vos conocéis, y volver a vuestro lado, como vuestro más leal consejero y soldado. Mi princesa, juro que volveré con la respuesta. Debéis ser fuerte y luchar por vuestros sueños. Gracias y hasta pronto mi princesa de la Luna.
- ¿Seguro que te encuentras bien Serena? Tu rostro sigue muy pálido...
- No te preocupes Luna, estoy muy bien.
- Dinos Serena... ¿qué es exactamente lo que has hecho?- La voz de Darien estaba ya mucho más calmada y sus brazos sostenían a una cansada Serena.
- En realidad ni yo misma lo entiendo muy bien. El corazón me decía que podía, que debía y simplemente lo he hecho- Serena sonrió ante la cara confusa de ambos- A ver... como lo explico... digamos que he otorgado a Louis una gran cantidad de mi poder Lunar y este ha contrarrestado y purificado el poder oscuro que reinaba en su interior. Ahora Louis sigue siendo igual o más poderoso, pero su fuerza es mortal, divina, sí... pero mortal.
- No lo entiendo Serena... ¿ Y que pasa con tus poderes?- Luna estaba alterada y confusa.
- Tranquilízate Luna, con un buen entrenamiento, comida sana y nada de estrés estaré recuperada en un par de meses.
- ¡Pero eso es mucho tiempo Serena! Si te atacan serás vulnerable.
- ¿Atacar? ¿Acaso el peligro no ha terminado?- Ahora era Darien el que se había alterado y miraba con desconcierto a ambas.
- Mi querido Darien, sólo hemos destruido a un vampiro, hay muchos escondiéndose por todo el mundo y en concreto dos de muy poderosos. La raíz de toda esta maldad. Lestat era un vampiro muy poderoso, único, pero comparados con el padre y la madre... era el primer escalón de una larga e inclinada escalera. Pero no temas, ahora estamos juntos. Lo conseguiremos.
- Pero... ¿a partir de ahora que será de nuestras vidas? No es justo estar destinados a tantas luchas, esta es una misión descomunal, ¡inmensa!- los nervios de Darien seguían en aumento.
- Shhhhhh... mi amor... una vez destruida la raíz el resto morirá tarde o temprano. No debes preocuparte, sólo debemos encontrar esa raíz. Ahora Louis esta en busca de Marius, el guardián del padre y de la madre. Esa es la misión que guiaba su destino. Una vez la encuentre acudirá a nosotros. Mientras, mi amor, volveremos a nuestras vidas, en Tokio. El curso esta casi terminado. Dime Darien ¿ Quieres regresar conmigo a casa? - Una sonrisa escapó de los labios de Darien que abrazó suavemente a su novia.
- Pues... déjame pensar...- Serena arqueó ligeramente una ceja provocando la risa del chico.- Claro que quiero tonta.
Un beso, una sonrisa y otro abrazo. Luna estaba asqueada de tanto amor. Jajajajaja. Pero la realidad era que una larga lucha les esperaba. Su destino estaba marcado pero sólo ellos podían escoger los caminos hasta él.
- Darien... me da la sensación de que se levantará en cualquier momento...
- ¿Quién? ¿ El vampiro? Pero sí esta echo trizas mujer...
- Pero... siempre hacen algo... como en Scream... me da escalofríos...- abrazándose más a Darien y mirando hacia donde yacía el cuerpo inanimado de Lestat.
- Dios... hace unos momentos eras una fiera luchando y ahora te da miedo un saco de huesos.
- En teoría los vampiros son inmortales, ¿crees que se va a regenerar? El sol aún no ha salido... ¿crees que es seguro dejarlo ahí?- Luna miraba a ambos con los ojos de par en par. ¿Pero toda esa tontería a que venía?
- Ya sé lo que haremos. Lo cargamos entre los dos y lo dejamos encima del tejado de la residencia. Nos esperamos a que salga el sol y listo. Vampiro a la barbacoa.
- ¡DARIEN!- Una mueca de repugnancia se dibujó en el rostro de Serena, que ahora se había vuelto azul del coraje.- No bromees con algo así...- una sonrisa de cómplice apareció en sus hermosos labios.- mejor lo coges tú, que a mí me da asco.
Ahora era Luna la que soplaba de indignación mientras ambos soltaban carcajadas en el inmenso silencio de la noche.
- Serán... PAR DE IDIOTAS! NO JUEGUEN CON ESAS COSAS! HAN ESTADO A PUNTO DE MORIR INMADUROS!
- Jajajajajaja- La carcajada de ambos aumentó incontrolablemente a la vez que Darien levantaba a Serena con suavidad. - Luna, definitivamente te haces vieja.- mencionó Serena sintiéndose más libre y viva.
- ¿QUÉ? NIÑA INSOLENTE Y MIMADA, ¿QUIÉN CREES QUE HA CUIDADO DE TI TODO ESTE TIEMPO? ¿YO VIEJA? NIÑATA DESAGRADECIDA! EN CUANTO TE PILLE SABRÁS DE QUE SON CAPACES MIS UÑAS!
Un repentino miedo vino al rostro de la chica que mirando a Darien guiñó un ojo. El chico asintió con la cabeza y mirando ambos a luna dijeron muy serios. " Adiós". Ambos chicos empezaron a correr entre risas mientras eran perseguidos por una indignada gata que gritaba mil y una palabras sin sentido ni coherencia.
Luna se paró ya cansada de seguir a la feliz pareja y mirando hacia atrás, allí en el parque, dónde en cuestión de minutos desaparecería todo indicio del cuerpo del vampiro, dejó escapar en forma de palabras sus temores.
- Sólo espero princesa, que vuestro carácter alegre y humor os faciliten la pesada carga que caerá en vuestras espaldas.
- ¡Ya te estas tardando Serena! ¿No habías cambiado tanto? ¡Pues tu impuntualidad sigue igual!
- Ya relájate Rey, te están empezando a salir arrugas. Ya te pareces a Luna con tus sermones.
- Al menos tengo el placer de ser yo quien los dé en vez de recibirlos.
- Sí, por qué si alguien se atreviera a empezar moriría sin haber vivido.
- ¡NIÑA ME TIENES NEGRA!
Innumerables gotas caían del rostro de todos y cada uno de los presentes que miraban a ambas chicas con indignación.
- Ya cálmense... siempre están igual...
- Sí, pero se echaban de menos sus peculiares discusiones. Además, ahora Serena es mucho más perspicaz y se las devuelve todas. Ahora es una lucha por igual.- La voz de Ami era dulce y sincera, pero no dejaba de ser calculadora.
- Mi Amy, mi querida Amy, no sabes cuanto te he echado de menos. Estarás orgullosa de mis notas.
- Estoy segura de ello. - Ambas sonrieron con sincera alegría.
- Serena te tengo una sorpresa que te va a agradar.
- ¿Una sorpresa? Dime Lita... estoy impaciente... ¿qué es?
- Ahora mismo te lo traigo. - La más alta de las chicas se levantó en dirección a la cocina, seguida de cerca por Amy que se ofreció para ayudarla.
Una chica de ojos azules y rubio cabello estaba encogida en un rincón de la sala, con la cabeza escondida entre las piernas y sollozando cómicamente. Serena al notar la reacción de su amiga no pudo hacer más que sonreír.
- Dime Mina, ¿qué te preocupa?
- Has discutido con Rey, has hablado de estudios con Amy y Lita te ha ofrecido una sorpresa... pero... yo... no me... no me has dicho nada... yo... tu mejor amiga... y no me dices nada...
- Mina... jajajajaja- Serena abrazó a su querida amiga con una sonrisa a la vez que esta se le colgaba del cuello
- Te he echado tanto de menos Serena. Ya estaba cansada de ser la única que llegaba tarde- Una gota apareció en el rostro de la princesa- Prométeme que no te vas a ir nunca más, que te quedarás con nosotras. - Los ojos suplicantes de Mina se clavaron en los de Serena que la miraba cariñosamente.
- Te lo prometo. Nunca más. - una sonrisa por parte de ambas y a la que pronto se les unió Rey, se oyó en la habitación.
- ¡Y aquí esta! ¡Feliz regreso Serena!
- Ahhhhhhh!! Cuánto he añorado tus pasteles Lita... ¡qué ilusión! Va rápido, sírvelo mujer... que se me hace la boca agua...
- Siempre será nuestra alocada Serena...
Todas estallaron a carcajadas ante el comentario de Rey que sin reprimir más sus sentimientos abrazó a Serena. Hacia mucho tiempo que no estaban todas juntas y su felicidad rozaba el borde de lo insuperable. Las horas corrían a gran velocidad y entre risa y risa un nuevo recuerdo se formaba en sus mentes.
La oscuridad, la lejanía, el silencio, la desesperación. Una figura se vislumbra entre el negro manto. Miles de estrellas cruzan y decoran la densa oscuridad y una suave voz empieza a entonar una triste canción.
- Llega el momento. El bien, el mal, el caos... llega la hora de vuestro reencuentro. Una vez más debe luchar el elegido y proteger la vida. El sistema solar, centro del universo, lugar donde reside el elegido y la protección. Mi soledad se ha de ver interrumpida nuevamente. El momento de que reúna a los guerreros ha llegado. Debo moverme una vez más y atraer a las galaxias. Representantes, acudid a mí en vuestra forma primitiva, yo, Dios, os llamo. Vuestro fin llama a mi puerta y yo juzgaré vuestro destino. Ser bienvenidos a mi guarida.
Susurros, llanto, gritos y desolación. El juicio final se acerca y la lucha en la tierra no es más que el prologo de una peligrosa y dolorosa misión.
FIN
Notas de la autora: Madre de dios, que mal rato he pasado. Este es el resultado. Mi fic ha concluido. No tantos gritos!! Que la segunda parte va en camino. Adelantos!! Saldrá mi Seiya!! Hasta pronto y gracias por leer.
Quiero dedicar mi fic a Sere, ella me ha apoyado mucho y me ha guiado por la web. (el inglés no es mi fuerte). Gracias por responder mis dudas y por apoyarme, no lo olvidaré querida amiga.
Un beso y hasta la próxima!!
