Cardcaptor Sakura y todos sus personajes son propiedad de Clamp.
La esperanza del corazón
Por Lau
XII
Plática de hermanos
*En el templo Tsukimine*
"¡Cuánto se está tardando!" se quejó Kero, volando impacientemente de un lado a otro. La tensión crecía a cada minuto, y el pequeño guardián se encontraba más y más preocupado por Sakura. "¿Qué puede estarla deteniendo tanto?" "Ya no ha de tardar" le aseguró Tomoyo, tratando de calmar, no solo a él, sino a sí misma.
En ese instante el portal se abrió y Sakura regresó, sana y salva. Todos sus amigos la rodearon, felices; Kero corrió a abrazarla, "Sakurita."
"Oh, Kero, ¡Estoy tan feliz de que me reconozcas!"
"¿Reconocerte? ¿Porqué no habría de hacerlo?"
La actual Dueña de las Cartas Clow dudó unos instantes, tal vez era mejor no decirle nada a su pequeño amigo. "No, olvídalo. Sólo perdóname por haberte pisado."
Kero se quedo extrañado. ¿Pisarme? No recuerdo que ella...¿se referirá a aquella vez? ¿Acaso esa chica...era Sakura? Ja, ja...¡Ahora entiendo porque Clow comenzó a planear su sucesión!. Sonrió, feliz de comprender los motivos de su anterior amo.
Tomoyo se acercó a ella. "Ay, Sakura, estoy tan feliz de que hayas regresado a salvo. Ya estábamos un poco preocupados por ti; como ya te habías tardado un poco..."
"¿Un poco?¿Cuánto tiempo me fui?"
"Un par de horas, creo-"
"¡WWAAAAAHHHH!" gritó Sakura, espantando a todos los presentes.
"¿Por qué gritas?"
"¡Es que hoy llega mi papá de viaje y se supone que iría con mi hermano a recogerlo!"
* * *
El aeropuerto de Tokio. Un lugar muy transitado, especialmente en aquella hora de la tarde, cuando muchas personas esperaban la llegada de sus familiares que regresaban de viaje. El nerviosismo y la expectación impregnaban el ambiente en las salas de espera; y muchas de las personas que ahí se encontraban trataban de distraerse, ya sea leyendo alguna revista o comiendo algún refrigerio. Cualquier cosa que les ayudara a sobrellevar su espera.
Curiosamente, entre aquella multitud inquieta se podía observar a un joven aparentemente impasible. Sus ojos no mostraban emoción alguna y se encontraba tranquilamente sentado. Sin embargo, a pesar de esa aparente tranquilidad, su verdadero estado de ánimo era traicionado por un ligerísimo tamborileo de los dedos.
Touya Kinomoto esperaba a su padre, pero no era por él por quien estaba preocupado en ese momento. Pensaba en Yuki, quién seguía debilitándose. Todavía no se encontraba en peligro inmediato, pero no iba a permitir que la situación llegara hasta ese extremo otra vez. Y su hermana... algo debía de estar impidiendo que su magia fluyera libremente. Sólo eso explicaría la reciente debilidad de su mejor amigo.
Además, había otra cosa...De alguna u otra manera, tenía la sensación de que algo iba a pasar, algo malo. No estaba seguro que, pero sabía que su hermana y su amigo estaban implicados-
"¡Hermano!", sus pensamientos se vieron interrumpidos por aquella voz jovial, y los malos pensamientos se alejaron de su mente; volteó y vio a las dos jóvenes que llegaban corriendo, su mirada se suavizó al instante. Sakura y Tomoyo habían podido llegar más o menos a tiempo gracias a la ayuda de la carta Vuelo, escondiendo a Kero en la mochila de Tomoyo, no sin antes despedirse de la profesora Mizuki que les deseo mucha suerte.
"Llegas tarde. ¿Y ese traje?¿Es tu traje de monstruo?" En su prisa, ¡Sakura había olvidado cambiarse de ropa! ¿Qué hacer, qué hacer? "Este...¡Es para una de las películas de Tomoyo! ¡Y no soy ningún monstruo!" Mientras Touya se defendía de los ataques de su hermana menor volvió su vista hacia Tomoyo, y ambos se sonrieron discretamente. Ya sabría Sakura lo de ellos a su debido tiempo, pero no ahora. Todavía no.
"Buenas tardes", saludó Tomoyo, y dirigiéndose a Sakura dijo, "Discúlpame un momento. Necesito ir al baño." Se alejó, llevándose a Kero, no sin antes hacerle una señal al joven. ¿Cómo sabe que quiero hablar con Sakura?, se maravilló Touya. Una de las cosas más sorprendentes de Tomoyo era que a pesar de no tener magia ni nada por el estilo, su naturaleza sensitiva le permitía saber mucho acerca de los que la rodeaban. Es una de las cosas que la hacen especial, concluyó el joven, mirando por donde había desaparecido Tomoyo.
"Oye, ¿A que horas llega papá?" Sakura le preguntó en ese instante, y eso le recordó que tenía que hablar con ella. "No ha de tardar en llegar", le respondió mientras trataba de buscar las palabras adecuadas para lo que quería decir.
"Sakura..."
"¿Qué pasa, hermano?", la muchacha estaba algo impresionada por el tono inseguro y totalmente inusual en la voz de su hermano.
"Sakura...", repitió él, hablando sin mirar directamente a la joven, "sé lo que ha estado pasando todos estos años. Todos los eventos sobrenaturales, tus desapariciones de la casa, la verdad sobre tu muñeco parlante y la enfermedad de Yukito, todo."
Ella saltó en su lugar. Claro que también sabía que Touya estaba al tanto de su pequeño secreto; lo que la hizo saltar fue que nunca habían hablado directamente de ello. Bueno, algún día iba que tener esa conversación con su familia, y era mejor que se empezase a explicar de una vez. "Mira...yo-" "No he terminado aún", la interrumpió él, "sé por lo que has pasado...y quiero decirte... que estoy orgulloso de ti." Terminó la frase casi inaudiblemente. Sakura sonrió y se sonrojó de placer. Había temido tanto que su hermano se molestara con ella, sobre todo porque nunca le dijo nada de las cartas, y ese temor había impedido que se lo contara por 6 años ya.
"Pero noto que...no estas bien", continuó Touya, "quizá...quieras...contármelo." Las palabras salían torpemente de su boca, y en ese momento se arrepintió de tener esa plática. Maldición, pensó enjugándose la frente, es preferible caminar por un bosque lleno de espíritus que tener una de estas pláticas de hermanos. Con algo de suerte esta será la primera y la última que pienso tener en mi vida. Recuerda: es por su bien, es por su bien...
Sakura lo pensó unos instantes antes de responder. "Oh, no es nada... no te preocupes por mí, hermano." Ella también quería su hermano tanto como él a ella, y si la forma en que Touya demostraba su afecto era protegiéndola constantemente Sakura lo demostraba tratando de impedir que Touya se preocupara, aún si eso implicaba no contarle algunas cosas, como la disminución de su magia.
Pero contrariamente a lo que opinaba Sakura, Touya estaba muy dispuesto a enterarse de lo que estaba pasando y también a enterarla a ella de lo que ya sabía. Ya era bastante frustrante que nadie lo tomara en cuenta, con el pretexto de no preocuparlo: su madre primero, después Kaho, luego Yukito y ahora su pequeña hermanita...Estaba harto de que todos le tratasen como a un inútil, y el último comentario de Sakura terminó por exasperarlo.
"¿¡Cómo puedes decir que no es nada!?" dijo, casi gritando; por primera vez la miró de lleno "Es algo, y es el culpable de que-"
"Anunciamos la llegada del vuelo 678 proveniente de Beijing", se escuchó una voz femenina por los altavoces de la sala, "Repito. Anunciamos la llegada del vuelo 678 proveniente de Beijing, Gracias." Después del anuncio todas las personas que se encontraban esperando se levantaron y el murmullo creciente impidió toda oportunidad de que Touya siguiera hablando. Silenciosa y discretamente, Tomoyo se reunió con ellos, y pronto pudieron distinguir la figura de Fujitaka Kinomoto entre los pasajeros que arribaban a la sala.
"¡Papá!" Sakura corrió a abrazarlo, realmente contenta de verlo.
"Hola, hija, me da mucho gusto verte...¿porqué estas vestida de esa manera?" Sakura rió nerviosamente, una pequeña gota resbalaba por su frente, "es...para una película de Tomoyo." "Ya veo...Buenas tardes hijo, buenas tardes Tomoyo." "Buenas tardes", se inclinó Tomoyo cortésmente, mientras que Touya sólo saludó con un "Umm." El joven se sentía de mal humor, porque no había podido terminar de hablar con su hermana. De hecho nunca podía terminar una plática. ¿Era acaso una maldición de los espíritus del otro mundo o algo así? La joven de hermoso cabellos oscuro que se encontraba a su lado comprendió lo que pasaba en un momento. Era su señal para actuar.
"Señor, permítame acompañarlo a recoger su equipaje" ofreció amablemente. "Muchas gracias, Tomoyo. Vamos, hijos." El profesor comenzó a caminar hacia la salida.
"En un momento vamos, papá", replicó Touya, "quiero comprar el periódico. Sakura, acompáñame." Cuando su padre y Tomoyo se perdieron de vista, el joven condujo a Sakura hacia uno de los estacionamientos del aeropuerto. "Espera, hermano", protestó Sakura, "por aquí no venden el periódico." "Ya lo sé. Eso fue una excusa para hablar contigo", respondió Touya. "Ahora quiero que seas un buen monstruo y te quedes callada mientras oyes lo que tengo que decirte, ¿entendido?"
"Pero yo no soy-"
"Sólo escúchame, por favor", suspiró el joven. "Es verdad que no sé mucho acerca de tu baraja, tarot, o lo que sea mágico. Pero si sé esto: tus poderes no están al máximo...y eso esta comenzando a afectar a aquellos que dependen de ti." No se refirió a nadie en específico, pero esperaba que ella captara la idea.
Sakura comenzó a temblar ligeramente. Lo que más había temido estaba siendo confirmado ahora por su propio hermano. Kero...las cartas...y...
"¿Qué has hecho al respecto?" La pregunta de su «oniichan» la aturdió como una cubetada de agua fría.
"Yo...yo...fui a hablar con el mago Clow y pedirle su consejo."
"Otra vez ese sujeto", comentó despectivamente Touya, "¿qué te dijo?"
"Él me dijo que debía conocer mis emociones, que aprendiera de ellas, y sobre todo que no negara el amor." Sakura dijo esto último con temor a una violenta explosión por parte del joven y cerró sus ojos. Como no pasó nada, los abrió lentamente. Ahora sí temía lo peor. Ay, no...de seguro le dio un paro cardiaco...pobre de mi hermanito...
Pero no, ahí estaba él, tan campante, con una especie de sonrisita corriéndole por el rostro. Lo que no sabía Sakura era que su hermano perseguía una idea. Hora de cambiar de táctica, se dijo, después de todo ese sujeto Clow no es tan malo...me ha dado otra idea.
"Entonces no hay problema", comentó Touya sarcásticamente, "ya que estás enamorada de ese mocoso."
"No, no lo estoy. Fue un pequeño malentendido, pero ahora somos buenos amigos", le contestó Sakura.
"Ah", dijo secamente Touya, aunque por dentro se encontraba bailando la danza del agradecimiento a los dioses por haber respondido a sus oraciones. "Entonces amas a otra persona", comentó casi descuidadamente. Sakura se sonrojó levemente. "No, no...bueno, yo..no...no sé..." Necesitaba un poco más de presión y su hermano se dispuso a dársela.
"Acabáramos, ¿sí o no?"
"¡No!"
¿De verdad?, pensó Touya, ya lo veremos. Decidió utilizar la artillería pesada.
"Bueno, bueno...dejemos eso y hablemos de otra cosa, si quieres. ¿Sabías que a Yukito le ofrecieron una beca para estudiar en el extranjero? Instantáneamente la mirada de Sakura se animó al oír ese nombre "¿De veras?", preguntó alegremente.
"Sí... es una lástima que no haya querido aceptarlo" replicó Touya cruzándose de brazos, "cuando le pregunte porque sólo quiso decirme que no quería ir porque tenía que estar al lado de alguien." Al oír esto el corazón de Sakura comenzó a latir con más fuerza ¿Se refería a ella? De seguro esa beca era muy importante para Yukito ¿y no había querido ir... por ella? No quería llegar a conclusiones apresuradas...de seguro Yukito-san se había sentido obligado a quedarse porque Yue tenía que protegerla. No, no obligaría a nadie a quedarse si no lo deseaban. En cuanto tuviera oportunidad hablaría con él.
"De todas maneras no hubiera podido ir..." continuó hablando su hermano, "se ha sentido algo cansado últimamente. Creo que se está debilitando otra vez", terminó en un tono triste de voz.
Sakura observó a Touya, sus ojos bien abiertos. "¿Porqué? Tú le habías dado tu energía, ¿porqué se sigue debilitando?"
"Si lo había hecho, pero me regresó mis poderes. Él confía mucho en ti, lo suficiente para hacer lo que hizo. Pero ahora ya no puedo ayudarlo. Si le diera mi poder otra vez –y no lo permitiría- yo moriría."
El temblor de su cuerpo aumentó y con las manos buscó un apoyo para sostenerse. Tantas vidas estaban en peligro por su culpa, incluso Touya pudo haber muerto... y todo era por su incapacidad para ser una buena Maestra de cartas. Algunas lágrimas aparecieron en sus ojos verdes. Es mi culpa...mi culpa. Apoyo su cabeza contra un barandal y algunas de sus lágrimas cayeron al piso.
¡ES MI CULPA!
Touya sintió entonces que la energía de su hermana disminuía drásticamente. ¿Acaso- Acaso la culpabilidad de su hermana eran la causa de eso? Corrió hacia donde ella estaba y la sujetó por los hombros, sacudiéndola. "¡Sakura, escúchame! ¡No es tu culpa! ¡Recuerda lo que te dijo el mago Clow! ¡Si no lo haces, todos morirán! ¿No lo sientes?" Ella enjugó lentamente sus lágrimas. "Sí, ¿qué está pasando?
"Tu poder sigue disminuyendo. Vamos, siente tus emociones, ¿Qué sientes?"
La joven cerró los ojos. "Puedo sentirlo. No es culpa solamente. También es otro sentimiento. Miedo." Al decir esto la magia de Sakura se restableció un poco.
"Muy bien", la apremió Touya. "Continua. ¿Miedo de qué?"
"Miedo...de no ser lo suficientemente fuerte. Miedo de perderlos."
"¿A quién?"
"A mis amigos."
Kero.
Las cartas: Viento, Agua, Bosque, Luz...
Y a Yue. Yukito.
No, ellos no. ¿Iban a morir? Gruesas lágrimas asomaron a sus ojos.
"¡No quiero que eso pase por mi culpa!", gritó. Su magia se debilitó aun más. "¡No te rindas Sakura!", la llamaba desesperadamente Touya.
* * *
Se escuchó el estruendo de la bicicleta al chocar contra la fría superficie de asfalto. El joven que lo conducía rodó por el piso. Trató de levantarse, pero sus fuerzas lo abandonaban. "No otra vez", se quejó Yukito "pero eso no va a detenerme." Comenzó a arrastrarse por el piso, ignorando el dolor que sentía en todo el cuerpo. Tengo que verla, se repetía a sí mismo.
Por un breve momento, la magia que lo sostenía regresó, y Yukito pudo incorporarse levemente. Ahora es el momento, puedo cambiar ahora. Con gran dificultad pudo reunir la suficiente energía para transformarse.
Esta vez el cambio fue diferente. Antes lo sentía como una especie de ruptura, ahora era más como un cambio de percepción; sus alas aparecieron mientras se afinaban todos sus sentidos. Cuando reapareció como un ángel alzó el vuelo tratándose de apresurar a llegar donde se encontraba su dueña. Rápido, pensó Yue, antes de que el dolor regrese... Pero justo al ir volando por encima de parque Pingüino el dolor volvió, más fuerte esta vez y Yue no pudo continuar volando. Sus alas no respondían; empezó a caer desde una gran altura. El aire golpeaba su cara, no podía respirar...iba a morir si no hacía algo rápido. Junto toda la energía que le quedaba y creó un colchón de aire que amortiguaría su caída.
El esfuerzo había sido demasiado, y no pudo mantener esa forma más tiempo... Un leve resplandor se observó en el bosque del parque, en el lugar donde cayó Yukito. Con gran esfuerzo abrió sus ojos, sólo para observar como se empezaban a desvanecer sus manos.
"Ayuda...", pronunció débilmente antes de desmayarse, sin saber que ahí no se encontraba nadie para ayudarlo.
* * *
Tomoyo abrió su bolso sigilosamente, mientras el señor Kinomoto esperaba que le entregaran sus pertenencias. Quería darle a Kero un bocadillo para que no se aburriera encerrado en el bolso. Más al abrir el bolso se espantó, y la galleta se rompió contra el piso.
Kero se encontraba casi inconsciente y había logrado llegar hasta el cierre de la bolsa. En cuanto vio a Tomoyo sonrió débilmente. "Ayuda a Sakura, por favor..."
"¿Qué pasa?"
"Su magia...se está perdiendo...ayúdala."
* * *
¡Hola otra vez! Perdón por el pequeño retraso, algunos problemas fuera de mi control. Afortunadamente, ya está aquí el último capítulo. Espero sea de su agrado. Sakura se siente algo deprimida; no es su usual forma de ser, lo sé, pero esta historia trata de una Sakura adolescente, y ustedes saben seguramente lo inseguro e inestable que es uno a esa edad. ¡Pobrecita, la compadezco! -_-
Por cierto, éste y los siguientes capítulos estarán cargados con una gran dosis de "angustia", pero también con mucha miel, donde veremos como se resuelve todo...
¿Alguna sugerencia? ¿Algo que no les haya quedado claro? Siéntanse libres de preguntar, cualquier duda será bien recibida.
¡Ah! Una última cosa...gracias por el review anónimo, pero no creo poder traducir este fic en un buen tiempo, no hasta que lo terminé y tenga un nivel de inglés aceptable...cualquier traductor que le interesara echarse el paquete sería igualmente agradecido. ¡Gracias!
¡Nos vemos!
