En muchas ocasiones, nos encontramos con que cuando cae un poco de lluvia,
a algunos les parece romántico, a otros molesto y no muy oportuno.
Esto ultimo le pasaba a la joven Kaoru Kamiya, quien ese día se había ido a un pueblo cercano que quedaba a tres horas de distancia del Dojo donde ella era maestra.
"Solo era un favor a un viejo maestro amigo de mi padre", pensaba, "Mou, por que tuvo que salir de viaje", pensó exasperada, en realidad el viaje era solo por una semana y él le había pedido a Kaoru que se hiciera cargo del Dojo por esa semana, ella por supuesto accedió encantada, ya había concluido ese día y regresaba muy contenta a su hogar cuando a tan solo haber caminado una hora, se soltó una lluvia torrencial, no considero apropiado regresar, ya llevaba bastante caminado, entonces, ¿para que volver sobre sus pasos?, así que continuo pensando que la lluvia acabaría tan rápido como había comenzado.
Mala suposición, la lluvia cada vez era mas y mas fuerte, ya tenia dos horas caminado, estaba toda empapada, y no veía intenciones de que siquiera amainara el torrencial aguacero, para mayor desesperación de Kaoru, parecía que la lluvia amenazaba con convertirse en tormenta, así que, tratando de ver lo que la lluvia dejaba, se alejaba de los árboles y buscaba un refugio, pero no se veía nada.
"Es extraño, a estas alturas ya debería de haber visto la posada que quedaba por aquí cerca", pensó, lamentablemente no podía ver mas allá de su nariz, así que decidió seguir caminando, total, ya estaba empapada y pronto anochecería, lo bueno es que había enviado una carta el día anterior avisando a que horas saldría y a la hora en que llegaría así, podrían tener la comida lista y ropa seca, pensando en lo agradable que seria estar en casa, siguió caminando con un nuevo impulso.
Kaoru ya se estaba desesperando, como era posible que caminara hasta anochecer y no encontrara aun la vista del pueblo y del Dojo, por la distancia pensaba en que ya debería de haber llegado, pues tenia mas de tres horas caminando y nada, de pronto, su mirada se ilumino, ¡adelante había una cueva! Por fin un lugar para guarecerse del temporal, así que con cuidado, y con la poca luz que tenia, lanzo una cuantas piedras dentro para asegurarse que no había ningún animal y luego, entro, quedándose cerca de la entrada, por si acaso.
Kaoru estaba helada hasta los huesos, casi no podía dormir del frío, pero aun estaba en un lugar donde ya no se mojaba mas, solo tendría que esperar a que llegara el día la lluvia cesara. "solo debo esperar" y pensando esto, se quedo dormida.
Un ruido la despertó, sentía que la llamaban, al levantarse con dificultad sintió que todos sus huesos le dolían y que se sentía muy mareada. "¿qué me pasa?, ¿estaré soñando? Pensaba, sin embargo el dolor de su cuerpo le decía que estaba bien despierta, al ver hacia la entrada de la cueva noto que aun no dejaba de llover, "Rayos, aun no para la lluvia, hasta juraría que esta mas fuerte".
Trató de levantarse, pero un fuerte mareo se lo impidió, haciendo que se sentara de nuevo, bajando su espalda por una de las paredes de la cueva, al instante volvió a escuchar que la llamaban, "valla, ahora siento que los truenos me llaman a través de la lluvia", sin embargo, solo para pasar el rato, decidió responder con un fuerte "Aquí estoy", sonriendo, sintió que deseaba dormir otro rato, total, aun era muy temprano, cuando se trato de recostar de nuevo, sintió una presencia en la entrada de la cueva y luego unos brazos la rodeaban, quería ver quien era, pero estaba muy cansada, así que solo se dejo ir, aunque a lo lejos, podía escuchar como seguían llamándola, una y otra vez. "Ojala fueras tu Kenshin", y pensando esto, se quedó profundamente dormida...
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Kenshin ya se estaba desesperando, su semblante revelaba preocupación "¿dónde puedes estar Kaoru?", pensaba una y otra vez, en su mano, la carta que Kaoru había mandado el día anterior informando la hora de salida y la de llegada, sin embargo ya había pasado mas de 2 horas desde que debería haber llegado y, aunado a eso, ahora caía una lluvia torrencial que ya se había convertido en tormenta y Kaoru aun no aparecía. "¿Dónde estas Kaoru?" pensaba frenéticamente, Yahiko no estaba en el Dojo, decidió quedarse en el Akabeko hasta que pasara la lluvia y Sano, pues, seguro estaba en su casa, solo estaba Kenshin y su preocupación, mientras aun seguía mirando hacia la entrada se vio un fuerte rayo seguido por un estruendoso trueno que ilumino la comarca, el rayo cayo en un lado de la montaña, provocando un incendio pequeño que se apago pronto por efecto de la lluvia, aunque este incidente no paso a mayores, fue el acto que provoco en Kenshin una reacción a una decisión tomada hace unas horas, así, con solo su espada invertida y su traje, Kenshin Himura salio en busca de Kaoru Kamiya, asegurándose a si mismo que la encontraría cueste lo que cueste.
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Ya habían pasado mas de tres hora y no había rastro de ella, reviso el camino dos veces gracias a la gran velocidad que poseía, pero no encontró nada, reviso por los alrededores, pero nada, así que decidió que era posible que con la lluvia (la cual no había cesado) Kaoru se hubiese desviado del camino sin darse cuenta, así que se fue a buscarla por la única parte que le faltaba,: montaña arriba, mas allá de la segunda colina, como los lugareños conocían el lugar.
Al ingresar Kenshin al bosque se dio cuenta que estaba en un lugar peligroso, así que decidió tratar de buscar lo mas rápido posible, para salir a algún claro que hubiese cerca, se movía, pero la lluvia no dejaba mucho campo de visibilidad, bajo un instante para descansar y fue en ese instante que sintió una presencia no muy lejos de allí, con una nueva esperanza, comenzó a llamar, pero no tenia respuesta, así que llamo con mas fuera, pronunciando el nombre de ella, de su esperanza, de su amor, esperando una señal que le guiara hacia ella, cansado y al no obtener respuesta sigue caminado cuando escucha su voz, fue solo un momento, así que se giro rápidamente y se dirigió al lugar de donde provenía la respuesta, al acercarse se encontró con una cueva y dentro de ella, estaba Kaoru, recostada en el suelo, respiraba con dificultad y tenia las mejillas sonrojadas, al tomarla con cuidado en sus brazos se dio cuenta de que estaba completamente empapada y cuando tomo su rostro para llamarla sintió que la temperatura de Kaoru era muy alta, Kenshin comenzó a preocuparse y la llamaba, cada vez con mas desesperación, viendo como ella de dejaba caer en la inconciencia.
Por horas, Kenshin trato de bajar la fiebre de Kaoru por todos los medios posibles, trato con agua que recogía de la lluvia, trato de buscar hierbas que le ayudaran a bajar la calentura de manera infructuosa, ya que no se podía ver nada por la hora y por la lluvia, así que tomo una decisión, recordando lo que había pasado en una ocasión durante la guerra del shogunado.
Kenshin recordaba que en una ocasión, uno de los lideres tenia una fiebre alta producto de una tuberculosis pasiva, así que un medico indico que lo único que podría ayudarlo era que otro cuerpo absorbiera el calor del enfermo, mandaron traer una mujer joven y que se acostara desnuda al lado del enfermo envolviéndolo en un abrazo, a la mañana siguiente el líder estaba de pie, un poco débil, pero su fiebre había desaparecido, Kenshin, recordando, supo en el acto lo que debía hacer...
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Con mucho cuidado fue quitando las ropas mojadas que aprisionaban el cuerpo de la joven, teniendo cuidado de no dañarla, antes de hacerlo se quitó parte de su obi y coloco el mismo bajo la cabeza de Kaoru para que no sufriera por ningún motivo, luego, con decisión, termino de retirar lo que quedaba de ropas pensando que no era momento de dejarse intimidar por ese cuerpo tan perfecto, que ahora ella lo necesitaba, al dejarla al descubierto, con la misma decisión, se retiro sus prendas también, colgando las ropas mojadas en una piedra cercana, para que se secaran, y se recostó al lado de ella.
Al momento sintió que se quemaba, el cuerpo de Kaoru esta ardiendo en fiebre y permanecía en una inconciencia total, trato de pegarla junto a él y al hacerlo, abrazarla con delicadeza, dejando que la respiración suave que ella tenia hasta ese momento diera paro a un quejido sordo, débil, asustado, miro el rostro de Kaoru para divisar una mueca de dolor, en seguida supo de que se trataba, ella estaba comenzando a reaccionar, alentado por esa reacción la pego aun mas a su cuerpo, esperando y rogando que ella pudiera recuperarse pronto, culpándose de que no pudo protegerla en ese momento tan difícil, nunca se hubiese perdonado que algo le pasase a ella, a SU Kaoru. Con ese pensamiento, espero a que ella se clamara y se quedo dormido junto a ella.
La mañana había llegado, sin embargo, no era clara y radiante, aun llovía, aunque no tan fuerte como el día anterior. Kaoru abrió lentamente sus ojos tratando de identificar el lugar donde se encontraba, con dificultad logro ubicarse, y se encontró que no estaba sola. Instintivamente se levantó y se pus en posición de guardia, pero con la mala suerte que les pasa a quienes se levantan de repente después de estar tanto tiempo inconscientes, se mareo y cayó de rodillas en el duro piso, la figura se acercó rápidamente a ella y la ayudó a levantarse, luego sintió una mano que le tocaba la frente y el cuello con cuidado, mientras decía con una voz perfectamente reconocible:
"¿Daijobu, Kaoru?"
"¿Kenshin?"
habiendo dicho esto, solo se abalanzó en los brazos de su amado vagabundo, con una tranquilidad y paz sabiendo que podría regresar a casa al fin, sin embargo, solo pudo pensar en como había logrado Kenshin encontrarla, la última impresión que tenia era que estaba mas perdida que cucaracha en baile de gallinas (N.A. expresión popular venezolana para indicar que alguien no sabe donde esta parado). Kenshin solo la envolvió en un dulce abrazo, tranquilo al comprobar que Kaoru ya no tenia fiebre, sin embargo si estaba agotada y no tardaría en manifestarse un resfrió, así que lo mas prudente en esos momentos era...
Un Treno retumbo por la cueva, recordándole que aun llovía y, bueno, sacar a una persona con un resfrío a caminar quien sabe cuantas horas bajo la lluvia, en realidad, no era la mejor solución que se le ocurriera a alguien ¿no?. Resignado, el dulce rurouni solo pudo quedarse sentado, con una Kaoru que ya se había quedado dormida, esperando por el termino de la lluvia, aliviado de que SU Kaoru ya estaba fuera de peligro.
Kaoru no recordaba lo que había pasado desde que cayo dormida hasta que despertó con Kenshin cerca, pero no le importaba en realidad, ahora estaba con SU Kenshin, nada mas importaba, podían disfrutar de ese momento a solas (sin Yahiko ni Sano presentes), ella se sentía tan cansada, pero a la vez tan bien, que solo se quedo allí, junto a él, unidos en ese abrazo maravilloso, sobre el pecho de su amado, donde ella se sentía en las nubes.
Lo que no había notado Kaoru, era que se encontraba vestida solo con el Gi del Rurouni.
¿Qué les pareció el primer capitulo? Espero les haya gustado, esta historia se me ocurrió un día que iba al trabajo y empezó a llover, y de repente, vino a mi cabeza, así que ahora la desarrollare aquí, si es de su agrado, escríbanme reviews, si no, entonces escríbanme a mi correo electrónico y denme sugerencias, que yo tratare de ponerlas en practica si son razonables ¿OK?. Gracias a todos por leer.
Esto ultimo le pasaba a la joven Kaoru Kamiya, quien ese día se había ido a un pueblo cercano que quedaba a tres horas de distancia del Dojo donde ella era maestra.
"Solo era un favor a un viejo maestro amigo de mi padre", pensaba, "Mou, por que tuvo que salir de viaje", pensó exasperada, en realidad el viaje era solo por una semana y él le había pedido a Kaoru que se hiciera cargo del Dojo por esa semana, ella por supuesto accedió encantada, ya había concluido ese día y regresaba muy contenta a su hogar cuando a tan solo haber caminado una hora, se soltó una lluvia torrencial, no considero apropiado regresar, ya llevaba bastante caminado, entonces, ¿para que volver sobre sus pasos?, así que continuo pensando que la lluvia acabaría tan rápido como había comenzado.
Mala suposición, la lluvia cada vez era mas y mas fuerte, ya tenia dos horas caminado, estaba toda empapada, y no veía intenciones de que siquiera amainara el torrencial aguacero, para mayor desesperación de Kaoru, parecía que la lluvia amenazaba con convertirse en tormenta, así que, tratando de ver lo que la lluvia dejaba, se alejaba de los árboles y buscaba un refugio, pero no se veía nada.
"Es extraño, a estas alturas ya debería de haber visto la posada que quedaba por aquí cerca", pensó, lamentablemente no podía ver mas allá de su nariz, así que decidió seguir caminando, total, ya estaba empapada y pronto anochecería, lo bueno es que había enviado una carta el día anterior avisando a que horas saldría y a la hora en que llegaría así, podrían tener la comida lista y ropa seca, pensando en lo agradable que seria estar en casa, siguió caminando con un nuevo impulso.
Kaoru ya se estaba desesperando, como era posible que caminara hasta anochecer y no encontrara aun la vista del pueblo y del Dojo, por la distancia pensaba en que ya debería de haber llegado, pues tenia mas de tres horas caminando y nada, de pronto, su mirada se ilumino, ¡adelante había una cueva! Por fin un lugar para guarecerse del temporal, así que con cuidado, y con la poca luz que tenia, lanzo una cuantas piedras dentro para asegurarse que no había ningún animal y luego, entro, quedándose cerca de la entrada, por si acaso.
Kaoru estaba helada hasta los huesos, casi no podía dormir del frío, pero aun estaba en un lugar donde ya no se mojaba mas, solo tendría que esperar a que llegara el día la lluvia cesara. "solo debo esperar" y pensando esto, se quedo dormida.
Un ruido la despertó, sentía que la llamaban, al levantarse con dificultad sintió que todos sus huesos le dolían y que se sentía muy mareada. "¿qué me pasa?, ¿estaré soñando? Pensaba, sin embargo el dolor de su cuerpo le decía que estaba bien despierta, al ver hacia la entrada de la cueva noto que aun no dejaba de llover, "Rayos, aun no para la lluvia, hasta juraría que esta mas fuerte".
Trató de levantarse, pero un fuerte mareo se lo impidió, haciendo que se sentara de nuevo, bajando su espalda por una de las paredes de la cueva, al instante volvió a escuchar que la llamaban, "valla, ahora siento que los truenos me llaman a través de la lluvia", sin embargo, solo para pasar el rato, decidió responder con un fuerte "Aquí estoy", sonriendo, sintió que deseaba dormir otro rato, total, aun era muy temprano, cuando se trato de recostar de nuevo, sintió una presencia en la entrada de la cueva y luego unos brazos la rodeaban, quería ver quien era, pero estaba muy cansada, así que solo se dejo ir, aunque a lo lejos, podía escuchar como seguían llamándola, una y otra vez. "Ojala fueras tu Kenshin", y pensando esto, se quedó profundamente dormida...
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Kenshin ya se estaba desesperando, su semblante revelaba preocupación "¿dónde puedes estar Kaoru?", pensaba una y otra vez, en su mano, la carta que Kaoru había mandado el día anterior informando la hora de salida y la de llegada, sin embargo ya había pasado mas de 2 horas desde que debería haber llegado y, aunado a eso, ahora caía una lluvia torrencial que ya se había convertido en tormenta y Kaoru aun no aparecía. "¿Dónde estas Kaoru?" pensaba frenéticamente, Yahiko no estaba en el Dojo, decidió quedarse en el Akabeko hasta que pasara la lluvia y Sano, pues, seguro estaba en su casa, solo estaba Kenshin y su preocupación, mientras aun seguía mirando hacia la entrada se vio un fuerte rayo seguido por un estruendoso trueno que ilumino la comarca, el rayo cayo en un lado de la montaña, provocando un incendio pequeño que se apago pronto por efecto de la lluvia, aunque este incidente no paso a mayores, fue el acto que provoco en Kenshin una reacción a una decisión tomada hace unas horas, así, con solo su espada invertida y su traje, Kenshin Himura salio en busca de Kaoru Kamiya, asegurándose a si mismo que la encontraría cueste lo que cueste.
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Ya habían pasado mas de tres hora y no había rastro de ella, reviso el camino dos veces gracias a la gran velocidad que poseía, pero no encontró nada, reviso por los alrededores, pero nada, así que decidió que era posible que con la lluvia (la cual no había cesado) Kaoru se hubiese desviado del camino sin darse cuenta, así que se fue a buscarla por la única parte que le faltaba,: montaña arriba, mas allá de la segunda colina, como los lugareños conocían el lugar.
Al ingresar Kenshin al bosque se dio cuenta que estaba en un lugar peligroso, así que decidió tratar de buscar lo mas rápido posible, para salir a algún claro que hubiese cerca, se movía, pero la lluvia no dejaba mucho campo de visibilidad, bajo un instante para descansar y fue en ese instante que sintió una presencia no muy lejos de allí, con una nueva esperanza, comenzó a llamar, pero no tenia respuesta, así que llamo con mas fuera, pronunciando el nombre de ella, de su esperanza, de su amor, esperando una señal que le guiara hacia ella, cansado y al no obtener respuesta sigue caminado cuando escucha su voz, fue solo un momento, así que se giro rápidamente y se dirigió al lugar de donde provenía la respuesta, al acercarse se encontró con una cueva y dentro de ella, estaba Kaoru, recostada en el suelo, respiraba con dificultad y tenia las mejillas sonrojadas, al tomarla con cuidado en sus brazos se dio cuenta de que estaba completamente empapada y cuando tomo su rostro para llamarla sintió que la temperatura de Kaoru era muy alta, Kenshin comenzó a preocuparse y la llamaba, cada vez con mas desesperación, viendo como ella de dejaba caer en la inconciencia.
Por horas, Kenshin trato de bajar la fiebre de Kaoru por todos los medios posibles, trato con agua que recogía de la lluvia, trato de buscar hierbas que le ayudaran a bajar la calentura de manera infructuosa, ya que no se podía ver nada por la hora y por la lluvia, así que tomo una decisión, recordando lo que había pasado en una ocasión durante la guerra del shogunado.
Kenshin recordaba que en una ocasión, uno de los lideres tenia una fiebre alta producto de una tuberculosis pasiva, así que un medico indico que lo único que podría ayudarlo era que otro cuerpo absorbiera el calor del enfermo, mandaron traer una mujer joven y que se acostara desnuda al lado del enfermo envolviéndolo en un abrazo, a la mañana siguiente el líder estaba de pie, un poco débil, pero su fiebre había desaparecido, Kenshin, recordando, supo en el acto lo que debía hacer...
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Con mucho cuidado fue quitando las ropas mojadas que aprisionaban el cuerpo de la joven, teniendo cuidado de no dañarla, antes de hacerlo se quitó parte de su obi y coloco el mismo bajo la cabeza de Kaoru para que no sufriera por ningún motivo, luego, con decisión, termino de retirar lo que quedaba de ropas pensando que no era momento de dejarse intimidar por ese cuerpo tan perfecto, que ahora ella lo necesitaba, al dejarla al descubierto, con la misma decisión, se retiro sus prendas también, colgando las ropas mojadas en una piedra cercana, para que se secaran, y se recostó al lado de ella.
Al momento sintió que se quemaba, el cuerpo de Kaoru esta ardiendo en fiebre y permanecía en una inconciencia total, trato de pegarla junto a él y al hacerlo, abrazarla con delicadeza, dejando que la respiración suave que ella tenia hasta ese momento diera paro a un quejido sordo, débil, asustado, miro el rostro de Kaoru para divisar una mueca de dolor, en seguida supo de que se trataba, ella estaba comenzando a reaccionar, alentado por esa reacción la pego aun mas a su cuerpo, esperando y rogando que ella pudiera recuperarse pronto, culpándose de que no pudo protegerla en ese momento tan difícil, nunca se hubiese perdonado que algo le pasase a ella, a SU Kaoru. Con ese pensamiento, espero a que ella se clamara y se quedo dormido junto a ella.
La mañana había llegado, sin embargo, no era clara y radiante, aun llovía, aunque no tan fuerte como el día anterior. Kaoru abrió lentamente sus ojos tratando de identificar el lugar donde se encontraba, con dificultad logro ubicarse, y se encontró que no estaba sola. Instintivamente se levantó y se pus en posición de guardia, pero con la mala suerte que les pasa a quienes se levantan de repente después de estar tanto tiempo inconscientes, se mareo y cayó de rodillas en el duro piso, la figura se acercó rápidamente a ella y la ayudó a levantarse, luego sintió una mano que le tocaba la frente y el cuello con cuidado, mientras decía con una voz perfectamente reconocible:
"¿Daijobu, Kaoru?"
"¿Kenshin?"
habiendo dicho esto, solo se abalanzó en los brazos de su amado vagabundo, con una tranquilidad y paz sabiendo que podría regresar a casa al fin, sin embargo, solo pudo pensar en como había logrado Kenshin encontrarla, la última impresión que tenia era que estaba mas perdida que cucaracha en baile de gallinas (N.A. expresión popular venezolana para indicar que alguien no sabe donde esta parado). Kenshin solo la envolvió en un dulce abrazo, tranquilo al comprobar que Kaoru ya no tenia fiebre, sin embargo si estaba agotada y no tardaría en manifestarse un resfrió, así que lo mas prudente en esos momentos era...
Un Treno retumbo por la cueva, recordándole que aun llovía y, bueno, sacar a una persona con un resfrío a caminar quien sabe cuantas horas bajo la lluvia, en realidad, no era la mejor solución que se le ocurriera a alguien ¿no?. Resignado, el dulce rurouni solo pudo quedarse sentado, con una Kaoru que ya se había quedado dormida, esperando por el termino de la lluvia, aliviado de que SU Kaoru ya estaba fuera de peligro.
Kaoru no recordaba lo que había pasado desde que cayo dormida hasta que despertó con Kenshin cerca, pero no le importaba en realidad, ahora estaba con SU Kenshin, nada mas importaba, podían disfrutar de ese momento a solas (sin Yahiko ni Sano presentes), ella se sentía tan cansada, pero a la vez tan bien, que solo se quedo allí, junto a él, unidos en ese abrazo maravilloso, sobre el pecho de su amado, donde ella se sentía en las nubes.
Lo que no había notado Kaoru, era que se encontraba vestida solo con el Gi del Rurouni.
¿Qué les pareció el primer capitulo? Espero les haya gustado, esta historia se me ocurrió un día que iba al trabajo y empezó a llover, y de repente, vino a mi cabeza, así que ahora la desarrollare aquí, si es de su agrado, escríbanme reviews, si no, entonces escríbanme a mi correo electrónico y denme sugerencias, que yo tratare de ponerlas en practica si son razonables ¿OK?. Gracias a todos por leer.
