Fanfic Flufftober

Ship: Masquerade X OC

Hola mi querida gentecita de FanFiction (aunque sean poquitos los lectores)

Esta idea se me ocurrió por una página de Facebook llamada "es de fanfics" que hizo está modalidad de escritura en One-Shot, PEEERO yo no tenía ideas en su momento, así que lo escribo apenas, pero quise hacer algo lindo con esta temática y con los temas que debe cubrir según el día o la idea, al final del fanfic les digo cuál elegí.

En fin, este fanfic es de este personaje x rayita-chan en pocas palabras, procuraré no poner descripción del personaje femenino porque no todas somos iguales, no tenemos el mismo color de cabello, tono de piel o características iguales, pero si fallo en alguno de esos detalles, espero me sepan perdonar x.x

Yo tengo un crush muy fuerte con este personaje, pero quisiera hacerlo más dinámico para sus fangirls, así que espero les guste y que disfruten de la lectura.

A leer

Disclamer: ni Bakugan ni sus personajes me pertenecen, ese fanfic se hace sin ánimos de ofender o de lucro, es solo para mero entretenimiento de los lectores y de la escritora en sí.

Sugerencia: de preferencia léanlo de noche, para entrar en ambiente, si quieren x'3 sino, tambien asi esta bien.

Que lo disfruten n.n)/


OC Pov

Estaba esperando pacientemente a su llegada, sentada en una silla frente a una mesa vacía en una gran habitación, mientras el atardecer brillaba por la ventana, pintando aquel cuarto enorme de un tono rojizo cálido y agradable.

Era curioso... apenas me había dado cuenta de lo enorme que era esa casa... Y lo solitaria que era.

Seguramente mi maestro lo prefería así, era un sujeto elocuente, listo, irradiaba poder por sí mismo... pero era tan... solitario.

¿Porque me había unido a él? Después de todo, planeaba destruir el mundo en el que habitábamos, acabar con los Bakugan, acabar con los humanos, con todo lo que conocíamos como equilibrio o como algo normal, pero... algo en él me hacía inevitable sentir que lo seguiría hasta el fin del mundo.

Había sido por decisión propia, claro que sí, a diferencia de Klaus, Chan Lee, y de los demás que habían sido manipulados, yo lo hacía porque quería estar con él, porque quería apoyarlo y seguirlo, aunque me costará la vida... quizás es por eso que me dejaba estar ahí, y no me había mandado a mi o a mi Bakugan a la dimensión de la perdición... o quién sabe.

El cielo estaba oscureciendo, y admito que ya estaba algo aburrida de esperar, es decir, había hecho un par de cosas en la tarde en la cocina, pero ya había terminado en general. Cuando de pronto un brillo rectangular apareció en medio de la sala, era mi maestro, me levanté y me acerqué con prudencia hasta que el cuadro a su alrededor se esfumó como una luz que se dispersa, y salía de ella mi maestro de cuerpo presente.

- bienvenido de vuelta, maestro - me incliné en una reverencia para recibirlo, aunque lo único que recibí fue un resoplido exhausto, de alguien que está más que frustrado - ¿Le fue... bien con el amo Naga? - pregunté, esperando una respuesta con más... palabras.

- Por desgracia... No - contesto de mal humor, mientras se dirigía hacia afuera del cuarto y yo iba tras él - Hydranoid ha alcanzado la evolución deseada, pero por desgracia, el Bakugan de Dan también ha evolucionado, y el amo Naga no está nada contento de que nuestros enemigos se hagan también poderosos... demanda que se le mandé a la dimensión de la perdición lo antes posible... si no... -

Mientras lo escuchaba, subíamos las escaleras de la casa, mientras notaba en su voz frustración y agotamiento, era un ser fuerte y duro que, en tan solo un par de días, había alcanzado el puesto No. 1 del ranking de campeones, era el mejor sin duda, aunque lo hiciera por algo más allá que solo un simple número en un tablero, no, el ambicionaba más que solo eso, pero... hasta alguien como él necesitaba descansar.

Había tenido oportunidad de hablar en el pasado con Hydra, su Bakugan compañero y el Bakugan más fuerte existente del momento, y me había dicho que su maestro (ambos sentíamos respeto y veneración por él) no había descansado bien en todo ese tiempo, era recio y testarudo a veces también, no era un fastidio como tal, pero estaba dispuesto a sacrificar su descanso, e incluso a veces su alimentación para cumplir los deseos del amo Naga, y eso preocupaba a Hydra... y a mí también.

Caminamos hasta su cuarto en la parte de arriba, mientras me quedaba en la entrada reverencialmente, no es que fuera sumisa, pero el respeto hacia él me hacía ser respetuosa ante su espacio personal... aunque mi mente gritara otra cosa, claro está, aunque mis ideas se desvanecieron cuando escuché su voz, no sin soltar un suspiro de cansancio antes de parte de él.

- Retare a Dan a una batalla esta noche, así cumpliré las expectativas del amo Naga y podrá hacerse del núcleo infinito -

- Pero, maestro - mencioné, preocupada - Apenas Hydra evolucionó está misma tarde, ¿no debería tomar un descanso por lo menos? No ha parado de pelear incansablemente -

Por supuesto que esperaba una reprensión de su parte, mi maestro odiaba que lo tratara de débil o me preocupara de más por él, pero... solo recibí un gruñido esta vez mientras se sentaba en la cama, mientras se sujetaba la cabeza con ambas manos mirando hacia el suelo, o lo que al menos parecía mirar al suelo, pues no sabía a ciencia cierta hacia donde miraban sus ojos (admito con culpa que ese lado misterioso suyo me atraía también).

No decía nada, pero podía sentir el combate interno que estaba teniendo, era su mente fuerte y decidida contra el cansancio de su cuerpo, nunca lo habría admitido abiertamente, pero parte de él estaba de acuerdo en tomar al menos un descanso, pero su orgullo y su hambre de poder eran quizás más grandes... aunque me pregunté si también tendría hambre de talvez un sándwich.

- con permiso - dije, antes de entrar y de sentarme a su lado con suavidad.

Podía escuchar la frustración en su respiración, su cansancio... ¿Qué tan cansado estaría?

Me atreví a jugármela con algo osado y quizás demasiado atrevido para que se me concediera.

- ¿Maestro? - me atreví a decir - ¿Puedo pedirle algo? -

- ¿Qué quieres? - me dijo, pero no en tono de irá, sino como algo que le pesará, como si le doliera añadir algo más a su lista de pendientes, pero que estaba dispuesto a escuchar.

- solo me preguntaba si... bueno... - debía ser valiente, él no hubiera dudado en pedirme lo que sea, y yo no hubiera dudado en cumplir cualquier cosa que él me pidiera, incluso si fuera el saltar hacia un precipicio... bueno, más o menos - ¿Me podría permitir, acariciar su cabello? -

- ¿Que? - volteo a verme, con una expresión que podría apostar era confundida, como si creyera haberme escuchado mal.

Yo n sabía que inventarme ahora, mucho menos cuando se dirigía directamente a mí, incluso sentí como un ligero sonrojo se apoderó de mi cara.

- Bueno... yo... - intente inventar algo coherente... Pero solo se me ocurrió una tontería - Yo... siempre eh sentido curiosidad por su cabello (cosa que no era del todo falso) y, si es que ha de estar tan ocupado siempre... pues... y si es que me permite la oportunidad, yo quisiera... - ni siquiera sentía que algo coherente salía de mi boca, y si era frente a la persona que más admiraba, eso hacia la situación peor para mí.

Sin embargo, creo que estaba tan estresado, y tan lleno de cosas en la cabeza, que fue como la menor cosa que le hayan pedido en demasiado tiempo que solo volteó hacia el frente, mientras intentaba acomodar sus planes y movimientos a futuro dentro de su mente.

- haz lo que quieras - comento con cierto desinterés, pues tenía cosas más graves en qué pensar, aunque su respuesta me hizo dar un salto en el corazón, tenía su consentimiento, aunque fuera algo sin importancia para él.

Acerque mi mano con cautela, no quería parecer desesperada, pues era en gran parte verdad que anhelaba acariciar su cabello desde hace muchísimo tiempo, pero quería ser gentil... quizás, solo quizás...

Metí mis dedos por parte de la nuca, su cabello era suave y cálido, era tan abundante que dude poder tocar su piel directamente, alcancé a hacer movimientos suaves, como si buscará rascar por dentro, pero con gentileza, escuché un suspiro de su parte que me hizo retroceder un poco, pero no dijo nada, solo respiraba, mirando hacia el frente, por lo cual, continúe metiendo un poco más mis dedos y acariciando en círculos la parte de su cabeza, no quería jalar su cabello por accidente, aunque su cabello era tan suave y tan bien peinado que parecía aquello imposible, aunque eh aprendido por experiencia que eso podría ser una trampa de parte del cabello si te confías demasiado.

Sin embargo, se deslizaba con facilidad entre mis dedos, entre caricia y cepillado entre mis dedos, era tan agradable para mí que apenas note por la ventana que el sol ya se había ocultado, y que el cielo estaba más oscuro, sin embargo mi mano levantada empezaba a dolerme por la falta de sangre, pero no quería parar, cuando note que su cabeza se inclinaba ligeramente hacia mi mano cuando la apartaba, como si él tampoco quisiera que me detuviera... entonces me atreví a algo osado de mi parte.

- ¿maestro? - pregunté en voz baja, cuando parecía despertar ligeramente de una ensoñación que le había dado, solo hizo un ruido, como preguntando que sucedía, pero atento a escuchar - ¿podría recargar su cabeza en mis piernas?, Es que mi brazo está cansado, pero... ¿solo como un favor? -

Note que parecía dudar, como si algo de aquello no fuera normal o usual, y sin embargo...

- Está bien - respondió - pero si haces algo sospechoso, o le dices a alguien, no dudaré en enviarte a la dimensión de la perdición -

No pude evitar sonreír en señal de aprobación, tampoco era como que quisiera hacerle algo malo.

Me acomode lo mejor posible, mientras él se acomodó un momento en la cama, aunque sin quitarse los zapatos, y recostó su cabeza en mi regazo, era más ligera de lo que podría creer, pero apenas puse una mano en su cabeza, acariciando, cayó un poco más su peso, como si se relajara poco a poco.

¿Acaso estaría cerrando los ojos bajo su máscara? No lo sabía, solo vi sus manos entrelazadas en su pecho, quizás planeando como retar a Dan, quizás como complacer al fin a ese dragón blanco que en secreto yo odiaba por manipular y manejar a esta hermosa criatura frente a mi como a un esclavo, quien lo sabe...

Acaricié su cabello como se puede acariciar un gato con suavidad y gentileza, hasta que metí mis dedos entre su cabello rubio y esponjoso, suave y tan precioso, que, aunque retará las leyes de la gravedad igual me gustaba cada mechón de ese hermoso cabello, acicalándolo suavemente hacia atrás, esperando que así lograra relajarlo un poco, o que dejara de creer que lo atacaría apenas...

De pronto, sus labios se abrieron, pero de su boca no salió ninguna palabra, sin embargo, su respiración se hizo acompasada y pesada, como si su cuerpo solo supiera respirar... se había quedado dormido.

En verdad estaba tan exhausto que se había quedado dormido mientras lo acariciaba, eso solo me hizo sonrojarme, pero alegrarme, pues sabía lo mucho que necesitaba descansar y sentirse tranquilo.

Sus manos habían caído a cada lado de su cuerpo, y su cabeza estaba de lado, como si estuviera mirando hacia mí, con mi mano acariciaba con suavidad, mientras con la otra, sin intención de algo morboso o sucio, empecé a desabotonar su gabardina, a veces la creía tan apretada y pegada a su cuerpo que pensé que lo estaría aprisionando, por suerte, estaban cerca de su pecho y no tuve que moverme demasiado para apartarla.

Por suerte, no despertó, pero vi como respiro hondo, como su por fin tuviera una buena bocanada de aire y vi como su pecho subía y bajaba con calma, era tan delgado, lucia frágil y vulnerable, ¿Que había sido lo último que había comido? Ni siquiera yo lo sabía.

(¿Finjamos que aquí no usa su pechero que usa en la serie, ok? Porfis ;_; finjamos que aquí si es hombre, por favor)

Me detenía por momentos de acariciarlo, y podría jurar que soltó un gruñido entre sueños, como si no quisiera que me detuviera de manera inconsciente, lo cual podría decirse que me arrebato el corazón de ternura, y con gusto lo complací.

Estaba tan apacible, tan tranquilo... tan relajado, que no pude evitar poner con suavidad mi mano en su mejilla, por debajo de su azulada máscara. Podía tener curiosidad de ver sus ojos, que habría debajo de ese enigmático ser tan fuerte que tenía a mi merced...

Pero no.

No me atrevería a romper su confianza solo por un momento de curiosidad, pero si acaricie su mejilla, era suave su piel y apenas cálida, me arrebataba el corazón tanta belleza, aunque también amaba su fuerza y en ocasiones su maldad también, era como morboso que me atrajera todo de él, era tan perfecto para mí, tan glorioso como un dios...

Mire sus labios, jamás los había notado tan tranquilos, y sin esa expresión de enfadado salvo cuando tenía un plan entre manos, o cuando se apoderaba de éxito, que sonreía con malevolencia y superioridad...

Por supuesto que me encantaría besarlo, sentir el sabor de sus labios era mi mayor deseo, pero... quería que fuera algo natural, algo que él deseara también, algo mutuo, y aunque jamás tendría otra oportunidad así, de tenerlo tan cerca, tan disponible para mí, no podría traicionarlo así.

Sin embargo, me embelesé hasta el hartazgo de su imagen, tome la cobija que estaba en la cama, y con lo que no teníamos justo debajo de nosotros, lo cubrí para que durmiera mejor, ya merecía un descanso, se lo permitiera el amo Naga o no, quisiera su orgullo o no.

¿No era solo un niño después de todo? Era alguien maduro para su edad, alguien fuerte, independiente y poderoso, más que a cualquiera que conociera jamás, pero... aun así era tan joven, tan puro a pesar de todo... talvez, solo talvez, alguien con tanta ira y deseos de caos, lo único que necesitaba era un amigo... alguien que le diera cariño... alguien que lo amara...

Me recargue en las almohadas de su cama, mirando por la ventana como la noche daba paso a las estrellas y la calma se sentía tanto dentro como fuera de la casa, repose mi mano en su cabeza quieta, y poco a poco, el cansancio me derribo, cayendo también dormida semi-sentada.

...

Masquerade's Pov

La forma en que abrí los ojos fue tan tranquila, y tan inusual como el no recordar cómo había llegado ahí.

Podía ver los rayos del sol asomar por el horizonte, aunque apenas empezaban a iluminar, me enderecé pesadamente, ¿Me quedé dormido? Me lleve la mano al rostro, esperando sentir mi cara como cada mañana lo hacia, pero me tope con que aún tenía la máscara puesta, ¿que estaba...?

Empezaba a hacer memoria en mi mente, voltee detrás de mí, y ahí estaba ella, dormida, recargada apenas contra el respaldo de la cama y las almohadas, hubiera podido ser algo conmovedor, de no ser porque estaba en una posición fácilmente incómoda, y algo de saliva caía de su mejilla, me hizo sonreír a lo bajo por la escena... No sé porque, pero me agradaba, por lo menos era por su voluntad que estaba de mi lado y era agradable tener algo de compañía además de Hydra.

Me levanté de la cama, procurando no hacer movimientos bruscos, tenía la gabardina desabotonada, eso explica porque estaba tan tranquilo, alguna vez me quedé dormido con toda la ropa puesta y ajustada (casi como esta vez) y me habían quedado marcas en la piel y hasta comezón en algunas partes, no era algo que recomendará a nadie hacer.

Me quite la gabardina, era una mañana cálida y agradable y voltee a verla... no sé cómo lo había hecho, pero agradezco el gesto de al menos hacerme descansar un poco, el estrés me puede volver loco a veces.

La vi temblando a lo bajo, se había quedado quieta para que durmiera, aunque ella tuviera frío y estuviera durmiendo en una posición poco cómoda, pero me había tapado a mí, tome la gabardina por los hombros y con suavidad la cubrí con ella, ya despertaría después, por ahora así estaba bien, supongo.

Me dirigí hacia el baño, para lavarme un poco los dientes al menos, y aunque dicho de mi esto parece irónico, al verme al espejo, mi cabello estaba más alborotado y alocado que de costumbre, quién diría que las caricias en el cabello hicieran tal desastre... aunque parte de mi mente se preguntaba porque le permití hacer eso con mi cabello...

Pero esa misma parte no se quejaba en lo absoluto, no recuerdo la última vez que dormí tan bien y tan tranquilo...

En fin, después de un cepillado más decente a mi cabeza, cruce el pasillo hacia las escaleras, bajando, sintiendo la tranquilidad a mi alrededor, el silencio a veces me abrumaba al solo escuchar mis pisadas y llegué a la cocina cerca de las escaleras, y aunque normalmente encontraba en las mañanas en mi habitación a Hydra, esta vez lo encontré en la cocina.

- ¿Durmió bien, maestro? - me preguntó la pequeña esfera sobre la mesa de la cocina.

- Si... y ni una palabra a nadie, Hydra, ni al maestro Naga, ni a Hal-G, ni a nadie de lo que... de lo que sea que hayas visto - por alguna razón... me avergonzaba.

- mi boca está hecha solo para destruir a mis enemigos, maestro, nadie lo sabrá por mi -

- Bien -

Podía confiar en Hydranoid, era tan leal como poderoso, así que estaba bien, aunque... no sé porque me avergonzaba tanto que alguien supiera lo que había pasado, aunque fuera "poca cosa".

- Por cierto, maestro - comento Hydra, mientras bajaba una taza del estante de la cocina para servirme algo de café con leche - su discípula, es decir... la humana que está allá arriba ahora, mientras usted no estaba, metió algunas cosas a la caja de enfriar el día de ayer, dijo que había cosas para usted -

Aún no sabía cómo explicarle a Hydra lo que era un refrigerador, pero se daba a entender, lo abrí y había algunos platos con comida ya preparada, cubiertos de ese plástico transparente que sirve para mantenerlos frescos lo mejor posible, incluso en algunos había notas con mensajes pequeños como:

"Procuré comer bien, maestro"

"Espero sea de su agrado"

"Puede llevar este de almuerzo si quiere"

"Cuídese mucho, maestro"

Entre otros mensajes con caras sonrientes agradables o dibujos random, sin olvidar los corazones.

Debo admitir que tener este tipo de trato es demasiado inusual, no soy un bebé, pero... es agradable de vez en cuando notar que le importas a alguien... que alguien piensa en ti y quiere que estés bien... solo por eso le permito esas notas y esas cosas... y que no es mala cocinera, me ahorra tiempo, además de que desconozco como hacer algunas de las comidas que me ha preparado y saben bien.

Me sentía extrañamente de buen humor, como si todo estuviera bien y logrará todo lo que quisiera, me rasqué la cabeza y recordé de pronto porque me quedé dormido anoche y la sensación que me había embargado de tranquilidad y lo bien que se sentía... ¿Habrá sido por eso?... talvez.

(Un par de días después)

OC Pov

Me encontraba nerviosa, mi maestro se había ido a enfrentar a Dan en los muelles al atardecer, yo me había quedado como lo había ordenado, pero estaba preocupada por él, suplicando que todo saliera bien y deseándole suerte desde la distancia, en estos días había estado... inusualmente tranquilo, se veía despejado y renovado, lo cual es maravilloso, pero no quería que algo terrible le pasará o algo diferente estuviera pasando por su mente, pero no podía decir nada o hacer algo al respecto, ya había sido vergonzoso despertar unos días antes con su gabardina encima, fue muy amable, pero no pude evitar... abrazarla y aspirar su aroma, su perfume, y eso ya fue llegar demasiado lejos, aunque no me viera, pero me había avergonzado demasiado.

Estaba de pie en el pasillo de su cuarto, mirando los últimos rayos del sol otra vez, pensando que el atardecer debía verse hermoso en el océano... me preguntaba cómo estaba.

El ruido que produce su carta al transportarse se hizo presente, volteando hacia dónde venía, y su imagen alta y hermosa apareció frente a mí, no solo eso, tenía una sonrisa cruzando su rostro, y podía detectar parte de la brisa marina emanando de él, tan fresca como su actitud y su imagen.

- ¡Maestro! - exclamé, confundida, pero con un presentimiento por su buen humor - ¿Que tal... fue todo? -

-Fue un final... muy inesperado, debo decir- Decía mientras caminaba hacia su cuarto y lo seguía con la mirada.

- Usted ganó... ¿no? - pregunté, confundida por su comentario

- Por supuesto que gane, todo estuvo bajo mi control, solo digamos que... Dan no volverá a ser una molestia, nunca más... -

Estaba confundida, no lograba entender que había pasado, pero, preferí no insistir, solo estaba feliz de saber que mi maestro se encontraba bien y que Naga no le haría más problemas, al menos, por un tiempo.

- Me siento más que bien por la victoria, creo que un pequeño descanso me eh hecho de mérito - decía mientras se deshacía de su gabardina y sus zapatos, por lo cual, solo me voltee fuera de su habitación, para que no viera mi rostro de tono rojizo, así evite verlo directamente, además de que ya era tarde, era normal que quisiera dormir después de tanto estrés - mañana informaré a Naga al respecto, y después veré quien será mi próximo objetivo -

- me alegra mucho por usted, Maestro - volteé, esperando que todo estuviera normal, mientras lo veía entrar a su cama a descansar, e incluso vi a Hydra en la mesa de noche, lleno de orgullo y poder, justo como debía ser - en ese caso, le deseo buenas noches, maestro, me retiro -

Hice una reverencia respetuosa, y me di la vuelta, antes de escuchar su voz detrás de mí.

- ¿Y exactamente donde crees que vas? -

Voltee confundida, solo para notarlo medio acostado, pero con el cobertor abierto del lado donde estaba yo y podría jurar que estaba mirándome directamente.

- Ven aquí - dijo, mientras daba unas palmadas a la cama del lado más cercano a mí.

Los ojos pudieron salirse de mis órbitas, pero seguramente lo que más se notó fue la cara que se convirtió momentáneamente en el doble de un tomate maduro y listo para comer.

- ¿acaso me morí y estoy en el cielo? - antes de darme cuenta de que había dicho eso en voz alta, mi cerebro había volado kilómetros lejos de ahí, esto no podía ser cierto.

- no hables tonterías - dijo, pero podría jurar que volteo a otro lado, casi notando un leve sonrojo bajo su máscara - solo haz lo que te digo, es una orden... y quítate los zapatos, no quiero sentirlos mientras duermo -

De haber podido, mi mandíbula hubiera tocado el suelo, esto... era mucho más de lo que jamás hubiera imaginado ni en mis más locos sueños.

Sin embargo, mi cerebro tocó fuerzas suficientes para hacer lo que me decía, sin decir otra palabra de protesta, pero si hirviéndome el rostro en confusión y vergüenza.

Me metí a la cama, mirándolo sin mirar, solo por el rabillo del ojo y sin saber qué hacer con exactitud, hasta que, al acomodarme, se me acercó hasta que su cara estaba a la altura de mis pechos (¡oh, dioses!) Y no lograba ver su rostro. Fue cuando note que se quitó la máscara y la dejo cerca de la almohada detrás de mí, y antes de que dijera algo más, su cara estaba pegada a mi cuerpo, y sus manos habían guiado las mías a su cabeza, antes de abrazarme.

- acaricia mi cabello - alcancé a escuchar salir su voz, mientras mi cerebro procesaba que estaba pasando - y si ves mi rostro o le dices a alguien, te mando también a la dimensión de la perdición -

Estaba casi segura, al mirar abajo, que su frente estaba roja, ¿talvez también estaba avergonzado?... no me importaba ya, sonreí llena de dicha y dulzura, algo enternecida por sus acciones también.

- por supuesto, maestro - dije mientras acomodaba parte de su cabeza en mi brazo izquierdo, y con el derecho lo abrazaba y acariciaba dulcemente su cabello y espalda, mi rostro estaba cubierto por su cabello, y el aroma de su shampoo me inundaba por completo, mientras su respiración se acompasaba y me abrazaba de la cintura para no separarme, definitivamente había muerto he ido al cielo, porque esto era un sueño hecho realidad...

...

Hydranoid Pov

Era media noche, me abrí porque sentía movimiento a mi alrededor, uno muy sutil para ser honesto.

Al mirar al frente, vi a mi maestro, recargando su cabeza en su mano derecha, mientras con la izquierda veía que acariciaba la cabeza de la humana que decía ser su alumna fiel de manera suave y gentil, podía sentir que ella estaba dormida, porque no podía sentir los movimientos que los humanos suelen hacer cuando están despiertos como mi maestro, no tenía su máscara y estaba oscuro, pero podía ver su mirada fija en ella, entretenido acariciando el cabello de ella y viéndola respirar lentamente.

Después lo vi inclinarse ligeramente y hacer algo que creo los humanos conocen como una muestra de afecto, que es poner los labios de uno en los del otro. Aunque fue algo muy suave, casi imperceptible, ella seguía dormida, sin embargo, mi maestro miro hacia mi dirección, con sus brillantes ojos directo hacia mí, y dirigió un dedo hacia sus labios, sonriéndome con cierta malicia como la que lo caracteriza a él, haciéndome una señal para que no hiciera ruido.

Decidí obedecerlo y no hacer o decir nada al respecto, mi maestro sabía lo que hacía, así que preferí volví a dormir, no sin antes ver cómo se recostaba de nuevo junto a ella, abrazándola y ocultando su rostro entre ella y las sábanas, y ver cómo ella lo abrazaba de vuelta entre sueños.


Ahhhhhhh, fanguirleo yo sola jajaja x'D

Espero les haya gustado, sé que podría ser mucho mejor y entre otras ideas y cosas, pero fue la idea tierna que se me ocurrió.

El tema era "caricias en el cabello", pero ahora sí que fue agradable añadir ciertas cosas tiernas :3 espero les haya gustado mucho, porque a mí sí, y eso que yo lo escribí jajaja x'D

Que tengan lindo día y disfruten, sean felices :3 los quiero

Luna.