Revelarle su relación con Amity a su madre fue solo lo justo de incomodo como se supone lo tiene que ser el presentar a tu novia a tu familia aun que en su caso vino con una charla muy seria por parte de su madre ya que básicamente vivía con ella y eso siempre podía conducirla a intentar hacer algo más subido de tono. Esto para Luz no era algo importante pues al verse rodeada todo el tiempo de sus demás amigos sin mencionar el hecho de que tenían que buscar la forma de poder regresarlos y por demás enseñarles las cosas básicas de como debían manejarse por el mundo humano no creyó tener tiempo para ese aspecto de la relación. Sin embargo, no podía estar más equivocada, cada noche se había vuelto más difícil de sobrellevar que la anterior, el tener que dormir a escasos pasos de la chica más hermosa que conocía poco a poco se había ido convirtiendo en una tortura, y, el tener que compartir su habitación con las demás chicas impidiéndole hacer lo que su instinto le demandaba la estaba volviendo loca.

El deseo por estar con Amity había ido escalando poco a poco, si tuviera que elegir el momento donde todo comenzó a descontrolarse sería la primera vez que tuvieron que comprar ropa nueva para todos pues el nuevo look de su chica el cual consistía en minifalda, medias y botas provocó un caos mental en su cabeza, la cual solo podía pensar en lo suaves que se sentirían esas piernas alrededor de su cuello.

- Dios, como puede ser tan hermosa.

Luz se rebullía entre las sabanas en un vano intento de controlar sus impulsos, miraba fijamente a Amity, le encantaba su rostro, el largo de sus pestañas, sus orejas puntiagudas las cuales eran tan suaves como el algodón, la comisura de sus labios, y su pálida piel.

Se encontraba dormida justo a un lado suyo, solo necesitaba estirar el brazo para poder tocarla, respirar profundamente para captar su esencia.

Lentamente metió la mano por debajo de su pijama, no era la primera vez que se tocaba, lo había hecho por primera vez hace dos años por mera casualidad, después de todo era una adolescente, pero ahora lo deseaba, tenia un impulso vehemente de sentir placer producido por todas las fantasías que le asediaban la mente.

Cerro los ojos y dejo que su imaginación fluyera. – Amity… - Susurro en voz baja como señal del comienzo de su fantasía. Lo primero que vino a su mente fue un delicioso recuerdo del viaje al lago, ese día fue maravilloso, paseo por todo el muelle con ella, se divirtió con sus amigos y les enseño a nadar, pero lo mejor de todo fue que pudo apreciar a su espectacular novia en un moderado traje de baño que si bien cubría mas piel que el que ella misma estaba usando le permitía ver completamente las largas piernas de su amada, el pequeño top que sujetaba sus pechos y que le iba un poco ajustado ya que al parecer había aumentado de talla recientemente, su vientre plano adornado por un pequeño lunar junto al ombligo resaltando su esbelta figura.

Recorrió toda su intimidad con la punta de los dedos explorándose un poco antes de comenzar a masturbarse, aun era un tanto novata haciéndolo, le encantaba acariciar su clítoris, pero aún no media bien la fuerza y el ritmo con el que lo hacía cosa que le jodia bastante pues sentía que siempre se quedaba a medio camino. También había probado meterse los dedos, pero al llegar a la segunda falange sintió pánico y los saco.

En resumen, aún era una chiquilla bastante inexperta la cual estaba caliente y tenia la urgencia de sentir placer.

Continuo con su fantasía, su linda Amity cambiándose en el baño, poniéndose esas ajustadas braguitas las cuales le iban demasiado ceñidas pues no quería admitir que su trasero era más grande. Le encantaba eso de ella, su vergüenza en aceptar que un simple corpiño ya no podía mantener sus pechos, que sus caderas eran lo suficientemente anchas para necesitar nueva ropa interior y, que por más que no lo quisiera admitir estaba destinada a ser mas voluptuosa de lo que probablemente le gustaría ser.

- Quiero tocarla, carajo quero que baile para mi y se levante la maldita falda.

Acelero el ritmo de sus caricias a la par que echaba un vistazo a su novia dormida, era como degustar un dulce pedazo de pastel, la observaba detenidamente para poder alimentar su fantasía.

Su ritmo cardiaco comenzó a ir en aumento y los músculos se le empezaron a tensar, cerro los ojos concentrándose solamente en el placer que sentía frotando con más fuerza, presionando justo en el borde de su clítoris, podía sentirlo, esa deliciosa sensación que era la única capaz de saciar su deseo.

- Aghh….!

Reprimió el fuerte gemido mordiendo la cobija y metiendo la cabeza dentro de ella al tiempo. Había conseguido un orgasmo genuino, no solo el típico placer que sentía al acariciarse noche tras noche, esa explosión de placer proveniente desde su vientre le había tensado por completo el cuerpo provocando que las piernas le temblaran, tenia la cabeza en las nubes acompañada de una sensación de estar flotando.

- Por fin…

Se sentía relajada muy despierta y juraría que podría levantar un camión con las manos.

Se estaba dejando embriagar por todas estas nuevas cosas que le alteraban los sentidos pensando en si podía repetir cuando, el susurro de una aguda voz proveniente de un costado de su cama la dejo completamente helada.

- Luz, eso que hiciste…¿Se sintió bien?.

Aún estaba cubierta por la cobija la cual en un instante se convirtió en el único elemento que evitaba que muriera de vergüenza.

- ¿Luz?


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Unos días antes

Habían pasado ya un par de noches desde que descubrió lo que hacía Luz en su cama, al inicio no comprendía por que su novia se retorcía entre las sábanas tal vez era alguna costumbre humana que desconocía, pero si ese fuera el caso ¿porque apenas lo comenzó a hacer?

Decidido observar con cuidado el comportamiento de su novia después de todo lo que mas deseaba era poder aprender de su mundo para comprenderla mejor.

El plan era simple, ella fingiría estar dormida mientras que usaba un golem observador que estaba escondido en la litera de Luz el cual le transmitirá todo lo que esta hiciera en su cama directo a su mente.

Estuvo apunto de atragantarse con su propia lengua cuando se dio cuenta que su novia se masturbaba viéndola durante las noches. La primera vez que la vio no daba crédito a ello, Luz metía las manos bajo las sábanas y las movía de forma irregular, podría parecer que solo se rascaba la barriga o un muslo si no fuera porque sus piernas que estaban abiertas de lado a lado la delataban, duro unos diez minutos intentándolo dejando salir pequeñísimos gemidos más parecidos a quejumbres hasta que se rindió y dejo caer el cuerpo sobre la cama dejando que el sueño la invadiera.

Amity no pudo dormir esa noche, su mente daba vueltas sobre lo que acababa de ver. Pensó varias horas sobre qué hacer, no se sentía incomoda ni mucho menos ofendida, en realidad se sentía excitada y emocionada.

¿Que sentía ella por Luz?, pues la amaba, eso era seguro, era linda, fuerte, segura de si misma y divertida. Le hacia sentir una confianza verdadera la cual ella solo podía aparentar. Pero ¿y físicamente? Luz era una chica, y claro que era atractiva, pero, ¿Cómo debía de sentirse? No es como que se hubiera enamorado antes de un chico como para hacer la comparativa, además tampoco había pensado en sexo antes.

Paso los siguientes días pensando en su relación, su situación y el que hacer, siguió espiando a Luz lo cual le causaba remordimiento, pero al mismo tiempo la hacia sentir muy excitada. Comenzó a tocarse en el baño o durante las duchas, descubriendo que le encantaba la sensación, sin embargo, sentía que aún estaba lejos del verdadero placer. También comenzó a pensar mas en Luz, no de la forma que siempre lo hacia sino de forma más sexual, notando aspectos de su cuerpo como su cintura o sus caderas, sentía impulsos irresistibles por besarla y se dio cuenta como su piel morena le causaba una fascinación un tanto extraña.

Pensaba en dejar que las cosas siguieran igual hasta tener una mínima idea de cómo sacar el tema a flote, pero esa noche todo cambio, las pequeñas expresiones de Luz, su mirada llena de deseo, esos indiscretos sonidos que venían debajo de las sábanas y ese gemido ahogado que intento ocultar fue como si activaran algo en ella, un deseo muy profundo que la impulso a salir de la cama en busca de su novia.


Actualidad

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Espero unos segundos antes de hablar, no sabia como abordarla así que opto por la opción mas burda y solo le pregunto como estaba.

- Luz, eso que hiciste…¿Se sintió bien?.

- ¿Luz?

Al no obtener respuesta salió de la cama y se puso de rodillas frente a la litera de Luz, podía notar como su cuerpo se tensaba bajo las sábanas, aun tenia las piernas abiertas eh intentaba no moverse en lo absoluto.

- ¿Batatia?, sé que estas despiertan y… bueno se lo haces…

Un grito ahogado proveniente de dentro de las sábanas la hizo pegar un brinco del susto, intento tocar el brazo de Luz, pero esta inmediatamente se giró hacia el lado opuesto y se hizo bolita comenzando a mecerse.

- No puede ser, no puede ser, no puede…

A Luz le estaba dando un ataque de pánico, por primera vez en su vida sintió genuina vergüenza.

Amity no pudo evitar dejar escapar una risita, después de todo le encantaba ese aspecto extraño de su novia.

Se metió a la cama junto a ella acostándose a su lado y recargando su frente sobre su espalda.

- Perdón por haberte abordado así, yo… yo solo quería decirte que se lo que haces y yo también lo hago… y me gustaría que lo hiciéramos juntas.

La voz de Amity se iba haciendo mas baja conforme iba hablando, no fue hasta que sintió como su cara ardía de vergüenza que se dio cuenta que aquella no había sido una buena idea.

Pasaron varios segundos de incomodo silencio los cuales se convirtieron en minutos, no fue hasta que Luz se giro para ver el enrojecido rostro de su novia que el ambiente se relajo lo suficiente para que las dos pudieran mirarse a los ojos. Ambas dejaron escapar la tensión del momento riendo por lo bajo, intentando contener la risa lo más posible pues no querían despertar a Wilow y Vee.

No dijeron palabra alguna, solo serraron los ojos y se tomaron de las manos, sentían la proximidad de sus cuerpos y sus corazones acelerados, la respiración agitada la cual les permitía saber que tan cerca estaban la una de la otra.


Buenas, dejo este aporte esperando que les guste, desde hace ya tiempo venia barajeando el escribir algo de una pareja de chicas, afortunadamente salió el especial de TOWH y pues dije este es el bueno. La relacion de ambas fue algo que me gusto bastante así que se escribe de forma natural, tengo que decir que al comienzo pensaba escribir algo puramente erótico ya que es lo que se me da mejor, pero decidí intentar algo romántico así que espero que me salga bien.

En fin gracias por leer y espero se queden a por mas.