Era el año 2007, en un laboratorio que se encontraba en una nave que sobrevolaba los cielos, se encontraban 2 pequeñas niñas flotando en diferentes contenedores con un líquido verde. Un pequeño grupo de científicos examinaba a las chicas mientras eran supervisados por un hombre de cabello largo y de color dorado, que usaba unas ropas algo extravagantes. El supervisor menciona.

- Recuerden que una de estas niñas deben volver a casa de sus padres con todos los recuerdos de su pasado. Y la otra debe convertirse en una herrscher que podamos utilizar en favor de la humanidad. No pienso quedarme atrás del Anti Entropy. Sin embargo, a esta última debemos esterilizarla, para así evitar que sea capaz de engendrar una legión de Herrserch y así evitar una propagación de estos en el mundo. -

Uno de los científicos le informa a su supervisor.

- Señor, creemos que las niñas despertarán en 12 horas. -

El supervisor responde.

- Bien, ahora debo retirarme, porque otros asuntos se ocupan de mi intromisión. Avisenme cuando falte poco. -

- Si Señor. - contesta el científico.

Minutos después de que el Supervisor abandona la nave, los sistemas del laboratorio enloquecen y se enciende la alarma. El científico líder del grupo pregunta alterado.

- ¡¿Qué está pasando?! -

Uno de sus subordinados responde mientras su piel se torna pálida.

- ¡Señor, la niña herrscher está despertando, pero está emitiendo una fuerza desconocida que interfiere con el sistema y provoca turbulencia en la nave! -

Poco a poco, el contenedor de la chica se va resquebrajando hasta que finalmente se rompe. La chica con apariencia 7 años enloquece apenas despierta por completo, y con una fuerza descomunal lanza a varios científicos contra la pared y los equipos de cómputo, acabando con sus vidas casi al instante. Un último científico se encontraba sentado en el suelo, temblando de terror por la escena que estaba presenciando. La chica se acercaba lentamente a él, y el científico gritaba por piedad diciendo.

- ¡Por favor, no me mates… Haré lo que quieras! -

- ¡Maldito insecto! - dice furiosa la chica. - Este cuerpo es muy débil, no puedo manifestar el 100% de mi poder. Sin duda ustedes los humanos no sirven para nada. Además, además… - La chica empieza a retorcerse de dolor y grita con ira. - ¡Maldito humano! -

- ¡NOOOOOO! - gritaba el científico con desesperación.

La chica mata sin piedad al hombre. Luego, sale del laboratorio corriendo mientras un equipo de seguridad trata de detenerla sin éxito, hasta que se encuentra una mujer enmascarada que sostenía un cañón láser. La chica entonces invoca una enorme espada oscura, pero al intentar usarla, la mujer enmascarada dispara rápidamente su arma, y su disparo impacta directamente a la chica con tal potencia, que también hace un agujero en la nave. La chica cae inconsciente desde la nave hasta caer un gran lago, mientras poco a poco era tragada por su profundidad. La espada que tenía en la mano cae con fuerza en la orilla del lago, al punto de quedar enterrada casi por completo.

Nueve años después, en un pueblo oculto entre las montañas, alejado del bullicio de la ciudad, rodeado de una hermosa naturaleza y con un enorme lago cristalino cuya agua pura se podía beber, vivía una humilde pero próspera familia. Su hijo, acaba de cumplir los 18 años, y estaba esperando esta edad para poder hacerse independiente y así poder vivir en la gran ciudad para tener una vida mejor. La familia, estaba pasando un buen momento en convivencia, y quizás pensaban que, una vez que su hijo estuviera estable económicamente, pudieran visitarlo para saber si está bien. Sin embargo, ni esa familia ni el pueblo entero sabían lo que en realidad estaba pasando más allá de la zona en la que vivían, y eran afortunados de vivir aislados de la civilización.

Tras terminar de comer, el jóven llamado Ouryuu sale de su casa para caminar un rato y sentir la suave y agradable brisa del lago. Además, ver el sol escondiéndose entre las montañas del horizonte era siempre una vista espectacular. Sin embargo, al desviar un poco la vista, el joven logra divisar algo que brillaba por el reflejo de la luz del atardecer, así que se acerca curioso para ver qué era. Parecía ser una mujer o algo así, pero no podía distinguirla bien ya que todo su cuerpo brillaba con el reflejo del sol, y solo se quedaba quieta, contemplando el lago, y mirando el atardecer.

Tratando de tapar el sol con una mano para ver mejor, Ouryuu finalmente pudo ver la figura de esa chica, pero parecía estar flotando. Es como si no pareciera ser de este mundo. Ouryuu se queda inmóvil por alguna extraña razón, la chica había volteado para verlo con una sonrisa, poco a poco se acerca hacia él sin dejar de mirarlo fijamente con esos ojos del mismo color que el atardecer. De pronto, el chico logra ver como extiende su mano aquella hermosa figura, y él inconscientemente no pudo evitar hacer lo mismo, como si su cuerpo no reaccionara a sus pensamientos. En el momento en que sus dedos se tocaron, Ouryuu empieza a notar como si su cuerpo estuviera ardiendo en fiebre, cayendo fulminado sobre sus rodillas sofocado y solo podía escuchar la intimidante voz de aquella mujer antes de colapsar y caer desmayado.

- Juntos acabaremos con todos estos insignificantes humanos. -

Tras eso, hubo un momento de silencio, y después la calma. Pasaron tres días después de aquel extraño acontecimiento, y de pronto, durante la madrugada, Ouryuu despierta en la cama de su cuarto, asustado, confundido y con un fuerte dolor de cabeza y mareos. Tras levantarse de la cama, el joven aún seguía con fuertes mareos y se sostenía de la pared como podía. Al llegar al comedor y tomar medicamentos para el dolor de cabeza, se queda extrañado al ver que las cosas seguían en su lugar después de que celebró su cumpleaños con sus padres. Poco a poco, empieza a preocuparse, al ver que la ropa de trabajo de su padre seguía colgada en su armario, al igual que el traje de oficina de su madre. Nervioso, empieza a llamar a sus padres. Primero intenta llamar a su madre, y el teléfono suena, pero no contesta nadie. Después de varios intentos fallidos, intenta con el de su padre, pero el resultado fue el mismo. Ouryuu empieza a preocuparse cada vez más por sus padres, y al salir de su casa, apenas estaba amaneciendo, pero había algo extraño. Ouryuu se da cuenta de que no había nadie en el pueblo, cuando en las mañanas siempre había actividad. Ya sea que los adultos iban a sus trabajos y los niños estén jugando cerca del lago, en esta ocasión no había nadie, como si todos hubieran desaparecido de pronto.

- ¿Qué fue lo que pasó aquí? ¿Por qué no hay nadie? ¿Y por qué soy el único que quedó en el pueblo? - esas y más preguntas rondaban en la cabeza de Ouryuu, mientras se quedaba inmóvil, contemplando el lago.

No obstante, Ouryuu regresa a su casa, toma su teléfono, su cargador y cierra con llave la casa, dejando dicha llave debajo de una maceta, por si sus padres regresaban. Antes de irse del pueblo para buscar a sus padres, Ouryuu decidió explorarlo para ver si había alguien además de él para que lo lleve a la ciudad, ya que él no sabía conducir. El chico se preocupaba cada vez más cuando inspeccionaba cada casa y ningún vecino salía a atender. Sin embargo, antes de inspeccionar las dos últimas casas, logra ver a alguien a lo lejos que caminaba lentamente y sin rumbo aparente, hacia el norte, así que Ouryuu rápidamente va corriendo hacia esa persona, y mientras iba en camino, pensaba.

-¡Al fin! ¡Alguien más está aquí después de todo! Le preguntaré sobre qué fue lo que pasó y también sobre dónde están los demás. -

Ouryuu estaba esperanzado de haber encontrado a alguien, sin embargo, cada vez que se acercaba a esa persona, el chico empezó a notar cosas extrañas. Para empezar, esa persona estaba caminando de una forma muy extraña, y no parecía como si fuera una persona normal ya que estaba ligeramente encorvada y con la cabeza ligeramente hacia abajo. Una vez que estaba cerca de esa persona, Ouryuu trataba de hablarle, pero no había respuesta. Tras varios segundos, esa persona voltea y Ouryuu se lleva un fuerte susto al ver que en realidad se trataba de un zombie.

Apenas volteó, el zombie empieza a atacarlo, abalanzándose hacia él para herirlo, a duras penas logró esquivar su ataque. Rápidamente, Ouryuu empieza a correr de vuelta a su pueblo, para buscar algo para defenderse. Ya sea una pala, un martillo o lo que sea, necesitaba defenderse para sobrevivir.

-Al menos es uno. - pensaba Ouryuu mientras corría. - Pero… ¿Y si esa cosa atacó a los vecinos? Debería inspeccionar las casas que quedan, por si alguien se había refugiado. -

Ouryuu empieza a gritar por auxilio cuando se estaba acercando al pueblo, pero fue el peor error que había cometido, porque el ruido atrajo a otros zombies que estaban cerca del pueblo.

-¡¿Qué demonios pasó aquí?! ¡¿Por qué de repente aparecí en un escenario de un apocalipsis zombie?! - se preguntaba mientras trataba de huir.

En eso, Ouryuu se encuentra tirada en el suelo una larga cadena de acero que era de uno de los vecinos con la que amarraba su motocicleta. Lamentablemente, ésta no estaba, por lo que no le quedó de otra que defenderse con la única arma que encontró, que era esta cadena. Tras amarrarla en su brazo derecho para sujetarla con fuerza, Ouryuu usa la cadena como un látigo y así alejar a los zombies mientras seguía escapando de ellos.

Tras varios minutos tratando de escapar o luchar contra los zombies, Ouryuu se estaba empezando a cansar, pero no podía siquiera sentarse porque en cualquier momento lo podían alcanzar, por lo que no le quedaba de otra que seguir luchando. Sin embargo, de la nada aparecieron una especie de criaturas extrañas y con fuertes armaduras, pero no parecía que atacaban a los zombies, sino que peleaban juntos.

Había de todos los tamaños y formas, y poco a poco lo estaban rodeando. Ouryuu estaba perdido, y no sabía qué hacer, así que solo le tocaba esperar su inminente final, o eso pensaba él, cuando de repente aparece un rayo de luz que cayó frente al chico, haciendo que cayera al suelo de un sentón, y al desvanecerse la luz, apareció una hermosa chica.

Ouryuu quedó impactado al ver semejante belleza. Su escultural figura única, su peculiar armadura rosa con negro, ese brillante cabello azul noche y un par de hermosos ojos del mismo color, y su imponente espada con la que podría intimidar a cualquiera, hicieron que no pudiera moverse o reaccionar ante la hermosa chica que apareció frente a él. De pronto, escuchó su voz diciendo.

- ¿Estás bien? Déjame ayudarte a levantarte. -

La misteriosa chica ayudó a Ouryuu a levantarse del suelo y menciona.

- Eres valiente al tratar de defenderte solo contra estos monstruos, pero ahora yo me encargaré de… -

- ¡Cuidado! - grita Ouryuu rápidamente, interrumpiendo a la chica, al ver que uno de esos zombies estaba a punto de atacarla.

De pronto, Ouryuu siente que todo a su alrededor se había vuelto en cámara lenta, porque pudo tomar a la chica de los hombros y se lanzaron a un lado, para esquivar el ataque, cayendo al suelo. Aún así, ese zombie alcanzó a darle un fuerte zarpazo a Ouryuu, haciendo que sangre del brazo izquierdo. La misteriosa chica menciona.

- Vaya… posees reflejos muy rápidos para ser un civil. Gracias por salvarme, pero ahora me encargaré de esto. -

Al ayudar a la chica a levantarse, ella preparó su espada y se dispuso a atacar a esas cosas. En eso, Ouryuu escuchó unos ruidos detrás de él y al voltear pudo ver que unos zombies estaban por atacarlos, así que el chico usó la cadena que tenía en la mano para tratar de detenerlos, a pesar de que seguía herido por el ataque anterior. Logró derribar a un par de ellos pero habían otros cuatro que resistían los golpes. Aún así, él tenía que seguir luchando para evitar que una de esas cosas lo atrape. De pronto, uno de esos zombies detiene bruscamente la cadena y los otros tres se acercan lentamente, cuando en eso escucha la voz de la chica que lo salvó momentos atrás y grita.

- ¡Al suelo! ¡Yo me encargo de ésto! -

Rápidamente, la chica le corta el brazo al zombie que tenía sostenida la cadena y enseguida acaba con los seis que estaban ahí. Cuando todo había terminado y las cosas estaban en calma, la chica se acerca y menciona.

- ¡Vaya! Eres muy valiente para enfrentarte solo contra estas cosas. Y discúlpame por llegar tarde. Me llamo Mei. -

Mei extiende su mano y Ouryuu la tomó, correspondiendo el saludo.

- Yo me llamo Ouryuu, y aún se me hace difícil de creer que todo esto haya pasado. -

De pronto, se escucha un leve sonido de alarma, y Mei levanta su brazo izquierdo para encender un dispositivo que tenía, pero antes de contestar, le dijo a Ouryuu.

- Discúlpame por un momento. Necesito atender una llamada. -

- No te preocupes. Vé a atender. - responde el chico.

Mei se aleja un poco y empieza a hablar con una mujer. Es posible sea su líder o una persona muy importante ya que se dirigía a ésta con mucho respeto. Tras varios minutos hablando, Mei apaga su comunicación y se acerca al chico, diciendo.

- Escucha. Mi superior me pidió que te lleve conmigo a la base porque necesitan hacerte unas preguntas y a resguardarte de estas cosas para que así estés a salvo. -

- Pero… ¿Y mi familia? - pregunta Ouryuu. - No puedo irme sin mis padres porque… -

En eso, Mei toca el hombro derecho de Ouryuu y con una expresión de preocupación menciona.

- Chico… lamento informarte que mis sensores no detectan ninguna señal de vida a kilómetros de distancia. Los dispositivos que usamos detectan cualquier señal de vida en un radio de 10 kilómetros, y es por eso que te encontramos. Creo que… tus padres ya fueron infectados. -

- ¡No puede ser! ¡Ellos estaban en la ciudad en sus trabajos cuando todo esto pasó! -

- No sé por qué no te habías dado cuenta pero, tanto este pueblo como la ciudad que está a un par de kilómetros de aquí, quedaron bajo el ataque de estos zombies y de las bestias Honkai desde hace tres días. -

Ouryuu no podía creerlo. Se quedó en shock al saber que se quedó inconsciente por tres días enteros antes de que todo esto pase. Con algo de miedo, le preguntó a Mei.

- ¿Y… cómo fue que empezó todo esto? ¿Qué fue lo que pasó para que el pueblo y la ciudad que estaba cerca quedaran a merced de estas cosas? -

- Me gustaría responder esas preguntas, pero es información clasificada que solo mi superior puede proporcionarte si ella misma lo autoriza. Quizás, después de que te hagan las preguntas, tú puedes preguntar también sobre lo que pasó y, si tienes suerte, mi superior te explicará todo. -

- Entonces vamos. Me gustaría saber lo que pasó. -

- Está bien. Voy a preparar el teletransporte para los dos. -

Antes de irse, Ouryuu pudo alcanzar a ver algo que brillaba en la orilla del lago, pero quizás sea el reflejo del sol, así que no le dió importancia, sin saber que, en realidad, había algo brillante y metálico enterrado en casi su totalidad. Mei levanta su brazo izquierdo y usa el mismo aparato con el que estaba hablando minutos atrás, cuando en eso le dice que le dé la mano para transportarse a la base donde se encontraba la jefa de Mei. Cuando el chico tomó la suave mano de Mei, una brillante luz azul los rodeó y al intensificarse más, quedó ciego por un par de segundos debido a la luz, y al recuperar la vista, aparecieron en lo que sería una enorme sala con muchos aparatos y una estructura metálica que Ouryuu nunca había visto. Al darse la vuelta, quedó impresionado al ver que, a través de una enorme ventana, ¡Estaban volando sobre las nubes! Entonces… ¡Ésta base es un nave! A Ouryuu se le hizo difícil de creer porque parecía que estaba en una especie de película de fantasía o de ciencia ficción. En eso, al voltear hacia donde estaba Mei, se acercó a una mujer pelirroja que era muy atractiva y menciona.

- Menos mal que al menos salvamos a uno. Este chico tuvo mucha suerte de haber sobrevivido todo ese tiempo. -

- ¿Y por qué no me había enviado antes? - pregunta Mei.

- Tenía que verificar algo, pero afortunadamente todo salió bien. Aún así, debemos revisarlo. No sé si te diste cuenta pero, el chico tiene una herida en el brazo izquierdo. -

Después de eso, la mujer pelirroja se acerca al chico y menciona.

- Mucho gusto. Mi nombre es Himeko Murata y soy la capitana de esta nave. -

- El gusto es mío, y gracias por rescatarme. - responde el joven mientras se dan un estrechón de manos. - Me llamo Ouryuu y me gustaría saber sobre qué fue lo que pasó con mi pueblo y la ciudad que estaba cerca. -

- Solo voy a responder esas dudas cuando respondas a las mías, ¿De acuerdo? -

- Está bien. -

- No te preocupes. Solo serán preguntas de rutina. Después de todo, estuviste allá afuera luchando contra esas cosas sin ninguna protección más que esa cadena que tenías enredada en el brazo. Dime, ¿Tienes algún síntoma de la herida que te hicieron? ¿Puedes ver, tienes dificultad para respirar, sientes alguna infección de los sistemas de órganos o te sientes con mucha fatiga? ¿Por cuánto tiempo estuviste luchando hasta que te rescatamos? -

- Si ese es el caso, actualmente estoy bien y no había sentido hasta ahora la herida, afortunadamente. No sé cuánto tiempo estuve tratando de escapar y defenderme de esas cosas ya que, desde que me levanté de mi cama y salí de mi casa, el pueblo había sido afectado y los vecinos se habían convertido en zombies. Aparte, se me hace extraño que yo sea el único sobreviviente y no tenga ningún síntoma de lo que sea que haya convertido a las personas en esos monstruos. -

- Ya veo. Aún así, necesito que vayas a nuestro laboratorio para que te realicen unos estudios para así confirmar si tienes o no algún síntoma. -

- Está bien, pero antes de eso me gustaría saber unas cuantas cosas. ¿Dónde estamos? ¿Quién era la chica que me rescató? ¿Qué fue lo que pasó para que las personas del pueblo se hayan convertido en zombies? ¿Y qué eran esas cosas que parecían robots? -

- De acuerdo. Responderé tus dudas. Ahora mismo, estamos en la nave Hyperion. Hyperion es un vehículo de clase Battleship propiedad de la Armada del Schicksal. Estamos volando ahora mismo a 3000 metros de altura. Observa la pantalla. -

La capitana Himeko enciende una pantalla que aparece detrás de ella y se muestra la imagen de una gigantesca nave que estaba atravesando las nubes. Después de eso, ella siguió hablando.

- La chica que te rescató se llama Mei Raiden. Mei es miembro de mi equipo de asalto. Todavía tiene un corazón blando a pesar de su apariencia ruda, pero a menudo levanta la guardia cuando la gente se acerca. Le encanta cocinar, y te recomiendo que pruebes sus platillos. No te arrepentirás. -

- ¡Capitana! - interrumpe Mei mientras se sonrojaba. - ¡Me está haciendo quedar mal ante la persona que rescaté! -

- ¡Pues estoy diciendo la verdad! - contesta Himeko, para luego dirigirse a Ouryuu, diciendo. - En fin, como te estaba diciendo, ella, al igual que el resto de chicas que verás aquí en la nave, son humanas genéticamente modificadas, conocidas como Valkirias. Las Valkirias son poderosas guerreras de Schicksal que tienen una alta resistencia al Honkai. Debido a la exposición constante a la energía volátil de Honkai, muchas Valkirias corren el riesgo de perder la vida no solo en la batalla, sino también debido a la posible infección de Honkai, que es un fenómeno cuando un humano con adaptabilidad leve es corrompido por el Honkai y se convierte en un zombi, buscando sin pensar destruir a la humanidad. -

- Ya veo… -

- Y sobre tu pueblo, lamento decirte que ha caído a manos de las bestias Honkai, que son esos "robots" que preguntabas y los que te atacaron. La enfermedad de Honkai es una de las muchas formas en que los Honkai se manifiestan en sus esfuerzos por destruir a la humanidad. Afortunadamente, logramos rescatarte a tiempo, y necesitamos confirmar si no estás infectado debido a la herida en tu brazo. -

- Creo… que entiendo lo que me trata de decir. Y se me hace difícil de creer que todo esto haya pasado de la noche a la mañana. -

- No te sorprendas tanto, porque el Honkai ha estado aquí desde hace mucho tiempo. -

- ¿En serio? - preguntó Ouryuu sorprendido.

- Si. Quizás tu pueblo sea de los últimos en caer, pero desafortunadamente sí. La infección ha estado presente desde hace mucho tiempo. Por eso, necesitamos hacerte unos estudios, para verificar que no estés infectado, y veremos qué haremos contigo. -

- Está bien… - Dijo nervioso.

- No te preocupes. Si algo sucede, yo me encargaré de todo. - luego de eso, voltea hacia la derecha y se dirige a una chica, diciendo. - Bronya, lleva al joven al laboratorio. Me comunicaré con el personal para que le realicen unos estudios. -

Tras eso, una chica de cabello gris claro y de baja estatura se acerca y responde.

- De acuerdo. Yo me encargo. -

Y así, la chica llamada Bronya y Ouryuu se dirigieron al laboratorio. Parece que ella es del tipo reservada y callada porque no dijo nada en todo el camino, así que el chico solo la siguió sin decir ni preguntar nada. Una vez que llegaron al laboratorio, Bronya le indicó que entre porque el personal lo estaba esperando. Una vez adentro, y tras dejar sus cosas que tenía en los bolsillos, revisaron su herida para ver si estaba infectada, y sorprendentemente, ésta se había cerrado por completo, dejando solo la mancha de sangre en su brazo, pero aún así, uno de los doctores sacó algo de esa sangre seca que le quedó para sus estudios. Después le pidieron que entre a una especie de caja metálica que decían que servía para descontaminar a una persona, y al entrar, la sellaron con un cristal reforzado. De pronto, un chorro de vapor llenó la cámara y rápidamente, Ouryuu usó sus manos para enjuagarse la cara y los brazos con la humedad. Un par de minutos después, salió de la cámara y le dieron un cambio de ropa, que eran una playera y un pantalón de color blanco. Tras cambiarse de ropa, llevaron a Ouryuu a una sala en donde le hicieron varios estudios, desde que revisaron su garganta con un abatelenguas, después le revisaron el pulso, le tomaron la presión, lo subieron a una báscula para tomar su peso y estatura, entre otras cosas.

Luego de eso, los médicos llevaron a Ouryuu a otra sala en donde le hicieron exámenes de la vista y el oído. Sin embargo, los doctores notaron algo extraño. En el examen de la vista, el joven podía ver con claridad las letras más pequeñas, y en el examen del oído podía escuchar los sonidos más bajos y agudos posibles. Después de eso, llevaron a Ouryuu a otra sala para hacerle análisis de sangre, y tras sacar tres muestras, lo llevaron a otra sala, en donde había un gran aparato. Uno de los doctores le pidió al chico que se suba a la camilla porque iban a escanear su cerebro. Era la última fase de los análisis. Tras varios minutos estando dentro de esa cámara, lo sacaron y le pidieron que espere afuera mientras hacían los estudios, afirmando que no tardarían mucho ya que su tecnología era superior al punto de que podrían tener los resultados muy rápido. Mientras tanto, uno de los doctores lo acompañó a la sala porque le iba a hacer un examen psicológico para verificar sobre qué tal estaba su memoria. El doctor le hizo varias preguntas básicas, y después unas más complejas, pero lo que no podía responder era sobre si reconocía o no a esas bestias porque no recordaba nada de eso, o al menos hasta donde él sabía, porque aseguraba que recuerda si habían más ataques así, debido a que no tenían televisión y sus padres solo ponían la radio de vez en cuando, pero aún así no recuerda ninguna noticia sobre los ataques de esas bestias o sobre la enfermedad en sí. Al terminar, el doctor le pidió que esté en la sala de espera.

Una vez afuera, en la sala de espera, había una bandeja en una de las sillas y había una nota encima. Ouryuu se acerca y al tomarla, la nota decía.

Aquí tienes un suplemento alimenticio para que recuperes fuerzas después de realizar esos estudios.

-Bronya.

Al abrir la bandeja, Ouryuu se llevó la sorpresa de que eran raciones médicas que se ocupan en los hospitales, así que rápidamente se sentó a comer ya que se estaba muriendo de hambre. Media hora después de comer, se quedó esperando en la sala, hasta que dos horas después, escuchó un mensaje a través de los altavoces.

Señorita Himeko Murata, favor de presentarse en el laboratorio. Asunto urgente. Repito…

Al escuchar eso, Ouryuu empieza a sentirse algo nervioso, esperando que no sean malas noticias. Un par de minutos después, llega Himeko a la sala de espera, se acerca a él y menciona.

- Tranquilo. Todo estará bien. Yo me encargo desde aquí. -

Después de eso, Himeko entra al laboratorio, y Ouryuu cierra sus ojos por el nerviosismo. Sin embargo, y por alguna extraña razón, empezó a escuchar la conversación entre Himeko y uno de los científicos del laboratorio, a pesar de que sus voces se escuchaban muy lejos. Himeko pregunta en tono serio.

- Necesito sus resultados sin tanto rodeo. -

- Bueno… - respondió nervioso el científico. - Es difícil de explicar pero, este joven no presenta ningún síntoma de la infección Honkai. Es más, ¡Está más sano que nunca! -

Al escuchar esas palabras, el chico podía respirar aliviado, sabiendo que está bien. Sin embargo, el científico continúa diciendo.

- Además, los resultados de los exámenes de la vista y el oído indican que sus sentidos están por encima del promedio. Su vista puede hacer que alcance una distancia de 100 metros aproximadamente, y su sentido del oído es tan agudo que puede percibir hasta los sonidos y vibraciones más bajas. Aparte de eso, tras revisar su herida, nos dimos cuenta de que ésta ya había cerrado por completo y solo quedaba una mancha de sangre seca. -

- Entiendo. -

- Sin embargo, encontramos una anomalía en su escáner cerebral. Parece ser que su memoria ha sido afectada, y ciertos recuerdos han desaparecido. -

En eso, Himeko guarda silencio por un momento y menciona.

- Ya veo. Quizás se deba a que estuvo en contacto con una de "esas" entidades. -

- ¿A qué se refiere, señorita Himeko? -

Himeko no respondió a su pregunta, y en cambio dijo.

- ¿Y bien? ¿Encontraron la causa de esa anomalía en su memoria? -

- No lo sabemos con exactitud, pero parece ser como si sus memorias hubieran sido manipuladas. Hicimos un examen psicológico y llegamos a la conclusión de que, probablemente, sus recuerdos hayan sido manipulados, porque recuerda todo, excepto lo del Honkai y los ataques que ha habido en el mundo. -

- Ya veo. ¿Algo más que lograron encontrar? -

- Por ahora es todo, pero la pregunta es, ¿Qué haremos con él? -

- De eso yo me encargo. He pensado en una solución ante la situación actual. -

- De acuerdo. Entonces aquí tiene los resultados del joven. -

Al dejar de escuchar la conversación, Ouryuu escucha los pasos de Himeko que se acercaba a la puerta, así que decidió aparentar que no escuchó nada, y que ella le explique la situación. Una vez que salió del laboratorio, Himeko se sienta a su lado y menciona.

- Disculpa la tardanza. Aquí tengo los resultados de tus exámenes del laboratorio, y me indican que tu salud es estable. Estuve pensando en qué vamos a hacer contigo, y se me ocurre una cosa. -

- ¿De qué se trata? - pregunta el joven nervioso.

- Tranquilo. Mi propuesta te encantará. Voy a incorporarte en la Saint Freya's Academy, para que puedas trabajar para nosotros. De hecho, me puse en contacto con la actual directora y dijo que te aceptaría si saldrías bien en los exámenes. -

- ¿Y qué tengo que hacer cuando llegue a esa academia? -

- Eso te lo explicarán cuando vayas para allá. Pero antes de eso, le enviaré una copia de tus resultados a la directora para que lo agregue a tu expediente. No tendrás problema si te enviamos a la academia, ¿Verdad? Después de todo, no tienes otra opción. -

Himeko tenía razón. Este fenómeno del Honkai está desde hace mucho tiempo, y él fue muy afortunado de ser el único sobreviviente de su pueblo, así que aceptó, a pesar de que aún tenía dudas sobre si debería aceptar esa propuesta, y sobre lo que escuchó en la sala médica, pero no tenía opción. Era ésto o morir a manos de esas bestias.

- Sabia decisión. - responde Himeko al escuchar a Ouryuu que aceptó su propuesta. - Estoy segura de que no te arrepentirás. Ahora, le pediré a uno de los técnicos que te dé ropa nueva, y cuando llegues a la academia, te darán un uniforme oficial. -

- De acuerdo. - responde el chico.