EL UMBRAL DE LA VIDA

Capitulo 2: La extraña mochilera

El sol comenzaba a disipar la oscuridad, en la ruta, el mismo automóvil que vimos en el episodio anterior, con los mismos chicos y en la misma escena de ellos intentando cantar al unísono. Noma entonaba la canción "Primavera Cero"  de Soda Stereo, Hanamichi remataba los aullidos de Noma con los suyos, entonando "Ore wa Tensaaaiiii" , Ookus, leía " El principito" en voz alta, Youhei, en cambio, por lo bajo entonaba la canción "La ciudad de la furia" de Soda Stereo . Y en la radio sonaba "viernes 3 AM" de Serú Girán.

-"Me dejaras dormir al amanecer, entre tus piernas" –Youhei entonaba concentrado –"Sabrás ocultarme bien y desaparecer, entre la niebla, entre la niebla... Un hombre alado, extraña la tierra.."

Ya eran las 6 de la mañana. Los "aullidos" habían cesado. Hanamichi dormía en su asiento, Ookus también. Youhei y Noma eran los únicos que estaban despiertos.  A lo lejos, Youhei vio una figura humana apareció haciendo "dedo", sin duda alguna era un mochilero. Youhei pidió a Noma que estacionaran en la banquina, Noma, no entendió porqué, pero lo hizo, estacionó en la banquina, Youhei se hizo a un lado, abrió la puerta trasera del auto, y una bella mujer ingresó, llevaba un niño en brazos.  Ookus despertó, Hana, seguía su siesta. Andando el auto, Youhei, comenzó a entablar una conversación con aquella mujer, cuyas vestimentas eran llamativas y  su rostro también.

- Calla, -dijo la chica – puedo leerte la mente -. Youhei se sorprendió y dijo: -Increíble ¿y cómo lo haces? – La mujer no respondió.

- Con quién hablas, Youhei??- Preguntó Ookus, Noma hizo la misma pregunta. Youhei Mito, no entendía bien, pero explicó que acababan de levantar a una muchacha que iba con un bebe y que estaba haciendo dedo. Noma desmintió el hecho, dijo que estacionó en la banquina y que Youhei abrió la puerta, pero sólo entró viento y algún que otro mosquito..

 Youhei sintió frío, tragó saliva, vio a la chica, estaba viva, era sólida, Youhei la veía, no era un fantasma Observó las vestimentas de la joven, su rostro. Al parecer, no era del siglo XVIII, llevaba una camisa color fucsia con flores amarillas, unos pantalones a rayas ajustados y anchos a la altura de los tobillos. De su cuello colgaban muchos collares con dijes de piedras preciosas y símbolos de la Paz, también, llevaba una notable cicatriz, su cabello color negro azabache superaba la cintura, llevaba rulos. Aparentaba ser hippie. Lo más gracioso de todo esto, es que su rostro casi no tenía expresión y  era muy parecido al de Rukawa. Youhei asoció a esta mujer con una pariente de Rukawa. Le preguntó. La "hippie" respondió:

-¿Kaede Rukawa?... No lo conozco – Dijo. Y miró al bebe que llevaba en sus brazos, el pequeño hizo un gesto de sonrisa y estiró los brazos hacia Youhei. Youhei sonrió, le encantaban los bebes, pero... al tocarlo, sintió algo extraño. Sintió que estaba tocando hielo seco. Su sonrisa se borró y por momentos recordó aquellas siluetas que se movían en la noche, luego recordó el pueblo fantasma.

-Noma....- Dijo Youhei con voz temblorosa. – Tengo frío...- continuó y se acurrucó. Noma vio por el espejo retrovisor a su compañero. Estaba pálido y temblaba. La muchacha, acarició su mejilla. Su mano era fria.

Hanamichi despertó.  Algo lo había despertado.

-Qué frío – dijo. Se dio vuelta, para ver a sus otros dos amigos. Vio a Youhei acurrucado, a su lado, Ookus leyendo y del otro lado, vio a la mujer.

- Hola! – la saludó.

- Hana, es un fantasma – dijo Youhei – Suuichirou y Ookus no la pueden ver – la voz del pálido muchacho demostraba temor.

Hanamichi empalideció. Ookus rió y Noma se puso serio. Le preocupaba la salud mental de Hanamichi y Youhei.

- En esta ruta, hace 16 años, tuve un accidente, asi que tengan cuidado en la próxima curva!!! – dijo la muchacha. Sólo Hanamichi y Youhei la escucharon. Hanamichi estaba advirtiendo a Noma, cuando llegaron a esa curva. Era un puente que no tenía barandilla, el auto se desbarrancó, debajo corría un arrollo. Youhei cerró sus ojos. Todo se oscureció. Un ruido estruendoso fue lo último que escuchó.

Continuará...