Cardcaptor Sakura es propiedad de Clamp, Kodansha y compañías asociadas. Historia publicada con fines de entretenimiento.
Muchas Gracias a Sailor, Renailt y Kathy Kanzaki por sus reviews. ^_^
Alerta!: Este capítulo contiene toneladas de lo que los gringos llaman "angst" y WAFF. O séase, drama y romanticismo al por mayor. Enjoy!
La esperanza del corazón
Por Lau
XIV
Ab imo pectore (Desde el fondo del corazón)
¡Bajo el espeso y pálido nublado
que enluta de tu frente la agonía
aún te es dado que sueñes, y aún te es dado
vivir para tus sueños todavía!...
[...]
Y yo la he visto, ¡mi alma!, desgarrando
del manto de la bruma el negro broche
y encendiendo a la luz de su mirada,
esas dulces estrellas de la noche
que anuncian la alborada!...
Esperanza, de Manuel Acuña
El sol teñía de tonos carmesíes y anaranjados el espléndido cielo de aquella cálida tarde. Pero para las personas que viajaban en ese momento sobre el cielo de Tomoeda el paisaje era lo menos importante.
"Sakura, ¿No hubiera sido mejor que yo me quedara en el aeropuerto? Así hubieras podido usar la carta Vuelo con más libertad", dijo Tomoyo.
Sakura, concentrada como estaba en la búsqueda, no pudo evitar reprimir una sonrisa. "Claro que no, Tomoyo. Y no me estorbas. Una de las cosas que más necesito en este momento es tu apoyo. Además, así podemos dividir la búsqueda", terminó la joven hechicera.
"Gracias."
Sakura monitoreaba a cada momento cualquier señal proveniente de la ciudad, pero no sentía nada. Ni un solo rastro. Deseo con toda su alma que todo fuera una falsa alarma y apresuró el paso.
Pronto llegaron a casa de Yukito. Sakura corrió presurosa hacia la puerta y llamó al intercomunicador varias veces. Después tocó en la puerta. No había nadie, como además atestiguaban las luces apagadas de la antigua vivienda estilo japonés.
"Es mejor que nos separemos", le comentó Kero, "si veo algo iré a avisarte, ¿de acuerdo?" Sakura asintió, y Kero salió volando hacia un lado mientras que las chicas lo hacían hacia el sentido contrario.
¿Llegarían a tiempo? Kero se había recuperado casi inmediatamente; pero Kero era más independiente y resistente mágicamente hablando, pero Yue era otra historia. Él dependía muchísimo más de otras fuentes, especialmente de su dueña y era más vulnerable a cualquier fluctuación de la energía. Ahora mismo no sabían que tanto le había afectado la última. Ante lo inesperado, debían apresurarse.
Debían encontrarlo rápidamente.
* * *
La primera estrella de la noche hacía su aparición mientras que los últimos colores de la tarde desaparecían inevitablemente. El clima parecía estar cambiando; un viento frío comenzó a soplar al tiempo que algunas nubecillas comenzaban a deslizarse en el cielo nocturno.
Algunas hojas, arrancadas de los árboles por el viento, cayeron sobre la maleza y una en particular golpeó suavemente el rostro pálido de Yukito, quién despertó apenas percibiendo vagamente lo que había a su alrededor.
Lentamente abrió los ojos; y se incorporó con gran dificultad en cuanto la sensación de ausencia desapareció.
Miró sus manos, ¡y estaban bien! ¿Pero, cómo? Estaba a punto de desparecer... Si el equilibrio de la magia se había restablecido al fin –y justo a tiempo de evitar una tragedia- eso solo puede significar que... El joven sonrió.
Sakura superó la prueba; por fin encontró una manera de recuperar el equilibrio. Me pregunto cual sería; en cuanto pueda le preguntaré a Kerberos.¿Cuánto tiempo había permanecido inconsciente en aquel lugar? ¿Unos minutos, un par de horas? Realmente no hubiera podido decirlo, aunque debía de haber sido un buen rato para que ya estuviera anocheciendo.
Se levantó con gran esfuerzo; el dolor, aunque no tan fuerte como antes, le pesaba en todo el cuerpo. Aún le tomaría un poco de tiempo recuperarse del todo de la experiencia.
Pero a pesar de todo, no olvidaba que necesitaba apresurarse. Eso sin tomar en cuenta que tendría que hacer todo el camino a pie. No podría regresar a su verdadera apariencia en un buen rato –se sentía todavía muy débil y no quería correr más riesgos-, no por lo menos hasta que hubiera visto a Sakura.
Ahora se sentía lleno de esperanza; lamentaba haberla rechazado antes, pero se sentía contento de tener otra oportunidad –si ella se la daba- de arreglar su error y vivir, junto a ella y por ella, otro hermoso porvenir. Con este pensamiento en mente, continuó su camino.
* * *
Kero voló por arriba de la primaria Tomoeda y buscó con la mirada a su compañero perdido. ¿Dónde se habría metido? Para entonces Sakura y Tomoyo habían buscado en todos casi todos los lugares donde Yukito acostumbraba pasear, sin ningún resultado.
Las opciones se estaban acabando, empero, y era ahora el turno de Kero de buscar en los lugares donde le gustaba ir a Yue, mientras su ama y Tomoyo terminaban de revisar algunos sitios más.
Kero aterrizó en la terraza de uno de los edificios escolares y trató de pensar. No se le ocurrían más lugares y trataba de recordar alguno que se le hubiera olvidado mientras recorría con la vista la ciudad. Aghh, no puedo ver mucho desde aquí, pensó, me estorban los árboles del parque... ¡El parque! El único sitio que no habían revisado.
"¡Es verdad! Si el conejo de las nieves se encontraba ahí era lógico que no pudiéramos encontrarlo, con la cantidad de espíritus y otras presencias." Estos otros espíritus bloqueaban cualquier presencia más débil que la de ellos, como lo habían comprobado al capturar a la carta Espejo.
La pequeña Bestia del Sello voló entonces sobre el parque escudriñando cualquier movimiento. "No lo veo, no lo veo...¡Ahí está!", dijo, divisando una figura que se movía lentamente por entre los árboles.
"Hey, ¿Estás bien?"
* * *
Las dos jóvenes habían recorrido casi toda la ciudad. Ahora se encontraban en la zona comercial de Tomoeda. Las calle se encontraban particularmente llenas esa noche y Sakura y Tomoyo encontraron de repente un poco difícil permanecer juntas. La multitud las separó a pesar de todos sus esfuerzos y pronto ya no pudieron verse.
Tomoyo se vio arrastrada hasta la entrada de un edificio iluminado por grandes luces multicolores, que no era otra cosa que un cine. Precisamente en aquel momento se había terminado una de sus funciones, y la gente comenzaba a salir del edificio. Tomoyo decidió esperar un momento hasta que se vaciara un poco el lugar y ver si así podía ver a su amiga Sakura, cuando una persona conocida pasó cerca de ella.
"¿Señorita Akizuki?"
"¡Tomoyo!" Sakura trataba de llamar a su amiga en vano mientras la corriente la jalaba en sentido contrario al de ella. "Disculpe, disculpe", trataba de abrirse paso pero era inútil; la multitud no cedía, la ignoraba. Ella sintió ese momento como una especie de dejá vú...como un sueño.
¡Es muy parecido a mi sueño, aquel que tuve hace ya algún tiempo! Y como en aquel sueño, ella vio pasar junto a sí a una persona que conocía, y que sin haberla visto prosiguió su camino. Pero, si es...
"¡Sakura!", Tomoyo había logrado al fin darle alcance, "¿viste a la señorita Akizuki?"
"Sí, ¿por qué?"
"¡Debemos alcanzarla! ¡Ella sabe a dónde fue el joven Yukito! Cuando me vio me preguntó si él ya había hablado contigo-"
Sin oír ninguna palabra más Sakura corrió en busca de la forma falsa de Ruby Moon. Tomoyo la vio partir ansiosamente. No había terminado de contarle lo que le había dicho la guardiana. "Él quiere decirte lo que siente por ti."
La joven corría y se abría paso determinadamente. La gente viendo su profunda desesperación se hizo a un lado y ella corrió por la calle hasta una gran avenida donde...
Había una enorme plaza iluminada por gigantescas y deslumbrantes luces fluorescentes. El mar de personas allí era enorme, y Sakura se detuvo, desilusionada y sin esperanzas de encontrar a la excompañera de su hermano.
"Es totalmente inútil", suspiró. Quizá podría haberse dado por vencida en aquel momento si no hubiera escuchado esa pequeña voz que la llamaba de arriba. "¡Sakurita!" Volteando hacia donde se escuchaba la voz recibió el cuerpo de Kero, quien se había dejado caer desde el cielo como si fuese un objeto inanimado que fuera aventado de alguno de los edificios.
"¡Kero!"
"¡Rápido, hacia el parque! ¡Ahí está, esperándote!"
* * *
Pronto, con ayuda de la carta del Vuelo, Sakura, Kero y Tomoyo habían llegado al parque. Apenas llegaron, cuando ella echó a correr sin mirar atrás. Kero tenía razón, ella podía sentir aquella presencia tan familiar y tan querida, pero ¿Qué tenía, que se sentía de cierta forma diferente de antes?
Unos momentos después llegó al crucero; ahí estaba alguien. Una persona que caminaba lentamente, arrastrando uno de sus pies. Ella reconoció en esa persona a Yukito, y él también la vio y le sonrió suavemente, olvidando el pasado, el presente, el futuro y cualquier cosa que no fuera la vista de aquella encantadora muchacha que se encontraba ante él.
Sakura rió, aliviada. Nada malo había pasado al fin. Feliz, corrió hacia él cruzando la calle y entonces...
El sonido grave de una bocina se escuchó, y un par de luces cegaron a Sakura. Intentó moverse, pero se lo impedían la sorpresa y el estupor. El camión se acercaba velozmente pero no pudo hacer nada más que mirar el enorme vehículo, aterrorizada. En ese momento tuvo la horrible certeza de que la iba a golpear-
IIIIIIGGGGGGHHHHHH
Un golpe fuerte la aventó y rodó para caer al lado de la acera. El ruido del camión se alejó. El conductor, temeroso seguramente, había huido del horrible accidente que había pasado, y no vio lo que dejaba detrás de sí.
Sakura abrió sus ojos. Su cuerpo estaba adolorido por la caída pero no tenía heridas graves, solo una pequeña raspadura en la cara; las pequeñas manos las tenía amoratadas. Su báculo había caído, en su forma de llave, a unos cuantos metros. Sakura se levantó con gran dificultad, tropezó varias veces, todavía desorientada. "El golpe, el camión...antes de eso yo corría...sí, corría hacia..." Volteó y lo que vio, aquel cuerpo inanimado sobre el pavimento, hizo que se le congelara la sangre en las venas.
"¡Yukito!" corrió desesperadamente hacia él "¡¡¿Por qué?!!" Él abrió los ojos. "Sakura, estás bien, me alegro..."
"No tenías que haberlo hecho."
Yukito sonrió débilmente "Claro que sí. Juré protegerte, pasara lo que pasara ¿recuerdas? Además fue un placer..."
Kero y Tomoyo ya habían llegado. Kero se había acercado a su ama "Sakura..." ella, desesperada, lo zarandeó "Kero, ¿es que no podemos hacer nada? ¿No puede transformarse?" Kero meneó tristemente la cabeza "No, en las condiciones en que se encuentra es imposible, agotaría su energía completamente y moriría. Me temo que sólo podemos esperar."
Tomoyo sollozaba silenciosamente. Sakura soltó al pequeño guardián y se arrodilló junto al herido "No puedes dejarme así, no por favor" lloró. Una mano se alzó y retiró suavemente la lágrima de su rostro "Sakura, no estés triste, porque yo no lo estoy. Por fin he comprendido mi verdad, y estoy contento porque hasta ahora he cumplido con mi deber" Yukito tosió trabajosamente, y un hilillo de sangre salió de su boca.
"¿Tu deber? ¡Eso no me importa! ¿Es para ustedes el deber más importante que estar conmigo? ¿De que sirve que salven mi vida si al final sólo me quedará el dolor y la culpa por haberlos perdido?" gritó Sakura. Yukito la miró con ternura y le dijo:
"No lo comprendes ¿o sí? El primer deber que tenemos como guardianes es ser felices. Clow lo dispuso así. Y ahora soy feliz, porque por fin sé quién soy, y para que fui creado..."coff Yukito volvió a toser "Ah, la esperanza...es un sentimiento cálido, sereno..."
Tomoyo y Kero sólo observaban, sintiéndose impotentes para ayudar en algo "Yue..."musitó Kero.
"Sakura" continuó Yukito "también soy feliz porque he comprendido en mi corazón...en el fondo de mi corazón...que hay una persona...por la que daría todo..." tomó la mano de Sakura "y esa persona esta junto a mí..." ella abrió sus ojos desmesuradamente. "Te quiero a ti...Sakura Kinomoto...con todo mi corazón."
El silencio se apoderó de aquella escena, y así permaneció unos instantes que parecieron eternos. Luego Sakura sonrió a través de sus lágrimas.
"Yo ta-"
No pudo terminar la frase. En ese momento la mano blanca que sostenía resbaló suavemente de entre las suyas; y un último suspiro cayó, como una hoja inerte que se desprendiera del árbol querido...
Sakura, impactada, se había llevado las manos al rostro; Kero y Tomoyo corrieron a sostenerla "Sakura..."
Gruesas gotas de lluvia empezaron a caer en aquella oscuridad, como llorando por el drama que se desarrollaba en la tierra. De pronto, un grito desgarrador rompió el silencio de aquella fría noche:
"¡Oh Dios, no es justo!"
* * *
