III



Hoy había sido uno de esos días duros para Etili. En los que pasa de todo cuando menos esperas. Ya iba retrazada a su reunión, sin mencionar el mal carácter que llevaba:

- Chiquillos revoltosos, no se como pueden convertir una simple tutoría en un desastre universal,... talvez el libro se equivoco al escribir sus nombres al momento de su nacimiento... porque tal desastre... y venga tuvieron que dejar el aula hecho nada... ahora tendré que ir a hablar con el director y explicarle todo... seguro me sus pende de las tutorías... y ahora la practica con este Slytherin, segurito que sale con una de sus patadas - pensaba la chica mientras bajabas por las escaleras y sin darse cuenta llegaba a su destino.

Vio al Slytherin recostado del muro en muestra de su aburrimiento causado por la espera. Tenia un aspecto misterioso causado por la poca luz, Etili sonrió al verlo de aquella manera y se le acercó.

- Trajiste tu espada me imagino, sácala y empecemos de una vez - dijo en tono seco.

-¿Qué? Deja ver si entiendo: llegas tarde, amotinada y para remate con ganas de mandar a todo el mundo, ¿Quién te crees? - dijo Draco con su tono despectivo de siempre.

- Mira, ya estoy bastante cansadita y si te pones pesadito no me hago responsable de mis actos - Etili le fulminó con la mirada mientras mantenía su espada en el cuello de Draco, quien la miraba con cierto temor y resentimiento - así que mejor saca tu espada y veamos en que mejoramos tus posiciones y ataques - dijo retirando su espada del cuello del chico y se quitó la túnica.

-¿Qué hiciste con la chica dulce? Ya veo... no soportaste la tutoría con los de primer año - dijo en tono burlón, mientras su vista admiraba el vestido de la chica.

- No me los recuerdes - Etili tomó su espada y profirió el primer ataque.

Se enfrentaron casi como el primer día. Golpes fuertes y movimientos oportunos. Ambos manejaban bien el arte de las espadas. Etili expulsaba a cada a taque el enojo que contenía y Draco lograba retenerlo.

Pasadas las horas Draco se encontraba bañado en sudor, la camisa blanca, ya casi transparente, se le pegaba al cuerpo, la respiración rápida, producto del cansancio físico, el cabello húmedo sobre su frente y ese movimiento que hacia cada cierto tiempo para apartarlo de sus ojos que la miraban fijamente, esa imagen hacia que las células de Etili reaccionaran.

Draco veía de manera divertida a Etili, enojada como estaba se veía igual de bien. Y ese vestido que cargaba lo estaba matando por dentro. Su mirada seria y calculadora a cada movimiento de su espada, el movimiento natural de su cabello a cada giro de su cuerpo y la sorprendente manera como se mantenía fresca después de esas largas horas de practica.

-¿Descansamos? - Draco ya no podía soportarlo más.

- Si, lo necesitas - dijo Etili mientras amarraba sus rizos en una coleta.

Draco se dejo caer cerca de la pared de la cual apoyó su espalda, con un movimiento muy sexy de su cabeza se quito los flequillos dorados de la frente. Con su camisa completamente húmeda pegada a su cuerpo, los pantalones negro de cuero y la posición que mantenía se veía muy sensual. Al verlo Etili no pudo evitar sonreír.

- Peleas bien. Pero deberías usar un poco más la cabeza para retener y atacar en el momento justo, talvez de esa forma no terminarías pareciendo recién salido de la ducha - Etili se había recostado de la pared opuesta a la que se encontraba Draco, pero se mantenía de pie.

-¡Que chica! - Draco tenia la mirada divertida y una sonrisa malvada en sus finos labios.

- Cierra la boca Malfoy - le gritó Etili de manera fría y cortante.

-¡Que carácter! -

-¡Basta! Mira que no estas en condiciones, no puedes ni mover un músculo -

-¿Eso crees? - con un movimiento rápido recogió su espada y se abalanzó a Etili, quien logró parar la espada antes que llegara a su garganta.

-¿Me leíste la mente? -

- Eres muy predecible - dijo con una sonrisa malvada y picara.

-¿De verdad te gustan mis ojos? - preguntó aun más cerca de su rostro, su pulso aceleraba y sabia que si no hacia algo no podría contenerse.

- Si - la mirada dulce y penetrante hacia que su mente fantasease.

-¿Qué mas te gusta? - preguntó aun más cerca.

- Tu cabello dorado, casi oro, tus labios finos y rosa, tu piel, su tacto. Tu exquisito olor aun cuando transpiras - respondió conteniendo las crecientes ganas de besarle - pero ¿Sabes? -

- Dime - Draco había tomado su cintura.

- Tu egocentrismo te mata - con un movimiento rápido se desenredó por completo de Draco y su espada - aprende a ser gente y luego hablamos - guardando su espada salió por el pasillo.

Draco se quedó estático un momento, insultó su nombre y se dispuso a regresar a su sala común, cuando escuchó los pasos de alguien acercarse.

- Demonios es Filch - giró rápidamente y fue tras Etili, tenia que llegar primero que él o tendría problemas - no sé porque voy a ayudarte Dumbledore, pero más te vale que no me cachen - tomó un atajo y esperó a que la chica llegase rogando que Filch no la hubiese encontrado ya.

Vio a la figura de Etili y con un movimiento rápido le tapó la boca y la condujo a una pequeña habitación. En la que entraron con mucha dificultad quedando sus cuerpos muy juntos. Draco la mantuvo así hasta que sintió que Filch había pasado. La respiración de ambos se había acelerado.

Draco quitó su mano de la boca de la chica y esta se volteó suavemente. Miró agradecida a Draco y este sostuvo su mirada.

- Se puede saber ¿por qué lo hiciste? -

- No lo sé - Draco se había ruborizado. No sabia porque fue en su ayuda después de la manera en como lo trató.

- Te debo una Draco ¿Qué quieres? -

¿Draco? Lo había llamado por su nombre sin ningún tono de burla. Eso le agradaba. Miró los ojos de la chica. Draco sintió el olor a Tiare con un toque exótico entre chocolate y canela. Etili disfrutaba del fresco olor a pino que expedía el cuerpo de Draco.

-¿Puede ser lo que yo quiera? -

- Si esta a mi alcance y no va en contra de mis principios -

Draco sabia lo que quería, quería esos labios que habían pronunciado su nombre sin nota de asco, burla u odio. Deseaba sentirlos, su cuerpo y su corazón lo demandaban.

Tomó la cara de la chica y la besó con ansias, con pasión pero suave esperando el momento en que seria rechazado. Pero ella no le rechazó, se había quedado estática, sin poder creerlo; pero obedeció al deseo de su cuerpo y abrió un poco su boca, haciendo que el beso se hiciese mas profundo.

Etili sintió el beso de Draco como si una suave brisa de bosque la invadiese con sus finos olores.

Draco sintió el aliento de Etili como una dulce mezcla del trópico, algo como chocolate. Un chocolate que saboreaba con gran gusto.

Draco pasó sus manos por la cintura y la acercó mas a él. Etili acariciaba sus cabellos y sus hombros.

Lentamente separaron sus labios, sin querer que el beso terminase.

Draco la miró a los ojos, aun con la cabeza media nublada:

-¿Mañana a la misma hora? -

- Mejor el lunes, aun no termino unos deberes y tengo examen de transformaciones -

Salieron con cuidado de la habitación y sin decir nada mas se encaminaron a sus salas comunes.

Draco no pudo dormir esa noche, sentía la mente nublada, una sensación de felicidad que le llenaba... pero la duda que solo hubiese sido el pago al favor que le dio...

Etili tampoco pudo dormir, la sensación que le había dejado los labios de Draco la trastornaba, el toque de su piel, su respiración, su aroma, la había cautivado.

La mañana siguiente Draco estaba muy atento de las personas que entraban en el salón comedor, la deseaba ver, la había soñado toda la noche y su ser demandaba que el sueño se convirtiese en realidad.

Pero Etili no llegó hasta casi las diez. No había mucha gente desayunando. Tomó asiento al lado de Ron quedando frente a frente con esos ojos plata que la miraban fijamente.

Comió lentamente, al terminar solo quedaban ellos. Draco se levantó de su asiento y se dirigió a ella. Etili se levantó y con una sonrisa en su cara lo esperó.

Draco tomó a Etili por la cintura, vio sus ojos (esos ojos hermosos que lo hacían cambiar de humor), pasó su vista a sus labios, esos labios que quería volver a besar. Deseaba comprobar que entre ellos si existía algo, deseaba con todas sus fuerzas que el beso de esa noche no fuese solo el pago por su ayuda... sin poder resistirse mas volvió a besar los labios que tanto deseaba, volvió a probar ese sabor exótico, ese chocolate que le encantaba, sintió su olor que lo invadió y lo cautivo por completo.

Etili no pudo resistirse a ese beso, su cuerpo reaccionó colocando todos sus sentidos alertas. Disfrutó esa brisa suave de bosque que le daba el aliento de Draco.

Al separarse se miraron largamente, Etili colocó sus brazos sobre el cuello de Draco y le abrazó fuertemente, este no podía creerlo, alguien lo abrazaba y ella lo hacia de esa forma tan especial, temblorosamente pasó sus brazos por la cintura de Etili para corresponder a su abrazo.

-¿Que te pasa Malfoy? - preguntó Crabbe - acaba de pasar Potter y no le has fastidiado -

- Cállate Crabbe, déjenme solo -

El lunes Draco estaba realmente irritado, deseaba con tantas asías ver a Etili, pero no pudo encontrarla por los pasillos, siquiera habían coincidido en la hora del desayuno y del almuerzo. Fue cuando decidió faltar a encantamientos para encontrarla.

Subió a toda carrera las escaleras y la encontró hablando con Hermione. Se les acercó cuidadosamente y colocó su mano en el hombro de Etili, sin importarle la presencia de la otra chica. Etili se desprendió rápidamente de su mano y volteándose le grito:

- No me toques Malfoy - usó un tono frío que hirió a Draco.

- Solo quiero hablar contigo sobre el trabajo Dumbledore - dijo muy dolido.

- Nos vemos luego Etili - dijo Hermione quien se fue a la biblioteca (que novedad)

-¿Qué pasa? Quedamos que hoy a la misma hora para la practica ¿no? - dijo Etili con un tono de fastidiada. Draco la miraba sin poder creer la forma en que lo estaba tratando, de esa forma tan indiferente, que le lastimaba. - ¿no dirás nada? -

-¿Que te crees? - preguntó Draco saliendo de su mundo colocando la mano en el cuello de la chica y pegando su espalda a la pared - ¿estas jugando conmigo Dumbledore? Vamos a dejar esto claro de una vez - sentía que la rabia lo invadía.

- Cálmate Malfoy, que me lastimas -

-¿Y tu no a mí? - dijo fríamente pero la soltó.

Etili miró a Draco, colocó su mano en la mejilla y la acarició dulcemente:

- No sé que me hiciste Draco, pero no te puedo sacar de mi mente - se acercó temerosa a los labios de Draco y los besó dulcemente, el cuerpo de Draco reaccionó a ese toque tan suave - pensé que me habías besado por lo de Filch -

- Etili me gustas, me gustas mucho - la tomó en sus brazos y la besó largamente. No querían separarse, no querían ser interrumpidos.



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¿Qué les parece?

Cuídense mucho.