IV
El sol se ocultó en el horizonte y la luna llena comenzó a aparecer tímidamente mientras Etili bajaba muy insegura hacia la sala común de Slytherin.
En la entrada la esperaba su anfitrión, que esta vez no se escondió entre las sombras, sino que se dejaba iluminar por la suave luz de la única vela de aquel largo pasillo.
Se colocaron frente a frente sosteniendo la mirada por un momento, hasta que Draco le dio paso y se sentaron en una de las mesas.
Etili miró alrededor, la habitación tenia algo cambiado, poseía un poco mas de luz tenue que le quitaba la hosquedad. Vio en la mesa una flor de Tiare, la tomó con cuidado y aspiró su olor suavemente, no dijo nada a Draco, pero le agradecía enormemente aquel detalle, aquel detalle que estaba segura que le había costado un mundo conseguir...
Abrieron sus libros y continuaron el informe en silencio, silencio solo roto por el sonido de las plumas contra el pergamino.
Etili dejó de lado su pluma y cerrando el libro hizo que Draco se distrajera de su trabajo:
- Ya habías aguantado mucho - dijo en tono seco sin mirara a la chica.
-¿Qué quiere decir? Terminé las posiciones de ataque y de bloqueo y la descripción de las diferentes espadas, y si eso te parece poco también las ilustre todas - dijo con un deje de desprecio.
- Baja la voz o se despertaran -
- No hablo tan fuerte -
- Aja -
Esa simple expresión sacó de casillas a Etili. La mirada se volvió fría y amenazadora, Draco estaba especialmente divertido a ver la forma en la que había reaccionado. Cerró su libro y la miró divertido:
-¿Quieres un helado? -
La chica no le respondió, aunque pudo ver en su mirada que ya no estaba enojada, solamente se sentó en uno de los sofás grandes y perdió la mirada en el fuego.
Él sirvió dos copas de helado de chocolate (como le gustaba ese nuevo y exótico sabor...) y vainilla (el postre se parecía tanto a ambos...) lo colocó con cuidado en la mesa del frente:
-¿No piensas hablar? -
- Me mandaste a callar -
- Ya olvídalo - dijo sentándose a su lado - ya nos falta poco para terminar el trabajo, ¿cómo... - pero su pregunta fue cortada por el ruido de unos pasos subiendo por las escaleras que daban a las habitaciones. Sin pensarlo dos veces "Tiró" a Etili detrás del sofá (sí, leyeron bien la tiró como sí nada)... justo a tiempo:
- Es tarde Malfoy ¿qué haces levantado? - la voz tonta de Crabbe le hablaba.
- Hago el trabajo que nos mando Snape - dijo en forma cortante.
- La idiota de Dumbledore no aporta nada ¿eh? -
- Ni se te ocurra, ni se te ocurra volver a insultarla en mi presencia - le gritó sujetándolo del cuello y lo soltó empujándolo.
- Estas muy raro últimamente, espero que estés por cambiar de opinión - dijo frotándose el cuello y volviendo a bajar las escaleras.
Etili esperó a que los pasos cesasen y el ruido de una puerta al cerrar antes de levantarse con la mano en la cabeza:
-¡Que cuidadoso eres!, Tu delicadeza me agobia - dijo en tono burlón mientras se volvía a sentar aun frotándose la cabeza.
- Disculpa, no quería tumbarte de esa manera - dijo de forma cortante, con la vista aun enojada.
- Tranquilo el dolor de mi espalda y mi cabeza desaparecerá pronto. Por cierto... - guardó silencio y analizó sus palabras - ya son dos las que te debo. Gracias -
- Come tu helado - eso lo dijo de forma fría, pero Etili vio la pequeña sonrisa que se formó en sus labios. Tomó su copa y comenzó a comerlo de su manera tan singular. Pasado unos diez minutos Draco no lo soportó mas:
-¿Tienes que comerlo de esa manera? - estaba enojado.
-¿Te molesta? -
- No -
- Entonces ¿te incomoda? -
- Eh... no -
- Ya veo - dijo Etili con una mirada pícara después de dar un fugaz vistazo a Draco - tranquilo ya falta poco - dijo con una sonrisa malvada.
- Si - dijo Draco sonrojado. Mas que sonrojado estaba rojo como el cabello de Ron - ¿a qué jugamos Dumbledore? -
- Yo a nada - lo miró - ¿por qué lo dices? -
- Por nada - dijo molesto desviando la mirada de la chica. Ella le continuó viendo, no podía evitarlo, era tan guapo, tan seguro de sí, pero le ocultaba algo y ella lo averiguaría...
-¡Malfoy! - él la miró - ¿Cómo lo logras? -
-¿Qué cosa? - preguntó fastidiado.
- El verte tan guapo enojado y todo lo demás - Etili se sonrojó al preguntar, pero no tanto como Draco - y ¿no me piensas responder? -
- Para Dumbledore - dijo Draco sonriendo.
- Bueno entonces me voy, que duermas bien - dijo levantándose y arreglando su falda - mejor toma una ducha primero - le quiño un ojo y salió de la habitación.
Hizo lo que la chica le sugirió, no para seguirle la corriente, sino porque su cuerpo se lo exigía. Esa noche no probó los labios que le hacían desmayar, no supo porque pero mantuvo su mente en las ultimas palabras que le había dicho el idiota de Crabbe... aun no pensaba cambiar de opinión, era lo que deseaba... o eso creía. Cerró la ducha y cubrió su cuerpo con la dormilona de seda gris antes de entrar a su cama, escuchó el silencio de la noche y se durmió.
Etili subió un poco triste las escaleras, Draco la había ignorado por completo "¿qué se cree el idiota ese?", Soltó los libros sobre la mesa de noche y se metió en la cama sin cambiarse. Estaba entre enojada y triste, escuchó el silencio de la noche y se quedó dormida.
Etili se levantó con un mejor humor, se fue rápidamente a la ducha y dejó que el agua tibia acariciara su piel, mientras tarareaba una canción.
Al bajar al comedor descubrió que habían servido uno de sus platos favoritos: crepas. Las degustó divinamente mientras reía de las bromas de Ron. Vio entre los diferentes alumnos al chico de cabellos dorados mirándola fijamente, buscó dentro de su mochila un pergamino y escribió una breve nota que envió con la lechuza de Harry antes de irse a sus clases.
Draco miró sorprendido la pequeña nota que le acababan de enviar:
No sé en realidad que mosca te picó, pero si te parece nos vemos hoy a las ocho en la terraza de la clase de adivinación para practicar la demostración para que mi tío no nos quinde.
Atte. "Dumbledore"
PD: Sonreír no te hace daño.
=0P
Lo ultimo parecía una carita sacándole la lengua, se imaginó a Etili haciendo aquel gesto y sonrió levemente antes de guardar la nota e irse con sus "guardaespaldas" a la primera clase del día.
Subió pesadamente las escaleras, ya le dolían las piernas. Y eso de cargar la espada le cansaba mas, al llegar observó el lugar y le pareció el indicado para entrenar.
La brisa le acarició la mejilla y el olor a Tiare penetró a su cuerpo, fue en ese momento cuando la vio: con una falda aun más corta de la que solía utilizar, la silueta de Etili, recostada levemente de la pared con la cabeza en alto, con la vista al horizonte. Se dirigió hacia ella y se recostó de igual manera viendo hacia el mismo lugar.
-¿Comenzamos ahora? -
- Déjame tomar un poco de aire -
- Esta bien -
-¿Ya planificaste todo? -
- No, sé vera mejor si es espontáneo, solo debemos practicar el no matarnos el uno al otro -
- Esa es la parte difícil del asunto ¿no? - rió misteriosamente y ella le imitó.
Practicaron por dos largas horas y para sorpresa de ambos Draco no parecía recién salido de la ducha (que pena... me agrada imaginar su camisa pegada a su cuerpo), aunque su cuerpo si le demandaba descanso. Colocó su capa negra en el piso se sentó invitando a que Etili también lo hiciese.
Sus miradas se perdieron en el firmamento.
- Malfoy -
- Dime - dijo de manera cortante.
- Nada, si me responderás así ni quiero preguntar -
- Tú lo decides -
- Mira, intento ser amable contigo, intento romper este silencio pesado y me sacas unas patadas que ni te cuento como me hacen sentir, si no te agrada mi presencia me lo dices y me voy apenas terminemos las prácticas y eso. Así todos somos más felices, yo no me siento mal, ni con ganas de matarte y tu te vas feliz con tus amigos a hablar de lo que se te antoje - dijo molesta.
-¿Amigos? - rió tristemente - si como no... - volvió a poner la cara seria - haz lo que quieras Dumbledore -
- Me sacas de quicio Malfoy -
- Y tu me traes loco y no me estoy quejando de nada - dijo con una sonrisa en el rostro, la cual se agrandó al ver la cara de atónita y sonrojada de Etili. Volvió a ponerse serio y suspiró antes de continuar - ¿Te crees que no me doy cuenta? ¿Qué no sé que en realidad no tengo amigos, amigos de verdad? ¿Qué me lo paso bien acompañado de dos idiotas que ni siquiera entienden lo que les digo? No es fácil ser un Slytherin niñita, y mucho menos un Malfoy - dejo escapar un suspiro - La infancia que he tenido no se la deseo a nadie... aunque te parezca cursi. Todo es por culpa de mi padre. Con todo lo que quiere que haga, si se enterase de que estoy hablando contigo como si tal cosa... que me he... olvídalo, ya he recibido bastantes castigos por cosas de menos importancia -
- Los padres siempre nos exigen muchas cosas -
- Pero estoy seguro que los tuyos al menos te han apoyado en lo que hicieses, te han dado su cariño. Vamos hasta el mismo Snape se vuelve nada cuando te tiene cerca y te abraza. Yo jamás tuve esas clases de atenciones - dijo con resentimiento - lo más amable que me podía decir mi padre era: "ya era hora que te levantaras, ponte hacer algo útil" - su voz contenía su rabia, su dolor.
- No lo sabia Draco -
Etili no sabia que hacer, se sentía culpable por ver a Draco en ese estado. Pero le alegraba el hecho de que le confiara algo como eso.
Era esa la razón por la que Draco era tan frío, tan amargado. Nunca había conocido que era una caricia y por lo que decía tampoco había recibido una palabra amable de parte de sus padres... imaginó el sufrimiento que debía sentir... se levantó de un salto y le tendió la mano:
- Ven, acompáñame, te mostraré algo - el chico la observó y se levantó de mala gana. Etili lo condujo hasta la terraza.
-¿Qué? ¿Me vas a lanzar? - dijo irónicamente.
- Ganas no me faltan... pero por ahora tengo una mejor idea - dijo algo sarcástica.
- Ve el cielo -
-¿Para eso me hiciste pararme? Lo veía bien de donde estaba -
- Ve el cielo -
- Ya lo he visto antes, est.... -
- Solo velo ¿quieres? - dijo perdiendo un poco la paciencia.
Draco levantó la vista y miró las numerosas estrellas, la luna llena y respiró el fresco aire.
-¿Y ahora que? - preguntó medio aburrido.
-¡Hay que ver! Le cortas la inspiración a cualquiera con tu mal humor - dijo enojada volviendo a poner su vista en el chico. Este sonrió.
-¿Nunca ves el cielo? -
- Me parece una bobería -
- Es más bonito que la piedra fría ¿a qué sí? - dijo en tono normal y el chico la miró - yo lo veo cuando necesito pensar en algo -
-¿Y esto era lo que querías enseñarme? - dijo volviendo la vista a la luna.
- No, era esto -
Etili tomó las manos del chico y las acarició suavemente. Él la miraba algo asustado, pero aquélla sensación le gustaba. Etili acarició sus brazos y luego le abrazó, sintió como el pulso de Draco comenzaba a acelerase mientras le hacia pequeñas caricias en la espalda.
-¿Por qué lo haces? - preguntó un poco tímido, temiendo que Etili le quitase los brazos de sus hombros y acabase el abrazo.
- Por la misma razón por la cual me has defendido - Etili sintió como los brazos de Draco la acercaban mas a él. Lo soltó y tomando su mano caminaron hasta la capa donde se volvieron a sentar. Draco tímidamente pasó su mano por el cuello de Etili y comenzó acariciar su brazo, ella se recostó de su hombro y tomó su mano cariñosamente, Draco se puso tenso pero poco a poco se relajó.
Draco sintió la piel de Etili, tan tibia como el caribe. Sentía que lo quemaba a cada tacto. Etili acariciaba el cabello de Draco, lo hacia sentir querido, y eso es lo que ella quería, que Draco sintiese cuanto lo amaba. Al acariciar su cuello el chico se sobre saltó un poco, pero no se pudo resistir, siempre se dejó llevar por las manos de Etili que le hacían sentir tan bien, de vez en cuando le susurraba palabras al oído que lo hacían desvariar y volver al momento y el lugar donde se encontraba. Era una experiencia tan nueva para él. Las horas pasaron y Etili se había quedado dormida en los brazos de Draco apoyando su cabeza de su cuello, sin soltar ni por un instante sus manos. Con mucha dulzura Draco acarició su mejilla y la despertó.
- Son cerca de las cinco. Seguro que tienes que hacer mil y una cosas antes de irte a clases - dijo un poco triste.
-¿Nos vemos acá mañana a la misma hora? - preguntó acariciando su mejilla.
- Tengo practica -
- Y ¿aun piensan que nos ganaran? -
- No hagas que te odie de nuevo -
- Y ¿acaso alguna vez de verdad lo hiciste? - dijo pícaramente. Él tomó su espada y se levantó:
- Adiós Dumbledore - y se fue sin mirar atrás.
- De nada - gritó la chica molesta.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~* Hacia Draco ~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~
Esa noche durante el entrenamiento estaba algo aburrido. El gritarle a los miembros del grupo no le causaba ningún placer, pero debían entrenar y él como capitán de equipo tenia que hacer que trabajasen. Sentía que el sueño lo tumbaba, pero para nada sentía el cuerpo pesado... cansado. Recordó la forma dulce como Etili acarició su espalda, sus brazos, su cara, seguro esa era la razón por la cual hoy su cuerpo no le exigía descanso.
Al terminar su ducha se sentó frente al fuego y lo observó largamente, buscó entre las llamas, se sintió observado y en su cabeza retumbó su dulce voz: "mañana a las ocho"
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~* Hacia Etili ~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~
Etili terminaba su mapa de estrellas rodeada de gente, pero aun así se sentía sola, incompleta. Recogió sus libros y tomó un largo baño.
El agua tibia la hacia pensar, la hacia recordar, la relajaba y lograba que su mente volase hacia lugares tan deseado. Pensaba en que en ese momento Draco se encontraba volando, se lo imaginaba montado en su escoba, dominándola a cada vuelta en el aire... un vuelo perfecto, como deseaba poder estar con él en ese momento... poder volar juntos y perderse...
Al terminar su ducha se sentó frente al fuego y lo observó largamente, buscó entre las llamas, se sintió observada y en su cabeza retumbó su dulce voz: "mañana a las ocho"
No se pusieron de acuerdo ese día, si lo pensaban bien siquiera se habían visto.
Pero hay estuvieron, a las ocho, recostados de la misma columna, mirando hacia el mismo sentido.
-¿Empezamos de una vez? - cortó el silencio.
-¿Estas seguro? ¿La subida no te dejó sin aire? - respondió divertida.
No había duda, eran los mejores. Conocían sus movimientos y hacían que aquella simple practica pareciese todo un duelo de profesionales.
La práctica se extendió por largas horas, pero no se quejaron, disfrutaban trabajar juntos y sabían que si se detenían estaría próxima la despedida. Y ninguno de los dos podría soportarlo, lo sabían.
Draco se dejo caer por el cansancio, Etili lo miró dulcemente y bajó su espada sentándose a su lado. Se recostó de su hombro y dejó salir un suspiro.
-¿No me digas que te cansaste? - dijo de forma irónica.
- Entonces no preguntes - contestó enojada.
Draco pasó su mano por la cintura de Etili y volvió a sentir su piel caliente, a pesar de que usaba su camisa. El olor a Tiare que desprendía era aun más fuerte, más penetrante.
Etili se embriagó con el olor a bosque fresco que desprendía el cuerpo de Draco y sintió sus manos que la atraían tímidamente, la quería mas cerca de sí y ella se dejó.
Etili hizo ademán de soltarse de los brazos de Draco, pero este la sujeto con mas firmeza.
- Debo irme, tengo prueba mañana y estoy segura que no quieres estar durmiéndote durante la presentación -
Draco la ayudó a levantarse y la sostuvo firmemente de la cintura mientras la veía fijamente.
- Bésame de una vez - dijo Etili algo fastidiada - ya lo has hecho ¿por qué ahora no? -
- Porque ahora te amo mas que antes -dijo firmemente, Etili sintió que las piernas le fallaron (¿y a quien no?) Y se recostó de él. Tomó su cara entre sus manos y la subió un poco antes de depositarle un beso tan añorado por ambos.
Draco la besó con pasión, firmeza, amor, Etili sintió que todo su mundo se nublaba y que fuera de ese beso tan maravilloso no existía nada más. Se aferró a Draco en un abrazo, haciendo que el beso fuese mas profundo. Sentían que el aire le faltase, pero lo conseguían en el beso del otro, haciendo que sus respiraciones fuesen una al igual que los latidos de sus corazones. Al separar sus labios el mundo que conocían comenzó a aparecer de nuevo, aunque un tanto borroso...
- Draco - Etili lo miró a los ojos mientras acariciaba su mejilla - Te Amo - volvió a besar sus labios y se fue a su habitación.
Draco se quedó estático ante las ultimas palabras de Etili. No lo podía creer "alguien en este mundo le amaba, y ese alguien era Etili, quien le hacia sentirse tan feliz como nunca lo había estado", bajo las escaleras hasta su alcoba y durmió profundamente, con el deseo que el próximo día llegase pronto.
Etili despertó perezosamente pero sonrió al ver, al lado de su almohada un par de Tiares recien cortados con una pequeña nota: Gracias.
Bajó directo a su examen de herbología, porque ni tiempo de comer le había dado.
En el almuerzo se podía ver las caras de los alumnos del 6to curso muy preocupadas y molestas, al fin el día de la presentación había llegado y muchos discutían (no de manera muy civilizada) los últimos detalles.
Etili se encaminó sola al aula donde encontró a Severus sentado, esperando al resto de la clase. Se acercó y depositó un pequeño beso en su mejilla antes de tomar asiento justo con el toque de la campana.
El mejor trabajo fue el de ambos y la presentación más impresionante también. Combinaron sus estilos únicos y su gran conocimiento sobre el manejo de espadas, dejando a todos impresionados.
Se sentaron juntos a terminar de ver los grupos y Etili susurró suavemente al oído de Draco:
- Ya puedes matarme y seguir odiándome - Draco la miró por un momento y contestó a su oído en un tono que hizo que Etili se sobre saltara:
- Me temo que eso es ya imposible - y tiernamente besó su oído, haciendo que todas las células del cuerpo de Etili reaccionasen. Pero ambos voltearon al frente, habían sentido la misma mirada penetrante: Severus había visto aquello y sonreía abiertamente.
@--`--
Motivo del cambio: siguiente capitulo un tanto fuerte, para mayores de quince diría yo... aunque a los doce años creo que el tema de la sexualidad ya debió ser tratado por vuestros padres. No se apenen al sacra sus dudas sobre eso con ellos, ellos conocen más del tema que vuestros amigos, la razón es simple: Véanse a un espejo y sabrán lo que les digo.
Para los padres: No se alarmen, no corromperé a vuestros hijos. Es algo normal. Y no es triple X, ni nada por el estilo, mas bien léanlo y a ver que tal, luego tratan con sus hijos.
Recuerden que me hacen sonreír cuando me dejan mensajes así que adelante... y ahora dejen el doble, porque los pocos que tenia antes se han borrado, al cambiar la historia de lugar =0(
Cuídense mucho...
=0)
El sol se ocultó en el horizonte y la luna llena comenzó a aparecer tímidamente mientras Etili bajaba muy insegura hacia la sala común de Slytherin.
En la entrada la esperaba su anfitrión, que esta vez no se escondió entre las sombras, sino que se dejaba iluminar por la suave luz de la única vela de aquel largo pasillo.
Se colocaron frente a frente sosteniendo la mirada por un momento, hasta que Draco le dio paso y se sentaron en una de las mesas.
Etili miró alrededor, la habitación tenia algo cambiado, poseía un poco mas de luz tenue que le quitaba la hosquedad. Vio en la mesa una flor de Tiare, la tomó con cuidado y aspiró su olor suavemente, no dijo nada a Draco, pero le agradecía enormemente aquel detalle, aquel detalle que estaba segura que le había costado un mundo conseguir...
Abrieron sus libros y continuaron el informe en silencio, silencio solo roto por el sonido de las plumas contra el pergamino.
Etili dejó de lado su pluma y cerrando el libro hizo que Draco se distrajera de su trabajo:
- Ya habías aguantado mucho - dijo en tono seco sin mirara a la chica.
-¿Qué quiere decir? Terminé las posiciones de ataque y de bloqueo y la descripción de las diferentes espadas, y si eso te parece poco también las ilustre todas - dijo con un deje de desprecio.
- Baja la voz o se despertaran -
- No hablo tan fuerte -
- Aja -
Esa simple expresión sacó de casillas a Etili. La mirada se volvió fría y amenazadora, Draco estaba especialmente divertido a ver la forma en la que había reaccionado. Cerró su libro y la miró divertido:
-¿Quieres un helado? -
La chica no le respondió, aunque pudo ver en su mirada que ya no estaba enojada, solamente se sentó en uno de los sofás grandes y perdió la mirada en el fuego.
Él sirvió dos copas de helado de chocolate (como le gustaba ese nuevo y exótico sabor...) y vainilla (el postre se parecía tanto a ambos...) lo colocó con cuidado en la mesa del frente:
-¿No piensas hablar? -
- Me mandaste a callar -
- Ya olvídalo - dijo sentándose a su lado - ya nos falta poco para terminar el trabajo, ¿cómo... - pero su pregunta fue cortada por el ruido de unos pasos subiendo por las escaleras que daban a las habitaciones. Sin pensarlo dos veces "Tiró" a Etili detrás del sofá (sí, leyeron bien la tiró como sí nada)... justo a tiempo:
- Es tarde Malfoy ¿qué haces levantado? - la voz tonta de Crabbe le hablaba.
- Hago el trabajo que nos mando Snape - dijo en forma cortante.
- La idiota de Dumbledore no aporta nada ¿eh? -
- Ni se te ocurra, ni se te ocurra volver a insultarla en mi presencia - le gritó sujetándolo del cuello y lo soltó empujándolo.
- Estas muy raro últimamente, espero que estés por cambiar de opinión - dijo frotándose el cuello y volviendo a bajar las escaleras.
Etili esperó a que los pasos cesasen y el ruido de una puerta al cerrar antes de levantarse con la mano en la cabeza:
-¡Que cuidadoso eres!, Tu delicadeza me agobia - dijo en tono burlón mientras se volvía a sentar aun frotándose la cabeza.
- Disculpa, no quería tumbarte de esa manera - dijo de forma cortante, con la vista aun enojada.
- Tranquilo el dolor de mi espalda y mi cabeza desaparecerá pronto. Por cierto... - guardó silencio y analizó sus palabras - ya son dos las que te debo. Gracias -
- Come tu helado - eso lo dijo de forma fría, pero Etili vio la pequeña sonrisa que se formó en sus labios. Tomó su copa y comenzó a comerlo de su manera tan singular. Pasado unos diez minutos Draco no lo soportó mas:
-¿Tienes que comerlo de esa manera? - estaba enojado.
-¿Te molesta? -
- No -
- Entonces ¿te incomoda? -
- Eh... no -
- Ya veo - dijo Etili con una mirada pícara después de dar un fugaz vistazo a Draco - tranquilo ya falta poco - dijo con una sonrisa malvada.
- Si - dijo Draco sonrojado. Mas que sonrojado estaba rojo como el cabello de Ron - ¿a qué jugamos Dumbledore? -
- Yo a nada - lo miró - ¿por qué lo dices? -
- Por nada - dijo molesto desviando la mirada de la chica. Ella le continuó viendo, no podía evitarlo, era tan guapo, tan seguro de sí, pero le ocultaba algo y ella lo averiguaría...
-¡Malfoy! - él la miró - ¿Cómo lo logras? -
-¿Qué cosa? - preguntó fastidiado.
- El verte tan guapo enojado y todo lo demás - Etili se sonrojó al preguntar, pero no tanto como Draco - y ¿no me piensas responder? -
- Para Dumbledore - dijo Draco sonriendo.
- Bueno entonces me voy, que duermas bien - dijo levantándose y arreglando su falda - mejor toma una ducha primero - le quiño un ojo y salió de la habitación.
Hizo lo que la chica le sugirió, no para seguirle la corriente, sino porque su cuerpo se lo exigía. Esa noche no probó los labios que le hacían desmayar, no supo porque pero mantuvo su mente en las ultimas palabras que le había dicho el idiota de Crabbe... aun no pensaba cambiar de opinión, era lo que deseaba... o eso creía. Cerró la ducha y cubrió su cuerpo con la dormilona de seda gris antes de entrar a su cama, escuchó el silencio de la noche y se durmió.
Etili subió un poco triste las escaleras, Draco la había ignorado por completo "¿qué se cree el idiota ese?", Soltó los libros sobre la mesa de noche y se metió en la cama sin cambiarse. Estaba entre enojada y triste, escuchó el silencio de la noche y se quedó dormida.
Etili se levantó con un mejor humor, se fue rápidamente a la ducha y dejó que el agua tibia acariciara su piel, mientras tarareaba una canción.
Al bajar al comedor descubrió que habían servido uno de sus platos favoritos: crepas. Las degustó divinamente mientras reía de las bromas de Ron. Vio entre los diferentes alumnos al chico de cabellos dorados mirándola fijamente, buscó dentro de su mochila un pergamino y escribió una breve nota que envió con la lechuza de Harry antes de irse a sus clases.
Draco miró sorprendido la pequeña nota que le acababan de enviar:
No sé en realidad que mosca te picó, pero si te parece nos vemos hoy a las ocho en la terraza de la clase de adivinación para practicar la demostración para que mi tío no nos quinde.
Atte. "Dumbledore"
PD: Sonreír no te hace daño.
=0P
Lo ultimo parecía una carita sacándole la lengua, se imaginó a Etili haciendo aquel gesto y sonrió levemente antes de guardar la nota e irse con sus "guardaespaldas" a la primera clase del día.
Subió pesadamente las escaleras, ya le dolían las piernas. Y eso de cargar la espada le cansaba mas, al llegar observó el lugar y le pareció el indicado para entrenar.
La brisa le acarició la mejilla y el olor a Tiare penetró a su cuerpo, fue en ese momento cuando la vio: con una falda aun más corta de la que solía utilizar, la silueta de Etili, recostada levemente de la pared con la cabeza en alto, con la vista al horizonte. Se dirigió hacia ella y se recostó de igual manera viendo hacia el mismo lugar.
-¿Comenzamos ahora? -
- Déjame tomar un poco de aire -
- Esta bien -
-¿Ya planificaste todo? -
- No, sé vera mejor si es espontáneo, solo debemos practicar el no matarnos el uno al otro -
- Esa es la parte difícil del asunto ¿no? - rió misteriosamente y ella le imitó.
Practicaron por dos largas horas y para sorpresa de ambos Draco no parecía recién salido de la ducha (que pena... me agrada imaginar su camisa pegada a su cuerpo), aunque su cuerpo si le demandaba descanso. Colocó su capa negra en el piso se sentó invitando a que Etili también lo hiciese.
Sus miradas se perdieron en el firmamento.
- Malfoy -
- Dime - dijo de manera cortante.
- Nada, si me responderás así ni quiero preguntar -
- Tú lo decides -
- Mira, intento ser amable contigo, intento romper este silencio pesado y me sacas unas patadas que ni te cuento como me hacen sentir, si no te agrada mi presencia me lo dices y me voy apenas terminemos las prácticas y eso. Así todos somos más felices, yo no me siento mal, ni con ganas de matarte y tu te vas feliz con tus amigos a hablar de lo que se te antoje - dijo molesta.
-¿Amigos? - rió tristemente - si como no... - volvió a poner la cara seria - haz lo que quieras Dumbledore -
- Me sacas de quicio Malfoy -
- Y tu me traes loco y no me estoy quejando de nada - dijo con una sonrisa en el rostro, la cual se agrandó al ver la cara de atónita y sonrojada de Etili. Volvió a ponerse serio y suspiró antes de continuar - ¿Te crees que no me doy cuenta? ¿Qué no sé que en realidad no tengo amigos, amigos de verdad? ¿Qué me lo paso bien acompañado de dos idiotas que ni siquiera entienden lo que les digo? No es fácil ser un Slytherin niñita, y mucho menos un Malfoy - dejo escapar un suspiro - La infancia que he tenido no se la deseo a nadie... aunque te parezca cursi. Todo es por culpa de mi padre. Con todo lo que quiere que haga, si se enterase de que estoy hablando contigo como si tal cosa... que me he... olvídalo, ya he recibido bastantes castigos por cosas de menos importancia -
- Los padres siempre nos exigen muchas cosas -
- Pero estoy seguro que los tuyos al menos te han apoyado en lo que hicieses, te han dado su cariño. Vamos hasta el mismo Snape se vuelve nada cuando te tiene cerca y te abraza. Yo jamás tuve esas clases de atenciones - dijo con resentimiento - lo más amable que me podía decir mi padre era: "ya era hora que te levantaras, ponte hacer algo útil" - su voz contenía su rabia, su dolor.
- No lo sabia Draco -
Etili no sabia que hacer, se sentía culpable por ver a Draco en ese estado. Pero le alegraba el hecho de que le confiara algo como eso.
Era esa la razón por la que Draco era tan frío, tan amargado. Nunca había conocido que era una caricia y por lo que decía tampoco había recibido una palabra amable de parte de sus padres... imaginó el sufrimiento que debía sentir... se levantó de un salto y le tendió la mano:
- Ven, acompáñame, te mostraré algo - el chico la observó y se levantó de mala gana. Etili lo condujo hasta la terraza.
-¿Qué? ¿Me vas a lanzar? - dijo irónicamente.
- Ganas no me faltan... pero por ahora tengo una mejor idea - dijo algo sarcástica.
- Ve el cielo -
-¿Para eso me hiciste pararme? Lo veía bien de donde estaba -
- Ve el cielo -
- Ya lo he visto antes, est.... -
- Solo velo ¿quieres? - dijo perdiendo un poco la paciencia.
Draco levantó la vista y miró las numerosas estrellas, la luna llena y respiró el fresco aire.
-¿Y ahora que? - preguntó medio aburrido.
-¡Hay que ver! Le cortas la inspiración a cualquiera con tu mal humor - dijo enojada volviendo a poner su vista en el chico. Este sonrió.
-¿Nunca ves el cielo? -
- Me parece una bobería -
- Es más bonito que la piedra fría ¿a qué sí? - dijo en tono normal y el chico la miró - yo lo veo cuando necesito pensar en algo -
-¿Y esto era lo que querías enseñarme? - dijo volviendo la vista a la luna.
- No, era esto -
Etili tomó las manos del chico y las acarició suavemente. Él la miraba algo asustado, pero aquélla sensación le gustaba. Etili acarició sus brazos y luego le abrazó, sintió como el pulso de Draco comenzaba a acelerase mientras le hacia pequeñas caricias en la espalda.
-¿Por qué lo haces? - preguntó un poco tímido, temiendo que Etili le quitase los brazos de sus hombros y acabase el abrazo.
- Por la misma razón por la cual me has defendido - Etili sintió como los brazos de Draco la acercaban mas a él. Lo soltó y tomando su mano caminaron hasta la capa donde se volvieron a sentar. Draco tímidamente pasó su mano por el cuello de Etili y comenzó acariciar su brazo, ella se recostó de su hombro y tomó su mano cariñosamente, Draco se puso tenso pero poco a poco se relajó.
Draco sintió la piel de Etili, tan tibia como el caribe. Sentía que lo quemaba a cada tacto. Etili acariciaba el cabello de Draco, lo hacia sentir querido, y eso es lo que ella quería, que Draco sintiese cuanto lo amaba. Al acariciar su cuello el chico se sobre saltó un poco, pero no se pudo resistir, siempre se dejó llevar por las manos de Etili que le hacían sentir tan bien, de vez en cuando le susurraba palabras al oído que lo hacían desvariar y volver al momento y el lugar donde se encontraba. Era una experiencia tan nueva para él. Las horas pasaron y Etili se había quedado dormida en los brazos de Draco apoyando su cabeza de su cuello, sin soltar ni por un instante sus manos. Con mucha dulzura Draco acarició su mejilla y la despertó.
- Son cerca de las cinco. Seguro que tienes que hacer mil y una cosas antes de irte a clases - dijo un poco triste.
-¿Nos vemos acá mañana a la misma hora? - preguntó acariciando su mejilla.
- Tengo practica -
- Y ¿aun piensan que nos ganaran? -
- No hagas que te odie de nuevo -
- Y ¿acaso alguna vez de verdad lo hiciste? - dijo pícaramente. Él tomó su espada y se levantó:
- Adiós Dumbledore - y se fue sin mirar atrás.
- De nada - gritó la chica molesta.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~* Hacia Draco ~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~
Esa noche durante el entrenamiento estaba algo aburrido. El gritarle a los miembros del grupo no le causaba ningún placer, pero debían entrenar y él como capitán de equipo tenia que hacer que trabajasen. Sentía que el sueño lo tumbaba, pero para nada sentía el cuerpo pesado... cansado. Recordó la forma dulce como Etili acarició su espalda, sus brazos, su cara, seguro esa era la razón por la cual hoy su cuerpo no le exigía descanso.
Al terminar su ducha se sentó frente al fuego y lo observó largamente, buscó entre las llamas, se sintió observado y en su cabeza retumbó su dulce voz: "mañana a las ocho"
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~* Hacia Etili ~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~
Etili terminaba su mapa de estrellas rodeada de gente, pero aun así se sentía sola, incompleta. Recogió sus libros y tomó un largo baño.
El agua tibia la hacia pensar, la hacia recordar, la relajaba y lograba que su mente volase hacia lugares tan deseado. Pensaba en que en ese momento Draco se encontraba volando, se lo imaginaba montado en su escoba, dominándola a cada vuelta en el aire... un vuelo perfecto, como deseaba poder estar con él en ese momento... poder volar juntos y perderse...
Al terminar su ducha se sentó frente al fuego y lo observó largamente, buscó entre las llamas, se sintió observada y en su cabeza retumbó su dulce voz: "mañana a las ocho"
No se pusieron de acuerdo ese día, si lo pensaban bien siquiera se habían visto.
Pero hay estuvieron, a las ocho, recostados de la misma columna, mirando hacia el mismo sentido.
-¿Empezamos de una vez? - cortó el silencio.
-¿Estas seguro? ¿La subida no te dejó sin aire? - respondió divertida.
No había duda, eran los mejores. Conocían sus movimientos y hacían que aquella simple practica pareciese todo un duelo de profesionales.
La práctica se extendió por largas horas, pero no se quejaron, disfrutaban trabajar juntos y sabían que si se detenían estaría próxima la despedida. Y ninguno de los dos podría soportarlo, lo sabían.
Draco se dejo caer por el cansancio, Etili lo miró dulcemente y bajó su espada sentándose a su lado. Se recostó de su hombro y dejó salir un suspiro.
-¿No me digas que te cansaste? - dijo de forma irónica.
- Entonces no preguntes - contestó enojada.
Draco pasó su mano por la cintura de Etili y volvió a sentir su piel caliente, a pesar de que usaba su camisa. El olor a Tiare que desprendía era aun más fuerte, más penetrante.
Etili se embriagó con el olor a bosque fresco que desprendía el cuerpo de Draco y sintió sus manos que la atraían tímidamente, la quería mas cerca de sí y ella se dejó.
Etili hizo ademán de soltarse de los brazos de Draco, pero este la sujeto con mas firmeza.
- Debo irme, tengo prueba mañana y estoy segura que no quieres estar durmiéndote durante la presentación -
Draco la ayudó a levantarse y la sostuvo firmemente de la cintura mientras la veía fijamente.
- Bésame de una vez - dijo Etili algo fastidiada - ya lo has hecho ¿por qué ahora no? -
- Porque ahora te amo mas que antes -dijo firmemente, Etili sintió que las piernas le fallaron (¿y a quien no?) Y se recostó de él. Tomó su cara entre sus manos y la subió un poco antes de depositarle un beso tan añorado por ambos.
Draco la besó con pasión, firmeza, amor, Etili sintió que todo su mundo se nublaba y que fuera de ese beso tan maravilloso no existía nada más. Se aferró a Draco en un abrazo, haciendo que el beso fuese mas profundo. Sentían que el aire le faltase, pero lo conseguían en el beso del otro, haciendo que sus respiraciones fuesen una al igual que los latidos de sus corazones. Al separar sus labios el mundo que conocían comenzó a aparecer de nuevo, aunque un tanto borroso...
- Draco - Etili lo miró a los ojos mientras acariciaba su mejilla - Te Amo - volvió a besar sus labios y se fue a su habitación.
Draco se quedó estático ante las ultimas palabras de Etili. No lo podía creer "alguien en este mundo le amaba, y ese alguien era Etili, quien le hacia sentirse tan feliz como nunca lo había estado", bajo las escaleras hasta su alcoba y durmió profundamente, con el deseo que el próximo día llegase pronto.
Etili despertó perezosamente pero sonrió al ver, al lado de su almohada un par de Tiares recien cortados con una pequeña nota: Gracias.
Bajó directo a su examen de herbología, porque ni tiempo de comer le había dado.
En el almuerzo se podía ver las caras de los alumnos del 6to curso muy preocupadas y molestas, al fin el día de la presentación había llegado y muchos discutían (no de manera muy civilizada) los últimos detalles.
Etili se encaminó sola al aula donde encontró a Severus sentado, esperando al resto de la clase. Se acercó y depositó un pequeño beso en su mejilla antes de tomar asiento justo con el toque de la campana.
El mejor trabajo fue el de ambos y la presentación más impresionante también. Combinaron sus estilos únicos y su gran conocimiento sobre el manejo de espadas, dejando a todos impresionados.
Se sentaron juntos a terminar de ver los grupos y Etili susurró suavemente al oído de Draco:
- Ya puedes matarme y seguir odiándome - Draco la miró por un momento y contestó a su oído en un tono que hizo que Etili se sobre saltara:
- Me temo que eso es ya imposible - y tiernamente besó su oído, haciendo que todas las células del cuerpo de Etili reaccionasen. Pero ambos voltearon al frente, habían sentido la misma mirada penetrante: Severus había visto aquello y sonreía abiertamente.
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Motivo del cambio: siguiente capitulo un tanto fuerte, para mayores de quince diría yo... aunque a los doce años creo que el tema de la sexualidad ya debió ser tratado por vuestros padres. No se apenen al sacra sus dudas sobre eso con ellos, ellos conocen más del tema que vuestros amigos, la razón es simple: Véanse a un espejo y sabrán lo que les digo.
Para los padres: No se alarmen, no corromperé a vuestros hijos. Es algo normal. Y no es triple X, ni nada por el estilo, mas bien léanlo y a ver que tal, luego tratan con sus hijos.
Recuerden que me hacen sonreír cuando me dejan mensajes así que adelante... y ahora dejen el doble, porque los pocos que tenia antes se han borrado, al cambiar la historia de lugar =0(
Cuídense mucho...
=0)
