La vida después del comienzo

Capítulo 4
-¿Y bien?
-¿Y bien qué? -replicó Hermione cortante.
-¿Qué dice la carta?
Hermione dejó de caminar justo frente al retrato de la señora gorda.
-Harry, la verdad es que...
-¿No nos lo quieres decir?
-No es eso, Leigh. Cosas viejas -el retrato dejó al descubierto un agujero por el que los tres entraron-. Simplemente no entiendo por qué Ron se comporta así.
Harry profirió un muy bajito. Sus ojos se encontraron con los de Leigh, y él detectó que la misma idea cruzaba por sus cabezas.
Hermione sacó la carta y la leyó una vez más.
-Además, no pasa nada. Ni antes, ni ahora -suspiró-, ni después.
Extendió la carta hacia Harry, quien la tomó. Leigh leía sobre su hombro.
Querida Hermione:
Está bien. Lo comprendo. Hasta cierto punto, he dejado de lamentar no haberte hecho esa pregunta en persona. Supongo que hubiera sido peor escucharlo que leerlo. No obstante, espero que no olvides tu promesa de que somos amigos, ¿de acuerdo? Eso no te lo perdonaría. Y tal vez, a pesar de todo, algún día puedas venir a Bulgaria. Saluda de mi parte a Potter. Y también a tu amigo, el pelirrojo. Nos volveremos a ver.
Viktor Krum
-¿Pregunta? -interrogó Harry.
Hermione enrojeció.
-¿Te preguntó...si querías ser su novia?
-¿¡QUÉ!?
Ron estaba entrando a la sala común. El paseo y la sesión de risa con Malfoy le habían devuelto un poco el buen humor, pero de pronto parecía que su ira solamente había retrocedido para regresar cien veces aumentada.
-¿Qué le has respondido? -preguntó a Hermione con los ojos entrecerrados.
Ella gritó, fastidiada. Los chicos que se encontraban cerca de ellos voltearon con curiosidad.
-¡Basta! ¡Basta ya! Estoy harta, hasta aquí llega esto -se puso de frente a Ron, que la miraba perplejo-. No estoy dispuesta a tolerarte ni una más de estas escenas, ¿me oyes? ¡Ni una! Ahora, Viktor NO me pidió que fuera su novia. Él me preguntó si yo...si yo, bueno, si yo estoy interesada en alguien. Y le contesté que sí. Pero consideré que lo más sería aclarar las cosas de una vez. Por eso le dije que no era él.
Estaba tan molesta que ni siquiera se ruborizó, aunque había bajado el tono de voz hasta convertirlo en un susurro.
-¿Ya? ¿Satisfechos todos? ¿Podemos dejarnos de estas estupideces y bajar a cenar?
Harry y Leigh parecían tan asustados como sorprendidos, y con un rápido y fuerte movimiento de la cabeza demostraron que harían lo que ella ordenara. Ron no sabía qué decir. Miró al suelo y soltó un .

-¿Estás nerviosa, Leigh?
-Algo.
-Lo harás bien, ya verás. Darren nos ha dicho que eres genial.
Leigh rió.
-Yo no confiaría demasiado en el juicio de Darren, Hermione.
-¿Por qué lo dices?
-Porque es mi hermano -respondió la muchacha mientras terminaba con una chuleta de cerdo.
Harry escuchaba la conversación en silencio. Ron parecía demasiado ocupado en una lucha interior como para prestar atención.
La mayoría de los alumnos estaba por terminar su cena, y algunos ya se preparaban para retirarse.
De repente, Dumbledore se puso de pie e hizo sonar con suavidad su copa. Todos lo miraron, ocupando nuevamente sus asientos.
-Por favor -llamó-. Por favor. Los detengo por unos momentos antes de permitir que lleven sus felices y satisfechos estómagos a la cama. Necesito anunciar un par de cosas. Primero, el día de mañana se llevarán a cabo las pruebas de quidditch. Cada casa buscará a los miembros faltantes en sus respectivos equipos. Se ha puesto un anuncio en las salas comunes con todas las indicaciones. Será divertido. Confío en que este año los partidos serán tan dignos de presenciarse como en años anteriores.
Harry tuvo la impresión de que los azules ojos del director se posaban un instante en él.
-Lo segundo es una noticia que me complace mucho darles. Se trata del regreso de tres de sus profesores.
Hermione se volvió hacia sus amigos.
-¿Tres?
-Sí, tres -continuó Dumbledore, contestando una pregunta que no sólo había formulado Hermione-. El profesor Snape -Harry hizo un gesto involuntario de desagrado-, el profesor Hagrid -algunos suspiraron con resignación. Claro que querían a Hagrid, pero detestaban las interesantes criaturas que les llevaba a clase-, y por último, el profesor de Defensa Contra las Artes Obscuras, Remus Lupin.
Harry casi se cae de la silla. Y no era el único. Ron por fin había salido de su aislamiento para abrir la boca con asombro, y Hermione ahogó un grito. El salón se llenó de murmullos (Remus Lupin, ¿no es el licántropo?'. ¡Estupendo! ¡Tendremos de profesor a un hombre lobo!'). En la mesa de Slytherin, muchos dirigían a Dumbledore miradas insolentes.
-Silencio. Vamos.
El ruido cesó.
-Veo -dijo el director con voz divertida- que algunos recuerdan al profesor Lupin. Ellos estarán con nosotros a partir de este lunes. Espero de parte de cada uno de ustedes, un buen comportamiento y la bienvenida que los profesores se merecen.
Harry pudo ver que Malfoy se inclinaba hacia Crabbe y Goyle y susurraban. Parecía feliz, como si le acabaran de dar sus regalos de Navidad. Seguro que es porque vuelve su amado profesor Snape y Gryffindor volverá a perder puntos casa clase.
-Bien, eso es todo. Pueden retirarse, buenas noches -finalizó Dumbledore.
Se escuchó el ruido de muchas sillas moviéndose y el Gran Comedor comenzó a vaciarse.
-¿Qué les parece? El profesor Lupin regresa -exclamó Hermione, contenta.
-Sí. De modo que es él a quien el profesor Fletcher sustituía -dijo Ron.
-¿Hola? ¿Alguien puede explicarme que quiere decir todo esto? ¿Quién es el profesor Lupin?
Leigh observaba a los tres amigos con desconcierto, pero Harry dejó que entre Hermione y Ron le contaran, pues a él se le había ocurrido otra cosa. Si él está por llegar, quiere decir que....
-¿Harry?
Harry miró en dirección de donde provenía la voz.
-¡Profesor Dumbledore!
Ron, Hermione y Leigh le indicaron con señas que lo esperarían arriba. Dumbledore les dijo con la mano.
-No te preocupes, no te distraeré mucho. Me gustaría saber si puedes venir mañana a conversar un rato conmigo.
-Por supuesto, profesor -Harry se preguntó qué pasaría ésta vez.
-Bien. Te espero después de las pruebas.
-De acuerdo, ahí estaré.
-¿Sabes, Harry? El profesor Lupin no es el único que llega a Hogwarts.
El director le guiñó el ojo antes de alejarse.
, pensó Harry con una sonrisa, Sirius estará aquí también.
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Holaaa!! Lo sé, los sé, pueden colgarme del primer poste que encuentren. Lamento mucho la larga espera, pero, ya saben, de repente me dan estos bloqueos y se me va toda la inspiración. Como sea, este capítulo ya estaba listo desde hace meses (jejeje =P), y por fin me he animado a pasarlo a la computadora y subirlo.
¿Cómo ven? Mi querido Remus volverá a Hogwarts, aunque yo no aseguraría que es sólo porque el colegio necesita profesor para DADA. Y Sirius también regresa. Pero esto ustedes ya lo sabían, ¿verdad?
El muchacho sacó de su túnica un papel.
-Hasta hoy contamos a tres magos, dos brujas y un enorme perro negro.
-¿Un perro?
-Sí, amo. llegó con uno de los magos....
De acuerdo, basta, o les estaré adelantando de más ^O^
Este capítulo se ve excesivamente corto, pero han de saber que lo he partido a la mitad, porque lo que viene es muy interesante e importante para la historia (ja, que exagerada =D), y me gustaría que recordaran el fic antes de leerlo. La buena noticia es que, por lo tanto, el capítulo 5 ya está escrito, y no demoraré en subirlo ^^. Así que, en el siguiente, las pruebas de quidditch.
Gracias por su atención ^-^.