Una vez más, esta historia contiene elementos sobre los cuales no tengo permiso de usarlos.

La esperanza del corazón

Por Lau

III

Sueños, dudas e impresiones

Se oye el murmullo del viento.

Esto es un sueño.

Sakura se encontraba en una calle. La oscuridad reinaba sobre ella. De pronto amanece. La gente empieza a caminar por todas partes, algunas golpean a Sakura. "Disculpe, disculpe" les llama, pero ellos no parecen escucharla. ¿Porque no me oyen? Alguien pasa junto a ella, ella lo conoce. No puede ver quien es, duda en  seguirle. A partir de ahí, el sueño parece una película, solo puede ver que sucede, como si su alma estuviera fuera de su cuerpo. Alguien le habla. Es Tomoyo, quien le dice algo, pero no se oye que es. Sakura escucha y parece que es grave puesto que corre. Corre hacia la persona que viera momentos antes, corre porque parece algo grave...

¿Quién eres?

Corre hacia el final de la calle. Ahí es cuando brilla una luz cegadora...

¡SAKURA!

"¿Quién eres?" murmuró, y abrió los ojos. Lo primero que vio fue la enorme cara de Kero, que la tenía pegada a la suya.

"¡HHHOOOEEE!" ¡PAS! Cayó de su cama, dándose un tremendo trancazo.

"¿Cómo que quién soy? Que niña tan atolondrada, será mejor que ya te despiertes." Dijo Kero.

"¿Qué horas son?" bostezó Sakura.

"Las 7 y media de la mañana."

"¡¿QUÉ?! ¡Ya se me hizo bien tarde para la escuela!" Empezó a vestirse mientras corría de un lado a otro. Primero el pelo, luego lavarse la boca, luego los calcetines, todo tan rápido que se cayó unas cuantas veces. Kero solamente la veía; parecía que hacía un enorme esfuerzo para no reírse.

 "¡Llego en la tarde! ¡Adiós!" exclamó Sakura y salió volada. Fue entonces cuando Kero se empezó a atacar de la risa. Poco después regresó Sakura. "¿Kero?" "¿Sí Sakurita? Jijiji" ‡›

¿PORQUE. No. Me. Dijiste. Que. Es. Sábado? ¬¬*

"Es que fue muy gracioso ver como te apurabas. No pude evitarlo. Pero de todos modos acuérdate que Tomoyo iba a venir con una de esas deliciosas tartas de fresa que hace." Kero ya estaba babeando ante la idea...

"¡Es cierto! Sólo por eso te perdono, pero que no se vuelva a repetir, ¿eh?." Ya más tranquila, Sakura empezó a cambiarse a ropa más informal. Ya repuesto de su ataque de risa, Kero la miró mas seriamente y se posó en su hombro.

"¿Sakura..?"

"¿Mmm?"

"¿Ya no estás triste?"

Sakura meditó un momento, luego le sonrió a su pequeño amigo. "He estado pensando. ¿Crees que todo esto haya pasado por alguna razón?"

"Es probable."

"Bueno, he decidido que debo reponerme de esta tristeza. Es una tarea muy pesada; tan pesada que a veces siento que no podré con ella ¿me ayudarás a salir adelante?"

"Claro Sakura. Confío en que podrás con esto. Y aquí estamos todos nosotros para apoyarte."

Sakura siguió sonriendo, estaba conmovida. Abrazó a Kero con todas sus fuerzas.

"¡¡Gracias Kero!!"

"Agghh...Sakura...no puedo... respirar!" \\@°@//

                                                       *                 *                 *

Tomoyo llegó a la casa de su mejor amiga. Despidió a sus guardaespaldas y se dispuso a tocar el timbre luego de que dejara la caja del pastel que traía en el piso. Pero antes de hacerlo volteó hacia arriba para ver si no la habían visto ya, y vio a Touya que la saludó:

"¡Hola! Espera un momento que ahora bajo a abrirte"

A Tomoyo se le hizo muy raro que él supiera que ella estaba ahí. ¿Qué no se supone que ya no siente presencias? Bueno, como sea ya la había visto, y ya iba a abrirle. Rápidamente se acomodó su atuendo y recogió la caja del pastel justo cuando la puerta se abrió. "Buenos días" saludó Tomoyo con una inclinación "¿Sakura ya está despierta?"

Touya la invitó a pasar con un ademán "Buenos días. Ya está despierta, si quieres sube a verla."

Tomoyo lo miró y le sonrió. Sabía -a fuerza de observar a Sakura y a su familia- que detrás de la expresión seria que siempre tenía Touya Kinomoto se escondía una persona muy especial que siempre se preocupaba por los demás. Quería a Sakura y la protegía, y eso era la mejor virtud que una persona podía tener a los ojos de Tomoyo Daidouji. No se había dado cuenta de que por estar reflexionando no había dejado de mirar a Touya, y cuando se dio cuenta se sonrojó. Lo último que deseaba era que la consideraran una persona descortés, así que se disculpó "Lo siento. No me di cuenta de mi comportamiento. Será mejor que suba a saludar a Sakura."

De lo que Tomoyo no se dio cuenta fue de que a su vez Touya la había estado viendo. Pensaba en el cambio que ella había tenido desde la época en que su hermana empezó con todo eso de la magia. Seguía siendo amable y callada, pero ahora poseía una belleza que le recordaba a algunas fotos de su madre en su juventud. No era como Sakura, quien era más atlética y alegre, ni como Kaho, cuya belleza era algo más sensual, sino que Tomoyo tenía esa belleza espiritual de esa que inspira muchas veces a los artistas a crear grandes obras de arte. Eso pensaba cuando Tomoyo se disculpó, y se sonrojó también :

"N-no te preocupes" Y siguió viendo a la joven mientras subía las escaleras "Espera; ¿no te gustaría una taza de té en lo que baja Sakura?"

Tomoyo se sorprendió pero siguió sonriendo "Gracias. Me encantaría."

                                                       *                 *                 *

Yukito ya se había levantado y en ese momento tocaba la puerta cuidadosamente. Pronto salió una linda jovencita, ataviada con un conjunto primaveral "¡Hola Yukito-san! No te había visto ¿Te quedaste ayer en la noche?" A Sakura le dio vergüenza al pensar que la pudiera haber visto en el estado depresivo en el que estaba "¿Vienes a hablar conmigo?"

El aludido desvió la vista. "Sí me quedé, pero no te vi. Creo que ya habías llegado cuando vine."mintió. Hubo un visible alivio por parte de Sakura. "Vengo a hablar con Kero. ¿Podrías hablarle por favor?"

"¿A Kero? Si, claro, en un momento. ¡¡KERO, ven por favor!!" Una vez que este salió se despidió "bueno me despido, tengo que prepararme para cuando llegué Tomoyo. ¡Adios!" y cerró la puerta.

Kero miró a su compañero, que estaba sumido en sus pensamientos ¬¬ "Y bien...¿De qué quieres hablarme?" Yukito como que despertó de un agradable sueño, porque sacudió su cabeza, y respondió "Vamos al cuarto de To-ya. Ahí te explicaré."

Ya ahí Yukito cerró la puerta, volteose y dejó su forma terrenal. "Le he regresado a Touya sus poderes" dijo Yue simplemente. o-O "¿Qué hiciste que?" exclamó Kero "¿Por qué? ¿Qué no sabes-"

"¿Qué puede ser peligroso para mí? Claro que lo sé, pero eso no pasará, porque Sakura ya tiene el suficiente poder para sostenernos a los guardianes y a las cartas. Incluso fue capaz de atrapar a la carta más poderosa de todas y de crear otra con sus propios poderes" Yue nunca lo hubiera admitido, pero estaba muy orgulloso de Sakura.

Kero estaba más bien preocupado "Sí, tiene el poder, pero últimamente ella no ha estado bien. Siento que algo anda mal."

"¿Algo mal? ¿A que te refieres?"

"No lo sé todavía, pero esto que me dices me preocupa. Sabes que en caso de que Sakura no pudiera sostenernos tú ya no podrías obtener el poder de su hermano, porque no sobreviviría. ¿Y aún así se los regresaste?"

Yue caminó hacia la ventana. Ahí una pequeña sonrisa, que Kero no vio, asomó a sus labios "Era necesario. Touya me salvó la vida y lo justo es que se los devolviera. No te preocupes. Yo confío en ellos y sé que estaremos bien. En cuanto a lo que me dices, no te separes de Sakura hasta saber que pasa" dijo Yue "no permitiremos que le llegue a pasar nada malo."

                                                       *                 *                 *

Bueno, este es sin duda, el capítulo que más trabajo me ha costado escribir. ¿No les ha pasado alguna vez?  También ha sido el más grande hasta ahora. Mejor lo corte ahí porque ya me estaba proyectando demasiado. Lo que me faltó lo verán en el siguiente capítulo, que espero lo termine pronto. Y como siempre, si este cuentito les produjo algo (felicidad, alegría, enojo, y yo espero que no vómito) y desean escribir sus comentarios, pueden dejarme sus reseñas con toda confianza.¡Gracias Anna Li por tu review!

¡Nos vemos!