©Cardcaptor Sakura, 2002, CLAMP.
Hola, hola! Siento haberme tardado, pero aquí está el siguiente capítulo. Quiero agradecer esta vez a Anna Li y a Mikio por sus comentarios. Me da mucho gusto que les guste mi historia. And I´m glad my fic can help you at least a little, Mikio! Keep practicing!
Bueno, aquí va la continuación de este relato llamado:
La esperanza del corazón
Por Lau
VI
Cambio de opinión
Volvamos a donde dejamos a Sakura, a quien dejamos en el parque Pingüino, cuando veía sorprendida a aquella persona que no había pensado volver a ver otra vez en su vida.
"Syaoran, ¿qué haces aquí?"
Syaoran no contestó y volteó a ver a Tomoyo. "Daidouji, hazme el favor de ir a casa de Sakura y avisar que va a llegar un poco tarde. Después me encargaré de llevarla." Como viera que no se movía insistió. "No te preocupes, estará bien. Anda, ve."
Tomoyo titubeó un instante, más luego captó las intenciones de Syaoran. Miró un momento a Sakura como disculpándose y luego echó a correr. "¡Lo dejo en tus manos!"
Syaoran le agradeció con una mirada. Siempre le había apoyado, incluso ahora cuando le pidió que le ayudara a ver a Sakura. Tomoyo fue la única persona, aparte de Meiling, que lo había comprendido cuando terminó con Sakura; los demás no entendían que también había sido muy difícil para él... Se dispuso a hablar con la Dueña de las cartas Clow, pero estaba desprevenido para lo que la chica tenía en mente:
"¡LIBÉRATE!"
"¡Espera!" gritó Syaoran.
"¡TIEMPO!"
La energía de la carta fluyó, y pronto todo el escenario quedó paralizado, incluido Syaoran. Sakura se fue rápidamente de aquel lugar; esperaba poder alejarse lo suficiente antes de que se le acabara la energía. Corrió hacia el pequeño bosquecillo que había detrás del parque. Ahí, ya no pudo correr más y cayó, jadeando. El uso de aquella carta le había quitado bastante energía.
El poder de la carta fue interrumpido y el tiempo retomó su curso natural. Syaoran siguió a la carta Tiempo hasta el bosque; ahí la perdió de vista. No podía guiarse por la presencia de Sakura, pues ella ya había aprendido a disimularla; así que avanzó lentamente. "Sakura, escúchame-" Una rama salió disparada de la nada y sujetó su pie, otra se enredó en su mano. "Vamos, déjame hablarte" dijo Syaoran al tiempo que sacaba su dije, que transformó en una hermosa espada. Con ella cortó las ramas y se acercó lentamente al lugar de donde salieron. Ahí estaba Sakura, junto al barranco, con toda la apariencia de un animalillo asustado que de repente se encuentra acorralado. A Syaoran le recordaba verla así a aquella ocasión en que la Carta Carrera había perdido el control. Había servido acercarse a la carta lentamente entonces, y Syaoran pensó que tal vez funcionara la misma táctica ahora; así que dio un paso.
Aunque ella se encontraba débil, se levantó. "¿Porque no entiendes que no quiero verte?"
"¡VUELO!" Unas alas rosadas aparecieron en su espalda y saltó hacia el barranco. Se alejó volando a toda velocidad.
Syaoran se encontraba desesperado. Sabía que si la dejaba ir, nunca podría volver a hablar con ella. "¡¿Qué no ves que nunca quise lastimarte!?" gritó en el colmo de su desesperación.
Éste último grito de Syaoran tuvo efecto. Sakura se detuvo en su alocada huída, y lentamente dio la vuelta.
"¿D-de verdad?"
Syaoran se tranquilizó. "Sí, de verdad... Por favor déjame hablarte. Veo que te hice mucho daño, y no debe ser así. Anda, baja por favor."
Ella reflexionó y se decidió a bajar. Pero había gastado mucha energía y de pronto encontró que ya no podía sostener más la carta del vuelo. Las alas desaparecieron y Sakura cayó precipitadamente hacia el barranco. Al pasar junto a la orilla él alcanzó a sujetarla de una mano.
"¡Sakura, resiste!" Lentamente la mano de Sakura empezó a resbalarse de las suyas.
"Syaoran, déjame caer... tú podrías caer conmigo..."susurró Sakura.
"¡¿De qué hablas?!¡No lo haré!¡Eso no es lo que hacen los verdaderos amigos!"
Amigos. La palabra obligó a Sakura a abrir sus ojos y el tiempo disminuyó lentamente su marcha hasta que para ella corrió en cámara lenta. Vio como su mano se desprendió de la de Syaoran y sintió su caída, lenta pero suave.
Entre los latidos que escuchaba de su corazón encontró el cariño que tenía hacia Syaoran y comprendió que lo que seguía sintiendo un enorme afecto por él, pero que ese afecto eran en cierta medida idéntico al que sentía por Tomoyo. El afecto de un gran y querido amigo. Una sola lágrima fluyó de sus ojos para despedir la última ilusión que guardaba para el que había sido su primer amor correspondido...
Debía tomarlo con entereza. Mientras se preparaba para el impacto de la caída otro recuerdo vino a su mente: el del Juicio Final, cuando le pidió a Yue que fueran amigos. Le pareció cómico; en ese entonces no sabía la magnitud de lo que le había pedido. De haberlo sabido, probablemente nunca lo habría hecho. Se notaba a leguas cuanto había querido Yue al mago Clow, y aún así él le había dado una oportunidad. Yue, no lo volvería a ver. Cerró los ojos, sin un último pensamiento...
"¡DIOS DEL VIENTO, VE!"
Una suave ráfaga de aire la envolvió y aminoró su caída, depositándola en el fondo del despeñadero. El silencio era hermoso en aquella tarde y Sakura, agotada, cayó dormida.
* * *
Syaoran corrió hacia Sakura, y la sujetó. "¿Estás bien?" Sakura abrió los ojos después de un momento. "Syaoran, perdóname. No me había dado cuenta..."
"...Yo sí. Sabía que tú y yo no estábamos destinados a estar mucho tiempo juntos, y por eso me alejé. No sabía que hacer para no herirte y no pensé que te dolería tanto. Soy yo el que debe disculparse."
Sakura sonrió y vio el atardecer. "¿Te acuerdas? En un atardecer como éste tú me consolaste, hace ya tantos años. Tal vez por eso me aferré a ti, y no me arrepiento de ello. Supongo que quería amar a alguien, no sé porque..."
Syaoran rió. "Es natural, para la dulce Sakura Kinomoto. Pero yo estoy seguro que alguien te quiere ya. Mucha gente ya lo hace; no pierdas esa esperanza."
"Syaoran, ¿seguirás siendo mi amigo?"
"Por supuesto. Sería hasta tu hermano, si eso no me hiciera también hermano de Touya." Ambos rieron. " Siempre te querré, no lo olvides, solo que lo haré de una manera diferente."
Sakura miró hacia el cielo. "Lo sé ahora."
El hueco en su corazón había disminuido; y por primera vez en tanto tiempo la sonrisa de sus labios fue sincera. Deseaba que lo que le había dicho Syaoran fuera verdad: que encontraría a aquella persona especial algún día. Le dio la impresión de conocer en cierta forma a esa persona, pero no estaba segura por que pensó eso. Syaoran y Sakura permanecieron un rato más observando las primeras estrellas de la noche, sintiendo su hermosa amistad iluminada por la pálida luna...
* * *
Eso es todo por hoy. Espero verlos pronto.
¡Nos vemos!
