EL UMBRAL DE LA VIDA

Capítulo 3: El umbral de la vida

Youhei abrió sus ojos. Se encontró parado en un túnel, todo le pareció extraño, pero a la vez muy real. Comenzó a caminar, su cabeza le dolía bastante. Se pasó la mano por su frente y encontró sangre en ella.  Sólo atinó a sollozar, mientras esperaba alguna señal de sus amigos.

Siguió sin rumbo caminando, observando atentamente aquel túnel, que sólo estaba iluminado con pequeñas luces, con las cuales apenas se podía ver algo. Se cruzó con personas, todas lastimadas, pálidas y desconocidas para él, que lo observaban indiferente. El lugar era muy frío y olía a putrefacción.  Se detuvo.

Observó sus manos. Estaban muy pálidas, tirando a un color azulado. "estoy muerto" pensó. Comenzó a llorar y se apoyó en una pared del túnel.

-Youhei, amigo, al fin encuentro a alguien!!! – Youhei miró para todos lados. Vio a su amigo Hanamichi, también estaba muy pálido, tenía cortes en los brazos y las ojeras moradas, la sangre se confundía con su cabello colorado. Llorando, ambos chicos se abrazaron. Y asi estuvieron largo rato. Ambos podían sentir el frío polar de cada uno. Ambos chicos habían muerto en aquel accidente.  O al menos, eso parecía. Algo los impulsó a separarse, comenzaron a caminar hacia una luz que vieron al horizonte del túnel.

De repente, Hanamichi se detuvo. Youhei lo miró, estaban a pocos pasos de la luz.

-¿Qué pasa?

- Youhei. Te quiero. – Dijo Hana, y se largó a llorar. Youhei quiso ir a abrazar a su amigo, pero no podía, sus brazos traspasaban su cuerpo. Hanamichi seguía llorando.

- Youhei, estás vivo. Esa luz es el umbral de la vida, no dejes pasar esta oportunidad, entra en ella, vuelve por favor.

- Ha.... Hanamichi!!!! Nooooooo!!!!- gritó Youhei. Todo se oscureció nuevamente.

Una luz intensa iluminó el rostro de Youhei.  Cuando pudo ver más claro, notó que estaba en una camilla en un hospital. A su lado se encontraban unos médicos, Noma con un cuello ortopédico, Ookus con un yeso en su brazo izquierdo y raspaduras en su rostro. Los dos chicos estaban llorando. Youhei los observó con indiferencia. Recordó a Hanamichi en el túnel.

-¿Hanamichi? – preguntó Youhei, quien estaba llorando, deseaba que su amigo esté sano y salvo, pero no.

-Murió instantáneamente en aquel accidente, al parecer, el peso del automóvil cayó con él, desnucándolo y quebrándole el cráneo.- Informó un médico. – Ustedes se salvaron de milagro.

Youhei se sentó en la camilla, cubrió su rostro con sus manos. Deseaba que todo fuese una pesadilla. Levantó su vista y vio asomarse a Hanamichi por la puerta de la habitación.

-Yo también te quiero, Hana. –susurró...

Continuará.....