3  (FINAL)

Un engendro que esperaba a otro. El espantoso asesinato que había presenciado no le había conmovido en absoluto. El engendro seguía vigilando la ciudad desde lo alto de aquel edificio, cruzado de brazos, silenciosamente muerto.

-Hola gata- la voz de ultratumba surgió de él.

De entre las sombras de la azotea salió una mujer de piel felina con una expresión de asombro en su rostro. El engendro no se movió ni un centímetro para mirarla.

-Sigues siendo el mejor, Fry.-

-Lo se. Te oí llegar. Te oí venir hace casi una hora. De hecho, te oí antes de que pensaras en venir a verme.- Su voz no cambió de tono en toda la frase, y la mujer gato deseó que su amigo se diera la vuelta para poder ver si había sonreído al decir eso, pero no se dio la vuelta. Sólo siguió mirando las luces de la ciudad desde lo alto de aquel edificio, esa azotea, este trono. SU trono de los vientos.

La mujer gato suspiró fuerte. –He venido a despedirme –hizo una breve pausa.- y a darte las gracias por todo lo que has hecho por mi cuando necesitaba... ayuda.

El engendro no se volvió. No se movió. Ella prosiguió con su discurso que había ido preparando por el camino.

-He encontrado a alguien que me ha sacado de las calles, y va a entrenarme como un super-humano como esos que salen en las noticias.- intentó cambiar su tono para romper el hielo.- ¿te imaginas, yo, salvando gente en vez de robando?- su intento fue inútil, el engendro no se volvió.

-Seguro que lo harás muy bien.- Una tercera figura llegó tranquilamente a la azotea. Una mujer arropada con vendas y una maraña de pelo blanco que la caía sobre los hombros. Sutura. Ya la conocía, y no la gustaba nada. La mujer de las vendas siguió andando tranquilamente hasta ponerse a la altura del engendro. Al pasar por su lado, la mujer gato sintió el impulso de llevarse las manos a la cara al sentir el olor de la carne quemada pudriéndose debajo de las vendas. No había palabras para expresar ese olor. Pero por respeto, o incluso miedo a Sutura, no lo hizo.

Viendo que no tenía nada que hacer allí, decidió marcharse. Ya no había remedio para que los engendros la hicieran un mínimo de caso, y tampoco esperaba que se lo hicieran.

-Siempre serás bien recibida en mi zona, Kitty.- La voz de ultratumba sonó de nuevo, pero algo más extrañamente dulce, si eso era posible.

La mujer gato se dio la vuelta para mirarle, y él se había vuelto sólo un poco, lo suficiente como para que pudiera ver el perfil de su rostro sin la máscara sobre el fondo de luces tenues de la ciudad.

-Gracias- kitty sonrió complacida, y entendió por qué no se quería dar la vuelta. Aún después de todo lo que habían pasado juntos, seguía sin querer dejarla ver su cadavérica faz. Nadie se la había visto, excepto Sutura, por supuesto, que era otra como él, y la única que no sentiría repugnancia. A pesar de todo, ella tampoco lo sentía.

Saltó ágilmente sobre el bordillo, la azotea de al lado, y desapareció en las sombras.

Pasó un largo rato hasta que uno de los dos habló. El único ruido lo había hecho Sutura al apoyar uno de sus pies desnudos sobre el bordillo para inclinarse, mirando atentamente la ciudad.

-¿por qué lo has matado?- preguntó él.

-Era un asesino de mujeres. Las degollaba cuando...-Fry la interrumpió bruscamente.

-Eso ya lo sé. Lo vi en su alma.-

-¿Entonces por qué me lo preguntas si ya lo sabes?-

-Quiero saber por qué lo has matado en vez de entregarlo a la policía.-

Sutura soltó una carcajada, sonando totalmente estúpido en su cara muerta. -¡La policía no hace nada!-

-Claro, es mejor enviar su alma al infierno para que ELLOS –puso un énfasis especial es esa palabra.- tengan un soldado más.

-Eso me da igual. A mi la guerra me importa poco, estoy fuera de ella. Además, se supone que todos vosotros os uniréis para detenerla,. ¿no? –las palabras salían de su boca entre un chapurreo constante de sangre, demostrando que no estaba acostumbrada a hablar más de unas pocas palabras por noche.- No hay nada que temer. Mira allí: un monstruo alimentándose.- Y diciendo esto, saltó de la azotea al vacío.

Fry la miró desde arriba. Dijo en voz baja: -Tu solo quieres venganza.- y saltó de la azotea.

-Fin-

Bueeeeeeno, vaaaaale!! Ya se que no ha sido gran cosa, pero no quería poner gran cosa para el final realmente. Lo que he escrito es exactamente como queria terminar esta pequeña "historia". Y la pongo entre comillas porque realmente, no es una historia, sino un pequeño flash de una idea muchísimo más grande, que por supuesto, no pienso escribir nunca :p

Solo una aparición surprise de Kitty, una conversación escueta, y ya está. No más. Estas cosas mejor no alargarlas mucho.

Un saludo a tod@s.

-Dante-