Capitulo IV

Kaoru abrió lentamente los ojos, en realidad le molestaba un poco la posición en la que se encontraba, mas al ver hacia la ventana no pudo menos que taparse los ojos con las manos, ya que el sol que entraba por la ventana era tan fuerte que la había dejado ciega por unos momentos. Luego sintió el calor delicioso del astro rey. Se desperezó muy despacio, se vistió y sonrió al acercarse a la ventana, a través de ella pudo ver a Kenshin que volvía con una gran sonrisa a verla, él ya la había sentido y esperaba ver su rostro por la ventana, igual que cada mañana se veía hermosa, como solo Kaoru podía ser. Kaoru solo lo saludo mientras le hacia señas que iba a la cocina.

Al llegar al lugar indicado, Kaoru se puso a preparar el desayuno, era increíble lo que se podía aprender en tanto tiempo sin hacer nada mas que cuidar de la casa y de Kenshin.

No había terminado de pensarlo cuando un muy dulce y meloso Ken-san se le acercó por la espalda y, abrazándola, le susurro al oído un "buenos días, koishi". Kaoru solo pudo sonrojarse y voltear divertida a ver a Kenshin de frente para darle un delicado beso en sus dulces labios, medio sorprendiéndolo.

+++++++++++++++++++++++++++++++++

Kenshin se había levantado con mucha energía, no recordaba cuando, antes, había sido tan feliz como ahora, miraba a su dulce Kaoru durmiendo a su lado, tan tranquila, ¡como deseaba que esta situación no acabase nunca!. Se resistió a la tentación de tomarla en sus brazos y besarla muchas veces y salió, por la puerta de atrás, a practicar con la espada y buscar algunos alimentos para el día, aprovecharía para ir a pescar en el río cercano.

Después de hacer todo lo que debía y dejar el pescado encima de la cocina, Kenshin salio a practicar con la espada, tenia muchísimo tiempo que no lo hacia, pero había decidido volver a hacerlo para que, si en algún momento alguien perturbaba la paz que ahora tenían él y Kaoru, pudiera defenderla sin sacrificar ninguna vida.

Fue en ese instante que vio a Kaoru en la ventana, mirándolo, solo atino a sonreírle, como cada mañana, y vio como ella le hacia señas indicándole que iba a la cocina.

Allí la encontró, tan hermosa como siempre, con su cabello recogido en una coleta pero debajo de su cuello, su hermosa cinta azul colgándole a la espalda junto con ese cabello azabache que l hechizaba con su fragancia a jazmines, se acercó cautelosamente por la espalda y la abrazó, sintió como ella se estremecía en sus brazos y, luego de voltearse y mirarlo a los ojos, le da un dulce beso.

Kenshin solo sonríe y le da gracias a la vida de que pueda estar allí con su Kaoru, con su vida...

++++++++++++++++++++++++++

Después del desayuno, ambos salieron abrazados afuera, para sentarse bajo la sombra de un hermoso árbol de cerezo, allí, abrazos, fue cuando Kaoru recordó como esa última noche de tormenta Kenshin le declaró su amor, allí, bajo la lluvia se quedaron dormidos. Al despertar, se miraron uno al otro, y luego de sentirse para ver que estaban bien, se dieron cuenta que había dejado de llover, pero estaban tan felices juntos, que no deseaban ya regresar al Dojo, ya habían encontrado otro hogar, una casa abandonada que convirtieron en su refugio de amor, solo ellos dos y el bosque, hermoso y complejo que estaba a su alrededor...

Kenshin solo podía agradecer una y otra vez el tener a su compañera junto a él, el no haberla perdido esa noche de tormenta, cuando parecía que sus vidas fueran a terminar...

"¿Hace cuanto fue eso Kenshin?"

"Hace 3 meses"

"¿Como estarán Yahiko y Sano?"

"¿Estas preocupada por ellos?"

"Pues.... no tanto, se que ya ambos se pueden cuidar solos, solo pensaba en si Yahiko había llevado bien el Dojo"

"¿Deseas volver?"

"No"

"Yo tampoco lo deseo, quiero estar junto a ti hasta el resto de mis días, y después, estar juntos por toda la eternidad"

"Yo también Kenshin, yo también"

Así se quedaron un largo rato. Sin embargo, de repente, sintieron que alguien los veía desde la casa, al voltear, vieron en la ventana a Yahiko, ambos lo vieron y, al mirarlo, al ver sus tristes ojos, le dedicaron una dulce sonrisa, diciéndole que no había nada que temer, que el podría enfrentar al mundo, que ahora era el dueño de las técnicas de la guerra y la paz, luego de ver otra vez la determinación en la mirada del joven pupilo y verlo desaparecer, se miraron ambos, Kaoru y Kenshin, y se besaron, quedándose abrazados hasta que les dio el tiempo para hacer el almuerzo, como todos los días, una rutina que para ellos era la consolidación de su amor, una declaración de su esperanza en permanecer juntos y vivir felices para siempre... ¿o no?

+++++++++++++++++++++++

Yahiko corría lo más rápido que las piernas le daban, Saito había mandado un mensaje temprano diciendo que ya habían encontrado a Kenshin y a Kaoru en un claro del bosque de la montaña, en una casa que encontraría cerca de un río, Sano ya estaba allí pues el mensaje le había llegado primero a él. Yahiko pensaba en que por fin sabría algo de sus amigos, sus hermanos, pues desde hacia 3 meses que no obtenía ninguna información y ya había perdido las esperanzas, cuando le llega esta nota de Saito.

Casi había llegado, podía notar como habían varios policías alrededor de una casa, se observaba vieja y abandonada desde afuera, pensó esperar allí cuando vio a Saito salir con Sanosuke al lado, ambos venían muy extraños, se les acerco y preguntó por Kaoru y Kenshin, ambos se vieron y lo miraron a él, Sano trato de hablar con el primero pero Yahiko no tenia mucha paciencia que digamos, esa se le había acabado esperando noticias de sus amigos, así que decidió entrar, Sano intentó detenerlo y Saito solo meneo la cabeza y los siguió dentro de la casa.

Yahiko miró dentro de la casa, parecía que no la hubiesen habitado por muchísimo tiempo, se dirigió al cuarto donde observaba a varios policías entrar y salir, Sano lo seguía de cerca llamándolo, pero Yahiko no lo escuchaba, solo sentía que debía ir a esa habitación.

Al entrar, se quedo estático en la puerta, nunca había visto algo así, en el suelo se encontraban dos esqueletos en posición de abrazo, uno de ellos tenia una cinta azul a un lado, el otro una Sakabattou a un costado, pudo reconocer ambas prendas, luego escucho como Saito daba ordenes a los policías para que los dejaran solos.

Cuando estuvieron solos, Yahiko tuvo valor para hablar:

"¿Cómo ocurrió?"

Saito le contó que, después de buscarlos por las principales ciudades y de que los Oniwabanshu no pudieran contactarlos en ningún lugar, se decidió peinar la zona, en el pueblo cercano se enteraron de que en la montaña arriba había una casa que hacia mucho tiempo estaba desabitada, decidieron ir y verificar, allí se encontraron con esto. Parecía que estaban muertos desde hace tres meses. Al averiguar entre la gente de la zona supieron que la casa padecía de cierta superstición ya que se pensaba que quien llegaba allí, no salía nunca más. "Patrañas de la gente" dijo Saito. "Pero parecen ciertas en esta ocasión" menciono Sano.

Yahiko ya no escuchaba a Saito o Sano, solo se asomo a la ventana y, observó por un momento a Kenshin y Kaoru abrazados bajo un árbol de cerezo, pensó que sería una visión o un sueño, se restregó los ojos y volvió a mirar, los vio de nuevo, ahora la miraban a él como si lo pudieran ver y le sonrieron, era una sonrisa calida, segura. Yahiko soltó dos lágrimas, como comprendiendo lo que ahora debía hacer, y salió.

Ahora Yahiko era el sucesor de las Técnicas Kamiya Kashin Riu y Hiten Migsurugi Riu, había recibido la aprobación de sus dos hermanos, sus dos maestros, y actuaría en conformidad con sus deseos.

"Así lo querían Kenshin y Kaoru"

Saito y Sanosuke solo lo vieron partir, ambos extrañados, pensando que esto destrozaría al pequeño. Lo que no se habían dado cuenta es que ahora Yahiko no era un pequeño. Ahora era todo un maestro, un Samurai.

++++++++++++++++++++++++++++++++

La lluvia había cesado el día que la paz y la guerra se unieron como uno solo, formando el lazo de la esperanza para quienes les rodeaban.





*********************************************************************

Este es el último capítulo, espero que les haya gustado, ya que este fic es un poco, digamos, complejo, me base en él al recordar la película de Pedro Almodóvar "Los Otros", me pareció que el amor que sentían Kenshin y Kaoru era más fuerte aun que la misma muerte, quedándose eternamente juntos, sin saber que en realidad ya la muerte los había alcanzado.

Gracias una vez mas a quienes me están enviando reviews, ya que, puede comprobar lo que dijo una vez otra escritora de fic´s, "los reviews en verdad te levantan el ego personal", de verdad que, mientras veo mas reviews en la página, mas ganas me daban de terminarlo. Así que este fic es dedicado a todos los que escribieron reviews en alguna ocasión, y a quienes estaban pensando hacerlo. También un agradecimiento especial a mi sensei Koneko-dono (no se me olvida que gracias a tu fic y traducciones, me di valor para empezar a escribir)

Gracias una vez más, nos vemos pronto.

smcg_2@yahoo.com.mx