II



Draco tomaba una ducha fría, sentía que cada célula de su cuerpo fue excitada por el simple tacto de Etili. Sentía el fluido de su sangre, la entrada y salida del aire, la contracción de sus músculos, era una sensación completamente nueva y rabiaba por no saber la causa de su reacción hacia esa chica. Esa chica quien se había burlado de él como ninguna otra persona, aquella chica con la cual tenia que pasar el transcurso de las dos semanas que se veían largas.

Cerró la llave, secó su cuerpo y lo vistió. Miró su reflejo y acarició el lugar exacto en que la chica había depositado el beso, ese beso que lo trastornó, le hizo rabiar y que tanto deseaba que se repitiera... pero ¿qué pensaba? Esa chica continuaba siendo una Gryffindor, y no cualquier Gryffindor sino la sobrina del Director.

Subió las escaleras hacia el comedor, rabiando por los comentarios que se hacían a sus espaladas

- Si fue a él a quien convirtieron en pastel -

- Hey Malfoy ¿qué tan dulce eres?, Quiero darte un besito - un chico alto y moreno del ultimo año de Ravenclaw le había burlado.

Apretó los puños y continuó caminando:

- Me las pagaras Dumbledore, me las pagaras todas -

Al entrar al comedor fue a quien primero vio. Reía muy alegremente entre sus amigos.

Sus ojos brillaban, y esa dulce melodía que salía de esos labios...

Sus miradas se encontraron, los ojos castaños tan fijos en los grises casi palta como estos en ellos.

Tardaron un tiempo antes que el contacto se cortase y el chico se sentó en su puesto habitual y consumió sus alimentos mientras meditaba la forma en la cual lograría trabajar con aquella persona.

- Te espero en la biblioteca a las 8 para empezar el trabajo - Etili sacó a Draco de sus pensamientos. Este le dio una mirada de odio contenido - no te preocupes a mí tampoco me hace gracia trabajar contigo - dijo con un tono seco antes de retirarse.

Draco observó a los alumnos en la biblioteca, su pareja aun no había llegado (faltaban unos 20 minutos) buscó unos libros y se ubico en una mesa retirada de los demás.

A las 8 en punto Etili entró con paso decidido y vio que Draco ya trabajaba:

- Salió aplicado el muchacho - murmuró mientras caminaba hacia la mesa, depositó su mochila en unos de los asientos vacíos - ¿Qué has conseguido? -

- No mucho -

- Mejor busca en la edad media - dijo mientras se quitaba la capa y soltó su cabello para luego arreglarlo con un ligero movimiento de su cabeza. Se volteo dulcemente y vio como Malfoy la observaba con la boca abierta - ¿qué te sucede? -

- Nada - contestó cerrando la boca.

Trabajaron por mas de dos horas sin decirse nada, la biblioteca estaba sola y la señora

Pince de mala gana los había dejado trabajar sin correrlos.

Draco dejó aun lado la pluma y con sus dedos retiro sus cabellos dorados que caían en su cara, se bajó un poco en el espaldar de la silla y abrió sus piernas para estar más cómodo.

Miro a la chica, la cual escribía en un pergamino. Por alguna razón el ver a la chica le causaba gran gusto. Seria y autosuficiente, tomaba la pluma de modo muy elegante mientras hacia trazos firmes y hermosos, su respiración lenta, la forma como caían los rizos por su dulce cara (una cara tan angelical...), esos ojos de aquel color tan curioso que propinaban esas miradas de alegría, dulzura, dureza, severidad, vida...

Él deseaba que todas esas miradas le pertenecieran al igual que las sonrisas que salían de sus sabios, esos labios que quería probar...

-¿Se puede saber que te pasa? - Etili le miraba profundamente.

- Veía tu trabajo -

-¡Ah! Bueno aun falta mucho de las posiciones de ataques -

- Yo ya termine la historia de eso que los muggles practican, es esgrima -

- Esto va para largo - la chica suspiró - ¿nos vemos mañana a la misma hora? -

- Tengo practica de Quidditch - contestó de manera cortante.

La chica recogió sus libros y los pergaminos, Draco la imitó y salieron de la biblioteca.

-¿Entonces que haremos? - dijo Etili un poco cansada.

- No dejaré la práctica de Quidditch -

- No te conviene, ya que juegas pésimo - dijo en tono burlón.

En Draco se desbordó toda la furia que tenia guardada solo para ella, la tomó por el cuello y la pego contra la pared haciendo que las mochilas se cayeran. Etili forcejeó, mas no grito, ni pidió clemencia. En los ojos de Draco pudo ver toda la furia que contenía y le devolvió una mirada penetrante.

- Ya he soportado suficiente de ti, no me provoques mas - dijo el chico en un siseante murmullo apretando mas el cuello de Etili.

Etili le observó y con su mano golpeó el costado del chico obligándolo a soltarla. Le empujó y callo de lleno en la roca fría.

- No te atrevas a volver a tocarme - dijo arreglándose la túnica. Pero antes de poder recoger su mochila Draco la tomó por los hombros y la tumbó junto a él. Sujetándola aun hablo a su oído:

- Mejor intentemos llevarnos bien mientras hacemos el trabajo, porque al paso que vamos nos mataremos antes de terminarlo -

- Bien pensado Malfoy - dijo la chica soltándose de Draco y quitándoselo de encima para poder levantarse - ¿Cómo haremos mañana? -

- Si quieres en mi sala común a eso de las 10 -

- Bien, consigue un poco de agua o jugo y helado, de esa forma no tendremos problemas - levantó su mochila - buenas noches Draco - y volvió a besar la mejilla del chico dejándolo estático con el pulso acelerado.



*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~* Hacia Draco ~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~



Draco no lo podía creer, siempre que se enfrentaba a Etili ella lograba salir con algo que lo dejaba estático.

El sentir de su piel le había creado una gran sensación de calor y por primera vez percibía el dulce aroma a Tiare que expedía su dulce cuerpo.

Se despojo con rabia de sus libros y quitándose la túnica se sentó frente a la chimenea donde las llamas saltaban alegremente, abrió un poco su camisa mientras hacia a parecer una copa de chocolate, la cual bebió mientras su mirada se perdía dentro de las llamas y parecía encontrar a alguien mas detrás de ellas...



*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~* Hacia Etili ~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~



Etili subió silenciosamente las escaleras no podía sacarse de la mente ni del cuerpo la sensación que le había dejado el toque (aunque brusco) de Draco. Sentía sus poros abiertos transpirando lo que a su boca obligaba a callar.

Tocó sus labios suavemente, no pudo resistirlo le había dado otro beso. Su piel era tan suave y a la vez tan fría, parecía seda. Al llegar a la sala común se despojo de la mochila, la capa y la túnica, se sentó frente al fuego he hizo aparecer una copa de chocolate, la cual bebió mientras su mirada se perdía en las llamas y parecía encontrar a alguien mas detrás de ellas...



La noche siguiente Etili se cubrió con la capa invisible que su padre le había obsequiado y se dispuso a bajar las escaleras hasta las mazmorras, territorio de las serpientes. Llegó a un pasillo oscuro y se quedó estática enfrente de un muro con una gran lienzo verde.

- Genial Malfoy, ¿cómo pretendes que entre si no me has dado la clave? - repuso un poco furiosa.

- Jamás te la daría - le respondió una voz a su espalda - puedes quitarte la capa, no hay nadie mas adentro - el chico murmuró unas palabras y la roca se abrió para darles paso.

La sala estaba decorada de manera muy hosca de un color verde apagado. Tapices largos cubrían las paredes y sillones que hacían juego con las pequeñas mesas de cedro.

En el centro de la sala estaba la estatua del fundador de la casa y alrededor una serie de retratos de antiguos estudiantes de la misma.

Tomaron asiento en una mesa alejada iluminada por unas pocas velas. Al quitarse la capa Etili dejo ver el vestido corto que cargaba (Draco lo detallo muy bien) y se dispuso a trabajar.

Las horas pasaron lentas, ninguno de los dos hablaba (¿de qué hablarían?), Cerca de las 12 Etili dejó aun lado su pluma y fue esta vez ella quien miró a su compañero.

No había mentido al decir que le gustaban los ojos de aquel chico, ¿a quien no le gustaría? Eran únicos, sus cabellos dorados casi color oro caía de manera muy sexy por su rostro. Su cabello... contrastaba con aquella piel blanca y fina y sus labios de color rosa y finos. No lo podía negar, le gustaba ver a Draco serio, serio como estaba ahora concentrado en lo que hacia se veía con gran fortaleza. Él levantó su mirada y la cruzó con la de la chica.

-¿Descansamos? - dijo Etili ruborizada.

- Te estas durmiendo ¿no? -

- Algo -

Tomaron asiento en uno de los sillones más cómodos cercanos al fuego. Draco sirvió un helado en un par de copas y se lo pasó a su acompañante.

- Siempre eres tan callado -

-¿Qué quieres que te diga? -

- Cierto, no puedes criticar a los de mi casa, es lo único que sabes hacer -

- Pensé que evitaríamos inconvenientes - respondió de manera cortante y comenzó a comer su helado.

Etili también hizo lo mismo, le encantaba ese dulce, era uno de sus favoritos y disfrutaba comiéndolo. Miraba al fuego fijamente y saboreaba cada cucharada.

Draco se comenzó a sentir incomodo al verla comer el helado. A cada cucharada saboreaba, luego lamía la cuchara y volvía a saborear sus labios antes de volver a tomar un poco mas de helado. Bueno, en realidad no se sentía incomodo sino repentinamente excitado, su respiración se había acelerado y había terminado que cambiar de postura en el asiento.

Etili terminó su helado y poniéndose de pie habló:

- Mañana practicáremos con la espada, ¿te parece bien en el tercer piso en el pasillo 6 de la derecha? - el chico solo llegó a asentir la cabeza, tenia un fuerte dolor - no te preocupes sé salir, buenas noches - volvió a besar la mejilla del chico - gracias por el helado - fue lo ultimo que dijo antes de abandonar la sala.

Por alguna razón Draco lo agradeció, ya no podía soportar mas la presión y se dirigió rápidamente al baño a tomar una ducha fría, para poder relajar su cuerpo.

Etili subía con una gran sonrisa dibujada en los labios y una mirada entre divertida y traviesa.





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^_^ Les deseo un hermoso día.