:: AVE FENIX TERRA ::


= Capítulo 2 =




- Me duele todo...

En efecto, todos sus huesos parecian protestar al mas ligero movimiento, no le habia sentado bien haberse quedado dormida en aquella playa, de suerte que nadie se hubiera aparecido y la hubiera lastimado. Todo era tan confuso aun y ese molesto mareo empeoraba las cosas, como si un tifón la hubiera zarandeado.

Se recargó en el ventanal, sintiendolo vibrar al paso de cada avion. Y cerró los ojos rememorando lo que hacia horas habia sucedido cuando despertó.

--- 0oo0 o 0oo0 ---


Los primeros rayos del sol dieron directo a su rostro, traspasando sus parpados y cegandola con su claridad al abrir los ojos, involuntariamente habia puesto una mano frente a estos, hasta que logro habituarse y ver donde estaba.

En una playa solitaria y aun era muy temprano, el sol todavia no despegaba del mar y las tonalidades propias del amanecer teñian el cielo provocando un efecto relajante en ella, sin mas, extendió las piernas y se apoyo en sus brazos para recargarse hacia atras, habia cerrado los ojos intentando llenar el vacio que habia en su mente, ¿como habia llegado ahi?

Y entonces lo recordó...

Sus ojos se abrieron desmesuradamente a la par que se incorporaba con brusquedad hacia el frente, mientras sentia como su corazon empezaba a latir con mas fuerza y un vertigo repentino casi la tumbaba; involuntariamente llevo las manos a su pecho intentando sentir.

- Esto...esto de seguro fue un sueño, solo eso.

- No, no lo fue...

- ¿¡¡QUEEEEE!!!?

Una voz suave y calmada se habia dejado oir, de un brinco se paró, volteando en todas direcciones buscando al que le habia hablado

¿Donde estaba?

Mas no encontro nada, no habia nadie, ni un alma en aquel lugar, solo ella y el mar con su suave oleaje.

- Debo estarme volviendo loca o la falta de comida me ha afectado mas de lo que creia -murmuró.

- No es así...

De nuevo esa voz. Sintió un escalofrio recorrer su cuerpo.

-¡Agh! ¡me he vuelto loca! -pensó.

Entonces creyo oir una pequeña risita... en su cabeza,

- ¡Aaaagh! ¡creo que si me volvi loca! -penso casi lista a que le diera un ataque - Ok, respira hondo, vamos 'E', calmate, piensa y...

- Si buscas una respuesta logica, esta no existe.

- Esto es mas grave, ahora un producto de mi imaginacion suena mas inteligente que yo. - murmuró al borde de un colapso de nervios.

- ¿Por qué no tratas de serenarte y volver a pensar en todo lo que vistes anoche, detalle a detalle? -habló de nuevo en tono tranquilizador lo que empezó a surtir efecto.

Habia dado un largo suspiro totalmente resignada, ¿que podía perder aparte de la cordura?. Aquella voz interna le indico sentarse y relajarse, cosa que ocurrio poco a poco, era una voz bastante armoniosa y suave que parecia darle a entender que podia confiar en ella.

Cruzo las piernas y volvio a cerrar los ojos como ella le indicara , gradualmente fue visualizando esa noche, la estrella fugaz, su persecusión, su encuentro con el fenix y después el cuadro mas inverosimil, ella rodeada por un anillo de fuego que la cubrió por completo, en ese ardiente capullo habia vuelto a ver sus visiones, pero esta vez una tras otra, sin volverse loca y manteniendo una compostura tal, como si desde hace mucho esperase ese momento.

Su porte seguro, su seriedad, no podia creer que esa fuese ella, pero asi era, todo absolutamente todo, entendio era real y cerraba con broche de oro la imagen de esa ave introduciendose a su cuerpo, toda esa energía buyendo dentro de ella hasta que se disparó hacia el cielo, tan solo dejando en su pecho una lucecita que se había extinguido después.

- ¿Me puedes sentir? -dijo al fin.

- Si, estas aqui dentro - respondió tocando su pecho y cerrando los ojos para percibirla más - pero es que esto, se supone que cosas asi solo pasan en los cuentos de fantasia, en las peliculas de la tele, en las series de anime, bueno que se yo, no en el mundo real.

- Vaya... pero, esto es la realidad y yo soy real, se que no te es facil teniendo en cuenta que has vivido toda tu existencia dentro del limite de lo que el grueso de la poblacion humana cataloga como 'normal', aunque ese es un termino bastante relativo teniendo en cuenta que lo que tu consideres normal, para alguien de algun otro lugar del mundo no lo es.

- Bueno si, pero aqui y en china NO es normal eso de partir la tierra de un puñetazo, ni de mandar a un pobre tipo a estrellarse contra o atravezar una pared, ni lanzar rayos de energía o regresar del mismo infierno.

Rió ante la retahila de argumentos y ademanes de la muchacha.

- Debes tener en cuenta, algunos conocen "lo fuera de lo normal" desde su nacimiento y eso ya es Normal para ellos, otros traspasan esa delgada linea por azares de la vida, y otros tantos son obligados a ello y aun para ellos es dificil.

- Vaya, eso suena razonable.

- ...

- Pero estoy feliz, es la primera vez que me siento feliz de despertar y saber que tengo ese algo que tanto busque. Aunque todavia no lo pueda creer.

- Es cuestion de tiempo, ya lo veras.

- Si, gracias.

- Es mi deber.

--- 0oo0 o 0oo0 ---


Y después.

Estaba ahi en el aeropuerto de la capital, lista ha abandonar todo lo que hasta ahora habia conocido, su mundo, su pais, parte de su vida, para ir en pos de lo que para cualquiera seria una locura.

- Ikki... eres real, ¿quien lo creería?, pero tu... ¿sabes de mi?...

Esta vez levantó la vista, aviones iban y venian sin detenerse ni un solo segundo al igual que la gente y la imagen del cristal sonrió a la par que sus dos ojos negro azabache brillaban, esto apenas era el inicio, un inicio que le depararía mas sorpresas de las ella se pudiera imaginar.

- No temas...

De nuevo esa voz, ahora sabía quien era y ya no tenia miedo, "ella" la acompañaba y la protegía dandole la confianza de saber que aquella devastadora energía que ahora bullía en su interior no la mataría.

"Pasajeros con destino a Grecia, favor de abordar por la puerta 5."

- Bien, ¡aqui vamos!. - y emprendió el camino con paso seguro.

--- 0oo0 o 0oo0 ---


La vista no podía ser mas espectacular desde aquel pasillo enclavado en lo mas alto de uno de los tantos riscos, a través de sus enormes ventanas podía dominarse la vista de todo el santuario, lugar perfecto para la vigilancia, incluso se podía distinguir la pequeña villa de Rodorio y el puerto de Atenas junto a la costa, mientras el mar se hacia uno con el cielo.

Pero Ikky sentado al borde de una de las ventanas parecía no prestarle atención, concentrado en sus propios pensamientos habia dirigido su vista hacia un punto indeterminado del paisaje, recordando lo que hacia un rato habia pasado.


- Un 'alumno' -eso habia dicho Pegaso.

- La tontería es inherente en ti Seiya - espeto con sarcasmo.

Y se dio la media vuelta listo ha abandonar el recinto, harto de oir tantas tonterias juntas en un día.

- No estoy bromeando Ikky, esto es en serio -respondió Seiya, ya acostumbrado a la manera de ser del Fenix.

- No necesito uno -respondió secamente.

- Vamos Ikky, ¿por qué no?, todos lo hemos hecho, se que aprecias tu armadura tanto como nosotros...

"No, no lo sabes"

- ... pero no siempre seremos los caballeros de bronce -terminó Hyoga.

El Fenix no se movio, ni se molestó en voltear a verlos o decir nada.

- Ikky... - su voz era tranquila como siempre, Shiryu despues de el era el mas maduro - el mundo no se detiene y nosotros no dejamos de evolucionar, hemos dado el siguiente paso, ya no podemos ser los caballeros de bronce por mas tiempo, Hyoga lo ha dicho, nuestro poder ha superado ese nivel desde hace mucho tiempo, lo sabes perfectamente bien y despues de lo que ha pasado... el puente ha sido quemado.

Sabia a que se referia, los Santos dorados ya no estaban, era su deber tomar el lugar que se les habia asignado y no habia marcha atras. Tenia que darle la razon en eso al Dragón, pero solo, tan solo por esta vez no queria ser realista.

- Lamento que sea asi - termino Shiryu.

Captando en su voz un dejo de comprensión y agradeciendo el gesto le miro de reojo y asintió.

Hacia mucho habia dejado de ser el Caballero de Bronce Fenix para escalar al nivel de un Santo dorado y mas alla, con la Kamei; un sustituto se habia vuelto necesario.

"Sustituto"

La palabra en si le parecía repugnante e indudablemnte lo ponia del peor humor posible. A veces el cambio no era agradable y el único consuelo que le hallaba a ese inexorable proceso era el hecho de que para este todavía tardaría años, los cuales debía aprovechar para entrenar a su Sucesor y perfeccionar el 7° y 8° sentido.

Aun así, alzo la cabeza y respondió con un tajante NO, que dejo desconcertados a todos. Y reanudó su marcha.

- ¡Alto ahi! - la voz femenina resonó fuerte y llena de autoridad, en un tono que no admitia replica y que logro frenar el avance del caballero mas indómito de los 88.

Con desgana volteó a encarar a la fuente de aquella orden, delante y al centro de sus caballeros, sosteniendo su baculo con firmeza estaba ella, con esa mirada seria.

- ¡¿Por qué te empeñas en hacer las cosas tan dificiles?! - se cuanto significa Fenix para tí.

Eso fue como haber recibido una descarga electrica y sintió que su cosmos se empezaba a elevar de pura furia, ella que podía saber, por muy diosa que fuera, entender el verdadero valor de Fenix era algo que ninguno en esa habitacion entendería jamás, incluido su hermano.

Y ella lo leyó en sus ojos, aun asi le sostuvo la mirada con toda la autoridad de una diosa y con esa misma firmeza respondió.

- Esta vez, no será como tu quieras, esa armadura tiene demasiado poder como para ser desperdiciado y tu lo sabes, busca un alumno e instrúyelo y esto, es una orden - terminó recalcando las 3 ultimas palabras sin dejar de verlo. Pidiendo con la mirada, le perdonase por ello.

Antaño el la hubiera mandado al diablo o en este caso la hubiese insultado, pero la mujer habia ganado a pulso su respeto, simplemente dio la vuelta y salio de ahi, furioso.

- Todo por amor... -musito la Diosa, mientras miraba de reojo a Seiya.


Se recostó en la columna, recordar eso lo había agotado.

Ni el poder, ni el tiempo valian tanto en ella, como la persona que lo perdio todo, tan solo por él.

"Esmeralda"

Su vida.

Sería una traición a ella dar Fenix ha alguien que no lo mereciera y para él eso incluia a todo la población del mundo.

Nadie sería lo suficiente digno de ella, nunca...