LA VERDAD DE SUS CORAZONES
Capitulo 3:
La debilidad del amor...
La nada. Solo había una espesa oscuridad.
Apenas podía diferenciar sus propias manos. Sintió que estaba caminando en una superficie desigual, con muchas bajadas y subidas.
Separó sus brazos y pudo sentir una extraña mezcla viscosa y fría. A lo lejos, pudo escuchar unos suaves sollozos. Caminó a tientas en busca del origen de los sollozos.
Vio una figura recostada en el suelo, el chico se acercó y como si le hubieran quitado una invisible venda, vio con sus ojos lo que había sentido con sus manos.
Todo lo que alcanzaban sus ojos eran unas grandes paredes azules, rugosas y forradas por una traslucida capa. Aparentemente, aquella sensación viscosa venia de toda esa orgánica y a la vez tecnológica estructura. Esta, estaba entretejida con coloridos cables, lucecitas y microchips. Estos se iluminaban esporádicamente conformé aquella extraña figura soltara un sollozo.
Aprovechando esos esporádicas y tenues luces, Se dio camino a la figura.
Acorde él se acercaba, la extraña capa se degradaba a un color parecido al de la piel humana.
Por curiosidad vio encima de él. En vez de ver las constelaciones conocidas, vio que las estrellas tenían la forma de gran variedad de emblemas.
Cuando estuvo a unos pasos de la figura. Esta dejó de sollozar y todo se tornó en oscuridad... sintió que era observado.
- ¿Qué te sucede?-Preguntó extrañado y preocupado.
Extendió su mano y sintió que había rozado con algo parecido a un hombro.
Él apartó su mano, al ver como ese sujeto se dio media vuelta con gran velocidad y todas las luces y las constelaciones brillaron de forma incandescente.
- ¡Todos estamos destinados a aprender del dolor!!- Exclamó con gran aflicción... era una voz femenina.
Él se espantó al ver como la figura, estaba atada y conectada hasta la mitad del rostro con esa biotecnológica y asquerosa capa. Hasta, sus cabellos estaban algo grasosos por la extraña gelatina.
Jô se levanto asustado y sudando frió de su futon.
Por unos segundos regulo su respiración y se percató eso había sido un sueño.
El joven elegido colocó sus manos sobre su rostro y exhaló lentamente. Por unos segundos se le quedaron gravados los ojos de esa figura
- Hinemiya... – Fue lo único que murmuro al recordar la mirada de aquella impávida figura.
Volvió a recostarse en su futon. Tal vez ya había amanecido. Pero, aun no era hora de levantarse. Aun asi, no volvió a dormirse
*************
¡Piyomon! ¡Piyomon!
¡¿Dónde estas?! ¡No me dejes sola!
¡No me gusta la oscuridad! ¡Ayúdame! ¡Amiga! ¡Ayúdame!
¡Llámame!
¡Guíame!
¡Necesito luz!
¡Estoy perdida!
¡Ilumina este espacio negro con la luz de tu digievolución!
¡Te lo suplico! ¡Te lo imploro!
¡NO ME DEJES SOLA!
*************
Ya eran alrededor de las 6 de la madrugada y la mayoría de los ciudadanos de Tokio estarían durmiendo. Los corpulentos hombres de logística, estaban despachando las ultimas personas que se encontraban en la discoteca. En el bar central, Angeline se hallaba sirviéndole en pequeños frascos de vidrio, a un grupo de cuatro jóvenes, de entre los 20 a 30 años; ellos, estaban sentados en los asientos de acerco y aluminio que se hallaban alrededor del bar. Cada uno cogió su vaso y lo bebió de un solo sorbo. Angeline le dio la espalada a ellos y se dispuso de dejar el bar listo para la siguiente noche.
- Siempre que vengo acá quedo fascinado contigo, Angeline.- Comentó un chico con una playera holgada, jeans camuflados y un piercing en la oreja.
Angeline lo miró encima del hombro con cierto asco.
- Je, je, quiero decir, Hinemiya, Hinemiya.- Él chico sonrió nervioso; Pero, continuo hablando cuando Angeline volvió a su oficio.- Siempre tocas estupendamente; Aunque hoy no actuaste; Pero no importa, siempre vale la pena todo lo que haces.
Una chica de cabellos cafés, mechones rubias y un ceñido straple, colocó ruidosamente su vaso sobre la mesa y empezó a hablar casi gritando, tal vez por lo ebria que estaba.
- ¡Además, tú siempre estas estupenda! ¡A diferencia de nosotros, siempre te ves radiante ante toda una noche de parranda!
Otro chico, con un amplio saco negro y una cachucha roja, le dio un codazo y empezó a mover escandalosamente los brazos, para llamar la atención.
- ¡Minako, compórtate! ¡No querrás aparentar ante los ojos de nuestra eterna cantinera, como una aduladora!
La chica le respondió con otro codazo, haciendo que el vaso de su compañero se derramara.
- ¡Solo digo la verdad, Ginta! ¡Y mira lo que hiciste!
Ginta la vio ofendido.
- ¡¿Qué yo lo hice?!- Ginta se levanto de su asiento y puso sus manos como si quisiera pelear.- ¡¿Quién dice que lo hice?!
Sin embargo, Minako se había puesto a llorar por haber hecho tal desorden. Angeline se acercó autómata al barandal del bar y con trapo, comenzó a secar el charco de licor que habían dejado allí, sin siquiera inmutarse en la escena.
- ¡Lo siento, Hinemiya! ¡De verdad lo sientoooo! – La chica continuaba llorando; mientras, el chico de la camisa holgada era dándole ligeras palmaditas en la espalda.- ¡No quería estropear tu lugar de trabajo! ¡No era mi intención!
- Tranquila, mujer; tranquila.
- Gracias, Jimmy... tu... tú eres... - Luego volvió a romper en estrambótico llanto de borracho.- ¡El único que me comprendeeeeeee!
A Ginta le surgió una gran gota al ver que nadie le ponía atención; asi, que volvió con su autoestima un poco más baja a su silla.
Angeline percibió que alguien se acercaba a su sitio de trabajo. Miro con algo de desconfianza por el rabillo del ojo. Contempló a una chica de unos 27 años, con un largo sastre azul, unas cantas insignias, en las que resaltaban 2 estrellas en solapas de su chaqueta y una boina igualmente azul.. La chica, ya reconocía esa silueta familia y volvió a su trabajo cotidiano.
- Según como veo el ambiente; ya es tradición que en todo lugar donde te asignamos a trabajar, ninguna noche sea como las demás. Además, estos tres siempre te siguen, sin importar a que país te traslademos.- Sin decir mas, cogió el trago de Jimmy y le dio un ligero sorbo.- Brindo por ti, Hinemiya. La ángel solitaria. La filosofa lejana.
Angeline terminó de limpiar el charco y empezó a quitar los vasos de los últimos clientes. Cuando estuvo enfrente de la chica de azul; secamente y sin pedir permiso, le quito el vaso de la mano.
- Ya déjate de Adulaciones, July.- Comentó seriamente, dándole la espalda para poner los trastes en el lavado.- No me importa que estos 3 sean clientes fieles; pero, detestó que empiecen con esas adulaciones inservibles. Mil veces les he dicho que eso no los hará merecedores de ganarse unos tragos gratis. Y menos a ti te va a servir esa estrategia.
- ¿Y Por que siempre crees que queremos utilizarte, Hinemiya?-Preguntó igual de seria July, demostrando que unos cuantos tragos no la dejan ebria, a comparación de los tres jóvenes al lado de ella.
- Tú más que nadie sabe que ya estoy siendo utilizada, July. Por eso mismo. Por que no quiero que ellos también me manejen... aunque sea solo por unos insignificantes licores.-
Dicho esto, se acercó a la baranda del bar y puso delante de July una botella de vodka a la que le quedaban aun unos centímetros de ese dulce licor y nuevamente, volvió al lavaplatos para terminar de limpiar los últimos restos de la noche.
- ¿Y esto que significa?- preguntó July, levantando la botella y viéndola con fingida curiosidad.-¿Acaso quieres que la rompa y limpie el mundo, deshaciéndome de estos tres borrachines?- Preguntó sarcástica.
- Te lo ganaste... –Angeline hablaba con tono de poco importarle.-Eres la primera persona que no necesita estar totalmente ebria para dirigirme a palabra y como para mantener una charla normal.
- Yo también puedo mantener una charla normal.- Comentó Jimmy alterado.
Angeline sin voltearlo a ver, preguntó.
- Si es asi ¿Cuánto es 15 más 7?
Jimmy se rascó la cabeza y confuso empezó a contar con los dedos.
- 1... 2... –Poco a poco con mas lentitud y con somnolencia.-20... 72... 93... 100
Finalmente Jimmy cayó de la silla, July miro con cierto asco el ver que él había caído dormido en el piso lleno de mugre del cigarrillo y papeletas, que habían servido para albergar pastillas de éxtasis o papeletas de cigarrillos.
- ¿Ahora entiendes?- Preguntó Angeline al escuchar el sonido del cuerpo de Jimmy al caer contra el suelo.
July sonrió un poco y luego de ver a Angeline, levantó jubilosa aquella botella de vodka.
- ¡Brindo por ti, Hinemiya! ¡Ángel que caíste en la oscuridad, cuando fuiste visto por un humilde mortal!- Dicho esto, bebió satisfecha de un solo sorbo el contenido de la botella con gran gustó.
Angeline paro en seco su deber y volvió a ver a July. Si uno se fijaba en su rostro, no mostraba ninguna alteración; pero al verla en sus ojos, mostraba una mirada de extraña turbación.
July sonrió satisfecha al ver como su eterna cantinera, mostraba un leve cambio de actitud en los tres años de conocerla.
- A pesar de los tragos y las extenuantes horas de guardia, no pierdo mi buen sentido de la vista.- La chica vio a través de la boquilla de la botella, el menor indicio de algún poco de vodka.- El hecho de que hallas llegado un poco tarde acá, da muy mala espina y mucho más, si le niegas tu jefe tu actuación; menos mal Taiki tiene siempre un plan de contingencia.
- No soy un juguete, al que le deben dar cuerda.- Se excusó secamente Angeline.- No puedo estar todos los días cantando como radiola.
- Tal vez no puedas... Pero, tú sabes que de eso depende tu existir.
Angeline se dirigió a July y digo un golpe seco en el barandal, frente a frente con July.
- No necesito que me recuerdes mi vida, July.
July le sostuvo la fría mirada de Angeline y la cogió de su brazo izquierdo. Susurrándole intimidatoriamente, para que los 3 últimos clientes no escucharan... Aunque en realidad no les estaban poniendo la más mínima atención.
- ¿Cómo quieres que no te recuerde como es tu vida, si aparece todos los días en los noticieros?
Angeline soltó bruscamente su brazo y apartando sus ligeros mechones, la vio como una hambrienta leona.
- ¿Esa es tu vida, no? Tú eres la encargada en encubrir esas situaciones. ¡Claro! Si no quieres ganarte el pan de cada día honradamente, y mantener en pánico a la absurda población.
- Me ayudarías mucho en mí misión, si me dieras la lista de todos esos chiquillos con aires de héroes. Asi, nos adelantaríamos a los hechos y podrimos ocultar evidencias, huellas y testigos con más facilidades. Es más, hasta nos podríamos ocupar de la familia. ¡Pero NO! ¡La niña bajo MÍ custodia, se quiere guardar secretitos!
Por unos segundos ambas se vieron fríamente en silencio. Finalmente, July suspiró y la miró con tranquilidad.
- Siempre te sales con la tuya ¿Eh?
Angeline la volvió a ver con su clásica mirada de imparcialidad.
- Solo me adaptó a las situaciones. Eso es todo.
July cogió su boina y empezó a agitarla. Tal vez el licor no la emborrachaba, pero, hacia que se le subiera la temperatura.
- Es solo que me desespera el no saber lo que piensas... ¿Y al final si quieres que te excusé el día de hoy?
- Por algo eres mi tutora.
- Pero tu siempre haz sido la que se maneja tu propio mundo.
Angeline produjo un leve sonido sarcástico.
- Bueno yo y una larga fila de médicos y programadores de computación.
July le sonrió. Desde que había vuelto al Japón, notó que estaba más "abierta"
- ¿Te vas a ausentar todo el día?
- Sí.- Angeline dudó un poco y luego se volvió a July.- No, volveré a la mitad de la jornada.
- ¿Alguna clase en especial?- Preguntó curiosa July. Haciendo notar el doble sentido.
Angeline suspiró y se encogió de hombros.
- Yo que sé...
July la vio por unos segundos. Quería descifrar aquellos extraños movimientos, en una persona tan distante y reservada como lo era Angeline.
Finalmente, negó con a cabeza y se levantó de la silla.
- Bueno, me retiró. Después de 48 horas en guardia, necesito mi descanso de 8 horas. Cuídate ¿Quieres?
- Capitana Bangalter...
- ¿Qué sucede Hinemiya?
La chica estuvo unos segundos analizando las palabras que diría y luego volvió a ver a July.
- ¿Crees que no será lastimosa mi presencia?
- Tal vez lo sea. Pero es necesario. Y por eso, será valiosa.- July le sonrió tranquilamente.-Como me decías cada vez que te lastimabas cuando eras una niña: "Uno aprende del dolor"
- Te lo reconozco...
- De nada. Para algo existen los tutores. ¿No?
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¡¿Mamá?!
¡¿Papá?!
¡¿Están Aquí?!
¡Mamá! ¡Papá!
¡Por que nunca están juntos!
Yo los necesito a ambos... como una familia.
¡¿Papá?! ¡¿POR QUÉ NO DEJAS LA UNIVERSIDAD Y ME AYUDAS?!
¡¿SON TUS ALUMNOS MÁS IMPORTANTES QUE TU PROPIA HIJA?!
¡¿Mamá?! ¡¿POR QUÉ NO VIENES A AYUDARME?!
¡¿TE PREOCUPA MÁS QUE YO ASISTA A UN JUEGO DE SOCCER A VENIRME A AYUDAR DE ESTA HORRIBLE SOLEDAD?!
Por favor... Por favor... ¡SÁQUENME DE AQUÍ!
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Jô sentía el lleve rechinar de la madera. Y por su rutina ya sabia. Asi, que decidió fingir estar dormido. Casi sin emitir el menor ruido. Una dama algo joven para su edad, de cabello recogido y azul oscuro abrió la puerta corrediza de la habitación de Jô. Tenia puesto un largo vestido azul marino y un delantal blanco con arandelas. Hubo una sonrisa maternal por parte de la señora. Se acercó y cogió un extremo de la colcha de Jô.
La sonrisa cambio de maternal a picara e un santiamén... Cuando, la mano de Jô se interpuso.
- ¡Te atrapé!- Exclamó victorioso Jô.
La dama dio un paso atrás de sorpresa y luego volvió a ver a su hijo alegremente.
- Buenos días, Hijo. Veo que esta noche no dormiste tan pesadamente como de costumbre.
Jô cogió las lentes que se hallaban al lado suyo y se levantó de su cama.
- Digamos que hoy no quería ponerte en la molestia de desorganizar más de lo habitual mi cuarto.
La dama suspiró al no haber logrado su objetivo.
- Bueno, es que es una forma divertida para iniciar el día. Tú sabes que la vida de una ama de casa no es muy divertida que digamos. Además, contaba que con lo extenuado que llegaste anoche, podría hacer algo más de mis truquitos.
Una gran gota cruzó en la cara de Jô al recordar el motivo de su cansancio. Los ojitos de la madre de Jô se volvieron dos estrellitas y tenia un aura de esperanza... y fantasía.
- Este día empezó muy diferente. ¡Tal vez! ¡Tal vez! ¡Sí!¡Tal vez vaya a ocurrir algo excepcional! ¡Tal vez algún encuentro mágico!
Jô la observaba divertido, mientras, ponía en orden su habitación. Su madre era una señora muy gentil, llena de ánimos, alegría y expectativas. Pero, era algo supersticiosa y además... era una fanática total a los mangas de fantasía heroica o ciberpunk... era fan oficial de clamp... y para alguien de su edad es muy poco común. Ha sido una madre excepcional, una esposa paciente y cariñosa y una ama de casa ordenada; pero, ese brillo de juventud jamás se iba, al pensar que esas cosas podrían ser reales.
Como diría ella misma: "Trama tan bien elaborado no se puede inventar todos los días"
Sin añadir, que el hecho de conocer a Gomamon y saber que su hijo era un "Niño elegido" había reforzado más su idea.
- Ten fé y tal vez ocurra.- Dijo finalmente con una sonrisa comprensiva Jô.
Este salio de su cuarto, y se dirigió al baño.
- 9, 8,7, 6, 5, -Jô empezó la cuenta regresiva para algo muy normal en sus mañanas.- 4, 3, 2, 1...
¡Splash!
- ¡Ah!- Era Shin que exclamaba totalmente aturdido.-¡Mamá Nanase!
- ¿Quieres una toalla?- se pudo oír pronunciar a Nanase. Mientras Jô se entraba a bañar.-
A pesar de que Jô se encontraba en la tina bañándose, ya estaba en su mente la ya tradicional imagen de Shin con la cara y parte de su pijama totalmente empapada por una olla de agua fría de Nanase.
Eso siempre lo hacia cuando su padre no se hallaba en casa. Y no podía levantar a Jô halándole las cobijas
*************
En la aula del profesorado de la preparatoria Odaiba, Poco a poco los maestros llegaban a charlar con sus compañeros y alistar las diferentes clases del día. De pronto sonó el timbre de un teléfono.
Cerca del replicante objeto se hallaba una figura obesa y desgarbada que recién había llegado con el cabello desorganizado y con un leve pero delator olor a alcohol... era Sato Fujita
Sato Fujita se acercó y levantó el auricular.
- Buenos días.- Contestó con un tono que delataba su cansancio.- Preparatoria Fujita.
Al otro lado del auricular se hallaba July Bangalter, en una gran oficina, sentada en una inmenso escritorio, con desorganizados archivos y carpetas y una computadora portátil.
- Buenos días me permite al profesor Sato Fujita.- Contestó gentilmente la capitana.
Al escuchar la joven voz femenina, Sato se aclaró la voz, se sentó en la primera silla que encontró y comenzó a hablar más "civilizadamente".
- Habla con él. En que pudo ayudarla.
- Sí, Bueno, habla con la tutora de una de sus alumnas. Soy la encargada de Hinemiya Angeline.
- ¡Ah, claro! Chica tan inteligente esa. Debe estar muy orgullosa señora...
- Señorita. Señorita Bangalter.
- Sí, dígame señorita Bangalter.
- Llamó para excusarla. El día de hoy debe atender un asunto de índole privado, asi que mínimo podría faltar 1/3 del día lectivo.
- Entiendo.- Comentó Sato Pensativo.
- Aún asi, en caso de que falte en la totalidad del día, le encargó que alguien le lleve su tarea a su apartamento. Claro esta, si no se la pueden enviar por e-mail.
- Por supuesto.
- Bien, era solo para eso. ¿Debo hacer alguna clase de papeleo por eso?
- ¡Oh, claro que no! ¿Con su llamada era más que suficiente!
- Me alegró. Asi me evito que fuera allá, es usted muy amable. Bien, adiós.
Sin esperar la respuesta del titular de 2 grado, July colgó el teléfono y suspiró aliviada. Por su parte, Sato se mordió los labios, al pensar pudo haber conocido a esa belleza de no ser por su gran bocota.
***********
Jô ya se había aseado y se había alistado para su día escolar. Ahora, se hallaba en una pequeña habitación, en la que él y Shin se hallaban comiendo un saludable desayuno; mientras, su madre limpiaba los trastes del desayuno. Shin ya había superado la "alarma matutina" e igualmente estaba bien vestido; aunque, concentrado en un libro de literatura.
Jô detuvo su comida para detenerse a leer él titulo del libro diario de su hermano. Pues, el dibujo un chico de lentes, cabello negro y ojos verdes le llamó la atención.
Una gota cruzó su cabeza.
- ¿Harry Potter y el cáliz de fuego?- Preguntó Jô asombrado y con una pequeña gota en su rostro.
Shin ni siquiera levantó su cabeza para responderle.
- Sé que estoy atrasado, ya sacaron el quinto y dicen que es un interesante de todos los 5.
Jô se detuvo un poco a analizar; pero, aun asi ¿Su hermano mayor leyendo Harry Potter?
Nanase se acercó a les con unas tazas de té y le sirvió a sus dos hijos. Luego, puso ojitos soñadores al escuchar el tema de sus hijos.
- El otro día vi unos bonitos doushinjis acerca de Harry Potter. Además de baratos, eran muy entretenidos. Y lo dibujaban muy tierno.
Por unos segundos quiso decirles: "¿Y que hacen ustedes leyendo esos libros? ¡No les gustaban las lecturas más... maduras?" Pero, a leguas se notaba que suena insultante.
Tal vez, era un libro revendido que su hermano por curiosidad compro en las ya tradicionales tiendas de quiosco.
Tal vez, era algún manga que alguna amiga de su madre se lo cedió para esconderlo de su hijo reprendido.
Asi, que dejó a Shin continuando su lectura y a Nanase contándoles lo bella y tierna que habían dibujado a Hermione.
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Tai e Izzy se encontraron de camino a su secundaria par poder hablar acerca de lo del día anterior y para encontrase con Matt y Sora.
- Buenos días, Tai. ¿Cómo amaneciste?
- Muy bien. Gracias por preguntar Izzy ¿Y tú? ¿Qué cuentas? Te notó algo cansado. Parece que tienes ojeras. ¿No dormiste bien?
Izzy bostezó y luego de refregarse los ojos se dirigió a su amigo.
- Pues, digamos que ayer Jô y Yo fuimos victimas de las jugarretas de George.
Tai soltó una risa nerviosa. Él sabia lo que era capaz de hacer George cuando tenia una idea muy bien planteada.
- ¿En serio? ¿Y esta vez porque fue?
- Por para la cuenta... Mi madre se sorprendió cuando me vio llegar a la 1 y 30 de la madrugada solo porque debí trabajar para pagar la cuenta de un café.
- ¿Y si no tenias para pagar la cuenta porque te metiste a consumir lo que no puedes pagar?
Izzy le hablo con ojos llorosos al recordar tan degradante situación.
- Jô y Yo teníamos lo suficiente para lo que nosotros consumíamos. De un momento a otro ellos llegaron y consumieron lo equivalente a 15 personas y luego salieron como bólidos. Y nos dejaron a nosotros el esfuerzo.- Izzy suspiró.- Al menos Kevin pagó lo de él... pero George parecía un pozo sin fondo.
- Je, je. Tranquilo. ¿Y Jô? ¿Cómo a estado?
- Pues, él esta bien. Tomó muy bien lo que paso ayer. Pero hoy no me pude encontrar con él.- Una gota surgió en su cabeza.- Pase temprano por su casa pero cuando iba a timbrar escuche los gritos de Shin... Asi que no me quise arriesgar.
Tai carcajeó un poco al ver la "cobardía" que tenia Izzy a Nanase.
- ¿Y que tal esta Matt? – Preguntó Izzy en tono jovial.
El rostro de Tai tomó un aspecto más serio.
- No lo sé. Creo que él si lo tomo más en serio.- Él rostro de Izzy se tornó preocupado.- Anoche lo llame cada hora pero solo sonaba la contestadora. Lo volví a llamar a la media noche; pero, el señor Ishida me menciono que no había llegado aun. Llamé a Takeru y me comentó que el se había ido a un ensayo con su banda. Aun así. Nunca se queda hasta esas horas en un ensayo sin ninguna presentación cerca.
- Vaya. Ojala este bien.
************
¡¿Matt?!
Por favor. Ayúdame.
He estado aquí llorando en esta soledad...
Por favor... no puedo estar sola. Necesito de tu compañía... de tu amistad... de tu amor...
¡¿QUÉ NO TE DAS CUENTA?!
¡MATT, HÁBLAME!
Sé que no soy la chica con la que buscas estar el resto de tu vida; pero, por lo menos tolérame.
Por lo menos háblame.
¡ODIO ESTE SILENCIO!
¡NO ME IGNORES!
¡No quiero estar sola!
¡AYÚDAME!
¡TE NECESITO!
Si es necesario, mátenme...
No quiero estar más esta oscuridad...
Ya lo veo todo claro...
¡¡SOLO TE GUSTAN LAS FANATICAS PRESUMIDAS DE TUS SOSAS CANCIONES!!
¡¡SOLO ERES UN CHIQUILLO CON AURA DE FAMOSO PODRIDO!!
¡¡ESTA BIEN!!
¡¡NO ME AYUDES!!
¡¡NO NECESITO DE TU HIPÓCRITA Y FALSO AMOR!!
Tu por mi solo tienes piedad...
**************
Alrededor de las 6.45, el timbre de la casa de la familia Kido sonó. Mientras sus hijos terminaban de limpiarse los dientes; Nanase salio a la puerta a recibir al madrugador visitante.
Enfrente de ella apareció un chico de once años de serios ojos verdes y cabello castaño, vistiendo un adorable traje beige y sosteniendo un maletín escolar.
Nanase sonrió amablemente y le di una venia al joven visitante.
- Buenos días, Cody. Siempre es muy agradable tu visita.
- Buenos días, señora Kido.- Saludó respetuoso y cortés el nuevo digielegido.
Nanase abrió totalmente la puerta y lo invitó a seguir. Él aceptó gustoso y se sentó en una poltrona. Nanase no tardo más de dos segundos para traerle unos pasabocas matutinos a Cody.
- Me extraño mucho que ayer no vinieras por aquí. ¿Te encontrabas enfermo?- Pregunto amable Nanase.
- No. Es que tuve un pequeño retraso y si venia acá llegaría tarde al estudio y tal vez también hubiera puesto en dificultades a su hijo.
Nanase sonrió gustosa y orgullosa.
- Eres un niño muy responsable. Cuando crezcas estoy segura que serás un hombre de bien.
Cody se apenó y sus mejillas se inundaron de colores. Nanase rió divertida.
Una puerta corrediza se abrió y apareció Shin vestido con un sastre negro y un maletín de cuero.
- Buenos días, Shin-kun.- Cody saludó muy amable e intentado alejar el tema de Nanase.
- Hola, Cody. – Sonrió igual de gentil que su madre y su hermano de Jô.- ¿Estas enfermó? Te veo todo rojo.
Cody negó rápidamente con la cabeza y algo incomodo.
Shin vio con una gran gota a su madre y esta sonrió juguetona al ver la actitud de su hijo intermedio.
- ¿Qué le dijiste a Cody?
- ¿Yo? ¡Nada! ¡Es el mismo de siempre!¿Verdad?
Cody volvió a asentir sonrojado y sin musitar palabra.
- ¿No le estarás contando las historias de tus mangas mamá?
La aludida se sonrojó y empezó a negar con la cabeza algo nerviosa.
- No, como crees. Ya desde hace mucho ya sé que el no tiene esos intereses.
Hubo un silencio incomodo y finalmente con dos gotas sobre su cabeza Shin preguntó con total tono comprometido.
- ¿No le estarás hablando de sexo, verdad?
Una gran roca cayó encima de Nanase y Cody empezó a negar rápidamente la cabeza, rojo como un tomate.
Una gran vena se formó en el rostro después de que se recuperara de aquel golpe acusador.
- ¿No conoces a tu madre? ¡Por Dios! ¡Yo no estoy educando a hijos ajenos en esos temas!
Cody sonrió nervioso y con más de tres gotas detrás de él al ver asombrado como Nanase había sacado un objeto de la nada.
Una gran sombra femenina se cernió sobre la pequeña figura de Shin. El pobre vio con ojos nerviosos la gran sonrisa malévola de su madre.
- Yo... este... pues.- Balbuceaba Shin con unas dos gotas nerviosas.
- Esto me va a doler más a mí que a ti.-Murmuró malévola.
De ser ellos un manga... habría gran fuego y sonoros truenos en el fondo de Nanase.
Detrás de ellos apareció Jô con un genio muy amable.
- Bueno, ya me voy... ¡¿Mamá?!
¡Bang!
Los ojos de Cody quedaron como dos puntos al ver a Shin. Este quedó en el piso con un gran chichón en su cabeza. Sus ojos orbitaban como dos círculos sin fin. Mientras Nanase reía divertida mientras movía como porrista un gran martillo de hule.
- ¿Qué paso aquí?- Pregunto asombrado Jô al ver tal escena.
Nanase cogió el martillo de hule y empezó acariciarlo con la mejilla con gran emoción y cariño.
- ¡Hacia tiempos que no usaba a mi querido amigo!- Nanase exclamaba con alegría y con una cataratas de lagrimas.- ¡Pensé que ya se les habían bajado las hormonas! ¡Soy tan feliz, Jô! ¡Mi viejo chipote chillón esta de nuevo en las andadas!
Dicho estas exclamaciones de jubilo, beso tiernamente el martillo rojo con amarillo. Cody tenia miles de preguntas volando en su mente a pesar de tener una mirada algo indiferente.
- Jô... no entiendo... ¡¡Jô!!
Sin embargo Jô sonreía cómplicemente a su madre.
- Bueno, se me hizo tarde. Nos vemos luego, mamá.
Nanase dejó por unos segundos sus júbilos de alegría, camino encima del cuerpo de su hijo intermedio dejando negras huellas sobre su rostro y se acerco a despedir a su hijo con un abrazo... y sin soltar el chipote.
- Te cuidas y ponle atención a la clase.-Comentó cariñosa.- No te me desconcentres.
- No te inquietes. Apenas estamos comenzando asi que no hay que preocuparse.
Nanase se separó de su hijo y empezó a equilibrar su chipote y con una mirada amenazadora.
- Aun asi... no... te... desconcentres.
Jô le sonrió nervioso al ver el errático comportamiento de su madre.
- Pero lo mejor será comenzar con el pie derecho.- se apresuro a concluir Jô.
Nanase volvió a su compostura cariño y se acercó a Cody y acaricio cariñosamente el cabello de este. Este se sonrojo levemente ante los mimos de la madre de Jô.
- Pórtate como siempre. Confió en que te vaya muy bien. ¿De acuerdo?.
- Sí... Sí señora.
- Asi me gusta.- Nanase sonrió y le pico el ojo juguetonamente. Luego, volvió a ver a su hijo.- Si debes volver a trasnochar como anoche me avisas ¿Bueno?
Una pequeña venita se formo en la nuca e él.
- Sí... de acuerdo.
Ambos salieron el apartamento de la familia Kido y empezaron a caminar hacia la primaria Odaiba.
- ¿Anoche te trasnochaste?- Preguntó curioso Cody.- ¿Estuviste hasta muy tarde con Izzy?
Una gran gota se formo en el rostro de Jô.
- Pues... digamos que se presentaron problemas de ultimo minuto y tuve que hacer unos pequeños trabajitos.
- ¿Trabajitos?- Preguntó sin entender Cody y sin darse cuenta que una venita se formaba en el rostro de Jô al recordar la causa de esos "trabajitos".
- Sí. Trabajitos... –Cada "Trabajito" que él mencionaba hacia que él apretara con más y más fuerza su puño y con miles de venitas alrededor de él. -Lavar trastes, trapear pisos, hacer cafés, recibir ordenes, trabajar hasta media noche, quitar manteles, limpiar vidrios.
El rostro ceñudo que había puesto Jô hizo que Cody se apresurara por cambiar el tema a cosas menos laborales.
- Je, je, ¿Sabes? Anoche aprendí un nuevo movimiento de Kendo. Es muy difícil y mi abuelo tuvo que prepararme por dos meses para poder aprender.
- ¿En serio?- Volvió a hablar alegremente luego de haber "desahogado su ira"- Te felicito mucho Cody.
Ya desde hacia dos años. Cody le pedía a Jô que se vieran de vez en cuando... sin que se dieran cuenta, terminaron acompañándose todos los días a la escuela. En especial desde hace año y medio. En la que los padres de Jô pudieron costear un nuevo departamento. Después de todo, ambos se dieron cuenta que era tiempo que Shin tuviera su propio cuarto y dejara de dormir en el armario... pues, podría afectar su personalidad y darle algún trauma o algo parecido.
El nuevo digielegido del conocimiento y a confianza había visto en Jô un ídolo a seguir. Le pareció la persona correcta a la cual ver como ejemplo de un hombre... se podría decir que es la especie de ejemplo que debió haber recibido de su padre. Su abuelo, era una persona viva con grandes cualidades. Pero, Jô le mostraba todas las facultades que admiraba en una persona. Asi que ambos se hicieron grandes amigos. A Jô le agradaba la idea de que Cody lo hubiera elegido como "tutor" aunque le entristecía en cierta parte las razones.
Después de todo... no importa que tanto esfuerzo uno haga... uno no puede remplazar a un padre.
**************
¡¿Tai?!
Por Dios, ayúdame...
No me cojas odio por no corresponderte...
Estimo demasiado tu amistad, para perderla.
¡Ayúdame!
¡Eres nuestro líder!
¡Debes proteger a los más débiles!
¡DEBES AYUDARME!
¡¿ACASO ERES UN COBARDE QUE SOLO BUSCA ALGO DE REPUTACIÓN CON DISCURSOS MORALISTAS Y DIGIVOLUCIONES ESPONTÁNEAS Y NO MADURAS?!
¡¡TAI!!
¡CON UN DEMONIO, AYÚDAME!
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Matt, Izzy y Tai se encontraron en la portería del edificio en donde vivía Sora.
Izzy y tai saludaron entusiastamente al chico rubio pero este solo mencionó un seco Hola. Dejando a los dos chicos con una mala sospecha.
Los tres pusieron al mismo tiempo el dedo sobre el timbre de ese departamento. Luego de unos segundos se escuchó por el interruptor la voz de la madre de Sora.
- Residencia Takenouchi.
- Buenos días, Sra. Takenouchi.- Respondieron los tres en coro.- ¿Sora se encuentra en casa?
- No. Ella salio temprano. Cuando me levanté ya no se encontraba en casa.
- Ahh.- Respondieron los tres sin ocultar su preocupación.- ¿Dejo algún recado o nota para nosotros?- preguntó Matt fingiendo una voz curiosa no preocupada.
- Solo dejo una nota diciendo que llegaba tarde. Nada más.- la Sra. Takenouchi empezó a predecir ese extrañó miedo.- ¿Por qué sucede algo?
- ¡No, para nada!- Respondieron rápidamente los tres.- Muchas gracias. Hasta luego.
El grupo de amigos portaba el verde uniforme de la secundaria Odaiba. Los tres se alejaron del edificio y empezaron a cuestionar el paradero de su compañera.
- ¿Creen que aun estará afectada por lo de ayer?- Preguntó algo dudoso Izzy.
- ¿Te refieres a lo de los digimon, a lo de Jô o a la bronca de ayer?- Comentó sarcástico Tai.
- Pues a lo de los digimon.- Comento seguro Matt.- Una chica como Sora no le daría tanta importancia a los comentarios del sabelotodo de Jô.
Tai e Izzy quedaron con la boca abierta ante el comentario de Matt.
- ¿Por qué lo dices, Matt?- Preguntó sin evitar su extrañeza Tai.
- Anteriormente, ya hemos tenido varios problemas por la lengua larga de Jô. Yo creó que ya se debió haber acostumbrado a sus sandeces.
Izzy se molesto por ese comentario. Aun asi, el no es del estilo que levantaba los puños por cualquier cosa. Él es del tipo de: comentario sutil. Su curiosidad lo había dotado para notar ciertos detallitos que los dejaba guardaditos para "momentos de emergencia".
- Pues... –Los ojos de Izzy se llenaron de suspicacia y empezó a codear cómplicemente a Matt.- Veo que aun cierta personita no sé a acostumbrado a esas sandeces. Porque esa personita casi destroza las paredes de su propia casa por ponerle atención.
Matt dio unos pasos adelante y vio a Izzy con cierta bajeza.
- Tal vez me envenene mis oídos por ponerle atención a ese idiota y de paso defender a alguien que no era capas de decirle lo que se merece. Pero, me molesta que lo hagan ver a él como un mártir.- Izzy y Tai estaban sorprendidos y heridos por el violento comportamiento que estaba tomando Matt.- Él es un tonto sabelotodo que ya se cree que por un año ya se sabe todas las jugadas de la vida, cuando en realidad es un fracasado perdedor y si tú continuas con esas tonterías notaria que no eres un amigo de confianza.- llego volvió a ver a Tai.- ¿Vienes?
Tai que hasta ese momento no había tomado participación activa de la charla, dio unos pasos adelante y lo vio seriamente.
- No sé que asuntos tengan tú y Jô pendientes. Pero, no veo la razón para que nos pongas todos en contra. Hasta que no te serenes o al menos no nos pongas en estas situaciones tan meticulosas lo mejor será que estés un momento a solas para reflexionar.
- ¡¿Ósea que estas de parte de Jô?!- Exclamó Matt indignado.
- Yo solo estoy de parte de la unión que tenemos entre todos los jóvenes elegidos y no quiero que una charla banal nos deje sin esa unión tan indispensable para proteger el digimundo.
- Amistad.- Ambos vieron a Izzy que hablaba en un tono igual de serio.- ¿Acaso ese no es tu emblema? Un emblema de tan gran significado y poder que ha vencido a poderosos enemigos. No estoy seguro si ahora tengamos un enemigo. Pero, si lo tenemos, creo que tu no servirías pues tu emblema ya no te tendría... creo con ese comportamiento estarás muriendo como niño elegido.
La mirada de Matt se inundo de ira y resentimiento. Con grandes pasos se acercó a Izzy y lo sin pensarlo le dio un certero golpe en el rostro. Este dio unos pasos atrás y dejando caer su maleta y su computadora se arrodillo en el suelo.
- ¡¡Matt!! ¡¡¿¿QUÉ DEMONIOS, HACES??!!- Preguntó sorprendido Tai.
- ¡Cómo te atreves a decirme esas cosas! ¡Tu no sabes nada de amistad! ¡Es más no creo que sepas nada de valores! ¡Si ni siquiera tienes una familia!
Las pupilas de Izzy se dilataron al escuchar esa dolorosa frase. Izzy vio a los ojos a Matt este lo veía con desprecio y con una sonrisa en la que parecía disfrutar el tocar aquella vieja llaga.
- ¡Si solo eres un recogido!
- Cállate.- Murmuro con el rostro ensombrecido Izzy.
Sin embargo, Matt continuaba.
Los ojos de Izzy se llenaban dolorosamente de lagrimas que él no quería dar el placer de derramarlas frente a Matt.
- ¡Un niño que creció gracias a la lastima de unos parientes! ¡Te criaron por lastima y egoísmo! ¡Ellos te criaron por su deseo de tener un hijo a expensas de la muerte de tus padres! ¡De lo contrario, te hubieran dejado en un orfanato como el vagabundo que tú eres!
- ¡Detenté!
Tai detuvo ese doloroso sermón, empujando a Matt hacia una pared y lo alcanzó de las solapas de la chaqueta.
- ¡Ya detente! ¡Deja las estupideces entre tú y Jô! ¡No nos molestes a nosotros! ¡Yo te estimo mucho como amigo; Pero, si me entero que haz lastimado a uno de mis amigos o algunos de los niños elegidos me veré en la penosa necesidad de intervenir! ¡¿De acuerdo?!- Al ver que Matt no le respondía lo apresó y lo volvió a empujar en contra de la pared.- ¡¿De acuerdo?! ¡¿De acuerdo?!
- Sí... como sea.
Tai lo volvió a empujar y se dispuso a ayudar a Izzy. Este rehusó la ayuda de Tai y sin antes frotar desapercibidamente sus ojos, se levantó por sí solo. Este se limpió un poco de sangre que le salio en la nariz.
- Tal vez sea un recogido. Pero, al menos no soy un adolescente con problemas emocionales que se quiere desahogar con los demás y que se divierte con el dolor ajeno, solo porque su familia verdadera no funcionó como tal.
Izzy vio de arriba a abajo a Matt y le escupió el poco de sangre que tenia en su boca.
Tai cogió las cosas de él y de Izzy y siguieron su camino a la secundaria sin esperar la compañía de Matt.
Este vio como se alejaban y volvió a dar un puñetazo en contra la pared, muy parecido a como lo hizo el día anterior.
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Angeline llego a su departamento. En la sala se encontraba Gami concentrada jugando con unas mariposas que había entrado por el balcón.
Sus labios se movieron un poco. Para alguien como Angeline era una sonrisa.
Se despojo de su chaqueta y sin importar que tenia los zapatos puestos camino hasta su cuarto. Allí vio la computadora prendida varias paginas web estaban en la batalla en esta. En todas se veían fotos de funerales y temas asociadas a estas.
Gami entro al cuatro persiguiendo a dos mariposas negras.
Estas se acercaron a Angeline. Revolotearon por unos segundos alrededor de ella y se sintieron atraídas a su brazo izquierdo. Cuando se acercaron varios rayos fulminaron. Las dos mariposas cayeron incineradas al piso. Gami se acurruco y curiosamente acercaba sus patitas a las pequeñas fogatas.
Sin el mayor interés ante ese suceso Angeline se sentó en el piso y vio sin extrañeza las imágenes que le daban en esas paginas.
Suspiro.
- Gami, te dije que quería algo que fuera serio. No anticuado.
La gata le bufó y continuo jugando con los incinerados insectos.
- Tal vez sea de tu gusto; pero, no del mío.- La gata maulló molesta aunque sin dejar de jugar. Angeline volvió a "sonreír"- Bueno, intentare darle mi propio toque.
Ella acercó su mano hasta la pantalla sobre una imagen. No en una de las que les había buscado Gami. Sí no, en la de una publicidad de una película de acción. En la que había dos hombres y una mujer, los tres vestidos e largas gabardinas negras y gafas oscuras.
La pantalla se comportó como si fuera una capa de agua y ondeó con el tacto de Angeline. Un halo multicolor empezó a recorrerla mano, el brazo y después todo el cuerpo de Angeline. Si uno tuviera la vista bien fina, uno podía distinguir que ese halo estaba compuesto por millones de cadenas conformadas por ceros y unos.
Cada milímetro que tocaba aquella extraña cadena desvanecía la anterior ropa de Angeline. Cuando la onda llegó a los pies. El halo desvaneció.
La gata examinó la nueva ropa que había conseguido su dueña. Ahora levaba puesta una larga y ondeante falda negra de seda. Un buzo cuello de tortuga de licra e igualmente negro; una larga gabardina que le llegaba hasta la pantorrilla igualmente negra y unos extraños lentes de sol. La chica también había obtenido unas pulseras de plata y dos artes de plata que apenas se distinguían en su alborotada cabellera gris. En uno de ellos se distinguía un dije con un símbolo... era el mismo signo tibetano que quedo impreso en el niño que había matado l noche anterior... y en las 54 veces anteriores.
- Miauuuuuuuuuu.- Contestó llena de sorpresa Gami al ver lo seria y a la vez bella que había quedado su dueña.
- Te lo reconozco Gami. ¿Me acompañas? ¿O continuas en vigía?
Angeline comprendió que su compañera de habitación no quería acompañarla cuando vio que otra mariposa se había filtrado por el balcón y había salido en su cacería.
Sin decir siquiera Adiós salio de su departamento. Tenia mucha prisa por llegar antes que los demás.
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Takeru, Kari, Davis y Jolei salieron al encuentro de Cody y Jô al verlos cerca de la entrada a la secundaria de Odaiba.
- Buenos días, Chicos.- Comentó de buen genio Jô.
- Buenos días amigos.- Saludo cortésmente Cody.
- Hola. ¿Cómo amanecieron?- Preguntaron los cuatro a los recién llegados. (Cada uno a su manera, no en coro.)
- ¿Ya han logrado averiguar algo de lo de ayer?- Preguntó inquietada Kari.
- Yo no. Tuve que estar en unas clases de Kendo y no tuve tiempo para nada.- Se excusó Cody.
- Yo estuve hablando ayer con Izzy sobre eso. Lo único que pudimos concluir es que podrían haber evolucionado algunas torres de control.
- ¿Evolucionado?- Preguntó sorprendido Davis- ¿Acaso ellos son seres vivos capaces de evolucionar?
- Nosotros solo sacamos locas teorías, Davis.- Se excuso rápidamente para no alarmar a nadie innecesariamente.- Creemos que por eso no los detectamos en nuestros digivice y hacen que los digimon que salgan de allí sean más fuertes.
- Eso suena lógico.- Aseveró Takeru.
- De todas formas hoy vamos a ir donde el señor Genai para que nos de un informe de la situación y de una vez nos pueda dar nuevas teorías y tal vez respuestas.
- ¡Eso suena genial! ¡Cuenta con nosotros!- Comento segura y contenta Kari.- ¿Verdad?
- ¡Claro que sí!- Comentaron los 5.
- Bien, cuento con ustedes.
Antes de que Jô se dispusiera a ir a su preparatoria Jolie comentó un tema curioso.
- ¿Vieron las noticias de ayer? ¿Supieron lo del chico masacrado?
- Sí ¿Por qué lo mencionas, Jolie?- Preguntó algo turbado Takeru.
- Bueno... díganme loca... pero cuando mostraron las fotos... me pareció que alguno que otro chico lo habíamos conocido antes...
- Pues a menos que tu hallas salidos del país, o lo creo.- Comento algo severo Davis.- Todos son extranjeros y algunos dicen que son solo victimas de los sucesos metereologicos. Otra cosa es que se les den publicidad o algo parecido.
- ¡Yo se que son extranjeros, Davis! Lo que quiero decir, es que me pareció verlos en el digimundo.
- ¿Insinúas lo que yo creo?- preguntó algo miedosa Kari.
- Mira que lo que dices es muy serio. – Sentenció Takeru.- ¡¿Estas diciendo que solo mueren brutalmente los que son niños elegidos!
- ¡Claro que sé lo que digo! ¡¿Pero no les dio la corazonada?!
Casi todos le vieron como si estuviera loca. Pero, Jô ocultó su mirada. Él también había reconocido a un niño elegido... el que conoció en las playas australianas. Pero, Jolie también lo dijo, es solo una corazonada. Uno no puede hacer pánico por una muy sospechosa corazonada.
- ¡Ah! ¡Se me hizo tarde!- Comentó Jô para saltar el tema.- me debo ir. Hablaremos de eso esta tarde ¿de acuerdo?
- Sí.- Respondieron todos en coro.
Jô saco del bolsillo de su chaqueta un dulce de caramelo y se lo entregó a Cody.
Este lo vio con ojos grandes y sorprendidos.
- ¿Y esto?
- Porque eres mi pequeño hermanito.- Este le sonrió abiertamente y salio corriendo deprisa hacia su preparatoria.
- ¡Oye!- Gritó algo escandalosa Jolie- ¡¿Yo te lleve almuerzo y no me das ni una migaja, ehh?!
Jolie fue "atacada" por los codos de Takeru, Kari y Davis para que mantuviera la compostura.
Jô salio tan aprisa que no notó las mejillas sonrojadas de Cody.
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Dos chicos levantaban el polvo por las calles de Odaiba con tal de llegar a la preparatoria Odaiba antes de que dieran las 8 de la mañana y cerraran sus puertas.
- ¡Esto es tu culpa!- Gritaba George sin dejar de correr.
- ¡¿Mí culpa?! – Preguntó indignado y casi sin aliento Kevin.-¡Yo no me detuve para saludar a unas bellas policías de transito!
Los dos amigos peleaban y corrían sin fijarse en nada que estuviera delante de ellos.
- ¡Pero tu me debiste decir que estábamos atrasados! – Continuo excusándose George.
- ¡Pero tú dijiste que no te molestara en cuanto a cosas del corazón!
- ¡Pero si te debes meter en cosas del estudio!
- ¡Pero no soy tu secretaria para recordarte tu agenda!
- ¡Pero si eres mi amigo!
- ¡Pero no tu alcahuete!
- ¡Pero si eres mi com...!
Los dos amigos no se fijaron que llegaron a una esquina y chocaron estrepitosamente contra alguien. Los tres sujetos cayeron al suelo y Volaron maletas, zapatos y... lentes.
- ¡Auch!- Gritaron los tres de dolor.
George se levantó (a pesar de que sentía un gran dolor.) y empezó a persuadir una disculpa
- ¡Imbecil! ¡¿Qué no te fijas donde... ca-mi-nas?!
George titubeó al ver la figura delante de él. Sin embargo, Kevin lo saludó cordialmente entregándole sus lentes.
- Hola Holas, jefe.
- Buenos días Kevin... – Las manos de Jô se crisparon y se cerraron... alrededor de la garganta de George.- Buenas muertes, George.
George parecida un monigote de un niño de cinco años. Ojos grandes y pupilas pequeñas. El rostro grande y azul por la falta de oxigeno. Cuello muy pequeño... por la acción de Jô. Brazos estirados y con un extraño porte. Y el resto del cuerpo chiquito... y con líneas azules por doquier.
Kevin rió divertido.
- Veo que Jô-kun aun continua disgustado por lo de ayer.
- No solo disgustado.- Por cada sinónimo que decía apretaba un poco más el cuello de George.- También estoy: Deshonrado, despreciado, ya sin presencia, trasnochado, con dolor en la espalda y ligeramente resentido.- Finalmente los ojos de George se volvieron espirales y con un letrero de "fuera de servicio" girando en compás de los ojos.- Pero aun asi... mereces ser perdonado.
Jô soltó el cuello de este y cayo redondo como una fruta.
Rápidamente se levantó y empezó besar los zapatos de Jô.
- ¡Gracias por perdonarme! ¡Gracias! ¡Solo era una broma! ¡Perdón!
- Ya deja eso.- Comentaron Jô y Kevin con cierto asco a esa escena.
Este se levantó y volvió a su aspecto jovial y travieso.
- Tienes razón después de todo... ¡¡¡SE NOS ESTA HACIENDO TARDE!!!
Dicho esto salio tan rápido como el Max5 (Comentario de la Pitonisa: XDDD ¡Go be racer, Go be racer, Go be racer, Gooo!)
Al caer en cuenta de esta verdad. Ambos salieron detrás de su amigo.
Después de unos segundos de correr; George señalo sin dejar de correr hacia una parada de autobuses y comentó algo inocentemente.
- ¿Aquella chica no es Hinemiya?
Jô fijo su mirada hacia la parada.
- ¿En serio? Pero sí yo no la...
Imaginémonos esto: Si hubiera una cámara grabando todo el desempeño de Jô a su misma velocidad, como si fuera una cámara de esas que siguen las carreras de atletismo. En medio de la frase la cámara estaría corriendo sin la imagen del corredor. Ahora imaginémonos a la cámara buscando a su corredor y luego se topa con un poste de luz... y debajo de este esta el noqueado corredor.
Kevin y George rodearon el cuerpo del caído. Kevin preocupado y George con una sonrisa juguetona.
- Je, je, veo que le interesa.-Comentó risueño George.
Con una gota de sudor Kevin vio un gran chichón en la frente de Jô y un rostro girando en infinitas espirales. De haber estado hace hora y media en la casa de Jô, se habría dado cuenta del parecido de Jô y de Shin en esa pose tan poco usual. Los dos empezaron a indagar el estado de salud de su amigo
- Pues yo veo que ahora le interesara una aspirina. – Comentó sensato Kevin.
- Y una curita autoadhesivo.
- Y tal vez una enfermera. – Kevin estaba con un mal presentimiento por la salud de Jô al ver tan tétrico estado.
- Y también un medico. -En cambio George ya lo había tomado por el juego de palabras.
- Aunque tienen cara para una funeraria.
- ¿Y que tal el abogado para el testamento?
- ¿Pero que nos podría dejar él?- Preguntó algo acomplejado.- ¿Qué no hay nada más valioso que su presencia en este mundo?
- ¿Qué te parecería los ahorros de la universidad?- Preguntó George juguetón e interesado y con unos signos de dólares en los ojos.
- Y hablando de caras.¿No crees que debe cambiarse de lentes?
- Sí. Ya están pasados de moda. Aunque son mejores que los que tenia en la primaria.
- Tal vez si le cortamos el cabello le lucirían mejor esos lentes.
- Sí. Porque con ese cabello largo parece una mujer XDDD
Sin embargo Kevin volvió rápidamente al mundo real.
- ¡Vamos! ¡Ayúdame a levantarlo! ¡Ya falta unas cuadras para llegar a la escuela!
- Y si ya timbraron a tenemos un pretexto para nuestra tardanza.- Sugary precipices George.
Cada uno cogió a Jô y lo llevaron a rastras por unas cuadras, hasta que recuperó la conciencia... y volvió a ahorcar a George.
*************
¡¿Takeru?!
¡¿Kari?!
Le tengo miedo a esta oscuridad
Es muy fría...
Por favor, demuestren que ser mejores que sus hermanos.
Denme una mano
Tengan compasión de mí...
¡¿Takeru?!
¡¿Kari?!
Por favor.
Por favor.
Den ejemplo vivo de sus emblemas.
¡Vaya! ¡Pensé que ya habían madurado!
¡Que ilusa he sido!
¡Kari! ¡Tú continuas siendo una chica de ilusiones! ¡Nunca has tenido los pies sobre la tierra!
¡Para ti solo son los digimon!
¡Ilusa!
¡Takeru! ¡Tu eres igual de mentiroso que tu hermano!
¡Continuas viviendo, bajo las naguas de tu hermano!
¡Aun eres un llorón!
¡Aunque lo intentes, nunca serás un hombre de verdad!
¡¿Lo oíste?!
¡¡Nunca!!
¡No los necesito!...
Prefiero morir este frió lugar; a recibir ayuda de sus mentirosas manos.
*************
Una chica de cabellos negros, piel algo trigueña y ojos cafés, ingresó a la oficina de July Bangalter y coloco enfrente de ella una carpeta con el vistoso sello de "TOP SECRETA" en letras grandes y rojas.
- Mónica, aun tengo cuatro horas y cuarenta y cinco minutos de descanso. ¿No podrías traer ese archivo cuando se cumpla ese tiempo?
Sin embargo Mónica soltó el archivo delante de July y la vía con mirada autoritaria.
- Mientras, yo este en servicio diríjase a mí como Lugarteniente Romero. Y en segundo lugar, puede analizar este documento mientras esta en descanso y después si puede discutir y reprobarlo.
- ¿Cómo puede dirigirse de esa forma a alguien e rango superior al suyo, "Lugarteniente" Romero.?
- Capitana Bangalter, usted sabe que yo, solo actuó asi cuando el asunto no puede esperar.
July la vio con ojos inquisidores y con desdén.
Abrió el archivo y vio varias fotos de una mujer rubia y de ojos verdes.
- Esta reportera ha estado metiendo sus manos al fuego con el tema de los seudo llamados jóvenes elegidos. Hemos averiguado que ella a estado en escenas del acontecimiento antes que cualquiera y tiene muchas fuentes que vienen desde adentro. Creemos que es un peligro potencial para los propósitos de Hinemiya y los nuestros.
- ¿Y su nombre es?
- Takaishi... Takaishi..
Luego de que July releyera algunas frases del informe se dirigió a Mónica más confiada.
- ¿Ya has encargado a alguien?
Ella negó con la cabeza.
- No. Creo conveniente que usted elija el misionero. Pero yo recomendaría a...
- No te preocupes. Le diré a Hinemiya. Anoche no se alimento o suficiente y estoy segura que le agradaría una merienda de media noche. Le diré por la tarde. Dejare que esta sea la ultima noche de esta oven divorciada.
- Bien. Y un ultimo consejo.
- Dígame.
- ¡Ordene esto!
July sonrió abiertamente.
- No critiques. Yo arreglo mi oficina cuando tu arregles tu departamento.
Mónica carcajeó un poco.
- Me parece un rato justo. July.
- Lo mismo digo, Mónica.
La lugarteniente salio de la oficina con una sonrisa. Las pocas veces que dejaban atrás los gajes del oficio, era agradable compartir con su superiora.
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Un vespertino aire flotaba en el aire.
La gabardina de Angeline se movía leve y acompasadamente con aquel sutil viento junto con los mechones de su cabello. Ella estaba parada enfrente de un pequeño montículo de piedra mármolizada en la que se hallaba un monolito de mármol. Más no era el único. A diestra y siniestra estaban cientos de monolitos parecidos y esparcidos en un campo abierto. Levemente decorado con algún distante árbol.
En este montículo había un florero vació y alrededor de estos unos juguetes conservados a pesar de la crueldad del tiempo.
Ella portaba en sus amos un ramo de lirios que había comprado antes de venir a ese lugar.
Se acercó y posó su mano sobre el borde del monolito.
- Buenos días, amigo. Disculpa por no haber venido a visitarte antes, es que he estado algo ocupada en estos tres años. Los cuatro años anteriores, estuve "hospedada" con los amigos de July... creo que donde tú estas debes saberlo ¿No?. Sabes, aun recuerdo que además de las bombas de jabón, te agradaba el olor de los lirios y pues, te traje un ramo. Están frescos. Yo te hubiera traído una maceta con estas flores, Pero, te traje estas... estoy segura que no te agrada el pensar que estas; también, van a morir por mi culpa...
Ella se detuvo y respiró profundamente. Se volvió a agachar sobre la graba y con la palma de sus dedos dibujo y leyó lentamente lo escrito sobre este.
OSAMU ICHIJOYI1984 – 1994
Aquel que dejo la tristeza del mundo banal y logro dejar libre su alma secuestrada.
- Me alegra pensar que estas en un lugar mejor, a diferencia mía. Sabes. Los pocos instantes en los que mi instinto no me maneja, anheló con que sea donde estés ahora estés feliz y contento al lado de mi pequeño Alexander... – La chica con todas sus fuerzas no dejó escapar un sollozo.-Te extrañó tanto... Gami también te extraña. No había nadie mejor que tú para jugar cogidos con ella. -Sonrió levemente y ocultó su rostro como si él pudiera verla.- Sé que suena tonto, pero era divertido verte persiguiendo a nuestra amiga felina. – Ella paró unos segundos, volviendo a respirar hondo para ocultar sus emociones.- Sabes. Hasta extraño que sientas lastima por mí... recuerdo... recuerdo... como una vez lloraste por mí... me defendiste... no me merecía tu amistad.
Ella colocó su mano en el rostro y aparto rápidamente una lagrima.
- Fuiste el único que me ofreció un espacio en su corazón. Me ofreciste una familia, una bella gente que me apreciaba y me estimaba... y yo en cambio... no pude sacrificarme... me volví asesina... destruí tu familia... ¡Por mi culpa tú y tu hermano fueron victimas de la semilla del mal! ¡Yo los puse en bandeja de plata! ¡No me merecía tu amistad! ¡Tú me diste todo y yo te lo quite!... todo por nada...
Unas escenas se difuminaron en la ambigua mente de Angeline.
Unas extrañas llagas abiertas en sus dos manos. Su injerto ardiendo como un fiero hirviente. Corriendo sin punto fijo... huyendo... de su culpa... huyendo... para salvarlo.
Detrás de ella, un chico, corriendo detrás de ella con una leve y sangrante herida en sus muñecas... de la misma forma que las llagas de la niña.
Gritando que volviera. Que no le tenia miedo. Que la ayudaría. Que eran amigos y que confiara siempre en él.
Ella con un acrobático saltó cruzo una avenida... él en cambio no podía imitarla y atravesó sin miedo y preocupación la congestionada avenida.
Escuchó el seco sonido de unos frenos frenando con máximo esfuerzo... unos gritos de sorpresa...
Unos vidrios fragmentándose... unos lentes rompiéndose... Y un cuerpo cayendo.
Jamás pudo decirle adiós...
Ni siquiera fue capaz de despedirse de la familia que le confió.
La chica apretó con fuerza el ramo de flores y sus cabellos ocultaron su adolorido y culpable rostro.
Sus ojos se fijaron en sus dedos. Estaban polvorientos. Ella sonrió amargamente.
- Veo que para ellos también es duro él venir visitarte, Amigo mío.
Angeline extendió su brazo izquierdo hacia el monolito, exhibiéndole al monolito una fracción de sus extrañas venas.
- He mantenido una mis promesas. A pesar de todo, he estado vigilando a tu hermano. Aunque no lo he protegido, he hecho que él caiga en grandes errores y se que debí haber intervenido hace 2 años que hubiera sido cuando más lo necesitaba. Pero, debía ver que era alguien digno de ti. Y no creas que es mi maldito comportamiento instintivo. Fue mi poco raciocinio humano. Y creo que lo más convenientes es que lo tenga ahora... para que sea un gran rival cuando llegue su turno... - Una lagrima intento rodar en su rostro; pero, ella ágilmente la borró de su rostro.- Sé que no hubieras querido esto... pero no puedo evitarlo... es mi único objetivo en la vida... es eso o la muerte... debo hacerlo. Todos deben ser parte de mí. Me alegró que tu no pasaste por esto. Pero, al menos... por lo menos... creo que él si pueda tener la posibilidad de eliminarme... solo debo decirte dos cosas: perdón... y... gracias... Osamu...
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En los Estados Unidos. Mimi Tachikawa recibía la llamada de su amigo Wallace. Un niño digielegido de USA.
- Hi. Mimi al habla.
- Hi, Mimi. Soy yo, Wallace.
- ¡Oh, Wallace! ¡¿Que cosas agradables tiene que contarme mi amigo amiguísimo?
Un silencio incomodo ocurrió por unos segundos al otro lado de la línea y después de que este carraspeara un poco, habló en tono serio a Mimi.
- Mimi. Es Bruce... él... falleció hace unas horas..
- ¿Perdón?- Preguntó sin querer entender.-¿Qué me quisiste decir?
- ¡Bruce MURIÓ!
- ¿Pe-pero como?
- Anoche murió a causa de un tornado... en Texas.
- ¡No empieces con bromas! ¡Sí él vive en tu mismo barrio en Boston!
- ¡No me refutes nada! ¡No se como fue a parar allá; Pero, murió!
- ¿Ya revisaste el correo?
- No.
- Te debe llegar la invitación al funeral en estos instantes. Y lo peor es... que creen que fue victima de ese asesino en serie.
- ¿Él que degolla a sus victimas con extrañas figuras?
- Sí...
Mimi no pudo controlarse más y rompió en llanto.
- Esto es imposible. Alguien tan encantador y tierno... imposible... ¿Qué va a ser de su pobre elecmon?
- No lo sé, Mimi... No lo sé.
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Tres personas enlutadas caminaban por entre los bastos y verdes lotes del cementerio.
- ¿A que horas es la misa?- Preguntó dubitativo el Sr. Ichijoyi.
- A las 8 y 30, papá.- Respondió cortamente Ken.- ¿Allí van a asistir todos los integrantes de sus familias, verdad?
- Sí.- Contestó triste la señora Ichijoyi.-Es muy triste pensar que toda la familia se encuentre, solo para situaciones tristes.-
Cada uno los 3 integrantes de la familia Ichijoyi caminaba a la tumba mirando al suelo. Les resultaba algo duro afrontar tan dolorosa vista.
Ken notó una sombra que se extendía en el prado y terminaba en una figura femenina enfrente de la tumba de Osamu. Él alzó su vista y vio a una chica vestida con una larga gabardina negra. Sus cabellos plateados flotaban alborotadamente con el aire. No evito su sorpresa al ver que la tuba de su hermano se hallaba limpia y con un extraño brillo provocado por un poco de Wisky que había sido derramada sobre este. Sin dejar de notar un bello ramo de lirios que estaban ya colocados de forma armoniosa en el florero.
La Sra. Ichijoyi fue la primera en reaccionar y se dirigió a la chica con extraña dulzura.
- Buenos días, señorita.- Preguntó él Sra. Ichijoyi con voz amable.- ¿Conociste a Osamu-Chan?
Angeline se dio media vuelta y vio a la familia Ichijoyi delante de ella. Sus ojos a pesar de parecer serios, estaban llenos de sorpresa y tristeza. Ken quedo anonadado al ver sus extraños ojos color violeta que se podían distinguir entre los mechones agitados.
- Sí. –Contestó muy civilizada. -Fuimos amigos de infancia.
La señora Ichijoyi se acercó a ella y poniendo sus manos en el rostro de Angeline, se acercó a ella. Ken quedo sorprendido por la extraña confianza que tenia su madre con esa desconocida.
- ¿Angi-Chan? ¿Eres tú?
- ¿Angi-Chan?- Preguntó asombrado el señor Ichijoyi al escuchar ese nombre de su esposa.-¿En verdad tus ojos no me engañan?
Hinemiya apoyo una de sus manos sobre las manos de la Sra. Ichijoyi y las bajo del rostro.
- Me honra saber que aun me recuerden.
Al escuchar esa respuesta. La Sra. Ichijoyi no pudo evitar el abrazar muy cariñosamente a la recién llegada mientras sus ojos se llenaban de lagrimas.
- ¡No puedo creerlo! ¡Angi-Chan! ¡Que alegría volver a verte!
Hinemiya se sorprendió por la reacción de la Sra. Ichijoyi y lenta y hasta miedosamente apoyo sus manos en la espalda de ella y le correspondió a ese inesperado gesto de afecto.
- Disculpa a mi esposa.- Se impulsó a excusar el Sr. Ichijoyi.- Es solo que eres la única amiga de Osamu que aun viene a visitarlo.
Ken no dejaba de analizar la ultima frase de su padre: "La única amiga de Osamu" Aun después de aquella escena el no podía recordar el rostro de aquella joven.
- Son demasiado amables. No merezco ese comportamiento de su parte- Habló casi imperceptible.
La Sra. Ichijoyi se separó de la recién llegada y le sonrió nostálgicamente.
- Veo que sigues siendo igual agradecida y humilde.
- Se los reconozco.
Las miradas de Angeline y Ken se cruzaron. Él no lograba percibir que clase de emoción estaba teniendo ella al verlo. No trasmitía alguna señal de agrado o de disgusto hacia él.
- ¿Y este joven debe ser Ken-Chan?- Preguntó amablemente y ocultando muy bien su emoción de verlo.
- Asi es.- Contestó el señor Ichijoyi.- Él es el dueño de nuestro hogar. Preséntate Hijo.
- Mucho gusto, soy Ken Ichijoyi. Hermano menor de Osamu.- Este dio una pequeña venia y le sonrió amablemente.
- Y mi nombre es Angeline Hinemiya. Y el gusto es mío.
Angeline se inclinó un poco como si Ken fuera un niño muy bajo para su altura y le preguntó de forma curiosa y amable.
- ¿Aun continuas soplando las bombas de jabón igual de suave y dulce como le gustaba a tu hermano?- Dicho esto echa le pico el ojo y lo miro tiernamente... muy parecido a como él recordaba la mirada de Osamu.
Ken quedo por unos segundos aturdido por la pregunta y luego respondió algo sonrojado.
- Sí. Bueno. Eso creó. Asi mucho tiempo desde que no he vuelto a soplar.
Los padres de Ken sonrieron al ver como se estaba portando Ken. Se estaba comportando igual de tímido que en la bella época de hace 7 años atrás.
- Ken. Quédate un rato si quieres con Angi-Chan. – Sugirió la Sra. Ichijoyi.
- Mientras, nosotros iremos a recibir a la familia y arreglar los últimos detalles para la misa.
Antes de que Ken pudiera emitir palabra, sus padres ya se habían ido. Él volvió a ver a Hinemiya y ella estaba viendo muy cariñosa uno de los juguetes que se hallaban alrededor de la tumba.
Él se acercó y vio que era un pequeño periscopio.
- ¿Qué haces?- Preguntó Ken al notar como Angeline no le quitaba la vista de encima.
- ¿Aun te acuerdas de esto?
Ken bajó su rostro.
- Sí. Cuando había noches estrelladas Osamu y Yo nos asomábamos al balcón y él me mostraba una a una las constelaciones.
- Recuerdo que una vez me dijo, que le gustaban las bombas de jabón porque los traslucidos y bellos colores que producían sobre su superficie, parecían estrellas de luz durante el día.
Ken agachó su rostro... recordó aquella frase de su hermano... más aun no podía acordarse de la chica. Aquella vez cuando dijo esa frase Osamu... él se veía muy feliz.
Angeline vio su semblante triste. Se acercó y acaricio su cabello.
Ken no pudo evitar el sentirse algo extraño. Pues, sus manos eran tiernas y cálidas en comparación a sus ojos. Además, ella colocó sus manos sobre su cabeza de forma idéntica a como lo tocaba Osamu.
- Disculpa- Preguntó algo inseguro Ken
- ¿Si dime?
- ¿Quién eres tú? ¿Qué eres de Osamu?
Ella no dejaba de acariciar su cabeza.
- Él fue mi mejor amigo. Mi único y gran amigo. Fue muy importante para mí, ya que fue alguien que me dio fuerzas para vivir y me dio muestras de que yo también era alguien humano.-Para sorpresa de Ken ella lo volvió a ver con una sonrisa adolorida.-Y le hice dos grandes promesas que pienso hacer cumplir sin importar nada. Por que son para hacerlo feliz a él... y a ti.
- ¡¿A mí?!- Preguntó sorprendido.
Ella asintió su rostro sin dejar aquella triste sonrisa.
- Así es.
Ambos se vieron interrumpidos al ver que la Sra. Ichijoyi los llamaba con las manos. Ya iba a empezar el servicio funerario.
- Te lo contare cuando le hallamos rendido homenaje a tu hermano ¿de acuerdo?
- Sí. No hay problema.
************
¡¿Jô?! ¡¿Mimi?!
Ustedes siempre han sido los más sinceros del grupo.
No me menosprecien.
Ayúdenme.
No me dejen sola en esta fría oscuridad.
¡Jô! ¡Mimi!
Mi cuerpo ya esta frió... Ya me duelen los ojos de tanto llorar.
Soy tan frágil.. Tan vulnerable.. Tan Imbecil.
¡Jô! ¡Mimi!
¡AYÚDENME, IDIOTAS!
¡Sabia que tu no me ayudarías, Mimi! ¡Tan solo eres una chiquilla caprichosa, vanidosa y cobarde!
¡Como si con tus ridículos peinados lograras el respeto de la gente!
¡Ja! ¡Eres solo una Vagabunda!
¡Lo mismo digo de ti, Jô! ¡Tan cobarde y nervioso! ¡Tu primero te orinarías en tus pantalones antes de venir a ayudarme!
¡Ahora te crees tan fuerte como la roca! ¡Cuando solo eres húmedo estiércol!
¡No los necesito!
¡Podría ganarme sus muy "envidiable" reputaciones!
************
Los tres amigos llegaron 10 minutos tarde a la preparatoria de Odaiba. Pero, todos los dioses le habían sonreído a Kevin, George y Jô y habían tenido misericordia con ellos. Los maestros estaban en una reunión y aun no había comenzado "legalmente" clases.
Cada uno dejo sus maletas en sus puestos y decidieron charlar más tranquilamente en el barbulló y "apacible desorden" que uno puede esperar en un salón de clases.
George estaba sentado sobre su pupitre. Kevin estaba parado apoyándose en su pupitre y Jô estaba sentado en su puesto leyendo un articulo de filosofía que Sato había aconsejado sacarle el resumen para el final de la semana.
- Jô, tengo un negocio que hacerte.- Sugirió en tono profundo George, sacando su famosa agenda electrónica.
- Sea lo que sea. NO.
- ¡Ah, vamos! ¡Te va a interesar!
- ¿Acaso sabes el significado del NO?- Contestó algo molesto Jô. Tal vez porque aun no había superado lo del poste d luz.
- Te va a interesaaar.- Contestó George en tono musical mientras tecleaba en su fiel aparato.
- No me hagas interesar en tu funeral.- Continuo negándose Jô.
- Es acerca de Angeline.
Jô levantó el texto y oculto su rostro de la vista de George.
- No me interesa.
- 1000 yenes por un dato biográfico de ella. 1500 fotografías.
- ¿Cómo consigues eso?- Preguntó curioso Kevin.- ¿Estas actuando bajo las leyes japonesas o soy amigo de un criminal?
- Soy inocente hasta que se demuestre lo contrario.- George contestó tan rápido como un trabalenguas.- ¡ Vamos! ¡Ayuda a esta pobre alma!
- No me INTERESA.- Contestó con todo el mal genio que pudo actuar Jô. Y rogando a Dios que no le quitaran el articulo porque sino delataría su sonrojo.
- ¿Por qué no lo provocas con una muestra gratis?- Preguntó inocente Kevin.- Es una buena estrategia publicitaria.
- ¡Gracias secretaria!
Él chico tecleo unos botones y empezó a leer animadamente.
- ¿Sabias que, Hinemiya no tiene hermanos?
A Kevin y Jô se les formo una ligera gota.
- Nos los dijiste ayer. Nos dijiste que no tiene a nadie con ningún parentesco.
- Entonces ¿Sabían que, Hinemiya es barman y disjockey?
La ligera gota se engrosó un poco.
- También nos dijiste eso ayer.
- ¿Les dije que trabajaba en la zona marítima en Laundry?
- No.- Mintieron los dos amigos a ver si podían sacarle información gratis... y se lo creyó.
George empezó a teclear con fiereza mientras buscaba algo que su gran bocota no había dicho.
- ¿Sabían que, a pesar de que esta inscrita en esta preparatoria, ella vive en el distrito de Ginza?
Ambos lo negaron y George se la volvió a creer.
- ¿Sabían que, ella casi estira la pata el pasado 11 de septiembre del 2001 en New York?
Al escuchar eso Jô casi se cae de su silla y Kevin casi terminó en el suelo al perder el equilibrio ante descabellada idea.
Al recuperar equilibrio, los dos se pusieron enfrente de George, con sus puños cerrados y sus venas bien palpitantes.
- ¡NOS SOMOS UNOS BRUTOS INGENUOS! – Preguntaron los dos al unísono.
- ¡Oh! Eso no lo sabia. – George saco su billetera y a cada uno les dio 1000 yenes.
Ambos lo cogieron de las solapas y empezaron a zarandearlo.
- ¡¿Cómo puedes decir esas cosas, George?!
- Sí, yo solo digo verdades... @o@
Kevin y Jô soltaron a George y empezaron a chequear lo que decía la agenda electrónica. Una gruesa vena se formo al leer lo escrito en ella:
Message Erased... 1...
- Él... lo borró – Contestó Jô con asombro.
- Antes de que nosotros –Complemento Kevin.
- La cogiéramos.- Sentenciaron al unísono Kevin y Jô.
Los dos suspiraron agotados.
Fue entonces cuando el señor Sato llegó al salón y luego de llamar lista y anunciar la razón de la falta de Hinemiya, comenzó clases.
***************
Eran alrededor de las 9 y 45 de la mañana cuando dio fin al servicio funerario. Ken Ichijoyi se molesto al ver como algunos de sus parientes bostezaban y se estiraban al terminar la ceremonia. Y le dio cierta furia al ver a algunos de sus primos rogarle a sus padres que los llevaran a sus casas y no los regresaran al colegio; pues, creyeron que eso iba a durar más y no habían hecho las tareas del día.
Ken tenia tanto coraje que apretó con fiera su puño y ni siquiera tuvo la delicadeza de despedirse de sus familiares y salio corriendo hacia la tumba de Osamu.
Cual fue su sorpresa al llegar a la tumba al ver que Hinemiya se hallaba arrodillada enfrente de la tumba de su hermano, dándole los ultimaos toques al arreglo floral.
Hinemiya lo vio afectuosamente. Estiro su brazo para intentar tocar sus mejillas.
- Estuviste llorando.
- Yo... yo... – Tal era esa furia que sentía Ken sin darse cuenta sus ojos habían desprendido aquellas mudas testigos.
- No es que sea atea. Pero, es por eso que no me gustan esa clase de ceremonias. Solo sirven para actos hipócritas.
- De ser asi. ¿Por qué estas aquí?- Preguntó algo rudo.- A duras penas te recuerdo y ya han pasado 7 años desde que Osamu se fue... Ni siquiera me acuerdo que hallas asistido a su funeral.
La chica de cabellos grises agachó la cabeza y apretó la grava que había en sus manos. Luego, lo volvió ver triste.
- Ya te lo dije. Porque debía cumplir dos promesas.
- ¿Y de que promesas hablas?
Angeline suspiró y le preguntó con una sonrisa confiada.
- ¿Alguna vez has podido digievolucionar a tu Wormon a fase Mega? ¿O siquiera haz visto a tu Wormon digievolucionar en forma metal o tal vez war?
Ken dio un paso atrás al escuchar como esas palabras salían del enigmático rostro de Angeline.
- ¿Cómo sabes acerca de Wormon?- Preguntó asustado.
Sin embargo Angeline parecía sorda a sus inquietudes. Ella se puso de pie y parándose delante de Ken, continuó habando.
- A pesar de que los digimon necesitan solo de los sentimientos de u niño elegido para digievolucionar, en los primeros intentos este necesita de un catalizador entre esto –Angeline colocó su mano sobre el pecho el Ken, justo donde debería estar su corazón.- Y esto.-Angeline coloco su otra mano sobre el bolsillo del pantalón del digielegido.
Los ojos de Ken tintineaban.
- Querido Ken. Yo le hice una promesa a tu hermano Osamu. Era el de proteger tu digi-egg. Ambos sabíamos que si tú te convirtieses en lo que tú conoces como "emperador de los digimon" esas dos herramientas te darían un indescriptible poder que tus compañeros digielegidos no podrían frenar. No solo por el poder de digievolución de tu digimon. Sino, por su poder de fusión. Si un digimon como el tuyo en tan solo fase metal fusionado con otro metal pudiesen superar con creces a cualquier mega.
- ¿Osamu sabia acerca de la semilla del mal?
- Tristemente él fue la primera victima de ese decadente código informativo. Pero, en el fondo él pudo mantener el control. Por eso es que en su etapa final de vida, el te prohibió que tocaras tu digivice. Porque sabia que tú serias la próxima victima. Pero... tristemente, tu te me adelantaste a mis actos y tomaste posesión de tu digivice mucho antes de lo que yo imaginaba. Así que la oscuridad corrompió tu digivice y tu alma... tu digi-egg y tus emblemas fueron sacrificados para salvar por unos instantes la corrupción del digimundo. Pero, nuevas rupturas se han presentados y antes de que tus elementos, que hasta hace menos de dos años servían para evitar la contaminación de ese mundo alterno fueran absorbidos por la nada, yo los salve y los tome bajo mi custodia.
- ¿Y porque no me lo cediste cuando pudiste recuperarlos?
Ella lo vio triste y acaricio su mejilla con la palma de su mano.
- Por que no era necesario. – Ella le sonrió tristemente y dio un paso atrás.- Pero, ha llegado el momento en el que hay que tomar medidas drásticas. El digimundo esta corrompiéndose bajo una nueva y más poderosa forma de la oscuridad y es el momento en el que los pocos niños que quedan deban frenar este nuevo problema.
- ¿CÓMO?- Preguntó sorprendido.- ¿ que te refieres con los POCOS digielegidos que QUEDAN?
- Por el momento, solo puedo decirte que tanto el poder que ayuda al digimundo y que a la vez lo va a aniquilar, son sus propios corazones.
- Nuestros propios corazones... - Repitió casi inaudible Ken.
- Prométeme algo.
- ¿Qué seria?
- Lo que vas a ver ahora, por favor no se lo digas a nadie. Por lo menos no ahora. Prométeme que no se lo dirás a nadie hasta que consigas digievolucionar a tu digimon en la fase Mega.
Él asintió con una mirada seria y analítica.
- De acuerdo.
Angeline se quitó su larga gabardina y se arremangó las mangas de su saco. Ken quedo en completo shock al ver aquel extraño y amorfo digivice adherido en la piel de la chica.
- ¿Eres una joven elegida?- Preguntó al borde del aliento.
- En cierta forma se podría decir que sí. Ahora pon atención.
Hinemiya respiro hondo, levantando lentamente sus dos brazos. Entre más los levantaba unas pequeñas luces se dibujaban debajo d ella. Cuando los alzó en su totalidad se vio la forma de chips de computadora. Estas dieron un pequeño fulgor y un aire veloz cubrió los alrededores de Hinemiya. Los ojos de Hinemiya se veían más violetas que nunca. Extendió sus brazos delante de ella y la pequeña pantalla de su digivice expulsó una inmensa luz verde y púrpura.
- Pon tu mano encima de la luz.- Ordenó Angeline.
Por los grandes vientos, Ken se acercó lentamente. Cuando sus dedos empezaron a rozar con la luz, pequeñas chispas empezaron a reunirse en un punto.
Finalmente cuando toda su mano estuvo sobre la luz. Una gran fuerza expulsó a Ken unos metros atrás.
Cuando alzó su vista vio una bello rosa de color rosada metalizada. Arriba de este, estaba una placa color amatista... era el emblema de la amabilidad y su respectivo collar.
El collar y su emblema flotaron hasta el cuello de su dueño. Y el digi-egg fue rápidamente absorbido por su digivice.
Finalizado este acto, Angeline cayó brutalmente cansada al suelo.
- ¡Hinemiya! – Exclamó Ken.
El digielegido corrió hasta el lugar donde estaba el agotado cuerpo de Angeline y colocó la cabeza de a chica sobre su regazo.
- Hinemiya ¿Estas bien?
La chica respiraba agotada y apenas podía abrir sus ojos.
El rostro de Ken se veía extremadamente preocupado... angustiado seria la palabra adecuada.
- ¿Hinemiya, estas bien? ¡Responde!
- Ese rostro... - Pensó acongojada.- Esa mirada...
Un recuerdo fugas vino dolorosamente a los ojos de Angeline.
*******************
Un chico de lentes volvía caminado tranquilamente de su día en la escuela. De pronto, unas manos envueltas en guantes morados lo atraparon por la espalda y lo arrastraron hasta un callejón.
Él chilló, pataleaba e intentaba gritar angustiado; pero, aquella persona que lo sostenía era muy fuerte. Una persona se hizo delante de él. Con más fuerza intento zafarse al ver con horror que era una alta y delgada momia con una extraña gabardina azul.
Uno de los guantes luego de unos movimientos macabros, tomo la forma de las pinzas de una araña y sin piedad pico la nuca del chico. Él pobre niño pudo haber soltado un grito muy agudo de dolor de no ser porque la otra mano enguantada le tapaba casi asfixiadamente la boca.
-Aun no esta listo.- Confesó Arukenimon.
-Entonces, eliminémoslo.- Sentenció Mumimon- Si no es parte de la solución. Es parte del problema.
-No te preocupes. En una hora él ya estará muerto.
De pronto, Arukenimon cayó herida al suelo y una invisible sombra cogió el cuerpo del niño y lo apartó lejos de los dos digimon.
-¿Quién esta ahí?- Preguntó enfadado Mumimon.- Sea quien sea, morirá.
Todo el pabellón se inundo de vendas y estas empezaron a inundarlo con voraces choques eléctricos. Milagrosamente el chiquillo no sufrió ninguna quemadura; pero, su protectora sí.
Ella se apretó del chiquillo y una capa invisible desapareció. Dejando ver el semidesnudo cuerpo de una chiquilla de cabellos grisáceos y en sus pies, una extraña gatita.
-¡Hinemiya! ¡Aléjate y no estorbes!- Gritó histérica Arukenimon.-¡Chiquilla! ¡Sabes, que te esta prohibido que abandones el digimundo!
-Yo no te obedezco a ti. ¡Yo defenderé a niño inocente!
La chiquilla extendió su brazo injerto un viento tan poderoso se desprendió de él que sepulto a Arukenimon y a Mumimon en la pared.
-No molesten a niños.
-Esta bien. No molestaremos a nadie.- Sentenció con voz chillona Mumimon.-¡Solo te molestaremos a ti!
Todas las vendas se dirigieron a la chiquilla y la envolvieron en las vendas eléctricas. A pesar del gran dolor no gritaba. Solo miraba con resentimiento a Mumimon y Arukenimon que reían divertidos. Poco a poco la fuerza la dejaba y la gatita no dejaba de maullar preocupada.
De pronto. Algo inimaginable pasó.
Aquel chiquillo se levantó y sin importarle los efectos del veneno y la electricidad, cogió las vendas e intentaba con todas su fuerzas soltarla.
-¡Suéltenla!- Gritaba el chiquillo.-¡Por favor, suéltenla!
Los dos digimon no paraban de reír divertidos ante la escena.
-¡Por favor!- los ojos del pequeño se enjuagaron de lagrimas ante la impotencia y el dolor.- ¡Por favor!
Y pasó lo imposible... el digivice de la chiquilla brilló y el chico pudo romper las vendas. Con las fuerzas que reunió Angeline, ella congregó la electricidad que había recibido y los mando lejos gracias a unos rayos de Energía.
-Acércate.-Le susurró al chico.
Él chico se acercó sin dejar de llorar al verla tan incapaz. La chiquilla puso sus manos sobre la herida y su injerto absorbió el veneno. Los ojos de la pequeña se desorbitaron y cayó desfallecida. La chica sabia de ante mano que eso no la mataría. Pero, no imagino que el chico desconociera esa cualidad suya.
El chico la cogió en brazos y la agitaba para que se despertara.
-¡No te duermas! ¡Despierta! ¡No te duermas! ¡Quédate aquí! ¡Háblame!
-¿Por qué... te preocupas?
-Porque eres mi amiga... diste tu vida por mí.
-Entonces... tu también eres... amigo mío...
-No te mueras... amiga mía.. .- El hico pego su frente con la de ella y sus lagrimas enjuagaron el pálido rostro d la chiquilla.- Por favor... no te mueras...
La chica pudo ver sus manos... estaban completamente rojas y con llagas... la chica extendió sus manos y curo esas heridas...
El chico la vio sorprendido y le sonrió.
-Vivirás...
-Y tú también, amigo.
-Soy Osamu Ichijoyi.
Y yo Angeline Hinemiya y ella... es mi gata Gami.
La gata ronroneó al recibir una sonrisa por parte del chico.
-Bien, Angi-Chan. Te llevare a mi casa para que descanses.
-¿Angi-Chan?- Reflexionó pensativa.
Él chico se quitó una abrigadora chaqueta azul oscura y rodeo el torso de Hinemiya. Y apoyándola, la llevo a su casa. Donde fue recibida con gran amabilidad.
******************
- Angeline. ¿Qué te sucede? ¿Estas muy pálida?
- Tan parecidos... y a la vez... tan diferentes... - susurró la chica soltando una lagrima que recorrió todo su rostro.
- Angeline.- Pronunció triste. Pues, Sabia que se refería a su hermano.
- Vamos, Ken-Chan. Fue solo una recaída. Ayúdame a levantarme.
Él chico rodeo el brazo de Hinemiya con su cuello y poco a poco, ambos pudieron pararse del suelo. Angeline se volvió a colocar su gabardina e intento arreglarse algo el cabello.
- ¿Ya te vas?- Preguntó preocupado Ken.
- Sí. No debo faltar a clases.- Contestó seria y con las fuerzas ya recuperadas.
- Disculpa, puedo hacerte dos ultimas preguntas.
- Por supuesto.
- ¿Cuál es tu digimon?
La chica bajo la mirada y luego lo volvió a ver con una sonrisa afligida.
- Te dije que en cierto modo soy una joven elegida. Sí por un digivice uno es un chico elegido, yo soy uno de ustedes. Pero a diferencia de ustedes, no poseo ni digimon, ni elementos, ni siquiera tengo un emblema o característica especial y no conozco a un grupo de chicos elegidos con mis características. Solo tengo esto.
- Yo, lo siento.
- No te aflijas. Yo peleo a mi manera. ¿Y cual es la otra pregunta?
- Pues... - EL chico se sonrojo levemente y la vio con amabilidad.- Aun vivimos en el mismo lugar en el que vivíamos cuando Osamu existía. Y pensé si tal vez, pudieras venir hoy o mañana a mi casa a charlar de cualquier cosa... tu sabes... charlar acerca de ti y de mi hermano...
- Me encantaría.- Contestó Angeline con una sonrisa encantadora.- Hoy iré, a las 5 y media. ¿Te parece adecuado?
- Sí. Muchas gracias. Angi-Domo.
Por un momento ese apodo no le sonaba en la cabeza a Angeline. Pero, luego le volvió a dirigir una sonrisa amistosa y con una venia se decidió.
- Hasta luego, Ken-Chan.
- ¡Angi-Domo!
- ¿Sí?- preguntó esta volviéndose a ver a Ken.
- Muchas gracias por lo de hoy.
- No me des las gracias a mí. Daselas a tu hermano.
Finalizada esta conversación, ambos se despidieron. Y cada uno salio hacia su propia escuela.
************
Ya eran cerca de las 10 y 30 de la mañana. La preparatoria Odaiba se encontraba en la hora del descanso. Jô y Compañía se encontraban caminando por los pabellones, comiendo gustosos un poco de golosinas y charlando amenamente acerca del cercano examen de selección de materias.
El examen de selección de materias es una prueba en el que dependiendo de los intereses, aficiones, gustos y proyectos que tenga el chico en un futuro elaboran su horario con las materias que cada alumno necesita para no tener que estar perdiendo innecesariamente el tiempo en cosas sin importancia.
De pronto, un chico compañero de clase del grupo se acercó corriendo hacia ellos.
- Kido. Te necesita el profesor Fujita en a sala de profesores.
- ¡¿Qué?!- Preguntaron los tres al mismo tiempo.- ¡¿Sabes porque?
El chico negó con la cabeza.
- Dijo que era algo importante y que debías ir solo.
Jô hubiera querido que lo tragara la tierra... Pero, él obedeció y les pidió a sus compañeros que se encontraran con el en el pasillo de su salón en quince minutos y que si por algún motivo no llegaba... pidieran refuerzos.
George y Kevin se encontraban charlando temas de chicos. (Bueno, ustedes eligen: videojuegos, música o chicas.) Cuando escucharon una conversación algo fuera de tono. Si que como buenos curiosos se asomaron en una de las esquinas de la pared.
Allí estaban 3 chicas de los cursos superiores haciendo parte de sus ya acostumbradas y fuertes oficios de criticadoras.
El objetivo: La alumna recién llegada... Hinemiya. Ella no se había ido a cambar y había ido con su atuendo de luto.
La chica elegida se encontraba caminando en silencio y sin provocar a nadie; mientras, las chicas hablaban en un tono tan alto que las personas que se encontraban en un piso de diferencias las escucharan.
- Pero miren quien llegó, Vampiresa.
- ¿Quién se cree? ¿ Una cowboy?
George se arremango su chaqueta. Su boca botaba espuma y en su rostro había varas venitas. Él ya se hubiera abalanzado sobre las urracas, de no ser por un pequeño toque de Kevin.
- ¿Adónde vas?- Murmuró curioso e "inocente"
- ¡¿Adónde voy?!- Preguntó e voz baja exasperado.- ¡Estas insultando a Hinemiya! ¡ Al vez no es nuestra amiga oficial, pero, es una prospecto de esposa de Jô! ¡Hay que ayudarla!
- ¡Aun no! ¡Se paciente! ¡Tal vez ella pueda defenderse pos si sola!
- ¿Pero!
- ¡¿Te gustaría de ser tú, que alguien se metiera en esta clase de discusiones cuando tu puedes defenderte?!
George entendió el punto de Kevin y continuo en silencio... pero, con unas enormes ganas de que le dieran la orden de atacar. Rogaba ara que llegara Jô. Daría su brazo a torcer, a que Jô ya hubiera saltado sobre ellas mucho antes que él.
- ¿O Tal vez, una chica de Matrix?
- Pero miren ese cabello. ¿Tenemos a una anciana con una buena cirugía estética frente a nosotras?
- ¡Y esos ojos! ¡Se nota que son lentes de contacto!
Sin embargo Angeline continuaba caminando lentamente hacia su salón de clase... haciendo que las chicas empezaran con la artillería pesada.
- ¡Que chica tan deprimente! ¡¿Se le habrán comido la lengua los ratones?!
- ¡Esa piel! ¡Y ese rostro! ¡Parece un muerto viviente!
La otra chica empezó a tararear una incomoda canción.
- ¡Comprendámosla! ¡Es una niña diferente, incomprendida por la gente y por toda la comunidad!
- ¡Comunidad!- Corearon sus dos amigas, acolitándola.
- ¡Y me harté! Con una forma de ser tan indiferente, no creo que alguien la lloren su funeral.
- ¿Dime, Hine-muerta? ¿Tienes esa cara de cadáver porque vienes de un funeral?
- ¿Lloraste? ¿Gemiste? ¿Gritaste?
Angeline se detuvo en seco.
Al ver que le iban a sacra palabra a la chica, empezaron a ofuscarla más por ese lado.
- Dinos, Hine-muerta. ¿Quedaste como un bebe sin caramelo?
- ¿Quedaste solita en este mundo y con gas de pegarte un tiro?
- Dinos, Hine-muerta. ¿Cómo murió? ¿Drogado?
- ¿Violado?
- ¿Secuestrado?
- ¿Con una enfermedad sexual?
- ¿Masacrado?
- ¿Asesinado?
Ante los inexpertos ojos de las tres chicas, Hinemiya se había movido de la nada y ahora tenia sujetando a una de las chicas con una mano, el brazo d una de las cotorras... estaba apunto de quebrarlo. Angeline les dirigió una mirada fría a las otras dos chicas y estas se quedaron quietas del miedo que tenían.
- Pídanle disculpas... - Murmuró Angeline.
- ¿Qué dijiste?- preguntaron las chicas al no oírla.
- ¡PÍDANLE DISCULPAS A ICHIJOUYI- la chica apretó un poco el codo de la rehén y esta hizo una mueca de dolor.
- ¡Lo sentimos!- repitieron las tres.
- ¡Con sinceridad!- Angeline apretó otro poco.
- ¡¡Lo sentimos!!- Gimieron cada una de las chicas... en especial la rehén.- ¡Perdónanos! ¡Ichijouyi! ¡Hinemiya!
Angeline soltó a la rehén; sin antes, empujarla a donde sus compañeras. Haciendo que estas cayeran al suelo.
- Por mí parte, pueden hablar oda la mierda que se les de la gana. Pero, no considero respetuoso el que se burlen de personas a quienes no conocen y tienen algo de más valor y dignidad que ustedes tres juntas.
Kevin y George estaban literalmente con la boca abierta ante al espectáculo. Y estaban 100% de acuerdo con ella. Aunque con cierta curiosidad por saber quien era Ichijouyi
- ¡Asombroso! – Murmuro Kevin.
- ¡Yo quiero pelear asi!- Concluyó George emocionado.
La chica se dio media vuelta y vio las curiosas y asombradas caras de Kevin y George. Un escalofrió recorrió toda sus espaldas al ver que habían sido descubiertos. Angeline solo puso su dedo sobre sus labios como gesto de silencio e ingresó como si nada al salón de clases.
Kevin y George se acercaron al grupo de cotorras con presencia altiva.
- ¿Se encuentran bien, señoritas?- Preguntó juguetón Kevin.
- ¡Por dios! ¡Tienen caras de muertas!
- ¡Tal vez debamos empezar a llamar al cirujano estético con urgencia!
Las tres chichas se levantaron en silencio y con un gesto de enfado y antipatía. Salieron lejos de pabellón de los de segundo de preparatoria.
Ambos se echaron a reír por el comportamiento de las cotorras.
En ese momento llegó Jô con un fólder en sus manos.
- ¿De que me perdí?- preguntó curioso ante la razón de las risas de sus amigos.- ¿Pasó algo gracioso?
- Te perdiste de algo interesante, amigo.- Confesó George.
- ¿En serio? O_o ¿Y que era?
Ambos chicos picaron el ojo.
- Es un secreto.- Concluyeron los dos.
Los lentes de Jô se resbalaron ante esa respuesta.
- Más bien; cuéntanos para que te llamaba el señor Fujita.
Jô alzó el fólder en tono triunfal.
- ¡Estas son las tareas de día! ¡Ja, ja, ja, ja!- De fondo estaba el sol japonés y grandes olas de mar.
A George y Kevin se les tornaron los rostros azules al ver el grueso del fólder.
- ¿Y eso que tiene de interesante?- Preguntó George en un tono quejumbroso.
Una gota apareció en el rostro de Jô al haber exagerado sus emociones. Luego, agachó la vista como chico regañado y jugando con las horas del fólder confesó algo apenado.
- Pues, como Hinemiya faltó hoy a clases... pues... ustedes saben.
Una risa malévola apareció en el rostro de los dos amigos y empezaron a actuar "ingenuamente".
- No, no sabemos.
- Pues... Me pidieron el favor que le llevara los deberes... a su apartamento... y de paso le explicar los temas que habíamos visto en el día... – Jô empezó a dibujar circulitos en l fólder mientras estrellitas se formaban en su rostro.- Y tal vez hagamos la tara juntos...y me de permiso d decirle Angeline-san... o Angeline-sempai... o Angi-Chan...
- ¡Se nos olvidaba!- Exclamó Kevin sacando de lugar a Jô.- ¡George tenemos que ir a ese sitio!
- ¿A ese sitio?- Preguntó confundido George.-¡¿Cuál sito?!
- ¡A ESE sitio!- Recalcó Kevin haciendo muecas hacia el salón de clases.
Interrogantes aparecían sobre el rostro de Jô.
- ¡Ahhh!¡Ese sitio!¡Ahora volvemos Jô! ¡Espéranos dentro del salón de clases! ¿De acuerdo?
- Sí. No hay problema.
Al escuchar el gesto afirmativo ambos salieron como balas perdidas.
Jô ignoro se detalle y abrió al puerta corrediza. No hay que obviar como se le subió y bajo la bilirrubina. Ni como se les resbalaron los lentes, empezó a tener una sonrisa nerviosa acompañada de 10 gotas sudorosas y una extraña sensación de debilidad al ver que su compañera de clases había estado a escasos metros de él... y hubiera escuchado lo que dijo.
Angeline parecía no inmutarse con su presencia. Al igual que el día anterior, ella se encontraba sentada en su puesto, cruzada de brazos y viendo hacia la ventana.
Jô tragó un poco de saliva y se acercó a su compañera de clases.
- Buenos días, Hinemiya.- Saludó con una sonrisa nerviosa.
Ella ni se inmutó.
Jô puso el fólder sobre el escritorio de Hinemiya. Ella fijó la vista al texto.
- Estas son las tareas del día. El señor Fujita me había pedido el favor que te las entregara si no llegabas a clases.
La chica cogió en sus manos el fólder y hojeó con desgano lo escrito dentro de este.
- Hoy vimos algo sobre filosofía medieval. Sí no entiendes algo, con mucho gusto te lo explicare.
Angeline después de ver algunas líneas, cerró el libro y vio a Jô con mirada severa.
- No necesito de tu explicación. Yo entiendo a la perfección estos temas.
Jô tragó saliva. Se dio cuenta que su presencia es muy molesta para Angeline. Así que sin decir más se dispuso a salir del salón de clases. Ella lo siguió con la mirada. Él semblante de su compañero había cambiado... eso le molestó.
- ¡Espera!- Exclamó Angeline cuando él abrió la puerta. Él la vio con ojos desanimados.-Creó que lo que dije sonó muy tajante.- La chica vio por un segundo al suelo antes de volverlo a ver. - Lo siento.
La chica de ante mano cerró sus ojos.
- No te preocupes.- Contestó él comprensivo.- Creó que estas en esos días, en los siquiera uno mismo puede aguantarse.
Jô pudo divisar el rostro extrañado de Angeline. Una gota cruzó por el rostro de él al notar que tal vez ese no era el caso de Angeline.
Por un segundo anmbos estuvieron en silencio. Ni Jô se movia del barabdal dela puerta y ella no se movía de su asiento.
- ¿Oye?
- ¿Sí?- Preguntó Angeline.
- ¿Te gustó el chocolate?
- Pues, digamos que me djo algo aturdida.
- ¿Atrdida? ¿Estaba defectuoso? ¿te enfermó?
Ella negó con el rotro.
- Digamos, que eso me dio mucho para pensar.
Volvió a cundir el silencio en el salo de clase. Angeline decidió aprovechar ese momento.
- Kido. De antemano te digo que no somos aun amigos.
Él chico sonrió.
- Lo sé.
- ¿Y Porque sonríes?
- Porque ya estas empezando a ser sincera conmigo.
La chica lo volvió a ver con extrañeza. ¿Acaso sabia lo que pensaba?
- ¿Y porque me miras así?- Preguntó Jô aprovechando ese pequeña oportunidad.
- Porque tú siempre me haz ofrecido confianza.
- ¿Y eso te parece una cualidad de un bicho raro?- Preguntó juguetón al ver que no dejaba de verlo con detenimiento. Ella volvió a negar con el rostro.
- Solo que, esa cualidad mal manejada es muy riesgosa. –El rostro de Angeline se oscureció.- ¿Sabes? Hasta podría darte muerte.
- Yo solo confió en quienes me trasmiten también su confianza.
Esa respuesta si que sorprendió la chica. Jô se dispuso al salir del salón y antes de cerrar la puerta, contuvo la respiración y vio con algo de ingenuidad a Hinemiya.
- Y ese vestido te luce.
En ese momento Jô cerró la puerta y soltó un gran suspiro en su colorado rostro. Jô no pudo ver como la boca de Hinemiya se había abierto levemente ante ese inesperado comentario.
Cuando Hinemiya notó su raro comportamiento, cerró su boca y con sus manos apretó sus faldas.
- No me importa lo que él diga.- Pensó afligida.- No puedo confiarme. Mi total aprobación solo va dirigida a los hermanos Ichijouyi.
Un leve calambre viajó por todo su brazo izquierdo. Ella soltó un doloroso gemido y viola pantalla que había en su injerto. Habían dos lucecitas tintineando. Una roja y otra azul. De pronto, en la luz roja se pudo distinguir un punto negro que písela píxel aumentaba de tamaño.
- Cada vez corrompen más rápido... ya no puedo vivir así... – Murmuró adolorida.
*************
¡¿DAVIS?! ¡¿JOLEI?!
¡Ustedes son lo mejor de las nuevas generaciones!
¡Denle un ejemplo a sus antecesores!
Demuéstrenme que podrán ayudarme...
Me sacaran de esta oscuridad.. Un poco agradable.
Por favor..
Se los ruego...
¡¿POR QUÉ NO VIENEN A AYUDARME?!
¡¿POR QUÉ?!
¡¡¡¡¡¡¿¿¿¿¿POR QUÉ??????!!!!!!!
Ya debía habérmelo imaginado...
¡Davis, solo eres un tonto ingenuo!
¡Jolei, Tu solo eres una remilgosa consentida!
¡No los necesito!
¡Son igual de vulgares y asquerosos que toda la gente que conozco!
*************
Él resto de las clases en la primaria, secundaria y preparatoria de Odaiba habían transcurrido en total tranquilidad. Ya en el salón 2ª era habitual que Angeline saliera una vez en el día para ir al baño.
En la secundaria, habían escusado a Sora por un pequeño resfriado. Aunque Matt y Tai sabían que eso era falso.
Matt había estado el resto del día completamente solo. Ni siquiera aceptaba saludos de sus compañeros.
La nueva generación de niños elegidos se encontraban muy alegres por sus avances en las nuevas materias.
Ken, había asistido a sus clases; pero, no se hallaba muy concentrado, solo estaba concentrado en recordar el rostro de Angeline. Le parecía tan familiar; pero, a la vez tan desconocida. Y Mimi había estado charlando con el resto de digielegidos de USA acerca del deceso de Bruce.
Cuando en los 3 institutos sonó la campana cada uno se dispuso a salir a sus diferentes casas.
Jô volvió a peder de vista a Angeline.
Tai e Izzy volvieron a salir juntos del instinto y sin la compañía de Matt al ver la mirada desconfiada que él les mostró cuando lo invitaron a volver con ellos a preguntar por Sora.
Cody, Takeru, Jolei y Kari salieron en grupo hacia la casa d Jolie para charlar un poco acerca de las clases del día. Y Ken salio rápidamente a su casa para organizarla de forma que Angeline se sintiera muy cómoda.
**************
Matt estaba caminando a su casa. Se encontraba muy inmerso en sus pensamientos. Casi todos eran de resentimiento.
- ¡Hoy sido mi peor día! ¡Ahora todos están en contra de mí! ¡Y solo, porque ya le ven la cara de líder a ese niño mimado! ¡Ya nadie acepta los comentarios verdaderos! Valiente cantidad de imbeciles, se dejan engatusar tan fácilmente. Y por eso, estamos perdiendo fuerzas. Sora ya ha sido la primera afectada por las blasfemias de ese cuatro ojos. Ya estoy solo.
Él no se había fiado; pero, Angeline tenia caminado hacia él de forma felina.
Matt caminaba viendo hacia el piso y con sus manos en los bolsillos de su chaqueta.
- Ya no puedo confiar en nadie. Las decisiones que toe en adelante, serán solo para mí y para los que me quieren. Ni siquiera puedo confiar de Takeru... hasta él evito que le diera su merecido a ese Imbecil ¡Imbecil!
Cuando cada uno paso al lado del otro. Matt sintió que caminara en cámara lenta. De pronto la chica susurró.
- ¿Así de preocupado estas por ella que maldices a tus camaradas?
- ¿Quién eres?- Preguntó desconfiado.
- No te preocupes por mí. Sí continuas así; pronto ambos estarán juntos... en el otro mundo.
- ¡¿Qué?!
Él tiempo se volvió a acelerar a su paso normal y él se volvió violentamente para ver a su interlocutora; pero, no halló a nadie. Buscó rápidamente a la chica; pero, no vio a la chica de gabardina negra cerca de allí.
Él puso su mano sobre su frente y suspiro cansado.
- Otra vez tengo una maldita pesadilla.
Matt continuó su camino sin percatarse que Angeline se asomada hallaba encima de él... asomada en el borde de un techo de un edificio de 20 pisos para ser más exacta.
Hinemiya extendió su mano izquierda y varios de los viscosos "circuitos injerto" se escurrieron debajo de l manga de la gabardina y de forma rápida formaron un extraño teléfono móvil de color verde. Ella apoyo su mano sobre la superficie reptilica del celular y lo apoyó en su mano.
Al otro lado de la ciudad July Bangalter se hallaba caminando por los pasillos de.... en compañía de la Lugarteniente Romero.
Un pequeño pítico empezó a sonar.
La capitana Bangalter tenia su celular en su mano y después de un leve teclead, ella contestó.
- Aquí la capitana Bangalter.
- ¿Te acuerdas de la conversación que tuvimos esta madrugada?- Preguntó franca y sin rodeos Hinemiya.
July se detuvo y Mónica se quedo en silencio intentando escuchar lo que decían al otro lado del celular de su superiora.
- Sí, me acuerdo.
- Digamos que te voy a dar unas cuantas migajas.
July se apartó por unos segundos el auricular y le pidió a Mónica que escribiera todo lo que ella dijera.
- Adelanté.- Contestó en tono militar July.
- Sora Takenouchi. 16 años. Secundaria Odaiba. Tokio, Japón.
Angeline colgó. Los "circuitos injertos" volvieron serpenteantes a su lugar de origen.
July y Mónica estaban a punto de un paro cardiaco al escuchar que la próxima "eliminación del mal" iba a dar lugar en plena capital.
- Solo pido 3 horas más...- susurró Angeline.
**********
¡¿Cody?! ¡¿Ken?!
¡Son los de corazón más bondadoso!
Por favor...
No me hagan rogar...
Ya estoy muy cansada...
Aunque ya este frió y esta soledad ya no me molestan tanto; pero, me hiere que ustedes no me reconozcan.
¿Cody?
¿Ken?
Lo sabia... También son unos malditos miserables.
¡Cody! ¡Tu nunca fuiste de mi confianza!
¡Ken! ¡Maldita mala hierba! ¡Tu corazón corrupto es d lo peor!
¡Los detesto!
¡Los detesto a todos!
***********
El timbre sonó por todo el apartamento.
Ken se asomo al reloj de la sala. Eran las 4:30. Él se dirigió a la puerta y vio que era Angeline.
- Buenas tardes, Angi-Domo.
- Buenas tardes, Ken-Chan. Disculpa por venir más temprano. Espero n te incomode.
- Claro que no. Sigue. Eres bienvenida.
Cuando Angeline estuvo dentro del hogar de Ichijouyi, sintió como si hubiera vuelto al pasado. Parecía como si cada pequeño detalle de ese lugar fuera una dulce droga para ella.
Ella sonrió melancólicamente al ver que Ken había estado en lo correcto al decir que nada había cambiado desde que Osamu había dejado de existir.
Al estar en la sala, ambos no dejaron de obviar sus miradas hacia una foto de Osamu.
- ¿Quieres verla más de cerca?- Preguntó comprensivo Ken.
Ella asintió.
Ambos se sentaron y ella acarició con las yemas de sus dedos el vidrio del portarretratos de Osamu. Al cabo de unos segundos, ella colocó de nuevo la foto en su lugar y se dirigió a Ken.
- ¿Dónde esta wormon?
- Esta en mi cuarto. ¿Quieres que los presente?
- Claro. Aunque... – Ella murmuró.- Sé que el ya me conoce.
Ambos caminaron hasta el cuarto de Ken. Cuando abrió la puerta, Angeline creyó ver la figura de Osamu recostado en la cama inferior del camarote leyendo algún libro de fantasía heroica.
Cuando aquel recuerdo fantasma se desvaneció, vio la figura de wormon durmiendo en el lugar que ocuparía Osamu.
Ellos ingresaron en silencio y cada uno se sentó al lado de Wormon.
- Se ve muy saludable.- Elogio tímidamente Angeline.
- El siempre a sido mi mejor amigo. Me a ayudado en grandes faenas.
Ella sonrió tiernamente.
- Me alegra mucho que ambos se lleven tan bien.
Angeline empezó a acariciar a Wormon detrás de sus orejas. Wormon soltó unas pequeñas risitas.
Ambos sonrieron.
- Creo que sufre de cosquillas.-Sonrió emotivamente Ken.
Angeline la vio maliciosa y juguetona.
- Eso quiere decir que tu también sufres de cosquillas.
- ¿Cómo?
- Digimon y Humano comparten tanto, que casi se vuelven uno solo.
La conversación se hubiera vuelto más trascendental, de no ser porque ella empezó a buscar sus lugares sensibles con sus frágiles dedos..
Y que teoría tan acertada.
Ken nunca había reído tanto en su vida.
El ruido que hacían. (Él diciendo: "¡Ya basta, ja ja ja! ¡ya! ¡ja ja ja!" Y el de ella: "¡Te lo dije! ¡Acéptalo! ¡Vamos!") Hizo despertar a Wormon.
Cual no fue la sorpresa de Ken al ver que Wormon se lazó a los brazos de Angeline a abrazarla con mucho cariño.
- ¡Hinemiya-Chan! ¡Cuánto tiempo! ^-^
- ¡Hola, Wormon!- La chica acaricio la cabeza del digimon con cariño mientras de dirigía una sonrisa a él y a su dueño.
- ¿Se conocían?- Preguntó confundido Ken.
- ¿No la recuerdas?¡Es Hinemiya-Chan!
Ken se sintió algo incomodo al ver que era el unió que no recordaba a Hinemiya.
- ¡Ella fue quien te ayudo hace 7 años!- Contestó en tono jubiloso Wormon.
- ¿Hace 7 años?
- ¡Ella nos ayudo ese día! ¡En el desierto! ¡Cuándo te desmayaste cuando entró en ti la semilla del mal!
La chica se ruborizo levemente.
- No exageres.- Contestó entono bajo Angeline.- De haberlos ayudado, le hubiera podido extraer la semilla a Ken-Chan. Yo solo evite su proceso.
- ¡Lo importante fue la intención! No te aflijas, Angi-Chan. ^-^
- ¿Y porque no me lo contaste?-pregunto confundido Wormon.
- Pensé que la recordabas.- Contestó sincero. Además, hacia mucho tiempo que no me la volví a encontrar, es mucho tiempo. Pensé que te habías quedado en el digimundo.
El timbre del D3 empezó a sonar.
Ken vio en el monitor que era un e-mail de Jolei.
Reunión en el apartamento de la mamá de Takeru.
A las 5:15 pm de hoy.
Iremos a donde Guenai para averiguar acerca dela posibilidad de nuevas torres.
Jolei.
Ken vio triste a Hinemiya y de ante mano ya sabia lo que significada.
- No te preocupes. Debes ir.
- Angi-domo ...- Murmuró triste Ken.
- Y recuerda nuestra promesa.- Complementó Hinemiya. Luego, vio a Wormon.- Pelea con todas tus fuerzas.
- Como tu digas. ^-^
- Al menos, podrías acompañarme de trayecto a la casa de mi amigo. Asi podríamos charlar un poco más.- Sugirió con tono esperanzado Ken.
Por unos segundos dudó; pero, luego aceptó.
************
Matt había recibido ese mail. Decidió ir. No iba a dejar de ser un niño elegido solo por una inútil discusión. Además, iba a demostrar que lo que había dicho Izzy era pura coincidencia...
Una turbia y maldita coincidencia de lo que había sucedido el día anterior.
***Flash Back***
Matt había ido en busca de Sora a la biblioteca de la secundaria. De pronto, el digivice empezó a sonar... era un mensaje de Takeru pidiendo apoyo.
El fue rápidamente a la sala de informática de la secundaria... no vio a nadie... ni siquiera a sus compañeros digielegidos.
Extendió su digivice enfrente hacia uno de los monitores.
Hubo una gran luz...
Y una gran fuerza que lo rechazó y lo envió unos metros de donde el se hallaba.
Maldijo.
Volvió a extender su digivice. No sucedida nada. Ni era tele transportado, ni había luz, ni siquiera había vuelto a ser rechazado. Intentó uno a uno cada uno de los computadores...
Nada.
Ni digimundo...
Ni digielegidos...
Solo él, en su desesperación por temer lo peor por su hermano.
Sonó el timbre... vio pasar a Sora, con un rostro demasiado afligido. Él la llamó; pero, ella ni siquiera parpadeó al escuchar cuando la llamaba.
Luego, pasaron Tai e Izzy charlando muy alegremente, volvió a llamarlos para que lo ayudara... ellos tampoco se detuvieran a darle ayuda.
Intentó otras 10 veces el intentar ingresar al Digimundo. No lo logró.
Volvió preocupado al salón de clases, donde recibió la amonestación del profesor.
Y la cara de ingenuos y "falsamente preocupados" de sus dos amigos...
Y de Sora.
***End del Flash back***
Iba a demostrara que esa teoria barata de Izzy era una burda mentira...
***************
¡AHHHHHHH!¡SON NOS MALDITOS!
¡Unos IMBECILES!
¡Unos hijos de PUTA!
¡NO SON GENTE! ¡SON MIERDA!
¡UNOS MALDITOS ARRASTRADOS! ¡UNOS IDIOTAS SIN CEREBRO!
¡GENTE SIN CORAZÓN! ¡CORRUPTA HASTA LOS HUESOS!
¡PIYOMON!
¡SOLO ERES UNA MALDITA BUITRE TRAICIONERA!
¡ME TENDISTE UNA INSULSA TRAMPA!
¡ME CULPO POR HABER CAÍDO EN ELLA!
¡SOY SOLA UNA Imbecil!
¡UNA BASTARDA!
¡HIJA DE UNA FAMILIA SIN AMOR!
¡NO MEREZCO AMOR!
¡YA ME EXTRAJERON EL AMOR!
¡AHORA ESTOY COLÉRICA!
¡MALDITA SEA MI PUTA VIDA! ¡HE VIVIDO EN UNA PORQUERÍA DE MENTIRAS!
Una maldita telaraña de mentiras...
Y yo soy la sucia mosca atrapada en ellas.
Solo yo...
Y nadie más.
Solo vivo para mi misma...
Si no me defiendo yo misma, moriré.
No puedo depender de nadie.
No soy para nadie.
Debo...
Sobrevivir..
Par que los débiles perezcan...
Y yo...
Sobreviva.
Sora abrió lentamente los ojos. Se vio a si misma atrapada en un bello cuarzo negro. Alrededor de este, habían mas cuarzos de diferentes tamaños y colores; pero, no le sostuvo importancia.
El frió que recorría todo su cuerpo, era una sensación agradable... estaba en el éxtasis.
Sus ojos se habían vuelto turbios y lo poco de era que sobre salía del frió cuarzo, estaba invadido por sondas cristalinas... todas ellas terminaban sobre una criatura... Piyomon.
- Sora... – Murmuró adolorida la ave rosada.-
- Piyomon...
- ¿Estas bien? Disculpa por no haber ido en tu ayuda... pero, siempre estuve a tu lado.
- ¿Estas sufriendo?
La ave negó con la cabeza. Aunque se hallaba muy fatigada.
- Estoy igual que tú.
Una negra aura se pudo ver rodeando las figuras de Sora y Piyomon. Los ojos de cada una se volvieron rojos oscuros y un destellante y vibrante luz negra se vio en todo el panorama alrededor de aquel cuarzo.
Él cuarzo se rompió en mil pedazos y las sondas serpentearon hasta ocultarse en al tierra.
- Unámonos... – Pronunció con voz oscura Sora.
- Para sobrevivir... - Complemento igual de corrupta Piyomon.
En las manos de Sora se hallaba el digivice de ella. Ella lo apretó con las uñas con tal fuerza que hizo fragmentar la pantalla de este... e hizo sangrar sus propios dedos.
El aura negra que estaba alrededor de ellas dos se condensó y cuando se disipo. Sora se hallaba con una truza ceñida de color negro y con el cabello salvajemente alborotado y mirada triste pero con los ojos rojos y corruptos por el odio.
Piyomon hizo su poder de espiral mágico y un agujero negro se formó... al fondo podían ver la sede de NHK de Odaiba.
- Es hora de mostrar... - Sentenció en tono solemne Piyomon.
- La debilidad del amor.-Completó con tono sádico Sora.
Cuando atravesaron el puente negro, todos los digielegidos del japón sintieron un sonido que retumbaba en sus digivice.
- ¿¡Ese sonido!? – Preguntó Tai adolorido.
- ¡Que es eso!- Exclamó Jô.
- ¡Mis oídos! – Exclamaron Cody y Jolei.
- ¡Es una frecuencia muy alta!- Exclamó Izzy asombrado.
- ¡Alguien que lo callé!- Exclamaba histérica Hikaru.
Los 5 digielegidos se hallaban en el apartamento de Takeru. Los cuatro sufrieron una grave recaída ante ese inesperado y molesto sonido.
- ¡Mi cabeza!- Exclamó Matt.
Matt se hallaba a pocas cuadras d la vivienda de Takeru. Su recaída, hizo que varias personas se acercaran a preguntarle su estado de salud.
- ¡¿De donde viene?! – Preguntó adolorido Ken
- ¡Ken!- Exclamó Wormon.
Angeline se hallaba con Ken y Wormon en las calles de Odaiba.
Ella vio con mirada autoritaria a Ken y Wormon. Ella cogió a Ken y apoyando su frente con la de él, tapo sus oídos. Ken se sorprendió al ver que las manos de Angeline eran un perfecto inhibidor del sonido.
Angeline vio a Wormon de forma preocupante.
- Recuerda lo que me prometiste, Wormon. Pelea con todas tus fuerzas y protege a Ken.
- Sé lo que prometí.- Conesó preocupado Wormnsin dejar de vigilar a su digielegido.
De pronto, una gruesa nube negra se empezó a arremolinar y y un leve temblor empezó a producirse causando temor entre la población.
- Ken. Quédate aquí y a menos que vuelvas a sentir ese sonido. ¿De acuerdo?
- ¡No! ¡Yo quiero acompañarte!
- ¡No lo harás! – Respondió Angeline en tono forzoso y con mirada preocupada.- ¡No es momento de usar tu digi-egg! ¡Aun no es necesario que te arriesgues!
- ¡¿El digi-egg?!- Preguntó asombrado Wormon.- ¡¿Ken tiene el digi-egg de la amabilidad?!
- ¡No puedo dejar que peles sola! ¡No tienen un compañero digimon!
- ¡Yo peleo a mi manera! ¡Y en mis batallas yo peleo sola!
Ella vio los ojos fieros de Ken. Él quería ayudarla. Sabia que como ultimo vestigio de su hermano, no quería perderla tan fácilmente.
- Ken-Chan... lo siento.
- Agg.
- ¡Ken!- Exclamó Wormon.
Angeline le dio un pequeño golpe en la nuca dejándolo tenuemente inconsciente.
- Protégelo. ¿De acuerdo?
Hinemiya no esperó la respuesta de Wormon y salio corriendo a gran velocidad hacia el epicentro del temblor.
Más no era la única...
Cuando el sonido se atenuó un poco cuando empezó el temblor. Los chicos pudieron coger su digivice y darse cuenta que la posición de Sora. Temiendo lo peor, llamaron a sus digimon al mundo real y salieron todos hacia allá.
Aunque, no sabían que lo peor que podían imaginar no era nada con lo que en realidad sucedía.
Angeline llegó al epicentro y lo que vio fue una imagen ya muy familiar para ella.
Los vidrios de los edificios estaban rotos, varias personas se hallaban heridas por las cortadas o por el caos. Algunos objetos y personas estaban deformados por el caos atómico que hacia ese extraño portal al digimundo. Las calles estaban fragmentadas y arruinadas, algunas estaban en llamas.
En el centro, se hallaba una chica caminando muy campadamente.
Aunque, algo le sorprendió... su digimon la acompañaba.
- Esa chica... no absorbió los poderes y la esencia de su digimon.- Una sonrisa confiada se formó en el rostro de Angeline.- Veo que la naturaleza esta evolucionando. Será más difícil acabarla.- Hinemiya se relamió los labios.- Será una cena bien ganada.
Sora se paró a unos metros frente a Angeline.
- ¡Hola! ¡¿Quieres morir?!
- Esa opción te favorecería más a ti.
- Ya lo veremos.- El rostro de Sora estaba deformado por una risa satánica- Ya lo veremos.
Sora levantó su digivice y un aura negra se arremolino alrededor de Sora y Piyomon.
- ¡PIYOMON SURVIVOR DIGIEVOLUTION TO DARK HAWLKMON!
La pequeña ave roza fue cubierta de la masa negra y en un santiamén se convirtió en un gran Halcón negro, de entre unos 10 a 15 metros de alto.
Angeline puso un rostro serio al ver que esta vez no podría vencer a un elegido corrupto en su forma humana.
Más Angeline no era la único testigo.
No lejos de ahí. Los digielegidos estaban alrededor del gran espectáculo.
No estaban lejos para distinguir que la causante de eso era Sora: Pero, no podían escucharlo que decían, ni reconocer a la "contenderá".
Matt apretó su puño al ver tan lamentable escena. Luego vio con furia a sus recién encontrados compañeros.
- ¡Vamos a salvarla!
- ¡No, Matt! - Exclamó Takeru.
Sin darle tiempo de explicaciones, Matt y su digimon se tropezaron con una capa invisible que protegía a en unos 30 metros a la redonda a la elegida corrupta. Ambos fueron despedidos unos metros atrás de la capa.
- No sé como explicarlo.- Se apresuró a explicar Takeru, ayudando a levantar a su hermano.- Pero, si alguno de nosotros se intenta acercar, sale despedido
- Creó que solo hay dos formas de entrar.- Divagó Izzy sin importarle lo pasado por la mañana.- O que ella quiera que entremos o que ella no nos conozca.
La gran ave graznó al haberse convertido en esa imponente depredadora. Produciendo una gran polvareda, se elevó con un gran aleteo al cielo oscuro. Siendo seguida por Sora, que se hallaba flotando en el aire por la fuerza de su alma corrupta.
- Serás un aperitivo para mí digimon, insignificante humano. Luego, iré por el gran banquete.
- Te equivocas en dos cosas. Numero uno: Yo no soy una insignificante mortal; y, Número dos: Yo seré quien me daré un gran banquete.
Como si fuera una pose de pelea, Angeline extendió con velocidad sus brazos a cada lado d su cuerpo. Respiro hondo y alzó su brazo izquierdo.
- ¡ANGIHUMANMON LOADING DIGIEVOLUTION TO...
En la pantalla de su "digivice injerto" se divisaron dos extraño emblemas. Uno era el del chico Bruce y otro era el que ella siempre dejaba en las heridas mortales de sus victimas. Estos dos se fusionaron y una extraña luz amarilla y blanca rodeo todo el contorno de Angeline. Ella dio varias vueltas sobre si misa, mientras los ceros y unos que formaban su traje se deshacían para dar paso a una huma forma.
El cabello de ella se torno más gris metálico, En su frente se formaron varios tatuajes violetas que fueron bajando hasta cubrieron todo su cuerpo. Sobre su pecho y su muslo aparecieron dos ceñidas cintas color cafés, con varias gemas casi flotando alrededor de los bordes de esta. Sus pies descalzos se volvieron más largos y felinos y en sus talones, aparecieron dos metálicas garras. Sus uñas se alargaron y fortalecieron. Y finalmente... su emblema asesino y insignia aparecieron dibujados sobre sus dos palmas.
- FELINANGIMON! ¡EL EQUILIBRIO HECHO CAOS!- Exclamó finalmente Angeline con una voz más adulta y misteriosa.
De entre los vestigios de los edificios. Había una computadora que no había sufrido percances. Ahí apareció Gami y con un saltó casi suicida cayó al lado de su compañera y bufó salvaje hacia Dark HawlkMon y Sora.
- Esto sé esta poniendo entretenido.- Sentenció Sora.- Esta seria una merienda muy dulce... ¡A ella!
¿Angeline es chica o digimon?
¿Que sucederá con Sora?
¿Qué significan las dos nuevas digievoluciones?
¿Podrán los digielegidos intervenir?
¿Podrá Ken reunirse con los demás, antes de que acabe la pelea?
¿Quiénes son los otros chicos atrapados en los prismas?
¿Cuál es el verdadero motivo del comportamiento de Matt?
¿Por qué es tan Importante la Familia Ichijouyi para Angeline?
¿Qué relación tienen los desaparecidos Mumimon y Arukenimon con Hinemiya?
¿Qué papel cumple July y Mónica con la función de Hinemiya?
No se pierdan el siguiente capitulo de esta saga.
**********
TATIANA: ¡Lo logré! ¡Otra obra maestra! ¡Jajaja!
XXX: ¡Pst! ¡Aquí! ¡Tatiana! ¡Pts!
(La pitonisa vuelve a ver y es Ratatis en un agujero y viendo como frenética a todos lados con unos binoculares.)
TATIANA: Ratatis. ¿Qué haces? O_o¡¡
RATATIS: Estoy revisando el perímetro. No quiero ser el aperitivo de Gami.
TATIANA: Ratatis _¡¡¡ En el hospital Psiquiátrico No dejan entrar animales tan grandes.
(Ratatis suelta un suspiró y sale corriendo al encuentro con su amiga)
RATATIS: Que bueno. ¡Puedo visitarte sin arriesgar mi bello pescuezo! ^o^
TATIANA: ^-^¡¡¡ RATATIS ¿Y tienes sobras de comida?TATIANA: Tomalas... están en la esquina del cuarto. T_T¡¡
RATATIS: ¡Vaya! ¡Espinas de Pescado! ^o^ ¡Verdad que estamos en vigilia de cuaresma! Mmmmm ¡Qué rico!
TATIANA: Bueno... ya que vienes acá a robarme; digo, visitarme. ¿Tienes algún apunte acerca de este capitulo?
(La rata se trepa hasta quedar en el hombro de Tatiana y empieza a leer lo escrito en la computadora)
RATATIS: Pues... veo que estas delegando a muchos personajes. Veo que tienes preferencias. =P Eres una digiracista.
TATIANA: No es eso... es solo que si me tomo a todos los personajes por capitulo, será un tratado cada episodio.
RATATIS: ¿Harry Potter? ( La rata recalcó con más fuerza) ¡¿HARRY POTTER?! ToT¡¡
TATIANA: Bueno, el que sean anime, no quiere decir que también sufran de la moda ^o^¡¡
RATATIS: ¡¿CLAMP?!
TATIANA: Bueno... me gustan... le debía gustar a alguien, ¿No?
RATATIS: ¿Y esos gif?
TATIANA: Pues... al de July es de otro anime... los otros dos gif los hice Yo ^o^ jojojoj
RATATIS: ¿Angeline y el 11 de septiembre? ¿Estas loca?
TATIANA: Por algo estoy aquí ¿no?. Yo ya se mi carreta asi que en eso no te metas =P
RATATIS: ¿Mierda? ¿Puta? ¿Segura que no te censuraran.
TATIANA: No lo sé. (¡_¡) Pero me debía arriesgar. Debía mostrar angustia existencial sin describir con pelos y señales lo que hacia Sora. Creo que con eso los lectores podrían imaginarse más realmente ^o^¡¡¡
RATATIS: Pero, Angeline es toda rara. Con algunas personas es una dulce fresa con otras una dulce... pantera.
TATIANA: Pues..... -¡¡ Solo puede decir que eso se debe a cosas... del corazón XDD
RATATIS: T_T¡¡
TATIANA: ¡Oh! ¡Mira quien viene ahí! ^O^ jo,jo,jo
XXX: ¡Miiiiiiiiiaaaaaaauuuuuuuuu! `^o^´
RATATIS: ¡Ahhhhh! @o@
(La habitación psiquiátrica se vuelve una habitación tipo Tom y Jerry. Tatiana Saca una cachucha con el logo de Ratatis y un banderín con el logo de Gami.)
TATIANA: ¡Vamos Gami! ¡Ratatis, Corre! ^o^
Y Recuerden:
¡Comentarios, correcciones y mails bombas a tv_maya@hotmail.com ¡
------- PROXIMO CAPITULO ----
¡¡Llamen a Ralph Guilanni!! ¡Tal vez el sepa como arreglar este desorden! o
¡¿Catalina?! O_o
Jeje, menos mal el papá de Jô es medico.
Ken y Angeline super cute!!!!!!! ^O^
¡¿Matt?! @o@ ¡¡DETENTE!!
Kari debería estar en la habitación al lado mía v_v¡¡
